One-shot de Pokémon - "¿Amigos o Rivales"

"¿Amigos o Rivales"

“¿Amigos o rivales?”​

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La lluvia no había parado desde muy temprano por la mañana. El agua cristalina, el cielo color gris perla y los charcos y jardineras cubiertos de agua eran el paisaje de ese día.
Ningún niño o adolescente había salido al parque por un helado o un chocolate esa tarde, todo estaba muy aburrido…
Una joven de cabello castaño estaba sentada en su cama, abrazando sus piernas, mientras observaba caer las gotas de agua.
En sus ojos color añil se podía observar una inmensa tristeza, algunas veces una que otra lágrima se deslizaba por sus mejillas pálidas.
La joven dirigió su vista hacia su habitación. Miró con detalle y cariño un oso de peluche color blanco, para después repasar la hilera de libros con estilo de aventura que tanto le gustaba leer. Por último, fijó su mirada en su mesita de noche, donde se posaba una lamparita color blanco con detalles rosados y al lado, un portarretratos.
La chica sonrió al ver la fotografía que el marco resguardaba, y se levantó tranquilamente.
Caminó con elegancia hacia la mesita y tomó entre sus dedos ese portarretratos, para después oprimirlo contra su pecho.
Con un suspiro, lo volvió a poner en su sitio, sin dejar de contemplar aquella imagen.
Todo era perfecto, al parecer. El cielo azul añil, el pasto y el color verde de los arbustos que habían salido en la foto era el más vivo que jamás había visto, mientras que un tierno y bien entrenado Beautifly se había posado arriba de la cabeza de una castaña, que sostenía la mano de un joven con cabello verde.
Todo parecía estar tan… feliz… y en ese momento, la joven castaña sabía que todo estaba muy desconcertado.
La pequeña sonrió. Si ella, en ese momento, no arreglaba las cosas, nadie lo iba a hacer, su amigo era tan orgulloso… ¿Amigo?... ¿Ella lo consideraba un… amigo? Definitivamente, no sabía la respuesta ni la sabría si sólo se quedaba allí, parada, mirando viejas fotografías y recordando buenos ratos.
Se acercó rápidamente a su ropero, tomando una chamarra color verde oscuro, después, agarró sus tenis blancos, cargó las llaves en su bolsa y se puso un gorro guinda.
Corrió fuera de su habitación y, antes de salir al pueblo, cogió un paraguas que estaba recargado en la pared de la entrada.
Así, protegida de la lluvia, caminaba tranquilamente, pensativa, por el poblado. Buscaba de entre muchas casas una muy especial para ella, que en ese momento era la única que necesitaba.
A lo lejos, la vio, tenía las luces de la cocina y de las habitaciones encendidas, y el coche estacionado en la cochera, así que la familia estaba en casa.
May sintió cómo su corazón se aceleraba, no entendía bien por qué siempre pasaba eso estando peleada con aquel joven, tal vez… temía que no la perdonara…
Respiró profundamente y se aproximó a la casa, caminaba nerviosamente, no quería quedar peor de lo que ya estaba.
Con su mano temblorosa hizo sonar el timbre, no pasaron muchos segundos antes que la persona que esperaba abriera la puerta.
Los dos chicos se quedaron mirándose, May no reaccionaba, y Drew no tenía las palabras concretas para poder hablar.
Cuando por fin la castaña había abierto su boca para dialogar, la voz de una señora la hizo entrar de nuevo en su timidez.

_ ¡Drew! ¿Quién es?

El joven, algo desconcertado, respondió titubeando.

_ Es… ¡Es May, mamá!
_ Vaya, dile que pase, hace un día horrendo, ¿No?

La respuesta de la madre de Drew confundió a los chicos, pero el joven, obediente siempre a las órdenes de alguno de sus padres, se retiró de la puerta, y con una sonrisa, dejó que su amiga pasara.
May cerró su paraguas y lo dejó cerca de la puerta, después se quitó su chamarra y la colocó en un sillón cercano a la misma, para evitar estorbar.
El ambiente realmente era tenso. Tantas cosas que los dos tenían para decir… y ninguno se atrevía a hablar.
Cuando alguno estaba a punto de decir algo, se arrepentía y esperaba que el otro hablara primero.
La madre del chico notó esto al no escuchar las múltiples risas y las charlas que eran comunes oír cuando la joven Balance estaba en esa casa, así que se dirigió al pasillo donde seguramente debían estar.
Cuando vio a los chicos, sonrió dulcemente y decidió tratar de aclarar ese asunto.

