Crepúsculo [Crepúsculo/Amanecer] Amore [Paul Lahote]

Hola, ¿como están? La historia que leerán a continuación no es entorno a lo que muchos van encontrando, la famosa historia de que los licántropos encuentran a su impronta humana y termina en un final feliz, celos y bla, bla, bla. Lo típico, en relación a todo shipping o nueva relación que hoy en día se torna en fic sobre los personajes del libro de Stephenie Meyer.

Quise dar un giro diferente, cambiar el contexto donde pocos logran causar curiosidad y pedir por más, esa sed de que haya más historia, cuando en verdad ya no queda más, esa adicción. Una historia que se desenvolviera en el ámbito natural y salvaje, claro que con algunas cosas, como los "dones sobrenaturales", pero fue solo un poco, intenté reservar y conservar la pureza de la naturaleza en la realidad, mezclado con la ficción del mismo libro.
Hace poco lo terminé en otra comunidad muy conocida, y para traerlo aquí le he mirado mucho y corregido para que no tuviesen ningún tropiezo al sumergirse en la maravillosa historia de "Amore". Aunque si se encuentran tropiezos, tengan paciencia.

La naturaleza es lo mas bello que un ser humano puede admirar. Espero que logren admirar eso, y pues disfrutarlo. Pueden comenzar con la previa sinopsis.

Sipnosis
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Todos se encontraban reunidos en la fogata, con los ancestros y consejo de la tribu, todos estaban ansiosos por esta fogata ya que habían anunciado que una leyenda nueva sería escuchada. Los cachorros nuevos de la manada, osea Seth y Embry estaban ansiosos tanto que se comían todo a su alrededor.
Jacob había llevado a Bella para que conociera las leyendas de la manada y comprendiera sus dudas que Jake no podría responder.

—Chicos cálmense, ya va a comenzar –dice Emily abrazándose a Sam.

Quién los miro serios, y besó la frente de su amada. Logrando que todos enseguida se calmaran. Bella se encontraba incómoda pero al escuchar como hablaban de los sangre fría(vampiros) lo comprendió todo, el porqué de la poca simpatía con la familia Cullen. Por lo que cuando parecía que todo había terminado, el viejo Billy Black, sigue contando una muy antigua leyenda.

—La leyenda que escucharan es bastante antigua, es conocida por nuestros ancestros como la "Impronta Lobuna salvaje", pudieron ser capaces de conocerla en todo su esplendor, por el momento aun nosotros carecemos de aquel grandioso día. Pero como es época, y no queremos que los nuevos cachorros se aburran, la contaremos –dice Billy Black.

Bella mira con emoción e intriga a Jacob, quién sonríe divertido, también ansioso por escuchar. Era curioso ver que hasta incluso el alfa se había sorprendido por aquello, ya que no sabía nada sobre ello. Todos los de la manada, Paul, Embry, Seth, Leah, Jared y Kim(impronta), Sam y Emily(Impronta) junto los jóvenes de la reserva se encontraban muy curiosos.

—Cuenta la leyenda de una loba salvaje que fue elegida por la madre luna para hacer crecer la población de lobos salvajes en el mundo, a pesar de tener hijos humanos con la capacidad de tomar forma lobuna, también disponía y cuidaba de sus hijos salvajes.

Aquella loba era simplemente salvaje, con ciertos dones otorgados por la madre luna, el cual eran muy diferentes al resto de los dones del mundo, ella podía solo comunicarse mentalmente con los ancestros, alfa y alma gemela. Solo disponía de dos dones: el de comunicarse y el de camuflaje. Muchos podían jurar que la loba desaparecía de su radar igual de rápido como los sangre fría, pero ella solo se camuflaba con el bosque, permitiendo que el aroma del bosque hiciera perder su aroma natural. La loba podría parecer muy sumisa y calmada, pero cuando se sentía en peligro se comportaba feroz y amenazante. Perdía la cordura. La loba salvaje solo podía encontrar a su alma gemela entre los hombres lobos ya que estos disponían una ley mas fuerte que el de encontrar a su impronta, y esa era la Unión de ambos. Cuando la loba salvaje aparecía cada 15 o 10 años en busca de su pareja, este debía decidir por encima de todo a quedarse con su impronta, para así volverse un lobo salvaje y poder proteger a su pareja como a la vez convirtiéndose en el protector del bosque, quien avisaba y cuidaba a los lobos salvajes como hombres lobos de los peligros ante las otras especies, que amenazaban la paz.
Los que decidían no dejar la manada, morían al instante o la manada empezaba a enfermar ya que si la loba salvaje que era unión directa con la madre luna se debilitaba todos también lo hacían. Por lo que no les convenía ser tercos ante el amor. Hace muchos años hemos sido capaces de ver a los lobos como nuestros iguales y es por esta leyenda que nos sentimos conectados con ello, gracias a la madre luna–terminó diciendo Billy Black

Todos estaban intrigados y maravillados por tal leyenda, aunque muchos de los ancestros sabían que para ellos solamente era una leyenda aun, no sabían si en esta época serían bendecidos y podrían ver aquello por sus propios ojos. Paul Lahote lo había escuchado todo con atención, aquello por algún motivo hacía que su lobo quisiese ser uno de los elegidos. Pero por más que buscase realidad en ello no se lo creía del todo por lo que decidió solo mirarlo como una leyenda más.

Pero quizás esta leyenda estaba más cerca de ser real, que sólo quedar en las mentes de estos hombres lobos.

 

Amore→Parte 1: Encontramos a Bella y una loba salvaje, ¿que?

Hace unas semanas Bella ha discutido con Jake, ya que ella es amiga de los chupasangres, y bueno, dijo algo con respecto a convertirse en un vampiro y Jake no reaccionó de la mejor manera.
Y a decir verdad cuando nos contó que bella lo golpeó me reí de él.
Una humana dándole calabazas, aunque no se haya imprimado en ella, es claro que está enamorado.

Pero bueno, hace ciertas semanas hemos recibido una alerta de una chupasangres pasar por nuestro territorio. Pero justo cuando estamos apunto de atraparla se nos escapa. Eso me tiene cabreado.

Escucho un aullido, y llego rápido a la reversa.

«¿Qué pasa Sam?»pienso.

«Bella Swan está desaparecida, y al parecer, los Cullen se han ido sin decirle a ella. Busquenla en el norte, y al sur»ordena Sam.

Asentimos y nos separamos.
Al parecer el sheriff ha pedido ayuda de Billy, por consiguiente debemos ayudar.
Olfateo el lugar y justo cuando percibo un aroma de canela y bosque, me encuentro con una escena un tanto extraña.

Bella está jugando con una loba salvaje rojiza, como si fuera un cachorro, gruño para que perciban mi presencia y la loba se tensa. Gruñe en dirección a mi derecha viendo a Embry que la ve amenazante.

«¿Que hace una loba salvaje aquí?»piensa Embry.

«No lo sé, pero creo que luego lo sabremos»pienso.

Escuchamos un aullido y es Sam. Ha escuchado nuestra charla y visto la situación. La loba al parecer también lo escucha. Lame la mejilla de Bella quien nos mira con melancolía y mientras le acaricia la cabeza a la loba, quien ni nos mira. Es como si no existiese.

Mi lobo se enoja con ello, tanto que no entiendo que ocurre. Quiero me mire, quiero... ¿Qué es esto?

Siento que Sam se acerca y al parecer ella lo nota, bajando tímidamente la cabeza. Sam se sorprende un poco pero gruñe.
Ella retrocede, y mira a Bella para luego salir corriendo lejos.

Todos nos alteramos, Sam ordena que la detengamos pero justo cuando vamos tras ella desaparece de nuestro radar, no la percibimos.

«Joder, ¿como es que una simple loba se nos escapa?»gruño.

«No lo sé, hermano, pero esto es muy raro»piensa Embry.

«Vuelvan, vamos a llevar a Bella al sheriff»ordena Sam.

A los pocos segundos todos estamos en nuestra forma humana, Embry y Seth están jugando y Sam le entrega a Charlie, la dormida Bella. Al menos logramos encontrarla antes de algún tipo de peligro.

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Días después.


Hace una semanas que no vemos a Bella, sabemos que ha estado encerrada en su cuarto. La protegemos de la chupasangres, pero al parecer lleva deprimida por los Cullen. No se, ni entiendo porque le interesa los vampiros.

Aunque aun me sigo quedando pensativo ante lo que ocurrió con la loba.

—Oye Paul, deja de pensar tanto en la loba salvaje, ¿o te has enamorado? –pregunta burlón Embry.

Gruño, y lo miro con el ceño fruncido.

—Claro que no idiota, sigo siendo el mismo. Es mas pronto saldré con una conquista –murmuró ofuscado comiendo el asado que hizo Emily.

Que por cierto está delicioso.
Justo cuando estoy a punto de irme, Sam llega y me mira extrañado.

—Dime todo lo que sabes de esa loba.

—¿Porque asumes que yo lo sabré?–digo a la defensiva.

—Paul... –gruñe serio.
—Tks... Sólo se que es una loba salvaje. –contesto.

Al buscar mas en mi mirada y no encontrar nada, suspira.

—Esta bien, ya te puedes retirar.

Al fin, asiento. Y me retiro.
Hoy voy a coger hasta mañana quizás la tensión se vaya.

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Al día siguiente.


He estado recorriendo en guardia toda la mañana por la chupasangres, y al fin he llegado a la reserva. Enseguida vemos llegar a Bella en su camioneta, por lo visto por Jacob. Se la nota más pálida.

Vemos como charlan hasta que veo como me mira y eso me enoja. Saber que mi lobo gruñe porque... ¿Qué? Sólo sé que estoy apunto de atacarla pero Jacob se convierte en su forma lobuna y me gruñe ocasionando que Bella se asuste.

Pero luego Sam aparece y me ordena calmarme.

«Cálmate, Paul»piensa Sam, quien mira con lástima a Bella.

Jacob la protege y sin más me retiro. Corro al bosque.

No entiendo lo que me pasa. No entiendo nada. Al otro rato siento una mirada en la oscuridad, pero sólo percibo una mirada azul con mostaza casi ámbar. ¿Que ha sido eso?

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Narra Bella.

Desde que Edward me dejó sola en el bosque hasta que aquella loba se me acercó para cuidarme, ya que no me atacó, pude entender que en el bosque no hay mucho peligro. Pero justo cuando llegaron Lobos enormes, cada día pensaba que las leyendas de las tribus eran ciertas.
Pero cuando menos me lo espero ella se despide con una lamida en mi mejilla, y escapa de los lobos mas grandes van tras ella. Pero me siento débil, y solo siento que alguien me lleva al estilo nupcial.

Poco tiempo después siento que estoy en casa, y la verdad choca ante mis ojos. Los Cullen se han ido. Edward me dejó. Me dijo cosas que tanto han golpeado a mi corazón.

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Hace unas semanas mi padre dijo que debería visitar a mis amigos, entre ellos pensé en Jacob, pero no lo encontraba ni contactaba por lo que fui a la reserva.
Vi a Sam y pregunté por Jake pero no me respondía, pero luego escucho un gruñido hacia mi dirección. Enseguida veo a Jacob acercarse pero veo como Paul se transforma en un... lobo gigante, pero cuando se iba acercar Jacob lo hizo también, se transformó en lobo.

Sam me pidió que fuera con Emily a la cabaña pero Embry y Seth me llevaron. No podía creer que ambos eran feroces lobos. Confirmando que los hombre lobos existían.

—Siéntate Bella, los chicos enseguida volverán, no te preocupes –dice Emily, la novia de Sam.

Sin más me siento incomoda. Creo que esto es mas raro que estar con una loba salvaje. Aunque esa Loba ya la vi algunas veces con Emmett o Edward. ¿Será que ellos sabrán de ella?

—¿Qué pasa chica vampiro? –pregunta Quil burlón.

—Hay algo que no estoy comprendiendo –comento.

Emily, Seth, Quil y Embry me miran.

—¿Qué cosa, Bella? –pregunta Seth, curioso.

—¿Ustedes conocen a la loba pelirroja del bosque? Por como son lobos, supongo que lo sabrán–digo.

Ellos se asombran y mas cuando Sam, Jacob y Paul entran a la casa.

—¿Qué pasa?–pregunta Sam, al besar a Emily.

—Este... Ella pregunta por una loba salvaje, cariño –dice Emily.

Me extraña sus reacciones. No estoy entendiendo nada.

—¿Qué pasa?, ¿dije algo malo?–pregunto.

—Nosotros tampoco sabemos que hacía una loba salvaje contigo.–contesta Sam.

—Se nos escapó ante de saber algo más –contesta Embry.

Que raro.

—Vaya... Esta oscureciendo. Si me permiten me retiro –digo incómoda.

Jacob se acerca y dice que me acompañará porque ha oscurecido.

Por lo que nos dirigimos a casa, me dice que si quiere mañana viene a buscarme y hacer algo. Por lo que acepto.

Pensar en otras quizás, logrará que mis pensamientos y recuerdos de él, no duelan demasiado.

Este día se ha pasado de lo normal.
¿Cómo estará Edward?

 

Amore→Parte 2: "Los Cullen han vuelto"

Desde la mañana la loba pelirroja con pelaje con blanco, junto sus ojos bicolores ha estado rondando el territorio de los Cullen, cuidadosa, protegiendo el mundo salvaje pero entre escabuirse entre los árboles vio como un oso pardo caminaba con incomodidad. Se acerca y pisa mal una rama alertando al oso, se alerta y mueve imperceptible sus orejas tensa ante la mirada enojada del oso.

Ladra por lo bajo, mas baja sus orejas mostrando sumisión y que viene en son de paz, pero el oso no está de buen humor por lo que la ataca sin dudar, mandándole de un zarpazo hacia un árbol, ocasionando que gruña de dolor.

Se mueve como puede con dolor, le gruñe mirándolo calmada, tratando de decirle que la quiere ayudar pero no la quiere comprender por lo que no le queda de otra correr hacia el sur, hacia Alaska siendo perseguida por la osa, su cuerpo resiente ante el dolor y cae al suelo, cansada de tanto correr.

