El adiós de Milo EL hielo por primera vez cálidoComparado con su cuerpo heladoPorque nunca imaginamos un finPara él increíblemente ruin. La inocencia pura en este mundoNo fue perdonada por el tumulto.Y su verdugo es un maldito mudoQue ni siquiera ruegos escuchó. ¿Dígame señor asesino...?Ese par de ojos verdes brillantes¿Eran para usted insignificantes? Él era un sol cálido y hermosoA veces olvidaba quién era,Otras veces soñaba con que volvíaA entender lo inentendible. Ahora… Nosotros somos los que lo soñamosTenerlo y volver así a abrazarlo