el poder mas grande del mundo

Primero que nada quiero agradecerle a silent night (mi mamá) por dedicarme un poquito de tiempo y ayudarme con mi historia, y otra cosa es que los primeros capítulos no parecerá un drama-romance pero a medida que suba los otros se darán de cuenta a donde quiero llegar.

Estábamos al comienzo de la segunda guerra mundial, eran tiempos difíciles, yo sólo era un niño cuando mataron a toda mi familia para reclutarme a las fuerzas militares o mejor dicho a un infierno sin salida.​

Capitulo 1: una pesadilla.

Me llevaron a una celda oscura dónde habían varios prisioneros.

— ¡Prepárense mocosos!, mañana van aprender el significado de la palabra dolor — dijo un militar que pasaba golpeando las puertas de una forma muy violenta.

Miré a mi alrededor y sólo pude ver niños de entre 12 a 14 años, todos con miedo sin saber a lo que se enfrentarían.

— ¿En dónde estamos? — le pregunté a un niño que estaba a mi lado.

— ¿No lo sabes? — respondió el niño —. Estamos en una base militar.

— ¿Una base militar? — pregunté con voz sorprendida.

— Fuimos reclutados para luchar en la guerra — contestó el niño con voz quebrada a punto de querer llorar.

Al escuchar eso mi corazón se aceleró y entré en pánico.

— ¿Reclutados para luchar? — grité —, ¡pero si solo somos niños!.

— Ellos no nos ven como niños — me cortó el chico —. Ellos nos ven como peones que pueden ser sacrificados.

— Esto no puede estar pasando — me dije a mi mismo —. Es una locura tenemos que escapar de aquí, encontrar una salida.

— ¿Escapar? — inquirió con sarcasmo el niño mientras se reía.

— ¿Qué te causa tanta gracia? — pregunte irritado por su reacción.

— Escapar no es una opción — respondió dejando la risa a un lado —; Escapar de aquí para encontrar una salida seria un suicidio.

— ¿Por qué? — pregunté esperando lo peor.

— Porque la primera orden que tienen es asesinar a todo el que quiera salir de este lugar — explicó mientras me veía directamente a los ojos —. Así que mantente al margen y obedece a todo lo que te digan, si quieres sobrevivir —. Agregó.

Estaba atónito por todo lo que me decía el chico.

— Será mejor que descanses un poco —, mañana será un día muy duro.

Me acosté en el suelo para tratar de dormir un poco, pero no podía, pensando en todo lo que ocurriría el día siguiente. Hasta pensé que era una horrible pesadilla y que pronto me despertaría y volvería todo a la normalidad, pero no fue así.

Amaneció y no había dormido nada, grave error porque lo que me esperaba era un entrenamiento inhumano.

— ¡Prepárense gusanos! es la hora del dolor — dijo el mismo militar que pasó la ves pasada.

Abrió la puerta sacó una pistola y nos amenazó con dispararnos si nos rehusábamos a salir, de inmediato todos obedecimos y salimos al patio de entrenamiento formando una columna.

— Así me gusta gusanos — dijo en un tono dominante — durante cinco días van aprender lo necesario para luchar en la guerra.

Al escuchar esas palabras sabía que está era mi realidad y no podía escapar de esto mientras miraba los rostros sin esperanza de los que estaban alrededor de mí.

Continuara…