—Grrr~ –gruñe el oso.

Se va acercando a ella, intenta levantarse, y se ve obligaba a enfrentarse, sacando su fuerza, abalanzándose con dolor hacia la oso, tirándolo al suelo nevado, solo con un toque la mira y obliga a escucharla.

«Vengo en paz» hace escuchar su pensamiento al animal frente a ella.

Sin más observa y sin dudar va en dirección a la pata con el que cojeaba, sin dudar se lo quita, y ardillas vienen para ayudar con la sanación del oso, tranquilizando y calmando la molestia de la pata, que tan solo era ocasionado por una astilla.

La oso la miró arrepentida, pero la loba rojiza niega lamiéndole la cara, dejando como olvidado, poco después la oso se marcha. Las ardillas escapan ante una posible amenaza, por un momento escuchándose pisadas.

Unas pisadas rápidas en la nieve, ella no pudo seguir en pie debido a su pata derecha delantera, cayendo al suelo de nieve, con respiración exhausta.

A lo lejos Edward escucha gemidos de dolor y jadeos, ocasionando que pare su correr, acercándose lentamente al lugar donde estaba la loba rojiza.

«¿V-vampiro?»piensa la loba.

Sorprendiendo a Edward al ver que lo identifica. Al ser un lobo salvaje, se acerca y ella observa sin miedo pero cansada, mientras se lame como reflejo su pata lastimada y con sangre.

Edward acerca su mano cuidadoso a ella, cuando no ve peligro, logra acariciarle la cabeza.

Enseguida Edward logra ver algo sobre ella, comprobando que solo era una loba herida por un enfrentamiento con un oso.

«N-no me lastimes... Por favor»piensa suplicando la loba.

Edward la mira con compasión, y sin dudar con cuidado la levanta en brazos, llevándola consigo a la casa con los Denali. Carlisle al comprender que la loba no se encontraba del todo bien intenta ayudarla, limpiando la herida y vendandole.

—Hijo, ¿como la has encontrado? –pregunta curioso Carlisle.
—Estaba recorriendo el lugar, pero a lo lejos escuché unos gruñidos, y tan solo llegué a verla a ella, toda lastimada. Poco después averigüé que había sido atacada por un oso –comenta Edward.

La loba escucha vagamente la conversación y mueve sus orejas, mas luego niega sutilmente.

—Los osos no suelen atacar a la nada, algo debió ocurrir, ¿estas seguro hijo? –pregunta Carlisle.

Edward mira a la loba, y sin poder evitar dice:

—No, parece que ella sabrá decirnos...
—¿Cómo, no se supone que es una loba salvaje?–pregunta Carlisle.
—Si, pero puedo leer sus pensamientos como con los licántropos –explica Edward.

Dejando en claro a la loba que aquel vampiro llamado Edward era un lector de mentes, y podría pensar para expresarse sin problemas.

«La osa no quiso dañarme, fue un malentendido, vampiro»piensa la loba rojiza.

—Dice que la osa no la quiso dañar, que fue un malentendido –traduce Edward para Carlisle.

Ocasionando que el vampiro rubio se sorprenda por tal complejidad del don de hijo, ya empezó a expander su don hacia los animales.

—¿Cómo un malentendido? Claro, si se puede saber –pide explicaciones Carlisle.

«Tenía una astilla en una pata, y yo como Protectora del bosque debo ayudar a los animales salvajes. Pero como... No me escuchaba me atacó »piensa la loba.

—Una astilla tenía la osa, ella la quiso ayudar, y al no ver sus intenciones, la osa la atacó, Carlisle ella comenta que es la Protectora del bosque, ¿como eso es posible? –pregunta Edward.

Carlisle se sorprende por aquel dato, la loba se percata.
—¿Como te llamas querida, de donde vienes? –pregunta.

«Soy de muchas partes, pero mi manada nació de la madre luna mucho antes de la primera aparición de los licántropos, soy Amore, líder de la Manada Luna, y guardiana de los lobos salvajes» se presenta la loba rojiza.

Edward se sorprende tanto que la mira con una gran curiosidad.

—¿Pero como es posible? –exclama– Carlisle, ella se llama Amore, no viene de un solo lugar pero pertenece a la manada Luna y es protectora de los lobos salvajes –explica Edward.

Carlisle se sorprende.
—Nunca creí conocer al linaje directo de la luna, pero es un gusto Señorita Amore, me presento como es debido, Soy Carlisle Cullen, y el es mi hijo Edward –se presenta.

La loba los mira muy impresionada era la primera vez que convivía de buena manera con los vampiros y al parecer el Clan Cullen era agradable. Aunque no confiaba del todo, pero estaba agradecida de que la hubiesen ayudado.

Pero estaba segura que ella debía volver a Forks con su manada, pero al hacer el intento de pararse, la pata aun estaba herida.

—Tranquila Amore, se que tienes prisa de volver a Forks –dice Edward al ver sus pensamientos.

—Tu herida es aún muy nueva, al ser una loba salvaje te curas lentamente por lo que... Te propongo algo, quédate con nosotros una semana, hasta que tu pata esté medianamente sana –propone Carlisle.

Amore los mira y suspira, baja las oreja pero asiente, de nada le servía ser terca, se sentía muy cansada y adolorida aun por el enfrentamiento.

«Está bien, pero.. Espero no ser una molestia, Dr. Cullen»piensa la loba.

Edward sonríe y le acaricia la mejilla, al menos una nueva amiga le hacia sentirse menos devastado y culpable de haber dejado a Bella, pero era lo mejor.

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5 Días después.


~Edward~

Los días fueron pasando, mi ser cada día se sentía más abatido, me preguntaba día tras día si de verdad Bella había empezado una vida sin mi, me sentía dolido, pero era lo mejor para ella, soy un monstruo para ella, no merezco un ángel para un demonio sin perdón como yo.

«Vampiro tonto»

Escucho aquel comentario y observa como la loba rojiza y pelaje blanco me observa, caminando con el vendaje puesto, a paso lento.

Suspiro e intento sonreírle.

—¿Qué haces aquí Amore?–pregunto.

«No quieras cambiar de tema, tus rasgos y gestos faciales son imposibles de no leer, es por la humana, ¿no?»piensa la loba.

La observo como se sienta a mi lado con delicadeza.

—¿Tan obvio soy? –suspiro decaído.

Hace días me había marchado de la casa de los Denali, no me sentía cómodo con la familia, quise dejarlos a todos e intentar superar el dolor solo, pero Amore con su terquedad no me dejó ir solo. Acompañándome. Claro de vez en cuando hablaba con Alice preguntando vagamente como se encontraba la situación.

«Cuando dos almas están unidas por un mismo hilo del destino, no hay manera para alejarse de la verdad, Edward, es tiempo que te veas a través de la oscuridad»piensa amore observándome.

Más luego sus ojos brillan levemente ante el brillo de la luz de la luna, sus ojos eran dos focos de puro misterio. A veces me preguntaba cuantos años tenía, pero por su manera de dirigirse a nosotros, parecía ser tan antigua como los Vulturi.

—No es tan fácil, ¿que sucedería si la mato? Soy un monstruo, no me lo perdonaría –comento abatido, mientras me toco el rostro.

«No seas necio, mírame y niegame el amor que sientes por aquella humana, obsérvame y dime sin dolor que no la amas»piensa Amore, colocándose frente a mi.

Sus palabras resuenan en mi mente, y me paralizan, sonrío triste al ver todos aquellos recuerdos inundados por bella, la humana ante mis ojos que me hacia vivir.

Al observar a Amore, enfrentándome al pequeño tamaño peludo y mediano de un lobo salvaje, con aquel porte firme, seguro y rudo, junto con elegancia.

—Tienes razón... No puedo negarme, pero, ¿que me asegura que no la lastimaré?– digo aceptando que amo a Bella.

«Ella lo asegurará, tenlo por seguro, y tampoco dejaría que lo arruines, vampiro tonto»se burla con un brillo divertido en los ojos.

Mas luego la loba rojiza me lame la mejilla, y coloca una de su pata delantera buena, en mi mejilla.

«No pierdas lo más precioso que has encontrado, nunca sabes cuando puede ser tu última vez con el amor de tu vida»piensa con un deje maternal.

Sonrío, y le acarició la cabeza peluda.

—Gracias por tu apoyo Amore, iré a llamar a Alice, para ver como esta Bella–digo seguro, esperanzado.

Me muevo dejándola con una expresión divertida ante la luz de la luna, que pasa por el ventanal.

Marco a la casa, pero Rosalie me atiende, diciéndome que Alice salió muy rápido a Forks al no ver el futuro de Bella.
Siento un trago amargo y seco en mi garganta, temiendo lo peor y esfumando toda seguridad.

Llamo a la casa de Bella, pero una voz me contesta, es dura y grave, sin duda es Jacob Black, dice que ella ya no está, por mi culpa, que esta muerta...

Siento que mi mundo cae a mis pies, siento que nada me sostiene, escucho los ladridos e insistencias de atención por parte de Amore, pero no doy con alguna palabra y sin pensar mucho en acciones, destrozado, al saber que ella ya no está con vida. Por mi... Culpa... Decido terminar con mi vida, me dirijo rápidamente a Italia junto a los Vulturi dejando a Amore y a todos lejos.

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Amore comprendió que su tiempo con el Clan Cullen y Denali había culminado, ya se sentía muy bien, por lo que agradeció a Carlisle por sus buenas intenciones, dando como promesa que haría un tratado de paz con ellos para cualquier ayuda pudiesen contar con su apoyo. Marchándose nuevamente a Forks.

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Tiempo después.

Había pasado una semana desde que había perdido contacto con Edward y los Cullen, había vuelto a proteger el bosque, cuidando a las madres lobas que habían quedado durando la época de celo, embarazadas. Por lo que tenía mucho tiempo para rondar por ambos territorios, tanto de los Cullen como el de la Reserva.

Al ver y recibir a los lobos machos volver luego de una cacería dejó en sus manos por un momento a sus lobas preñadas para ir a recorrer el territorio por protección, sentía que debía hacerlo.

Por lo que al estar recorriendo cerca de una zona, pudo percibir el aroma del vampiro amigo, por lo que al estar acercándose, quedó oculta tras unos arbustos y árboles al percibir un aroma de licántropo, en su forma lobuna por lo que optó por quedar como espectadora.

Observa como el gran lobo rojizo como la arena roja, mira con amor humano a la humana pero no percibe ningún aroma de él en la humana que al parecer es la misma quien meses atrás protegió en medio del bosque y la misma Bella de Edward.

Con solo ambas partes no dudo ni un momento en entender la situación, Ella era la pareja de Edward, y el lobo no estaba imprimado en ella, por lo que era una confusión para ese lobo.

Justo para cuando la humana eligió la vida junto a Edward por sobre todo, el lobo gruñe ante eso y pudo verla a ella, pero enseguida se hizo invisible ocasionando que Jacob viera confundido el lugar y que Amore tragara saliva pero no se viera intimidada por él, y poco después vio como dio a un escuchar un aullido de dolor mas luego perderse entre el bosque. Jake con aquel aullido había dejado en claro para toda la manada que los Cullen habían vuelto. Aunque para Amore era más como una muestra de dolor ante la negativa de la humana y entender que lo quería como un hermano o amigo.

 

Amore→Parte 3: "Confusión entre lobos"

~Jacob~

No podía ni quería comprender porque Bella no podía ver lo que los chupasangres hacían, ella corría peligro con ellos, y no me perdonaría si algo malo le ocurriese, aunque los Cullen habían cumplido el tratado hasta este momento, no me convencían para nada. Ese Edward sólo se metía entre mis pensamientos para enrabiar mas mis líos.

Cuando Bella me miró y dijo tales palabras, me dolió ver que por más que casi la matan, elegiera a Edward por encima de mi, yo fui él que la apoyó, la cuidó, la protegió cuando el ingrato del chupasangres la abandonó. Ella, me dijo lo de convertirse en uno de ellos, pero me duele tanto que elija a esos subnormales antes de la calidez que como humano le podría otorgar. Tanto que cuando me iba a retirar de aquel ambiente, pude ver algo rojizo y ojos bastantes llamativos, claro de reojo pero cuando quise ver que era realmente, mas rastrear el aroma, era como si fuese una ilusión para mi mente.

Aullé con dolor, y me dirigí a la reserva dolido, sin poder creer por que, porque simplemente no aceptaba mis sentimientos por ella.

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~Sam Uley~

Como alfa de la manada al tener la conexión mental, junto con todos los de la manada nos molestaba los sentimientos no correspondidos de Jacob, pero él debía comprender que por algo su destino no estaba con Bella, cuando llegase el momento su impronta llegaría y todo este lío se solucionaría.

Aunque cuando mencionó a algo rojizo, todos pudimos percibir el recuerdo al estar en nuestras formas lobunas, y claramente se veía a la loba salvaje, pero la pregunta estaba en: ¿que rayos hacía ella allí?

«¿Qué vamos a hacer, Sam?»piensa Quil.
«No es la primera vez que la vemos»añade Embry con cierta intriga.
«Lo sé, por eso, a partir de mañana la buscarán, y la traerán.»añado con el tono alfa.

Observo como todos asienten.

«Pueden retirarse, es bastante tarde, mañana será un día cansado»pienso.

Al dar vía libre todos se esparcen en dirección a sus casas, voy tras unos árboles encuentro mis short, y sin más troto hasta mi casa, encontrándome con Emily haciendo la cena.

La abrazo por detrás, mientras beso la marca posesivamente y dulce, ocasionando que se estremezca.

—Cariño, ¿como les fue? –pregunta Emily volteando a mirarme.
—Estresante, los Cullen volvieron por suerte la hija de Charlie, aun viva con ella. –contesto, mientras le beso en la frente.

Ella es mi luz en mi camino, la amo demasiado.

—Que alivio, aunque ocurre algo más, ¿no es así, cariño?–pregunta curiosa y preocupada.

