Gentle Beast (Poké-shipping)

Gentle Beast

-Arcanine, debes tener calma, mañana es la prueba- me decía mi amada, cada vez que sus palabras rodeaban mis oídos, un placer infinito se derretía en mi mente, creando una tranquilidad, creada por ver su rostro sereno. Piel blanca y ojos marrones al igual que su cabellera. Estaba perdido por la manera que acariciaba mi pelaje, pero más de su presencia.

-Perdona, sé que eres muy entregado en las batallas, pero no quiero que te lastimes más, tienes todavía la cicatriz de la última entrega, no quisiera que seas victima de otro altercado.

Me encantaba como se preocupaba por mí, y como su cabello bailaba con el viento.

Esos sentimientos son un tabú para un Pokémon… enamorarse de su entrenadora.

 

Re: Gentle Beast (Poké-shipping)

Se es lo que se es

Tenía mucho miedo, la oscuridad destruía lo establecido, junto con un torbellino que me acosaba, mis hermanos y hermanas no se habían percatado que me había separado del grupo. Mamá debía estar preocupada, estaba seguro que debía estar buscándome. Empezaba a extrañar ese calor hogareño, y nadie parecía salir a la noche que percibía. Era un completo desastre, el querer investigar aquellas tierras logró perder mi camino, pero al menos sabía de mi olfato, al menos es lo que decía papá, siendo que no confiaba en mis instintos por meter muchas veces a la familia en problema, pero sí, estaba seguro que esos sentimientos salvajes me ayudarían a encontrar la pista del grupo.

Sintiendo la tierra en mis patas, el gélido ambiente de la bruma, y las hojas de los árboles balanceándose unas a otras, cayendo sobre mi cuerpo.

“¡No sirves para nada, simplemente no eres un cazador, debí matarte cuando pude!”; gritaba mi padre en mi mente, su poca confianza a mí. Era el más tímido de mis hermanos, a pesar de que ya tenía apariencia de adulto, tenía miedo, no era como los de mi grupo, me sentía diferente; muchas veces reflexionaba si mi deber era el ser lo que era, pensando en otros destinos, en el hubiera.

Mis hermanos y hermanas eran los únicos que me comprendían, pero por el deber familiar, muchas veces escuchaba hablar de ellos por cambiar mi personalidad; a pesar de ello, no podía decir algo en contra, ya que siempre se ofrecían a ayudarme, lo cual sería muy desconsiderado de mi parte.

Llegué a un gran tronco acercándome hacia un Noctowl, un ave marrón que expandía sus alas como queriendo llamar a alguien, que al final ese alguien era yo, al parecer había escuchado uno de mis defectos más grandes, hablar solo.

-¿Y por qué no simplemente escapas de tu vida?- dijo la criatura que me miraba con sus ojos de pupilas rojizas.

-Bueno, es que- tímidamente me acerqué tratando de expresar mi incomodidad. – La verdad me aterra.

-¿Te aterra ser diferente?, ¿entonces por qué no sigues a la corriente?- dijo bajando de la rama, quedando a un lado del tronco del árbol.

-Es que no tengo deseos, quiero explorar otros territorios, me gusta- pensando que me estaba descubriendo ante un extraño me parecía completamente raro e incoherente, ya que a muy pocos les había expresado ese deseo de descubrir otros mundos.

-Ni siquiera nos conocemos, solamente te estaba molestando, pero ya que estás tan animado, te puedo asegurar que hay un método para que escapes de ésta realidad- cuando dijo eso no pensé seguir la charla, ya que me había ofendido del todo, pero también su interés por mí me cautivó, así que caminé lentamente para probarlo.

-¡Espera!, es cierto, al principio estaba jugando, pero tú si que estás interesado- No pude evitar volver hacia el ave, me senté para escucharlo, aunque algo bizarro, su enseñanza tenía que ver con los humanos, siendo que mi raza era muy preocupada en el tema de los humanos, ya que ellos eran quienes nos cazaban, ¿ahora él me estaba diciendo que me acercara a uno para encontrar lo que buscaba?

-Eso es basura, soy un Arcanine, no necesito de los humanos, tengo sangre de bestia en libertad en mis venas, no nací para ser criado- Con voz grave, de tono egocéntrico lancé falacias que mi padre cantaba a toda la familia, yo mismo no podía creer lo que decía.

-No hables como ellos, tú eres diferente. Te ofrezco eso, y si no te apetece puedes matarme- Mirándome fijamente me extrañó su respuesta, ahora me estaba comprando, ¿por qué me ofrecería algo así, si después de todo era algo personal?

-Te seguiré a donde vayas, tú tienes tu vida y- antes de que terminara pregunté sobre su ganancia, pero él decidió guardar silencio y alzar el vuelo justo arriba de mí.

-Veo a una jovencita muy cerca de aquí, tienes que dejarte atrapar si quieres ese deseo cumplir- decía mientras de sus ojos lanzaba un rayo hacia la penumbra del bosque.

-¿Quieres que me atrape?

-¿Cómo entonces te entregarás a un humano?

-No quiero hacerme el seguidor de un humano, simplemente es una prueba, así que no me involucraré más allá.

-Esta bien, en todo caso debemos crear una escena para que tú puedas ser su compañero, los Pokémon como tú no son conocidos como amigables.

Y justo estaba una entrada imperial a la vida de aquella jovencita, un Luxray estaba atacándola, la noche hacía muy difícil visualizar a aquel animal y la humana, pero el Noctowl estaba ofreciendo su poder ara iluminar la zona, y poder correr para lanzarme en contra de aquella criatura que estaba a punto de atacar a la joven.

-¡¿Qué es lo que pasa?!- gritaba ella, mirándome detenidamente, con la luz del Noctowl irritándole la vista.

-¡Luxray!, ¿estás bien?- dijo abrazando al Pokémon, al parecer me había equivocado, el Pokémon era de la joven, la cual estaba enfadada, así que hizo recuperar a su compañero con un objeto que sacó del bolsillo.

-¡Hey!, ¿qué te crees tú?- dijo con voz femenina el Luxray, lo cual me impactó, porque había pensado otra cosa de su género por su agresividad.

-¡Muy macho, golpear a una dama!, y no creas que soy más débil que tú- era más que obvio que estaba ofendida, me sentía avergonzado, aunque a mi padre no le hubiera importado, ya que es muy machista, así que adopté su posición, comenzando a alardear como lo hice con el Noctowl desde un principio, pero mi juego salió muy caro al retarme a una batalla.

Simplemente bastó un ataque suyo de electricidad para dejarme inmóvil y con un objeto de la entrenadora me aprisionó, despidiéndome de toda libertad absoluta.
Comencé a pensar en mi familia, y en lo que dirían si me llegaran a ver a lado de una humana… ¿pero qué decía?, tal vez sería la última vez que los vería.

-Muy bien hecho Noctowl, gracias a ti, he capturado a este hermoso Arcanine- escuché antes de desvanecerme de la tierra seca. Aquel Noctowl había sido el señuelo para mi captura, después de todo, quería ser diferente. Todos sienten lo mismo.

 

Re: Gentle Beast (Poké-shipping)

-Perdón May, pero no soy como tú- se escuchaba aquella jovencita sosteniendo un aparato que lo llevaba cerca de su oído izquierdo.

-Entiendo, bueno, será mejor que nos veamos otro día, tengo ganas de mostrarte al nuevo integrante del equipo, ¿de acuerdo?, yo te llamo- dijo con risas, mientras que con la otra mano sostenía su bolsa y colocársela cruzando su hombro.

Me encontraba acostado y siendo vigilado por aquella Luxray.

-Ya, ¿perdóname no?- le dije a Luxray, que parecía ofendida por haberla golpeado.

-¿Por qué sigues tratando de escapar?, ¿aún no entiendes que ya eres un Pokémon del grupo?- me dijo suavemente, lo cual me impactó, ya que ella no trataba de intimidarme, sino cuidarme.

-¿Somos un equipo?- le dije sin dejarle de ver sus ojos.

-Somos una familia, digamos que nos protegemos unos a los otros, y quizás hemos tenido tropiezos entre los dos, pero no soy rencorosa, además como te dije; somos familia de ahora en adelante, ¿de acuerdo?, eso quedó en el pasado- dijo mientras se quitaba del frente y se iba a un lado de aquella joven.

-Aún tengo una deuda con uno de los tuyos- dije a Luxray, quien me preguntó sobre el trato de Noctowl.

-Él ofreció su vida, así que tengo que cobrar con la muerte de ese chantajista- le dije en voz alta a Luxray, causando que la joven se alarmara y me introdujera de nuevo al aparato, no sin antes escucharle.

-Todavía estás en estado salvaje, pero estoy segura que te acostumbrarás.


Jugando con fuego


Durante varios días estuvimos paseando entre las tierras de los humanos. El Noctowl jamás me dirigió la palabra a pesar de vernos frente a frente, aún así no estaba enfadado, ya que aún no tenía decidido si me gustaba la vida de Pokémon de humano.

La joven nos trataba con mucho cariño, en muchas ocasiones nos vimos involucrados en un par de riñas con otros humanos, pero por simple diversión, mientras que yo veía que el Noctowl y Luxray disfrutaban el hecho de ser controlados y pelear junto a la humana.

Yo que me resignaba a tal acto, me ponía detrás de todos los combates, aún así ella me seguía sonriendo, continuaba diciendo que me quería y nos amaba; éramos sus compañeros, sus amigos decía ella, no lo comprendía y no lo quería analizar más.

-¿Por qué no lo admites?, te gusta esta vida- me dijo el Noctowl quien me veía durmiendo bajo la sombra de un tronco seco, la brisa del invierno se estaba avecinando, lo cual me hacía tener pavor, ya que mi habitad no era el del hielo.
-En realidad no he dicho nada, simplemente los estoy viendo a ustedes, no tengo deseos de mezclarme con ustedes- le dije tratando de alejarlo después de varios días que no lo escuchaba dirigirme hacia mí después de aquel altercado.

-Arcanine, ¿por qué no vienes a jugar un poco?- dijo la jovencita mientras lanzaba de sus manojos de una forma blanca a Luxray.

-Si no pruebas no vas a saber si te gusta- me dijo el Noctowl mientras me invitaba tocándome con un ala.

Mientras yo no podía con el frío del lugar donde nos encontrábamos, la chica no dejaba de reírse de mi manera de actuar al tratar de no pisar una tierra resbalosa y fría.

El lugar donde nos encontrábamos abundaba la mezcla blanca que al tocarla se convertía en agua. Estábamos rodeados de árboles sin hojas, y varios humanos caminando como deslizándose en aquel suelo brillante y escurridizo.

-Disculpa Luxray, ¿me permites si juego un rato con Arcanine?, es que apenas llevamos una semana con él en el grupo, y me gustaría que entre en el círculo, ¿sí?- la joven le decía a Luxray, mientras ella asentía con la cabeza aceptando su petición.

Ella se levantó y lentamente se acercó a mí, con una sonrisa radiante que me envolvía, trataba de caminar hacia atrás, pero aquel suelo cristalino me perturbaba, así que simplemente hice cara de angustia, y quedé sentado frente a ella, mientras que frágilmente empezó a acariciar mi cabeza, extrañamente mientras sus dedos se deslizaban entre mi pelo, no podía dejar de hacer gestos de agrado, era como una caricia que necesitaba hace tiempo, pero que no sabía lo que era, algo nuevo, esa fragancia que llevaba me invocaban, me idiotizaba.

-De acuerdo, ¿por qué no vienes?, juguemos un rato, vamos al hielo- dijo mientras me tomó de mi pata, y yo miraba hacia atrás, viendo como el Noctowl y Luxray reían de mis gestos de miedo.

-¿Qué pasa?, ¿te asusta?- dijo mientras las palabras de mis hermanos en mi mente cantaban que debía hacerlo, que debía atreverme, así que con algo más que palabras y rugidos de furia me lancé hacia esa superficie resbaladiza.

Los ojos marrones de la chica no se me quitaban de la cara, mientras bailaba con el viento, era un movimiento de tranquilidad, hasta que yo decidí dar un paso he impactarme con el hocico.
Escuchaba burlas de los otros dos, pero no me importaba, porque ella estaba ahí levantándome y ayudándome a dominar el lugar.

El tiempo ahí fue infinito hasta que el tiempo se detuvo y ella se puso en cuclillas, rodeándome con sus brazos, mientras sentía el calor de cuerpo.

-Espero que seamos amigos- me dijo al oído mientras yo sentía que me derretía con su mirada.

Tal vez ella lo haya escuchado como un gruñido, pero había dicho que no entendía su manera de ser, ¿por qué todos los humanos les entregan el afecto a sus Pokémon?

En ese momento pensaba en mi familia, tal vez estaban preocupados de mi desaparición, pero dejé que la preocupación se disolviera con un abrazo.



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Bueno, pues gracias por leerlo, la verdad es un poco rara la idea, pero que bueno que te haya convencido.
Lamentablemente no es May, ni ninguno de los personajes de la serie o manga (por el momento), pero si se verán involucrados los personajes de la serie en la trama, que será muy corta.

Es que yo no puedo escribir así, no es que no quiera, es que no me gusta escribir como creo que deseas:

Entrenadora: Hola ^^
Arcanine: Hola -___-
Entrenadora: ¿Por qué no juegas con nosotros? :D
Arcanine: No quiero o_Ó
Entrenadora: u_u

Como sea quizás se entiende, pero no me gusta, no es muy complicado entenderle a la trama en el estilo que la escribo, je.