_ Hola May, me alegro que vinieras a casa. Hace un día muy frío, ¿No?
_ Bastante frío –Respondió la joven mirando al suelo-
_ Bien… iré a preparar té y galletas para que puedas comer algo y calentarte. Por mientras, Drew, llévala a tu cuarto y préstale una toalla para que seque su cabello, ¿No?
_ Si mamá. Ven, May

La señora, aliviada por haber roto aquella tensión, dio media vuelta sin perder su sonrisa y se dirigió a la cocina, mientras que Drew conducía a May a su habitación.
Los jóvenes entraron, y, mientras que el chico buscaba una toalla, la pequeña se sentó en la cama de su amigo.
Vio con detalle toda la habitación, había un librero en el que se veían muchos libros de investigación pokémon, también un escritorio bastante ordenado, (no como el de ella), con algunos papeles importantes y también algunas fotos, en la que resaltaba una que ya estaba enmarcada.
Se veía un paisaje perfecto, el cielo azul añil, el pasto y el color verde de los arbustos que habían salido en la foto era el más vivo que jamás había visto, mientras que un tierno y bien entrenado Beautifly se había posado arriba de la cabeza de una castaña, que sostenía la mano de un joven con cabello verde.
En el momento que May dejó de contemplar la foto, Drew llegó, entregándole una toalla color blanco y sentándose a su lado.

_ Aún tienes esa foto, ¿Eh? –Se atrevió a decir la castaña-
_ Si, debes saber que no me desharía tan fácilmente de ella

El joven miró a la castaña con alegría, May le respondió con una tierna sonrisa, pero al instante decidió que de una vez por todas, iban a arreglar ese asunto que tantas vueltas le había dado por la cabeza.

_ Y bueno… -Dijo Drew, para la sorpresa de May- Yo… lamento lo que te dije ayer, realmente no quise…
_ No, yo también estuve bastante odiosa, creo que soy la que debería estar pidiendo disculpas ya que de algún modo yo originé la pelea…

La joven castaña suspiró un momento y quitó su mirada de Drew, para volverla al suelo, mientras unas cuantas lágrimas caían en su regazo.
Drew se levantó al ver la acción de su amiga y se hincó justo enfrente de ella, le limpió las lágrimas que aún se resbalaban por sus mejillas y la abrazó con cariño.

_ Ya, hay que olvidar ese asunto y dejarlo atrás, ¿Quieres? –Dijo el chico sin dejar de abrazar a su amiga-
_ Está bien –Respondió May, correspondiendo el abrazo-

Media hora más tarde, una señora, su hijo y una joven castaña se hallaban tomando té, eso era un poco anticuado para el joven, pero tenía que reconocer que esa infusión de cereza era rica, y mucho.
Las risas y comentarios ingeniosos habían vuelto a esa casa, y toda tensión ya había desaparecido.
May desvió un momento su mirada hacia la ventana, dándose cuenta que un sol brillante y travieso estaba apenas iluminando el pueblo, mientras la lluvia, ahora brisa, lentamente paraba.

_ ¡Miren! –Exclamó la chica-
_Vaya, qué bien, el día no estará tan aburrido después de todo –Sonrió la madre-
_ Eso parece –Agregó Drew-
_ Bueno, chicos, iré a cortar unas flores al jardín, y ustedes deberían ir al parque, se divertirían

La señora se paró, dejando su taza en el fregadero y con la misma sonrisa salió de la casa, dejando a una pareja de mejores amigos haciendo lo que toda pareja de mejores amigos hacen…

_ ¡Vamos Drew!
_ ¡Yo no quiero ir al parque! ¡Es aburrido!
_ ¡No es cierto, siempre hay cosas para que te diviertas!
_ ¡Ya cállate May!
_ ¡Oye! ¡Nadie me calla! …

FIN

Notas: Espero realmente que les haya agradado este one-shoot, ya que será lo último que publico en este sub-foro, la razón es quiero cambiar mi estilo de escribir y poderlo perfeccionar más en otro foro de CemZoo, aún así, seguiré dejando comentarios ^^
Suerte!!!