Al final del horizonte (Mundo Misterioso)

Al final del horizonte (Mundo Misterioso)

Julio observa fijamente su rostro reflejado en el espejo. Una barba corta y un pequeño bigote adornaban su cara, que aparentaba mas edad de la que realmente tenia su cuerpo. Sus ojos verdes parpadean un par de veces antes de peinarse su pelirrojo flequillo rizado. cuando termina de arreglarse el cabello, sigue examinando su cara. Julio no es presumido, pero le gusta tener buen aspecto.

Julio escucha como alguien golpeaba la puerta cerrada del aseo.

-¿Te falta mucho? Me gustaria acabar temprano con el trabajo de hoy-. Pregunta la voz de Luisa, su compañera de trabajo, detras de la puerta.

-Ya me queda poco-. Julio se pasa su mano por la mejilla izquierda. Habia decidido dejarse barba hace unos dos meses, para disimular la cicatriz horizontal que marcaba su rostro, aunque esto no funcionaba; la herida seguia muy visible en su cara. "Una herida en diagonal hubiera quedado mas estetica" bromeo para si mismo Julio. "En realidad, es una suerte; Luisa y yo caemos desde una catarata en caida libre, y las rocas del fondo solo me dejan este recuerdo. Todavia no se como seguimos vivos; quizas deberiamos acabar con este trabajo, antes de que el trabajo acabe con nosotros". Despues de reflexionar estos pensamientos, Julio finalmente abre la puerta del aseo, encontrandose cara a cara con sus dos compañeros; Luisa y Parchis.

Luisa es de la misma edad que Julio. El pelo largo y moreno, bastante despinado, le cae hasta la cintura. Lleva ropa de safari y mochila a la espalda, la misma vestimenta que Julio, pues hace cerca de media hora que esta preparada para el trabajo de hoy.

Parchis es la mas joven del grupo, unos 5 años, y la mas pequeña, unos 40 centimetros. Tambien es la menos humana del grupo. Pelaje azul y blanco, larga cola, mejillas amarillas... el unico rasgo visible que la diferencia de cualquier otra Pachirisu es el pequeño collar rosa que lleva en el cuello, con una placa amarilla con su nombre.

-Para variar, me gustaria terminar pronto con esto y regresar al hotel antes del anochecer; dicen que esta noche va a llover fuerte, y creo que no seria buena idea montar el campamento esta vez-. Protestaba Luisa mientras ella, su compañero y su Pokémon salian de la habitación.

-Estas bromeando, ¿Verdad?-. Protesta Julio. -Hemos dormido bajo la lluvia cientos de veces, y en selvas mas peligrosas que esta. Tiene que haber unos 10 kilometros desde el hotel donde estamos ahora hasta el lugar donde estan las ruinas... ¿Y tu quieres perder el tiempo volviendo aqui antes de la noche?-. Contestaba Julio mientras los tres se metian en el ascensor.

-Es solo que... hoy tengo un mal presentimiento. Como si algo horrible nos fuera a pasar en ese sitio. Todos los habitantes de la isla piensan que las ruinas estan malditas, y que cualquiera que entra alli, desaparece para siempre de este mundo. Al fin y al cabo, estas fueron las ruinas donde desaparecio Ryo Kyogoku, el famoso arqueologo, hace ya 25 años.

-Si, conozco la historia, al fin y al cabo, sucedio el mismo año en que naci. Pero no hay nada de misterioso en todo esto. Lo mas seguro es que Ryo descubriera un enorme tesoro en las ruinas, y se largara con esta fortuna a cualquier sitio; una nueva identidad, una riqueza suficiente para no tener que trabajar nunca mas... el muy canalla se largo con el tesoro.

-Bueno... si realmente piensas eso, ¿Se puede saber entonces a que hemos venido nosotros? Somos cazatesoros, no arqueologos. Es cierto que donamos algo a los museos, para disimular, pero si tan seguro estas de que Ryo se llevo todo el tesoro, no entiendo el motivo para viajar a esta isla perdida en mitad del Pacifico-. Luisa miro distraida hacia arriba, a las nubes; hacia varios minutos que el grupo habia abandonado el hotel, y ya estaban entrando en la cercana jungla al Sureste de la ciudad. Delante les esperaba un largo camino, imposible de sortear en coche, y bastante complicado de andar a pie.

