Con Sabor A Despedida

Con Sabor A Despedida

Con sabor a despedida​

Por: Yuni​

Del día que nunca pasó, en el año que jamás ocurrió.


Desde el fondo de mi corazón… A un destinatario demasiado conocido para decirlo en público.


Mis dolidas palabras, si un día tienes tiempo amor mío, léelo:​

Amé, la figura divina y seductora, que jamás observe ni toque. Sencilla y simple pasión banal que se extinguió con el correr de los días y los meses. Adore las letras elegantes, elocuentes y amantes que encontré perdidas entre tus ideas, las mismas que me negaste para comunicarme cualquier tipo de sentimiento de tu parte.

Amé, una mujer seductora, elegante, inteligente, románticamente fría, que no existía.

Me encuentro culpable. Ahora te miro, sin siquiera tú saberlo, observo movimientos torpes, palabras y versículos exagerados. Yo te creí cada palabra, porque en ti divisé la luz de una mirada encantadora, que apasionaba mi vida y te volvió mi musa, tan inexplicable, tan inalcanzable… Lloré todas las noches; y rogaba antes de caer dormida que en la mañana volvieras dándome un pedazo de vida, derrochando tus migajas de pan sobre mis labios y yo….tan confundida, le pedía al diablo un milagro.

Fuiste y eres pieza confusa en mi trayecto, un capitulo que no encaja con el libro que está abierto, las paginas se vuelven a las anteriores letras y tu actual definición no entra, quizás nunca te ame a ti, si no a la vaga ilusión de lo que pensaba y sentía que eras, que nunca fuiste y siempre lo serás en mi alma. No es que prefiera existir engañada, con la banalidad de pensar que el mundo gira y sonríe sin motivos ni razones para parar.

Pero dios mío, mujer prohibida, lo sabemos bien…yo nunca fui un ángel puro, mi inocencia se perdió en pasajes corruptos de mi continuidad por esta senda. Robé, desgarré y herí. Jamás me preocupe por el dolor ajeno. No sentía culpas ni remordimientos, era perfecto todo si se hacía bajo mi consentimiento. Soy un demonio, un ladrón de inspiración al cielo y tú…estabas ahí, pintándome como un ser tan luminoso que me daba miedo preguntarte de donde tú, y todos ellos se imaginaban tan graciosa imagen de mi alma y cuerpo.

¿Aun no puedes comprenderlo? El pasado, es pasado…es verdad, pero es parte de ti, no cruz, no castigo…complemento de lo que eres, es simple consecuencia de lo que hiciste, viviste, sentiste…

Es verdad, no soy esa persona –ya no-. Cuando tú me conociste ya había cambiado, muerta de preocupación por el dolor humano, con estas ideas de que la gente no es mala ni buena, sin juzgar razones aparentes, alimentando la creencia de que una segunda oportunidad es válida para cambiar, de continuar soñando con volar aunque no tengamos alas…

Es verdad, tu conociste esa parte de mi alma. Si llegaste a amarla, a entenderla, a creerla o a odiarla, solo tú lo sabes, la verdad que se oculta tras las letras de una palabra, de la oración que nunca fue contestada con un sentimiento de trasfondo.

Pero dime, ¿quisiste ver el demonio que habitaba dentro de mi cuerpo? El ser terrible que no pensó en el respeto ajeno, en los deseos, el respeto, las normas y valores; y sin ampares se dedicó a perderse para darle placer a la bestia que jamás sintió amor por él, ese ser que es parte de mi existencia. Soy la misma bestia que habría desatado la fuerza, si su dulce amante le hubiera exigido.

No obstante…

Continúo aquí, en este sitio, el mismo que antes. El mundo empezó a juzgarme por no estar bajo las normas y disciplinas, que fastidio. Sí para ellos es importante está bien, no es de mi incumbencia ni mi deber cambiarlos, mas si puedo ayudarlos, está bien…pero el mundo y sus habitantes pueden hacer lo que les venga en gana sin siquiera consultarme, así mismo yo no tengo que pedirle a nadie consentimiento alguno para la actuación y mi papal en este mundo.

