Long-fic de Inuyasha - EL CORAZÓN DEL CANTANTE Y LA CHICA DE HIELO

Capitulo 14​

Hace mucho tiempo había un hombre que no era tan feliz, tenía un buen trabajo que le apasionaba tanto, su mejor amigo le hacía reír cada rato y su forma de actuar de pensar en otros que él mismo pero llego un día que pensó que no tenia lo más importante y era el amor.
Los días pasaron hasta que se volvieron meses, su mejor amigo ya no sabía en qué forma podía alegrar su vida. Tan preocupado como se hundía en la oscuridad le conto algo.



- Algún día conocerás una rosa, te enamoras de ella que no podrás vivir sin ella y veras como su hermosura se marchita dejándote las semillas del amor –
Su amigo se molesto y le pego en la cabeza y le respondió - ¡Esa no es la forma de animarme! –
- Lo siento mucho solo quería contar una historia por otro lado ¿me acompañas? –
- No tengo otra opción – le contesto



Al llegar vieron una mujer que salía de un edificio donde ahí trabajan los actores y cantantes, un mundo del espectáculo.
El hombre no paraba de ver esa mujer su hermosura le cautivo el corazón, su cabello negro como la noche sus ojos azules como el zafiro y una linda piel de porcelana.
Se pregunto si era real porque no era el único que estaba embobado por su aura destellante y ella le sonrió después se acerco.



- ¡Hola Naraku! Hace tiempo que no te veo –
Naraku le jalo las mejillas - ¡es tu culpa! Solo te veo una vez al año –
- Lo siento mucho – la mujer vio al hombre – Soy Izayohi, la mejor la amiga de Naraku desde la infancia –
- ¿La infancia? – Se sorprendió – Soy Inutaisho –

Fin del recuerdo




- No puedo olvidar ¿Cómo la mirabas? Parecías un zombi – dijo Naraku
- ¡No te burles! Nunca había conocido una gran belleza junto con su alma – mientras miraba un gran retrato de su esposa –
- Todos las personas que la conocen la extrañan igual que tu – dijo Naraku
- Lo sé, soy feliz con los recuerdos que me ha dado y que me dio dos lindos hijos – dijo Inutaisho
- sí pero al que se parece a su madre morirá tan solo cumplir los 20 años – dijo Naraku
Naraku sentía un gran golpe y miro a su mejor amigo - ¡Crees que no lo sé! Mi hijo morirá cuando tenga 20 y el tonto quiere dar el último concierto en su cumpleaños –
- ¡Vaya si tiene agallas! – dijo Naraku muy sorprendido
- hablando de eso… desde cuando tienes dos Kagome –
Naraku sonrió – un par de semanas, es la hermana gemela de Kagome su nombre es Kikyo según ella estaba muerta pero en nueva york ella es una súper modelo–
- al parecer sabes mucho, crees que nuestros planes van a cambiar – dijo Inutaisho algo preocupado
- ¿Por qué lo dices? – pegunto Naraku
- ¿Qué pasaría si Inuyasha elige a Kikyo y no a Kagome? –
Naraku deja su rol alegre y se pone serio – no puedo hacer nada en las decisiones de Inuyasha, él es el hijo de mi mejor amiga pero a veces me pregunto si Kagome es consciente de sus sentimientos –
- todo este tiempo Kagome no ha tenido un progreso –
Naraku ve a su amigo – Kagome sigue siendo igual pero note un leve progreso habla más con Inuyasha en ocasiones y cuando se da cuenta que abre su corazón se vuelve a encerrar –
- Entonces esto será más difícil – comento Inutaisho

Inuyasha​

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En una gran habitación decorada de estrellas y bestias celestiales se encontraba un niño con su mamá, su madre le leía un libro de criaturas mitológicas al terminar el pequeño no quería dormir.



- Mamá me cantas una canción – dijo el pequeño
- claro – dijo la madre


La madre del pequeño cantaba con todo su corazón además brotaba algunas lagrimas pero el pequeño sentía en su corazón que sería el último día que la veía.

Al terminar de cantar el pequeño sonrió – Es la primera vez que veo lagrimas por cierto aunque te lo había dicho en la mañana felicidades –
- gracias de verdad eres tan dulce – mientras su madre la miraba con dulzura, sabiendo que su fin ya terminaba –
- mamá ¿Sabes por qué Sesshomaru estaba llorando en la mañana? –
- tal vez descubrió algo muy triste – dijo la madre después se levanto de la cama del pequeño – es hora de dormir –
- ¡No! Papá no ha llegado y siempre llega con sus grandes aventuras –
- ya te dije que tenía que arreglar unos asuntos para comenzar una gran aventura mucho más grande –
- ¡Una aventura mucho más grande! – dijo con una gran emoción el pequeño
Su madre sonría usando una gran actuación en el pasado – Si una gran aventura donde tu padre estará junto Sesshomaru y contigo –
- ¿y tu mamá? – le pregunto el pequeño



Su madre vio a su hijo noto que sus ojos zafiro estaba cambiando de nuevo con unos ojos dorados, la gran actriz se volvió una madre y al ver a su hijo tenía que seguir con esto hasta finalice el día.


- Yo no estaré – de pronto toco con su dedo el corazón de su hijo – pero si aquí en tu corazón y en tus recuerdos –
- mamá te duermes hoy conmigo –



La madre solo sonrió con la mejor de todas las sonrisas y el pequeño cerro sus ojos para dormir junto con su madre.
La madre vio como la luz de la luna cubrió a su hijo, ella intentaba sonreír hasta el último segundo pero perder lo que más ama en este mundo, a su esposo y sus dos hijos pero lo que lamenta más que el menor tiene el mismo problema que ella.


- Perdóname por no darte más tiempo… perdóname por no estar a tu lado más, se que ahora me necesitas más que nunca en esta vida pero ahora cuando lo sepas la verdad atesoraras cada segundo de tu vida–


El pequeño abrió sus ojos sin mirar a su querida madre que lloraba por ella y por las personas que la querían



- Solo te puedo decir que te amo hijo mío y espero que nunca lo olvides –


Al escuchar esas palabras volvió a cerrar sus ojos para cuando se hizo de mañana abrió sus ojos al ver que su madre no se había levantado menos que le diga que se levante.


- ¿Mamá? – Sacudió su cuerpo – mamá ¡Mamá! –

Fin el recuerdo…




Me desperté de golpe tan solo soñar un recuerdo del pasado que intento olvidar, cada vez que se acerca el cumpleaños de mi madre lo recuerdo.



- ¡Porque no lo puedo olvidar! – grite
- No es mi culpa que no lo puedas olvidar – dijo Kikyo mientras se acercaba
- ¿Kagome? –
- perdón por desilusionare pero soy Kikyo – mientras se acercaba – a veces para olvidar tienes que enfrentarlo –
- ¿Por eso volviste? Para enfrentarte a tu hermana –
Kikyo se sentó en la esquina de la cama – Si, quería enfrentarme a mi hermana aunque no lo sepas juntas hemos perdido algo muy importante a nuestro padre luego a nuestra madre –
- perdona – le dije
- no te preocupes, yo no estuve aquí cuando mi madre se caso con Naraku solo hui de la realidad y busque una salida –
- ¿una salida? –
- yo siempre me peleaba con mis amigos y compañeros de mi clase porque Kagome no era capaz de enfrentarse a ellos, ella era muy tímida creo que exageradamente tímida pero ella es mi hermana menor y mi deber es protegerla–
- ¿Enserio? Siempre luce como si supiera todo, ni le importa solo pensar en eso me enfada y me pregunto ¿Cómo llegue a enamorarme de ella? –
- la verdad ella se encerró después de la muerte de nuestro padre pero si te puedo decir algo muy importante ella adora las cosas mágicas creo que aun adora las cosas de cuentos de hadas-
- No me lo creo – después recordé sobre el baño parecía un cuento de hadas y esas fragancias entonces ella está esperando un príncipe – Está esperando que un príncipe rompa el hechizo –



Las horas pasaron y cada vez comenzamos a platicar, Kikyo me platicaba sobre las minis aventuras y como se enfrentaba a los chicos malos que molestaba a Kagome.
Ella hablaba de su hermana con una gran dulzura sin darme cuenta comencé a reírme de todos esos sucesos de su pasado.



- deberías reírte más seguido – dijo Kikyo
- lo siento mucho pero es que me da mucha risa –
- si tuvieras que ver cuando Kagome decía que los chocolates eran mágicos porque curan el dolor del alma – dijo Kikyo



Sin darme cuenta ya era de mañana, me levante y tome mi guitarra es cierto que Kagome odia que yo toque la guitarra por todo el ruido que hago.



- Por ser buena hermana esto es para ti –



Comencé a cantar y las palabras salieron dejando una mezcla mágica formando algo agradable para que Kikyo lo escuchara al terminar Kikyo me aplaudió adentro de mi desearía que estuviera aquí Kagome.



- ¡Bravo! – aplaudió Kikyo
La puerta se abrió de golpe - ¡Te dije que me dejaras dormir! – al ver con quien estaba parecía como si se sorprendiera
- Perdón olvide que aun seguías enferma –
- Hermanita no te enojes – se acerco a Kagome – porque no le pides que nos cante algo por nuestro cumpleaños –
- ¡Que! ¡Hoy cumple años! – me sorprendí aparte hoy cumpleaños mi difunta madre
Kikyo empuja a Kagome hacia mi – Inuyasha si no le dices nada a Kagome se molestara –
- feliz cumpleaños Kagome–
- gracias –



Bajamos por las escaleras los tres juntos no podría creer que yo tenga que invitarlas a pasear por su cumpleaños.
Cuando alce mi mirada vi a mi padre junto con sus guardaespaldas y comprendí me llevaran al hospital.