Mientras me acaricia la mejilla, coloco mi mano sobre la suya, y siento como mi cuerpo se va relajando.

—Si, la loba salvaje ha vuelto a coincidir con uno de nosotros en el bosque, aunque cerca de los Cullen, es bastante extraño. Pero mañana temprano, lo investigaremos. Por mientras cenemos mi amor –digo algo tenso.

Ella asiente comprensiva, y me besa dulcemente, mas luego empezamos a cenar.

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Primera semana...

La loba salvaje la encontramos casi al sur del bosque, pero cuando al fin la estamos por atrapar se nos escapa, desapareciendo de la nada.

Segunda semana...

Paul cada día se inquieta mas con su presencia, hoy estuvimos a punto de atraparla, pero algo salió mal y su mal humor nos salió territorial, confundiéndonos a todos. Todo en referencia a esa loba nos intriga y confunde.

Tercera semana...

¡Maldición! Se nos volvió a escapar, es bastante escurridiza como para aludir a 7 lobos el doble de su tamaño, algo tiene aquella loba, pensamos que es tiempo de hablarlo con el consejo de la tribu.

Ahora estoy reunido con ellos, les fui comentando acerca de la situación y solo dijeron que lo iban a investigar, que seguramente no era ningún problema grave.
Pero siento que algo más no dijeron, cada vez esto se torna más extraño. Aquellas miradas entre sí, dejan hablar mucho por ellos, algo está por ocurrir y me preocupa que sea algo dañino para la manada.

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Con los Cullen–Semanas atrás.

~Edward~

Desde que Bella ha decidido dejar en claro a Jacob que ninguno la obligaba a decidir ser como uno de nosotros, muy a mi pesar, le daría lo que quería porque la amaba y también porque no me quedaba de otra. Pero en aquel cambio de palabras me sorprendí bastante con la presencia de Amore, tanto que cuando Jacob se marchó me dirigí hacia ella y la alcé con delicadeza entre mis brazos.

—¿Que hace ella aquí, Edward?–pregunta Bella con extrañeza.

Me pregunto que ha de pasar por sus pensamientos.

—Eso también quisiera saber –contesto, mas luego miro a la loba.

De repente escucho un soplido de cansancio.

«Sólo quería saber de ti vampiro tonto, me dejaste con intriga aquella vez»piensa Amore.

—Al parecer solo me extrañaba –comento con una leve sonrisa divertida.

En el camino hacia la casa, Bella me preguntó como la conocía y más aun me sorprendí cuando decidió contarme que ya la había visto luego de que se fueron. Que fue gracias a ella que aquel día no le atacaron en ese entonces los animales salvajes. Logrando que Amore esquivara mis ojos, al parecer no quería explicar aquello.

Al llegar, abrí la puerta trasera del auto, y ella se bajo sin problemas, caminando con aquella elegancia de siempre. Al casi entrar, Alice nos recibió alegres, diciendo que Carlisle nos esperaba para hablar.

Amore solo gruñó con molestia, y pronto escuchamos todos el gruñir de su estómago.

—Si quieres primero vas a cazar y luego volvemos –contesta Jasper extrañado por los sentimientos que podía percibir.

Amore niega levemente con su cabeza, y muestra con su pata en dirección a la casa.

«Para comer, habrá tiempo después, después de todo su territorio es mas tranquilo»piensa.

—Dice que más tarde será –traduzco sus pensamientos.

Todos asentimos y reímos un poco al ver resbalarse un poco a Amore, al ingresar a la casa. Al parecer Esme había limpiado, mas luego escuchábamos perfectamente sus pisadas con sus garras al chocar con la madera.

—Me alegro que hayan podido volver sanos y salvos –saluda Carlisle.

La loba pelirroja hace una leve reverencia, y mueve levemente su cola para demostrar la comodidad al verlo. Carlisle enseguida sonríe.

—Bien estamos hoy aquí reunidos, porque Bella ha pedido un momento de apoyo, ¿no es así querida? —dice Carlisle.

Mi sonrisa se esfuma, al ver a lo que se referían. Amore lo percibió.

«¿Y tu sonrisa? ¿Que pasará?»piensa extrañada.

Niego imperceptible sin querer entrar en detalles.

—Cierto, Gracias Carlisle, quería pedirles que me otorgaran su apoyo con respecto a ser parte de la familia, como uno de ustedes. Les estaría agradecida si me apoyaran –dice Bella.

«Oh, ya veo, se quiere convertir en una de ustedes. Interesante. No es tan inusual. Pero ella será especial, no te preocupes Eddy»piensa Amore, acostándose en el piso.

—Pues por mi no hay problema, podríamos jugar pulgadas o fuerza, claro, que te ganaría yo–dice apoyando Emmett sonriendo burlón.

Bella mira a Rosalie.

—Lo siento, en mi momento me hubiera gustado elegir, pero esta no es la vida que quise para mi. Por lo que no la quisiera para ti. Por lo que no, no estoy de acuerdo –dice negando Rosalie.

Bella la mira y sonríe triste, mas luego mira a Jasper y Alice.

—Sería agradable no querer matarte –dice algo tenso Jasper.

—¡Por mi encantada! Ya sabes que te considero una hermana Bella –sonríe feliz Alice.

Bella sonríe agradecida, más luego mira a Esme.

—Ya eres de la familia querida, por lo que si, si eso te hace sentir segura –sonríe maternal, Esme.

Sinceramente me sentía estafado, como es que la pueden apoyar, porque...¿porque se quiere convertir en un monstruo como yo?

«No eres un monstruo... Tu eres el presente, y sé que ella ha visto bien en ti, como lo he hecho yo»piensa Amore.

Quedo sin palabras, cada vez que ella intervenía, no podía sentirme en una parte identificado.

—Si mi hijo ya ha dejado en claro que eres su compañera, no veo ni resistiría verlo sufrir otra vez si tu cercanía. Por lo que Bienvenida a la familia querida –dice Carlisle.

Bella sonríe como diciendo: "gané", "te lo dije".

Muy a mi pesar casi todos estaban de acuerdo y ganaba por mayor voto.

°_°_°

Aquel día Amore se había marchado con la promesa de volver, pero últimamente no la he visto recorrer el bosque, pienso que ha estado ocupada con su manada, aunque siento que me está ocultando ciertas cosas.

Un mes después...

~Amore~

Hace unas semanas he estado evadiendo a la manada de la reserva por miedo, e intriga, no sé realmente que tienen en mente, pero siento algo muy fuerte acercarse. Madre luna me ha estado visitando entre sueños diciendo que me ha estado viendo que está orgullosa por el tratado de paz que he hecho con los sangre fría, que primeramente siempre se debe ver la paz antes que la guerra.

También me ha dicho que en dos días me presente ante un miembro del consejo de la tribu de la reserva, que ya era tiempo para que conociera a mi mate, que ya estaba lista. Y que ya no tenía que perder el tiempo, que con la llegada de las crías se me dificultaría cuidar a la manada y al bosque, junto a los animales.

Me sentía muy inquieta, feliz pero con cierto miedo al rechazo, percibo que eso dolería, pero quiero ser positiva y pensar que el lobo que me toque estar para toda mi vida sea quien me ame tanto como presiento que lo amaré.

Aunque siendo realista, lo he estado evitando, sé que es uno de los lobos de la manada del lobo negro, sólo espero que todo salga bien. Que me acepte y decida ser mío, como yo suya.

 

Amore→Parte 4: "Amore cálmate"

Hace unas semanas al volver los Cullen, los lobos se percataron de la presencia de una pelirroja vampira que siempre rondaba en busca de Bella, pero gracias a los Lobos y la presencia misma de Amore nunca lograba emboscarla a solas. Pero cuando ocurrió la amenaza que la vampiresa llamada Victoria dio a Bella, culpándola por la muerte de James, que le dijera a Edward que la perdería, había causado estragos.

Jasper estaba atento, el rubio ex-subteniente como experimentado en lidiar con neófitos había dicho que con la ayuda de los lobos sería lo más conveniente para atacar a los neófitos que se acercaban.

Alice sabía donde se llevaría el encuentro, luego de tanto buscar a la pelirroja y dejar en claro que si se acercaba a Bella no tenía escapatoria. Amore estaba muy preocupada e inquieta, a pesar que este lío la había alejado de los lobos que la buscaban, temía mucho por la manada y las pequeñas crías de lobos que recientemente habían llegado al mundo. Por lo que por ello era que Edward no lograba dar con la loba rojiza con blanco, día y noche hacía guardia para proteger a la manada, por lo que andaba muy estresada.

Amore cuando sintió la presencia de un vampiro pasar por el hogar de Bella, se alertó y ahora prácticamente se encontraba discutiendo con Edward.

—Amore cálmate, no te estoy pudiendo comprender, deja de caminar de izquierda a derecha, tus pensamientos son un caos –dice Edward sintiendo migraña.

Si bien era cierto, Amore pensaba en muchas cosas, pensaba en la manada, las crías, el peligro, la manada de la reserva, y muchas cosas mas.

«Vampiro debes proteger el bosque, mi manada están casi por el terreno de la intrusa, y no puedo permitir peligro, hay nuevos lobeznos, ¿entiendes de lo que hablo?»piensa la loba con mirada ansiosa.

Edward intenta pararla de su caminar, colocándose frente a ella, de cuclillas.

—Tranquila, comprendo, pero debes comprender que podremos con ellos, no hay peligro –dice Edward.

Amore gruñe cuando la va a acariciar.

«Piensas que estoy paranoica, pero no sabes realmente el lío del que realmente significa esto. Debes alejarlos del bosque, y de la reserva. Debes cuidar a la manada del lobo negro. »bufa acojonada Amore.

Dejándose caer y tapándose los ojos con sus patas.

—Tranquila, si te hace sentir mejor... –empieza a decir Edward.

Pero es interrumpido.

—Amore, no te preocupes, he visto por donde podrías llevar a tu manada, es una vía que no llegarán los neófitos y es bastante segura. He visto que a ustedes no les afectará nuestra lucha. —dice Alice con un tono dulce y suave.

Amore baja lentamente una pata, mirándola, y buscando alguna mentira en sus ojos.

«Si tu dices, intentaré llevarlas hacia Alaska, pero, ¿quien me asegura que cuidarán a la manada de la reserva?» piensa Amore.

Alice mira a Edward para que traduzca los pequeños gruñidos de la loba.

—Los llevará hacia Alaska, pero no está muy segura si dejar a la manada de Sam, o que siquiera los cuidaremos –explica Edward.

Alice se acerca para tocarla, mientras Jasper mira cuidadoso a Amore, en caso que la crisis de ansiedad que percibía en ella le jugase un mal movimiento que lastimara a Alice.

Amore suspira fuerte, y se tensa.

—Tranquila pequeña, si te sientes mas segura Jas, yo, Eddy junto la familia intentaremos cuidarlos, pero sabes que no nos tienen confianza –dice conciliadora Alice.

Amore lo escucha, los tres vampiros Cullen la miran buscando una respuesta por parte suya, la loba se remueve y le lame la mano a Alice.

«Con que lo intentarán me convence, pero... Cualquier cosa avísenme»piensa un poco mas tranquila.

—La convenciste con que intentaremos, pero que le avisemos cualquier cosa –explica Edward.

Alice asiente sonriente, Amore hace una pequeña reverencia de respeto, y luego se marcha.

Los tres vampiros estaban conscientes que solo la habían apasiguado por cierto tiempo, y también deseaban poder cumplir un poco la promesa de cuidar a los chuchos muy a su pesar.
Aunque cuando se lo comentaron a toda familia Rosalie se negó rotundamente, no le gustó nada que debieran cuidar las espaldas peludas de aquellos animales brutos. Pero Edward había dicho que al menos lo intentara, pero Rosalie había asentido no tan convencida.

°_°_°_

En la manada de Sam se sentía la ansiedad, las ansias de tener la oportunidad de matar chupasangres, y proteger a la gente, la reserva y por Jacob a Bella. Edward cada tanto se enojaba por los pensamientos de Jacob.

Y aunque los lobos no confiaran en ellos, estaban listos gracias a Jasper, para el encuentro con los neófitos. Bella por otra parte se sentía medianamente culpable por todos los problemas que les causaba pero al menos, por parte de Amore que ya había dejado el territorio de Forks, ya no se sentía tan inútil por no poder protegerla.

Aunque aquella noche que el neófito identificado por Riley, Amore se había vuelto muy cuidadosa con la protección de ella, por lo que se sentía agradecida por la protección de aquella loba. Solo esperaba que todo este problema se resolviese y no pasara a mayores.

°_°_°

Mientras la manada de Amore se movilizaba lentamente con las crías que apenas caminaban, y cuidándose de ataques de osos u otras manadas, los Cullen y la manada de la reserva estaban preparándose para la lucha.

Amore solo deseaba que todo fuera bien, que la madre luna protegiese a los lobos de la manada de Sam, que realmente se culparía por no haber sido más competente y protegerlos. Aunque según los Cullen habían dejado en claro que en dos días ya no habría ningún peligro por el que correr, y que la buscarían para que pudiesen volver.

La loba rojiza liderando a su manada y protegiéndolos en aquella noche de todo peligro. Con todo su corazón y alma pura deseaba que la luna los cubriese con su manto de protección.

 

Amore->Parte 5: Loba Salvaje.

​

~Amore~

Hace unas semanas he vuelto a Forks con mi manada, a través de un sueño la Madre Luna se presentó avisándome que el riesgo había desaparecido, pero que alguien me necesitaría mas adelante. Edward quiso preguntarme cosas que sentía que le ocultaba, le dije que pronto lograría entender todo, solo que me diera tiempo.

Justo después me tomó por sorpresa que me dijera que Bella había aceptado ser su esposa. Le felicité como pude, saltando sobre él y lamiéndole el rostro, me alegraba que mi amigo vampiro al fin fuese feliz.

Lamentablemente a la semana que Edward celebraba su casamiento, yo no podría asistir por algún motivo especial, la Madre Luna me había encomendado cuidar y guiar a un lobo de la manada. Por lo que tuve que dejar a mando a un beta de mi manada, pero solo sería por un mes, al menos. Pero me era tan complicado alejarme de las crías y de la manada por estas misiones.

