Drabble Expresión [Godslayer | AU | Charlotte x Kashya]

Título: Expresión.
Fandom: GodSlayer | AU.
Personajes: Charlotte, Kashya.
Palabras: 301
Summary: "Charlotte estaba decidida a conseguir que Kashya mostrase alguna expresión en su rostro."
N/A: what is this. idk. i just love them (?) ¿quería hacer un explícito con esta idea? quería, pero al finl me retracté (?) | Gold-Kun | Contenido chica x chica, si no te gusta, no lo leas~

Charlotte estaba decidida a conseguir que Kashya mostrase alguna expresión en su rostro.

Hasta el momento lo había intentado todo, pero lo máximo que había conseguido era un atisbo de sonrisa que en algún momento estuvo segura de haberse imaginado.

Pero en ese momento estaba segura que había dado con el plan perfecto, finalmente conseguiría su objetivo.

Como siempre, eran las últimas en salir porque Kashya se quedaba en la biblioteca leyendo algún libro y Charlotte se quedaba a acompañarla. Había acabado gustándole la silenciosa compañía de la chica.

Cuando ya la tarde se había cernido sobre la ciudad y el edificio principal debía ser cerrado, las chicas decidieron que era momento de irse.

Fue en la salida de la academia cuando Charlotte se dispuso a ejecutar su plan.

Antes de poner un pie fuera, la morena cogió a Kashya de la muñeca y tiró de ella para llevarla hacia las taquillas, a una esquina algo escondida.

Como siempre, la albina no mostró expresión alguna, si bien era cierto que en su interior se encontraba algo confusa.

—¿Sucede algo? —preguntó, con su monótona voz.

Kashya acabó apoyando su espada contra la pared, Charlotte colocando su mano por encima de su cabeza, atrapándola. La morena simplemente sonrió y con su mano libre agarró la barbilla de la más baja, obligándola a mirar hacia arriba.

Segundos después, la albina sintió como Charlotte sellaba sus labios con los propios, así como su cálida mano acariciando el interior de su muslo.

Cuando se separaron, segundos después, Charlotte pudo apreciar a la perfección el rostro de Kashya. Y sonrió, satisfecha, porque la chica tenía los ojos abiertos, llenos de sorpresa, y su pálido rostro contrastaba perfectamente con el rojo intenso de sus mejillas.

A partir de ese momento, esa imagen sería el mayor tesoro para Charlotte.