- ¡No quiero! – grite
- atrápenlo – dijo mi padre



En un instante la mansión se lleno de guardias y soldados que me apuntaba con sus armas que estaba pensando mi padre al hacerme esto y peor enfrente de ellas.



- ¡Por cierto felicidades! – dijo mi padre con gran emoción
- pensaba que el padre de Inuyasha era normal pero es igual de loco que Naraku – dijo Kikyo
Kagome no dijo nada solo pregunto – ¿Dónde lleva a Inuyasha? –
- al hospital – respondió mi padre tan calmado
- no sabía que Inuyasha estaba enfermo – dijo Kagome
- Aunque no lo crees es muy enfermizo y como su padre quiero que mi hijo crezca grande y fuerte –
- ¿podemos ir? – pregunto Kagome
Mi padre sonrió - ¡claro! –



En el hospital un doctor me estaba checando mi respiración para ver si aun estaba bien pero nunca vi a Kagome tan distraída parecía otra persona.



- perdón daré una vuelta – dijo Kagome
Kikyo la veía tan sentimental y deprimida – pensé que Kagome nunca volvería en este lugar –
- ¿Por qué lo dices? Solo es un hospital –
- aquí trabaja nuestro padre y Kagome siempre le encantaba estar acá, me pregunto porque nuestro padre le dijo que había hadas que curan a los enfermos y ven por ellos –
- ¿Hadas? No me digas que Kagome fue a buscar hadas –
- ustedes son las hijas del famoso cardiólogo y cirujano – dijo el doctor
- Si – respondió Kikyo
- entonces su padre le comento algo sobre un corazón que morirá cuando tenga 20 años– dijo el doctor
- perdón a mi no me dijo nada tal vez a mi hermana pero dudo que se acuerde – dijo Kikyo

Kagome​

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Hace tiempo que no vendría aquí, recuerdo que veía muchas hadas curando a los enfermos hasta que me encontré con alguien que parecía que no era humano.



- ¿Me pregunto si aun estará vivo? –
- Mamá ¿Qué pasa con mi corazón? – dijo el niño
- Corazón – me hace recordar algo pero no recuerdo bien
- ¡Hola Kagome! – dijo Miroku
- ¿Qué hacen ustedes aquí? – le pregunte fríamente
- pues buscamos a nuestro amigo tenemos una sección de fotos con la famosa modelo de tu hermana – dijo Miroku
- ¿Acaso tu no hablas? – le pregunte al sombrío
- No quiero hablar contigo – dijo Koga ocultado su identidad
- Tienes razón Koga – le dije sabiendo su identidad
- ¡Como lo sabes! – se sorprendió
- por tu voz – le respondí
- en verdad ella es anormal – dijo Miroku sorprendido ya que es la primera persona que lo descubre – por cierto que haces tú sola aquí –
- recordando los buenos momentos que tuve con mi padre y de una cura del corazón hasta que vinieron –
- ¡no me digas que conoces el famoso Higurashi – gritaron Miroku y Koga
- el es mi verdadero padre biológico – le dije


Miroku y Koga se sorprendieron mucho hasta que Miroku hablo con mucho entusiasmo –Tu padre es el famoso cardiólogo cirujano, se dice que no solo tiene el conocimiento de los libros busca soluciones para las personas y sus manos dicen que son milagrosas y otras mágicas –
- de verdad eres fan de mi padre – le conteste
- si es un gran fan, en otras palabras es su gran admirador que fue los mejores escuelas y está por hacer su maestría – dijo Koga
- ¿Enserio? ¿Qué edad tiene? - pregunte
- Tiene 19 – respondió
- no me digas que Inuyasha tiene 19 también –
- no pero ya mero los cumplirá –
- ese idiota no me dice nada y dice que está enamorado de mí –



Koga se rio porque noto que estaba molesta por ocultar su cumpleaños y me comenzó hablar de nuevo.


- Para serte franco Inuyasha odia su cumpleaños porque anda muy ocupado y no puede festejarlo pero si le haces un pastel a mano se sentirá muy feliz – dijo Koga
- mmm… no me gusta preparar pasteles como si él fuera mi novio –
Koga se me acerco – no pienses en esa forma piensa que es un agradecimiento por cuidarte y enfrentar esos malos compañeros –
- tienes razón ¡Sera un pastel de chocolate! – después mire a Miroku que aun hablaba la historia de mi padre sabiendo que yo ya lo sabía
- Iré a ver a Inuyasha – le comente después me detuve – seria más divertido si organizamos algo en un lugar tan bonito – después me marche



Al volver me di cuenta algo cuando estoy con Inuyasha soy más abierta de mis sentimientos y espero mejorar en la escuela y mi conducta y cuando eso pase le pediré las gracias.

 

Capitulo 15​

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Me sentía tan feliz, no solo saber el cumpleaños de Inuyasha sino que es mi estación favorita el invierno donde la nieve cae y esta súper frio.
Sin sentir los rayos del sol que me torturan cuando llega a mi piel que más puedo pedir en este día que va hacer genial.



- Hermanita te ves muy feliz – dijo Kikyo
La mire y le sonreí – claro estoy sumamente feliz – sin darme cuenta ahí estaba Inuyasha en la entrada de la puerta viéndome con una sonrisa en su cara.
Kikyo volteo a ver a Inuyasha - ¡Hola Inuyasha! – Miro esa maleta grande - ¿Te vas de viaje? –
- Si tengo un concierto en Paris Francia, hacer comerciales y producir cosméticos de hombre y mujer ¿Qué no me acuerdo a probar con mi consentimiento? –


No lo podría creer desde el primer día quería que se fuera ¿Por qué ahora no quiero que se vaya? Sentía como mi voz se perdía pero tenía que darme las fuerzas suficientes.



- ¡Ya era hora! hace tiempo que no tengo un buen sueño – me tranquilice y dije fríamente aunque no concordaban con las palabras – Espero que te cuides y que te diviertas mucho con tu trabajo y ¿Cuándo vuelves? –
Inuyasha se sorprendió por mi pregunta y mis palabras que no quitaba su sonrojo – Yo no sé cuándo pero será pronto y después tendré otra gira por la navidad y el año nuevo –
- ¿Por qué tanto tiempo? – le pregunte; de la nada acaricio mi cabello y me sonrió – Inuyasha –
- nunca te dejare – me sonrió después se me acerco hacia el rostro – espero una respuesta –
- ¡Inuyasha! – grito Koga
- ¡Ven se nos va el avión! – grito Miroku
- ¡Inuyasha! ¡Cuando regreses tendré más amigos! – le grite todo pulmón


Inuyasha me miro con su sonrisa después camino hacia ellos y entro al coche de Miroku, jamás en mi vida pensé que lo extrañaría tanto.


Kikyo se inclino para ver mi expresión y con una sonrisa – Aun no le has dado una respuesta –
- Es imposible para mi, jamás en vida me he enamorado además no tengo planes para estar con alguien – le conteste
- Se lo debes que decir además si tu no lo quieres me lo quedo – dijo Kikyo
- Te lo doy – le respondí


Caminamos hacia la escuela, Kikyo no parada de sonreír y eso le fascinaba mucho los chicos hermosa y alegre todo lo contrario de mí.
Pasaron las clases y ya estamos en cocina, mi pareja no es nada menos que Kikyo, Kikyo no era muy buena cocinado además desde la muerte de mi padre nuestra madre tenía que trabajar y así comencé a cocinar.



Recuerdo de Kagome…


Yo siempre leía mientras mi hermana aprendía luchar para protegerme, aunque nuestra madre no estaba siempre había alguien nos cuidaba y era Shippo o una señora.
No había nadie aunque Kikyo no decía nada que ya tenía hambre me adentre en la cocina además había leído cocina entre novatos.


Cuando Kikyo entro se sorprendió - ¡Te puedes quemar! ¡Además soy tu hermana mayor y me deber es cuidarte! –
- Termine – me baje de la silla – espera unos 5 minutos para que comas, además como hermana menor debo que cuidarte también –

Fin del recuerdo…



En verdad ese recuerdo era fascinante y alegre; por primera vez había cocinado para mi hermana y era de ayuda.


- Bonita sonrisa – dijo Kikyo
Me sorprendí lo que había dicho y mis compañeros me quedaron sorprendidos – ¡Perdón! –
- Kagome ¿Por qué pides perdón? – se sorprendió la maestra
- por no ser una buena compañera y ser fría ante todos, por eso pido perdón les prometo cambiar y ser mejor persona –


Mis compañeros sonrieron y aplaudieron, comencé a pensar que todo este tiempo estaba esperando que diga esas palabras pero estaba muy feliz que volví a sonreír
De ese día mi vida ya no estaba totalmente oscuro que siempre había una luz donde puedo sonriera pero aun extrañaba a Inuyasha.


