El paraguas rojo

El paraguas rojo.


Nagoya, 22 de septiembre.

Como todos los años, la lluvia azota la ciudad los primeros días de primavera. Esto no parecía ser más que una molestia para los habitantes de Nagoya, sin embargo desde hace un año, un extraño rumor se empezó a propagar por la ciudad con respecto a está época.

- Maldita sea, esta lloviendo demasiado.-
- ¡Lo sé! Llegare con mi vestido arruinado a casa.-
-Hey, eso me recuerda ¿Oyeron del asesino que sale en los días de lluvia? El año pasado mato a unas personas a golpes con un paraguas de color rojo.- Miharu escuchaba desde su pupitre a tres de sus compañeras conversando-
- ¿No se supone que era una niña?- pregunto la que estaba mas cerca suyo
-No, creo que era un chico...- menciono la segunda
-No importa, pero seria aterrador ver a alguien con un paraguas rojo el día de hoy ¿No creen?- acoto la tercera

-¡Chigusa! ¿Escuchaste eso?- Miharu se levanto del pupitre con sus cosas y camino hacia el fondo de la sala, colocándose al lado del pupitre de su amiga, Chigusa.- Miharu tenia el cabello castaño, a la altura del hombro & peinado con dos coletas, lo cual le daba un aspecto infantil al lado de sus pares.

-¿Lo del asesino? Ha, a mi me estresa la temporada de lluvia. Demasiado. –Chigusa guardo sus cosas, se acomodó su largo cabello negro con su diestra y paso al lado de Miharu.

-Recuerden, vayan en pares a casa. Es peligroso irse solos- Menciono el profesor mientras acomodaba sus carpetas & la mayoría de los alumnos abandonaban el aula.

-¿Nos vamos juntas?- Pregunto Chigusa mientras se dirigían a la salida por el pasillo. Los relámpagos iluminaban los ventanales de forma aterradora.

-Maldición ¡Lo olvide! Tengo que ir a buscar mi celular. ¿Me esperas?- Pregunto Miharu, mientras se daba un leve golpe en la cabeza como auto-castigo a su olvido.

-De ninguna forma, quiero llegar a mi casa cuanto antes. Ve con las demás- Respondió Chigusa

-Es cierto, las chicas aun no salieron, pero… ¿No es peligroso que vayas sola?- Se preocupo Miharu

-No pasa nada, tengo mi paraguas. Estaré bien.- Respondió ella, mostrándole el paraguas blanco que llevaba junto a su bolso.

La lluvia caía estrepitosamente contra el pavimento haciendo un sonido que personalmente a Chigusa la volvía loca.

-¿Estas bromeando?- Chigusa empezó a luchar con su paraguas en la salida del establecimiento, pero este no cedía de ninguna forma. Al parecer no podía abrirlo y finalmente acabo de darse por vencida.

-¿De verdad tendré que mojarme? – Chigusa dio un largo suspiro y dio un paso hacia el frente, lista para que la lluvia la empape, sin embargo aquello no sucedió-

-Creo que necesitas uno de estos.- Chigusa abrió los ojos y se encontró debajo de un paraguas sostenido por un chico de cabello rubio y con una expresión agradable en su rostro. El uniforme lo delataba, era de otra escuela, sin embargo Chigusa se sintió cautivada por aquel extraño.

-Gracias, eres muy amable- Respondió agradecida.


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-¡Chigusa! ¡¿Dónde estás?!…- Miharu dio unos pasos fuera del establecimiento y trato de buscar a su amiga entre la multitud, en la calle, en los distintos negocios, pero no estaba en ningún lado.
-Chigusa ya se fue.- Menciono uno de sus compañeros el cual se encontraba esperando el autobús.
-& yo que me apure…- Miharu se lamento.
-Se fue con un chico de otra escuela, llevaba un paraguas rojo, no fue hace mucho así que quizás puedas alcanzarles- Las palabras la dejaron helada.

-Un paraguas… ¿Rojo?- El rostro de Miharu empalideció.

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-Definitivamente va a seguir lloviendo todo el día.- Comento el chico vislumbrando el oscurecido cielo.

-Eso parece, odio la lluvia.- Comento Chigusa mirando hacia un lado.

-Bueno, si tanto te molesta la lluvia, vamos por el callejón, será un atajo.- Señalo el joven, dirigiéndose a un callejón relativamente oscuro.

-No se ve nada.- Chigusa echó un vistazo al callejón, luego al joven.

-Vamos, no pasara nada, confía en mi ¿Si?- El joven le dio una sonrisa mientras tomaba su mano.

-Esta bien, vamos.- Chigusa devolvió la sonrisa.

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-¡Vamos! ¡Contesta!- Miharu miraba su celular enojada, tratando de protegerlo con sus manos de la lluvia mientras corría, tratando de localizar a su amiga.
-Donde… ¿Por qué camino se fueron?- Pensó Miharu. Miro dubitativa todas las opciones hasta que vislumbro el callejón.- ¿Allí? Podría ser…-
Guardo su celular en el bolso y se dirigió corriendo al callejón. Su respiración se volvió mas agitada conforme cada paso, los pies se sentían aún mas pesados con la lluvia, pero eso no la detuvo.

-Vaya, mi paraguas esta completamente rojo.- Una voz espectral recorrió el callejón, Miharu tardo en reconocerla, pero era la voz de Chigusa. Bajo su vista noto el agua que arrastraba la lluvia había cambiado de color, era roja. Elevo su vista, se llevo sus manos a la boca tratando de ahogar un grito.
Chigusa se encontraba de pie con una sonrisa en su rostro, como si fuera una niña pequeña contemplando su juguete favorito, pero no, no era un juguete, era un paraguas ensangrentado, incluso las gotas de sangre caían sobre el rostro y la vestimenta de Chigusa. Miharu se sorprendió de que aquel paraguas hubiera sido alguna vez blanco. En un costado del callejón se encontraba un joven acurrucado en posición fetal, sus ropas completamente teñidas del rojo de su sangre.

-¿Lo ves Miharu? Te dije que la temporada de lluvia me estresa.- Miharu no pudo contenerse, su grito desgarrador se hizo eco por todo el callejón, lamentablemente, nadie podía escucharla debido a la tormenta.










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Notas:

Hace varios meses que no escribía nada, y se que tengo varios flancos en la escritura pero el punto más débil que me reconozco es la descripción. Se que podría haber agregado descripciones de los distintos lugares mencionados, pero también sé que no lo habría hecho bien. Quiero mejorar en ese aspecto & que en mi próxima historia, sea lo primero en lo que trabaje & cuando tenga varias historias escritas, y ese problema este solucionado, venir a este post, leer esta historia y notar un cambio en mi escritura.

La historia nació cuando leí un manga de un fantasma el cual había perdido su paraguas y la protagonista tenia unos días para encontrarlo y devolverselo. La idea se quedo en mi mente y termino convirtiendose en lo que leen. Acepto cualquier crítica, pregunta o consejo^