Bueno, muchas gracias por leer el fic, espero verte pronto por acá.

 

Re: Gentle Beast (Poké-shipping)

Gracias, que bueno que te gustó, la verdad siento que es un escrito algo extraño (inclusive más que Barrera Líquida), pero que bueno que les haya llamado la atención.
Muchos se asustarán por el tema (que es por eso que no quería hacerlo desde un principio), pero supongo que puede perdonarse el atrevimiento.

Aunque es un Shipping más, tal vez era rareza (relación humano-Pokémon) atraiga a más gente y se arriesguen con sus escritos, que es lo que quiero.

Ok, muchas gracias por tu positivo comentario, me dan esperanzas por este fic.

Nos vemos.

 

Re: Gentle Beast (Poké-shipping)

Éxodo/El fin del mundo

-Sé que es un pecado, pero tengo que saber si lo que siento es verdad- le decía al Noctowl mientras veía a aquella joven conversado con un joven de cabello castaño y piel blanca.

-¿Estás diciendo que sientes algo por ella?- dijo el Noctowl, inmediatamente lo miré extrañado.

-No, digo que si estoy feliz con ella necesito descubrirlo, necesito saber si esto es lo que buscaba- le decía al mismo tiempo que veía a la joven que no dejaba de reír a la par de que seguía la conversación con el chico llamado Gary.

-Dime algo de verdad Arcanine, ¿de verdad eras infeliz con tu familia?- me decía el ave, que hacía recordar todas las humillaciones de mi padre enfrente de todos los de clan.

-¡Haber imbécil, qué te dije que hicieras!- me gritaba mi padre con una furia que retumbaba mis oídos, mis hermanos siempre se ponían detrás de él para encararlo y defenderme de sus ataques que en general eran en la cara, teniendo moretones en mis patas o cerca de mis ojos.

-Lo siento- siempre como un prisionero le decía, frente a su imponente figura, mis lágrimas no dejaban de rozar mi rostro.

Es la última vez me decía muchas veces, nunca más volverá a tocarme con odio, me decía miles de veces.
-¿Y qué decía tu madre?- preguntó el Noctowl conmocionado por mi relato.

-En realidad mi madre falleció cuando nací, aunque si tengo una figura materna, que es la amante de mi padre, a pesar de eso, ella sí se preocupa por mí, pero mi padre la hace volverse de su lado, por mi parte ella es dos caras.
-¿Por eso te impresionó que ella te tocara así?- me decía Noctowl refiriéndose a su entrenadora.

-Quizás, pero tengo muy poca confianza, la verdad todos me han engañado, incluso tú- le decía mientras bajaba la mirada y veía un par de cicatrices de mi pecho.

-Así que éste es tu nuevo amigo, ¿cómo estás?- me hablaba Gary agachándose para verme que estaba acostado y con un gesto de depresión.

-¿Qué te pasa?, ¿tiene algo?- le preguntaba a la jovencita, pero al parecer ella se ponía triste y se acercaba a mí preguntándome si quería ser libre en secreto, en cuanto a Gary, se quedaba confundido por la reacción de su amiga.

-No importa si quieres irte, simplemente no quería que estuvieras así por sacarte de tu hábitat, veo que no ha funcionado esto- seguía susurrándome, y veía su mirada hecha trizas.

-Gary, perdón, no quería que me vieras así, pero es que- temblaba al hablar y se le arrojó a los brazos de Gary a llorar por fracasar con mi amistad, tal vez mi frialdad no es lo más importante después de todo.

Pasó media hora desde que nos dejaron; Luxray, Noctowl y yo estábamos quietos, al parecer ellos me veían con tristeza, pero a la vez con furia, no me extrañaba, había lastimado a su entrenadora.

-¿Es cómo vas a juzgar a todos a partir de ahora?, ¿sólo porque has sufrido los demás también?- se lanzaba en grito Luxray, quien era la más ofendida de todo el acto que había ocasionado.

Me dedicaba a ignorar sus regaños y juicios hacia mi vida, me interesaba muy poco lo que dijera, al fin y al cabo jamás me negué o corrí de la humana.

-Tranquila Lux, si Arcanine sigue aquí es por algo, creo que de verdad quiere cambiar- le dijo Noctowl a Luxray. Luxray comprendió y me preguntó acerca de lo que iría a pasar en ese momento.

-No lo sé, no me preguntes del futuro, yo sólo vivo el presente, el futuro ya se decidirá.

-Es curioso que digas eso, puesto que tú eras el que quería cambiar su destino- decía el Noctowl, que igualmente ignoré y me marché de ellos dos para seguir el aroma de perfume de aquella joven. Me puse a meditar en si merecía lastimar a otra persona por mi placer de simplemente saborear otra vida.

Me drigía a una pequeña plaza dodne cientos de humanos se reunían, al mismo tiempo que me detenía en los arbustos para tomar un ramo de flores que podía ver, eran de diversos colores, formas, pero mi hocico lo llené de largos ramos de pétalos rosas y púrpuras con la raíz pintada de azul profundo. Olían tan bien como su perfume, y todas habían brotado de una manera que eran enormes. Aunque sus espinas me dolían, quise ofrecerle algo a aquella joven, no por remediar algo, simplemente como señal de que no me iría de su lado, por el momento.

-¡Mira es tu Arcanine!- al parecer Gary había notado mi presencia, ambos estaban sentados en un banco largo de madera. La joven llevaba en sus manos un vaso que expedía un olor agradable y dulce.

-¿Qué pasa Arcanine?- me decía mientras dejaba su café a su lado, y me acariciaba nuevamente el mechón de pelo de la frente, al mismo tiempo que yo no podía dejar de hacer gestos de felicidad, le solté en el suelo aquella recolección de flores y bayas en un ramo.

-¿Qué es esto?, ¿es para mí?- la joven con una inocencia que me envenenaba e hipnotizaba.

-Al parecer tu Arcanine es muy detallista- decía Gary mientras lanzaba una carcajada.

-Gracias, ¿entonces somos amigos?- me dijo ella con una sonrisa radiante, más calurosa que el sol que teníamos arriba de nosotros, incluso más potente que el fuego que me envolvía.

Una lágrima cayó por su mejilla izquierda, y me miró nuevamente con franqueza.

-Yo también te quiero Arcanine, gracias por esto- al decirme eso, todo mi mundo se derrumbó, aquellas heridas de mi padre ya no dolían ni ardía mi pecho más, me tomó la cabeza y me selló con un beso amistoso congelando mi ambiente. El viento del invierno se hizo más ligero, más fresco. Yo lance un rugido y una mirada de furia hacia Gary y la entrenadora, estaba completamente furioso por mis sentimientos, estaba confundido y mi corazón dolía fuertemente.

¿Eso era lo que buscaba?, ¿que el dolor físico se volviera emocional?, maldita ella, la detesto, me estrangula sin saberlo, sólo sonríe y me recibe con cariño.

