¡Una sorpresa muy inesperada!

Ojala les guste la historia y comente. Cualquier critica es muy bienvenida :)
Pd: Sé que para llegar a otro país se demoran días, pero como esto es solo un fic solo lo deje como horas. C:

Apagó el despertador antes de que pudiera despertarla. Parecía un ángel durmiendo, pero sin duda era aún más linda cuando estaba despierta.
Ni un solo ruido se escuchaba en la casa, solo el viento golpeando la ventana. El brillo del sol aún no salía, todavía era demasiado temprano. No solía levantarse a esta hora de no ser porque tenía una misión.
Miró a la mujer que tenía a su lado. Mirarla le producía deseos de besarla. Pasó su mano lentamente por su mejilla y le dio un beso en la frente.Le dio una sonrisa tiernamente y volteó su vista hacía el velador.
Miró el reloj y se levantó rápidamente, se tomó un vaso de agua y apagó las luces. Se apresuró a salir tomando las llaves con extrema discreción para no despertarla y se fue.

Las calles de Konoha estaban vacías a esa hora. El sol comenzaba a salir y las hojas caían de los árboles. Quiso quedarse sentado mirando las nubes, pero debía realizar esta misión con éxito y luego regresar con la mujer a la que tanto quería. Después tendría tiempo para mirar las nubes.
Siguió caminando con su postura de fastidio, aquella coleta negra y esos ojos dormilones que tanto lo identificaban. Con un profundo bostezo llegó al lugar indicado donde lo estaban esperando sus compañeros de misión.

—¡Shikamaru!— se oyó la voz de Naruto gritar tan fuerte que hasta los pájaros salieron volando lo más rápido que pudieron del lugar.— Pensé que no te levantarías a esta hora.

El chico rubio de los ojos azules se veía muy emocionado por la misión, pero no le tomó mucha importancia. Al lado de él se encontraba Neji sentado en una banca esperando a los demás integrantes del equipo.

—Naruto, eres un escandaloso…— dijo el chico Nara restándole importancia a lo que había dicho Naruto anteriormente.

—Buenos días Chicos.— se escuchó la voz de Sakura mientras se acercaba a paso rápido.

—Cinco minutos atrasada.— Protestó Neji mientras se paraba de la banca en donde se encontraba.

—¡Eso no es nada!— respondió Sakura como acto reflejo.— Pero, ¿dónde está Ten Ten?— Miró hacía ambos lados tratando de encontrarla.

—¡Aquí!— Le dijo la chica de los ojos color chocolate que se encontraba detrás de ella.

—Bien, ya estamos todos. Vámonos.— Se escuchó la voz de Shikamaru que ya iba caminando hacía las afueras de Konoha.— Entre más pronto lleguemos, mejor.

El equipo partió rápidamente hacia la aldea de la Ola, donde habían sido enviados por la Hokage para enviar documentos de extremo cuidado. Después de algunas horas ya se encontraban lejos de la aldea.

El despertador sonó como era de costumbre, avisándole que debía levantarse.

Sus ojos se abrieron lentamente y recorrieron la habitación entera buscándolo, pero estaba vacía. Se sentó en la cama con mucho cuidado y miró el reloj. Eran las 9 a.m. y no había rastro de él en la casa. Nunca se levantaba tan temprano. Se paró de la cama y miró el calendario.

¡Hoy tenía fijada una misión!- pensó para sus adentros por un instante.

Se le había olvidado por completo que iría al país de la Ola. No podía quedarse sentada mirando por la ventana esperando que volviera. Se encaminó hacia la habitación una vez más y comenzó a vestirse.
Su cuerpo era muy atractivo, su piel blanca y suave y sus ojos color verde azulados la hacían la hermosa mujer que era. Tomó su pelo rubio y brillante en cuatro coletas como era de costumbre y se lavó los dientes, recogió su abanico que estaba al lado de la puerta y salió de la casa.
El sol brillaba como era de costumbre en Konoha y la gente ya estaba dando vueltas por la aldea. Se dirigió a la torre de la Hokage y entró en su oficina a paso decidido.

—Con permiso, Tsunade-sama…— Susurró a medida que entraba en la habitación.

Hablar con la Hokage no era algo muy simple. Su carácter y fuerza la hacían la mujer temible que era. Además de su esbelta figura y sus ojos brillantes, pero sin duda lo que más la hacía conocida era su voluptuosa delantera.

—Temari, que sorpresa verte por aquí tan temprano. Pensé que estarías en tu casa descansando.— La voz de la Hokage sonaba un tanto asombrada.

Había pensado que la regalaría por estar levantada caminando por ahí, pero no fue así. Le dio un vaso con agua y se sentó en su escritorio a escuchar lo que ella tenía que decirle.

—Lo sé, pero no me puedo quedar en casa sabiendo que Shikamaru está en el país de la Ola. Necesito tu permiso, quiero dirigirme hasta allá.

Los ojos de Temari se clavaron en la ventana esperando la respuesta de la mujer sentada al frente suyo.

—¿Ya le contaste a Shikamaru?— Tsunade se levantó de su asiento acercándose a ella.— No creo que Shikamaru quiera que vallas si supiera. Además ya a pasado un mes desde que se confirmó.