- Muy pronto será diciembre – me dije a mi misma
- ¿acaso extrañas a Inuyasha? – dijo Kikyo
- si – suspire de nuevo
- nunca te vi que suspiraras tanto por Inuyasha o por otro chico Kagome – dijo Sango
- no estoy suspirando, solo que lo extraño ya que es mi primer amigo – le dije
- ok –


Pasaron las horas hasta que terminaron las clases, al volver a la casa me sentía tan depresiva sin saber porque me siento así, cuando pase la habitación de Inuyasha estaba abierto y entre con alegría.


- ¡Hola Inuyasha! – lo más sorprende era lo que estaba viendo en mis propios ojos, Inuyasha estaba metiendo ropa en sus maletas con una gran rapidez - ¡Ya te vas! ¡¿Por qué si apenas has vuelto?! –
- no tengo tiempo para explicaciones – me respondió sin verme estaba concentrado en sus maletas
- ¡Pero te llevaras toda tu ropa! – grite
- ¡termine! – Grito con emoción ignorando lo que había dicho – No tengo tiempo para estar contigo soy un cantante –



Mi cuerpo reacciono al instante acercando a él y mis manos sujetaron su camisa blanca no podría creer lo que estaba pasando y más usando esas palabras.



- ¡No quiero que te vayas! ¡No quiero que me dejes sola! –
Inuyasha no cambio su expresión – No puedo quedarme contigo siempre –
- Puedes – dije sin pensarlo
- ¡No puedo! ¡Qué soy para ti! Solo un amigo que te cuida y llena tu existencia, si quieres que me quede ¡dime la respuesta! ¡Porque ya no esperare más por ti! –
Tenía que darle una respuesta pero no sabía cómo decirlo – eres mi mejor amigo –
Inuyasha quito mis manos en su camisa y se aparto de mi lado – Esa no es la respuesta correcta –
- ¿Inuyasha estás listo? – pregunto Miroku y alado estaba Koga después llego mi hermana
- ¡No te vayas! – grite sujetándolo
- ¡No te comportaste como una niña pequeña! – me grito
- No te dejare ¡No te dejare! – me aferre más a él como si lo perdiera para siempre
Kikyo se me acerco y me jalo bruscamente para que lo dejara – ¡Déjalo! ¡No es papá! – y fue en ese momento lo deje y mire como se iba sin ver atrás – Es la primera vez que te pones así que no sea nuestro padre –


Quise tranquilizarme pero aun no me perdonaba por mi comportamiento y sentía que mis lágrimas estaban punto de caer.



- Yo también me iré – contesto Kikyo dejando una pausa después volvió a hablar – con Inuyasha tengo un contrato con él –
- ¿Qué tipo de contrato? –
- sobre moda, accesorios, ropa entre otras cosas – respondió


Solo se va por eso olvide por completo que Kikyo es una súper famosa modelo entonces le explique qué tiene que regresar con Inuyasha en su día de cumpleaños mientras pienso el lugar.
Kikyo se fue en la tarde con sus maletas me dijo que vendría en el día de los exámenes, estaría unos cuantos días en el cumpleaños con Inuyasha como sus mini vacaciones y después se iría a retomar su trabajo.
Ahora estaba sola en la mansión junto con mí querido padre antes que apareciera Inuyasha y Kikyo en mi vida pero nunca que llegaría el peor día de mi vida

Hoy un nuevo día ya comenzó el mes de diciembre, los arboles ya casi no tienen hojas y algunos ya quedaron pelones.



- ¡Hola Kagome! – Me grita mi nueva amiga – Perdón por llegar tarde tuve que acompañar a mi hermano a pagar sus clases –
- No hay problema – le conteste a Sango



Cuando llegue a la escuela todos me tratan como respeto y ahora sonrió pero no con frecuencia como mi hermana Kikyo; hablando de ella se conecta en MSN y la veo en la cámara hablando sobre las cosas que ella hace y diciéndome que me extraña.
En cambio de Inuyasha, no contesta mis email menos mis llamadas siempre me manda al buzón de voz. Nunca pensé que lo extrañaría tal grado y eso que dijo que estaría a mi lado y nuca me dejaría sola.



- Hola todos mi nombre es Hakudoshi – sonrió y yo lo mire – cuando era pequeño vivía aquí luego me mude a Nueva York por favor cuiden de mí –



Hakudoshi se sentó a mi lado, esperaba que no me reconociera mis manos temblaban recordando los tormentos que me hizo ese bastardo.
Las clases ya habían terminado, mi amiga se fue directa a buscar su hermano menor y yo estaba sola en el salón de clases. Cuando apenas salí del salón de clases me encontré con Hakusoshi.



- Nunca pensé en verte Kagome – dijo Hakudoshi
Lo mire y quise ocultar mi miedo – espero que seamos buenos amigos –
Hakudoshi me empujo hacia la pared con tanta fuerza – Tu nunca ceras mi amiga -
- Si me dieras una oportunidad como lo demás seriamos buenos amigos – lo dije con calma una sonrisa aunque no fue la mejor
- Entonces que pasaría si yo rompiera todo tus esfuerzos y te dejo en la forma que eres, una mujer de hielo son amigos, sin que nadie te toque –
- Nunca te lo voy a permitir –
Hakudoshi zampo su mano en mi garganta y comenzó a ahorcarme cada vez más fuerte – Te prometo que estarás sola y nadie se te acercara – me soltó y se marcho dejando una sonrisa de victoria.

Tal vez tenga razón pero nunca me dejare que me pisoteen de nuevo, nunca me rendirá ante él y vera que soy fuerte, ya no soy la misma niña que maltrataba.

 

Capitulo 16​

Hace unas semanas antes…

En el aeropuerto…



- al parecer la señorita Kagome dijo que tendría muchos amigos cuando vuelvas –
- parecía una confesión de amor – dijo Koga muy contesto mientras saltaba con alegría
- Eso no es una confesión de amor solo soy amigo – le conteste
- Si un amigo que se confesó su amor por su amiga – respondieron
Solo los mire fijamente - ¡Como lo saben! –



Ellos fingieron que nunca lo dijeron y salieron corriendo hacia el avión donde nos llevaría nuestro destino del trabajo.
Mientras estaba sentado estaba viendo mi álbum de fotos ahora tenía más y la mayoría era de Kagome mostrando su dulzura y enojos.
Mire una foto donde estaban las dos hermanas, Kikyo sonriendo y Kagome seria parecen dos polos opuestos.



- ¿La amas? – pregunto Miroku
- ¡Claro que no! nunca la amaría es fría, malcriada, se enoja por todo pero es linda cuando se enoja, te mira cuando te habla y siempre dice lo que piensa, ella trata dar lo mejor en sí y siempre te ayuda –
- Estas peor que yo – dijo Koga
- ¡Claro que no! – Me exalte – solo es mi amiga –
- una miga que no te ha dicho nada, si te ama como tú a ella –
- ¿Acaso te rechazaron? –
Mire a Koga por su pregunta y me quede pensando – aunque me confesé ella no ha cambiado nada menos el trato que tiene por mi –



Las horas se volvieron eternas y me quede pensando todo lo que había pasado toque mis labios hace tiempo que no los pruebo esos labios fríos y suaves.
En el hotel sentía mi cuerpo tan cansado pero tenía deseos de salir a dar una vuelta, al tener a Miroku aquí conmigo no es buena idea para salir menos estar llamando cada rato a Kagome pareceré paranoico.

En la tarde alguien abrió la puerta de golpe y era para menos Kikyo había olvidado porque habíamos venido.


- ¡hola chicos! aquí les muestro algunas imagines del producto que se van a vender – dijo Kikyo



Kikyo siempre está ahí pendiente lo que hago y siempre esperando que mi amor cambie por ella; tanto esperar una respuesta significa que Kagome no siente lo mismo que yo.



- ¿Kikyo sabes si Kagome yo le gusto? – le pregunte valientemente
Kikyo quito su sonrisa – lo siento pero yo no debo que decirlo si no ella –
Me acerque a ella y le pregunte de nuevo - ¿Le gusto sí o no? –
Kikyo bajo la mirada – No, ella no piensa de esa forma solo te ve un amigo –



Sentía como mi mundo se fue abajo y solo me fui lejos de mis amigos, mi mundo estaba rodeado de ella y pensaba en ella en cualquier otra cosa que yo mismo.



- Te amo – dije
- Lo siento pero soy un hombre –
- perdón solo estaba pensando en cosas – le respondí
- Por un amor, mi nombre es Hakudoshi –



Sin darme cuenta fuimos al parque donde comencé a explicar las cosas sin decir que tengo una enfermedad grave.



- Si fuera tú, me rendaría por ese amor ¿Cómo se llama la chica? –
- Kagome – le mostré una foto que tenía en mi celular y se sorprendió no sé si fue porque la foto están las dos hermanas o es porque son terriblemente hermosas.
- Yo soy un experto en el tema en el amor y deberías olvidarte de ella. Mi amigo estaba igual que tú hasta le aconseje que se buscara a otra y ahora están felices y ya han durado 3 años –
- Vaya eso suena fácil – le conteste
- Si pero no es fácil si no lo intentas – dijo Hakudoshi mientras se levantaba de la banca – lo siento me tengo que ir mi hermano me espera en el hospital –
- gracias por el consejo –
- y por siento a veces siempre el amor están ahí sin que te des cuenta de ello – después salió corriendo



Camine de nuevo sin saber donde caminaba, tal vez tenga razón yo la amo pero sería un buen recuerdo de mi primer amor ahora debo buscar a otra persona con quien amar.



