De mis buenos recuerdos

Me sentía bien, era un día soleado de Febrero, si no mal recuerdo, prácticamente eran las cuatro de la tarde y como de costumbre estaba esperando a que mi tío llegara por mi después del taller de música por parte de mi escuela. Y estaba en el área de los juegos de kínder mientras hablaba con mi amiga Lizbeth, ¿De qué hablábamos? La verdad no me acuerdo. Mientras ella hablaba yo daba vueltas, con el pensamiento por otro lugar, con la estructura de un juego, cuando Lizbeth repentinamente puso una cara de asombro y dejó de hablar y al darme cuenta de su acción la miré extrañada y miré a mi lado izquierdo pero solo estaban mis primos jugando en el carrusel, ¿Y a ésta que le pasa?

— ¡Hey, Liz! ¿Estás bien?— dije
—Li... Lillen... Ah..— dijo mirando a mi lado derecho y justo cuando iba a voltear a mi lado derecho…

— ¡Lillen!— dijo susurrando— ¡Jonathan te esta viendo!


Sentí mi cuerpo reaccionar y ponerse tenso. Mis manos sudaron.

—¿Eh?— logré articular bobamente— Jo.. ¿Jonathan?
—Si, y si volteas— trató de decir lo más disimuladamente para ella— está en la banca de atrás— al verme en shock siguió con un tono de burla— Y… ¡Te sigue viendo!
— ¡Shh! No tan alto— a decir verdad sentía su mirada, era muy fuerte y fija.

Temblé.

Decidí voltear… y al verlo sentado en una banca con el PSP azul en las manos, con su guitarra a lado suyo y su mirada en mí… me aferré al poste.
La verdad es que no se como se habrá visto mi cara, creo que muy graciosa, pero traté de ser lo menos obvia que pude o almenos lo que inconscientemente pude hacer. Sentí de una manera extraordinaria mi cara arder mas la mezcla de mi pobre acelerado corazón y el parloteo de las mariposas en mi estomago. Si, por primera ves en mi vida me sonrojé ¡y como nunca!. No sabía que hacer… así que dije lo primeo que se me ocurrió:

—¿Por qué me estas viendo?
—¡Ah!... eeeh… no... No sé— y sorprendido (si es que así se le llama a la cara que hizo) siguió jugando.

Reaccioné.

¡QUE TONTA! ¡¿De todas las palabras inteligentes que pueden existir tenia que decir eso?! Quise correr y meter mi cabeza en lo primero que encontrara de la vergüenza que sentí pero… ¿Qué es lo que se supone que en esa situación tendría que hacer o decir? No sé, a decir verdad… nunca me había pasado.

Así que disimuladamente agarré de la mano a mi amiga y caminé rápido ocultando mi cara hacía el castillito de juego. Al llegar pegué mi cabeza a la pequeña pared. No lo podía creer, que tonta y exagerada me sentí pero… quería desquitarme con alguien.

— ¿Qué te pasa, Lillen?— preguntó al zafarse de mi mano.
— ¡¿Cómo que que me pasa?! ¡Que acabo de hacer lo menos inteligente cuando pude haber iniciado alguna conversación con Jonathan o algo así!- respiré un poco mas calmada— sabes que me cuesta mucho y me da pena siquiera decirle un “Hola”— dije mirando hacia abajo un poco melancólica, si… soy muy tímida y hasta la fecha todo lo que tenga que ver con el, o hasta cuando mi maestra de idiomas me lo recuerda, me pone muy nerviosa. No sé, no me puedo controlar.

Sonreí irónicamente, debería de empezar a aceptar que mi situación era complicada.

— Tranquila Lillen, estás muy roja y si sales así te vas a ver mas obvia.
—¿Más?- mi lado sarcástico salió— Si, y hay que llamar a María para que se ría de mí y aproveche la situación, ¿no?.
—No seas tan exagerada y pesimista— buscó mi mirada.
— ¿Sabes? Nunca creo poder gustarle, además, sabes que no es fácil: a María también le gusta, y es de mis mejores amigas, no sabes cuanto me duele esto, ¡y para empeorarla! A Jonathan le gusta Millel, eso todo mundo lo sabe, ¡hoy lo viste como perrito faldero atrás de ella en el recreo, mientras ella anda de loca por otros rumbos! ¡Huy, que tonto!

Apreté los puños.

— ¡jajajaja! Tranquila, si... es un tonto, pero te trae así, ¡mírate!… estás fría por los nervios- suspiré, era cierto, volteé hacia donde estaba sentado tocando la guitarra— Deberías de tomar lo de María y Millel como un reto mas para luchar por el.
—Si, aja, y más sabiendo que una de ellas es mi amiga de la infancia— dije mientras me sentaba en el piso de cemento.
—Si, pero ella no siente ninguna mortificación saber que a ti también te gusta, ¿no?— se puso a mi altura— bueno, ya me tengo que ir, ya me está hablando mi papá y sabes como se pone cuando se enoja, je.
—Está bien, adiós— seguía un poco desanimada, se despidió de mi con un “vale, piensa lo que te dije” y desapareció.

Me quedé unos minutos asomada por la pequeña puertilla del castillo mirándolo hasta que agarró sus cosas y se fue.

Desde antes nos quedábamos platicando en las bancas azules del área de Kínder y después de esto también seguimos hablando, por lo que restaba del año escolar, casi todos los días porque: o yo me iba temprano o el faltaba a clases y, cuando eso pasaba, él no iba al taller.

Hace unos años que no lo veo, puesto que se fue de la cuidad… y sería lindo recordarle esto algún día, de alguna manera extraño saber como se sentía verlo casi todo el tiempo en clases y en el taller de música. Extraño sentir como la respiración se me iba cuando hablaba con el. Extraño sentir el hormigueo en el estomago cuando me reía de las tonterías que hacía. Aunque no fueran para mí.

Tal vez ya no se acuerde de todas esas memorias puesto que ahora tiene otras prioridades y amistades con quienes convive del diario. Y si, tal vez no fueron muchas, pero para mi fueron las mejores.

Pero en lo mientras pienso mantenerme callada… tratando de esconder mis sentimientos y recuerdos en lo más profundo y cálido de mi corazón. Aunque me cueste mucho trabajo… no tengo otra opción más que seguir adelante sosteniéndome de mis buenos recuerdos.

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HOLA.! Bueno... este es un pequeño escrito que tengo desde hace un par de meses (si no mal recuerdo) y apenas (y hasta estas horas XD) se me ocurrió subirla para saber que opinan ^^'. Espero les haya gustado y entretenido un ratín :)