Pero tú…

De todas las personas, fuiste quien pensé comprendería, entendería…e irremediablemente con el tiempo me amaría. Quien no te ama, no te amara. Eso creía…y solo hoy por la experiencia que me dio este amor profano hacia tus letras, tu carácter y tu cuerpo, no creeré.

Nunca me amaste…

Quizás nunca te ame.

-Quien sabe-

Dudo, lo que jamás hice durante ocho meses de trascendentes historias sin historia alguna. Dudo que me haya realmente amado a alguien como tú, no por lo que eres, si no por lo que pensé que eras…El error de amar a distancia…

Es creer y fantasear con lo que no existe.

Hoy no lloro, ayer tampoco lo hice. Mi mente se ha desentumido y se ha convencido de que jamás te eh perdido.

Por el simple motivo de que jamás te tuve; los grandes amores son los que se van (1), porque ellos mismos han de haber sido los que nunca estuvieron. Aun así, espero niña que con el tiempo se cicatrice la herida, pero como eh visto que el dolor me debe ser ajeno y no tengo tiempo de rendirme…

Un amigo me dio una aguja, una amiga me tendió el hilo….habrá que forzar a cerrar la herida, si no pienso morir de sangrentada.

Te amo… ¿a ti? o ¿a lo que pensé de ti?

No sé, porque realmente aun creo en cada palabra que dijiste, pero: ¿Cómo hacerlo? Sí en cada verso te contradijiste. Un día había amor y al otro no, un mes confiaste en mi y el otro te deshiciste de mi, una noche estabas en mi cama y a la siguiente me tumbabas de mi propio lecho.

Me diste una sonrisa. De ti solo quedó el recuerdo, porque nunca más volverá a ser lo que fue ante. Las veladas sin consentimiento, las llamadas sin respuesta, los e-mail que no leías, las letras que jamás te importaron, la música que me compartías. Tu voz jugando a amarme, la mía intentando engancharte. Esos gestos y movimientos que nos enloquecían aun tras un cristal que nos puso la distancia y el tiempo. Los planes de viajes por el mundo, los enloquecidos arranques de locura donde soñábamos estar ahí en el mismo lugar, solo nuestras almas y deseos. Cuando te reprochaba tu falta de atención, cuando alegabas mi poca comprensión, cuando te pedía que me hablaras mas de vez en cuando, en los momentos que gritaste porque callara y dejara de ser tan estúpida….

Las veces que me dijiste las mentiras más hermosas y cuando ilusa contestaba con el alma que eras la mujer más preciosa, la inspiración de mi alma….para que noches después me alegaras que no creías en nada y me odiabas.

¿Te ame? ¿Me amaste? ¿Me odiaste? ¿Te imagine y eso fue lo que ame? ¿Alguna vez fuiste mía? ¿Alguna vez realmente me pensaste tuya?

¿Quién?

¿Tú o Yo?

¿Quién cometió el imprudente capricho de amarnos?

Fui yo…

Hoy me dices que lamentas tanto haberme dañado, que nunca lo quisiste hacer; y que aunque no quieres perdón, solo buscas no perderme y que si no quiero verte, te irás, pero que tú me quieres como una amiga. ¿Qué voy a hacer contigo? Si hoy que volvemos a jugar a las muñecas y las tasitas de té, hoy que me recuerdas esa imagen de la que me enamore…

No la corrompida figura que estuvo a mi lado esos últimos días… ahora ¿Cómo puedo verte? ¿Cómo puedo simplemente pasar de amante a una amiga? La vida por desgracia no funciona así…Tú lo sabes bien, necesito tiempo esta vez…No quiero seguir amándote, a ti la que no existes o la que es demasiado real que me duele no tenerte.

No debo vivir engañando a mi mente e ilusionando a un corazón al que le duele amarte y saber que nunca pudo ni podrá tenerte.

Pero bien… Algún día comprenderás; y yo habré aprendido entonces que el “tú y yo” jamás existió en nuestra relación, si es que le puedes dar un nombre así, a una serie de divagaciones y retorcidas ideas entre las letras de una caricia que no existía, pero sentía –¿ o sentíamos?-.

Por ahora, tan solo podría mentirte. Por ahora no podría sentirte, para luego tumbarme a llorar, no soy así, no es mi estilo y mentirte diciendo que quiero morirme estaría mal, ¿hasta qué punto la lengua es demasiado floja para traicionar ideas?