La mirada de Tsunade era directamente hacía la cara de la chica, pero esta la esquivó mirando hacía la pared por unos segundos.

—No, no le he dicho aún- Los ojos de Temari desviaron la mirada hacía el piso, pero pronto volvió a subir la cabeza y miró a Tsunade fijamente— Debe dejarme ir, ese vago no sabe cuidarse solo. Ya sabes que es muy flojo y fastidioso, le gusta hacer las cosas a su manera.

—No lo sé Temari, sería ponerte en riesgo. Por eso mismo no te incluí en ninguna misión y no te incluiré tampoco, por lo menos hasta que se cumpla el tiempo de espera.

—Tsunade-sama…entiendo a la perfección la situación. No me pidas quedarme de brazos cruzados, he estado en cada una de las misiones al lado de aquel vago. Sé cómo es, como pelea y como se defiende.— Volteó la cabeza para mirar a la Hokage que la observaba atentamente.

—Si te pasara algo, él no me lo perdonaría. Y menos si supiera en el estado en que te encuentras.

Tsunade observó cuidadosamente de pies a cabeza a Temari esperando a que esta desistiera de lo que le pedía. Pero para su sorpresa, como era de esperarse, no lo hiso.

—Que le llegara a pasar algo y nunca supiera la verdad…eso, yo no me lo perdonaría.

Sabía que era peligroso para su salud dirigirse hasta allá, pero ella tenía razón. Si a Shikamaru le sucediera algo y nunca se enterara de cómo se encontraba, eso sin duda, nunca se lo perdonaría él ni ella misma.

—Está bien Temari, tú ganas.— Tsunade clavó su mirada en la chica de las cuatro coletas y le concedió una sonrisa.— Ten cuidado por favor.

—Lo tendré. Gracias.

Se dirigió rápidamente hacía las afueras de la aldea y comenzó su camino hacía el país de la Ola sin perder tiempo. La tarde ya estaba cayendo, no podía perder ni siquiera un segundo. Había estado con él en todo momento, lo conocía mejor que nadie y sabía que la necesitaría.

Una hora más tarde.

Ya en el país de la Ola después de viajar sin descanso, llegó el equipo de Konoha hasta el lugar indicado para realizar la misión con éxito.

—Muchas gracias por haber traído estos documentos, denle mi gratitud a la Hokage.— Dijo el gobernador del país de la Ola con una sonrisa en la cara.

—No se preocupe, señor gobernador.— Le respondió Shikamaru mientras se despedía.

—Vallan con mucho cuidado.

—¡Gracias!- sonaron a coro las voces de los ninjas del equipo.

Salieron de la oficina y caminaron un rato por las calles del país hasta llegar a la entrada. El viento era frio y el sol comenzaba a bajar lentamente.

—Tsk, vámonos ya.— Dijo el chico de la coleta un poco fastidiado mientras que bostezaba.

—Creo que no dormir lo suficiente te pone de mal humor.— Rió Sakura dándole una palmada en la espalda.

—De todas maneras yo también quiero llegar rápido a la aldea.— Dijo Neji mientras comenzaba a caminar hacía las afueras para dirigirse a Konoha.

Se dispusieron a ir por el bosque para llegar a la aldea lo antes posible. Los árboles estaban húmedos, eso significaba que hace algunos días había llovido.

—Hay que moverse cuidadosamente. Los arboles están resbalosos.— Sugirió Neji quien iba delante de los demás guiándolos.

Siguieron avanzando, pero luego se detuvieron un rato para descansar. Sacaron un poco de agua del río y se sentaron debajo de un árbol durante un par de minutos.

—Valla, ¡Naruto sí que ha estado callado esta vez!— Dijo Ten Ten en tono de burla.

Los ojos del Nara se movieron mirando alrededor suyo contando a todos los que integraban el equipo. Y se dio cuenta de que faltaba uno y, para su desgracia era el más problemático.

—Un momento, ¡¿dónde está Naruto?!— Exclamó Shikamaru mirando a su alrededor.— Ya se me hacía raro que ese energúmeno estuviera en silencio, ¡No está aquí!

Sakura arqueó una ceja y se levantó rápidamente moviendo la cabeza en todas direcciones, buscando al compañero perdido.

—¡Jodido Naruto!, ¿dónde mierda te has metido?— La voz de Sakura se escuchó por todas partes.

En menos de lo que pudo parpadear aparecieron 4 hombres alrededor de ellos. Por lo que se veía eran ninjas exiliados del país de la Ola y uno de ellos tenía a Naruto.

—¡Sakura- chan!— Gritó Naruto eufórico

El tipo que tenía en los brazos a Naruto lo golpeó y lo dejó sujeto a un árbol con un shuriken, mientras los otros empezaban a dispersarse en la niebla, que se volvía más densa cada vez.
Shikamaru logró atrapar al que había golpeado a Naruto con su sombra, pero los otros seguían libres.

—Shikamaru, quédate aquí nosotros nos encargamos de los demás. Alguien debe quedarse con Naruto.— Dijo Neji mientras examinaba el lugar.

