Microrrelato Fragmento de memorias, una novela olvidada - El sueño de un desolado infante

"Estuve ahí por ratos, a veces sentado, y a veces acostado viendo hacia donde mi fija y vacía mirada me guiara. Era un niño que dudaba y pensaba en aquel frágil y oscuro momento que una vez lo había acechado.

Paso en el comienzo de un nuevo día. En La lierre cachée. Recuerdo que estaba caminando por lo que en aquel momento era el centro de la ciudad. Era una noche vacía con un centenar de colores. Las aceras se encontraban saturadas, era demasiada la gente que iba caminando de un lugar a otro. Yo, confundido, sin al menos ver hacia donde o hacia quien dirigirme, me encontraba estático, viendo como todas y cada una de las personas pasaban y chocaban a mí alrededor. Hasta que, por puro movimiento y creación de mis deseos, logre, con una tranquila felicidad, encontrar a mi madre. El solo verla me obligo a tomar curso, a pararme en la orilla de aquel rio negro que separa y une personas. Desesperada y con la mirada alterada, sus ojos no tuvieron más que oír con claridad para calmar tales angustias. Habiéndome encontrado, sin pensamiento que la detuviese, cruzó aquel río del cual todos corren. Siendo la excepción, lo cruzaba con calma. Su camino no tenía desvíos, parecía estar bien delineado. Cuando entonces, la deje de ver. Fue interrumpida. Solo veía grandes llantas y una gran tracción que las acompañaba. Estaba en el suelo, sola. Sin haberlo logrado. Los elementos y las sensaciones eran las mismas. Solo que esa vez, hubo un corte… Desperté."

12 de Marzo del año 2015​