El poder de un 'Sí'

El poder de un ‘Sí’​

​

Suspire. Nunca había estado tan nervioso en mi vida, me removí en la banca de aquel parque, me levante, di vueltas como un animal enjaulado, me volví a sentar y segundos después estaba nuevamente en pie, necesitaba un cigarro pero no quería oler a nicotina y humo cuando ella llegara a mi encuentro. Suspire una vez más y mire mi reloj de pulso.

7:45pm

Faltaban al menos treinta minutos para que ella llegara, tome un profundo respiro y solté el aire de golpe.

—Me pregunto si lo aceptara-palpe el bolsillo interno de mi saco y me reí volviéndome a sentar en la banqueta—Yo, Sebastián, usando un saco, quien lo diría-vuelvo a reírme de mi mismo y digo: — ¿Qué hiciste conmigo, Ángela?-Y mi única respuesta fue el suave silbido del viento nocturno.
Observe el cielo, oscuro, inmenso y hermoso, tal y como ella, con misterios tan profundos como maravillosos que incitan a descubrirlos y aprenderlo y sin embargo al mismo tiempo provocan la sensación de que es mejor dejarlos tal y como son, con sus misterios pues eso los hace tan maravillosos y asombrosos como son. Volví a mira mi reloj.

8:10pm

Ya faltaba poco. Volví a levantarme y camine por el camino de piedra preguntándome su reacción.

¿Se alegraría?

¿Se enojaría?

¿Se alejaría totalmente asustada?

¿Me golpearía?

Sacudí la cabeza alejando los malos pensamientos, seguro se alegraría y sino, la convencería de que era lo correcto, en verdad me interesaba conservarla a mi lado durante el tiempo que se nos concediera posible. De nuevo mire mi reloj.

8:25pm ¡Rayos!

Corrí hacia la banqueta, me había alejado bastante de ella, me di una buena bofetada mentalmente, seguro estaría esperando y preguntándose si me había ausentado, era un tonto. Llegue algo agitado y la busque con mi vista.
Y allí estaba ella… Tan hermosa, tan delicada como siempre, mirando el cielo, parecía un poco molesta. “Claro, la has hecho esperar vete a saber cuanto tiempo” me reproche mentalmente, sonreí un poco cuando la vi zapatear un poco el suelo, mas vale que me hiciera enojar, Angela no era muy paciente.

-Me acerque con cuidado por detrás y le tape los ojos—Hola—Ella rio un poco y se giro quedándonos frente a frente, yo le sonreí a modo de disculpa al tiempo que ella negaba ligeramente con su cabeza.
—Hola, pequeño-se puso en puntillas y deposito un suave beso en mis labios— ¿Pasa algo? Cuando me llamaste parecías un poco nervioso.
—Si…Bueno, lo cierto es que estoy hecho un revoltijo-reí nerviosamente—Debo decirte algo muy importante-me observo preocupada, vi la alarma y sus ojos y sus intenciones de hablar, coloque un dedo sobre sus labios y tome un respiro—Shh… Déjame hablar, pequeña impaciente-Tome su mano y la conduje a la banca—Ya… Ya no deseo ser tu novio, creo que esto no da para mas, creo que esto solo va en dirección a terminar y justo ahora le pongo fin yo, no quiero seguir pasando parte de mi tiempo contigo, no me interesa seguir con esto…Debemos darnos un tiempo…—La mire y vi las lagrimas desbordarse de sus lindos ojos y mi corazón se apretó dentro de mi pecho.
—Pe...Pero… ¿Por qué? ¡Todo iba muy bien! ¿Por qué ahora? ¿Por qué?-La mire un momento y sonreí— ¿Tienes el descaro de reírte? ¿Tienes idea del daño que me haces? ¡Eres un idiota!—Me levante y bajo la llorosa mirada de ella me arrodille a sus pies.
—Ángela, creo que debemos darnos un tiempo, un tiempo razonable para que escojas tu vestido de novia, tiempo para que escojamos el salón, tiempo para escoger el registro, tiempo para escoger la iglesia… Tiempo para que te adaptes a la idea de ser mi esposa. Creo que esto debe terminar porque ya no quiero pasar solo una parte de mi tiempo a tu lado, sino todo el tiempo a tu lado—Saque la cajita de mi bolsillo y la abrí mostrándole un pequeño anillo—Ángela… ¿Te casas conmigo?

Dedicado a una persona demasiado especial (: