Harry Potter Change heart [Harry Potter - Drarry]

Change heart [Harry Potter - Drarry]

Título: Change Heart
Summary: A Harry le informaron que tenia problemas cardíacos y que tenía que operarse. Draco empieza sentir miedo, sabe que Potter lo es todo en su vida. ¿Harry se salvará o morirá en plena operación? ¿Lo dejará solo a Malfoy?
Pareja: Harry Potter y Draco Malfoy
Clasificación: K+
Género: Romance
Cantidad de palabras: 1179

Nadie le había dicho que el camino de la vida era sencillo y fácil. Que sería duro de recorrer, donde muchas veces sientes las ganas de tirar todo al vacío. Simplemente no lo vio venir. Él solo quería estar al lado de su amado, acurrucarse en sus brazos y escuchar de sus labios, unas cuantas palabras de cariño.

Todo aquello es una ilusión.

No quería recordar esas palabras, aquellas que le impactaron y provocaron en él un sentimiento de miedo y angustia. Temor a perderlo.

—Me tengo que operar del corazón. Sufro de problemas cardíacos.

¿Qué haría sin su amado? ¿Cómo soportaría la soledad con la que viviría sin él? No deseaba que se hiciesen realidad sus temores, pues había sido el único en entrar en esa coraza que siempre tenía puesta. Ya nada sería igual, si su amado se iba.

—Prométeme que si llego a faltarte, tú seguirás con tu vida.

No quería jurar una promesa que no la cumpliría. Quería despertar de esa pesadilla, ver a su amor junto a él y que le esté diciendo: Todo está bien, tranquilo. No deseaba imaginar ni por un segundo su vida en soledad. Recordaba como lo conoció – cabe decir, que aquello no fue en buenos términos- y ahora, solo vivía gracias a él.

Harry Potter le había cambiado el corazón. Había sido el único que lo entendía y comprendía. Solo él sabía el motivo de su personalidad. En cambio, hoy, su novio necesitaba un corazón nuevo. Si por él fuese, se lo daría. Sin embargo, no eran compatibles. Solo quedaba esperar. Despertar de ese mal sueño.

Las horas pasaban, y nadie le decía nada. Al frente estaban Ron y Hermione, los únicos que aceptaron la relación de ellos dos. En el fondo de su alma, se los agradecía. Harry necesitaba de sus amigos y él no quería ser la manzana de la discordia. Si Potter es feliz, yo soy feliz. Una y otra vez se repetía esa frase, para que no sirviera de nada, pues los mejores amigos de él, lo habían aceptado. Porque así son ellos.

Harry le transformo ese corazón frío y duro. Draco le reforzó el corazón que tenía su novio. Porque ambos se aceptaban como eran. Dos polos que se atraen, y que al mismo tiempo son diferentes. Se aman, hasta el punto de que el uno no puede vivir sin el otro. Eran el complemento.

Ron y Hermione con el tiempo se integraron con Draco, no llevaban una amistad como la que tenían con Harry, pero al menos conversaban con él y se mostraban siempre amables. Todos tres tenían el conocimiento de que los amigos de Malfoy y su familia, le habían dado la espalda, dejándolo solo.

—¿Familiares del señor Harry Potter? —pregunto el doctor que operó al joven mago.

—Nosotros —contesto Hermione —. Bueno, nosotros somos los amigos. Él es su novio —dijo Hermione señalando a Draco.

Malfoy pensó que tal vez el doctor le recriminaría algo o le miraría mal. Se equivoco.

—Su novio y su amigo —empezó diciendo el doctor, mirando primero a Draco y luego a los novios —ha sido un chico muy fuerte. La operación ha sido un éxito, pero necesita descansar. ¿Alguien se quedará con él esta noche?

—Draco —contesto Ron por el rubio.

El doctor simplemente se despidió, y antes de marcharse le dio el número de la habitación. Aunque no quería aceptar esa propuesta, sabía que Weasley lo hacía con cariño y porque intuía que ambos necesitaban estar un momento a solas.

—Mañana venimos a visitar a Harry, Draco — dijo Hermione con suavidad. Se despidieron de la mano y cada quien se fue. Los novios a su casa y Malfoy a la habitación de su novio.

El corazón de Draco se hizo pequeño cuando lo vio ahí, acostado y con el rostro pálido. Lo contemplo por varios minutos.

—Recupérate pronto. Te necesito Harry. No sé qué será de mi vida sin ti —unas pequeñas lagrimas le salieron al joven rubio. Minutos después se quedo profundamente dormido.

Cuando Potter abrió sus ojitos verdes, trato de ubicarse en el tiempo y en el lugar. Todavía se encontraba aturdido, pero no tanto como lo había estado en horas pasadas. Poco a poco reconocía el sitio donde se encontraba, sin embargo, sus ojos verdes buscaban con desesperación a alguien y fue cuando lo vio. Ahí estaba el amor de su vida, dormido como un bebé. De seguro se encontraba cansado, por haberle cuidado, seguramente, toda la noche. Podría vender su alma al diablo y afirmar con seguridad que su pequeña serpiente, se encontraba agotado psicológicamente y emocionalmente.

¡Si le había dado el susto de su vida!

Harry se perdió en sus pensamientos. Él también había sentido miedo, no sabía cómo saldría de aquella operación; si lo volvería a ver o simplemente se iría porque ya cumplió su ciclo en la tierra. Pero no fue así. Seguía con vida y ahora lo podía ver, estar con él y pasar los mejores momentos de su vida.

Potter se sintió observado, y fue cuando se percato que su Little Snake o pequeña serpiente, lo miraba con mucha preocupación. Curioso es recordar cuando le puso ese apodo. Había sido cuando Draco se sentía celoso de que su novio estuviese mirando a otro que no fuese él. Sonrió para que se percatara de que ya estaba despierto y así se pueda tranquilizar un poco. Sus miradas chocaron y se perdieron, como tratando de descifrar lo que sentía el uno y el otro. Malfoy soltó un suspiro de tranquilidad. Sabía que él estaba bien y que de ahora en adelante las cosas se pondrían mejores, o por lo menos ellos tratarían de llevarlo de la mejor manera posible.

En ese minuto, Harry supo que no estaba listo para dejar el mundo terrenal. Estaba consciente de que tenía una misión muy importante que realizar: cuidar de Draco.

—Que bueno que saliste bien de la operación. Ya te extrañaba —dijo Malfoy después de haberle dado un beso en los labios.

Harry solo se sonrió. Cogió la mano de su novio con infinita ternura. Dejaba que su amado hablara, pues cuando estaba nervioso o preocupado, simplemente sacaba todo lo que llevaba por dentro. Eso sí, aquello lo hacía exclusivamente con él.

Ambos estaban conscientes de que sus corazones fueron cambiados, o transformados, como quieran llamarle. Pero no habría una próxima vez, porque Potter juro que se quedaría con su Little Snake, pase lo que pase.

—Si hubiese otra operación, sin duda alguna, cambio mi corazón por el tuyo —Harry regreso al presente cuando escucho a su novio hablar, dejando de un lado sus pensamientos.

—No habrá próxima vez ni próxima operación. Y sobre cambiar nuestros corazones, tú ya lo hiciste.

Ambos sellaron esa promesa con un beso. Draco sabía perfectamente que Harry cumpliría esa promesa. Porque era un Gryffindor, y representaba muy bien al león. Ahora solo queda esperar unos días para volver a casa. Hogar, dulce hogar. Sí. Así es. Ambos retornarían a sus actividades cotidianas, pero sobre todo, volvían para estar juntos y amarse con total libertad.