—Vale.

Neji logró diferenciar a uno de los ninjas y pudo golpearlo. Este calló sobre un árbol, pero se paró de inmediato. Sacó un cuchillo e hizo algunos sellos desconocidos. El chico Hyuuga se mantuvo al margen siguiendo cada uno de sus movimientos, pero los movimientos de aquel ninja fueron demasiados rápidos y cuando Neji logró darse cuenta, aquel hombre sacó un árbol y se lo lanzó.

En ese momento Sakura detuvo el árbol con un golpe de puño, pero no se dio cuenta de que el cuchillo que había sacado el tipo anteriormente lo había escondido entre el árbol y le dio en el brazo izquierdo haciéndola caer al piso.

—¡Sakura!— Gritó Neji nervioso mientras la tomaba en brazos y se lanzaba retrocediendo.

Logró quedarse entremedio de 2 árboles alejado de aquel ninja por un momento, cuando derrepente sintió la voz de su compañera en el oído.

—Neji yo me encargo, tú ve por él.— le dijo Ten Ten rápidamente mientras se disponía a darle primeros auxilios a Sakura.

Neji asintió con la cabeza y se acercó a paso rápido al enemigo que seguía parado en el árbol esperándole.
Ten Ten dejó en el piso a Sakura para sacar de su bolso una venda. En ese mismo instante apareció otro de los ninjas con una ola gigante detrás de él. Los ojos de la chica se abrieron examinando lo que se venía encima, tratando de buscar un escondite miró hacía todos lados.

- ¡No podre esquivar esto con armas debo escapar!- pensó Ten ten analizando la situación.

Logró escapar con Sakura en sus brazos de la gran ola que venía hacia ellas y quedó detrás de una roca, pero en ese momento le lanzaron un shuriken. Pudo esquivarlo con un cuchillo y subió la mirada para observar quien le atacaba, pero no vio nada. El ninja estaba escondido en uno de los árboles que la rodeaban, pero no sabía en cual. Debía darse prisa y encontrarlo. Rápidamente le puso una venda en el brazo a Sakura mientras esta se ponía en pie lentamente. Neji mantenía un combate cuerpo a cuerpo con uno de los ninjas que ya se veía bastante debilitado.
Shikamaru, por otro lado, estaba tratando de matar al enemigo con su sombra, pero este estaba ejerciendo fuerzas. No era un tipo muy fácil de vencer y el tiempo de su sombra ya estaba llegando a su límite.

Y Naruto… ¡Naruto estaba inconsciente!

¿Qué les pareció la historia?
¿Despertará Naruto a tiempo para aqyudar a sus compañeros?
¿Cual es el secreto que Temari le esconde a Shikamaru?
¿Dónde estará el Ninja que falta?

 

Este es el segundo capítulo :B espero que les guste :)

A toda velocidad se dirigía hacia el país de la Ola por la parte central del bosque. Faltaba muy poco para la puesta del sol. A lo lejos se escuchaba ruido, como si se estuviera ejecutando una pelea. Tenía curiosidad por saber de qué se trataba, tenía el presentimiento de que eran ellos, así que se apresuró a ir más rápido. Levantó su mirada al cielo y vio 4 pájaros salir volando en dirección contraria y cuando volvió la vista hacia el frente frenó en seco. Venía una ola de agua hacia ella. La detuvo con su abanico y se quedó parada en el árbol esperando a que el enemigo apareciera.

—Vaya, vaya. Eres más ágil que esos idiotas.— En el árbol de al frente se paró un ninja que a la vista se notaba que era exiliado.

Frunció el ceño y miró a su alrededor. ¿De dónde había salido este tipo? Se preguntaba para sus adentros mientras examinaba el lugar. Sabía que debía tener precaución; un golpe demasiado fuerte y sería fatal para ella, no podía arriesgarse tanto.

—¿A qué te refieres con “más ágil que esos idiotas”?— preguntó la rubia mientras recorría cada uno de los detalles del lugar.

—La tropa de idiotas que hay más adelante son unos inservibles. En poco estarán muertos, por ahora me divertiré contigo.

Los ojos de Temari si abrieron rápidamente mirando fijamente al tipo que tenía en frente. Esos idiotas debían ser ellos, no había duda. No tenía tiempo para quedarse jugando con ese tipo, debía llegar lo más rápido posible.

—¿Qué harás?— le dijo el ninja mientras comenzaba a hacer movimientos extraños— veamos si realmente eres más fuerte que ellos.

—No tengo tiempo para jugar con un estúpido como tú.— fue todo lo que respondió.

—No debiste decir eso…— El ninja comenzó a moverse de un árbol a otro intentando confundir a Temari.

¡—Tú me cabreas!.— Exclamó Temari al tiempo que alzaba su abanico.— Ya dije que no tengo tiempo para jugar.

El enemigo saltó contra ella, pero esta a su vez dio un salto esquivándolo, mientras llegaba al árbol de al frente. Se dio la vuelta rápidamente y cuando subió la mirada el ninja venía hacia ella.

—¡Ahh!— Gritó mientras que sentía el dolor del golpe que le había provocado aquel ninja.