-Maldita humana, estúpida humana - estaba corriendo, más rápido de lo normal, mis patas pareciera que volaban lejos de ese lugar, quería desaparecer junto con mi llanto, no quería ver más a ese mundo.

-La odio. Para que mi dolor cese, tendré que matarla, destruirla, le cobraré su ofensa a aquel infame traidor.

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Pues en realidad quería cambiar eso en último momento, pero pues... ya ni modo.
Que bueno que a ti si haya llamado la atención. Mil gracias.

Gracias nuevamente, espero sigas leyendo al Arcanine, ja.
Nos vemos y no te preocupes con lo de los errores, yo también los tengo a veces y no es por mi teclado, ja.

 

Re: Gentle Beast (Poké-shipping)

Prisionero de la Bestia

-Quiero tomar su cuerpo y tragarme su sangre.

-¿Y crees que te permitiré eso?- Luxray no comprendía, su furiosa mirada ojos amarillos no se quitaban de mí, pero no me importaba, estaba dispuesto a derramar sangre para que mi corazón dejara de sufrir.

La batalla comenzó, con sus patas firmes en la tierra, Luxray tomó posición de batalla, pareciera que su melena de noche se moviera con las tinieblas de la oscuridad donde nos encontrábamos, su piel azulada brillaba en aquel lugar, y apenas podía ver sus franjas brillantes que le rodeaban sus extremidades, excepto la cola, que llevaba una especie de estrella en la punta que se movía constantemente en cada paso que daba ella.

Parecía una faena, estábamos a punto de cazarnos, tenía mi mirada y mis colmillos disparados para atacar, mientras ella en posición defensiva daba vueltas alrededor de mí, como esperando que hiciera un movimiento.

-¿Por qué quieres hacer esto?- me dijo mientras me lance contra su cuerpo y chocar contra una barda de madera que estaba detrás de ella, ella simplemente gruñó de dolor, pero inmediatamente alzó la voz y se arrojó contra mí, pero yo en vez de contraatacar, la recibí con mi lengua para besarla.

-¿Qué estás haciendo?- me decía completamente extrañada, aunque su golpe me había abierto una herida de mi pecho, decidí engañarla con otro de mis ataques.

-No creas que no te he visto, estás enamorada de mí, pero es normal que alguien como tú le sorprenda mi modo salvaje de vivir- seguía seduciéndola para que cayera en mi trampa.

-¡No estoy enamorada de ti!, pero- fijamente nos miramos los ojos, caíamos en aquella paz que no entendía, pero que estaba dispuesto a repetir para engañar a Luxray.

Ambos calmamos nuestra tensión y ella se acercó ligeramente para caer cerca de mi rostro y darnos un abrazo, pero yo estaba jugando con ella, así que en cualquier momento tenía que romperle el corazón y matarla internamente.

-Es verdad Arcanine, tengo cierta atracción por ti, pero no necesitabas atacarme para que declararas tu amor- me dijo al oído, sorprendiéndome con lo último, al parecer mi ataque no había funcionado, realmente ella sentía algo por mí, pero ella ya sabía que yo estaba planeando enamorarla para después atacarla, pero ya que ella sí está enamorada realmente de mí, no podía hacer nada, había caído en mi propia trampa.

-¡Ahora déjame demostrarte mi amor!- justamente en mi pata derecha lanzó un Mordisco que paralizó mi pierna, al parecer al tener contacto con sus colmillos, mi cuerpo sintió una corriente que al principio ocasionó un calambre y después una parálisis.

-Si estás enamorada de mí, ¿por qué haces esto?- al descubrir su amor por mí, ella simplemente me dijo que era porque me quería, y porque igualmente quería a su entrenadora.

-¡Maldita!- la noche se hacía más profunda, y Luxray simplemente se reunió con la humana y Noctowl, ambos me habían avistado que estaba tirado en el piso árido, y con el frío invernal, estaba completamente paralizado, inclusive me costaba cerrar los párpados a lo cual comencé a aullar para pedir auxilio, estaba completamente aprisionado.


“¿Crees que jugar con el amor te hará más valiente?”


-¡Qué!, ¿quién dijo eso? – había escuchado una voz siniestra dentro de mi ser, al parecer estaba empezando a escuchar voces, pero mis sueños en la noches anteriores también estaban involucrando justamente a esa voz, por lo tanto me impactó.


“Estás enamorado de una humana, joven Arcanine, debes saber que eso es un pecado para los Pokémon”


-¿Dónde estás?- seguía gritando, pero nadie me respondía, al mismo tiempo podía ver como todo el tiempo se había detenido, las hojas cayendo, las personas paseando por la plaza, la joven, Gary, Luxray y Noctowl, parecían caminar hacia mí, pero caminaban con lentitud, era muy extraño todo y me asustaba al punto de querer moverme, pero sin obtener resultados, pareciera como si todo se derritiera, y como sentía más pesado mi cuerpo, hasta mi pelo empezaba a parecerme atormentador. Empezaba a visualizar a mis hermanos como se burlaban de mí, junto con mi padre que parecía presumir de su fuerza de forma machista e intimidándome con la muerte de mi madre, que yo tenía la culpa, que desde que había nacido las desgracias a la manada se presentaron.

-No voy a volver, me la voy a pasar con unas Arcanine- decía mi padre diciendo que estaría engañando a mi madre, a pesar de que mis hermanos tenían el dolor de que ella se había ido.

-¡Deberías tener algo de respeto a su recuerdo, ella siempre estuvo entregándonos su amor, y ahora que se fue aprovechas para satisfacer tus deseos!- uno de mis hermanos, que le irritaba la manera que papá presumía sus placeres sexuales a todos. Él estaba molesto porque papá simplemente agradecía el hecho de que se fuera en cierto modo, y eso me lo agradecía siempre.

-Vivía atado a tu madre todo el tiempo, estoy harto, tengo una vida, no siempre voy a estar cuidando de ustedes, al igual que su madre que era una cualquiera, también tengo mi derecho de estar con otras.

-¡Desgraciado!- se lanzaba con garras mi hermano a nuestro padre, pero él tenía mucha experiencia en batalla y por lo tanto gran fortaleza física, lo cual un simple rugido era suficiente para ahuyentarnos.

-Jamás digas eso de mamá, ella siempre tuvo respeto a su familia, algo que tú nunca has tenido- le gritaba mi hermano, pero a mi padre no le importaba, simplemente se iba a cumplir aquellos “deseos reprimidos por la familia”

Mis hermanas jamás decían nada, curiosamente, recuerdo que una de ellas lloraba y me abrazaba con miedo, tiempo después me enteraba que mi padre abusaba de ellas, pero en todas las familias Pokémon no podíamos decir nada, vivíamos en secreto, en silencio.

