El destino de la dulce melodía

TITULO: Dulce Melodía.

Género: Romance, drama.

Clasificación: +13

Advertencias: podría contener palabras fuertes. Todo dependerá de mi imaginación. Si tienes una mente demasiado debil como para que este fic si llegara a tomar rumbo a lemmon te afecte, te recomiendo no leerla.

Resumen: Rin Anami es una chica que en un sueño escucha una hermosa melodía resonar en sus oídos, y luego en la vida real... la guiara a su destino.
Ella entra a un Instituto musical, con el fin de realizar su objetivo. En el Instituto conocerá a Len Kagamine, un chico serio, arrogante, de su misma edad, muy guapo, y su peor pesadilla...o... ¿Mejor sueño?. El la considera una molestia, ella un idiota, pero... ¿Qué pasaría si pasan demasiado tiempo juntos... por... el destino?.






—¿Qué... es esto?—Pronunciaba una hermosa chica de cabellos dorados largo hasta la cintura, aparentaba tener 16 años de edad.
Sus palabras se soltaban como un eco en un vació. la oscuridad invadía todo lugar al cual ella fijaba sus bellos ojos cielo, tanto que no podía verse ni ella misma. Un dulce y tierno ritmo, una melodía tan tranquilizante como los susurros del mar comenzó a sonar en sus oídos.

—¡Rin!— escucho de repente, pero se oía tan lejano.

—¿eh?, ¿alguien... me llama?— No le importo demasiado... ese acorde tan relajante envolvía completamente su ser,el exterior... ya no importaba.

—¡Kyaaa!— Grito cuando algo helado choco en su rostro, haciendo que la oji-celeste de un brinco y se apoye contra la pared haciendo presión en esta— ¡¿QUÉ DIABLOS?!— Observo a la provocación de su alboroto sosteniendo un balde, para luego desviar su vista hacia su cama empapada de agua donde recientemente resistía con un sueño tan pacifico como el volar de las aves.

—Lo siento cielo, pero no despertabas— contesto su madre con amor.

—¡No me despiertes! ¡El despertador debe hacer su trabajo!— Se excuso la peli-Rubia.

—¿Eh? discúlpame, lo rompí ayer. ¿OH? hija...No ordenaste tu cuarto ayer— dijo la mujer de cabello negro y de 35 años de edad que miraba con algo de enfado a su hija. Miro a su alrededor y observo como su escritorio que se situaba en la esquina del cuarto junto a la ventana y frente a su cama, se encontraba completamente desordenado, con muchos papeles arrugados así como en el escritorio como en el suelo. luego giro su cabeza hacia atrás, donde no encontró mejores condiciones, la mayoría de su ropa se encontraba volcada en el piso junto a una caja de pizza, en el armario solo se encontraba ropa desordenada, y solo sus dos uniformes del Instituto se encontraba en buen estado, era el típico uniforme japones en azul, junto con el uniforme de Ed. Física, que este era color azul, un Short y una remera blanca.

—N-no lo hice porque...— contestaba Rin dando mas presión hacia la pared—¡Porqué! ....
—¿Si? no escucho ninguna excusa aun Rin~
—¡ Perdón! prometo hacerlo hoy en la tarde.
—Bien, ¿sabes que hora es?— dijo Mikoto con una sonrisa de las cuales le entregaba todos los días a su hija, de aquellas sonrisas que solo una madre puede entregar.

veinte minutos después, Rin Anami se encontraba a cinco cuadras de su Instituto, corriendo lo mas rapido que su cuerpo podia, sin haber desayunado, olvidandose que no le dio de comer a su perro, y sin recoger el cuadro tan importante para ella que se había caído en sus vueltas por su cuarto en busca del zapato perdido... que luego de tanta desesperación pudo darse cuenta que estaba colgando en la perilla de su cajón.

Cuando llego... después de haber chocado y caído junto a varias personas... pudo divisar el gran instituto musical "ame no kisaki" donde los estudiantes pueden terminar la secundaria y estudiar para ser grandes músicos o... fracasar y tener que tomar otra carrera. Escasas veces los representantes en busca de un nuevo talento recurren a este Instituto. Aquí se estudia todo lo referido a la música, ya sea para ser cantante, compositora, guitarristas, pianistas, etc.