Sin perder tiempo se levantó tratando de encontrar su posición exacta. Miró a ambos lados, pero no vio nada. Dio un par de pasos hacia adelante y dio un salto al árbol de la derecha lanzando un Shuriken al ninja que se mantenía escondido en el árbol de al lado. Logró darle en una pierna, pero este se movió tan rápido que no pudo divisar adonde se había escondido esta vez.

—¿Tenten, estas bien?— preguntó Sakura mientras se dirigía hacia ella.— Hay que vendar la herida de tu mano.

—Fui muy descuidada, no me di cuenta del segundo kunai cuando esquive el primero.

El enemigo volvió a aparecer, esta vez con un remolino de agua que cayó encima de las dos chicas.
Neji, unos metros más allá del lugar donde se encontraban sus compañeras seguía en su lucha. Esquivaba todos los árboles que el enemigo le lanzaba. Ya estaba exhausto y el enemigo seguía llevando la ventaja; mientras que siguiera lanzando árboles, Neji solo podría gastar su chakra esquivándolos o destruyéndolos, mientras él podía atacar y defenderse.

Tomada de una rama, Sakura salió a flote. Se paró velozmente en una roca y buscó a Tenten. Cuando logró encontrarla se dio cuenta que se había golpeado con un árbol, quedando inconsciente. Se acercó apresuradamente y la curó. Ya empezaba a cansarse de estar corriendo y esconderse, entonces logró juntar chakra en su mano y golpear con mucha fuerza el suelo, provocando que algunos árboles cayeran y el piso temblara. Junto con un árbol cayó el ninja que se encontraba escondido, pero se volvió a poner en pie después de unos minutos.

—Eres una mocosa con bastante fuerza…

—¡¿A quién le dices mocosa?!, pedazo de idiota.— Ya estaba muy cansada como para que un ninja como ese viniera a insultarla.— ¡Te pateare el trasero!

Corrió hasta el árbol donde él se encontraba y le dio un puñetazo. Al recibir el impacto del puño de Sakura e ninja cayó lejos de donde se encontraban las chicas, dándole oportunidad a Sakura de ayudar a Tenten a pararse.
Ambas se pusieron de pie observando todo su entorno en busca del enemigo. Se dieron cuenta de que él estaba atrás de ellas. Sakura se dio la vuelta y Tenten desapareo inmediatamente del lugar. El ninja se acercó a Sakura para golpearla, pero esta le devolvió el golpe dándole una patada en toda la cara. El ninja por la fuerza del golpe quedo tirado en la rama de un árbol.

—¿A quién le decías mocosa?— le dijo Sakura al ninja en un tono burlesco.

—Ya verás lo que hago contigo.— Se puso en pie sobre el árbol y sacó un cuchillo

Justo en el momento cuando estaba a punto de terminar con los sellos para hacer su ataque Tenten apareció detrás de él con uno de sus rollos. Miles de armas volaron en el lugar dejando noqueado al ninja.

—¡Maldita sea!— el tiempo de su sombra se había acabado, tenía que terminar la pelea ahora.

Shikamaru tomó a Naruto del brazo y retrocedió un poco, llegando a quedar espalda con espalda con Neji. A ambos se le acababa el chakra. Uno de los ninjas se fue contra Shikamaru lanzándole un árbol. Este pudo esquivarlo, pero el árbol pasó de largo hacia donde estaba Neji. El chico Hyuuga se dio la vuelta para golpear el árbol dándole la espalda al otro ninja.

—Hey, tú estás peleando conmigo.— El enemigo aprovechó que Neji estaba de espalda para darle una patada lanzándolo lejos.

En ese momento Naruto se despertó. Miró hacia todos lados sin poder comprender que estaba sucediendo. Se dio cuenta que Shikamaru estaba peleando con un enemigo y Neji estaba tirado en el suelo. Volteó su cabeza hacia el lado contrario y vio al otro ninja que se acercaba con toda velocidad al chico Hyuuga con un ataque fatal. Naruto se levantó rápidamente del piso y corrió para detener al enemigo.

—¡Chúpate esta!— gritó eufórico el rubio dándole una patada en toda la cara.
Pero para su sorpresa, solo era una técnica de duplicación de cuerpos. ¡Ahora había cuatro ninjas iguales!

—Mierda, esto se está poniendo muy feo.— le dijo Shikamaru a Naruto mientras observaba la situación.

En ese momento llegaron Sakura y Tenten. Se dispusieron a curar la herida de Neji y también a revisar sus propias heridas. Naruto iba a hacer una duplicación al igual que el otro ninja, pero Shikamaru no lo dejo.

—Ellos no son duplicaciones cualquiera.— dijo el moreno mientras observaba cada uno de sus detalles— Cada uno de ellos es real, no sé cómo lo hizo, pero esa duplicación hace que cada uno sea verdadero.

—¡No me importan cuantos hayan, les pateare el trasero a todos!

Shikamaru retrocedió un par de pasos y se inclinó. Su oponente se acercó a toda velocidad a él para golpearlo, pero cuando estaba muy cerca sus brazos quedaron estirados hacia atrás. Cada vez que intentaba hacer fuerza sus brazos cada se estiraban aún más.

