Aún lo recuerdo

Aún lo recuerdo

Bueno, la verdad es que no puedo retirarme de esto, tengo que practicar y esforzarme si quiero llegar a ser bueno, y ¿qué mejor momento que este? en el que mi inspiración me habla todos los días y me apoya en todo, espero lectores, que mi regreso a los fanfics sea bien visto y que les agrade este one-shot.
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Aún recuerdo el día en que la conocí, no soy una persona antisocial, siempre he pensado que entre más amigos mejor por lo que siempre trato de ser amigable, pero ese día con ella, yo no podía ser quien soy, no la conocía nunca le había visto antes ni ella a mí, pero su sonrisa era diferente a las del resto, su actitud era la combinación perfecta entre timidez y alegría, mi mente siempre pensaba en las batallas, dormía planeando la estrategia para mi siguiente reto, pero esa noche… esa noche al acostarme mi mente solo se concentraba en volverla a ver, en volver a platicar con ella y ver sus alegres ojos, su alegre sonrisa, sin darme cuenta crecían mis ganas por estar con ella de nuevo, cuando me percaté de lo que pensaba un ligero escalofrío recorrió mi espalda, sentí un leve cosquilleo en el estomago y aunque no podía verme, estoy seguro que me sonrojé, pueden pensar que era un tonto por no saber lo que me pasaba, pero en verdad lo soy; de ahí en adelante Dios me dio más pruebas de su existencia, esa bella joven y su hermano comenzaron a viajar con migo y mis amigos Brock y Pikachu, yo tenía que ver cómo me acercaba a ella, encontrar alguna excusa para acercarme, y la encontré, yo me convertí en su maestro y ella en mi alumna, cada día le enseñaba todo lo que sabía respecto a los pokemon, respecto a las batallas y ataques, lo que ella no sabia es que en silencio, cuando no me veía y se concentraba en sus técnicas no podía evitar ver discretamente sus lindos ojos, su gran sonrisa y admirar la felicidad y decisión con la que entrenaba, para mí era todo un placer observarla, podría verla por todo el día, mi mente volaba contemplando su belleza, hasta que ella misma me devolvía a este mundo con su clásica pero preciosa sonrisa y la pregunta de siempre ¿Qué te pareció?... Estoy seguro de que en ocasiones si se hubiera fijado bien hubiese podido notar un leve sonrojo en mí, yo no podía hacer más que bajar discretamente mi cabeza para disimular mi vergüenza y decirle lo qué me habían parecido sus ataques. Así se pasó el tiempo, cada día ella crecía más, cada día se volvía más fuerte, más encantadora, estuve muy cerca de decirle lo que sentía por ella, cientos de vez pensaba en lo lindo que seria que estuviésemos juntos, pero no, mi ridícula falta de valor no me dejó, sin importar cuánto la amaba nunca me atreví a decírselo, hoy sé que debí hacerlo pero ¿Qué puedo decir? Le amaba mucho como para arriesgarme a perderla, sí, era miedo lo que tenía, era miedo lo que no me dejaba empezar mi declaración cada vez que la apartaba del resto, era este maldito miedo el que quizá me alejó de mi felicidad, cada vez que la veía, cada vez que con su hermosa sonrisa me felicitaba, cada abrazo que me dio, cada caricia por más de amistad que fuera aún la llevo aquí en mi corazón, no me canso de recordar, recordar sus concursos, recordar como luchaba con tanta emoción, con tanto empeño, con tanta ilusión, yo siempre la apoyé, siempre estuve ahí, en la gradería, gritando, dándole todo el apoyo que pudiera, incluso mi espíritu le acompañaba en la arena, en cada combate, sin que ella supiera, yo estaba a su lado, apoyándola dándole las fuerzas necesarias para seguir, cada paso que daba, cada sueño que tenía yo lo vigilaba, escondido en las sombras como un ladrón, escondido por miedo, pero aún escondido nunca dejé de vigilarla, de estar siempre a su lado, de protegerla, nunca me despegué de ella, incluso en sus sueños yo estaba presente, cuando dormía por las noches yo la cuidaba, cuando sentía frío la cobijaba, para mí nunca fue ningún sacrificio hacerlo, por el contrario era un placer, era un placer contemplarla en la noche, cuidarla en el día, no importaba que no se diera cuenta, es tanto mi amor que no necesito que ella me lo agradezca.