°_°_°
Dos semanas después.

Hace una semana había llegado a la punta de Alaska, en un bosque bastante conocido para mi, con el territorio, pero cuando estaba olfateando el ambiente, me percaté de un aroma nuevo. Por lo que lo seguí hasta el lugar donde aumentaba el olor a lobo macho, encontrándome con quejidos de dolor y ojos tristes de un lobo pelirrojo completo.

«Aléjate»escuché su gruñido.

Lo miré seria, y fijamente sin bajar la cabeza, aunque tenía cierta firmeza de alfa.

«Calmad tu ansia»pensé con mi posición alfa, acercándome

El lobo bajo la cabeza en sumisión, extrañado por su acción.

«¿Cómo...?¿que eres?»piensa desanimado.

«Una loba especial, ¿te has perdido?»pienso preguntando.

El lobo niega y ladea la cabeza: «Soy Jacob, me dicen Jake y he huido de mi manada... Por problemas personales»se presenta el lobo pelirrojo.

Aquel nombre me suena, ¿acaso es él?. Y justo cuando me voy a presentar el lobo se lanza encima mío, quedando sin escapatoria.

«Tu eres la loba rojiza que estaba con los chupasangres, ¿porqué?»piensa amenazante Jacob.

Gruño intentando sacarme de su agarre, pero no puedo.

«Esta no es la forma, Jacob. Atacando no recibirás respuesta alguna»pienso, gruñendo y mostrando mis dientes.

Jacob me gruñe cerca del cuello con intención de morderme.

Mis ojos brillan, con un movimiento golpeo su estómago, rodamos y quedo sobre él.

«Cachorro inmaduro, reacciona, no soy el enemigo, soy de la misma raza. Esos vampiros son amigos, y tengo un tratado con ellos. Tranquilízate o me veras forzada a dormirte hasta que lo hagas»pienso con el tono alfa.

Jacob gimotea temblando de impotencia, pero cede levemente, aunque luego veo un nuevo movimiento venir y poco después sus ojos se vuelven más oscuros.

«Amore huye, hija mía»escucho la voz suave de madre.

Por lo que no dudo un minuto en sucumbir a sus palabras, salto y con agilidad me alejo del lobo, empezando a correr, pero este enojado me empieza a perseguir. Con las velocidades que ambos tenemos estamos a puntos de llegar a chocar con un árbol, me ha dejado sin escapatoria, o eso es lo que cree.

Sin más me hago invisible ante su vista, y me hago a un lado, justo a tiempo antes de chocar con la dura corteza del tronco del pino.

Pero el lobo pelirrojo no tiene la misma suerte, y de frente recibe un fuerte golpe, dejándolo inconsciente.

Suspiro, jadeando por la adrenalina recibida y por tanto correr, luego de varios minutos logro establecer mi respiración pausada y tranquila. La oscuridad de la noche nos rodea y los animales del bosque salen a la luz de la luna. Con una mirada suplicante, y una ligera reverencia pido ayuda para llevar al gran lobo a una cueva.

Entre nutrias, y osos pardos, logramos llevarlo. Agradezco, diciendo que os devolveré el favor y se marchan.

Luego de aquella noche Jacob despertó me pidió perdón por mi reacción pero no lograba entender lo que le había ocurrido. Ya había pasado dos semanas y media que estaba en su forma lobuna.

«Aun no entiendo, porque te ataqué Amore, de verdad lo siento... No pude pensar con claridad»piensa Jacob.

Le lamo la mejilla peluda y suelto un bufido parecido a una risa.

«No importa, ya pasó. Sin rencores, pero yo si se que ha ocurrido Jake, y es algo muy preocupante»pienso mirándolo.

Me siento al suelo, mirándolo fijamente, al ver que me pide una explicación de manera muda.

«Estás volviéndote salvaje, has estado en tu forma lobuna por casi medio mes, y tus instintos salvajes están dominándote. Sea lo que sea el problema, debes volver y encararlo de frente»pienso seria.

«No puedo volver»piensa con dolor, y niega como cachorro rebelde.

Aquí hay lince encerrado, no me gusta lo que siento en él.

«¿Por qué?¿por la humana?»pienso.

Jake me observa y gruñe dolido.

«Ella lo prefirió a él, en vez de mi calidez, del amor que siento por ella »piensa Jacob pensando en Bella.

«Eso no es amor, pronto llegará tu impronta y todo quedará resuelto. El destino ya está escrito, cachorro»pienso intentando acariciarle la mejilla con mi pata. Pero sus ojos se vuelven oscuros tan rápido.

«Tu no lo entiendes, nadie me entiende, ¡la amo!, ¡mi vida no es nada sin ella!»me gruñe y muerde la pata sin consciencia.

Gruño de dolor, y aullo, ocasionando que sus orejas sean sumisas por un momento, me mira por segundos arrepentido y luego huye, adentrándose en el bosque, dejándome herida.

«Bien hecho, Amore, otra vez con la pata herida»me regaño.

Lamo mi pata, intentando calmar el dolor y la sangre, pero duele mas que una zarpa de un oso. Me quedo toda la noche gimiendo de dolor, las criaturas de bosque me intentan cuidar de cualquier peligro y ayudarme. Pero mi mente solamente está preocupado y dolido por la reacción de Jacob. Desearía que pudiese comprender la verdad del hecho, pero le tiene un gran cariño a la humana que no puede ver a través de la desilusión. Ojala la Madre luna lo cubra con su manto, y no le ocurra nada malo.

DOS SEMANAS DESPUÉS

~PAUL~

Hace unas semanas Bella Swan se ha ido con su esposo el Chupasangres Edward Cullen, lo cual nos ha puesto de mal pesar porque Jacob ha huido y dejado la manada por tal decisión.

Ahora la orden de Sam, nuestro Alfa ha sido que encontremos a Jacob, lo cual me encuentro corriendo y olfateando el ambiente en busca del olor de Jacob, pero justo cuando estoy tan concentrado en ello escucho que algo corre pausado cercano a mi, y luego un chapuzón.

Mi lobo se ha inquietado sorpresivamente, como si fuera que es de vida o muerte acercarmele, por lo que me acerco al lugar. Al llegar, una loba de color rojizo con blanco se encuentra cazando peces en el arroyo cercano, es realmente hermosa, se desenvuelve con destreza en el agua, sacando un pez en su hocico.

No sé que me ocurre, pero al estar en mi estado lobo creo tener mas conexión con los lobos salvajes que sin duda es ella, su aroma a hembra me gusta, es suave, canela y el aroma del bosque húmedo. Pero luego observo algo rojizo en su pata derecha, la cual levanta con dolor.

¿Que le habrá pasado? ¿Quien pudo haberla hecho daño?

Cuando me voy a acercar para observar mas de cerca la situación, por que al verla más cerca, creo recordar quien pudiese ser. Quizás sea la misma loba salvaje que ha estado escapándose en nuestras narices.

Pero justo cuando parece notar mi presencia escucho un aullido de Sam, para que nos acerquemos, diciendo que ya han encontrado a Jake y que necesitan refuerzos. Gruño en respuesta, y cuando quiero ver a la loba ya no se encuentra allí, su aroma se ha perdido. Por lo que me dirijo hacia Sam.

Al llegar veo como Jacob está totalmente cohibido y salvaje, al parecer un mes estando en su estado lobuna afecta profundamente. Pero con una orden todos nos encontramos gruñendo y luego me ataca, ocasionando que eso me enoje, lo ataque, con ayuda lo paralizamos.

Al instante Sam dice con su tono alfa, mirándolo directamente ocasionando que por ley lo obedezca: «Cálmate»

Mas luego siento como su nerviosismo se calma y nos ve desanimado, pero en minutos nos sacamos de encima, gruño con dolor, mi hombro arde, pero sé que sanará.

«Lo lamento Paul, no te reconocí»piensa Jacob.

«Esta bien hermano, por esta te salvas» gruño burlón y tosco.

Ocasionando que todos se calmen, mi humor a veces era muy impredecible, pero realmente estoy cansado, y me imagino que el resto también.

«Es hora de regresar, tu padre esta preocupado por ti, Jacob»piensa Sam«Regresemos chicos»

Y sin más todos nos dirigimos a Forks, nuestra reversa.

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Tres días después.

Al fin llegamos, estoy cansado, Sam nos ha dado un tiempo para descansar, me dirijo a mi cabaña, la veo tal cual lo dejé, desordenado y con algunas prendas de mis conquistas.

—Mas tarde deberé limpiar este desastre.

Bostezo con cansancio, a rastras llego a mi cama, y una vez que mi espalda toca la cómoda colchoneta, se relaja, conjunto mi cuerpo también.

—Estoy molido –bufo acostándome, enseguida siendo el cansancio recaer en mi.

Cuando cierro los ojos, lo último que se me pasa por la mente es el recuerdo de la loba pelirroja, y sin más me quedo completamente dormido.

 

Amore->Parte 6: "Charlando con el consejo de la tribu Quileute, y Sam"



Amore iba corriendo entre el bosque aquella noche persiguiendo a una comadreja para comérsela. De paso había prometido llevar comida a las madres primerizas, para los cachorros pudiesen tener leche suficiente. Los días habían sido pesados, cansadores y más cuando la Madre Luna empezó a decir que ya era hora de ir a buscar su mate. Aquello había dejado ansiosa a la loba salvaje, por lo que aquella vez que resultó lastimada por Jacob, pude entender que aquel lobo gris oscuro y plateado, la observara pudo sentir que aquel era suyo, pero el miedo empezó a fluir al pensar que quizás se negaría a ser su pareja, no era nada fácil para los licántropos dejar su vida como humanos para solo ser lobos salvajes como ella. Tenía miedo de ser rechazada, de que pudiese fallarle a su manada y no poder cuidarlos como la Madre Luna le había pedido, y por tal era su obligación. Por lo que se mantenía atenta a las horas de vigilancia en las noches, hasta que no pudo aguantar mas, y fue hasta la tribu Quileutes.

Aquella mañana se lo había propuesto con toda la firmeza que podía portar, aunque todos sus sentidos estaban alertas, aunque en su cuerpo aun habían rastros del ataque nervioso de Jacob, pero ella intentaba restarle importancia, aquel joven lobo no tenía control sobre sus actos por lo que no podía culparlo ya que los primeros meses como loba de la manada, también fue muy salvaje, tanto que daba miedo, pero con el tiempo pudo encontrar su paz momentánea.

Aun era invierno, las mañanas eran frías, pero a ella no le afectaba por su pelaje, con agilidad fue sumergiéndose y perdiéndose del territorio de su manada para dirigirse hacia la manada de su mate. Al estar frente a una cabaña, enseguida pudo distinguir un señor viejo, cara arrugada y piel rojiza, ojos y cabellos negros, en una silla de ruedas. Tímidamente se fue acercando, no pudo evitar pisar mal una rama caída de algun pino cercano, llamando la atención del hombre, se dejó ver con una leve reverencia, ocasionando que aquel hombre también conocido como Billy Black, padre de Jacob Black, se asombrara.

«Buenos días, señor Black»se comunicó la loba rojiza.

Billy abrió los ojos sorprendido al poder escucharla en sus pensamientos, se pasó una mano por la cara para ver si no se trataba de un sueño.

«No es un sueño, vengo de parte de la Madre Luna, es hora»piensa de nuevo amore.

Menos mal que en ese entonces Sue Clearwater venía llegando, pero al encontrar aquella escena pudo ver como la misma loba la observaba con liderazgo, fuerza y respeto.

«Señora, un placer volverla a ver»saludó Amore, con una reverencia.

—Amore...–murmuró embelesada, asintió saliendo de su estupefacción.

—¿Ya la conoces Sue?–pregunta Billy extrañado.

—Si, hace algunas lunas llenas tuve el placer de conocerla. Es la descendiente de la Loba salvaje, la madre luna la ha elegido y si no me equivoco viene por su mate, ¿no es así? –pregunta con una calidez.

Amore asiente y se para en sus cuatro patas. «Está en lo correcto»contesta.

—Bien, llamaré a Quil, debemos hacer una reunión, ¿tienes sed?–dice firme, pero detallista hacia la loba, quien baja sus orejas sumisa.

«Un poco, pero no se preocupe, no es para molestarla»piensa Amore.

Billy aun sentía que la naturaleza era maravillosa, se sentía especial al poder ver como la leyenda se hacía real. Pero la duda era... ¿Quien sería el afortunado?

«Es un joven lobo de su manada, solo espero no molestar con mi presencia»piensa con educación.

—No lo será, bien...–dice Sue mientras habla por un móvil, corta la llamada– vamos dentro, a solucionar esa sed, quien sabe cuanto tiempo duraste en llegar de tu territorio hasta la reserva...

Tanto Billy como Amore, entran a la casa, mientras que por otro lado.

°_°_°_°_

~Paul~

Me siento muy ansioso este día, hace unos meses, Jacob ha empezado mejorar. Por mi parte he empezado a tener sueños con aquella loba, cuando pasa eso mi lobo se descontrola se siente ansioso, nervioso y protector.

La he estado buscando entre las guardias que Sam da, pero no la encuentro. Y días como hoy me encuentro desayunando con la manada en la casa de Sam.

—¿Creen que los chupasangres volverán a irse?–pregunta Embry.

—No lo sabemos, es cuestión de tiempo. Aunque lo más probable es que si –contesto.

—Emily esta muy rica hoy tu comida, bueno... Siempre lo está –dice babeando Seth.

Ocasionando que ella ría. Mas luego Sam se tense imperceptiblemente. Se come lo Último del plato, más luego se limpia. Besa a su impronta.

—Bueno, espero se comporten hoy. Al parecer tendremos una reunión. Avisen a Jacob –dice Sam, mas luego se retira.

—¿De que tratará?–pregunta Seth curioso.

—Quizás de nuevas leyes, que se yo –contesta hambriento Jared.

—Sólo se que hoy será un día diferente, lo percibo –digo mientras me termino de comer.