- ¡Inuyasha! – Grito Kikyo mientras corría hacia mi – por fin te encuentro te estuve buscando todos lados –
- estuviste corriendo tu sola tan solo buscarme –
- Sí, estoy de forma cuando era pequeña tenía que aprender a defender a Kagome y mi prioridad ser fuerte para protegerla –


Comencé a sonreír, me da risa como hablaba sobre su hermana, siempre me da risa como habla tal vez es ella quien necesito.
Al mismo día tuvo que irme dejando una paz y una alegría, cada día pensaba en Kagome pero quise meter mis pensamientos otras cosas y una de ellas en Kikyo.
Cuando volví no quería ver a Kagome porque le preguntaría si me ama para que renuncie por completo por ella. En vez de eso solo dijo que solo era su amigo y no quiso que me marchara a su lado me sentí que sentía algo por mi pero por ahora no puedo pensar en milagros.
La deje sin ver esa expresión de su rostro por su voz parecía destrozada y aun me marche lejos de ella. Intente olvidarla solo había una solución cuando pasaba con Kikyo me hacia reír y olvidaba ese mal amor o tener mucho trabajo amontonado.

Cuando Kikyo volvió por la tarde me sorprendí, llego tan radiante que deslumbraba por su presencia.



- ¡Hola a todos! – grito Kikyo
En la actualidad…

Kagome​

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En la mansión, me encontrada acostada la verdad no tenía ganas de salir excepto ir a la escuela donde me encontraba con Hakudoshi aun me acuerdo el primer día.
Había entrado en mi salón de clases pero nadie me hablaba y mi amiga Sango se fue a concursar a nivel nacional. Hakudoshi mostrando su sonrisa y se me acerco.



- ¿Dónde están tus amigos? –
- tengo otros – le dije


Al parecer nadie hablaba sobre Ayasha menos de Inuyasha por el temor que lo amenazaran a él si es posible prefería que no lo supiera.
Camine donde estaba en mi asiento y note que algunos tenían heridas y toda la clase nadie me hablo pero eso no me importaba tenia a otros.


Pasaron los días y Hakudoshi se molestaba más cada día entonces puso a todos en mi contra y los rumores comenzaron a crecer las mentiras sobre mí. Yo sola hice los trabajos de los demás ya que nadie quería ayudarme.
Un día que termine tan tarde que ya era de noche, sentía que mis manos no aguantaban más; camine y camine hacia la salida.



- Hola Kagome – dijo serio Hakudoshi mostrando una expresión seria



Cuando voltee tenía una navaja en ese momento salí corriendo no quería morir tan pronto, mientras corría solo pensaba en Inuyasha y comencé a llamarlo pero me enviaba al buzón de voz.



- ¡Te tengo! – grito mientras me sujetaba mi brazo, en aquel momento sentía que quería romper mi pobre brazo, yo solo lo miraba mostrando mi fuerza de voluntad
- Has lo que quieras no me quebraras –
- esos ojos tan fríos ¡Me molestan mucho! – me comenzó a golpear sin tocar mi rostro



Cada día era peor abusada física y creo que mentalmente, sin darme cuenta no sentía que valiera la pena vivir por alguien, ya que ni Inuyasha no me contesta menos me llama.
Ahora olvido ya sonreír ya no tengo a nadie.


Al día siguiente Kaede intento abrir la puerta de mi habitación ya que hace días noto algo diferente y comenzaba estaba preocuparse. Deje de usar las mismas ropas sino más oscuras y holgadas ocultando mis moretones y cicatrices.



- ¡Abre señorita Kagome! – grito Kaede
Abrí la puerta pero ya estaba lista pero usando mí abrigo negro – Hola Kaede –


Me marche lejos de la mansión pero en vez de ir a la escuela solo quería buscar un lugar donde ocultarme para después irme de vacaciones sin preocuparme del aquel mostro.
Me marche lejos de la escuela y de mi casa y comencé a llamar a Inuyasha pero siempre me manda al buzón de voz.



- Hola Inuyasha seguro estas ocupado por el trabajo y espero que te diviertas, ya acabaron las clases me preguntaba ¿cuando vuelves? Te extraño y mucho – termine y colgué el celular. Mi cuerpo sentía mucho miedo y apenas voltee y estaba Hakudoshi saliendo de casa.

Comencé a correr de nuevo al parecer me estoy volviendo buena en esto huyendo al malo. Mi mente solo pensaba en Inuyasha y comencé a llamarlo.



- ¡Hola Inuyasha! – mientras lo llame y esta vez si podía hablar con él – Necesito un… -
- deja de fastidiarme Kagome ando ocupado – dijo por el celular
- pero… - adentro de mí quería que viniera por mi
- acaso no te diste cuenta que ya no me importas, deje de llamarte y no contesto tus mensajes y llamadas por favor no me fastidies más –


Solté el celular de golpe y cayo del suelo luego entre a un callejón sin salida por mi mala suerte él ya me había encontrado y comenzó a golpearme, patearme lastimando su navaja en mi cuerpo, el dolor de mi cuerpo era muy grande pero más era el dolor que sentía en mi corazón.

 

Capitulo 17​

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En otra parte del lugar se encontraba un joven de piel morena, su cabello negro y trenzado, ojos azules donde hablaba por celular.



- ¡Me dijiste! ¡Hasta me suplicaste! que tomara el avión y que viniera a verte – dijo Bankotsu algo enojado
- Lo siento ahora tengo una cita – dijo Kikyo por celular
- ¡Ha! – Grito muy enojado después colgo – Tengo ganas de desquitarme –



Bankotsu escucho algo raro y se adentro al callejón donde me encontraba, al ver esa escena tan sangrienta y tan horrorosa solo sonrió ya que tenia alguien para desquitarse.



- ¡Deja esa mujer! – grito Bankotsu todo un héroe
Hakudoshi se levanto y lo miro – No te metas, si no quieres salir herido –
Bankotsu solo sonrió y miro la navaja – mi madre es mas tenebrosa que eso – lo golpeo con toda su fuerza que hizo que saliera huyendo mientras lo amenazaba que lo mataría la próxima vez que lo viera.
Yo solo mire - ¿Quién eres? –
El se me acerco apenas y se confundió por mi hermana – Kikyo – después se calmo y pensó – tú debes ser la hermana gemela –
- No llames a nadie – le suplique mientras me desmayaba



No sé cuánto tiempo me quede inconsciente, no quería que nadie de mis amigos o familiares me vieran así, cuando abrí los ojos estaba en un hospital y un joven que me estaba sentado a mi lado que creo que me salvo la vida.



- ¿Cuánto tiempo llevo aquí? – le pregunte

- un día Kagome – me respondió Bankotsu. Me sorprendí mucho y me mostro mi celular que lo tenía en sus manos – Te llamo tú papá, le dije que estabas en una fiesta de una amiga –
- gracias por cierto ¿Como sabes mi nombre? – le pregunte por curiosidad
- conozco a tu hermana Kikyo y se algo de ti – mientras me sonreía – por cierto intente llamar a Inuyasha, cuando recogí tu celular ya que lo habías llamado –
- No debiste llamarlo solo soy un fastidio para su vida – después intente levantarme pero me sentía todo adolorida que sentía que mis fuerzas se iban en seguida –
Hakudoshi me sujeto y con su voz amable – apenas te estás recuperando, algunos de tus huesos están lesionados, perdiste mucha sangre por la cortada de tu hombro derecho y algunos puntos, parte tienes horribles hematomas sin contar las heridas infectadas y las horribles cicatrices que tienes –
- gracias pero mi deber es ir a mi casa o buscar un lugar donde quédame mientras me curo aparte tengo que arreglar un viaje de cumpleaños – le respondí sin verle la cara
- entonces quédate conmigo y te acompañare ¡Además soy el hermano falso de Kikyo! – dijo Bankotsu



Bankotsu firmo unos papeles dejando que cualquier cosa que me pase será su responsabilidad, en unas horas ya estaba en su departamento por mala suerte estaba usando una silla de ruedas. Llame a Naraku que estaba planeado un viaje de cumpleaños de Inuyasha y lo escuche sorprendido y alegre.


- Eso es genial Kagome, avísale a Inutaisho te envió un mensaje de su número para que lo llames –
Naraku me envió enseguida el numero del celular del papa de Inuyasha – ¡Hola soy Kagome la hija de Naraku! –
- Si se quién eres – dijo con amabilidad
- Voy hacer un viaje de cumpleaños luego le indico el lugar nos quedaremos dentro 5 días por cierto ¿sabe si Inuyasha está ocupado? Es que no me llama menos me envía mensajes –
El padre de Inuyasha se sorprendió mucho y solo se rió – Lo siento pero ya sabes cómo son los cantantes siempre están ocupados por sus fans –
- gracias – colgué. Decepcionada estaba tenía mucho entusiasmo si tenía noticia sobre Inuyasha
- en verdad eres lenta – dijo Bankotsu mientras prendía la televisión



Pasaron 4 días y había conseguido un lugar que tiene aguas termales, temporada de frio pero seguro hay alguien que no le guste y quiera bañarse en aguas termales.
Decidí irme con Bankotsu a comprar ropa nueva pero siempre era algo holgado, compre tenis y muchas calcetas y guantes principalmente un gorro; No quería que alguien viera que había en mi cuerpo.
Al día siguiente intente caminar por mi misma con un poco de ayuda pero contrabajo caminaba.
Hasta que llego el gran día, donde tuve que irme de su departamento para ir aquel lugar tan hermoso, Bankotsu no quería que me fuera sola y decidió irme conmigo para que tomara los medicamentos y cambiar las vendas.