Si tú la llegas a conocer de seguro me entenderás porque no hay nadie que pueda resistirse a su encanto, ella es la persona más dulce, más tierna que hay sobre el planeta, la verdad es que solo conociéndola, solo viviendo lo que yo viví con ella podrías entenderme e incluso estoy seguro que aún así nunca podrás sentir lo que yo siento por ella, yo no sabía, no sabía lo que era, estas ganas de verla, estas desesperadas ganas de que estuviera con migo, de contemplar de nuevo su sonrisa, te juro que no lo sabía, nunca había sentido esto por nadie, absolutamente por nadie en el mundo y tenía la certeza de que nunca lo sentiría por nadie más, pero con el tiempo lo comencé a entender, aquello que las personas llamaban amor ¿Será acaso que me estaba enamorando, será acaso este el sentimiento del que tantos escritores hablan, será esté el sentimiento que inspira poetas y mueve al mundo? Pero… si en verdad es esto lo que siento… ¿Por qué me duele tanto, por qué el sentimiento que dicen que es lo más hermoso del mundo me causaba tanto dolor? Me hiere el tener que cuidarla entre las sombras, me hiere el tenerla solo en sueños, el besarla solo en mis fantasías, yo quiero tenerla para mi, que se dé cuenta de lo mucho que la amo, quiero poder abrazarla cuando quiera, que cuando gane un concurso la pueda felicitar más que con un “lo hiciste bien”, o “te felicito” quiero algo más, ya no quiero ser solo su amigo, ya no me conformo solo con verla, no se me es suficiente el verla dormir cada noche y despertar cada mañana, tenía que decirle lo que sentía, era necesario, yo ya no podía seguir sufriendo de esta manera… pero de nuevo este desgraciado miedo, ¿Qué tal si se lo decía y se alejaba de mi? No soportaría seguir mi viaje sin que esa sonrisa me alegre cada día, no podría seguir sin ella, mis fuerzas se irían mi mundo dejaría de existir porque ya no era solo mío, todas mis medallas, mi sueños, mis metas, mi futuro y mi corazón habían dejado de ser míos para ser de ambos, ella es mi complemento, mi mitad y sin ella todo se destroza, no me puedo permitir eso, no puedo permitir que se vaya, no tengo que arriesgarme… aún así, aún sabiendo todos los riesgos a los que me enfrentaba, sabiendo todo lo que podía perder, un día me animé, un día me canse de esconderme, un día decidí que era el momento, que ya no podía estar así y elegí el mejor momento, después de uno de sus concurso, un concurso que ganó como todo una profesional, en ese concurso no solo se llevó el listón, también arrancó del publico miles de merecidos aplausos, se podía ver en su cara la enorme felicidad que desbordaba en ella, después de recibir el listón bajó a los vestidores,
ese era el momento, esa era mi oportunidad, si quería hacerlo tenía que hacerlo ahora, sin que Brock ni Max se dieran cuenta le dije a pikachu que esperara con ellos y me puse en camino a los vestidores, no recuerdo si estaban largo o cerca solo recuerdo que en todo el camino pasé tomando fuerzas, pesando en lo felices que podríamos ser juntos, al llegar a los vestidores la vi, ahí estaba, feliz como nunca antes la había visto, terminaba de guardar sus cosas en su pequeño maletín amarillo, yo me escondí detrás de una columna, un suspiro y unos cuantos pensamientos de ánimos fueron suficientes, estaba decidido, di la vuelta para salir de mi pequeño escondite con toda la intención de hablarle y decirle la verdad, pero había algo diferente en la escena, ahora no estaba sola, la acompañaba ese molesto amigo suyo, ahí estaba Drew como siempre, extendiendo una rosa en sus manos hacia mi gran amor, no me molestó en lo más mínimo, eso ya era costumbre de Drew, lo sabia pero estaba vez fue diferente, Drew no le dijo sus típicas palabras de desaliento, por el contrario la felicitó, le dijo que era una excelente coordinadora, May tomó la rosa en sus manos y cuando Drew se dio la vuelta, la presionó fuerte contra su pecho y con un leve suspiro sus mejillas se sonrojaron, en ese momento todo se me derrumbó, toda mi ilusión se perdió en lo profundo de un obscuro abismo, había alguien más, alguien que había tocado su corazón, alguien que le había causado un suspiro e incluso sonrojarse, aquello había sido suficiente para que dos lagrimas traicioneras se escaparan de mis ojos.

