Historia larga Apocalip-Gio

Ese fue el duro mensaje de los Patriarcas, mientras pasaba todo eso, yo Gio Giordano me encontraba en un viaje de negocios por Europa, mientras mi madre se quedaba en Francia continúe hasta España donde en pleno vuelo hasta Barcelona un tipo de misil extraño sobrevoló el avión y todos los pajeros se alarmaron, pero los aeromozos mantuvieron la calma en el avión hasta que mirando por la ventana hubo una gran explosión de un rojo incandescente que venía de la capital Madrid luego una onda expansiva que sé acercándose rápidamente esta azoto el avión, el piloto perdió el control y nos dio la orden de ponernos el cinturón y prepararnos para el impacto.

Cuando desperté estaba totalmente aturdido, sintiendo un dolor intenso en la cabeza y mi visión estaba nublada tratando de orientarme sentí algo viscoso recorriendo mi frente toque mi cara no podía visualizar bien que era.

"GRITOS DE DOLOR EN EL FONDO"

Al escuchar un niño gritando de dolor no le preste atención a lo que goteaba de mi rostro y me quite el cinturón me levante buscando por todos lados dándome cuenta de que había cuerpos destrozados y sangre por todos lados, tome un trago de valentía y me dirigí a donde escuchaba al niño, pero cuando lo encuentre una anciana le estaba mordiendo el brazo.

-Señora suéltelo que está haciendo suelte al niño-

Tome a la señora de los hombros, pero de un momento a otro lanzo un manotazo que me tomo por sorpresa y solo me dio un rasguño en el pecho, tome una bandeja de comida que tenía cerca y la trate de retener, pero su fuerza sobrepasaba la mía y caímos en el piso del avión donde forcejeamos y por pura suerte o no era mi destino morir ese día el niño comenzó a gritar de nuevo de dolor y la anciana volteo como por instinto aproveche y le di con la bandeja en el cuello y se fracturó su cuerpo callo como una pluma, me pare rápidamente para ayudar al niño el cual estaba convulsionando lo voltee suavemente hacia un lado, y puse su cabeza en mis piernas poco a poco se calmó, pero su pulso se debilitaba, siendo un doctor no podía permitir morir al niño frente a mis ojos, lo puse boca arriba y comencé a darle compresiones torácicas, pero fue en vano se fue... murió.

Lo que me sorprendió como doctor con un posgrado de infectología y por supuesto fanático de George A. Romero al ver a la señora pensando que la había matado, esta seguía moviendo su rostro y mordiendo al aire como buscando una presa.

-A maldición que está pasando esto... Esto no está reportado en ningún informe de la ONU o la OMS como verga se pudo pasar por desapercibido este tipo de enfermedad, maldición no tengo ni idea si es siquiera un virus, bacterias, parásitos u hongos.