—¡¿Qué diablos…?!— no podía comprender que estaba sucediendo

—Cuando has mirado a Naruto, porque golpeó a tu compañero, yo he hecho una duplicación de cuerpos. Esta duplicación ató un hilo a tus brazos y ahora está ejerciendo fuerza.— lo dijo tranquilamente mientras buscaba en su bolsillo un sello explosivo.— Se acabó.

Diciendo esto lanzo el sello explosivo haciendo que el enemigo junto con una de las duplicaciones que estaba más cerca de él explotaran. Por otro lado, Naruto le dio un golpe con toda su furia a una de las duplicaciones, cuando estaba a punto de caer Tenten le lanzó cuatro Kunais dejándolo colgando en un árbol. Ahora solo quedaban dos: el original y una duplicación.

—¿Dónde se ha metido ese idiota cuando uno lo necesita?— dijo uno de los ninjas mientras que miraba a todos los lados.

—¿Te refieres a este energúmeno?— su voz resonó, haciendo que todos los que estaban en el lugar desviaran su mirada hacia ella.— Pues, ahora está bien muerto y el siguiente eres tú.

Su esbelta figura llamó la atención. ¿Pero qué estaba haciendo ahí ella? Y traía con ella a uno de los ninja que ya estaba muerto. Abrió lo que más pudo los ojos, estaba asombrado. En realidad era ella. Tal como la había dejado esa mañana, ahora estaba sobre aquel árbol. Como era de esperarse: aparece, lo salva y luego lo regaña por ser tan descuidado. Verla realmente le alegraba el día. Era casi imposible no observarla fijamente, después de todo era la mujer a la que amaba.

Tiró el cuerpo de aquel hombre lo más lejos que pudo y se dispuso a abrir su abanico para luego, con un gran remolino de viento, mandar a volar a los ninja que quedaban lo más lejos que se pudiera. Bajó del árbol y se paró frente a ese vago que tanto amaba.

—Ya sabía yo que no puedes hacer nada sin mí, Nara— le dijo mientras le extendía la mano para ayudarlo a pararse

—Tsk, mujer eres tan arrogante.— le respondió mientras le regalaba una sonrisa de medio lado, de esas que a ella le encantaban.

—Temari-san, deberías estar descansando. ¡Esto no es bueno para tu salud!— exclamó Sakura mientras se acercaba a Temari para revisar si tenía algún golpe o algún rasguño.

—¿Tu salud?— Shikamaru dirigió su mirada a Temari y ella a su vez miró hacia el piso.— ¿Hay algo que no sepa?

Las miradas cómplices de los chicos que se encontraban en ese lugar eran notorias. Los únicos que no comprendían que sucedía eran Shikamaru y Naruto. El moreno volvió a mirar a la Kunoichi fijamente esperando su respuesta. Temari miró a Sakura queriendo que ella cambiara de tema, pero esta a su vez le ínsito a decirle la verdad.

—Veras, hace más o menos un mes fui a doctor porque me sentía rara y…— Observó al moreno, su cara era preocupada y detrás de él estaba Sakura haciendo señas para que terminara de decirle.

—¿Entonces qué?— frunció el ceño preparándose para lo que ella dijera. No podía imaginarlo. Quizás estaba enferma y él ni siquiera se había dado cuenta, era muy despreocupado. Eso lo hacía sentir mal.

—Pues, me dijo que…— Tomó aire y miró el cielo, volvió a bajar la mirada y clavó sus ojos en los de él. Sacando fuerzas de lo más profundo de su corazón terminó la frase.— Me dijo que estoy embarazada.

Los ojos del moreno se abrieron asombrados. Nunca se hubiera imaginado que era algo como eso. En ese momento se generó un silencio en el lugar, los ojos de los presentes se clavaron en Shikamaru que estaba demasiado asombrado.

—Eres una tonta.— Se veía enojado. Se le notaba en los ojos que estaba realmente disgustado.

¿Estaría enojado por la noticia? Se veía muy serio. ¿Es que no le agradaba la idea?, se mordió los labios y miró el suelo respirando hondo. Estaba un poco triste, se había imaginado varias veces una mejor reacción de su parte.

—No es para tanto Shikamaru, es solo un bebe— le dijo Sakura quien se encontraba detrás de él.

—No me refiero a eso.— respondió mientras clavaba su mirada en la mujer que tenía delante— Supiste esto hace un mes y no me lo habías dicho. Y por lo que noto, parece que aquí todos sabían. Además, viniste hasta aquí sabiendo esto. ¿Es que no piensas?

—L-lo siento— fue todo lo que dijo en su defensa la rubia.

El chico Nara soltó un suspiro y miró las nubes. Volvió a mirarla, se veía indefensa y un poco inestable. Era primera vez que la veía así. Se acercó a ella y le dio un abrazo muy fuerte. Temari abrió los ojos muy asombrada. Se sentía un poco más relajada ahora, pero no del todo.