Estaré ahí, cuando pase el tiempo. Seguiré ahí, divagando y perdiéndome entre mis pensamientos. La química que se consumirá, esa donde yo era el fuego dama mía y tú eras el agua. No era el sol, no eras un cubito de hielo, yo apenas soy una llama que se aplaca con la lluvia que derramabas, si fui o no feliz, no me percataba.

Te avisé, desde aquella noche en que trasnochamos las ideas. Soy como una luna, que brilla sin siquiera tener luz propia. Soy la muñeca que sin importar si por dentro muere, siempre ríe, siempre sonríe. Que lo que opine la gente jamás me importa, porque estoy hecha a mi propia manera y norma. Que perdono todo lo que me haga el hombre, pero jamás olvido.

Tus deudas están saldadas, no te preocupes. Volveré con la próxima tormenta, ahí estaré como sin madrina esperaría el baile la cenicienta. No llorare otra vez por ti, aunque ni lo tomases en cuenta. Estate en paz, habrá quienes me cuiden, como tú nunca pudiste hacerlo, se estar sola en compañía, se amar sin ser correspondida y aun así…

Estoy segura en este instante de tiempo inexplicable, que simplemente ame algo que no existía –porque quizás así es más simple deshacerme de este sentimiento, aunque el amor nunca muera por completo, si se olvida reina mía- la inspiración no era tu talento. Mi retorica no era trascendente entre las alegorías de tu vida y yo como lo soy siempre, deje de ser un simple juguete y me volví mujer.

Algo que jamás supiste ver ni comprender.

Si amo a lo que realmente eres o no, solo tú sabrás, pues solo tu sabes si fue verdad esa cara que me mostraste. Yo confié, tú tal vez…. Ahora que la historia ni siquiera se digna a estar al revés. Quizás pueda decirte que por ti ya no siento nada, además del recuerdo y del amor que murió hace tiempo, aquella noche en que mataste el sueño una noche fría de un diez de enero…del año en que se suicidaron los sueños que sin darme cuenta jamás existieron, justamente como lo nuestro.

Renace la mujer, escritora e inspiración propia –como siempre lo fue, como siempre lo seré- a tirar unas alas rotas y aprender a anda. Porque cariño mío, como un día pensé, hoy actuare.

Pues falta de sueños, comenzó a vivir.

Antes de que se acabe la tinta, te daré mi último reproche, con el aire a la mujer ardida (2), pero sin ningún motivo en realidad, además de desahogarme: Tú, al final cometiste las mismas equivocaciones que criticaste de los que te antecedieron. Y al disculparte quizás usaste las mismas palabras del que de mi alejaste, y yo al igual que antes ame sin darme cuenta de lo que hacía, sin comprender al cien por ciento a la persona con la que estaría, sin recapacitar, que quien no te amo un día…nunca lo hará.

Ya no tiene caso decirte nada, simplemente no estaré aquí por un día o dos, o por mucho tiempo, -no lo se y no debería importarte-. Nunca sanara esta herida por si sola, esta que me dejaste-. Nunca se olvidaran los besos que me diste y jamás llegaron. Nunca olvidaras lo que vivimos juntas, nunca dejare de amarte….

Y antes de marcharme debería decirte…nunca digas nunca, a lo que siempre pasa.

-owari-​

Aclaraciones:

1. “Los grandes amores son los que se van” No recuerdo exactamente a quien pertenece esta frase, pero definitivamente, no es mía.

2. “La mujer ardida” No se si en sus países o ciudades, en mi ciudad y quizás en todo mi país, se utiliza para referirse a una mujer dolida y que como está dolida hace cosas estúpidas o esta enojada con alguien, pero porque en realidad le duele (Capichi?, x k yo no XD)



Bueno, pues disculpen los horrores de horrortografia xD.. . Pues bien, tenia rato sin subir nada, y debido a un ataque de inspiración como me dan.. decidí colgar esto, en realidad puedo decir que si alguien me alega algo de los dicho, solo podría ser alguien a quien poco le importaría leer esto, en fin…Espero sus criticas.

Atte
~ Lady Broken Doll ~

Sao!
Lets Duel
<3 [Nunca Te Enamores De Un Ferrocarrilero] ~