Luisa y Julio avanzaban lentamente, mientras Parchis saltaba entre las ramas delante de ambos, indicandoles los caminos seguros. Ademas de animal de compañia, Parchis tambien resultaba util en muchas otras situaciones, y era la mejor defensa que tenian contra los pokémon salvajes. La juguetona Pachirisu era el unico Pokémon que tenian Luisa y Julio; ninguno de ellos eran entrenadores, coodinadores, criadores, rangers o cualquier otra profesión que requiriera de estas criaturas, pero para un par de cazatesoros como ellos, el pequeño Pokemon resulta un excelente compañero.

Un par de horas despues, los cazatesoros alcanzan su objetivo; las ramas de los arboles tapan parte de la fachada del enorme edificio, y sus raices suben y quiebran la piedra oscura de sus paredes, la amplia escalera de la parte oeste de las ruinas conduce a una oscura entrada, el unico orificio visible del lugar. Los dos cazatesoros suben por la escalera, Luisa sostiene a Parchis entre sus brazos. Los tres tienen su mirada fija en la oscura entrada. Unos segundos despues, ya estan dentro.

Julio y Luisa encienden sus liternas. Nada interesante a su alrededor, solo pared desnuda, nada de jeroglificos o bajorelieves. Siguen avanzando unos pocos metros... cuando las linternas se apagan.

-No lo entiendo, las pilas son nuevas, sera mejor que regre... se... mos-. La total oscuridad que rodea a ambos oculta la cara de terror de Julio.

-No... es imposible-. murmura Luisa, su vista dirigida hacia la entrada... o donde se supone que esta la entrada. Ambos estan seguros de haber avanzado solo unos pocos metros. Sin embargo, no habia ni rastro de la amplia entrada abierta. No se habia cerrado, lo hubieran escuchado. Simplemente, la entrada ya no existia, estaban envueltos en una oscuridad total, y las linternas no funcionaban... como si las tinieblas del lugar no permitieran la presencia de la luz en el interior de las ruinas.

Luisa y Parchis gritan. Julio extiende su mano, pero no consigue tocar a sus compañeras. De hecho, los gritos desaparecen, dejandole solo. Julio cae, no siente nada debajo de sus pies, inmediatamente recuerda el accidente de la cascada de hace un año, en donde se produjo su cicatriz, pero esta vez, es distinto, la ausencia de aceleración le indica a su cuerpo que, realmente, no esta cayendo, sino... ¿Flotando? y en ese preciso instante... su cuerpo cambia.

Por suete, Julio no siente nada de dolor, pero igualmente, grita de panico cuando nota como su cuerpo encoge, sus brazos y piernas se acortan. Algo largo crece al final de su espalda, algo que se mueve y esta unido a su cuerpo, moviendose lado a lado nerviosamente. El cuerpo es ahora mucho mas pequeño, rechoncho, como su cara, sus rasgos faciales cambian, la nariz y la boca son tan diferentes ahora, como sus largas orejas... Envuelto en tinieblas, un fino pelaje surge y recubre sus brazos, piernas, la nueva cola que mueve detras de el, su torso, sus orejas, su rostro... Y llega el ultimo cambio, cuando una especie de energia surge del interior de su cabeza, mas concretamente dentro de sus mejillas, y recorre todo su cuerpo. Su cuerpo ahora esta optimizado para soportar, incluso producir esta energia, pero es algo tan nuevo para Julio, y tan repentino, que su primera descarga electrica, junto con todo el repentino y sobrenatural accidente, terminan por dejarle incosciente...

La luz vuelve a rodear al desmayado Julio. Esta muy lejos de las ruinas, esta muy lejos de Julia y Parchis, y mucho mas lejos de su mundo.

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Aqui el final del primer episodio de mi Fanfic. Tenia muchas ganas de empezar alguna obra, aqui en Cemzoo, pero para ser sinceros (Y aunque tengo algunas ideas) no estoy muy seguro de adonde ira el rumbo de la historia, o si tendre la motivación necesaria para continuar y terminar en condiciones esta historia. Y como podeis leer, pienso dejar mis comentarios al final de los episodios, y quizas las respuestas a vuestros comentarios.

He tardado mucho desde que comence a escribir el episodio hasta el momento en que lo he publicado, espero no tardar tanto para la proxima vez.

