Long-fic de Inuyasha - Que significa este sentimiento??? (kagomexInuyasha)

Re: Que significa este sentimiento??? (kagomexInuyasha)

Hola..
Perdon si tardo con lo de la conti!!! prometo colocarlo cuando pueda!!!

susux76: Me algegra saber que te ha gustado la conti!!! GRacias por pasarte amiga!!

leti: Descuida, entiendo que no te pases seguido y que no tengas internet ahorita!!! ToTToTToT Te extrañare harto!!! Espero que regreses pronto!!! Te deseo muy buena suerte!!!

inu&kaglove: GRacias por pasarte amiga!!! Los lugares que describo, en particular son mis favoritos!!! y me alegra que haya sido de tu agrado!!

HIra_Danw: La verdad que es mi costumbre avisarle a todas ustedes para que puedan leer las contis que coloco!!! Creo que tu tambien me mal acostmbraste con eso :vergüeza:!!! Me alegra saber que te gusto mucho y que me hayas posteado!!!

Gracias a todas ustedes chicas por el apoyo!!! Hare lo posible en colocar en breve el proximo cap!!!
Chaito...

 

Re: Que significa este sentimiento??? (kagomexInuyasha)

Gracias por postear amix Bella!!!
La verdad que si tiene suerte Kagome por tener un hermanito como Souta y de donde uno lo consigue, la verdad que no lo se!!! jeje
Pues me alegra que haya sido de tu agrado lo de la boda, la luna de miel y lo demas!!! Tratare de colocar en breve la conti...
Nos vemos amix!!!
Chaito!!!

 

Re: Que significa este sentimiento??? (kagomexInuyasha)

Pues la verdad que me he puesto seriamente en dejar morir mi fic!!! Aun no lo tengo bien claro, pero en unos dias les aviso a los que leyeron mi fic (aunque en realidad es una porqueria lo que escribi) para no dejarlas sin aviso o talvez coloque el final de esta historia en 1 cap o 2!!!
Les avisare con anticipacion posiblemente mañana o el sabado!!
Gracias a todas los que leyeron mi...ya no importa!!!
Las quiero amix!!
Besos...

 

Re: Que significa este sentimiento??? (kagomexInuyasha)

Aquí les dejo la conti…

Por varias razones quiero tratar de colocarle un final a mi fic…Gracias a todas por el apoyo que me han dado en un principio…y aquí esta como se los prometí.

Pasaron varios meses desde el momento en que se casaron Miroku y Sango y del encuentro de Inuyasha con Kagome. Varias cosas atravesaban en la mente de él ya que no dejo de pensar en esa chiquilla que sin motivo alguno entro a su vida y le había dejado una enorme secuela en el corazón. Todo cambió de forma tan drástica, en su vida y sus sentimientos. Miroku y Sango estaban viviendo en Argentina, Kagome termino la universidad, ahora también estaba viviendo en Argentina con Souta y Megumi (eran vecinos con Sango y Miroku además de haberse casado días después de la boda de sus amigos) mientras que Inuyasha se casaría con Yuka por razones que ni él podía explicarse. Kagome seguía con su vida y trató de olvidar a Inuyasha por completo, después de vivir en aquel país, aunque desde la estadía de ella en ese lejano lugar sólo soñaba cosas extrañas y escuchaba voces en su mente, que se quedaron grabados como recuerdos de algún sentimiento que había quedado perdido en el pasado, pese a todo lo extraño que le ocurría, trato de vivir sin sentir y sin dejarse llevar por aquellos sentimientos que sólo la dejaban confundida y desolada además de intentar entender lo que le sucedía. Pese a todo eso, logró encaminarse a otro lugar y esperar a que cese la tormenta y enfrentarse a nuevos problemas que se avecinaban sin previo aviso.
Aunque era conciente del casamiento de su amado, que se llevaría a cabo ese día. No podía apartar del todo su dolor que aún dejaban marcas, que talvez cicatrizarían con el tiempo.

Esa mañana, el astro rey se colaba junto a la ventana con su majestuosa presencia y dejaba ver el pequeño departamento de la joven que intentaba desperezarse para ir al trabajo. Con su rostro pálido por recordar lo que le esperaba fue a darse un baño y dejarse purificar por el agua cristalina que recorría su fina y delicada piel. Minutos después termina de asearse y colocarse algo cómodo para realizar su labor. Ella fue invitada a la grandiosa fiesta (de la cual en realidad no quería participar) pero como súplica por parte de este, tuvo que aceptar…

Flash Back…

Su rostro reflejaba dolor y su corazón experimentaba la muerte súbita en aquel instante. No podía creer que él se casaría y que la invitara para la boda. Sentía que le daban una bofetada en el rostro, como si en tono de burla se lo dijera.

