GRACE Sinopsis Un brujo necesita un clan. La magia existe por una razón, es lo que mantiene vivo el mundo, y los brujos tienen la obligación de mantenerla en movimiento, de hacerla fluir. Por eso la habilidad de manipular la magia se pasa de padres a hijos, y por eso los brujos son más fuertes en clanes que les enseñan a controlar y utilizar sus poderes. Pero donde hay poder siempre habrá alguien que desee robarlo, y utilizarlo para fines equivocados. El pequeño pueblo de Grace era hogar de uno de los clanes más fuertes y cuyas raíces se desglosan de la familia Salem. Pero hace años que su magia permanece inactiva, aunque a nadie parece importarle. La vida es feliz en Grace, nunca hay grandes conflictos, nunca existen oponentes en las votaciones para alcalde, no es necesario obligar a los alumnos a decorar el pabellón para la fiesta de primavera. Así que cuando un grupo de estudiantes de secundaria comienzan a despertar del permanente sopor que envuelve la ciudad, los buitres comienzan a merodear. Un brujo necesita un clan, sin él es vulnerable. Personajes Claire Evans Contenido oculto Nombre Completo: Claire Evans Edad: 16 años Personalidad: Discreta y callada. Es amiga de todos pero no le gusta llamar la atención. Taciturna y con tendencia a darle demasiadas vueltas a las cosas. Tiene un gran corazón, pero suele ser bastante torpe y a menudo mete la pata sin querer. Historia:Sus padres fallecieron, aunque ella no puede recordar cuándo ni porqué. Vive con su abuela y trabaja como camarera en la cafetería de la plaza. es la que mantiene unida al grupo, se lleva bien con todos y trata de no causar problemas. Shane Boots Contenido oculto Nombre Completo: Shane Boots Edad: 19 años Personalidad: Es el único centrado del grupo. Suele ser la voz de la razón y actuar de líder siempre que se lo permiten. Es muy responsable, pero excesivamente serio. Historia: Llega a Grace cuando se activa el medallón. Está al tanto del hechizo que envuelve el pueblo. Abbie Meyer Contenido oculto Nombre Completo: Abigail Meyer Edad: 17 años Personalidad: No le importa llamar la atención. Vive en su propio mundo a mil por hora, no parece estar quieta nunca. Siente demasiado las cosas, puede estar gritándote en un instante, para abrazarte al siguiente. Habla demasiado y muy a menudo sus amigos terminan metidos en asuntos de los que no tienen ni idea por su culpa. Historia: Vive con su padre, con el que tiene un buen trato pero que trabaja demasiado como jefe de policía de la ciudad. Dado que sólo hay cuatro policías en toda la ciudad, no lo ve mucho. Ella trabaja de vez en cuando en la cafetería de la plaza, junto con Claire. Además ha conseguido hacer prácticas en el Grace Chronicle. Billy Owen Contenido oculto Nombre Completo: William George Owen Junior Edad: 17 años Personalidad: Fiable y tranquilo. Da el tipo de novio perfecto, el que le presentarías a tus padres, aunque después es un cabrón como pocos con las chicas. A pesar de todo es un buen amigo, todo lo que hace lo hace bien y aparentemente sin esfuerzo. Sabe manipular y calar a la gente, es muy observador. Historia: William George Owen Senior es el alcalde de Grace. Tiene una hermana melliza llamada Cat, aunque en su familia nadie se preocupa mucho de los demás. Chris Porter Contenido oculto Nombre Completo: Christopher Porter Edad: 17 años Personalidad: Si hay algún problema, probablemente él sea el responsable. A pesar de todo no busca llamar la atención. Casi nunca escucha cuando le hablan, es impulsivo y vengativo llegado el caso. Sólo es fiel a sí mismo, vive en una espiral de amor odio con Abbie y sólo se acerca al grupo cuando le conviene. Historia: Vive con sus tíos, tampoco recuerda nada acerca de sus padres. Cat Owen Contenido oculto Nombre Completo: Catherine Owen [B]Edad: [/B]17 años [B]Personalidad: [/B]Siempre es el centro de todo, es directa y lanzada, aunque a menudo parecen faltarle dos neuronas y media. Sale con alguien nuevo cada semana, y se enamora perdidamente de todos ellos. Daría cualquier cosa por sus amigos, aunque su inocencia la convierte en la más vulnerable del grupo. Historia: Es la hermana de Billy. Los dos son hijos de una familia acomodada con dinero viejo. Siempre ha tenido todo lo que ha deseado. AVISOS: Me encanta caracterizar a los personajes, pero he de decir que todas las imágenes pertenecen a sus respectivos autores, no son mías. Cada capítulo se compone de diversas partes, contadas desde la perspectiva de alguno de los protagonistas. La narración es en tercera persona limitada. Para saber desde el punto de vista desde el cual se narra, al inicio de cada pedazo aparecerá una imagen del personaje. Recordad que los comentarios me hacen mejorar y me animan a continuar la historia. Un saludo y, ¡gracias por leerme!