—No se preocupen chicos, quizás sea algo bueno para toda la manada, quién sabe –comenta Emily, aun intrigada por el actuar de Sam.

_°_°_°_°

—Bien, como verán esta es una situación muy delicada, saben que la manada estará en crisis. En caso de que la rechace, por lo que lo más conveniente es hablar con el Alfa actual –dice el viejo Quil Ateara.

Aquel hombre de cabellos blanco, mayor y frágil, mientras observaba con una mirada cálida y preocupada a Amore.

«Lo podré soportar... O bueno intentaré que lo sea, si es el caso...»piensa suspirando.

—Espero que no sea el caso, por mucho hemos estado esperándote, y por un joven inmaduro, no podemos entrar en crisis, la manada y equilibrio de la naturaleza pende de ambos. Sabes perfectamente que puedes morir Amore, no es una elección ni opción que tu mate lo haga. –contesta con dureza Sue.

El tema era delicado, si bien Billy Black lo notaba. Sólo era cuestión de tiempo de que Sam llegara y analizara mejor la situación.

—Permiso, y perdón por la tardanza –pidió un joven morocho, más especifico Sam, con su porte serio.

—Buena hora la que llegas –suspira agobiado Quil.

Sam hace una mueca al poder llegar recién. A pesar que había venido con la mejor velocidad.

—¿Que necesitan?–pregunta con respeto.

—Haz sido llamado por un tema muy delicado a tratar hoy...–empezó a decir Quil Ateara.

Por lo que justo en ese momento, Amore sin querer estornudó, haciendo que Sam tomara conciencia de su presencia. Se sorprendió al verla con la mirada firme, con aquella parsimonia de colores diferentes de ojos. Y allí recta, mientras bajaba levemente sus orejas.

«Lo siento... Puede seguir»pensó Amore.

Ocasionando que Sam se tense por completo, mirando a los ancianos del consejo espectante. Si ellos pudieron dar con ella, tan fácil, podía imaginarse que el tema ya era más serio que de lo que ya parecía.

—Salud... –murmuró Billy con una sonrisa compasiva.

—Primeramente debo decirte que la leyenda de la Loba salvaje es real, y ella es la prueba irrefutable de ello. –empieza a decir Sue.

Sam solo se dispone a escuchar y analizar lo dicho.

«Me llamo Amore, soy la guardiana del equilibrio natural y del bosque. También hija sucesora de la Madre luna, y con todo el debido respeto. De Alfa a otro Alfa, pido permiso para conocer a mi mate»piensa la loba.

Todos miran a Sam quien la mira intrigado, pero poco a poco va comprendiendo. No era solo una leyenda. Era mas que real, aunque esto explicaría algunos sucesos. Y mas comprendiendo los pensamientos inconscientes de Paul hacia ella.

—Comprendo, entonces... Les puedo informar que algunos miembros de mi manada son de carácter fuerte. –contesta Sam.

«Carácter fuerte, entendido. »piensa Amore.

—Por lo que hoy en la tarde haremos una reunión en el centro de la reserva, trae a la manada, y a sus improntas. El evento que sucederá será de mucha importancia. Espero que sean respetuosos con la invitada de honor, Sam –dice Quil.

Sam asiente, aun mas agobiado de que ya estaba.

—Bien, los informaré de ello. ¿Algo mas?–pregunta.

—Recuerda, uno de tus miembros deberá tomar una decisión muy seria. Aceptar a su impronta, o condenarnos a una muerte segura. Espero que sepas dejar en claro a tus muchachos que deben ser claros y serios en este asunto –comenta Quil, muy precavido.

—Lo sé, también se los haré llegar –contesta Sam. –Si no hay más nada que decir, nos vemos en la tarde –se retira Sam.

«¿Crees que podrías quedarte hasta ese momento conmigo, Sue?»pregunta algo ansiosa.

Ocasionando que Billy Black ría.

—Al parecer nuestra invitada está muy ansiosa por conocer a su alma gemela, tranquila. Si eres positiva, se harán milagros buenos, esta tarde –comenta Billy.

Mientras le acaricia la cabeza y orejas, ocasionando que aquel acto se relajara un poco.

«Tomaré en cuenta ese consejo»contesta.

Todos en esa cabaña sabían que en la tarde se tomaría una gran decisión, muy esperada por tantos años, tan solo pedían que el joven afortunado no metiera la pata.

 

Amore_>Parte 7: "La reunión y la reacción de Paul Lahote imprimado"

—¿De qué va a tratar la reunión de la tarde, Sam?–pregunta Jared.

Sam había llegado hace unas horas, después de meditar bien como decirles, esto era serio.

—Déjalo respirar Jared... Parece agobiado –comenta Embry.

—Mas bien, yo creo que.. –empezó a decir Paul, pero la mirada que le dirigió el Alfa lo hizo callar.

—Les he reunido un momento antes para dejar en claro ciertos puntos importantes para la reunión de esta tarde –empieza a decir Sam.

Emily lo observaba con curiosidad, podía sentir y saber, la ansiedad de su novio, por lo que se dedica a abrazarlo. Sam se lo agradece besándole la cabeza, en un gesto dulce y suave.

—¿Qué pasa Sam?–pregunta Jacob con curiosidad.

—Los del consejo me han llamado, y... Esta reunión es importante por el tema serio que representa lo que debemos solucionar. Deberán ser partícipes todos los miembros de la manada, ser serios y por sobre todo pensar antes de actuar de manera ruda. La manada pende de un hilo, una invitada especial ha llegado, nos ofrecerá un tratado. Y en lo más posible lo necesitamos, por lo que no hay opción para negarnos a lo que pidan –cuenta Sam.

Ocasionando que todos los chicos lo miren serios.

—Eh... Sam... No entiendo, ¿que estas pidiendo?–pregunta Seth algo perdido.

—Les estoy pidiendo que colaboren, reaccionen maduramente, porque de ser lo contrario, por su incomprensión traerán peligro a la manada. ¿Ha quedado claro? –pregunta Sam, con la voz alfa

Ocasionando que todos estuviesen tensos y no pudiesen negarse. Era una orden de su alfa.

—Si, Sam –contestaron.

Aunque por alguna razón, Paul sentía que todas esas alertas eran dirigidas a su personas, ya que en todo momento la mirada de Sam estuvo en él.

—¿Hey, porque siento que la advertencia va para mí?–pregunta irritado Paul.

—Porque debes concentrarte, aparta todo lo que podría confundirte, esta tarde es importante –dice Sam, mas luego toma un poco de la cerveza en manos.

Esa tarde si que sería una importante, y esperaba realmente que todo saliera bien.

Todo el tumulto, ansiedad y nerviosismo empezó a florecer en todos, preguntándose que era lo que ocurriría, ¿porque Sam había dado aquella advertencia?

°_°_° Tres horas después.

La familia y Tribu Quileute, junto al consejo estaban reunidos en el centro. Sue y Amore aun estaban dentro de la cabaña, aun era muy temprano, pero una ve que tocaron en el reloj de cuerda las 16:00 en punto, la emoción empezó a envolver a Amore, por lo que suspiró constantemente para calmarse. Sue le acariciaba la cabeza, sabía el nerviosismo que conllevaba saber que tu mate te aceptara.

—Tranquila, ya estarán por llegar –dice Sue.

Poco después se empezaron a escuchar risas, y bromas de los chicos, inquietando a la loba.
Quien poco a poco se iba acercando a la puerta.

Billy Black en compañía con el viejo Quil, estaban observando llegar a los chicos. Una vez que solo faltaba Paul quien venía corriendo agitado, y luego recibir una bulla de bromas.

—Lo siento, es que me atrasé, ya saben, estaba...–empieza a contar.

Aquella tarde una joven de la reserva, una de las tantas conquistas se había acercado, y por muy buena que fuera en la cama se sentía ansioso. Casi olvidándose de la reunión.

Amore empezó a arañar la puerta, Sue sonrío divertida, y la abrió.

—Hoy estamos aquí reunidos para ser testigos de que ninguna leyenda por más antigua o increíble que fuese, se puede ver con paciencia –empieza a decir el viejo Quil.

Todos lo miraban con curiosidad.

—Si bien, se recuerdan de la leyenda de La loba Salvaje, hoy seremos testigos de que su misión sea cumplida, uno de los integrantes de la manada será el impronta de nuestra invitada especial, por lo que les pedimos respeto y comprensión –dice Billy Black.

Todos los chicos empezaron a murmurar cosas, mientras ninguno se percatan de la presencia de la loba tras Sue, quien podía sentir la emoción. Jared fue el primero en quedar maravillado ante el animal, que si no fuera por Kim, se hubiese quedado helado.

—¿Qué ocurre mi amor?–pregunta Kim, extrañada.

—Oye Paul déjate de pensar en otras cosas y concéntrate –dice uno de los cachorros nuevos Brady.

—Ya, cachorro Tks... –se queja Paul.

Pero luego empieza a sentirse muy inquieto, un aroma empieza a percibir, aquel mismo, canela y bosque húmedo, pinos. Logrando que su lobo empiece a buscar de donde proviene.

Empuja a Jacob sin querer.

—Oye Paul, solo debías pedir –gruñe extrañado.

—¿Hueles eso..? –pregunta ansioso Paul.

—¿Qué?–pregunta Jacob.

Paul iba a responder pero una vez que la loba salió de atrás de Sue, todas las terminaciones de su cuerpo se congelaron. Se había quedado en shock, la loba pelirroja, pudo mirarlo a los ojos y sintió como todo lo que le mantenía viva se conectaba a él, y el cálido sentir de su corazón latiendo fuerte la inundó, ocasionando que jadee.

Jacob se había percatado del tenso ambiente, mira a Paul en un estado de trance, apenas mira hacia donde esta puesto su mirada y se asombra al ver a Amore, quien parece estar en otro mundo. Poco después Paul cae de rodillas al suelo.

—¿Idiota que te sucede?–pregunta Leah extrañada.

—¿Hermano? ¿Paul?–pregunta Seth en el mismo estado que su hermana.

Para Paul, una vez que pudo conectar mirada con Amore sentía que todo lo que le mantenía cuerdo, el amor que pudo haber sentido no se comparaba con lo que empezaba a sentir hacia la belleza frente a sus ojos. Deseando hacer feliz a aquellos ojos con heterocromia, sentir la felicidad de ella, siendo su amigo, su mejor amigo, su protector, su hermano, su... Pareja. Todos los hilos que lo ataban con la manada se habían soltado para luego sentir como esos mismos hilos lo unían a la loba.

El lobo de Paul estaba feliz, extasiado, ansioso por la loba, la hermosa loba que había ante sus ojos. Pero la consciencia humana no sabía bien como comprenderlo, su impronta era una loba salvaje.

«¿Como puede ser posible?»pensó.
«¿Será una equivocación?»se preguntó.

«No lo es... así lo ha querido la Madre Luna»respondió a Paul, amore.

Ocasionando que Paul se estremeciera y gruñera de tal placer de escucharla.

Embry se burla al ver aquello y dice una broma —Ahora no puedes negar que en verdad elegiste la nás salvaje hermano.

Paul no se lo podía creer, ella al verlo se acerca con firmeza y sin dudar se presenta.

«Soy Amore, tu impronta, un gusto ¿como te llamas?»pregunta.

Paul abre la boca al poder entenderla y sin poder evitar mira a Sam.

—Estás en lo correcto, te habla a ti, solo la conexión con su impronta, alfa de la manada o del consejo le puede entender, ella solo piensa, pero parece que en realidad te esta hablando –explica ante la cara de bobo de Paul.

—No puede ser viejo... Te has imprimado de una loba salvaje –exclama asombrado Embry entre broma– te dije que lo tuyo era obsesión zoofilica –bromea.

Ocasionando que Leah le de un codazo por interrumpir un momento serio.

—Ouch, bruja –espeta Embry adolorido.

Paul no podía salir de su sorpresa, la había escuchado tan claramente en su mente. Que aquello había sido una caricia cálida para su corazón.

—Yo... Yo... ¡No bromeen conmigo por favor! Esto acaso les es gracioso –gruñe confundido Paul.

Ocasionando que Amore sintiera un leve dolor, al notar incredulidad ante haberse imprimado. Pero Jacob al ver aquello no pudo evitar salir a su encuentro, en el poco tiempo que había estado con ella se sentía cercano, pero justo cuando dio pasos hacia la loba ella retrocedió, se tensó.

Jacob se sintió dolido y culpable.
Paul no pudo pasar por alto aquello, y se tensó. Olvidándose todo lío confuso por su parte.

«Aléjate... n-no me lastimes»pensó con miedo Amore.

Por algún motivo había vuelto a sentir todo lo que había pasado con Jacob en estado lobo. Recorriendo le un miedo.

—¿Que le haz hecho?–pregunta tenso y serio Paul.

Ocasionando que Jake se tense y empiece a alejar de él.

—Yo... Perdóname Amore, no, no fue mi intención lastimarte, lo sabes –pide Jacob ayuda.

Pero Amore solo bajaba sus orejas sumisa y con el miedo haciéndose notar. Mas por el cambio de humor que percibió en su mate.

—¡La haz Lastimado! ¡A mi impronta! ¡MÍA! –gruñe enojado Paul al sentir su lobo enojado por tales palabras.

Convirtiendose en lobo, como también Jacob como defensa, Sam iba a intervenir pero Billy lo negó.

Paul había emprendido una pelea territorial con Jake, quien intentaba hacerle ver que no estuvo en sus manos, que había sido sin querer.
Pero Paul se había sentido impotente ante la sensación y olor a miedo de su impronta tanto que le había dolido no haber estado para protegerla.

Amore al ver aquello ya sabía cual había sido su decisión, inconscientemente lo había dejado en claro y sin más firme, y decidida decidió actuar.

Cuando Paul iba a volver a atacar a Jake quien ya llevaba varias mordidas en su forma lobuna, Amore se puso frente y le gruño.

«Tranquilo, estoy bien, cariño»pensó con firmeza y tranquilidad.