-¡Yo me caso este fin de semana y quiero que estés presente en ese día tan especial para mi!-decía el joven sereno y sin perturbación en la voz.
-¡Pero yo…tengo un compromiso…ese día!-decía melancólica al no recordar lo que debía hacer.
-¿Y no estarás conmigo allí?-mirándola fijamente.
-*¿Por qué me haces esto?*-decía para sus adentros- ¡Esta bien! Iré en la fiesta, voy a ver como hago para que no se enfade conmigo por dejarlo plantado-decía con la voz triste y soltando un suspiro.
-Se que tenias algo importante para ese día, pero yo quiero que estés allí ya que siempre me has dado tu apoyo incondicional cuando lo necesitaba kagome-dijo eso tomándola de las manos y admirando su delicadeza y su sencillez por última vez- ¡No me dejes ahora! ¡Te necesito a mi lado!-decía con dulzura, pero en ese momento Kagome se sintio como en un mundo apartado a este, como si sólo hubiera sido tan sólo un recuerdo aquellas palabras que resonaban en su mente una y otra vez.
Fin Flash Back…

Llegó a su trabajo derrotada de tanto caminar y de tanto pensar y pensar en lo que pasaría cuando lo viera allí en el altar junto a una persona que no era y ella y que al menos, por un momento…deseaba serlo.

…………………………….

Los preparativos fueron rápidos y precisos todo estaba listo, el salón, la iglesia y por supuesto, los novios. La gente se preparaba lo más rápido posible para tal evento, Miroku ayudaba, ya que era la boda de su primo mientras Sango estaba en una tienda comprando una ropa para la ocasión. En la tarde, Kagome se dispone a comprar el dichoso vestido que en realidad la dejaba completamente deprimida y más el verla puesta con ella. Era un hermoso vestido de color rojo pasión, que realzaba su belleza a tal grado que todos en la tienda, la observaban anonadados. Era una tela lisa sin demasiado trabajado, venía con un chal que se colocaba alrededor del cuello y tenía pequeños detalles en la parte frontal y trasera del vestido. Aunque todos le decían que lucía maravillosa y que parecía una hermosa princesa ella sólo admiraba una mujer vacía y sin sentimientos a través del espejo.

-¿Se siente bien señorita?-decía un apuesto joven de tez blanca con mirada profunda y expresiva.
-¿Ehh?...No se preocupe, ¡estoy bien!-decía ausente.
-¿Quiere llevar el vestido?-cuestionaba de nuevo el joven.
-¡Si, me lo llevo!-decía como si ella no estuviera allí en ese lugar y como si fuera un largo sueño del cual jamás despertaba.

Al salir de la tienda miraba a la gente pasar y fue a un parque cercano, que tenía un toque familiar, era como si perteneciera a parte de sus recuerdos. Se sentó en aquel lugar y admiraba el hermoso paisaje. Observaba cada detalle de aquellas flores, de esas hermosas rosas, jazmines y árboles que rodeaban el ambiente de una pacífica y magnifica tranquilidad. Cerró los ojos por un instante y sentía como un agudo dolor en el pecho llegaba a ella y sentía que la ahogaba de a poco, que la consumía y junto con ella, su vida. Sólo escuchaba aquella voz que le repetía tantas veces lo mismo y que no entendía de donde provenían.

-¡No me dejes sólo, por favor!

Ella recordaba sus sueños y cada vez eran más y más claros. El parque parecía traer más recuerdos de sus sueños desde que pisó aquel país. Abrió los ojos desmesuradamente al sentir que unas manos se posaban en su hombro y la traían a la cruda realidad. Una hermosa niña, pequeña e inocente, la miraba con dulzura y la abrazaba con fervor y ternura. Ella no entendía que hacía la niña, pero sentía que era parte de ella, un pedazo suyo. La abrazaba con fuerza y la pequeña comenzó a sollozar. Kagome la reconfortó y mirándola dulcemente la niña comprendió que no le pasaría nada malo.

-¡No me dejes sola! ¡No quiero quedarme sola!...
-¡Pero…

Y en ese momento escucha que alguien la llamaba y al voltear se encuentra con Sango y MIroku que la venían a buscar.
-¡Kagome!-decía feliz la muchacha que llevaba unos meses de embarazo.
-¡Un gusto verla señorita Kagome! ¡La veníamos a buscar!-saludaba con su amplia sonrisa el futuro padre.

Kagome giro de nuevo y buscaba a la niña que estaba con ella segundos antes, al no verla la tristeza la comenzaba a invadir y un agudo dolor en el pecho se apoderaba de su fortaleza.