El lugar era muy hermoso rodeado por la naturaleza, se escuchaban las aves, todo estaba conectado.



- ¡Es tan hermoso! – grite con mucha emoción
Bankotsu se me acerco – ¿puedes pararte tu sola? –
- Si creo que si –le respondí.


Me levante de la silla de ruedas para que lo ocultara hasta le pidió la dueña que no le diga a nadie de quién era y que finja que es parte de la propiedad por discapacidad.


- ¡Vamos Inuyasha! ¡Deja de admirar o enserio te perderás! – grito Koga
- ¡vamos! ¡Hoy es tu cumpleaños! y aparte son aguas termales mixtas – respondió Miroku



Mixtas no vi eso del folleto o estaba tan embobada por las imagines de la naturaleza ahora tengo miedo que me descubran.


- ¡Ya voy! – grito Inuyasha mientras caminaba.


Tan solo escuchar su voz gire mi cabeza para verlo quería saber cómo estaba como el famoso Inuyasha o como el estudiante dormilón Ayasha.
Nos miramos directamente aunque estábamos lejos tiene la apariencia del cantante, sin darme cuenta ya había caminado hacia él. Sus palabras lo que una vez dijo lo olvide por completo y le sonreí.



- ¡Hola Inuyasha! – lo dije con tanta felicidad
- hola – me miro después desvió su mirada – por favor no sonreías ante mí – se marcho dejándome atrás

Esas palabras me dolieron tanto pero en aquel momento llego Bankotsu – Actúan como un famoso malcriado –
- me dio gracia lo que dijo - sin importar que al fondo de mi corazón me lastimo demasiado –
- Caminare a tu lado, si quieres te cargo para que tu herida no se abra – dijo Bankotsu
- gracias –

Inuyasha​

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No podría creer que Kagome estaría aquí recuerdo que a la mañana siguiente Kikyo entro y nos arrastro a todos dejando todo un lago, sin que nos diéremos cuenta ya habíamos tomado el avión y llegamos a este paraíso

Se bien que por ahora me estoy portando mal ante ella pero tan solo verla mi herida se abrió de golpe ¿Cómo puedo curar un corazón herido?
Apenas que llegamos mi hermano llego junto con mi padre después Naraku, amigos y familiares. Este día de cumpleaños creo que será divertido.

​

- hola mi nombre es Bankotsu – se presentó – por favor no toques a Kagome –
- No te preocupes no lo haré – le respondí mientras marchaba, aun me sintiéndome mal como me porte cuando apenas pase por la cocina escuche a Bankotsu hablando con Kagome.

- Tienes que cuidarte y no ser mucho esfuerzo – dijo Bankotsu
- gracias no se qué aria sin ti – dijo Kagome



Porque le dice eso a Kagome ella es tan fría entendido que es mujer y son delicadas pero desde que llego esta a su lado en cualquier segundo, acaso la razón que me rechazo es porque hay alguien más en su corazón.

Me marche y escuche a mi padre hablando con Naraku muy seriamente, note la expresión de Naraku algo preocupado.




- ¡Debes estar feliz! Tu hija organizo todo esto por mi hijo– dijo Inutaisho
Naraku aun mostraba preocupación levente sonreía lo que dijo mi padre – Lo sé, estoy orgulloso pero desde que se fue Inuyasha se mantiene encerrada mucho más tiempo –
- es normal está deprimida su amigo se fue –
- sí pero ha cambiado su forma de vestir, no quieren que nadie la toque y rechaza comer conmigo por completo – dijo Naraku bajando la mirada
- eso es extraño –dijo mi padre luego me miro a mi y dijo una señal guarda el secreto
- para colmo se va de la casa con un desconocido –
- no te preocupes ella es fuerte – dijo mi padre.



Se marcho de la habitación y me miro muy serio, sin saber lo perseguí y nos adentramos al bosque.



-¿Hubo algo antes que te marcharas? – mientras se estiraba
- si una discusión y aclaración – le respondí

Mi padre me mostro mi celular y puso en alta voz un mensaje de voz que nunca escuche junto con los 200 mensajes de voz.

- hola Inuyasha seguro estas feliz con tu trabajo te pido perdón por mi conducta hace tiempo que no me comporto así desde que murió mi padre –​

- hola no sé si me escuchaste pero ahora tengo muchos amigos y me llevo bien junto con los profesores –​

- ¡ya comí! Y tú cuando vuelvas te prepare algo delicioso, seguro estas agotado –​

- te extraño mucho –​

- Hola sé que no me llamas seguro hay una razón, te pido perdón si aun sigues enojado, por cierto hay un nuevo compañero –​

- Hola te extraño mucho te necesito por favor ven-​

- Sabes nadie me habla pero mi amiga Sango se fue a concursar no quiero agobiarle con mis problemas – ​

- ¡Inuyasha auxilio! ¡Suéltame! –​

- Perdón te asuste, no paso nada te prometo ser fuerte pero vuelve pronto – dijo Kagome algo asustada​

- Dime hay personas malas en este mundo porque ya no aguanto ese dolor –​

- por favor llama no tengo mucho tiempo o si no me encontrara – la voz de Kagome se mostraba con mucho miedo​

Mi padre paro los mensajes de voz, me miro con decepción y enojo – la abandonaste cuando te necesito y ese chico la salvo –y me entrego mi celular – Ella te necesita -


Me sentía tan mal, sabía bien que mi padre quería golpearme solo se marcho lejos de mí, soy tan estúpido, que no me di cuenta lo que le había pasado.
Mire mi celular y termine de escuchar los mensajes dentro tres horas cada mensaje era más aterrador. Cuando volví vi de lejos como los demás estaban jugando pero no encontraba el chico nuevo.



- ¡Kagome! – grito Bankotsu mientras la detenía ya que estaba jugando volibol, ella sonrió me sentía celoso ya que antes me lo dedicaba a mí – tengo que irme por favor cuídate –


Las horas pasaron todos estaban jugando y aun no sabía cómo acercarme a Kagome, ella llego con el pastel cantando las mañanitas, a pesar de todo preparo todas las comidas y el pastel.


- Pide un deseo Inuyasha – dijo Kagome algo emocionada
- ya tengo un deseo – mientras le miraba y le regale una sonrisa. Ella se sorprendió es la primera vez que veo esa expresión y no lo quitaba enseguida



El tiempo transcurrió y la culpa me mataba por dentro; la había dejado sola junto con una tormenta y otra vez sonreí ante todos pero estaba ocultando el dolor.
En la noche no podría dormir entonces quise ir a bañarme en las aguas termales para aclarar mi mente todos modos es buena para mi salud.
Me quite mi ropa pero antes que me metiera vi unas gotas de sangre en el suelo y más en el agua entre así no más, sentía que mi corazón temiendo a lo peor cuando me acerque quien era me sorprendí mucho.



- ¡Kagome! – grite. Me acerque vi su cuerpo maltratado y herido, lo primero que vi es esa herida tan horrible que estaba en su hombro derecho.
- No me veas así – dijo Kagome
- lo siento desde cuando para ti soy un hombre – mientras le sonreía
- te extrañe – me sonrió. Me había abrazado de tan forma que ni yo quería soltarla la había olvidado su temperatura por otra



No sabía cuánto tiempo estaba abrazándola entonces decidí vestirla luego me la lleve en un hospital más cercano ahí nos dijeron que ella no debería caminar y debió hacer reposo por completo. Entonces recordé que en la estrada había una silla de ruedas. Ella se esforzó mucho por mi cumpleaños para no sentirme culpable.



Me acerque a ella y le acaricie su cabello – de verdad eres fuerte –


Había vuelto en la mansión enseguida que Kagome salió de alta y deje todo el trabajo por ella, me sentía tan culpable tan solo dejarla a su suerte, tenía que cuidarla bien quedamos de acuerdo que me quedaría en su habitación por un pequeño tiempo.
Además tengo que ayudarla a bañarla, cada vez que la ayudaba me sentía culpable, ver esas cicatrices como una persona tan mala pudo haberle hecho a ella, entonces compre una crema que lo desaparece eso me costó una fortuna.


- ¿Cómo te va con el trabajo? –
- bien es divertido pero agotador – le respondí como si nada mientras le ponía la crema. Cuando hablaba con Kagome sentía una línea que nos separaba creo que eso es normal
- ¿No se molestara si faltas mucho? –
- No, antes que viniera termine todo y me dedique a pensar y a divertirme con mis amigos y con Kikyo pero ella aun tiene mucho trabajo –
- Dime ¿Soy lenta? –
- ¿Por qué eres lenta? – le pregunte
- Dice Bankotsu que soy muy lenta y no me dirá nada hasta que me dé cuenta –
- yo pienso que eres muy rápida piensas y hablas después – le respondí

Kagome​

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La puerta se abrió de golpe y era nada menos que mi hermana gemela ella grito emocionada - ¡Hola Kagome! – se me acerco
- hola Kikyo –
- eres malo no me dijiste nada – dijo Kikyo mientras miraba a Inuyasha
- lo siento me sentí culpable por mi amiga – dijo Inuyasha
Por un segundo me sentí invisible, Inuyasha se marcho dejándome con Kikyo, me pregunto cosas sobre Inuyasha pero sentía que raro.