—Esto si es muy problemático. Imagínalo, dos como Temari gritándome, regañándome y volviéndome loco cada vez que caigo en sus miradas.— La miró fijamente y le dio una sonrisa.— Si te hubiera pasado algo realmente no sabría qué sería de mí y más, si ahora tendré otra como tú.

—Entonces, ¿no estás enojado?— Su voz volvió a recobrar ese tono tranquilo de siempre.

—Nunca me enojaría por algo como esto, pero no vuelvas a ocultarme algo tan importante.— Le acarició la mejilla y la beso.

Realmente estaba feliz de tener un bebe con la mujer a la que amaba, pero a la vez estaba preocupado; ¡Dos como Temari! Qué problema. Pero al fin y al cabo seria su pequeña problemática o problemático.

—Te amo mujer, a ti y al bebe.— le dijo sonriéndole y dándole un tierno beso en la frente.

—Solo espero que no sea vago igual que tú.— Suspiró mirando al cielo.

—¡Owwww! Sakura-chaaaa, ¡tengamos un bebe!— gritó Naruto emocionado mirando a Sakura

—¡Ni muerta tendría un bebe contigo, inútil!— Acompañada de estas palabras le dio una patada en la cara

Desde ahora sus vidas cambiarían completamente. Pero sin duda era lo mejor que le podía suceder, después de ella claro. Tendría que hacer muchas clases de tolerancia para soportar a dos como Temari, sin duda sería un trabajo duro. Se podía imaginar a Temari gritándole “Eres un vago, deja de dormir y has algo por la vida”, y luego a una pequeña gritándole “Papi, llévame a caballo”. Ahora sí que tendría menos tiempo para estirarse a ver las nubes.



Había pensado en una continuación de como estarían con un bebe. ¿Qué opinan?
¿Será mujer o hombre?
¿Qué nombre le pondrías?
¿Cómo sería la vida de ellos con un bebe?

 

Bueno aquí les dejo el 3 capítulo llamdo: "Antojos"
Espero que les guste y como siempre toda critica es muy bienvenida! ^^

El sol brillaba como era de costumbre en la aldea de Konoha. Las hojas comenzaban a caer de los árboles, avisando que el otoño había llegado. La rubia se encontraba en su casa descansando, le quedaban tan solo 2 meses y ya serian tres.
Los nervios poco a poco comenzaban a aparecer. Podía imaginarse el momento cuando comenzaría el dolor y tendría que correr a la enfermería, lo doloroso que sería cuando fuera el momento de dar a luz y todas las noches sin dormir que le esperaban. Sin duda no iba a ser nada fácil, pero era lo mejor que le estaba pasando en la vida, después de haberlo conocido.

Lo mejor que podía sentir era su voz diciéndole: “Buenos días mi problemática, ¿cómo está la chaparrita?” Chaparrita…así le llamaba, por ser niña y pequeña. Todavía recordaba el momento en el que le dijo que estaba esperando un bebe. Pensó que la idea no le había gustado, pero se pasaba diciendo todo el día que llevaría a su “chaparrita” a ver las nubes y le enseñaría a descansar cuando fuera necesario, así como le había enseñado a ella a sentarse en la pradera y dormir.
Lo miró, estaba durmiendo. Se veía tranquilo y relajado, como siempre. Pasó su mano por su mejilla provocando que se despertara.
El moreno abrió los ojos y la miró. Lo primero que veía todos los días era ella, lo que lo hacía feliz. Pasó su mano por la cintura de ella y le regaló una sonrisa, se acercó muy despacio y la besó. Aquellos besos tan cálidos que a ella le encantaban.

—¿Cómo están mis dos problemáticas hoy?— le preguntó el moreno mientras se sentaba al lado de ella

—Excelente Nara, pero…— se detuvo y lo miró un poco culpable

—¿Pero qué?, ¿pasa algo?— preguntó preocupado el moreno mientras subía su mirada para mirarla fijamente

—No, es que tengo ganas de comer ramen…— miró al techo esperando a que él le dijera algo

“No puede ser, ayer fue arroz y hoy ramen, ¿Qué será mañana?”- pensó para sus adentros el Nara

—Mujer, ¿tiene que ser a estas horas de la mañana?— su voz era fastidiada y su mirada se desvió a la ventana, intentando hacerle saber que no quería ir en busca de ramen.— Tsk, tu sí que eres problemática

—¡Shikamaru no seas vago, haz algo por la vida y ve a comprar!— lo regañó la mujer que estaba a su lado, mientras lo miraba asesinamente esperando a que se levantara

—Está bien— Comenzó a levantarse y ponerse los zapatos, solo quería dormir.— Tsk, en qué momento se me ocurrió vivir con una mujer tan problemática…

Temari no alcanzó a oírle y el solo hizo una sonrisa de lado. Tomó las llaves y salió de la casa. ¿Era necesario comer ramen? Lo único que quería era estar tranquilo, habían pasado varios meses igual: ella quería algo, él debía hacerlo y luego ya no lo quería. Se preguntaba si las mujeres embarazadas eran así todo el tiempo.