-¿Kagome, Kagome?-decía la chica desesperada al ver a su amiga estática y sin contestar.
-¿Te sientes bien Kagome?-mirando a su esposa con preocupación al no obtener respuesta por parte de su amiga.
-¡¿Kagome?!-decía casi histérica y despertándola de sus sueños.
-¿Y la niña?-decía aturdida y mareada.
-¿De qué niña hablas?-decía la pareja al mismo tiempo.
-¡La que estaba conmigo aquí! ¡Ella estaba aquí!-decía con preocupación.
-Cuando nosotros te encontramos aquí, tu estabas sola admirando esas flores-decía Miroku señalando las rosas rojas.
-¿Amiga, te pasa algo?-decía cada vez más preocupada la joven.
-¡Ya no importa! ¡Vamonos, que se nos hace tarde!- decía kagome intentando obtener explicación a lo que sucedió con esa niña y con lo que le había dicho.
Sango y Miroku asintieron y obedecieron a la petición de su amiga que cada vez reaccionaba de una manera más extraña.

Rápidamente cayó la noche en aquel majestuoso lugar. Era una Iglesia pequeña, pero bien acomodada en la ciudad. Estaba bien arreglado y adornado con hermosas calas y con unas cuantas flores más pequeñas para acompañarlas, unos toques de color verde para que quede más rústico y ameno a la vista. La ceremonia daría comienzo en unas horas más y los invitados ya esperaban a los novios para poder celebrar y conmemorar tan bella unión.

Sango y MIroku se adelantaron para poder ayudar con los preparativos que faltaban mientras Kagome fue a su pequeño departamento a arreglarse junto con Megumi. Kagome la ayudo a arreglarse para luego ella poder hacer lo mismo. Ambas se veían hermosas y mas Kagome. Megumi quedó maravillada al verla con la ropa que se había comprado de aquella tienda.
El rojo pasión resaltaba su blanca y delicada piel junto con esos tacones, sus pendientes de brillantes y un pequeño y fino bolso. Su cabello completamente recogido de forma muy sutil sin dejar de lado su elegancia, dejaba al descubierto su espalda y su maquillaje casi al natural para no arruinar su vestimenta.

-¡Te ves hermosa Kagome!-decía ilusionada Megumi-¡Hasta pareces que tu eres la que celebra su boda!-dijo entre suspiros de felicidad y emoción.
-Su…boda…-decía un cuerpo vació que miraba hacía la nada.
-¡Debemos irnos!-decía Souta con un traje en color negro que lo dejaba muy apuesto y elegante.
-¡Enseguida te alcanzamos amor!-decía feliz Megumi- ¿nos vamos?-mirándola con su soñadora y alegre sonrisa.
-Si…-decía mientras el dolor volvía a reprimirla, ahogarla por dentro.

Ya en la iglesia, todos bajaron del auto, los últimos en llegar fueron ellos todos se adentraron en aquel lugar y Kagome admiraba la iglesia con las puertas abiertas de par en par dando inicio a la ceremonia. Al escuchar esos sonidos, esa canción recordaba de nuevo aquel sueño de hace varios meses atrás, que la perseguían y la acompañaban a la vez. Alejo por un momento esos pensamientos y se dirigió a las escaleras, adentrándose entre la multitud.

Lo vio allí en el altar, a su amado, a su eterno amor…Inuyasha. Sentía como su corazón se estrujaba con cada paso que daba Yuka hacia él, era el momento en el que ese dolor se volvería más potente. El padre comenzó a hablar y todo seguía su curso, ella estaba ausente y se sentía vacía. Todo le daba vueltas y no entendía porque razón tuvo que acceder a la petición de él. Se reprochaba a sí misma en eses instante y cuando el padre estaba a punto de terminar la ceremonia, ella se marchó del lugar en el que estaba.

-Yuka, ¿aceptas como tu legítimo esposo a Inuyasha para amarlo y respetarlo todos los días de tu vida?-decía el padre.
-¡Si, acepto!-contestaba ilusionada.

Inuyasha logró ver a Kagome tan hermosa y espléndida, pero ese día, lucía aún más bella que antes, mucho más. No oía las palabras del cura ya que se había quedado embelezado con Kagome y olvidó que hacía él en aquel lugar. El padre continuó y dijo…

-Inuyasha, ¿aceptas a Yuka como tu legítima esposa, para amarla y respetarla todos los días de tu vida?-dijo el cura mirando al novio.

Kagome se alejaba del lugar cada vez más confusa y con el dolor en sus adentros, Inuyasha al verla no aguantó y fue tras ella dejando a la novia y a los invitados a un lado. Todos miraban asustados y sorprendidos por la reacción de este al salir tras Kagome. Ella llegó al parque en donde se había encontrado con aquella niña. Inuyasha la encontró allí, bajo la luz de la luna delineando su hermoso rostro y su esbelta figura. Se detuvo en seco cuando la vio y la llamó por su nombre.