Después el tiempo regresó a su calma, nuevamente podía sentir mis patas, pero esta vez no me encontraba en aquel lugar de humanos, esta vez estaba en una plataforma con una tela que me cubría, alrededor de mí estaba un cristal que me envolvía, pensé que estaba dentro de aquel objeto de la jovencita, pero después se asomó un Pokémon Chansey, apenas podía verle porque el cristal estaba distorsionando su rosada figura. Le pude ver a Chansey un rostro de felicidad, y llevaba una mesa brillante con ruedas con varios utensilios encima de ella, lo cual me perturbó ya que podía ver muy filosos objetos.

El lugar era bastante iluminado, pero no veía a la jovencita, ni a los demás, pero seguía escuchando murmullos en mi cabeza, aquella voz profunda me atacaba, pero decidí dejar de pensar en ello para pensar en el lugar donde estaba acostado. No podía levantarme, pero una lámpara encima de mí lanzaba un calor bastante agradable, pero al tratar de levantarme aquella lámpara quemaba mi piel, lo cual me indicó que no había forma de moverme.

-Su pokémon está bien, sólo que estaba algo mareado, además tenía parálisis, y tenía muchas cicatrices, pero también sufría de resfriado, deberías tener cuidado, estaba muy herido, ¿cuánto tiempo lleva contigo y cuándo notaste su estado de salud?- le dijo una voz suave y calmada a una jovencita, que inmediatamente identifique como la entrenadora, al parecer hablaban de mi estado de salud, empezaba a tener mi olfato más agudo, y mi cuerpo ya no me dolía, en verdad me sentía espectacular.

-Gracias, es que apenas lo capturé, pero no sé mucho de la salud de los Pokémon, no tenía idea que sufría de todos esos problemas, tendré más cuidado, tal vez por eso estaba molesto conmigo- le dijo la entrenadora a la que parecía ser mi cuidadora de salud, tan sólo escuchaba sus voces, no podía verles. Me sorprendía que estaba siguiendo preocupada por mí, entonces recapacité un poco y tiré una lágrima por ello, realmente le importaba, tenía completo amor hacia sus compañeros esa joven, me impactaba el hecho de su inocencia, jamás había sentido tanto calor en mi corazón, no quería asesinarla, tan sólo quería decirle algo por lo que hacía por mí.


“Deberás ser castigado por Dios si sigues con ese pensamiento”


“Eres el traidor de los seguidores de Dios”


“Cuerpo de bestia, hijo de Adán”


-¡¿De qué están hablando?!- rugí con furia, tratando de salir de aquella capsula de cristal, intentándolo me quemé con la lámpara de calor varias veces, pero necesitaba sacar aquellas voces de fantasmas de mi cabeza.

-¡Chansey, haz algo, el Pokémon tiene convulsiones!- escuché eso de aquella cuidadora, también varios lamentos de la entrenadora, y como Gary trataba de calmarla, seguían entrando en mi mente las voces, seguían matándome, ¿qué querían decir?, ¿de qué Dios hablaban?, ¿por qué me persiguen?

-¿Qué es Dios?

 

Re: Gentle Beast (Poké-shipping)

Gracias, que bueno verte por acá también, jaja.

Dejen al Arcanine, es algo raro y psicópata, pero así es el amor...
Ja, gracias por seguir leyéndolo.

Gracias, pues simplemente disfrútalo y no le busques problemas, que si pienso que puede serlo.
Bueno, gracias por comentar...

 

Gentle Beast

-¿Qué?- desperté asustado y con la mirada distraída. -¿Qué fue todo eso?- había dormido bastante, ¿cuánto tiempo había sido?

-¿Xalain?, ¿qué pasa?- una chica con cabello castaño rizado que le llegaba hasta los hombros, piel blanca y con rostro de gentileza, cerró su pequeño chaleco rosa frente a mí, y se dirigió de la puerta de mi habitación hasta mi cama. -Me despertaste Xalain, ¿qué pasó?- noté que vestía una pijama tipo camisa larga que le llegaba hasta los tobillos, de color blanco, y tenía pantuflas con un muñeco Pokémon en la punta de sus pies, así subió a mi cama, encima de los edredones me miró angustiada.

-Nada Xikaru, sólo vete- por alguna extraña razón, mi actitud cambió y rechacé su compañía, pero ella sólo se quedaba viéndome, sin evitar perder de vista a esos curiosos ojos verde agua.

-Te acabas de despertar, es por eso estás de mal humor, pero no te preocupes Xalain, vamos con los demás para que olvides aquella pesadilla- La cálida sonrisa de Xikaru me conmovió, pero seguía pensando en aquel sueño. Traté de aferrarme nuevamente a él, aunque no podía pensar concentrarme, sólo sabía que yo era un Pokémon.

-¡Anda quítate esas cobijas, ya es hora de levantarse!- cuando Xikaru me quitó las cobijas, me preocupé, ya que recordé que la noche anterior había dormido desnudo.


Hora cero y la fantasia del león



Todos estaban sentados en sus lugares en el comedor, todos excepto Xenia, nuestra líder de grupo y quien se mantenía a cargo de todos los muchachos del campus.

-Buenas noches Xalain, tarde como siempre contigo, además veo que nos acompaña toda tu presencia- decía Xer, refiriéndome a mí, quien se presentaba en calzoncillos para el desayuno, aunque todos ya estaban por terminar. – ¡Por favor Xalain, tápate eso, estoy comiendo!- Xer siempre se la pasaba molestándome por más sea el mínimo detalle, aunque en ese momento tenía razón.

-Modales por favor, Xer quítate la gorra- llegaba como aparición Xenia, quien ponía el orden una vez que llegaba, al mismo tiempo, todos se acomodaron en sus lugares, excepto Xer y yo.

-¡Oye!, ¡por lo menos yo no ando desnudo por aquí!- se quejaba Xer que Xenia le había arrebatado de su cabeza su gorra azul que siempre llevaba puesta. Xer además de ser un fanático de los deportes como su gorra tenía el escudo de su equipo favorito bordado.

-Tiene razón jefa, eso de andar enseñando sus… ¿pelotas?- decía al inicio Xole y terminaba su hermano gemelo Xola. Uno siempre terminando las frases del otro.

-Tienen razón… y no me digan jefa- terminaba lanzándome una toalla en la cara. –Por favor, cúbrete de perdida, te mandaría a que te bañes, pero el desayuno que preparó Xally está por acabarse, es más, tuve que guardarte algo por estas pirañas.
-¿Pirañas?- decían los gemelos al mismo tiempo, ambos que se identificaban por sus cabelleras largas de color dorado. Con vestimenta de chalecos de cuero negros, púas en sus muñequeras, cadenas, un estilo que representara a la música que tanto alaban, el metal. Sus ojos azules eclipsaban toda esa vestimenta, también llevaban una playera con el nombre de “Megadeath” y “Kamelot”

-Cómo no les da calor con tanto negro encima, y es de mañana- les dije mientras me tapaba con la toalla azul que me había dado Xenia.

