de Inuyasha - Estigma de amor (song-fic)

Hola yo aquí de nuevo comenzando con otra de mis craciones, espero les guste a pesar de saber que este personaje no es uno de sus favoritos :) y bueno por que esta inspirada en una de mis canciones favoritas la cual se titula con el mismo nombre.

ESTIGMA DE AMOR

Si miro al cielo
Siempre encuentro consuelo,
Porque aunque estés lejos,
Es el mismo techo.

Habían pasado cincuenta años desde aquel día en el que trágicamente su vida termino, ella se consumió en las llamas del desprecio al creer que Inuyasha, el hanyou que cautivo su corazón, la traicionó, que solo la utilizo para conseguir la preciada Shikon no Tama…

Ahora, después de tanto tiempo conocía la verdad y mirando al cielo con mirada triste, una chica pelinegra añoraba la vida que le fue arrebatada debido a la ambición de Naraku, suspiro y la cabeza ligeramente movió, no podía creer lo tonta que fue al creer aquella mentira, al caer en aquella trampa y demostrarle al despreciable de Naraku lo débil que era.

Si escribo poemas en
Que hable de tus recuerdos
Sé que tu oración en respuesta es pierdes tu tiempo.

El mayor deseo de Kikyo era volver al pasado, recuperar lo que por derecho le correspondía, aquella vida que no tuvo la oportunidad de vivir al lado de su amado hanyuo, siendo una mujer normal…

Pero ahora ya era tarde, el tiempo pasa y no se detiene, no perdona, no da prerrogativas, lo que en su tiempo no fue es imposible que suceda después, solo quedan los recuerdos de lo que alguna vez pudo ser pero que su oportunidad paso y no pudo consumarse.

Y el mismo no es en vano,
He vivido demasiado
Aun con tanta historia
Tú estas y permanecerás.

Ahora estaba atrapada, en un cuerpo de barro, vagando por el mundo, buscando con vehemente deseo el descanso de su alma, pero aun no lo encontraba, deseaba con todo su ser que Inuyasha volviera con ella, no sedeaba que él la olvidara y que otra mujer ocupara un lugar especial en su corazón. Kikyo no lo olvidaba, ella seguía atrapada en el pasado, en un antiguo amor que no logro ser pero que marco por siempre el corazón de la miko demostrándole que a pesar de intentar odiarlo no podía pues su corazón por la eternidad le pertenecería.

Te abrazaré
Y te besaré en mis sueños,
Despertaré,
Mojada en tu recuerdo.

Y no podía evitar recordar aquella tarde en la que hace cincuenta años su amado hanyou por primera vez la beso, en la que juro que se transformaría en humano para permanecer a su lado, aquel día en el que su alma regocijante de alegría creyó hallar la felicidad junto al hombre de su vida. Pero que equivocada estaba, todo fue una trampa preparada para que su amor fracasara y ella por su natural desconfianza ante los seres sobrenaturales cayó con facilidad y por su propia mano al amor de su vida sello en el Goshinboku siendo incapaz de exterminarlo.

Se sentó en un árbol rodeada de sus serpientes caza-almas, mirando el cielo estrellado pensando en su pasado y en su presente. Fue traída de nuevo a la vida con el propósito de reunir los fragmentos de la perla de Shikon que por accidente su reencarnación rompió y al momento en el que despertó a él vio y lo primero que experimento fue el odio y el rencor. Quería acabar con su vida, estuvo a punto de lograrlo de no ser por la niña que lo acompañaba, de no ser por esa mujer tan parecida a ella lo habría logrado.

Caminare sabiendo
Que un día
Estuve entre tus dedos.
Serás mi estigma de amor
Pues te tuve y perdí
Tu vuelo.

Deseaba llevarlo con ella a las profundidades del infierno, donde el tiempo se detendría y por fin juntos estarían pero Kagome se lo impedía, ahora ella ocupaba un lugar en su corazón y lo retenía aquí en la tierra. Cerró las manos en puños enfadada al pensar en ella, Kagome fue la que logro endulzar su mirada, hacerlo sonreír arrebatándole así la posibilidad de que fuera Kikyo la que lo hiciera cambiar.

Mirando entre las calles
Yo halle tu silueta,
Y voy desesperadamente a
Entregarte un abrazo.

No llego a la esquina del tren
A enfrentar mí fracaso,
Por miedo a saber quien en ella
Que hoy coge tu mano.

–Es ella quien ocupa tu corazón, a pesar de que aun no seas capaz de aceptarlo sé que es Kagome a la que amas, lo demostraste aquella vez en la que Tsubaki la maldijo utilizando los fragmentos de la perla y tú no la abandonaste. Lo has demostrado en cada una de las ocasiones que corriendo has ido a salvarla… –musito la pelinegra con la triste mirada perdida en la lejanía.

Observando cómo se acercaba su amado hanyou a donde ella se encontraba, era hora de enfrentar la verdad, Inuyasha ya no la amaba, no con la misma intensidad que antes, su indecisión había terminado y una decisión tomó eligiendo así a la indiscutible dueña de su corazón. Enfrentaría a su fracaso sabiendo bien que la mujer que gano su corazón, muy a pesar de ella lo merecía, lo haría feliz pues la azabache pudo aceptarlo como era, sin juzgarlo, sin intentar cambiarlo.

Qué difícil es borrar
Memoraría más allá del cuerpo,
Convertiste el amor en todo
Un misterio.

Y aunque no estés ya no importa
Ya solo basta con saberlo…

Cuando Inuyasha se acerco bajo del árbol y se detuvo frente a él, lo observo por un par de segundos guardando en su menoría cada rasgo, sus hermosos ojos dorados y la forma en la que en ese momento la miraba. Lo abrazo y de forma silenciosa se despidió, ambos sabían que lo suyo ya no podía ser, no solo por el tiempo que había pasado sino por el hecho de que el ya no la amaba.

-Gracias –susurro Kikyo con una media sonrisa –por todas las ocasiones en las que me rescataste, por los momentos que compartimos juntos…

–Kikyo… –musito el mirándola con cierta tristeza.

–No te preocupes, mi alma encontrara el descanso que tanto necesita y tú no estás obligado a cumplir tu promesa.

Se alejo de él y se coloco junto al árbol en el que anteriormente se encontraba. Lo miro por un par de segundos más antes de que sus serpientes caza-almas la envolvieran y se alejara con ellas volando por los cielos.

Serás mi estigma de amor,
Ya es orgullo saber que
Tú boca me perteneció ayer…

El tiempo que juntos compartieron serian memorias que jamás olvidaría así mismo como el amor que ella experimento al estar a su lado. No importaba cuanto tiempo pasara, cuantas intrigas alrededor suyo se formaran, lo único de lo que estaba segura era del amor que por el sentía a pesar de saber que no era correspondida ahora, por lo menos el consuelo le quedaba de que alguna vez el corazón de tan hermoso, valiente y hanyou alguna vez le perteneció.

–Adiós mi amado Inuyasha…