1. El medallón Abbie necesitaba una vida. Eso fue lo primero que Claire Evans pensó nada más despertar. Sólo llevaba una semana sin Chris y ya iba camino de la locura. O de volver loca a Claire, teniendo en cuenta los 23 mensajes en el whatsapp que había descubierto al conectar los datos en su teléfono móvil. Se había sacado “sin querer” del grupo de whatsapp a las tres de la madrugada de la noche anterior, cuando Billy y Chris sobrepasaron el límite de lo absurdo, así que no había noticias por su parte. “Méteme otra vez en el grupo”, escribió a Cat rápidamente, suspirando por los gritos de su abuela desde el piso inferior. No abrió la conversación con Abbie, ya la escucharía divagar en clase. ―¡Ya voy! – exclamó para que dejara de llamarla. Su despertador indicaba que eran tan sólo las 10 de la mañana, ¿qué le pasaba a este pueblo con Halloween? Faltaban dos días para la fiesta que se celebraba todos los años en la plaza mayor y su abuela ya estaba perdiendo el culo para encontrar los adornos. Por supuesto, todos debían decorar sus casas para asustar a los niños. Tenían tantas bolsas de gominolas en la entrada que probablemente morirían todos por sobredosis de azúcar antes de terminar la noche. ―¿Nos patrocina un dentista? – preguntó Claire al bajar las escaleras y ver que las bolsas se habían duplicado en la entrada. Se dirigió a la parte trasera de la casa, donde se encontraba la cocina, para conseguir urgentemente una taza de café. Como de costumbre, la cafetera estaba vacía, así que cogió la jarra para llenarla bajo el grifo. A medio camino su abuela se la quitó de las manos, y colocó en su lugar una taza de leche con cacao. Se intercambiaron miradas furibundas, pero la adolescente cedió y dio un trago al cacao bajo la atenta mirada de su abuela. Feliz, la anciana se volvió hacia la puerta de la cocina. ―Necesito que subas al desván a por el esqueleto que compramos hace dos años – comentó -, cuanto antes mejor. Perfecto, encima se quedaría sin desayunar. Cuando su abuela decía aquello, lo que realmente significaba era “hazlo ahora o arrepiéntete más tarde”. Claire se llevó la taza hasta con ella, adelantando a su abuela por el camino. Cogió las llaves de la entrada y subió las escaleras mascullando sin cesar. ―Como si no tuviéramos suficiente mierda en el jardín… El desván siempre se cerraba con llave, costumbres de su abuela. Claire sujetó la taza con una mano mientras luchaba contra la oxidada cerradura con la derecha. ―¡Necesitamos 3 en 1! – exclamó, lo suficientemente alto para ser oída en la planta baja. Escuchó un sonido incomprensible por parte de su abuela a modo de respuesta y no se esforzó por comprenderla – Por supuesto que sí – asintió para sí misma. La cerradura al fin cedió con un golpe, y parte del cacao se derramó sobre la camiseta que Claire utilizaba para dormir - ¡Genial! Dejó la taza en el suelo junto a la puerta, había demasiado polvo en la estancia. Muebles y cajas se amontonaban de forma desordenada en todas direcciones, cosas que su abuela ya no sabía dónde meter. Pero como la anciana parecía tener el síndrome de Diógenes, tampoco tiraba nunca nada. Claire se abrió paso entre un par de sillas descolocadas y una caja que decía “ropa de verano”. Distinguió el esqueleto con facilidad, destacaba sobre una especie de escritorio al fondo. Dos cajas desgastadas se interponían entre la chica y su objetivo, así que Claire movió la que decía “ropa de verano”, se subió sobre ella para trepar sobre las otras dos y…se cayó del otro lado. Tirada sobre un montón de trastos, escuchó la voz de su abuela a lo lejos, probablemente asustada ante tanto estrépito. Claire gritó un “¡Estoy bien!” y trató de moverse. La chica era tan torpe que su abuela ya estaba acostumbrada a esta clase de accidentes, así que Claire no se sorprendió cuando la anciana no insistió. Tenía algo clavándose en la parte baja de la espalda, y estaba convencida de haber roto algún mueble, pero sus huesos permanecían intactos. Se incorporó para sentarse, agarrándose al escritorio que tenía a su izquierda para ayudarse. Con tan mala suerte que se apoyó en uno de los cajones, abriéndolo y derramando todo su contenido sobre ella. Despertada a gritos, sin apenas desayunar y con todo su cuerpo amoratado, Claire tiró todo lo que la cubría a un lado, irritada. Algo brilló en el suelo mientras se ponía en pie, y se agachó para alcanzarlo. Un medallón de bronce, con un óvalo no más grande que su pulgar, se había caído junto con un montón de papeles. Claire abrió el medallón, y la fotografía de una mujer con sus mismos ojos le devolvió la mirada. No parecía antigua, de hecho el suéter que llevaba puesto la mujer de la fotografía todavía se encontraba guardado en su armario. Algo parecido a la electricidad estática le recorrió los dedos, y tuvo el impulso de soltarlo. El sonido de unos pasos arrastrados subiendo las escaleras la sacó de su ensimismamiento. Sin saber del todo lo que hacía, Claire se colocó el medallón alrededor del cuello. No sabía por qué, pero no le apetecía mostrárselo a su abuela. En cuanto pasó la cadena por su cabeza, sintió el peso de algo más que el medallón. Se sintió débil, y tuvo que apoyarse contra las cajas para no caerse. Probablemente se había dado un golpe más fuerte de lo que pensaba, ahora desayunaría y todo estaría bien. Aunque esa electricidad estática comenzaba a extenderse desde el lugar en el que el medallón rozaba la piel, bajo la camiseta. Al otro lado del mundo, alguien sintió exactamente lo mismo.
