Microrrelato Carta a entregar un viernes 13 de febrero

Nueve de la mañana. Sentada en la última fila, al fondo del aula. Entraron tres chicas con cartas y rosas en las manos.

La escuela decidió organizar un servicio de entrega que permitiera a alumnos pagar porque otros entregaran regalos y mensajes por ellos. Suspiré.

Desde hacía un par de años que el 14 de febrero no era mi día favorito del año, pero en esta ocasión estaba especialmente "Grinch", pero de San Valentín.

El año pasado me quejé con un buen amigo de todo esto: De que el amor bla bla bla, y que las parejas felices bla bla bla, y que yo bla bla bla... Me pregunto como él aún es mi amigo.

Este año no me quejaré con él, porque ya forma parte del grupo de parejas felices. Y estoy terriblemente feliz por el... Pero, San Valentín...

Mi mejor amiga tiene novio, mi otra mejor amiga tiene un amor imposible, otra amiga tiene un novio que la hace muy feliz aunque a mi no me soporta ni yo a él (aunque yo no le hice nada, ni él a mi), y bueno, yo...

Alguna vez llegué a formar parte del grupo de las parejas felices... Durante algún tiempo...

Luego tal vez hubo un tiempo en que solo él era feliz, o un tiempo en que solo yo era feliz.

Luego dejamos de hablarnos durante dos meses y no llegamos a pasar juntos esta fecha.

Y, volviendo al relato original; entraron las tres chicas y empezaron a decir nombres de mis compañeras y compañeros: Aunque, fuera de la primera mencionada, que recibió una rosa, las demás aseguran que las cartas que les dieron fueron una mera broma.

Y las tres chicas se fueron. Suspiré.

Tenía una pequeñísima esperanza de que me mencionaran; recibir cualquier cosa... De él.

En el descanso entre clases, la dirección escolar permitió que se dieran anuncios por los altavoces. Hubo declaraciones de amor y de odio. También tenía la esperanza de escuchar mi nombre a través de los altavoces... Soy tan idiota.

Gente dando y recibiendo chocolates, cartas, rosas, peluches, globos... ¿Yo? Recibí un pastelero por parte de una buena amiga y un chocolate por cortesía de la escuela.

Lo peor de todo es que hoy ni siquiera es 14 de febrero.

Mañana me encerraré el día entero a hacer cosas de la escuela y evitaré contacto con todo mundo que esté extremadamente feliz o extremadamente tristes...

Pero mientras tanto, no olvido que es día de la amistad también (mañana), así que... Mis mejores deseos a la gente que no es idiota como yo. Si bien ven el día de mañana como un día mas o como un día especial, espero que sean felices.

Con amistad, María.