Recibo críticas, ortográficas, etc. El viento sopla, se hace cenizas la rosa y el viento se la lleva, el rastro y esencia de esta. No queda nada de ella sólo queda el calor y el recuerdo de esta flor. El fuerte y suave viento se lleva la fragancia sin destino alguno, dejándola tirada sin más, en un dos por uno. Así es como se muere el amor en el olvido, pero queda los restos de un amor prohibido, que se a ido.