El horno En un sábado de ocio, sin nada que hacer ni de que preocuparse, aquel niño se encontraba enfrente de el monitor. Estaba solo, y así lo haría hasta que sus padres lleguen pasada la medianoche seguramente. Con los ojos cansados y bostezando se levantó de su asiento, provocando un leve rechinido de la vieja silla, caminando por los pasillos oscuros de la casa. <<Parece que ya atardeció>>, pensó para sus adentros el chico; de tanto estar sentado en una sola posición con la mirada fija en una pantalla, ni siquiera se percató de que habían pasado ya mas de tres horas. <<"Recuerda cerrar todas las puertas, nunca se sabe qué te puede suceder mientras no estamos...">>, recordó lo que su madrastra le había dicho antes de dejar la casa. Pesadamente caminó hacia el frente de la casa, cerrando con llave toda puerta que hubiese, y ya que estaba, apagando las luces encendidas sin sin ningún motivo alguno. De un momento a otro, la luz se fue, dejándolo en las oscuridades penetrantes de la casa. Suspiró; tenía sueño y para colmo, se había ido la luz. Ni modo. Tanteando un poco con las manos hacia el escritorio en donde había pasado la mitad del día-ya que sabía cómo era el lugar-, buscó de una pequeña linterna en uno de los cajones, rompiendo el silencio. Solamente le quedaba la puerta que daba al patio trasero. Salió iluminando por donde caminaba, pegando algún saltito por los sustos de que dichas cosas se cayeran, creyendo completamente en que el viento era el causante. Una vez que trabó las puertas con llave, corrió hacia adentro. Al parecer, había visto una 'silueta' acercándose a él de tanto que lo gritó a los cuatro vientos, un típico susto de niños; lo que no se dio cuenta entre tanta conmoción, es que había dejado caer el llavero con todas las llaves de la casa, y que aquella cosa que él había creído ver acercándosele no era más que las sombras de los arboles, además de que aquel ser ya tenía el pase para robar otra inocente alma llevándosela fuera de este mundo. Una vez que la luz volvió, las lamparillas titilaron por unos segundos hasta que finalmente se pudo apreciar la puerta del patio trasero abierta, y un charco de sangre por toda la casa, con dichos órganos desparramados por el suelo, una lengua..., un par de ojos arrancados rodando como si hace un momento los hubieran dejado por allí, siguiendo el camino de sangre hacia el horno de leña del patio, donde estaba el niño quemado..., o lo que restaba de él. ---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Miauu~ (? Ok, no. .___. Espero que les haya gustado hasta por lo menos un poquitititititíto (~T - T )~ Un beshote al que haya leído esto, pos sino no tiene gracia .___. Bye~