-Ya notamos que tienes calor Xalain… ¿aunque ayer en la noche también tenías verdad?- me dijeron ambos gemelos, con sus voces graves que eran interrumpidas por sus ganas de comer.

-Ay por favor, no hablen con la boca llena- llegaba Xally, quien tenía un sartén en sus manos, algo raro en ella ya que siempre repetía que no le gustaba cocinar, pero si comer.

-No lo hacemos- decían los gemelos con las mismas mañas de hablar con comida en sus bocas, pero me quedé pensando en lo que me habían dicho, así que me atreví a preguntar de nuevo para saber a que se referían.

-¿Cómo que ayer?

-¿Estabas ebrio o qué?... vagaste por nuestra habitación desnudo- terminaron de decirme ambos, o al menos eso había entendido.

-¿Ayer qué?... ¿y por qué estás con una toalla?... ¿de qué me perdí?- decía Xally, ella confundida sirviendo lo último del desayuno que había preparado, mientras que trataba de acomodarse su cabello pelirrojo que tanto amaba.

-Al parecer Xalain es sonámbulo, vagó por la habitación de Xole y Xola desnudo, y pues así despertó, dándonos una sorpresa matutina- terminaba Xenia, quien estaba con su libro favorito como postre.

-¿Eh?, ¡y me lo perdí!... ¡¿por qué no fuiste a mi recamara Xalain?!

-Xally, porque seguramente terminaría en tu cama- se burlaba Xer.

-Cállate Xer, no necesito de aprovecharme de sus problemas nocturnos para que lo lleve a mi habitación, ¿verdad Xalain?

-Nadie llevara a nadie a su cama, y menos tú Xally- trataba de terminar la interrupción a su lectura Xenia.

-¿Y dónde está esa Xikaru?, ¿no se supone que sólo iba a despertarlo?- preguntaba Xally con cierta molestia por esa acción de Xikaru.

-Xikaru está limpiando la habitación de Xalain, la mandé porque Xalain se perdería su desayuno- dijo Xenia, quien le dio una vuelta a la página de su libro con delicadeza.

-¡Qué!, ¡no es justo!, ¡nunca dejas que otras personas entren a las habitaciones ajenas!, ¿por qué a ella en la habitación de Xalain?

-Xally, porque ella no está obsesionada con él, quien sabe que cosas harías dentro de la habitación de Xalain, además Xally, tú estabas haciendo la comida, que por cierto, para ser tu primera vez, no estuviese nada mal, estoy pensando en que hagas todos los desayunos- terminaba dando por hecho esa obligación Xena, para Xally.

-¡Y qué tal si se repite eso!, ¡es mi oportunidad de estar con Xalain y verlo despertar!- gritaba desesperada Xally por mí.

-Ya dije Xally, además no es posible que se repita eso, es sólo una acción por estrés o presión, es por eso que por hoy dejaremos a Xalain descansar de sus labores, es decir, Xalain, te puedes ir cuando quieras- me sorprendió lo flexible de Xenia, pero pues no hice ningún gesto de alegría, porque sabía que los demás levantarían la voz por la decisión de Xenia, aunque incluso sin decir nada, los gemelos y Xer se quejaron.

-¡Entonces yo también soy sonámbulo!, ¡tengo estrés y muchos problemas!- gritaba Xer en contra de Xenia.

-Xer, tú te levantas en la noche, pero no por estrés, sino para comer, te he visto tomar cosas del refrigerador a las dos de la madrugada, y que tengas problemas, no sé que traumas infantiles tengas, pero por favor no los menciones- al decir eso Xenia, todos rieron de las actitudes de Xer por las noches. –Y ustedes dos, siempre llegan tarde por sus parrandas de alcohol- refiriéndose a los gemelos. –También hacen sus espectáculos, una vez Xikaru se quejó porque vomitaron enfrente de su puerta, así que no se quejen de Xalain.

-¡Pero él tiene privilegios!- gritaron los gemelos.

-Ustedes también, todos… Xer puede traer los domingos a sus amiguitos para ver al fútbol, ustedes dos se les soporta que se embriaguen y traigan a su banda de música “rock”, y a Xally, usar la sala de sesión de yoga los miércoles y viernes, ¿qué más quieren?

-¿Xikaru nada?- preguntaba Xer, quien no ocultaba su preocupación por Xikaru.

-No Xer, ella se la pasa en la computadora todo el día, o con sus amigas, pero no convive mucho con nosotros.

-¿Y tú Xalain?- me preguntaba Xer, extrañamente se dirigía a mí, puesto que me celaba por lo mucho que me juntaba con Xikaru.

-Pues no, es que como soy nuevo por aquí, no conozco mucho de aquí.

-Oye y ya supimos que te andas haciendo amigo de Xira… la más buena por cierto- reían los gemelos por mi amistad con una persona que tenía la popularidad de ser la chica de mejor cuerpo.

-Rayos Xalain, siempre andas atrayendo mujeres, ¿por qué no te decides por una ya?- noté cierto enojo en las palabras de Xer al decirme eso.

-Es que apenas tengo una semana aquí Xer, no es tan fácil, además por el momento nos estamos conociendo.

-Me alegra que te estés adaptando al instituto Xalain, pero por el momento quiero que vayas a tu habitación y te cambies para que disfrutes tu día- se levantó Xenia, como advertencia para comenzar a levantar la mesa.

-Suertudo- murmuró Xer-

-Xer, basta, anda Xalain, vete sin problemas- y riéndome de la suerte de otros, sin despedirme por no esperar que me dijeran alguna grosería, subí las escaleras para ir a mi habitación, que se encontraba de la misma manera que la había dejado, sólo que mi cama estaba arreglada, las cobijas negras extendidas perfectas, pero encima de ellas una nota en blanco que resaltaba mi vista.




Hola Xalain,

Seguramente estás leyendo esto después de mandarte a tu descanso, sino, no importa.

Quisiera invitarte justo a la hora que mando a todos a dormir, a una velada donde nos reuniremos para jugar algo que llamo La hora cero.

Esto tal vez te parezca raro, pero aquellos sueños que tuviste tienen una explicación.

Bien, no quiero alargarme más, pero te pido que te presentes, te estaré esperando en la última habitación, la que siempre está cerrada, bueno, pues para ti lo estará, justo debajo de esta pequeña nota está la llave para entrar, por favor mantenla contigo en secreto. Es en serio, no quiero saber que alguien tiene la llave.


Xenia

P.D: Eso de tu día libre era mentira para atraerte a la invitación, así que tienes que aspirar y limpiar el baño, que Xole dejó algo anoche una cosa verde bajo el lavabo.





-Demonios.