-¡Kagome!

Ella volteó a verlo y con su mirada fría y sin vida no contesto a su llamado, sólo lo miraba en silencio sin poder decirle lo que sentía, sin poder decirle que moría por dentro. Inuyasha se acercaba lentamente mientras Kagome retrocedía intentando huir ya que su dolor se hacía cada vez más agudo y más profundo. Se giró rápidamente para no verlo y el por última vez le dijo…

-¡No me dejes sólo! ¡Por favor! ¡Despierta!

Y se acercó más a ella y el la tomo por la cintura y en un susurro terminó su frase…

-¡Yo…te amo!

Al terminar de decir esas palabras Kagome comenzó a recordar rápidamente todo, desde que conoció a Inuyasha hasta que ella fue a vivir en aquel país. De a poco, oía unas voces, a lo lejos hasta que después de mucho esfuerzo lograba ver los colores que en un primer momento eran obscuros y que ahora se aclaraban de a poco, y reconocía aquella voz.

-¡Te amo!

Abrió los ojos lentamente. Intentaba recordar que hacía ella en la habitación de un hospital y con esa ropa. Al oír de nuevo en voz baja esa voz que la llamó tantas veces entre sueños confusos y sin sentido, lo vio a él, a Inuyasha a su lado, llorando junto a su cama. Con mucho esfuerzo Kagome intento dialogar con su amado. Ella lo miraba enternecida y angustiada, hasta que ella colocó sus manos sobre su cabeza que estaba hundida en el vientre de ella. Inuyasha no podía creer lo que veían sus ojos. Era ella, su hermosa princesa, ¡era ella!
Kagome esbozó una sonrisa, aunque aún estaba aturdida y confundida por lo que sucedía. Inuyasha lloraba de alegría al verla a ella con los ojos abiertos y regalándole aquella sonrisa que sólo ella podía dárselo. La abrazó con fuerza y se acerco a sus labios posando en ellos el más tierno y dulce de los besos que ella había recibido aquel entonces. Pero con ese beso, recordó que ella estaba soñando todo ese tiempo, que sólo eran recuerdos de su pasado y que eso era la realidad. Y ahí recordó todo lo sucedido y de porque razón oía las voces.

-¡Pensé que jamás volvería a verte!-mirándola fijamente y colocando su frente junto a la suya.
-¡Perdón por tardarme tanto!-decía agotada y débil.
-¡No importa eso! ¡Lo importante es que me oíste y que regresaste a mi! ¡Mi pequeña dulce!-besándola apasionadamente.

Ella se separo un poco de él y diviso en su mano un anillo y recordó la boda.

-¿Y tu esposa? ¿qué paso con Yuka?-decía alarmada.
El sonreía ante el comentario de ella y le dijo en un susurro y bien bajito.

-¡Nunca me llegué a casar con Yuka ni siquiera llegamos a formalizar nuestro compromiso, ya que ella no era el amor de mi vida! ¡Eras tú!-decía con lágrimas en los ojos. Ella miraba el rostro de esa persona diciéndole palabras que tantas veces quiso oír de sus labios. El sonreía feliz y le dijo

-¡Cuando te besé en la boda de mi primo Miroku, te profesaba mi infinito amor y antes de volver a perderte te pedí que formalizáramos nuestro compromiso-decía sereno y con ganas de llevarla a su casa y que estuvieran juntos al fin, además de explicarle algo muy importante que todavía no recordaba con claridad.
-¿Pero…y la niña, quien era?-decía un poco agotada.
-¡Ella es la hija de Miroku y Sango! -decía sonriendo-¡Cuando estuviste aquí en este lugar ella decía que podías oirla y te visitaba desde que tuvo conciencia de lo que te había pasado y logró su objetivo-decía con la ilusión y la alegría iluminando su ser.

Entonces ella recordó que tuvo un accidente días después en aquel parque que quedaba cerca de la iglesia. Ella había ido junto a los rosales de aquel parque cuando se sintió mal esa noche en aquel lugar y cayó al suelo inconciente sin entender lo que pasó y dejando muy preocupado a Inuyasha y a toda la familia Higurashi.

Todos se quedaron felices al saber que Kagome recobró el conocimiento después de haber estado 3 años y 6 meses en coma. Todos venían a verla y felices de que por fin había terminado el dolor y el sufrimiento para ellos.

