A tu lado

A tu lado​

Él la vio parada allí en la blanca arena mirando el mar azul, con su cabello largo y suelto, el viento elevándolo, sonrió y camino hacia ella, la abrazo por la espalda y ella lo beso en la mejilla. Él adoraba su piel morena, sus ojos negros y su cabello de igual color, adoraba cuando lo besaba y en especial su forma de ser
Si cualquiera le preguntaba por qué se había fijado en ella, el simplemente respondía que era por su forma de ser, porque era una chica libre, firme y decidida. Y se ponía triste a la vez que le hacían la pregunta, pues sabía muy bien que algún día ella se iría, ella misma le había dicho que lo quería pero aun no pensaba tener algo serio con nadie, por eso siempre disfrutaba cada momento que pasaban juntos
Raúl, era un muchacho de 22 años, con el cabello negro y los ojos castaños, cuando vio por primera vez a Elena no le sorprendió tanto, luego de unos meses de amistad, se dio cuenta de que ella era simplemente perfecta para él, entonces le pidió hacer su novia, ella acepto, pero también le advirtió que si algún día ella tenia que dejarlo que la comprendiera pues su sueño siempre fue viajar y no tener una vida tan monótona, a Raul le costo aceptarlo pero accedió.
Unos 2 años después estaban allí en aquella playa, Raul se sentía el muchacho mas afortunado, el miedo de que se tuviera que separar de ella había desaparecido, pero lo que no sabia era que todo aquello cambiaría
Caminaron por la orilla de la playa, Elena estaba tensa y nerviosa, evitaba mirarlo a los ojos y él se dio cuenta de ello, no lo soportar mas y le pregunto lo que le pasaba. Ella sonrió con pesar, tomo aire y suspiro para luego mirarlo a los ojos
— Te tengo que decir algo—lo miro a los ojos—. Prométeme que me vas a entender
—¿Qué pasa? —la miro confundido—, ¿T e sientes mal??
—No es eso—soltó una risilla nerviosa—. Voy a viajar—lo cogió de las manos
—¿Cómo? —no lo podría creer
—Me dijeron que puedo ir a Europa—estaba emocionada—. Ya me dieron la visa, ahora podre ir a estudiar a Francia.
—Entonces me dejaras— su voz se escuchaba enojada
—Raul… yo … sabes que siempre ha sido mi sueño ir allá a terminar mis estudios
—Pensé que te quedarías a mi lado, se que me dijiste que algún día te irías pero yo… enserio te quiero—la abrazo
—lo se, yo también te quiero—le devolvió el abrazo y luego se separo de él—. Me voy hoy, te voy a extrañar.
Él se quedo parado mirando como ella se iba, entonces sus ojos se llenaron de lagrimas y cayeron por su rostro.
Los meses siguientes él no la podía sacar de su cabeza, pero el tiempo trata de sanar las heridas y así lo hizo. Raul poco a poco fue olvidándola hasta que todo lo que paso con Elena fue un recuerdo del pasado. Había echo su vida termino sus estudios como periodista y consiguió trabajo en una importante revista.
El día de su cumpleaños 28, tuvo un trabajo que hacer, iba a hacer una sesión fotografía a una empresaria que era muy distinguida, ella venia desde Europa. Aquel día él camino hacia el estudio y empezó a poner todo en orden, entonces escucho como la puerta se abría y dos mujeres conversaban, cogió su libreta y su bolígrafo y se puso de pie para resivirlas
Sus ojos se abrieron de sorpresa, allí adelante tenia a la mujer que alguna vez amo, se veía elegante y hermosa, sonrió y Elena lo abrazo, la mujer que había entrado con ella los dejo solos. Ella no deshizo el abrazo después de un rato, lo miro a los ojos y lo beso en la mejilla.
—Raul, cuanto tiempo sin vernos—le dijo
—¿Cómo has estado Elena? —la invito a sentarse
—Bien—entonces ella no pudo contenerse—. No te olvide ni un dia
—¿Empezamos? —el brillo en los ojos de la muchacha desapareció y se puso seria
—Claro
Al terminar, la morena se despidió de él y camino hacia la entrada pero antes de cerrar la puerta tras si lo miro
—Pensé que a mi aquello de la separación no me afectaría, pero me equivoque, no pude sacarte de mi cabeza—lo miro a los ojos—. Raul, hice mal en irme, pero si ya no quieres nada conmigo tienes que escuchar…— fue allí cuando sintió los suaves labios de el muchacho sobre los de ella
—no tienes por que darme explicaciones, tu me dijiste que algún día tendrías que terminar tus estudios en otro país— le susurro en el oído—. Eres un alma libre y por eso me enamore de ti, por eso no te ate a mi, ni tampoco quise que cambiaras siempre te quise así. Sabía que tarde o temprano tendría que pasar eso. Y me alegra saber que también pensaste en mí como yo en ti

—Te amo Raúl, y no pienso dejarte ir, si me tengo que ir algún lado, caminare contigo de la mano, seremos tu y yo en este mundo como gitanos— sonrió y luego lo beso tiernamente