Se detuvo un momento justo en la pradera donde solía sentarse todas las tardes a dormir y ver las nubes. Hoy las nubes eran hermosas. Sus ganas de quedarse sentado ahí el resto del día eran inmensas, pero debía volver a su casa con aquella rubia problemática y la chaparrita.

—¡Eh!, Shikamaru— se escuchó un grito emocionado. Era el sin duda su voz era inconfundible. —¿Qué haces a esta hora levantado?, pensé que estarías durmiendo.

—Venga, tú sí que eres escandaloso Naruto.— No le dio mucha importancia a lo dicho por el rubio, lo miró y con un tono de fastidio le respondió la pregunta.— Pues veras, a Temari le dio ganas de comer ramen.

—Vaya, eres un macabeo Shikamaru.— dijo el rubio en tono burlesco mientras que se tapaba la boca intentando no reírse.

—¡Eres un estúpido!— Le regañó el moreno mientras que comenzaba a caminar hacia algún lado donde estuviera abierto a esas horas de la mañana

—No creo que encuentres algo abierto— balbuceó Naruto a medida que lo seguía de cerca.— Creo saber quién puede ayudarnos en esta situación.

—¿Cómo?

—Pues, yo conozco al señor que atiende en el puesto de ramen. Se dónde vive, hay que ir y pedirle que nos dé un poco.— Razonó el rubio durante unos minutos

—¿Tú crees que nos quiera atender tan temprano?— preguntó el moreno mientras lo miraba con atención

—No te preocupes, déjamelo a mí.

Se dispusieron a caminar en busca del señor que atendía en el puesto de ramen. A paso lento iban caminando, cuando el rubio gritó eufórico el nombre de aquel señor. En menos de 5 minutos el señor salió de la casa, Naruto le explico la situación y él volvió a entrar. Shikamaru miró a Naruto un poco dudoso y este le sonrió.

—Ahí viene.— Le dijo el rubio con una gran sonrisa en la cara.

—Aquí tienes Naruto, disfrútalo. —El señor le entregó un paquete y se despidió a medida que entraba a la casa.

—¡Gracias!— fue toda la respuesta del rubio.— Aquí tienes Shikamaru, debo irme a serguir mi entrenamiento.— Le dio una gran sonrisa y se despidió.

—Nos vemos Naruto

Llevaba la bolsa del ramen en su mano izquierda y con la mano derecha se tapó la boca para luego bostezar. Se volvió a quedar parado en la pradera por un par de minutos, era una tranquilidad única. Lanzó el segundo bostezo al cielo y volvió a seguir su camino.

Al llegar a casa aquella mujer de los ojos verdes azulados lo estaba esperando. Por más problemática y enojona que fuera la quería, después de todo por algo vivía y compartía con ella todos los días. La miró unos instantes, observó su pansa y le dio una sonrisa de lado. Todo eso; levantarse temprano a comprar, soportar sus mañas y dejar que se enojara valdría la pena.

Temari, parada al frente de él no comprendía muy bien lo que sucedía. Él no decía nada, solo se dedicaba a observarla. La rubia intentó romper el silencio, pero en el instante en el que se dispuso a hablar, él no la dejo. Calló su boca con un beso cálido y largo. Esos besos con que ella soñaba cada momento, que esperaba todas las mañanas y antes de acostarse, eran los labios de su vago.

—Te amo, mujer problemática.— le susurró en el oído mientras le daba un gran abrazo.

—Yo también, vago inservible.

Fue todo lo que respondió, no quería interrumpir ese momento. Ahora solo les quedaba esperar un par de meses y ese abrazo seria entre 3. En muy poco tiempo tendría que regalarles esa sonrisa de fastidio a dos mujeres fastidiosas, eso era lo que más anhelaba; aunque fingiera que era problemático.

 

Bueno los dejo con el capítulo 4: ¡El tiempo de espera terminó!

No podía evitar caminar de una esquina hacia otra por el pasillo mientras observaba atentamente cada movimiento de aquel maldito reloj que no le decía nada.

Podía imaginar el momento que tanto había estado esperando, ese momento de muchas dificultades. La preocupación y la tensión aumentaban cada vez más, no podía evitar pensar en todas las posibilidades de aquel momento, podía suceder cualquier cosa. Prefería pensar que no pasaría nada, que todo estaría bien y que muy pronto estaría devuelta en su casa con el par de mujeres que lo hacían caminar de un lado a otro por los nervios.
Podía recordar exactamente cada palabra de ella y cada gesto de dolor que hizo cuando aquella mañana le dijo que ya no podía resistir más tiempo con aquella pansa.

Flash-back

Se levantó temprano como siempre y comenzó a caminar por la casa para no despertarlo, pues a él le gustaba dormir hasta tarde.
Se dirigió a la cocina y tomó un vaso de agua, observó durante unos momentos el sol que entraba por la ventana. En aquel momento sintió la patada más fuerte que había tenido durante esos nueve meses.

—¡Ah!— gritó del dolor mientras el vaso que tenía en sus manos caía al suelo.

—Temari, ¿qué sucede?— preguntó preocupado aquel moreno que venía levantándose rápidamente de la cama.