Dentro 3 horas ya estaba sola por completo me dijo Kikyo que debo que estar en el salón principal ya que Kikyo tenía una buena noticia y quería que estuviera ahí Naraku.
No iba esperar todo ese tiempo entonces me las arregle para salir y comer algo delicioso con mi amigo Shippo.



Cuando entre Shippo me saludo – ¡hace tiempo que no te veo! –
- tengo hambre – le dije


En unos minutos Shippo me había hecho el platillo mas delicioso que nunca había probado o es porque hace tiempo que no como una buena comida.



- te vez triste – dijo Shippo
- Inuyasha ha vuelto pero me siento rara – le dije
- ¿Dime más? –
- cuando estoy con Inuyasha siento que mi mundo es él, me siento tan feliz y tonta, antes no me enojaba que se quitara su camisa pero cuando lo hace me siento nerviosa, mi corazón se acelera y… -
- y estas enamorada de Inuyasha –dijo Shippo
- No seguro son ataque de corazón –
- nunca tuviste ataques eso llama amor, estar enamorada de Inuyasha – afirmo Shippo



Reflexione y me sentía tan mal, todo este tiempo nunca me di cuenta sobre mis verdaderos sentimientos. No dude más y me fui a buscar a mi amado Inuyasha, él hacia mi corazón explotar.



- ¡Inuyasha! – grite estaba súper agitada no me importa si mis heridas se abrieran solo quería decirle lo que siento por él
- ¡Por fin llegas! – dijo Kikyo y me hizo sentarme junto con Naraku
- ¿Dónde estará Inuyasha?–



Inuyasha entra y se sienta a lado de Kikyo, Kikyo comienza a sonreír hasta que Inuyasha habla y pensé que la gran noticia debería hablar Kikyo.



- Naraku por ahora eres padre de Kikyo y Kagome por favor quiero que me aceptes parte de tu familia –
- no digas eso ya eres parte de esta familia –
- lo sé bien pero hace unas semanas más bien en Nueva York son el novio de Kikyo y le pido que me acepte le are feliz –


Naraku se sorprendió mucho y yo solo aguante que no salieran mis lagrimas, Inuyasha ya no era mío más bien nunca lo fue, nunca le di una respuesta correcta.



- ¿La amas? – le pregunte
Inuyasha se sorprendió por la pregunta y más que yo se le pregunte – Si la amo –
Sonreí por la felicidad de Kikyo y de Inuyasha – Espero que sean felices – me levante y me fui directo a mi habitación donde le puse llave.


Me acosté en mi cama sin saber que tan gran enorme era mi amor, sin saber que no me di cuenta hasta hoy que lo amaba tanto… hoy lo había perdido para siempre.

 

Capitulo 18​

Pasaron los días, nuestra relación solo lo sabe la familia de Kagome pero no sabía cómo decírselos a mis amigos hasta que sonó mi celular.


- ¡Maldito Inuyasha ven! – grito Koga. Es la primera vez que lo escucho muy enojado y es la primera vez que me grita.
- ¡Ven o no te fastidiaremos! – grito Miroku

Sabia donde ir en la casa de Miroku, Miroku es también es muy importante en la industria su padre es comerciante, sin contar que su madre es una famosa cirujana plástica.


Llegue a su casa, por primera vez, no escuchaba ruido de música o mucha gente principalmente mujeres que bailen y esto no me parecía bueno.



- ¡Por fin llegas! – dijeron mis dos amigos
- ¿Cómo te atreviste a romperle el corazón a Kagome? – dijo Koga mientras me sujetaba mi camisa
- ella no le importo – le respondí, mire a Miroku – por eso están enojados –
- yo estoy enojado que no me dijiste que tu y Kikyo andan – contesto Miroku
- pues se lo diría a su tiempo pero con el trabajo, salir con Kikyo, la fiesta de cumpleaños y con Kagome, no tuve tiempo para decirles – le respondí dulcemente
Mis amigos se asustaron luego Miroku – bueno eso es cierto, mucho trabajo –
- Si tan solo recordarte… – se sentó en el sofá de golpe Koga – y por cierto ¿Qué aras con tu único año de vida? –
- ¿Qué haré con mi único año de vida? – me pregunte a mi mismo luego recordé algo importante no pasare de los veinte y ahora tengo diecinueve – seguir con mi meta dar un mejor show hasta el último segundo –



Al terminar lo que dije, me marche de la casa de Miroku, y camine al principio rápido y termine caminando lento; había olvidado por completo que no viviría más allá de los veinte.
Sin darme cuenta ya estaba en la mansión, entre en la habitación de Kagome sin que nadie me viera.



- ¡Vamos a la escuela! – grite pero Kagome me miro de asombro y me regalo una sonrisa, comencé a pensar después de mi muerte dejare de ver esa sonrisa, su rostro y su voz.
- ¿Ayasha? – Me miro Kagome con esos ojos y yo solo me acerque a ella – No me dejes –


Kagome me abrazo de golpe, su piel era fría pero para mí era muy cálida, tal vez la muerte es fría pero recordare lo cálido que es el calor de mi Kagome.


- Mientras que este aquí no te dejare –
La puerta se abrió de golpe y Kikyo entro – Lo siento no sabía que Ayasha es tu novio Kagome –
- Si fuera mi novio le daría un beso en vez de abrasarlo – respondió Kagome
Solo me reí y Kagome solo rio apenas, Kikyo se marcho y cerró la puerta y yo la mire de nuevo – Tú de verdad eres genial –
Kagome se sorprendió – Si soy genial no te importa si te beso aunque Inuyasha sea el novio de mi hermana –
- Esta loca sabes que Inuyasha y Ayasha son la misma persona –
Kagome se me acerco – si son la misma persona dile a Kikyo tu otra mitad –
- No quiero, Deseo tener una paz eterna –
- Ya veo –
- Kagome… ¿Quién te gusta más? –
- ¿Quién me gusta más? – pregunto Kagome sobre mi pregunta
- Si te gusta Ayasha o te gusta Inuyasha –
Kagome solo sonrió fríamente y su mirada cambio tan fría – porque me hablas de amor mi querido amigo Ayasha, quien me guste ese es mi problema –



Kagome se había marchado de la escuela, nunca la vi esa expresión tan fría hasta sentía que venía una ventisca.
En la escuela decidí ir con Kagome, aunque ella discutía que debería dejarlo ya que mi corazón le pertenece a otra persona pero eso es mentira mi corazón le pertenece a Kagome.
Al llegar al salón de clases, ya no parecía alegre más bien parecía que temían de Kagome, nadie le saludo menos la miraba en la cara.



- Se siente raro – dijo Koga mientras se me acercaba
- Si – Mire a Kagome que se sentó en su asiento - Tal vez ese chico que lastimo a Kagome está en nuestro grupo –
- Tal vez tengas razón –
Entro Sango tan feliz y le saludo a Kagome – Perdón por no ir a la fiesta de Inuyasha –
- No hay problema, al final de cuentas no soy tan buena haciendo fiestas – dijo Kagome



De pronto la tensión se armo tanto tan solo entrar un chico y no podría creerlo era Hakudoshi, el que me consejo abandonar y se le acerco a Sango.



- ¿Tu eres Sango? – pregunto Hakudoshi
- Si y tu eres el tirano que todos hablan – dijo Sango muy tranquila
- Si sabes quién soy, deja de hablarla o no quieres sufrir – dijo Hakudoshi
- No te atrevas a tocarla – le dijo Kagome a Hakudoshi
- No puedo creer que estés viva –
No aguantaba tan solo verlo y me acerque a Kagome y le di un beso en la mejilla – Ella es mi novia, si la lastimas de nuevo te mato –
- Entonces tú quieres morir – dijo Hakudoshi


No lo pensé dos veces, solo debo dar 3 golpes máximo por eso mi primer golpe debo dar todo de mi, cuando lo golpee cayó de rodillas.


- Nunca te atrevas a lastimarla –
Kagome se acerco a Hakudoshi – perdón por no morir pero tengo que vivir por la persona que voy amar –

Kagome​

​

Ha pasado semanas y ya estamos en un gran mes muy especial para las chicas aunque Ayasha les dijo a todos en el salón de clases que soy su novia, me preguntan y les niego todo, solo le digo que solo lo hizo para salvarme.
Hakudoshi me dejo en paz y solo me mira seriamente tal vez esperando una buena oportunidad para vengarse.
Muy pronto llegara el día de san Valentín, mi hermana me pidió que lo ayudara hacer chocolates para Inuyasha, sin darme cuenta yo comencé hacer galletas de chocolates no solo para él sino también para mis compañeros.
Al terminar comencé a dudar si Inuyasha comiera chocolates, jamás vi que comiera algo dulce tampoco Ayasha que tiene el afán de ser comelón educado. Comencé a pensar ya que Inuyasha es muy famoso seguro le darán muchos chocolates y también como Ayasha ya que es muy popular.



- Todos le darán chocolates –
- entonces seria empalagoso – mientras se iba Kikyo



Tenía razón, tengo que cambiar pensé que darle una gelatina de color rojo, sabor a fresa y uso una copa de vidrio sería muy sencillo.