Pero Paul se había tirado como para embestir contra el suelo a Jake, pero se llevó por delante a su impronta, dejándola bajo sus patas, Amore se sentía por primera vez pequeña ante tal lobo.

Nunca le había intimidado el tamaño de los licántropos, pero al estar bajo él, con la espalda contra el suelo y sus patas en su abdomen peludo, se sentía tanto como en casa como intimidada.

Paul al tenerla tan cerca, no pudo desobedecer a su instinto lobuna, y empezó a frotar su hocico contra el cuello de Amore, olfateándola y dándole cariño. Al hacer aquella acción la loba lo miraba con dulzura, amor y con el corazón desbocado sólo por tenerlo cerca.

«No sabes cuanto te he esperado»piensa Amore, lamiéndole la mejilla peluda.

Ocasionando que varias mujeres por parte de la tribu de enternecieran por la acción. Era tan tierna y pura la escena.

«No te dejaré, me vale una mierda lo que piensen»piensa perdido en la mirada de la loba.

Ocasionando que su círculo de amor, por un momento se olvidaran de todos, cuando Amore le lamió el hocico con el amor más puro, mientras posaba su pata en el costado del rostro lobuno de Paul.

«Gracias por amarme, yo te he amado desde el primer instante en que te vi»piensa Amore.

Ocasionando que Paul se sienta sonrojado, gruñe en el cuello de la loba, sintiendo como aquellas palabras lo llenaban. Lo sumergía en un mundo de felicidad, que por mucho que se burlasen no se alejaría de ella.

Con tal solo percibir que uno de la manada la había lastimado, no había podido aguantar su impotencia al ver indefensa ante otro macho, y eso lo molesto. Nunca mas dejaría que algún animales o hermano la lastimara.

°_°_°

Paul había después de todo, y tanto tiempo había encontrado a su impronta, a pesar de todo lo que su consciencia humana racional le dijera lo mal que podría estar. Pero no se sentía capaz de alejar de su impronta salvaje.

Amore había descubierto que el miedo de perderlo cuando aún no era suyo, era el más fuerte. Había jurado a la Madre Luna que cuidaría este tesoro como lo hacia con la manada.

Embry, Jared y los cachorros de la manada hacían de vez en cuando bromas al respecto a lo que había pasado. Pero Paul los gruñía, o Amore lo hacía, se sentía culpable de las burlas que traía consigo.

Pero lo que ahora sentía la preocupación mas fuerte, era...
¿Paul dejaría la manada para irse con ella?

 

Parte 8: "Conviviendo y conociéndonos, un nuevo rumbo"

1​

En la cabaña se encontraban almorzando luego de una larga mañana y madrugada de vigilancia, Amore se encontraba durmiendo cerca del sillón y Paul comía mientras la observaba dormir, maravillado aun por la belleza que portaba su impronta.

—Ya déjala dormir tranquila, hermano, que parece que te la quieres comer –comenta bromeando Embry.

Ocasionando que Paul se atore, lo golpee por interrumpirlo.

—Ya, ya, pero si era verdad, ¿no Jared? –comenta con una sonrisa Embry.

Jared sonríe negando.

—Ya Embry déjalo de molestar, que es mejor verlo calmado por tenerla, que no, así que déjame comer tranquilo –pide Jared, quien quería terminar de comer para ir junto a Kim.

Quil reía al igual que Seth, quien aún no se creía lo que había pasado. Todo parecía sacado de un cuento. Nadie se esperaba ver a Paul tranquilo y maravillado junto imprimado de una loba, una real, pero el destino trazaba líneas cada vez complejas, extrañas y solo era tiempo de acostumbrarse a la felicidad que esto los otorgara.

Cuando Amore despertaba, Paul se acercaba a ella para acariciar su suave pelaje, y se sentía muy orgulloso al ver que sus caricias la relajaban hasta el punto de querer dormir nuevamente. Lo que no sabía bien como arreglar era la calentura que sentía a veces al tenerla tan cerca, sabía que siendo humano eso no podía solucionarlo mas que con su impronta, pero la única manera sería convirtiéndose a lobo, y temía demasiado el lastimarla si lo hacía. Por lo que todos sabían de la dura abstinencia que Paul empezaba a soportar. Más aun sabiendo su fama de actividad sexual, que antes tenía.

°_°_°_

2​

Dos lobos iban corriendo por el bosque, una mas pequeña que el otro, divertida y concentrada iba tras un venado, los árboles pasaban rozando sus pelajes y el venado corría rápido a esconderse de los lobos. Amore de un rápido y audaz movimiento se había tirado encima acabando de un solo movimiento y una mordida en la yugular, con aquel venado.

El lobo gris oscuro la observaba maravillado, ella suelta con delicadeza el cuerpo y se relame el hocico con hambre. Mas luego levanta los ojos para mirarlo.

«No te cansaste, ¿verdad?»pregunta la loba.

Ocasionando que el lobo grande bufe y niegue. «Soy resistente, nena, además nunca me cansaría de verte en acción»piensa pícaro, Paul.

Ocasionando que Amore baje sus orejas demostrando su vergüenza. Paul se siente completo al ver aquello por lo que se acerca y le acaricia con su hocico, el rostro rozando las orejas. «Te amo, mi bella loba»piensa.

Amore se sentía tan llena a pesar que estaba hambrienta, le correspondió el gesto con una lamida en su hocico. «Eres mi fuerza, Paul, te amo»piensa.

Ambos estaban perdidos entre sus pensamientos, sus corazones podían escucharse latir al unísono. Pero el estomago y hambre rompió el momento ocasionando que asemeje un sonido a una risa, Amore con falso enojo le muerde una oreja, ocasionando que Paul gruñe y la miré, extrañado con las orejas gachas.

«¿Y eso?»pregunta.
«Por burlarte de tu...hmm.. Mate»piensa para luego empezar a comerse al venado.

Paul sabía a que se debía aquella duda, aun no la había marcado como suya, aunque estaban unidos por los lazos. Se sentía nervioso por hacerlo, pero no sabía como sería, si a que costo lo haría.

De tan sumido entre sus pensamientos estaba, que cuando volvió a mirar con detenimiento a su mate, esta ya no estaba por ningún lado y el venado ya estaba a medio comer. Un pánico le empezó a recorrer el cuerpo al no verla cerca, empezó a inquietarse, y de pronto algo se tiró encima suyo. Ocasionando que se tense. Pero al percatarse que es el aroma de su mate, y su cuerpo se relaja al verla visible.

«Aprende a no pensar tan recto, hombre. Si de verdad te preocupa tu manada, no creo que ellos peligren. Pero si temes a una formalidad, a vivir un nuevo estilo de vida, y ser parte de tu naturaleza misma conmigo, entenderé si me dejas»piensa Amore, viéndolo triste pero fuerte.

Paul se sintió culpable por aquel sentimiento que lo inundó, le lamió el hocico, pidiendo perdón, pero luego solo vio como las orejas de la loba se bajaban.

«Lo lamento mi amor, esa no era mi intención...»suplica triste.

Amore lo miró y le lame su hocico. «Claro... No fuiste tú el que pensó eso, eres muy joven, es una decisión muy difícil para ti... Lo comprendo»contestó bajándose de él.

Paul al ver el amago de su lejanía, algo en el sintió miedo. Se tira encima de su loba, y acaricia con su hocico el suyo.

«No te alejes por favor Amore, soy un idiota. Yo de verdad te amo, no te dejaría por nada del mundo, aunque me sea difícil entender esta unión»piensa suplicando.

Amore suspira y se deja mimar por aquellas caricias, ella sabía que el ser humano sería su primer tropiezo y del cual causaría, pánico y desconfianza, a lo nuevo, pero no sabía que dolería mucho. Ya soló le quedaban dos días para volver con su manada,—así había acordado con su beta— y volvería con o sin él.

«Paul... Yo te necesito a ti como lobo, no soy humana, no soy lo que tu humano quiere, pero por favor, no lastimes mi inocencia al amor si no te sientes seguro con nuestro amor. Si la decisión de dejar la humanidad de lado, te cuesta demasiado, lo mejor es que ambos tomemos un tiempo, para que lo pienses. En dos días vuelvo con mi manada, si tu decisión es quedarte con la manada siendo humano la aceptaré, pero soy la alfa en mi manada y necesito a un lobo a mi lado, soy débil sin ti, pero si tu sueño y tu fuerza esta aquí, no te preocupes por mi, yo lo entenderé y te dejaré de molestar»explica Amore con un dolor punzante en el corazón.

Paul al escuchar aquello siente que su mundo se paraliza, debía elegir a ella para ser lobo e irse como uno salvaje, o quedarse y morir sin ella en lo que era su hogar, en lo que toda su vida conoció y fue enseñado a vivir así. Sentía dolor y dificultad para decidir rápido ante tales opciones y no supo reaccionar en tiempo, por lo que cuando quiso dar respuesta Amore ya no estaba con él. Ocasionando que la culpa lo doblegue en dolor, aullando. El primero en aparecer fue Jacob quien al ver lo que había hecho, lo gruñó.

«¡Tenías que ser idiota!»gruñe, yendo en busca de la loba.

Paul se sentía débil ante la lejanía de su impronta, Sam al llegar se sorprendió, creyó que hubo una pelea con un vampiro, buscó algún daño pero no lo encontró. Mas en su memoria encontró el daño.

«Paul te dije que debías ser maduro. Es tu impronta, sin ella morirás. Búscala y arréglalo»ordenó Sam.

Paul con dolor se movió, pero al intentar moverse otro paso más, sintió un dolor agudo en su corazón como si fuera que alguien lo estuviese atacando espiritualmente, o más bien un camión se estrellara con su cuerpo. Poco después el aullido de Jacob los alertó, un oso había atacado desprevenida a Amore dañandola de gravedad.

Todos se pusieron tensos al ver y percibir por oídos sus desgarres de dolor del lobo gris oscuro, inquieto intentó llegar a ella pero no podía mantenerse en pie, sintiendo como cada parte de su cuerpo se desvanecía con el viento.

«Llévenlo a casa, yo iré a ver a jake, llamen al Dr. Cullen»ordena Sam desapareciendo hacia donde estaba Jacob.



°_°_°_°

Horas después.

Amore se encontraba sedada y con tubos en su hocico, dándole aire, el ataque del oso no había sido por menor, le había logrado fracturar una costilla, una de las patas delante, y su corazón por el zarpazo que había recibido casi se había detenido,ya que el golpe contra la roca había sido fuerte.
Y la loba no había visto la debilidad de ella en su momento. Ante el dolor de su corazón ante la duda de Paul la había lastimado, y no había visto ninguna alerta de peligro. Ocasionando que dos osos la lastimaran de gravedad—quienes al parecer estaban en una lucha territorial—, con suerte y gracias a la ayuda de Carlisle Cullen pudieron ayudarla, pero su recuperación iba a ser lenta, por ser lobo, y no contar con la regeneración de un licántropo.

—En una semana y media debería estar volviendo a tener consciencia, sin dolor, por el momento les pediré que no la hagan moverse. Es importante que sane por completo, llamen por cualquier imprevisto –dijo Carlisle, saliendo de la cabaña.

Paul no se sentía del todo bien, le dolía ver así de dañada a su impronta, y más cuando él era el culpable del descuido ante el peligro. Leah había sido una leal amiga de la loba, igual que Sue, pero al verla así no pudo evitar golpear a Paul.

—Eres un imbécil, no puedes pensar una vez en lo importante. ¿No se supone que la impronta es lo que primero para un lobo? Deberías haberla cuidado –gruñe Leah.

—Leah, basta, de nada sirve decírselo, Amore se recuperará. El tiempo que demore lo hará pensar en lo que hizo, tampoco es una decisión fácil de tomar –dice Sam serio.

Leah lo mira seria, aun mas enojada sin más se marcha.

Paul ni siquiera sabía que había ocurrido, pero Jake había dicho que la encontró en medio de un encuentro no muy amistoso de dos osos pardos, contándole que Amore no los había visto y se llevó su enojo completo de relleno.

°_°_°_°

Los días fueron pasando, en las noches se sentía el frío y quejidos de Amore.

~Paul~

No sé como sentirme, mi mundo a cambiado todo el sentido de como poder vivirlo desde que ella ha llegado ha mi vida. Nunca creí que el destino me daría a una loba pura y salvaje como impronta, ni siquiera que toda mi vida como ser humano debiera de dejarlo para cumplir con mi deber, y más aun seguir al amor de mi vida, al único que me han encomendado. Estoy fastidiado por tener que elegir, pero es cierto, ahora mi impronta debería ser primero ante todo, pero...¿dejar de ser humano para convertirme en un lobo natural, salvaje?
Desde pequeño me enseñaron las costumbres, enseñanzas, ser como un humano, cazar como un humano, apenas al llegar a la adolescencia recién conocí mi lado lobuno, cazar y defender a la manada de los chupasangres. No creo que cazar peces como humano sea más fácil como lobo. No sé nada sobre la sobrevivencia basica para ser lobo. Y ...¿y si lo arruino? ¿y si no soy lo suficientemente fuerte para liderar y protegerla a ella y su manada?

Al ver pasar los días, verla indefensa y muy herida, sentía que la impotencia me carcomía el alma, el cuerpo y el corazón. Mi lobo sabía cual era la verdad en cuestión, cual debía ser la respuesta. Pero...¿de verdad estaba preparado para dejar de ser humano y ser como ella?
Era bien visto que por la diferencia de costumbre y vivencia me sacaba puntos de ventajas y desventajas esta situación. Pero tampoco era una opción morir sin ella. No la podía dejar, no quería ni podía, ella era, es mía, y si yo no la cuido, nadie lo hará.

°_°_°_

Esa mañana Paul ya no lo aguantó mas se acercó a ella, sumiso y preocupado. Se sentó a su lado acariciándole suavemente su cabeza, notando que con el tiempo que pasaba a su lado sus herizas se iban sanando un poco mas, se respiración era mas tranquila que forzada, Amore empezó a sentir que el dolor disminuía y sus heridas se iban sanando. Emily lo iba observando escondida tras la pared de la cocina, sin que la notaran, ella sabía que tarde o temprano se daría cuenta que solo él podría ayudarla a sanar. El amor hacia la impronta y el lobo, era sin duda un gran misterio aun por conocer.

