29 de Agosto

Hoy mamá nos ha levantado temprano. Por fin vamos a ir a la playa. Es 29 de agosto y ayer el señor del tiempo dijo que haría mucho sol, eso me hace muy feliz.

Aún es de noche cuando mamá me despierta, quiere que salgamos muy temprano de casa, pero no me importa por que tengo muchas ganas de ir a la playa.

Nada mas mamá me levanta y me ayuda a lavarme los dientes, la acompaño a despertar a Laura. Desde que Laura volvió a casa en junio pasa mucho tiempo en la cama, y ya no tiene pelo en la cabeza, mamá dice que es por que Laura está enferma. Yo siempre me abrigo bien por que no quiero resfriarme y perder todo el pelo como Laura, pero aún así, sin que ella tenga pelo, sigue siendo muy guapa y tiene unos ojos muy bonitos.

Mamá ayuda a Laura a cambiarse de ropa, también la ayuda con todos los tubos y cosas médicas de Laura, nunca me dejan que las ayude con ello, y papá me reñirá mucho si lo hago.

Cuando cogemos todas las cosas y el coche está todo entero de cosas de playa, mamá y yo ayudamos a Laura a subirse al coche. Laura me cuenta un chiste mientras la ayudamos, es muy divertida.

Mientras papá conduce, Laura y yo jugamos al “veo veo”, pero Laura se queda dormida muchas veces mientras jugamos, pero no me importa, cuando se despierta se disculpa y sigue jugando como si nada. Mamá se pone triste cuando Laura se duerme, no se por que, ella dice que es por que Laura es muy bonita cuando duerme, y tiene razón, pero yo no lloro por eso, es por que soy muy mayor ya.

Durante el camino me quedo dormida un par de veces, y papá me despierta algunas veces que hemos parado, para comer y para que el coche pueda beber algo, seguro que está cansado después de correr tanto. Cuando el sol ya ha salido, paramos en una gasolinera para comprar chuches, esta vez mamá me deja comprar muchas chuches. Cuando se las enseño a Laura ella sonríe y se pone contenta, pero no me pide ninguna. Las que no me coma las guardaré para después que seguro que tiene ganas.

Mientras guardo las chuches de Laura, unos niños malos vienen y se ríen de que no tiene pelo, yo voy y les riño, pero Laura me dice que no pasa nada. Enseguida la mama de esos niños viene y les da un cachete por malos y nos pide perdón. Es una buena mamá, aunque da tanto miedo como la nuestra.

No le contamos nada de esto a mamá y papá, y en cuanto vuelven, nos ponemos en marcha para ir a la playa.

No tardamos mucho en llegar, o bueno, me quedé dormida por el camino, así que no lo se con seguridad. Mamá me despierta cuando llegamos y lo primero que veo es el mar. Enseguida despierto a Laura y le digo que estamos en el mar, ella me sonríe y parece animada. Mamá y papá la ayudan a levantarse y todos vamos juntos a la playa. No hay mucha gente así que cogemos sitio rápidamente. Mamá y Laura me obligan a ponerme crema solar, yo no quiero pero aún así me la tengo que poner. Ellas también se la ponen y enseguida voy a jugar con el agua. Laura no viene conmigo y me dice que después irá a bañarse conmigo.

Laura y mamá hablan mucho, y no me hacen mucho caso cuando las llamo desde la orilla para que me vean. Aún así sigo jugando.

Cuando es mediodía, mamá me llama para ir a comer, ella ha traído bocadillos. Rápidamente voy con todos. Laura se ha vuelto a dormir debajo de la sombrilla, cuando voy a ir a despertarla, mamá me detiene y me dice que la deje descansar. No lo entiendo, ella ha dormido mucho hoy.

Mientras como, le pregunto a mamá por que Laura tiene un pañuelo en la cabeza, y ella me dice que a Laura no le gusta no tener pelo. Ella me lo dice bajito, creo que aunque Laura duerma no quiere que se entere de todas formas. Yo le contesto que Laura es muy bonita aunque no tenga pelo. Mamá comienza a llorar y eso me pone triste, no se si he dicho algo malo y le pido que no llore, pero ella me dice que no pasa nada. Creo que en ese momento Laura estaba despierta, por que agarraba fuerte la arena.

Mamá me deja ir a nadar otra vez, esta vez me acompañan ella y papá, y Laura nos mira de lejos, hemos esperado una hora para hacer la digestión y ha sido muy aburrida, así que ahora voy a jugar mucho.

Después de un ratito, mamá y papá vuelven con Laura y yo con ellos, y le pregunto a Laura si quiere jugar conmigo un poco más antes de que nos vayamos. Mamá dice que no la moleste, pero Laura la interrumpe y me dice que irá encantada. Ella discute un poco con mamá y papá, pero siempre sonríe. Al final me toma de la mano, se quita el pañuelo y vamos juntas a bañarnos. Mamá y papá nos miran abrazados a lo lejos, y yo juego mucho con Laura hasta que se hace tarde.

El sol está naranja y mamá dice que es hora de irnos. Laura no se vuelve a poner el pañuelo y va conmigo hasta el coche, me lo he pasado muy bien y espero venir a jugar de nuevo. Cuando nos montamos y nos empezamos a alejar de la playa, miro donde nos hemos quedado y sonrío. Laura se ha vuelto a quedar dormida, y yo también tengo mucho sueño. La abrazo, y me quedo dormida junto a ella...

A lo lejos, el pañuelo de Laura, que descansaba sobre la arena, es por fin arrastrado por las olas, bajo la mirada de las gaviotas que surcan el ocre cielo de un 29 de agosto.