- Si lo adorno – entonces en mi mente vino el color, los ojos dorados y los ojos zafiro – parece que me estoy diciendo que me gustas –
- enserio porque tú también me gustas – dijo Inuyasha
Estaba tan sorprendida y me controle – Eres mi amigo es normal que me gustes –
- Si, es lo que tú me ves, espero mañana el chocolate –
- No te daré chocolates –
- bueno, lo veré mañana – mientras se marchaba



Al día siguiente, había muchas chicas dándoles chocolates y un número sin fin que le habían declarado para colmar antes de irme Inuyasha abrió la puerta principal dejando que las fans entraran.



Recuerdo de Kagome…



Cuando baje de las escaleras me encontré con muchas mujeres y mire a Inuyasha directamente sentando en un sillón rojo carmesí, llevaba una camisa blanca y unos píntalos negros, su cabello plateado parecía que estaban descansando y esos ojos dorados me estaban mirando.

- ¡Hola Kagome! ¡Te levante! – grito Inuyasha con alegría
No sabía que estaba pensando – Eres increíble –
- Y me darás tus chocolates – dijo Inuyasha
- No hay chocolates para ti – luego volví a mi habitación

Fin del recuerdo…





Aun no podría creer el numero de sin fin de chocolates y declaraciones, adentro de mi me moría tenía ganas de golpearlas entonces recordé la palabra adecuada son celos. Tenía que comportarme y verlo como si fuera mi fiel perro.
Todos salieron el receso y yo no aguantaba y me retire la escuela, en cambio yo les di a todos mis compañeros de clase chocolates excepto para Ayasha. Aunque anterior había hecho chocolate para él no quiero ser parte del montón.

Cuando volví, solo quise dormir pero ahí estaba Ayasha sentado en mi ventana, sus cabellos negros estaban jugando y al verme con esos ojos zafirocomenzaron a brillar más que nunca no sabía si era por los rayos el sol.


- ¿Qué haces tú aquí? – le pregunte
- vine por mis chocolates aparte mi habitación está lleno de chocolates – me respondió con gentileza y con suavidad, mi corazón no parada de acelerarse sentía como el aire se me iba de mis pulmones
- Son tus chocolates – le afirme de nuevo con frialdad
Inuyasha me miro con esos ojos azules de color zafiro y con una sonrisa me regalo diciendo – no me gustan los chocolates –
No podría creerlo lo que dijo, acepto mucho chocolates para que no lo coma - ¡Entonces para que lo aceptaste! Ni siquiera te lo ibas a comer –
- quería ver si te ponías celosa además no es que no me guste jamás he probado un chocolate en mi vida y si lo probé ya no me acuerdo su sabor –
Me acerque a él y lo mire – Enserio jamás has comido un chocolate –
- No solo el chocolate también incluyendo todo que sean dulces – me miro fijamente
Inuyasha miro mi mano y sin darme cuenta me había rebatado lo que tenía en mi mano – Esos son mis chocolates –
- ¡Oye! – era demasiado tarde saco una galleta de chocolate de forma de corazón y lo mordió, suavemente lo mastico parecía que lo estaba saboreando
- ¡Esta delicioso! – grito de emoción



No podría creerlo a pesar que nunca lo había comido hasta ahora decidió comerlo o se estaba obligando comerlo, aun tenía esa galleta no era grande para que tardara tanto entonces me acerque y se lo quite con mis propia boca partiéndolo con mis dientes. Inuyasha se sorprendió y puso su mano en su boca, parecía que no comprendía y aproveche quitarle la bolsa de galletas que era para él.



- te lo dije antes no te daré unos chocolates – me levante y me dirigí en mi mini refrigerador que estaba escondido lo uso únicamente para poner helados y saque una copa que tenia flores de color zafiro y otras doradas, lo que tenia adentro era gelatina de color rojo.
Mire a Inuyasha con una sonrisa - Lo que te iba a dar es esto –
Inuyasha se sorprendió era una copa adornada que tenía una gelatina – eso es mío –

Me acerque a él se lo puse en sus manos después le mostré una cuchara de plata adornada en el mango de forma de rosa - Yo sabía que no te ibas a comer los chocolates ya que nunca te vi que comieras dulces además nunca comiste tu pastel de cumpleaños –
- En verdad me miras – dijo Inuyasha algo sonrojado
- Hay un problema que te miro y me fijo lo que te gusta y lo que te no –
- entonces ¿quién te gusta más Inuyasha o Ayasha? –
- No deberías preguntarme eso, eres el novio de mi hermana – lo miraba y note algo de tristeza
- tu hermana solo habla de ti y es mucho más difícil sacarte de mi corazón, si le pregunto sobre Ayasha solo dice que no está interesado en él o que ni siquiera lo mira – dijo Inuyasha
- Yo pinte esta copa, las flores zafiro son el color de tus ojos al igual de tus ojos dorados, a mi me gusta los dos y por favor hazle feliz a mi hermana y olvídate de mí –
- No te preocupes yo quería saber si hay una esperanza para mí para estar a tu lado además te promeso hacerla feliz –
- Eso espero –

Inuyasha comió la gelatina – mmm… ¡que rico! - mientras sonreía de felicidad por alguna razón note como se le cayó algunas lagrimas, no sabía si era por felicidad o por algo más

 

Capitulo 19​

Estaba en el restauran de Shippo, estaba tan deprimida que solo había consumido una copa de alcohol antes de venir ya que Shippo ni se atreve a darme alcohol. Comencé a creer una aura tan fría que no quería que nadie se atreviera acercarse.



- ¡Soy tan tonta! – me dije a mi misma
- Ese no es mi problema – dijo el pequeño Shippo – mientras me daba café
- lo sé pero son tan tonta que no me di cuenta que Inuyasha me estaba volviendo a preguntar si lo amo para que este conmigo –
- entonces eres estúpida – contesto Shippo
Tan solo escucharlo me enferma y lo golpee – estoy comenzando a recordar porque odio a los niños –
Shippo llego y me trajo otro café cargado – Cuando tengas tus propios hijos olvidaras el odio aparte estas comenzando a beber de nuevo –
- claro que no –


La verdad fue mentira, desde que me di cuenta que había rechazado de nuevo el hombre que amo me he sentido fatal. Compro escondidas cervezas, vino tinto todo lo que tenga alcohol para olvidar que Inuyasha existe en mi vida.
Los días pasaron que se volvieron semanas, Inuyasha ando muy juguetón con mi hermana hasta que mi hermana se fue que no me di cuenta por completo cuando se fue.
Una mañana tenía una jaqueca tan severa que no tenia deseo ver a nadie cuando pensé que no había nadie ahí estaba Inuyasha perdido parecía que fue rechazado de nuevo luego pareció aliviado.



- ¿Dime hay noticias buenas? –
Inuyasha me miro esos ojos dorados y me sonrió – ahora si, por fin te veo –
Me acerque a él – ¿Estás enfermo? –
- Si lo estuviera no te lo diría – me respondió luego me sujeto la mano – ¡vamos a pasear! – después de eso me jalo y alzo la mano que se pare un taxi.


No podría creer que estaba junto con Inuyasha y yo solo quería olvidarme de él, cuando más giraba el taxi me sentía mal estomago.


- Inuyasha bajemos – mientras me tocaba mi estomago
Inuyasha solo le dio risa – no me digas que te marea, espero que no vomites –
- Inuyasha – lo mire de reojo cuando dio la vuelta no aguante y vomite sobre sus pantalones
- ¡Kagome! – grito el pobre de Inuyasha



En uno minutos llegamos en una gran casa de campo, donde Inuyasha no parecía nada contento más bien parecía que había una fiesta.


- ¿Dónde estamos? – le pregunte
- En la casa de campo de Miroku – me respondió. Entramos y estaba abierto lo más sorprendente que por fuera no se escuchaba la música mire los vidrios y pensé que es prueba de ruido.
- Debería tener uno –
Inuyasha se sorprendió – no tenias uno, pensé que tanto toco por ahí a las 5:30 am y termino a las 7 am te molestarías –
- lo siento pero he tenido mucho sueño últimamente que es imposible levantarme –



No podría creer que le mentí, es mi primera mentira que le digo a él además me da vergüenza si le digo que ando tomando para olvidarlo.



- Quédate aquí, no quiero que veas el lado pervertido de Miroku – luego se marcho



Pasaron los minutos, podía oler el alcohol de las personas y eso me inquietaba, hasta que una mujer se me acerco.



- ¡Hola Nena! Soy Yura ¿eres amiga de Inuyasha y Miroku? –
- si – le respondí
- entonces toma – sin darme cuenta me dio todo la botella en mi boca y no tenía otra opción que tomarla.


El licor era delicioso aunque lo sienta como agua por esta vez no fue así venimos tanto que sin darnos cuenta hablamos de nuestro amor y yo comencé a decirle que Inuyasha es mi primer amor y que lo había perdido por tonta.



- entonces lo perdiste ¡eso es malo amiga! – dijo Yura
- Si por la peor – dije desanimándome
- Si no puedes decirlo, entrégate a él, ¡demuéstrale lo que sientes por tus actos! – dijo Yura muy terminada
Me levante del sofá y grite - ¡Inuyasha será mío! –
- ¡Eso es amiga! Ve y dale lo que tienes –
- Para eso buscare una habitación – me largue a buscarlo principalmente la habitación por mala suerte todos estaban ocupados excepto una donde me senté y sin darme cuenta ya estaba llorando porque tenía miedo que me rechazara.