 

Re: Gentle Beast (Poké-shipping)

Lagunas en el camuflaje con carne de varón


Después de alistarme para mis clases, tomé la llave que Xenia me entregó debajo de aquella carta, la cual inmediatamente quemé para que nadie se enterara de nada. La llave la puse en un collar de listones que Xikaru me había regalado, pero jamás había utilizado por falta de algo que lucir en el, así que colgué la llave, para que estuviera en mi cuello para no perderla de vista, ya que últimamente estaba perdiendo muchas cosas, quizás por descuido, pero era muy raro que comenzara a olvidar cosas.

-¿A dónde vas Xalain?, ¿no tienes deberes que hacer?- una vez que abrí la habitación, me recibía Xenia, quien ya llevaba puesto su uniforme para el instituto, el cual para las mujeres constaba de una blusa blanca con el emblema de la escuela. Además de una falda negra, que todas las de la escuela modificaban, ya que eran muy largas, pero todas las cambiaron para sentirse y verse bien. Xenia siempre escogía botas negras que le lucían bastante bien, siempre cambiando de color o estilo para mantenerse aunque estricta, muy atractiva.

-Lo siento, tengo un par de clases en el instituto, además necesito entregar un proyecto para mi materia de Idioma extranjero- el ímpetu que le tenía para mantener mi promedio, a Xenia le sorprendía, ella sabía que antes de llegar al instituto e instalarme al campus tenía muy malas calificaciones, pero me prometí que mantendría mi promedio, ya que yo era distraído y desinteresado por la escuela.

-De acuerdo Xalain, oye… ¿reprobaste el examen de cálculo no es así?- decía Xenia quien sostenía en sus manos una carta del instituto. Cosa que me sorprendió, no por la carta, sino porque había olvidado que tenía que presentar un examen de cálculo, ¿cómo había podido olvidar algo tan importante?

-Así es, odio cualquier materia que tenga cuentas, es decir matemáticas y las fórmulas son mi pesadilla- uno de mis talones de Aquiles salía a relucir, pero Xenia estaba dispuesta a ayudar, ya que además de encargarse de nuestro grupo de estudiantes, también tenía la labor de ayudarnos en nuestro nivel académico.

-Bueno, todas las tardes a partir de hoy te quedarás con el maestro Xolet, quien te dará unas clases en la sala de estudio del instituto, ¿de acuerdo?- decía Xenia, quien me apresuró para que me fuera a clases.

Una vez que me aproximé rápidamente a la entrada, al escuchar la campanada de entrada, me encontré con Xerné, un amigo quien me contaba todas sus venturas por conseguir a una chica que tanto le agradaba, durante mi estancia, inmediatamente se volvió uno de mis compañeros, quien me confía su gusto por mujeres mayores que él, de hecho él estaba persiguiendo a una profesora, quien debía admitir se veía muy bien, siendo ella la más joven que enseñaba en el instituto. De hecho sólo difería de la edad de Xerné por tres años.

-¿Porqué tanta prisa Xalain?- Xerné, quien corría a mi lado por lo pasillos del instituto.

-Tengo que entregar un proyecto a Idiomas, por favor espérame mientras se lo enseño y me califica.

-¿Qué no se supone que el proyecto se entregó ayer Xalain?

-El profesor me dio hoy para entregárselo, ya que he tenido buenas notas con él.
-Vaya, si que te haz esforzado como me dijiste Xalain, ¿y qué pasó?, ¿por qué no lo entregaste ayer?

-Porque últimamente estoy muy cansado, la verdad no sé que me pasa, pero justamente desde que llegué al instituto, tengo cansancio y me dan ganas de dormir más.

-Eso es normal, yo siempre llego a mi casa después de un día de estudiar a una siesta, ya después pienso en los deberes.

-Sí, pero el problema es que tampoco puedo dormir hasta la noche, en el día no estoy acostumbrado a dormir Xerné.

-Bueno… no importa… ¿oye de verdad reprobaste el examen de cálculo?

-La verdad ni siquiera lo presenté… lo olvidé…

-¿Lo olvidaste?, no entiendo.

-Últimamente me está pasando algo Xerné, estoy olvidando cosas, y si quiero recordarlas, me dan de nuevo esas ganas de dormir.

-Es normal que empieces a olvidar cosas, es así como se envejece. Para vivir cosas nuevas, debes abandonar las viejas, es como todo Xalain, pero si el problema es el sueño, trata de dormir un poco al terminar las clases.

-No puedo, debo ir a regularizarme en el salón de estudio, Xenia al parecer se preocupó por haber reprobado el examen, pero aunque lo hubiera recordado, lo reprobaría, no sabía nada realmente.

-Bueno, pues te espero aquí en la entrada de la biblioteca, quiero ver como mi ángel le da su sabiduría a otros- dijo Xerné, quien por fortuna, el salón de enfrente de la biblioteca tenía como materia a esa hora otra de sus profesoras que amaba. Xerné además de ser un mujeriego, siempre tenía el complejo de mirarse a los espejos, preocupado por su apariencia para atraer a más mujeres según él.

Xerné tenía un corte militar, por lo tanto no tenía mucho cabello que mostrar, pero si musculatura, él era un poco más bajo que yo, pero tenía bien formado físico, y para que se luciera, usaba sus camisas de tallas pequeñas para que se marcara su abdomen y torso, como resultado a sus sesiones de pesas. Al igual que el pantalón negro, como todos los de los demás, pero él se las arreglabas para mostrar algo más abultado debajo de la cintura, para atraer sexualmente a más mujeres. Aunque según él sus ojos de color beige son lo que hacían que las mujeres caían a sus pies, es decir Xerné era todo un metrosexual de piel bronceada, y por más conquistador que llegase a ser Xerné, porque la verdad tenía en el instituto fama de uno de los galanes, a mí me parecía un poco afeminado, por su excesivo cuidado a su imagen.

Al salir, Xerné ya no se encontraba, pero pude ver a uno de mis profesores de mis clases pasando frente a mí, lo cual me alertó, ya que tenía asegurado que mi clase en ese momento ya estaba por comenzar, así que no dudé en preguntar a al profesor sobre eso.

-¿Por qué está aquí señor Xalain?- dijo el profesor que se caracterizaba por su calvez, y su graciosa forma de gesticular al pronunciar la “S”, ya que por alguna razón no podía pronunciarla.

-Pues voy a su clase profesor- al decirle eso, el profesor se me quedó viendo extrañado.

-¿Te sientes bien Xalain?, mi clase no es hoy, con tu grupo ya terminé la semana.

-¿En serio?- al principio pensé que era una broma y me dirigí hacia el salón, pero después pude observar, mientras me dirigía a las escaleras para los otros salones, como el profesor llevaba en su mano derecha su portafolio, y en la otra un par de papeles, junto con su saco que sólo iba acomodado en una de las orillas del portafolios, eso quería decir que el profesor ya se estaba yendo del instituto, dando así por terminado su día.

