One-shot de Naruto - F de Flores [Ino & Hinata]

Un pequeño escrito para la actividad "Días de Abecedario", espero lo disfruten :3

Título: Rosas
Fandom: Naruto
Personajes: Hinata/Ino
Palabras: 575
Prompt: F de Flores
Summary: Hinata visita la florería de Ino.
Advertencias: Ninguna.




Desde el momento que Hinata ingresó a la florería, la joven Yamanaka supo lo que se traía entre manos. Se la veía sumamente nerviosa, más de lo usual, y a la rubia no le costó mucho sumar dos más dos para darse cuenta del porqué.

—Hinata, que grata sorpresa. ¿Vienes a comprarnos flores en este bello día soleado? —saludó Ino con un tono de voz divertido, haciendo como que no sabía que eso era exactamente lo que venía a hacer la otra chica.

Tímidamente, Hinata asintió con la cabeza. Ino la guió hacia el fondo del local, donde tenían una gran variedad de flores de todo tipo, para elección del cliente.

—Hmm, debe ser para alguien especial, ¿eh? —comentó Ino a modo de broma, aunque su comentario no hizo más que ruborizar a la avergonzada Hyuuga.

—S… sí —admitió Hinata en voz baja—. Es… es para alguien muy especial…

—Oh, entonces has hecho bien en venir a mi florería, tenemos lo mejor de lo mejor —reconoció la rubia, apartándose un mechón de cabello de la cara—. Mira, ¿qué te parecen estas rosas? Son mis favoritas, para serte sincera; son clásicas, ¿y a quién no le gusta un buen clásico de vez en cuando?

Hinata se detuvo a examinar las rosas que Ino le señaló por unos momentos. Tras unos momentos de silenciosa consideración, Hinata aceptó la oferta de la chica y compró un ramo de rosas color rojo carmesí. Pagó y se fue tan rápido como llegó.

El día después de eso fue muy poco interesante para Ino. No pasó mucha gente más por la Florería Yamanaka. Alguna que otra señora pasó a ver las flores nuevas pero no terminó comprando nada, y la más joven del clan Yamanaka se aburrió viendo una revista mientras esperaba a la hora del cierre.

A eso de las cinco de la tarde, su madre llegó y la relevó en el negocio, diciéndole que podía regresar a la casa si quería. Aburrida, Ino decidió hacer exactamente eso, y al rato se encontró de camino a su hogar, el cual no quedaba muy lejos de la florería.

—¡Ey, Naruto! —exclamó la rubia repentinamente; había divisado en la calle a Naruto, quien todos sabían era el objeto del afecto de Hinata, y le intrigó saber si había recibido ya las rosas—. ¿Te has cruzado con Hinata ya?

—¿Eh? Ehm, sí, sí… ¿por qué? —respondió Naruto, confundido y despistado como sólo él mismo podía serlo.

—¿Qué te parecieron las rosas? Hermosas, ¿verdad? Son de mi florería después de todo —comentó ella con orgullo.

—¿Rosas? ¿De qué hablas, Ino?

Ino frunció el ceño. ¿Naruto no había recibido las rosas? Pero eso era ridículo; todo el mundo en Konoha sabía que Hinata estaba muerta por él desde hace años. ¿Acaso la chica se había acobardado a último momento y no se las entregó? O quizás… ¿quizás no era Naruto ese alguien especial a quien Hinata pretendía obsequiarle las flores?

En cualquier caso, Ino le dijo al muchacho que no se preocupara por ello y siguió con su camino. Llegó a su casa, subió las escaleras a su habitación, y al ingresar en la misma se echó sobre la cama para descansar.

Al levantar la mirada de la cama, notó entonces que la ventana se encontraba entreabierta. Y en el alféizar de la ventana, meciéndose suavemente al son de una dulce brisa pasajera, la esperaba un ramo de rosas color rojo carmesí.