Ella se recuperó después de eso rápidamente aunque ignoraba un pequeño secreto que no se lo había dicho su amado a ella. Cuando estuvo completamente repuesta e intentando recordar lo que le había sucedido varios meses atrás, fue al parque por la noche y aunque era extraño ellos celebrarían una boda y traia puesto aquel bello vestido rojo que había comprado de la tienda tal y como lo hizo en sueños. Fue junto a sus rosas donde en el ambiente reinaba la paz y la prosperidad que ella estaba buscando después de tal acontecimiento. Inuyasha la observaba a lo lejos, admirando esas rosas y aspirando su aroma con felicidad. Se acercó a ella lentamente y con un pequeño obsequio en manos para la joven. La tomo desprevenida y la miraba suplicante y deseoso con los ojos.

-¡Eres la mujer más hermosa que he conocido en mi vida!-decía fijando su mirada en los labios de la hermosa dama.
-¡No pensé que vendrías aquí!, ¿cómo me encontraste?-dijo sorprendida.
-¡A donde quiera que vayan las flores y sus aromas, ahí estarás tú!-le dijo aferrándose cada vez más a ella.

Sin poder reaccionar rápidamente él la beso con pasión, con amor. Ella correspondió a ese beso, a ese gesto que siempre había esperado de su parte y que nunca le había correspondido hasta ese día. Entonces el aprovecho el momento y le confesó algo del cual ella había olvidado.

-¡Toma!-decía colocándole el anillo en su dedo.
-¿Pero…?-decía dubitativa.
-Yo, Inuyasha Taisho, te acepto a ti Kagome Higurashi como mi legítima esposa, para amarte y respetarte todos los días de mi vida-dijo eso terminando de colocar el anillo en su dedo.

Kagome no supo que decir, sólo miraba atónita y feliz la declaración hecha por parte de él. Y ella comprendió que la boda que celebrarían era el de ellos. Y antes de poder decirle algo ella dijo…

-¡Ahora recuerdo!-dijo feliz entre lágrimas-¡Recuerdo que tenía algo importante que hacer este fin de semana! Recuerdo que significa este sentimiento que tenía guardado durante tanto tiempo y que ese sentimiento era el amor que siento por ti desde el momento en que te conocí, en el momento en que me demostraste tu amor sincero y noble, aunque lo haya vivido como una pesadilla a causa de mi enfermedad-dijo ésta abrazándolo y llorando de emoción- ¡y de que nuestra boda se iría a llevar a cabo el día de hoy!-dijo al fin.

Inuyasha se quedó feliz al recordar todo lo que habían pasado juntos y la tomó en brazos y la llevó a la iglesia para poder casarse al fin con su amada princesa, iglesia de la cual había salido con un angustioso dolor en el pecho, provocado a causa de sus pesadillas, que resultaron nada más que una ilusión en la mente de ella durante todo ese tiempo. Después de haber terminado tan hermosa celebración que estuvo esperando durante tanto tiempo y de haber encontrado la felicidad que ella buscaba día a día en su existencia fueron a celebrar su boda en aquel bello salón disfrutando ambos de su mutua compañía y de su infinito amor.

-¡Por fin eres mía, solamente mía!-decía perdidamente enamorado de su esposa.
-¡Me siento inmensamente feliz, y más por haber despertado de tan cruel pesadilla!-decía con una sonrisa de satisfacción en el rostro.
-Aunque eso haya sido una cruel pesadilla para ti y de que jamás hayas entendido lo que significaba ese sentimiento, triunfó el amor y las esperanzas de volver a verte a mi lado y de que por fin fueras mi esposa-dijo esto besando delicadamente su mano izquierda.
-¡Siempre estuve a tu lado, jamás te deje! ¡Gracias por haberme esperado!-decía soltando un leve suspiro.
-¡Te iba esperar toda mi vida si hubiese sido necesario, con tal de verte conmigo a mi lado!-y la tomó entre sus brazos y la llevó en el auto para poder dirigirse a donde el viento y las flores llevaban consigo su aroma y disfrutar del amor y la felicidad después de haber estado separados durante largos años.

Fin…

 

Re: Que significa este sentimiento??? (kagomexInuyasha)

Gracias amix Hira e inu&kaglove!!!
La verdad que me esmere en terminarlo ya porque o sino moriria la historia, asi que fue de forma repentina mi decision con respecto a ello!!!
Gracias por el apoyo de parte de ustedes!!!
Las quiero...
Chaito...

 

Re: Que significa este sentimiento??? (kagomexInuyasha)

La verdad que gracias a ti amix Bella por el apoyo (tu sabes a que me refiero) La verdad que me apoyaste siempre y lo valoro muchisimo, pues, ese beso engloba todo lo que sería en si el amor que ellos se transmitian, tanto por parte de el como de ella.
En fin, colocare despues el epilogo a pedido de la amix Hira!! Les avisare en cuanto termine ese detalle...
Gracias amiga!!!
Cuidate...
Bye...

