Soy diferente a las demás chicas, eh sufrido demasiado como para entender que la vida no quiere que viva en este mundo ¿Por qué? Aun no lo sé, pero mi vida solo se centra en el dolor y la amargura pero…Nunca pensé que un rayo de esperanza caería hacia mí como…El De niña siempre eh sufrido el abandono de mis padres, pero… ¿Quién los culparía? Eran demasiados jóvenes como para criar a una niña que nunca desearon en sus vidas así que solo me dieron en adopción a una familia rica, pero mi corazón esta mas que vacio Era de mañana donde la luz del día entraba por la ventana alumbrando mi rostro pálido, mi nombre es Ariza y tengo 15 años de edad, soy una chica distante y casi sin sentimientos a causa de mi pasado, aunque quiera hacer amigos algo en mi los ahuyenta aunque a decir verdad la única que puede soportarme es mi amiga Yumiko Lentamente comencé a abrir mis ojos lentamente dejando ver mis ojos violetas, mi cabello es de color negro largo hasta por debajo de mi cintura, me levante de mi cama sobando mis ojos lentamente -Ya…amaneció…-susurre levantándome- Tenía puesto una camisa larga que gracias a mi estatura de una chica de 15 tapaba gran parte de mi ropa interior, camine como sonámbulo hasta el baño quitándome toda mi ropa mientras entibiaba el agua -Otro día más…-susurre mojando mi cabello-¿Cuándo acabara? Cerré mis ojos dejando que el agua recorra mi cuerpo lentamente, era realmente abrumador pensar en cuando mi muerte llegaría, pero era de lo único que podía pensar después de que mis padres me abandonaran Cuando baje a la cocina Yukina a la que podría llamar madre me estaba esperando con una sonrisa poniendo un café con tostadas en la mesa, era realmente abrumador simular una sonrisa cuando tu interior sufre de ese modo -Buenos días Ariza-chan…-mencione-¿Dormiste bien? -Si…-mencione bebiendo un poco de café- Era realmente cortante con Yukina, pero ella me entendía, cuando llegue aquí apenas tenía dos meses de nacida, por un momento pensé que ellos eran mis padres pero… Todo habia pasado a mis 5 años, estaba jugando a las escondidas con mi amiga (Cuando la tenia) decidí esconderme bajo el escritorio de trabajo de mi padre, el me prohibida estar allí ya que una vez arruine sus papeleos manchándolos de café -Este será un buen escondite…-mencione riendo levemente- Mi padre estaría trabajando como siempre pero creo que esta vez me equivoque, lo vi entrar con mi madre no entendía por qué, pero solo decidí esconderme hasta que salga, pero lo que oí hasta podría dejar a cualquier niña con un shock en sus ojos -¿Cuándo le diremos a Ariza que es adoptada?-menciona mi padre un hombre alto- -aun no querido…-menciona-apenas tiene 5 años si se lo decimos de golpe seguro que…-mira a otro lado-de seguro se le romperá el corazón -lo sé…-menciona-pero no podemos ocultarlo más…además cuando tenga la mayoría de edad seguro que escapara, es para estar seguros No sabía cómo reaccionar así que solo salí de mi escondite viendo las caras de mis padres, quería desaparecer por completo de allí, desde que me entere que era una chica abandonada, pero no pude Mi mundo se vino abajo desde ese día, aunque no podía desaparecer mi personalidad cambio por completo desde ese día, mi carácter es frio, soy distante a las personas y hasta a los desconocidos de mi casa, la única amiga que tengo es Yumiko, pero cuando la veo siento que piensa lo mismo que los demás…”Solo debería desaparecer” Termine mi café y solo me levante -ya me voy…-mencione- Fui hasta la sala y agarre mi chaqueta y mi bolso para la escuela, hoy era un día un importante en la escuela Sengoku, ya que sería la primera vez que habría un acto escolar Iba caminando por la calle hacia el instituto, siempre soy de caminar sola, frente mío caminaba un grupo de amigas que reían y a veces se tomaban de las manos, eso no me importaba en lo absoluto La escuela Sengoku, una escuela donde hay aproximadamente 1.000 estudiantes, la escuela es enorme por dentro que hasta un nuevo alumno podría perderse en ella, pero para mí es una acepción, mi lugar favorito en este horrible mundo es la azotea de la escuela no sé por qué, pero el viento que siento en mi cara cuando piso me da tranquilidad, que hasta podría decir que alguien me llama para que cayera de gran altura -Ari-chan…-alguien llama- Me di vuelta viendo a Yumiko quien se acercaba con una enorme sonrisa -pensé que no vendrías… -¿Por qué lo mencionas?-mencione algo confundida- -Ah por nada…por cierto ¿Tienes el apunte que te preste? Agarre de mi bolso un libro que ella me prestó hace días para una tarea a la que falte (Por estar en la azotea) se lo di en más hasta que la voz de la directora se escucho por el altavoz de toda la escuela Sengoku -*Todos los alumnos por favor presentarse en el área del patio trasero para dar a cabo la ceremonia del día, muchas gracias* Todos comenzaron a entrar mientras que Yumiko agarraba mi mano entrando dentro, nos pusimos casi en el fondo del patio mientras que algunos susurraban de lo que iba a pasar, sinceramente estar callada quería que se oyera por todas partes, quería irme, quería desaparecer de allí -¿No es interesante Ariza-chan?-menciona Yumiko con una sonrisa- Me miro y espero aun respuesta mía, solo asentí y acto seguido la ceremonia comenzó hablando de BLA, BLA, BLA Y BLA Pocos minutos después mi amiga Yumiko subió al pequeño escenario construido para hablar sobre un discurso que estuvo ensayando por más de un mes cuando se entero, di un suspiro y desaparecí de allí comenzando a subir las escaleras hacia la azotea, por suerte nadie cierra así que puedo tomar mis días libres, el discurso se escuchaba desde allá arriba pero el viento tapaba mis oídos dejándome en la sordera del viento -¿Mi vida…Mi vida vale algo aquí?-suspire cerrando mis ojos- No sé porque pero de mi estomago sentí unos nervios, subiendo a mi pecho, de alguna manera me di vuelta viendo a un hombre con una mascará en forma de demonio -¿Quién es usted?-mencione asustada- El no respondió solo comenzó a acercarse a mí pero yo no podía retroceder mas, choque contra el barandal, fue cuando él se acerco agarrando de mi rostro frágilmente -Tu vida para mi vale demasiado…-menciona en un susurro- Comenzó a acercarse a mi intenta algo pero antes de que lo hiciera de pronto alguien detrás apareció, era… -Suéltala…-menciona apuntando su espada a él- -Mph…pensé que tendría tiempo…me equivoque…-sonríe de lado- De pronto me empujo, dejándome caer sobre el barandal de la escuela, logre ver a aquel joven cortarlo con la espada que tenia y se acerco a mi gritando mi nombre y terminándolo en “Sama” ¿Estaba por morir? ¿Así terminaría mi vida? Siempre quise morir, pero no pensé que en un grado extremo como este, todo se volvió oscuro, cerré mis ojos y solo unas dos lagrimas cayeron de mi rostro mostrando una sonrisa al menos para despedirme de este mundo tan cruel al cual naci y abandonaron Ahora…Ahora todo estaría bien si yo no existiera.. . . . . Continuara…