°_°_°_°

El tiempo fue pasando, y amore casi ni sentía dolor, pero solo sabía que ya era tiempo de regresar, por lo que luego de esperar por 4 meses su mejoría casi completa, optó por marcharse. Había dejado mucho tiempo a su beta con su manada. Aunque cuando se empezó a despedir de la manada de la reserva no contaba con que Paul se presentara junto a ella y lo viese de una manera tan profunda, que la hiciese sentirse consumida en amor e intriga.

«¿Que haces aquí Paul?»piensa Amore.

—Vengo a...






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Hola! Gracias primeramente por estar leyendo esta historia, y también por sus comentarios que me alegran siempre.
Ya estamos a un Cap y un epílogo de terminar esta linda historia.
Espero que les haya gustado este Cap. ¡Saludos!

 

¬Parte 9:



"Una decisión final y una situación inesperada"
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2


Amore se encontraba observando extrañada a Paul quién sin dudar estaba frente a ella, mientras la manada los veía. Anteriormente ella se había estado despidiendo de ellos, prometiendo que cuando pudiese volvería para visitarlos.

«¿Qué haces aquí, Paul?»piensa Amore.

—Vengo a hacer las cosas bien —sentenció firme, acercándose a ella.

«¿A qué te refieres con eso?»preguntó Amore.

—Me refiero a que no haré la más grande estupidez al dejarte ir, te pido perdón por mis comportamientos pasados, por hacerte sentir menospreciada, aunque para mí, eres la estrella más brillante de entre todas. No podría vivir sin ti, ya que sin ti me muero, me muero de tristeza por ser quién te diese tristezas, pero prometo que no lo volveré a hacer ...—dice con seguridad y amor reflejado en sus ojos.

Amore se cayó sentada de cola, ante tales palabras, su corazón latía a mil. No podía creer que todo lo que estaba escuchando.

«Entonces... ¿Cuál es tu decisión?»pregunta casi conteniendo la respiración.

Paul se coloca en cuchillas, pero un poco lejos de ella, más luego mira de reojo a Sam.

—Hace una semana atrás la situación que viví al sentir que podía perderte fue lo mas doloroso en mi ser. Sentir que por mi culpa quedaste con heridas graves me hizo sentir el hombre más estúpido, y... Bueno todos me lo dejaron en claro—empezó a decir entre unas risas al fondo.

Amore traga saliva, mientras temblaba levemente de ansiedad.

—Lo que te quiero decir, esa semana hizo darme cuenta que sin ti me muero, por verte sana y protegida a mi lado, por verte feliz y cómoda, y si tu felicidad sólo lo lograré en su máximo esplendor yendo y formando parte de tu manada, me iré a protegerte con todo mi ser, corazón y lobo, porque te amo más que nada en este mundo. Aquí ya no hay nada que me sostenga, yo vivo, respiro y siento amor sólo por ti —terminó diciendo, más luego ser un lobo.

Sam y toda la reserva se sentían muy orgullosos de Paul, de su madurez y crecimiento que fueron capaces de ver. Algunos le daba nostalgia perder su compañía constante a otro le agradaba la idea de no lidiar mas con su mal temperamento. Pero también sabían que un gran lobo iría y se convertiría en leyenda como el futuro protector.

Amore se sentía tan emocionada que su cola se movía, más no pudo evitar tirarse encima suyo de la felicidad que la colmaba, sintiendo como todo de ella se complementaba al sentirlo, y saber su devoción, y decisión a todo este tema. Paul le lamía feliz de verla así, entendiendo que había hecho bien, y que se venía una gran aventura por delante.

Ambos miraron a toda la gente, y más Amore, agradeció con una mirada llena de lágrimas, mas con un leve aullido que hizo estremecer por completo a Paul al escucharla, se despidieron. Paul se dirigió con su impronta para empezar a vivir su nuevo rumbo, su vida junto al amor de su vida, aunque más que nada, muchas cosas sabía que aprendería. Sólo esperaba poder visitar de vez en cuando a la manada.



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Cuando ambos llegaron a la manada de Amore, todos los lobos jadearon y gruñeron protegiendo a sus lobas, crías. Mientras Paul no caía en lo que sus ojos observaban, eran mucho más que la manada en la reserva, era como un total de 25 o más lobos, con lobeznos que se ocultaban tras su madres, supuso Paul.

«Calmaos manada mía, les tengo una noticia muy buena»se comunicó la loba pelirroja.

Quién, enseguida empezaron a observar, buscando una explicación. Un lobo gris plateado se acercó, mas luego hizo una semi-reverencia.

«Amigo mio, Lov, me alegra ver que la manada haya sido buen cuidada por ti, gracias por el favor»agradeció Amore.

Paul al saber que estaba frente a una manada salvaje, se intimidó un poco, pero se sentía en parte cómo en casa, aunque no lo demostró. Pero Amore si lo notó y enseguida lo llamó.

«Él es Paul, mi pareja, ha venido para protegernos y ser parte de nosotros, ¿creen que podrán acogerlo cómo lo hicimos con quiénes ofrecieron su ayuda?»piensa Amore, con una cálida mirada, pero con una firmeza digna de admirar.

Algunos lobeznos al ver que no había peligro corrieron en dirección a Amore, pero primero chocaron con las patas de Paul, causando una sensación extraña en el pecho, mientras veía como su loba los mimaba y jugaba con ellos. Su lobo quería sentir eso por parte de ella pero hacia los suyos, sus crías, sus hijos. Tragó saliva al sentirse excitado ante aquel pensamiento, se sentó y aprovechó que tenía a su loba frente para tapar su calentura latente. «Dios, dame fuerzas»pensó Paul.

Amore lo escuchó y soltó un bufido parecido a una risa. Se divertía con la situación, tampoco debía ser adivina cuando su lobo empezaba a entrar en celo. Ella también sentía el calor, pero estaba acostumbrada a autocontrolarse.

La manada un poco terca como la loba, aún con desconfianza lo aceptaron. Otorgando que todos se empezaran a sentir tranquilos, su alfa volvió a casa y que mas era de esperarse que lo festejaran con un hermoso aullido a la luz de la madre luna, quién parecía más brillante ante aquellos aullidos.

Amore se sentía muy completa, Paul se había apegado a ella, mientras acariciaba y jugaba despacio con un cachorro, quién no dejaba de querer morder la cola del lobo gris oscuro.

«Gracias por todo lo que haz hecho, por ser tal como eres, por aceptarme tal cual soy»pensó Amore, mientras le lamía el hocico cariñosa.

Paul se sentía feliz, el hombre y lobo más completo al recibir aquellas caricias por su loba, y se moría por probar más allá que sus leves caricias, a pesar que ni siquiera sabía que iba a ser un buen lobo para la manada, ya que ni siquiera sabía cazar, aunque de algo debía valer las matanzas de los vampiros, pensaba Paul.

Aquella noche Paul había sido testigo de lo importante que era cuidar de la manada, y de lo cansado que resultaba, debían caminar y vigilar todo el terreno de la manada, para ver si algún lobo, o cría no se había perdido. O algún animal o lobo de otra manada necesitara ayuda.

Amore prácticamente de tanto hablar, explicarle las zonas de peligro, y lo que iba a ser el día de mañana se había quedado dormida, recostada en una de las patas de Paul, y apegada a él, recibiendo su protección. Paul se sentía enternecido, sabía que podía pero solo con tenerla a su lado, y sentía que no se había equivocado al venir y empezar a hacer su vida con ella.



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Día 1:

Amore iba corriendo rápidamente hacia una colina de nieve, había visto algo raro en la mañana, y bueno también había dejado a Paul con su primera misión como lobo alfa, cuidar a las crías mientras que ella estaba arreglando imprevistos o visitas imprevistas. Ella al llegar al lugar se sorprendió al ver aquello y no pudo evitar jadear de la sorpresa..

Pero por otro lado, con Paul las cosas no iban tan bien como le aseguró a su loba que iba a ser, era aún más complicado enseñar a los lobeznos a quedarse por el territorio de la manada, a pesar que tenía ayuda de las madres, al ser aún primerizas se les escapaba algunas de sus crías. Pero de Amore parecía tan fácil y tan tranquilos con ella, ¿porqué no podía ser también con él?

Luego de unas horas, casi al atardecer, pudo calmar a los demonios, o quizás cachorros inquietos, pero lo primero había pensado Paul al ver que su primer día ayudando a Amore y ya quedaba molido, esto ni se acercaba a lo que pasaba con Sam, creo que incluso con la manada esto era más grande y lleno de lío.

Cuando llegó la noche, él ya se encontraba inquieto, no había aún visto llegar a su loba, por lo que no podía evitar caminar por todo el territorio esperándola. Aunque algunos lobos habían gruñido y dicho que se calmara. Al parecer también los agobiaba verlo así.

Con el tiempo, una sombra conocida para él venía llegando, enseguida se acercó pero se asombró al ver a una loba plateada y herida con su compañera, enseguida se acercó para ayudarlas.

Aquella loba nada más y nada menos había sido atacada por unos secuaces del grupo de los Vulturi, y sabía que esto no se quedaría así. Sentía que algo se acercaba o iba a pasar, y como bien había prometido, la protegería a ella junto a su manada completa.



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Día 2:

La loba poco a poco volvía a ser una sana, pero para Amore se empezó a volver fastidiosa, ya que repentinamente sólo quería acercarse a su lobo, y eso que para ser la alfa y haberla acogido, ya empezaba a retractarse.

«Por favor, no te enojes, se veía indefensa, sólo la ayudé a ir por comida»suplicaba hacerla entender, Paul, que tan solo había visto un malentendido.

«Hmp... Una vez esa loba sane se irá, ya se de qué manada pudo haber sido, ya los contacte por medio de mensajes ardilleros»gruñe cansada, mirando al lado contrario que Paul le hablara.

«No me vengas con esto Amore, no vayas venir con celos, si sólo tengo ojos para ti, preciosa»gruñe empujándola levemente con su hocico, Paul.

«Si te vuelves a sentir acosado por esa loba, ella no tendrá remedio que acatar mi orden, y como rouge, marcharse»gruñe tratando de ignorarlo.

Paul no podía quedarse así, por lo que optó por empujarla, y dejarla bajo su lomo, teniéndola a su merced. Amore lo veía seria, celosa, pero no sería tan fácil sacarle la necesidad de que todos supiesen que era suyo. Pero sabía que él tenía miedo, y que más, un lobo de dos metros con tal sentido de calor, la podría hacer daño, pero ella sabía que no le haría nada. Además, también tenía algo de miedo para entregarse a la época de celo, nunca lo hizo, y menos mal que no, ya que los instintos salvajes se vuelven locos y nunca se sabe cuando terminarán.

Paul al verla reticente, le empezó a lamer el cuello, el mentón, su hocico, bajando sus lamidas hasta su panza, con aquellas tetillas no marcadas. Para aquel lobo gris oscuro era un manjar imaginarse que luego tendrían leche, para alimentar a sus cachorros.

Últimamente en eso era lo único que cruzaba por su mente, ¿y qué más esperaban?, si cuidaba a una partida de lobeznos toda la mañana y tarde. Al ver que de repente Amore se estremecía ante sus caricias, empezó a sentir, y junto cuando el ambiente de su alrededor empezaban a ignorar, más escucharon el aullido de la loba.

Pidiendo ayuda, a saber para que. Esta vez no fue Amore quién gruñó con molestia, sino que Paul, ya se sentía listo para tenerla. Y ahora debían parar por obligación de la loba pelirroja.

Aquella noche no hubo acción, y quizás, sólo quizás, el tiempo los estaba aguardando para una mejor noche.



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Día 3:

Hoy por hoy Paul estaba al fin libre de los lobeznos porque Amore los enseñaría a ser silenciosos en caso de simulacro, claramente por ser la Alfa los pequeños le tenían respeto, pero a Paul aún le faltaba ganarse aquello, por lo que aún le era difícil controlarlos.

Este día su loba había pedido que acompañara a los lobos machos a cazar peces, que se vendría un día muy pesado, y esa era nada más que la temporada de celo, de la otra mitad de lobos de la manada, si bien sólo algunas en la temporada anterior habían quedado preñadas, ya que tenían pareja, al parecer esta vez habían más, y no sólo iban a ser las únicas en entrar en celo, sino que Paul estaba realmente ansioso por saber como era su loba en esa época, porque según los pensamientos algo escasos de entender de los lobos salvajes, ella era muy reservada en aquel momento.

¿Sería acaso pronto el momento para descubrir aquella faceta?¿podrían acaso lograr terminar su cortejo sin que alguien los molestara?

Aquellas preguntas eran las más flotantes en la mente de Paul. Y con ello se autoanimaba a al menos ser capaz de agarrar un miserable pez que se le resbalaba del hocico.
¿Cómo podía ser tan difícil cazar siendo un lobo de dos metros? , pero siendo humano era muy bueno, pero había prometido a Amore que sería un buen lobo y traería comida para ella. Aunque algunos de sus compañeros lobunas lo miraran con burla. «Idiotas»pensó gruñendo Paul.

Aquel día al final del último momento Paul logró llevarle peces a Amore, aunque sólo hubiera alcanzado a agarrar un pez para ella, ya era un gran logro para él, estaba molido físicamente como emocionalmente.



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Día 4:

Al fin podía decirse que Paul se encaminaba a ser el próximo alfa, los lobeznos al fin pareciera que lo respetaban al menos un poco más, aunque a veces se escondieran de él, en la caza y pesca, también lo iba haciendo bien, de vez en cuando lograba cazar más peces pero se le volvían a escapar, pero las lamidas de recompensación por su esfuerzo valían más que mil peces burlones.

Sentía que el día que tanto Amore se sentía tensa, y preparaba, almacenando comida para la manada se estaba acercando, conforme al aroma fuerte que despertaba sus instintos a Paul. Logrando enloquecer a su autocontrol. Solo esperaba poder llegar cuerdo a ese momento.
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Dos semanas después.