 

Re: Que significa este sentimiento??? (kagomexInuyasha)

Me alegra volver a saber de ti amix sukiomi!!!! :P
Pues la verdad que me apresure a terminarlo ya que andaba indecisa con esa situacion, pero me alegra saber que te haya gustado!!! Y a ti amix susux76, me alegra saber que tambien te ha agradado el final de mi fic!!! Pues el epilogo va esperar un poquito mas!!!
Les avisare por mp cuando lo coloque!!!
Chaito...

 

Re: Que significa este sentimiento??? (kagomexInuyasha)

Muchas gracias por su apoyo en todo a ustedes chicas!!! Hoy o talvez mañan les coloco el epilogo, que va dedicado a la amix Hira, ya que me lo habia pedido!!!

leti: ¡MUCHISIMAS GRACIAS POR PASARTE! te lo agradeco de todo corazón, y no te preocupes, que te entiendo perfecto en todos los sentidos y se que no estas enferma mi amiga hermosa!!! Nuevamente gracias por haber pasado y no importa si te tardaste o no, lo importante es saber que cuento con tu apoyo y con tu amistad (ya que aunque no te conozca te considero una amiga muy importante para mi!!!). Me alegra saber que te gusto e fic y mi estilo alocado de escribir jejeje!!! Te mandos muchos besos y abrazos amiga!!! Cuidate!!!!

Loveanime: ¡MUCHAS GRACIAS POR PASARTE POR AQUI! La verdad que me alegra bastante saber que te haya gustado mi fic!!! Gracias por tu apoyo!!!

Les prometo no tardarme con el epilogo, es que estuve de examenes y no tuve tiempo de hacerlo!!! Ahorita esoy respirando un poquitito mas, pero de que hay epilogo lo hay!!!
Gracias nuevamente a todas!!! Las quiero mucho bellas damicelas!!
Bye...

 

Re: Que significa este sentimiento??? (kagomexInuyasha)

Como me han pedido epilogo, aquí se los dejo.

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Todo se veía perfecto en un hermoso amanecer de verano. La ciudad vislumbraba la felicidad entre dos personas que habían sufrido durante tantos años después de haber pasado tantas cosas. Habían pasado 2 años después de la luna de miel de Kagome e Inuyasha. La hermosa y joven esposa, se levanto un poco antes que él y fue a preparar leche caliente. Al estar listo fue y lo dejó en una habitación de su casa junto a una pequeña mesa de noche, luego se retiro de nuevo y fue a dormir un poquito más. Se recostó nuevamente en la cama junto a su esposo que aún yacía en su lecho y cerró nuevamente los ojos antes de que comience el día. Minutos después el sol que comenzaba a aparecer y ascender en los cielos lentamente, impedía a una joven pareja dormir un poco más. Habían disfrutado una hermosa noche juntos ese día a pesar de estar muy atareados, pero el sol les advertía de que empezaba un nuevo día.
Lentamente y quejumbrosa habría sus ojos la hermosa joven de tez blanca como el algodón, se desperezó un poco y al intentar levantarse, se percató de que un hombre le impedía se apartara de su lado. Poso su mirada castaña en los orbes de color miel que se veía un poco cansados aún, pero muy atento de que no se le fuera a ir de sus manos su amor. Éste se fregaba un poco los ojos y con su mirada penetrante y dulce al mismo tiempo admiraba a la mujer que se había convertido en su esposa. Esta sonrío sutilmente al verlo así, siendo tan especial para ella y tan importante al mismo tiempo. Él se acercó lentamente a sus labios y le planto un apasionante beso, tratando de calmar necesidad para impedir que se separe de ella. Él amor y la felicidad que le transmitía la esencia de aquella mujer tan bella y delicada, lo dejaban maravillado, todos los días de su vida, desde el momento en que la conoció.

