Microrrelato «Comodidad»

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Descansó sus viejos huesos sobre el suave colchón, quedó boca arriba, apagó las luces y mirando por unos segundos el techo, por fin cerró los ojos e intentó dejarse llevar al mundo onírico.

No pudo.

Se giró a su lado izquierdo y no pensó en nada, dejó su mente en blanco. A pesar de eso, no pudo conciliar el sueño. Se movió al centro de la enorme cama para poder estirar sus extremidades pero a pesar de ello no pudo dormir. Frunció el ceño, se estaba cansando, se estaba molestando.

Ladeó su cuerpo al lado derecho, movió la almohada a su cabeza para minutos después moverla de aquí allá, en busca de esa comodidad.

Era en vano.

Suspiró cansinamente y al final se puso boca abajo deslizando su mano debajo de él, quedando a la altura de su pecho, torciendo ligeramente su muñeca, solo en esa posición pudo encontrar aquella comodidad, ni transcurrió medio minuto cuando cayó en las manos de Morfeo.

Por fin.

Solo de esa forma podía encontrar la paz, aunque su mano lo resintiera.

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Escrito que no tiene en sí un título, mas es necesario que lo posea, por lo que le puse ese. No obstante, no creo que le pegue tal cual, pero en fin. Hay lo que debe haber y entre un sinfín de ellos, es el que mejor le quedó.