Crepúsculo Feliz cumpleaños, Rose...

Feliz cumpleaños, Rose...

Feliz cumpleaños, Rose...

Todos sabíamos lo que Rose quería de cumpleaños, así como también sabíamos que su deseo era imposible de cumplir. Ella anhelaba ser madre tanto como yo quería ser papá, pero a deferencia de ella, yo sí aceptaba que no era posible y trataba de sobre llevarlo lo más que podía.

Suspiré una vez más mientras ojeaba un catálogo, en busca de algo que alegrara a Rose en su "día especial". Su regalo debía ser perfecto, y hasta ahora ni siquiera había visto algo que fuera de su estilo. ¿Qué diría Rose si yo le regalara un collar con un dije en forma de gato? Me mataría, o peor aún: Alice me asesinaría, y Rose me remataría.

Me levanté dispuesto a ir al centro comercial y ver si ahí encontraba algo decente. Sabía que no encontraría el regalo "perfecto", pues lo que Rose pedía era imposible, sin embargo, tal vez encontraría algo que llevara las tres 'B': Bueno, bonito y barato; aunque sinceramente el precio me importaba un comino.

-¡EMMETT! -escuché a Carlisle gritarme y volteé a verle con una sonrisa falsa.- ¿Recuerdas que mañana es el cumpleaños de Rosalie? -me preguntó y yo suspiré mientras asentía.
-Carlisle, llevo pensando en eso desde hace un mes -le recordé frustrado.
-¡Pues ya no busques más! -me dijo emocionado y yo le miré confundido mientras fruncía el ceño- Encontré una forma de que tu y Rose puedan ser padres -me dijo y yo le miré ansioso.- ¿Recuerdas lo que hablamos la otra vez de adoptar? -me preguntó cauteloso y yo suspiré; sabía que nada podía ser tan bueno. Muchas veces habíamos intentado adoptar, pero nunca encontrábamos nada que nos llamara la atención o quisiera venir con nosotros- Pues he adoptado a unos niños, ¡y lo mejor es que saben de la existencia de los vampiros, así que no tendremos que escondernos! -me dijo y yo tan solo lo abracé emocionado. ¡Un hijo! ¡Tenía un hijo, adoptado, pero mío!.
-Gracias, papá, pero...¿Cómo sabe ese niño o niña de la existencia de los vampiros? -le pregunté confuso.
-Pues, es que ellos fueron salvados por Aro cuando tenían 2 años, y viven con él desde entonces -me explicó y un montón de dudas invadieron mi mente.
-¿Qué edad tienen? ¿Cómo son? ¿Son niñas o niños? -pregunté nervioso mientras intentaba ocultarlo tras un montón de muecas "graciosas".
-Tienen 8 años, son rubios, con ojos azules y caras realmente angelicales, aunque no son más hermosos que Nessie, y son niña y niño. -me dijo riendo por mi impaciencia.
-Oh...-murmuré abriendo de más la boca, para dar gracia y entrar en calor.- ¿Cuándo llegan? -pregunté al ver que mi intento de ser cómico fue en vano.
-Mañana en la mañana. Y adiós, porque Esme me espera -dijo y se fue cuando yo iba a comenzar con una de mis bromas sobre su vida privada.

La noche se pasó rápido, pero siempre son así cuando Rose y yo tenemos sexo, osea, siempre. A la mañana siguiente le pedí a Alice que se llevara a Rose al centro comercial y la trajera en la noche, cosa a lo que ella aceptó gustosa, antes de obligar a Rosalie a irse de compras con ella.

-Emmett, los niños han llegado -anunció Carlisle y yo corrí hacía el corredor a recibir a mis hijos. Ahí estaban Edward que me sonrió con burla, probablemente por mis pensamientos paternales, y Bella, que sonrió, pero con más ternura. También estaba Esme, sólo faltaban Alice, Jasper y Rosie linda.

Me dispuse a hacer una broma sobre su vida privada para arrancarle esa sonrisota estúpida de la cara a Edward, cuando de pronto Carlisle me sacó de mis pensamientos.

-¿No vas a abrirles? -me preguntó con una sonrisa cuando escuchamos dos golpecitos en la puerta.
-Si...-murmuré mientras abría la puerta.

Me sorprendí al ver allí parados a dos niños de 8 años totalmente solos frente a mi. Tenían las facciones de la cara parecidas, solo que las del niño eran más masculinas, sus cabellos eran dorados, igual que los de Rose, y tenían los ojos de un azul oscuro.

-Buenas tardes, señor -me saludó la niña con una sonrisa educada.
-Oh, pasen -les invité haciéndoles ademán de que entraran.
-Claro -aceptó el niño mientras me sonreía con confianza.
-Yo soy Emmett -me presenté- Ellos son Carlisle, Esme, Edward, Bella y Nessie -presenté a cada uno de ellos mientras los señalaba.
-Pues yo soy Rosalinda y él es Emsel -se presentó Rosie mientras se señalaba a ella y luego a su hermano- Es un placer conocerlos -dijo.

Pasamos toda la tarde hablando, y descubrí que Emsel era un gran bromista, como su padre, y que Rosie era muy Narcisa, como su madre. Estuvimos divirtiéndonos otro rato cuando sentimos la puerta de la casa abrirse. Yo cargué a mis hijos y los escondí conmigo, mientras ellos me miraban confusos.

-Está llegando su mamá -les expliqué y sus pequeñas bocas se abrieron formando una pequeña O. Yo ya les había explicado que yo era su nuevo padre, y Rose su nueva madre. Ellos lo tomaron muy bien, al parecer yo les había agradado y Rosie al ver las fotos de Rose quedó encantada.

Cuando la puerta se abrió todos gritamos 'SORPRESA', pero los sorprendidos fuimos nosotros al ver a Emsel y a Rosalinda gritar '¡SORPRESA, MAMI!', y luego correr hacia Rosalie, que los recibió con los brazos abiertos, pero mirándome confundida.

-Eres más bonita en persona -comentó Rosie mirándola maravillada mientras le tocaba la cara con sus pequeñas manitas- Y lo mejor es que eres mi mamá -gritó emocionada mientras abrazaba a Rose.
-Hey, hey, no te olvides que también es mi mamá -se quejó Emsel mientras se hacía un espacio para abrazar a Rose, que los abrazó alegre, mientras sollozaba de alegría.

Luego de eso, Rose me miró alzando una ceja, pero yo sólo sonreí y le guiñé un ojo, indicándole que se lo diría luego. Además de hablarle de mudarnos a una nueva casa. A fin de cuentas, ya éramos una familia feliz, y así sería por siempre…

Espero que les guste, la hice aburrida y sinceramente a mí no me complació. De todas formas, aquí se los dejo ;).