-¡Muy buenos días mi amor!-decía ella un tanto aturdida por el beso y feliz de que se le otorgue.
-¡Buenos días cariño mío! ¿Adónde querías ir?-decía celoso y abrazando más fuertemente a su esposa.
-A darme un baño…-decía pícara sabiendo como era su esposo (ya que no quería que se marche tan temprano de la cama).
-Pero hoy es domingo y uno puede levantarse más tarde que en los días de semana…-decía acercándose peligrosamente a ella-…así que no te iras aún de aquí, no hasta que yo lo permita…-mirándola con ganas de transmitirle el amor inmenso que sentía por ella.
-Y si me voy… ¿qué piensas hacer?-decía juguetona y mirándolo fijamente.
-Pues va ser mejor que no intentes nada, ya que pagarás las consecuencias…-sonriendo y mirando su cara llena de picardía.
-Pues yo pensaba ir a preparar el baño y volver…-dándole un beso pequeño en la nariz al esposo que tanto amaba-…y llevarte para que me acompañes a darnos un baño juntos-decía juguetona terminando su frase.
-Esta bien, acepto la oferta que me ofreces, pero no sin antes hacer esto…-y comenzó a besarla con ansias de calmar su sed, ya que no podían estar muchas veces solos y disfrutar del uno al otro por las actividades que tenía y que los dejaban agotados además de que tenían una responsabilidad mayor…
En medio de aquellos besos apasionados y caricias llenas de amor y ternura, fueron interrumpidos por una vocecita que los llamaba desde la puerta. Ambos miraban un tanto avergonzados por ser vistos en tales circunstancias por aquella pequeña pero grácil figura; se acercó lentamente ante ellos y los miraba dedicándole las mejores de sus sonrisas…

-¿Necesitas algo Shippo?-decía dulcemente y dándole un besito al pequeño.
-Pensé que seguías dormido…-decía un tanto avergonzado el esposo abrazado a su mujer.
-Papi…Mami… ¿puedo il a jugal con Akime?-decía el pequeño un poco avergonzado de interrumpir a los jóvenes padres.(Akime es hija de Miroku y Sango y vivían junto a la casa de ellos)
-¿Ya desayunaste?-decía su madre mirando a su pequeño tesoro, fruto de su amor.
-¡Si!-decía feliz…-¡Leche!-decía mostrándole el biberón que tenía en sus manos (ya que su madre siempre dejaba uno extra en las mañanas antes de que su esposo le impida apartarse de su lado)
-Esta bien, pero no te tardes mucho…-decía ella dándole un besito en la frente.
-Si…-decía abrazando a su madre y dándole un beso a su padre (aunque a veces peleaban por la comida porque siempre le quitaba al pequeño y éste lo hacía llorar, y su esposa resolvía el asunto dándole un coscorrón ¬¬)
-Pórtate bien hijo-decía acariciando su cabeza, ya que quería mucho su hijo a pesar de todas las cosas.
-Si papi…-dándole un abrazo y dirigiéndose a la puerta-…llamale a Akime…y si no ta yo jugale solito…-decía sonriendo.
-Esta bien…-decían al unísono ambos y sonriendo felices de ver a su hijo tan responsable desde pequeño.

El pequeño cerró la puerta y dejo solos a sus padres. Su madre se levantó de la cama a ver desde la ventana si es que Akime esperaba a su hijo. Minutos más tarde la vio en el patio trasero de su casa (ya que colocaron un portón pequeño para que los niños pudieran tener acceso a ambas casas junto con la pareja de amigos que se visitaban a menudo e iban en caso de necesitar algo o para poder disfrutar juntos en familia) el pequeño fue a su encuentro y comenzaron a jugar juntos. Él hombre de piel blanca al igual que su esposa se acerco a la ventana a observar a su hijo y abrazó a su esposa, demostrándole cuan feliz era de tenerlos a ambos. La tomo en sus brazos y la llevó a la cama, tal como se lo propuso él. Comenzó a llenarla de besos y caricias y a disfrutar que estaban solos en la casa.

-Aún no te iras…-decía con firmeza en sus palabras.
-¿Y qué pasó con mi propuesta?-mirándolo a los ojos y sonriendo sutilmente.
-Primero…-dándole un beso en el cuello-…te quedarás aquí…-dándole otro en hombro-…a mi lado…no quiero que te vayas aún, es muy temprano…-y acercándose a su oído y susurrándole despacio-…no quiero separarme de ti ni…ni un instante…-dijo al fin sellando los labios de ella.

Se estremeció al escuchar aquellas palabras de parte de su eterno amor. Entendía su reacción en parte, ya que temía que ella volviera al estado de coma. Le acarició el rostro a su amado y lo miraba fijamente a los ojos en forma de agradecimiento, mientras unas lágrimas se escapaban de sus ojos llenos de emoción.

-Jamás me separaré de ti…-recorriendo su mirada por su rostro-…siempre estaré a tu lado…pase lo que pase-dijo al fin.
-¡Te amo! Y quiero que sepas que mi amor por ti es más grande que este mundo…pero no quiero que te abandones, no quiero que me dejes…-decía secando sus lágrimas lentamente.
-Lo sé… ¡y también te amo! Pero nunca podría abandonarte, sabiendo que me amas tanto y que me lo demuestras día a día con esos besos, con esas caricias, con esa ternura que solo tú puedes darme y nadie más puede igualar eso…-mirándola emocionada y feliz de saber que era tan afortunada de tenerlo.
-¿Me lo prometes?-decía perturbado por aquel suceso tan doloroso por el que había atravesado.
-Te lo prometo…-acercándose lentamente y besándolo con amor y ternura a su amado.