“Ash, estas ahí” dijo la hermosa coordinadora notando mi presencia, aún un poco oculto por la sombra de la columna bajé un poco mi cabeza para ocultar mi llanto y respondí levemente, ella notó que algo me sucedía pero no quise sacar a la luz la razón de mi tristeza, oculte mi llanto de terrible dolor bajo la excusa de que tanta alegría por su victoria me había puesto en ese estado, estoy seguro que al principio pensó que mentía, pero luego, ante mi insistencia terminó convenciéndose y me abrazó muy fuerte al tiempo que nuestros amigos ingresaban al lugar, desde ese día todo fue diferente, ya no comía como antes, no podía dormir, no podía ver esa sonrisa que por tanto tiempo me alegraba sin dejar de pensar en ese chico, ¿cómo era posible que después de tantos insultos, de tantas burlas de su parte hacia ella terminara enamorándola? No lo podía creer, por más que pasaba el tiempo no podía concebir que todos mis sueños, que todo lo que tenia me lo había robado un tonto chico de cabello verde, ella notó mi cambio y al tiempo decidió alejarse de mi y emprender su propio viaje, ese día lloré como nunca me dolía mucho que se fuera pero ya no tenía razones para luchar por ella, si en verdad la amaba tenía que dejarla ir, con dolor llegó el momento de la despedida, ambos nos quedamos viendo fijamente por un tiempo, yo quería animarme, decirle lo que sentía aunque sabía que no iba a ser correspondido, que por lo menos se fuera sabiendo que siempre estará en mi mente y en mi corazón, incluso estuve muy cerca de decírselo, pero no me atreví no me hubiese gustado que sintiera lastima de mí, lo mejor era dejarla sin decir nada, un simple “adiós” acompañado con un “Que te vaya bien” fue lo único que mis labio pudieron decir, yo sé que ella esperaba más, pero ni siquiera un abrazo pude darle, tanto me dolía perderla, tanto era el dolor que soportaba en ese momento que estaba seguro que si la abrazaba rompería en llanto y terminaría rogándole que no se fuera, pero no podía ser así, con el dolor en mi alma di la vuelta y me uní a Brock y pikachu para ver como mi gran amor se perdía con su hermano en el triste horizonte del mar, ese horizonte que nunca olvidaré, incluso el cielo parecía triste, pero ya no podía hacer en ese momento, ella no era para mí, tenía que entenderlo, tenía que entender que su corazón ya lo había robado otro, que en sus sueños no estaba yo y sus sonrojos e ilusiones nunca serian para mi, para otro que, sin querer, me lo robó todo. Fui fuerte de ahí en adelante, empecé un nuevo viaje y conocí nuevos amigos, nuevos rivales, nuevos pokemon y una nueva chica que se unió a mi grupo, ella era muy alegre y muy activa pero no se comparaba con el esplendor de mi May, ella también fue coordinadora y también le ayudé con todo lo que sabía, pero en sus prácticas yo estaba ausente, no podía ver la belleza de sus ataques porque solo recordaba los de May, no veía sus ojos o su rostro, porque en el silencio de mi mente solo recordaba los de esa chica, esa chica que se llevó con ella todo lo que tenia, yo sé que Brock se dio cuenta, yo sé que él notaba como mis ánimos hacia Dawn no eran iguales a los que le daba a May, porque yo nunca la pude olvidar, nunca pude alejar ese tan bello rostro de mi mente, yo tenía que saber algo de ella, no podía quedarme solo en mi mundo sin saber cómo estaba ella, cómo le iba en sus concursos, por eso investigué hasta el final, logré con la ayuda de las enfermeras Joy de Hoen, saber a qué concurso iría, en qué canal lo trasmitirían y en la noche, sin que nunca nadie lo supiera me escabullía entre las sombras del lugar para conseguir verla, no estaba a su lado pero la podía sentir, podía admirar su belleza y su felicidad muy cerca de mí, y de nuevo mi alma y espíritu viajaba hasta la arena y ella me tenía a su lado para apoyarse, yo la amaba, yo la amo, la amo como nunca llegaré a amar a nadie, en mi viaje sin ella descubrí que no podía vivir sin ella, que ya no importaba si mi amor era correspondido, pero tenía que sacarme esto de mí interior, tenía que decírselo, tenía que gritarle al mundo lo que sentía por ella, ya nada importaba, mi dolor era tan grande que los riesgos se habían convertido en pequeñeces, igual ya la había perdido, igual ya no estaba con migo cada día ni cada noche, igual ya no tenía nada que perder, pero ahora, ya nada de eso importa, todo mi amor no importa porque ya la fingida sonrisa de su rostro no tiene la felicidad de antes, porque sus frías manos ya no trasmiten el calor que trasmitían, porque ya su felicidad está tan muerta como ella, porque ya nunca la podré abrazarla dentro de esa estrecha caja de madera…



Al salir de su casa, noté en mi bolsillo un pequeño papel arrugado que su madre me había dado, lo extendí y parecía una carta…

Para mi eterno amor… Ash

Para ti mi amor, para que sepas que aunque nunca me atreví a decírtelo te he llevado en mi corazón desde el primer día en que te conocí, para que sepas que siempre te he amado y que eso nunca cambiará, para que sepas que siempre te he amado, pero tenía miedo de que tu no me amaras a mí, tenía miedo porque sabía que nunca te has interesado en las chica, y que solo piensas en las batallas, pero después de este viaje sin ti me he dado cuenta que tengo que decírtelo, ya no me importa si no soy correspondida, tengo que decírtelo, por lo menos de manera escrita, solo espero que cuando vuelvas, podamos ser felices juntos…
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Lamento si la lectura se les hizo pesada a causa de la falta de separación ya que como vieron, casi no se divide, bueno la verdad no se divide hasta el final, espero conocer sus opiniones respecto a mi trabajo, todo comentario o critica será bien venida y tomada en cuenta, gracias por leer.
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*verguenza* ya editado y aún sigue siendo igual de pesado y absurdo de leer, creo que esto queda de lección para el futuro.