La loba rojiza con blanco se encontraba descansando sobre la pata oscura del lobo gris, quién respiraba tranquilamente a su lado, gruñendo levemente cuando la olfateandola, se sentía mucho más pleno desde que empezaron los días en celo de Amore. Si bien el aroma que se impregnaba en el aire era demasiado exquisito que inclusive lobos nuevos quisieron acercarsele. Pero retomemos un pequeño retroceso en el tiempo.

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Dos semanas antes...



Día 5


Paul había vuelto a percibir amenazas en las noches y estaba muy seguro de qué se tratara, no muchos seres tenían ojos rojos y una velocidad rápida. Amore tampoco se sentía agusto con las visitas imprevistas de algunos vampiros.

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Día 6:


Aquel día se había tornado maravillosamente pacífico y por que todos estaban seguros de que el peligro había acabado, Amore no bajó la guardia, junto con Paul hacían vigilancia de Este a Oeste, sur y Norte del terreno de la manada, cuidaban a las crías y por sobre todo aún estaban al tanto de la loba, que la misma había sido muy descarada como para dejarse sentir su aroma a Paul, algo definitivamente tenía en sus garras aquella loba.

Se dice que los lobos se visten de corderos, pero para Amore sentía que era todo lo contrario esta loba se vestía de cordero porque le temía pero igual jugaba con fuego.

Tanto que un día al verla escabuirse de la manada, dejando a Paul con la manada, la siguió.

Al poco tiempo de seguirla y hacerse invisible, pudo ver que se transformaba a su forma natural que era nada mas que una vampiresa, quién enseguida fue acompañada por otro chupasangres. Amore se sintió traicionada, el cordero se había vestido de lobo para investigarla.

«Tengo que mantener mi instinto asesino frío, debo volver a la manada y contarle a Paul, debemos matar a esta traicionera»pensó Amore.

Pronto volvió con la manada, comentó a Paul lo que había visto, al principio este loco no le creyó, empezó a decir que los celos le haría mal a su salud.

«¿Pero qué dices? Acaso ves que tengo algún rasgo de celo en mi voz, joder Paul, por todos mis instintos, créeme que esa loba es sólo una carnada fácil, es un vampiro»gruñó Amore.

Algunos lobos al escuchar aquello se tensaron, sabían que habían criaturas mas fuertes que ellos, pero no se dejarían intimidar por ellos, y porque su familia era importante.

Ambos estaban discutiendo, hasta que Amore gruñó y se fue enojada por la reacción de Paul. De igual manera protegería a la manada con sin él.

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Día 7:


Paul se sentía como estúpido al ver a su impronta distanciada, ni siquiera se le acercaba, más bien se dedicaba las 24 horas del día a vigilancia y cuidar a la manada. Iba a ir a buscarla para pedirle pedir pero de repente en su camino se le cruzó la loba plateada.

«¿Qué quieres?»pensó Paul molesto, por su culpa su impronta ni si quiera le hablaba.

La loba se acercó con una mirada diferente a él, y de repente Paul se empezó a sentir mareado como si alguien quisiera manejarlo, pero junto cuando iba a caer a la oscuridad escuchó un gran gruñido venir a su ayuda.

Más sólo pudo ver a su impronta actuar de la manera más salvaje y pelear a mordidas, arañazos y golpes brutales con la loba plateada, que cuánto menos pudo moverse después de contraatacar con algunas mordidas al querer llegar al pescuezo de la loba pelirroja quien con agilidad le sorteaba mordidas, dio a relucir su verdadera forma, una vampira pálida y de ojos rojos los observaba con furia.

«¡No la mires!¡cierra tus ojos mi lobo!»ordena Amore.

Y sin poder mas resistir Paul cae a la tentación de seguir la orden de su impronta, quién al ver aquello uso toda su fuerza, la atacó, sacándola con dos mordidas la cabeza. Ocasionando que el cuerpo caiga sin movilidad a la nieve.

Amore se sentía muy cansada y herida, definitivamente debía practicar más para enfrentarse a vampiros locos. Cojeando fue hacia su mate/impronta y sin más le empezó a lamer para que despertara, entre sus orejas, mentón y rostro.
Ocasionando que poco a poco Paul volviera a tener consciencia.

Desde aquel día Paul se prometió no dudar más de su impronta por mas imposible que pudiese ser la situación de creerla.

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Una semana después...


Una ardilla había notificado que una vampiresa de cabellos cortos, cabello negro y ojos ámbar se había acercado a ella para pedir por Paul, ocasionando que Amore se tense y lo mirase extrañada.

«Te juro que ni mierda sé para qué una chupasangres me necesita»pensó Paul defendiéndose.

Pero lo que le preocupaba no era esa la situación, sabía que Alice no le haría nada a Paul, pero... ¿para qué lo requerían?

«Amore, me iré a ver porque han pedido por mí, pero necesito que vengas conmigo. No podré dejarte..

«Ni yo, pero no sé si sea bueno abandonar a mi manada, no sabemos cuando volverán a atacar los Vulturi»piensa Amore.

Paul gruñó con molestia, pero sabía que tenía razón, entonces la situación se remonta a en dejarla por unos días y volver tan rápido como terminara y supiera del porqué lo llamaban.

Muy a pesar de ambos se despidieron. Paul rápidamente al dirigirse al territorio de los Cullen se sintió extraño y su corazón latía doliendo por la lejanía de su loba, pero aun no era fuerte el dolor, al aún no haberla marcado. Al llegar Alice junto a Jake lo recibieron.

Edward poco tiempo después apareció y se sorprendió al verlo más maduro que la última vez. Pero Paul se asustó al ver a una pequeña niña pálida que al parecer podía escuchar sus latidos.

—Necesitamos tu ayuda, Paul –dijo Jake con cara totalmente seria.

Allí es cuando Paul supo que no volvería tan rápido como pensó junto a su amada. Edward le había sido de ayuda al pedir mediante el, ropa, aunque no sabía mucho se podría volver a acostumbrarse a ser... Humano.

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Tres días después...


Al poco tiempo de haber vuelto hacia el territorio de su reserva y la manada. Paul había descubierto que ya nada era fácil para él, siendo humano, todo lo que había aprendido como lobo parecía no poder evitarlos. Se sentía grandioso volver a comer la comida de Emily pero extrañaba a su loba.
La Familia Cullen y Jake había pedido ayuda de el también con la esperanza que Amore pudiese volver con él, para ayudarlos con el enfrentamiento que tendrían con los Vulturi. Justo cuando los mencionaron Paul fue reaccionando y uniendo cabos, podría ser que la vampira esa, quería información de él, para poder ver si estaban en el bando con los Cullen. Por eso los habían atacado, semanas atrás.

Edward al escuchar sus pensamientos se sorprendió, le explicó que su hija no era una niña inmortal como los Vulturi creían, mas que nada había nacido de entre la vida y muerte de Bella, por lo que era un vampiro mestizo, osea mitad humana mitad vampiro. Paul al principio se enojo con Jacob al estar apoyándolos, sabiendo que por su culpa lejos de ellos, habían atacado a su manada por uno de los Vulturi.

Jake al principio no supo como responder, pero no le quedó de otra que contarle que se había imprimado en Reneesme, ocasionando que suelte situación le diera un dolor de cabeza a Paul.

—Me mandaron a separarme de mi manada por un lío que los chupasangres iniciaron. Joder, ¿más sanguijuelas no podían ser no? –exclamó con malhumor.

Estar lejos de su impronta ocasionaba que su humor sea negro, pero sólo porque Jake era como un hermano y le debía a la manada por ello se quedó a apoyar. Una vez acabase esto, volvería con su impronta y todo sería normal.

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Dos días después...


La batalla su tiempo había llegado, Paul se encontraba serio y listo para desmembrar vampiros, terminar todo el lío este, e irse a sentir aquellas caricias que volvían loco su lobo.

Pero más que nada aquello no sucedió, Alice y Jasper habían llegado justo a tiempo, y consigo habían traído un testigo igual al caso de la impronta de Jacob. Informando a los Vulturi que no era un peligro, pero algo entre ellos tenían en contra de aquello, no estaban muy seguros de que no fue de una amenaza.
Paul se aseguraba de estar listo para atacar, mostrando sus dientes rabioso y ansioso. Alice había visto el futuro, engañando al monarca principal de los Vulturi, con que si iniciaba una batalla, él sería quién terminara acabado y en cenizas.

Al finalizar aquello, Paul al fin pudo sentirse aliviado. Todo había acabado. No habría guerra, y habían dicho que no la iniciarían. Por lo que con todo el cariño y respeto volvió a marcharse junto a su loba.

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Para su fortuna la época de celo en esa manada duraba como un mes, por lo que aún podría ver a su loba en aquella situación. Que sin duda cuando llegó y la vio durmiendo ,aprovechó aquella situación acercándose a ella, mas luego lamió aquel hocico blanco, llenando de su caricias amorosas.

Despertando a Amore. Quién al verlo sin dudar se abalanzó hacia el, empezando a dejarle lamidas y mimos de felicidad. Lo había extrañado mucho. Se sentía incompleta sin su lobo. Y más aún inquieta, pero una vez sus ojos se conectaron, el aroma que desprendía Amore volvió loco a Paul, gruñendole y jadeando, era un aroma delicioso para él.

Que sin duda aquella noche había acabado con su abstinencia. Se dejó llevar por su instinto animal, quién lo guiaba a recostar boca arriba a su impronta, quien aparentemente se sentía muy atraída a su lobo, y quien jadeó al sentir una suave mordida en su oreja. Amore sentía como el calor iba fusionándose con el frío de la cueva. Dejándose a merced completo de Paul, quién le dejaba lamidas, y la olfateaba, maravillado ante la belleza, suavidad y exquisitez de aroma que podía ser suyo. Por lo que no dudó, en lamer la dejando su aroma impregnado en ella, hasta ir dejando besos y lamidas suaves y lentas hasta llegar a su pancita blanca, dejando a relucir la parte íntima, hinchada, y manchada por la fragancia más pura del celo. Sin dudar fue hacia esa zona, para probarla, gruñó de placer al saber que su loca había temblado de placer ante aquel movimiento, más aun cuando sentía que su parte masculina temblaba por acercar.

Mientras que por parte de Amore también dejaba lamidas en el hocico y rostro, torso, del lobo gris, dándole aun mas placer. Ambos se iban entregando a la luz de la madre luna. Uniendo sus lazos carnales, amor y feligidad en uno mismo. Cuando Paul había cogido la sensación a flor de piel, sintió como hacia a su loba suya, ocasionando como ella sucumbía al deseo, al amor y felicidad que le otorgaba. Así fue como dos almas, dos lobos, unidos por la madre luna se entregaban así mismos por aquella temporada a su amor, ambos poseyendo lo que era por destino e instinto suyo.

Uniendo dos almas lobunas en una misma, sintiendo el amor en su máxima expresión.
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Meses después.

La loba pelirroja con blanca, sé movía apenas por el territorio con su gran panza, quién no caminaba sola sino que con su lobo, su amor, siguiéndola cuidadosamente, y claro que cuidándola.

«Amore, mi amor... Déjame sólo a mi las vigilancias, nuestras crías podrían cansarse de estar en tanto movimiento»pensó suplicando Paul.

Amore le gruñó, sabía que tenía razón, pero no sabía que al estar preñada muchas cosas dejaría de hacer o al menos poder moverse. Ni que se hubiera roto sus piernas.

Si bien, la loba ya estaba en los meses predispuestos ya en los últimos por terminar el embarazo, se sentía agotada pero no dejaría su obligación por estar... Indispuesta.

Paul iba regañandola por cosas insignificantes, pero Amore era terca y duro de roer estando preñada, su humor cambiaba al de ser dominante las 24 horas. Y el hambre era fastidioso, más ella era la que sólo deseaba comer lo que ella cazara. Pero en visto que ni correr podía, su orgullo lo guardaba, a veces, para que Paul se hiciese cargo.

Hoy por hoy, se sentía cansada de las quejas de Paul, gruñó y se quejó de repente al sentir puntadas en su vientre bajo, enseguida se sintió húmeda. Paul vio en cámara lenta como el aroma e difundir en el ambiente y como sangre y agua caía de la parte trasera de su loba.

Enseguida la ayudó a recostarse, menos mas estaban cerca de la cueva, y no habría problema para que empezara la labor de parto.
Conforme iba siendo el tiempo, Paul fue viendo el nacimiento de sus crías, que en total fueron 5 lobeznos, el lobo gris se sentía maravillado y un poco asqueado al ver como ni parecía molestarle a Amore la sangre, y la labor de romper el cordón umbilical.

Más luego acearlos con unas cuantas, lamidas. Al verla terminando aquella labor, se fue acercando a su amada, quién lo mirada algo tensa y precavida, se sabía muy bien que las madres primerizas eran muy recelosa con sus crías, no iba a ser sorpresa si ella lo fuera. Paul bajo la cabeza para observar a su camada.

Que en total eran cinco, dos machos de colores grises con blanco, mas dos pelirrojos con grises, y una pequeña lobezno igualita a su madre pelirroja con blanco en su pectoral, cara y panza. En total había tenido 4 machos y una hembra, lo cual para Paul se le haría muy difícil cuidarla en época de celo. Aquello lo abrumó de tan sólo pensarlo.

Ocasionando que Amore se burlara de él, pero lo lamiera feliz, agradeciéndole por darle el regalo más maravilloso que le pudo dar, una familia.

«No te preocupes, mi amore...faltan muchos años para que te preocupes por eso, ahora disfrutemos de nuestra pequeña familia»pensó complacida y cansada.

Desde aquel momento tanto Paul como Amore sabían que su vida había mejorado, crecido, ambos se sentían plenos, pero la loba sabía que la vida no terminaba aquí. La vida seguiría el rumbo, y quizás en unos años más adelante la leyenda volvería a cobrar vida, dando otro nuevo destino.

FIN.



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