Este correspondió el beso gustoso y profundizó aquel beso más y más recorriendo aquellos lugares en los cuales se encontraban la felicidad plena que tanto buscó durante tanto tiempo. Se dejaron llevar por el momento, por aquel amor tan fuerte que los unía a ambos y se amaron durante esa mañana, como si hubiera sido la primera vez.

………………………………

Más tarde, en la casa de ambas familias, comenzaron a preparar el almuerzo (asado por cierto, cosa que no puede faltar en domingo xD) junto con Miroku y Sango. Estaban felices ambos de disfrutar de un ameno día junto con sus amigos y sus hijos que se comenzaban a querer tanto y jugar juntos cada mañana. Horas después de haber preparado la mesa en el patio de la casa de los Houshi. Empiezan a llevar los alimentos a la mesa, todos ayudando a la vez (hasta los niños), y empiezan a comer juntos.

-¡Gracias por los alimentos!-decían todos antes de comer.
-Veo que están de lo más felices ustedes dos…-decía Miroku con la mirada pervertida que siempre tenía.
-¡Miroku!-decía Sango dándole un coscorrón en la cabeza.
-¡Auch! Me dolio Sanguito, ¿por qué lo hiciste? No he hecho nada malo…-decía mirándola con cara de borreguito.
-¿Y todavía lo preguntas?-mirándolo con cara asesina-… ¡Uuy!-decía con enojo y fastidio por las mañas de su esposo.
-¡Ejejeje!...Descuiden Sango, esta todo bien, además ya conocemos lo suficiente a Miroku…-con una enorme gota al estilo anime.
-¡Ha! Además de que no ha cambiado nada…-decía en todo de burla-…siempre con sus mañas…-dijo al fin.
-¿A qué te refieres con sus mañas?-decía una Sango que comenzaba a enojarse.
-¡No dijo nada amorcito! Cálmate…-decía Miroku mirando con cara asesina a Inuyasha.
-¡Lo que quise decir es que…-y fue interrumpido por su esposa.
-Lo que Inuyasha iba a decir es que…-y fue interrumpido por Inuyasha que le tapo la boca a su esposa.
-…quería decir que eres el mismo de siempre... ¡un bromista!-decía mirando a su esposa y ella dejando salir un enorme suspiro al saber que sólo diría eso.
-¡Jejeje! Si así es…-decía Miroku dejando salir un enorme suspiro.
-¡Más te vale que sea así Miroku Houshi!-decía una Sango enfurecida y mirando a su esposo de manera asesina.
-¡Jamás haría eso mi amor! Si sabes que te amo, y que nadie me da las cositas que tú me das…-mirándola de manera pícara, mientras ella reía sutilmente.
-Creo que Miroku le cambió le hizo un lavado de cerebro-decía Kagome con una gota estilo anime.
-Creo que sí…-decía Inuyasha mirando a sus amigos y sonriéndole a su esposa.
-¡Jajaja!-Al final, todos comenzaron a reír juntos y a recordar bellos momentos de la vida.
-¡Jejeje!-comenzando a reír los niños por la actitud rara de sus padres, pero recordando lo feliz que eran al tenerlos por quererse tanto el uno al otro.

Rápidamente pasó la tarde, todos charlando juntos unos con otros y contándose sus cosas. Los niños jugando en la alberca de los Houshi y divirtiéndose juntos en el agua, pero sin dejar de ser vistos por sus madres y padres para que no les pase nada.
En un momento, cuando empezaban a charlar más bien las dos amigas, Kagome comenzó a sentirse mal.

-¿Sucede algo amiga?, luces muy pálida-decía Sango preocupada.
-Me siento mareada-atino a decir Kagome cuando empezaba a ver borroso.
-Mejor te traigo un vaso de agua-levantándose apresurada.
-No es necesario, esperam…-y cayó al suelo inconciente. Sango comenzó a llamar desesperada a su amiga para que reaccionara pero no sucedía nada.
-¡Kagome! ¡Kagome!-decía su amiga desesperada de la angustia-¡Inuyasha! ¡MIroku! ¡Rápido!-decía entre sollozos.

Ambos hombres corrieron a auxiliarla, pero lo que había visto el hombre de cabellera larga y plateada lo dejo petrificado aquel instante…

Continuará…

Les dejo así luego me dicen que les pareció…jejeje…ya que estoy de examenes tratare de continuarlo en cuanto pueda. Espero que lo disfruten…