Leyenda Popular Adagio [Leyendas de Guanajuato/Callejón del beso]

Se me ocurrió dar a conocer desde otras perspectivas las leyendas de mi estado Guanajuato en México, aunque anteriormente ya había sacado la de la princesa de la Bufa. Como tiene mucho caso contar la leyenda tal cual escrita de otra manera, solo hago referencia, para la original si les llama la atención puede ser por mp.

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Esa chica morena terminó tirando una carcajada burlona al escuchar lo versaba el guía de turistas, era demasiado lista para creer supercherías como esas.

― La pareja que se bese justo en el tercer escalón, estará unida por siempre ― repitió a modo de burla― por favor…

El chico frente a ella, se aproximaba sonriendo, era un amigo cercano con el que visitaba la capital. Lo que hizo a continuación fue tan sorpresivo en demasiados sentidos que la dejó pasmada por unos segundos, su amigo le había terminado plantando un beso en los labios a plenitud, sintió como pasaba de su labio inferior, al superior aprisionado entre los suyos, justo parada en el tercer escalón del callejón.

― ¡Eres un idiota! ― exclamó con la cara ardiendo del sonrojo que se le había formado.

Se encontraba furiosa. Siempre lo había considerado callado y tímido, además estaba convencida no sentía nada por ella, bueno hasta ese momento.

Se lanzó contra él dándole manotazos solo golpeaban en el aire pues el chico con risa nerviosa alcanzaba esquivarlos. Siendo la calle muy estrecha y llena de gente, en algún momento se quedó sin posibilidades de escapar.

― Pero, es que la leyenda del callejón dice…― intentó justificarse el muchacho.

― Es una leyenda, ¿crees que de verdad por robarme mi primer….bueno, un beso?, tu y yo ¿estaríamos juntos por siempre?… ¡eres un tonto!

Allí le jaló el cabello, le dio una cachetada y le golpeó el pecho con sus puños, disponiendo a dar otro bofetón a la otra mejilla.

― ¿Y tu Eliza aceptas a Armando como tu esposo?― preguntó el juez.

― Por supuesto.― respondió ella sonriendo.

Su mano llegó a su mejilla pero terminó acariciándola, observó a su alrededor extrañada mirándolo a él de smoking y ella con un bello vestido blanco, todos estaban allí para su día especial.

― ¿Pero cuando?...¿ cómo?... ¿Cuándo?... ― murmuraba ella aun desconcertada hasta ser silenciada de nuevo por otro beso, en esta ocasión cerró los ojos y se dejó llevar.