-¿Pero cómo?... se supone que hoy… ¿qué clase me toca hoy?- estaba vuelto un caos, mi mundo de repente se sintió como de repente se detuvo, y comencé a ver el reloj que estaba pegado en una de las esquinas del pasillo, parecía que se derretía, aquellas ganas de dormir volvieron, así que me derrumbé en las escaleras, donde apenas sentí el impacto de mi cara con uno de los pasamanos.

Al despertar, me encontraba en la sala de estar de la casa del campus, poco a poco se dilataba mi vista, y esta volvía para crear una imagen, siendo la primera persona que vi al despertar…

-¡Xalain, lo logré!, ¡te vi despertar!, ¿pero por qué no estás desnudo?- decía Xally, quien no guardaba sus deseos de verme sin ropa, incluso cuando teníamos la visita del profesor Xalder, quien enseñaba artes plásticas en el instituto, al parecer él me había llevado a mi casa del campus.

-Le agradezco mucho profesor, realmente no entiendo cual fue el problema de su desmayo- dijo Xenia, quien mostraba una preocupación admirable, y agradecimientos por haberme llevado a salvo.

-Supongo que es las tareas, proyectos y todo eso, yo por eso acostumbro no dejar trabajos fuera de mi clase, creo que los estudiantes tienen ya muchas cosas en preocuparse, para que cada materia les deje algo para el día siguiente, pero es muy difícil que se concentren en todas- dijo el profesor más flexible del instituto, sin duda tenía el agrado de muchos, y quizás de todos, excepto de los profesores que pensaban que era demasiado liberal en sus clases. –Bueno, me retiro, espero no te hayan tomado fotos mientras permanecías tirado en las escaleras, porque vaya que se armó alboroto- decía el profesor Xalden, cerrando la puerta y despidiéndose de todos.

-Vaya, si que estás mal Xalain, pensé que era puro teatro eso de que estabas estresado- decía Xer, quien pensó mejor por mis problemas.

-Muy bien chicos, ya no pasó nada, por favor dejen que tome su té a solas, debe estar confundido, así que no lo bombardeen con preguntas tontas… como ¿qué sentiste?- dijo Xenia, que retiraba a todos de mi, que nada más estaban rodeándome, excepto Xikaru quien estaba jugando con su videojuego portátil.

-¿Podrías dejarnos a solas Xikaru por favor?, necesito hablar con Xaian, no es por molestarte- al decirle eso Xenia a Xikaru, ella sólo se levantó de su posición acostada del sillón, como sin importancia.

-Ya sé lo que le vas a decir de todos modos Xenia- y con una fría retirada Xikaru, yo escuchaba sonidos electrónicos viniendo de aquel aparato que sostenía con las dos manos.

-Bien Xaian, quisiera platicar contigo acerca sobre tus problemas que tienes últimamente- al decirme eso, yo opté por hablar de más.

-La verdad es que si he andado con los gemelos en sus parrandas nocturnas, no quería decírtelo pero supongo que es por eso que estoy distraído todo el tiempo, por eso olvidé la fecha del examen de cálculo- yo no encontraba una explicación más lógica más que el alcohol había surtido efecto en mí, logrando problemas de memoria.

-¿Qué?... bueno, eso lo hablaremos después, ahora quisiera saber es… esos sueños que tienes, hablo los de anoche, ¿haz sentido que sobrepasan la fantasía?

-No entiendo, ¿mis sueños?

-Sí, vamos… ¿no creerás que tus acciones en la noche son por el alcohol?

-Pues realmente si.

-No Xalain, eso es porque algo te está llamando, en tus sueños, sin notarlo estás viviendo otra dimensión, la cual llamamos como la Hora Cero, eso ocurre porque te estás comunicando con otra dimensión, y eso pasa cada vez que sueñas.

-Pero no entiendo, me desmayé en la escuela, tuve un par de sueños, y no me pasó nada como anoche.

-Eso es porque la Hora Cero se abre justo en el último minuto del día, y durante ese minuto, tus sueños entran en la Hora Cero.

-¿Otra dimensión?

-Así es, cada noche tú viajas por dimensiones, pero el problema de viajar en esas dimensiones, es que tu memoria sufre un problema, y tus recuerdos sobre la realidad se quedan absorbidas por el viaje en la Hora Cero.

-¿Acaso es una broma?- y me levanté del sillón, para dirigirme a mi habitación completamente indignado por lo que parecía una broma de Xenia.

-Si tienes dudas, hoy ve a la habitación prohibida, y te lo probaré… Arcanine- lo último que me dijo Xenia me congeló mi cabeza, pero quise huir a mi habitación por el miedo a creer. Durante todo el resto del día decidí estar en mi habitación meditando, incluso algunos compañeros del instituto llamaron a la puerta de la casa del campus, pero dije al resto que respondieran y que dijeran que no me encontraba.

-Pero Xalain, quieren saber si te encuentras bien, por tu desmayo.

-¡Xally, te dije que no estoy para nadie!- al gritarle así, pude escuchar un “está bien” de parte de Xally con tristeza.

-¡Ella no existe!, ¿pero entonces por qué siento algo por ella si es que no existe?- estaba hablando solo en la habitación dando círculos de desesperación, casi arrancándome el cabello de ira y confusión, aquella sensación de mis sueños estaba volviendo.

-¿Y si es verdad?- me seguía preguntando mientras el atardecer desaparecía para volverse en una noche estrellada, pude ver como los minutos me atacaban lentamente, pero al final pude escuchar como todos se dirigían a sus habitaciones, como aviso de fin del día, entonces, mientras me mantenía en la oscuridad de mi habitación, me metí a mis cobijas para dormir, pero la duda me agobiada, y tan sólo faltaba un cuarto para la Hora Cero que Xenia mencionaba.

-No importa, ella sabe algo- y así me dirigí a la habitación prohibida, utilizando la llave que tenía colgada al cuello, y al abrir, la habitación se encontraba completamente vacía, con maquinaria tapizándola, computadoras, y pantallas, pareciendo que estaba visitando un cuarto de seguridad policíaca. En los monitores se mostraba las habitaciones de la casa del campus, y como investigaban a cada uno de nosotros, podía ver como los gemelos ocultaban cerveza debajo de su colchón, Xer tenía pornografía descaradamente, Xally se la pasaba danzando escuchando su música favorita y pegaba fotografías de su grupo en la pared, pero Xikaru no se encontraba en la habitación, sólo se mostraba la computadora encendida.

-¿Curioseando?- sorprendiéndome, un señor estaba detrás de mí, de barba espesa, lentes de pasta negra, y cabello en punta al estilo punk de color rojo –Oh, vaya, tu compañero tiene un momento privado- dijo mientras con un botón de aquella gran máquina apagaba el botón de el monitor de la habitación de Xer.

-¿Esto haces?, ¿espiarnos?- le dije al hombre que vestía una gabardina negra, y bien trajeado del mismo color.

-Primero lo primero, ¿cómo te llamas?