—Bien... es hora— Murmuro la rubia para si misma— Espero tener buenos compañeros. — dijo una vez ya estando en ese enorme portón negro, que de tras de el un inmenso instituto lujoso, antiguo, pero como si se estrenara, ya hacia con una gran cantidad de estudiante.

Ya no hay vuelta, ya no se podrá mirar al pasado... hoy... Rin Anami se despojaba del ayer para crear un hoy, y un mañana... como una futuro ídolo.

 

Con su uniforme puesto, su cabello atado en una cola, y con su rostro ligeramente maquillado, la poseedora de los ojos cielo caminaba dando pasos tranquilos, mirando con ya su horario en mano cual podría ser su salón. Una sonrisa se le dibujo en el rostro mientras observaba con detenimiento el lugar. Era una pasillo amplio, con muchos casilleros de un metal gris claro, el color de las paredes era azul cielo, mientras que el piso era de Marmol Travertino tan pulido que encontraba su reflejo en el.

Una variedad de estudiantes la escaneaban con la mirada, la peli-rubia al darse cuenta tomo un ligero color rosa en sus mejillas "no debo mirar tan asombrada las instalaciones, pero... ", soltó una risilla mientras dirijo su vista a sus horarios "mmm... clase A-C... A-C... ¡NO SÉ DONDE DEMONIOS QUEDA!...¡MMM!...¿y si...pregunto? ¡NO! me creerían tarada
Si, la oji-celeste comenzaba a desesperarse por dentro.

Paro en seco, y dirigió una fugaz mirada con el rabillo a los demás estudiantes, todos tenían sus propios grupos con los que pasar el rato, muchos con un instrumento en mano, pero... todos se veían muy relajados, no lo entendía, ¿a caso no era hora ya de estar en clase? en ese preciso instante se dio cuenta, era tarde, coloco su mano izquierda en su bolso marrón, la derecha en su muslo por encima de la pollera para luego ¡Echarse a correr!

Ya no tenia una cuenta de cuantas personas choco durante la mañana hasta este momento, solo oía quejas, insultos, y su voz gritar un "Gomen" continuamente, no fue hasta que choco con una persona y cayo al suelo que por fin se detuvo.

—¡Ouch! ¿Eh? ¡Gomen nasei! N-no..y-yo..¡Venia con prisa!— pero esas palabras no fueron dichas por Anami. Una muchacha de cabellos rosa se encontraba inclinándose una y otra vez frente a la rubia, quien miraba con confusión la escena que la chica de ojos verde creaba.

—N-no fuiste una molestia al chocarte conmigo, ¡Es mas! yo tambien venia apurada por... esto...tu...¿Sabes donde esta la clase A-C? — Pregunto con con una sonrisa.
—E-eh.. Si... yo estoy en esa clase... P-podría llevarte— dijo la dueña de dichos hermosos ojos verdes.

—¡¿En serio?! gracias ...¿como te llamas?— pronuncio Rin mientras inclinaba la mitad de su cuerpo hacia delante, colocando sus brazos hacia atrás, para luego dedicarle una sonrisa amigable a su acompañante en el trayecto de ida hacia su clase. Estaba mas que nerviosa, pero ya haber conocido a alguien, y que ese alguien sea tan gentil, la tranquilizaba.

—Esto.. yo... me llamo...—
— ¡LUKAAAA!— se escucho detrás de ellas para divisar entre la multitud una peli-agua de dos colas que contenía una cantidad de... si la cuenta a simple vista no engaña, ocho libros en manos.— ¡¿Como pudiste dejarme sola allí?! ¡Estos libros pesan, y tu sales corriendo de la nada!— Gritaba enfadada una vez estuvo cerca de ambas chicas.

—¡perdón Miku-Chan!
—¡Tsk! siempre sales corriendo cuando esta cerca el idiota de...¿Eh?... ¿Quien eres?— Pregunto la peli-agua al percatarse que su mejor amiga no estaba sola.

— Soy Rin Anami, un placer— A lo que la agua marina sonrió.

— Soy Mku Hatsune. ¡El placer es mio!

— Ella ira a nuestra clase Miku-Chan— dijo la peli-azul jugando con la punta de la camisa de su uniforme.

—¡¿Si?!, muy bien, en marcha— pronuncio Hatsune para luego entregarle la mitad de los libros a Luka, y comenzar a charlar con su mejor amiga e incluyendo a la nueva chica.