 

Re: Al final del horizonte (Mundo Misterioso)

Agradezco sinceramente los consejos y animos de Heraclito y Jaiwen. Lo de la falta de tildes y palabras mal tecleadas es, por desgracia, un fallo muy habitual en mi forma de escribir.

Lo del cambio en los tiempos verbales, tiene su explicación; resulta que despues de escribir el capitulo entero, decidi escribir los verbos en presente, como si fuera en tiempo real. Por eso tuve que reescribir todos los verbos, y los que no estan en presente, es que sencillamente me despite y no pude reeditarlos. De hecho, tampoco puedo reeditar el post con la versión corregida (Quizas por ser el primer post de la discursión).

Ya estoy escribiendo el siguiente capitulo, y esta vez voy a intentar tener menos fallos gramaticales.

 

Re: Al final del horizonte (Mundo Misterioso)

2º Capitulo "Reencuentro"

Julio observa fijamente su rostro reflejado en el lago. La imagen es difusa, el viento que sopla desde el sur agita las aguas, pero esto no impide que el cazatesoros vea que todavia conserva esa cara, para su desgracia.

Los ojos negros y profundos, como los de un roedor, pero, acercandose mas al improvisado espejo, el ex humano aprecia los iris de color marron oscuro. la cabeza cubierta de fino pelaje amarillo, ribeteado de negro en sus largas orejas.

No queda rasto de la barba y bigotes que tenia su cara cuando era humano, en su lugar, un par de circulos rojos adornan sus mejillas, marcas comunes en cualquier Pikachu. Conserva su pequeña cicatriz horizontal, que ahora atraviesa por la mitad la marca roja de su mejilla izquierda.

Julio alza la cabeza, y suspira. Dos largos meses desde el accidente, separado de su compañera Luisa y de su Pokémon Parchis, Vagando solo, con un cuerpo extraño, perdido en mitad de un frondoso y desconocido bosque, alimentandose de los frutos de los arboles, bebiendo agua de los rios, ocultandose y huyendo de los Pokémon que encontraba en el camino, por temor a ser atacado, durmiendo a la interperie... Dos largos meses desde que fue transformado en un Pikachu.

Aparte del esfuerzo de sobrevivir, el humano luchaba con todas sus fuerzas por mantener la cordura. La primera semana fue horrible, sumido en un constante estado de confusión y miedo, pero despues pudo habituarse, pero no resignarse, a manejar un cuerpo de Pokémon. Al cado de un mes, llego a las orillas de un pequeño lago, y decidio establecerse en el lugar. Lleva aqui un mes, con miedo a adentrarse mas en el bosque, y mirando su rostro cada mañana en la superficie del lago, quizas, esperando levantarse un día y ver de nuevo su cara humana.

"Otro día atrapado en este cuerpo y este lugar" Piensa Julio. "No es justo... si al menos no me hubiera separado de Luisa..."

Su oreja izquierda tiembla ligeramente, detectando ruido a solo unos metros de su posición, y sin pensar, actuando por pura supervivencia, Julio corre a toda velocidad, en dirección contraria al sonido. Sus nuevos sentidos y agilidad han sido esenciales para mantenerlo alejado del peligro estos meses, pero algo va mal; El sonido esta cada vez mas cerca de el, a sus espaldas. La criatura (El Pikachu no se atreve a mirar atras) le esta persiguiendo, y es tan rapida como Julio. El roedor electrico esquiva ramas y piedras con unos reflejos sobrehumanos, pero su perseguidor lo alcanza, salta encima del el, lo derriba, ambos ruedan unos metros por el suelo, deteniendose con un golpe sordo al chocar con el tronco de un arbol, el ex-humano muestra una expresion de terror a su cazador... que rapidamente cambia a una mueca de sorpresa cuando ve que, el terrible "monstruo" que lo ha derribado es una...

-¡Je je, al final te he pillado!-. Exclama feliz una risueña Pachirisu.

Julio todavia tarda unos segundos en conectar de nuevo con la realidad.

-¿Parchis?

-¿Como sabes mi nombre? Oh, de acuerdo, has visto mi collar, ¿Verdad? es un regalo que me hicierón unos amigos mios, por cierto, perdona que te persiguiera, solo queria jugar, ¿Como estas? Espero no haberte asustado, a veces soy algo impetuosa, solo era un juego ¿No estas herido, verdad? reconozco que soy un poco bruta, mi amiga Julia siempre me decia que intentara relajarme, pero yo no puedo estarme quieta, ademas...