—Shikamaru…es hora.— fue todo lo que dijo entre el dolor y la presión de sentir que la bolsa se rompía

—¿Hora de qué?— preguntó algo perdido mientras la miraba fijamente esperando a que ella dijera que sucedía

—¡Es hora de ir al hospital idiota!— esta vez le gritó fuerte haciéndole saber que sentía bastante dolor mientras le mostraba con los ojos el líquido que caía.

—Mier…

Flash-back

Hace 20 minutos la habían entrado a la habitación y estaban preparándola para el acontecer. El sol seguía brillante como de costumbre en la aldea de Konoha, realmente estaba nervioso, ni siquiera había mirado las nubes hoy.

—Deberías calmarte un poco Shikamaru, caminar por todo el pasillo no ayudara mucho.— La voz grave y temerosa de aquel pelirrojo que estaba parado detrás de él resonó en su oído.

Había venido hasta la aldea solo para ver a su hermana.
Le había costado demasiado decirle que Temari estaba embarazada y más cuando supo que vivian juntos, pero después de algunos meses de miradas asesinas de parte de él las cosas se habían arreglado bastante.

—Lo sé, no puedo evitarlo.— susurró el moreno mientras se sentaba al lado de él y Kankuro

—¡Shikamaru!— ese mismo grito eufórico que escuchó cuando supo que su mujer estaba embarazada ahora se volvía a repetir y, para colmo, era la misma persona que lo había hecho anteriormente.

—Jodido Naruto, es un hospital no una feria.— Dijo mientras subía su mirada al techo.

—Lo siento, es la emoción.— fue toda la respuesta del rubio

En ese momento salió la peli rosa de la habitación donde se encontraba su mujer. Rápidamente se levantó de donde estaba sentado y camino hacia ella.

—¿Cómo está?

—Llego el momento, deberías acompañarla.— Fue la respuesta de la mujer mientras lo hacía pasar a la habitación

El rubio de los ojos azules se sentó al lado de Gaara dándole una gran sonrisa a esperar que aquel momento de vital interés terminara para poder ver a la nueva Nara.

Entró despacio y sin apuro a la habitación. La escena no era muy bonita, su mujer tenía cara de dolor, sus ojos verdes azulados pedían a gritos que esto terminara rápidamente y su piel estaba aún más blanca que antes.

Se acercó a ella lo más que pudo y la miró fijamente, ella le respondió la mirada y cerró los ojos para empezar con lo que sería una nueva vida.
Tomó su mano y la apretó. El primer empujón se sintió muy doloroso tanto para ella, como para él que tenía su mano apretada por aquella rubia. No pudo evitar cerrar los ojos al sentir el grito desgarrador de la mujer a la que tanto amaba. Procuró mantenerse tranquilo, sin desconcentrarla ni incomodarle.

Los gritos siguieron su rumbo y el seguía intentando no sentir ese dolor en su mente mientras cerraba los ojos. Por algunos minutos recordó todo lo pasado, aquellas tarde sentados bajo aquel árbol en la pradera mientras veían las nubes pasar, sus enojos repentinos y sus gritos enfadados cuando él no hacía nada útil, aquellos días de misiones donde daban su vida el uno por el otro; el momento en el que le dijo que esperaba un bebe, fue una sorpresa muy inesperada, pero que de todas formas lo había hecho aún más feliz.

Abrió sus ojos y con esto los gritos se terminaron para darle comienzo al llanto desesperado de aquella criatura.

Miró nuevamente a su mujer, esta vez ya tranquila, solo un poco cansada.
La enfermera se acercó a él y le entregó la manta. Un latido fuerte empezó a sentir y su mirada comenzaba a relajarse. Tomó aquella manta donde venía la pequeña “chaparrita”. Bajó su mirada hacia ella para notar cada uno de sus rasgos. Su mirada comenzó a ponerse vidriosa, pasó su mano y acarició su cara. Sueva y blanca, igual que la madre. Tocó su pelo, ligero y de color negro, igual al padre. Intentó concentrarse para observarla detenidamente hasta dar con el resultado; sus ojos azulados, preciosos, eso le recordaba a la mujer que más amaba en el mundo.

Una lágrima cayó por su mejilla mientras le concedía una sonrisa a la pequeña que lo observaba atentamente.

—No es necesario que llores, vago.— Su voz parecía como nueva. La observó y ella le concedió una gran sonrisa

Se acercó a ella y entregó la bebe para que ella pudiera observarla de cerca. La rubia frunció el ceño e hizo un gesto preocupante, el moreno advirtió esto y le pregunto rápidamente:

—¿Sucede algo?

—Es que, creo que se parecerá a ti— dijo mientras lanzaba un suspiro al aire.— Solo eso me faltaba, dos vagos.

—Si puedes soportar a uno, pueden ser dos.— le respondió mientras le daba un beso en la frente

La enfermera se acercó y les dio una sonrisa mientras anotaba en una hoja y les hacia las preguntas pertinentes

—¿Cuál será el nombre?— preguntó mientras miraba fijamente a los nuevos padres

El moreno volvió su mirada hacia la enfermera y le respondió con una gran sonrisa

—Se llamará Mitsuko, Mitsuko Nara Sabaku No.