-¡Habla mas despacio, por favor!-. Grita el Pikachu -Antes de nada, ¿Que estas haciendo aqui? ¿Y donde esta Luisa? ¿Esta a salvo?.

La Ardilla Pokémon parparea, incredula -¿Para que quieres saberlo? ¿Y como sabes el nombre de mi amiga? Oh, si, te lo he dicho antes, que tonta soy, tan despitada, como aquel día que...

-En serio, no hables tan rapido. Mas despacio. Solo responde si o no; ¿Luisa esta contigo?.

La sonrisa de Parchis cambia a una mueca de tristeza -No la he visto en mucho tiempo. Yo me separe de los dos simpaticos humanos que me cuidaban, surgio un accidente, y ahora estoy sola, quiero ver de nuevo a mis amigos humanos. -. La desolada Pokémon empieza a llorar.

-Luisa no esta contigo. Quizas cada uno de nosotros aterrizo en un lugar diferente de este misterioso lugar. Ni siquiera sabemos el verdadero motivo por el cual el templo nos trajo aqui.

-¿Espera, como sabes tu lo del templo?-. Replica Parchis -No se lo he contado a nadie!.

-Se lo que sucedio en el templo, porque... yo soy Julio.

-...

-¿Parchis? Esto... ¿Estas bien? No creo que permanecer inmovil en el sitio con una expresión de sorpresa y sin parparear sea algo normal.

-Tu voz es igual, pero... ¡¿Pero como?! Tu, tu... ¡Ya no eres humano!

-Buena observación-. Responde ironico Julio -Mira, a mi tambien me resulto chocante al principio, pero luego me he tenido que habitual a este cuerpo. Al fin y al cabo, no puedo hacer nada para volver a ser humano.

Parchis nota la tristeza en las palabras de su amigo, e intenta tranquilizarlo.

-No te preocupes. Al menos, no estas solo. Me tienes a mi, y a la gente del pueblo. Vente conmigo al poblado, y estaras mas seguro que aqui solo en el bosque.

-¿Poblado? ¿Hay una ciudad aqui cerca? Pero puede ser peligroso; cualquier entrenador puede intentar capturarnos.

-Ji ji, no hay peligro de que ningun humano puede hacernos nada malo. Ya lo veras cuando lleguemos- Dice Parchis con una amplia sonrisa.

Viendo que es la mejor alternativa, Julio accede y acompaña a la Pachirisu hasta la ciudad, que segun su amiga, es una lugar seguro. Ambos inician su camino hasta la ciudad.

Detras de ambos, entre los arbustos, y completamente desapercibidos para los excelentes oido del Pikachu o de Parchis, se esconden tres Pokémons, que han escuchado toda la conversación.

-Parece que el Pikachu es uno de ellos, jefe-. Comenta el mas alto del trio.

Su jefe asiente con la cabeza -Efectivamente. Ya sabeis lo que debemos hacer con el.

-A mi me parece una perdida de tiempo. No creo que se merezca una atención especial. Quien sabe, a lo mejor se lo esta inventando-. Dice el mas pequeño de los tres.

-No, parecia muy sincero cuando hablaba con su amiga, y ya visteis la reacción de la Pachirisu. Su forma de hablar, su desconocimiento de este lugar... vosotros deberiais reconocerlo tambien; se esta comportando casi como yo el día que os conoci-. Dice el Jefe a sus amigos.

-Si, tienes razón. Entonces... ¿Les seguimos?-. Comenta el alto.

-No. Busquemos un poco en el bosque, y regresemos al pueblo por la noche. Ya les saldremos al paso mañana. De lo contrario, podrián pensar que les seguimos.

-De acuerdo, por algo eres el jefe-. Responde el pequeño.

Julio y Parchis seguián caminando, ambos sin poder imaginarse las aventuras que van a tener al día siguiente.


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He tardado mucho, demasiado tiempo en actualizar. Lo peor es que no ha sido culpa de estudios y/o trabajos, sino por problemas personales que, en el fondo, tienen facil solución. Nuevamente, intento escribir en tiempo presente, aunque quizas haya cometido algunos fallos. Intentare tardar una o dos semanas para el siguiente capitulo.

La historia la tengo solo pensada a medias. Cualquier comentario sobre sugerencias hacia donde puede dirigirse la trama, serán bienvenidas.