Inuyasha​

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No podría creerlo Kagome vomito sobre mis pantalones y no quería ir a la casa de Miroku porque casi siempre tiene fiestas dice que ni no aprovecha cuando sea cardiólogo cirujano nunca tendrá tiempo.
Deja a Kagome en la entrada y decidí ir a verlo, aun caminado había algo que me preocupaba de ella, no la veo aparte ha cambiado mucho hasta pidió una compañera de atrás que si le cambiara de asiento.
Desde que paso el día de san Valentín no hemos tenido tiempo para platicar menos para vernos.

Al llegar donde estaba Miroku estaba platicando con Koga, sobre su maestría al parecer hizo su fiesta antes de tiempo.



- ¡Miroku necesito tu ayuda! –
Miroku solo sonrió muy feliz – la has dejado –
- eso es bueno, solo tienes un año y debes estar con Kagome –
- yo… -
- ¡lo que tienes es luchar por el amor de tu vida! –
No podría creerlo querían que me declara de nuevo para que me rechace de nuevo y sin darme cuenta mi cabello cambio a negro y grite - ¡basta de decir tonterías! ¡Ella me dejo a mí! –
- Inuyasha – se sorprendieron por mi comportamiento



El recuerdo de Inuyasha…



Después del día de san Valentín Kagome me había rechazado por segunda vez, adentro de mi solo quería llorar por mi mala suerte, si fuera más despierto encontraría un amor a los 16 y ser feliz pero no me enamore a los 18 casi llegando a los 19.
Ahora soy el novio de Kikyo y solo debo ver a ella, hacerla feliz como se debe es mi prioridad y intentar enamorarme de ella.


Los días pasaron nos divertimos en el cine o en cualquier lugar pero siempre habla de su hermana.




- Dime Inuyasha no te gusta el helado – dijo Kikyo mientras apuntaba mi helado de chocolate
Solo mire mi helado de chocolate, pensé en las calorías, el azúcar y pensaba que si me lo comía no llegaría a los 20 años de edad, morir así sería una pena.

- No me gusta el helado – le respondí, la mire de nuevo y dije en mi mente que son tan parecidas e iguales, solo que la diferencia Kagome me observa y sabe sin que yo se lo diga lo que no me gusta ahora que lo pienso siempre me da las cosas que me encantan.
- Que pena – agarro mi helado y se lo comió todo – mi hermana adora el chocolate, me pregunto si es feliz con Ayasha –
- hablando de eso ¿Quién es Ayasha? –
- ya te lo dije un compañero de la clase, es buena con las materias pero se la pasa durmiendo o está mirando a Kagome -
- ¿Te cae bien? – le pregunte
- no tengo quejas sobre él tampoco hemos platicado solo le hablo sobre cosas de mi hermana –
- siempre hablando de tu hermana Kagome – le dije con una sonrisa
Kikyo se sorprendió – acaso te molesta –
- No, es lindo de tu parte por pensar en ella – adentro de mi gritaba ¡Basta de hablar de ella! ¡Cómo quieres que me olvide de ella!



Citas y tras citas hasta que llego el día que ella me dejo, Kikyo había estado sentada en las escaleras hasta que llegue a su lado.



- ¡Hola Kikyo! Sabes hoy quiero que me acompañes un lugar –
Kikyo se paro y mi miro esos ojos tan serios – Lo siento no aguanto más en esta situación –
- ¿De qué hablas Kikyo? – le pregunte
- la razón que soy tu novia es para olvidarte de mi hermana pero eso será muy difícil porque me parezco a ella y hablo de ella cada rato –
- no es cierto solo… -
Kikyo me interrumpió – no te mientas, tocar más fuerte para que Kagome salga y te regañe, has querido entrar en su habitación pero no puedes ó si no te quedas mirando su habitación, deja de mentirte por eso he decido que debemos terminar –




Me quede congelado no podría creerlo hemos termino y ella solo se fue caminado hasta llegar a la puerta donde escuche que aporreo la puerta cuando cerro.
Al instante me sentía triste pero luego me sentía aliviado del sucedido porque ya tenía intenciones de terminar pero nunca me atreví porque le prometí a Kagome hacerla feliz.

Fin del recuerdo…





- Entonces te dejo por pensar en Kagome – dijo Miroku
Koga se levanto para estirarse – Si lo piensas bien, Kagome no podía aceptarte porque eres el novio de su hermana –
- Tienes razón por eso debes intentarlo, decirle te amo Kagome y nunca te dejare –



No podría creerlo les dije que no lo intentaría de nuevo si lo hago por tercera vez significa que soy un tonto y más si me vuelve rechazar, me levante y salí de la habitación.
Camine tan rápidamente hasta que alguien agarro mi mano, sabía que no era Kagome porque sus manos están frías.



- ¿Quién eres tú? – le pregunte
- Soy Yura y Kagome te busca –
- llévame con ella – Yura solo camino hasta que se detuvo para buscar algo – eran dos vasos –
- ¿Quieres? – me pregunto
- Lo siento nunca he consumido alcohol – le respondí
- Solo uno – antes que hablara me zampo el vaso de alcohol en mi boca y comencé a tomarlo porque esa tipa me tapo la nariz - ¿Cómo te sientes? –
- Mareado – le respondí



Ella sonrió como si tuviera gracia, tal vez tenga razón solo un vaso de alcohol y me quede pedo, ella me sujeto de la mano hasta que me llevo en una habitación.



- Te dejo – mientras cerraba la habitación.



Quería salir pero tenía seguro entonces prendí la luz y ahí estaba Kagome sentada en la cama con la mirada baja y para colmo no me he cambiado mis pantalones.
Pensé lo que había dicho Koga y Miroku y debería intentarlo aunque me duela, todos modos tenía que decirlo pero me sentía tan raro.



- Kagome aun te sigo amando, no puedo olvidarte por eso yo… - la mire con cuidado porque no decía nada y comenzó a caer lagrimas de su bello rostro, alzo su mirada no sabía que estaba pasando solo pensé que ya estaba harta que le digiera que la amo.
- Inuyasha – dijo con su voz tan dulce, me sorprendí, me acerque hacia ella y me senté a su lado – Lo siento seguro estas cansada de rechazarme –
- No aguanto más – sin darme cuenta Kagome me comenzó a besarme tan apasionadamente que nunca pensé que Kagome supiera besar tan bien.


El calor se estaba incendiando el amor que teníamos, de pronto mi corazón se acelero como tonto y no sabía cómo manejarlo pero por esta vez no me importaba mi salud o mi corazón solo quería permanecer ahí.

Kagome​

​

​

​

Comencé a besarlo apasionadamente, este amor que me matando por dentro al no decirlo lo que sentía por él era un gran infierno, sus besos eran tan tiernos y lindos, sus manos comenzaron a tocarme hasta que caímos juntos en la cama.
Comencé a desabrocharle sus botones de su camisa, para sentir su piel, sentía como mis manos tomaron calor de él y por fin le dije mis sentimientos.



- Te amo Inuyasha –
- Te amo Kagome – mientras me miraba con ternura



El fuego nos quemaba hasta que nuestro amor se consumió en esta noche, cada beso cambiaba, sus ojos dorados a zafiro y de zafiro a dorados, cabellos de noche a cabellos plateados.
Amo todo de él y así ese amor consumió sin saber lo que nos esperaba el mañana.

Al día siguiente me había levantado temprano, me sentía adolorida y para colmo estaba totalmente desnuda entonces recordé lo que había pasado, me sentía nerviosa entonces decidí vestirme y decirle a Miroku que si le prestaría algo de ropa a Inuyasha y donde quedaba la cocina para prepararle el desayuno.

Al bajar los escalones mire el padre de Inuyasha muy enojado, la casa ya no tenía invitados de una fiesta estaba tan limpia.



- ¡¿Pregunte donde está Inuyasha?! –
- No lo sé – respondió Miroku



El padre de Inuyasha se enojo mucho hasta le dio una bofetada a Miroku, me quede tan sorprendida que solo me oculte del sucedido.



- ¡Búsquenle! – dio la orden Inutaisho



Los guardaespaldas salieron a su orden, entraron en la habitación donde estaba Inuyasha hasta y lo sacaron de la habitación, Inuyasha parecía ido pensé porque acaba levantarse.



Inutaisho se acerco a Inuyasha y pudo sentir el olor leve de licor – Tomaste – su cara cambio estaba súper enojado al parecer tenía intenciones de golpearlo pero se frena.
Inuyasha miro de reojo a Miroku luego miro a su papá - ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué le golpeaste a Miroku? –

- Llame a tu celular contesto una mujer extraña dijo que estabas tomando -
- ¿Mujer? – Se sorprendió y dudoso – Debe ser Yura –
Inutaisho miro a Inuyasha con seriedad y dulzura, sus cabellos habían cambiado igual sus ojos – Te pareces a tu madre así, por eso sabes que el contrato ya termino –
Me sorprendí completamente que contrato, Inuyasha bajo la mirada – Dame unos días para despedirme –
- ¡¿Qué contrato?! – se sorprendió Koga



Inuyasha no levantaba su rostro, su fleco no dejaba ver sus ojos, Koga se acerco muy enojado y le sujeto se camisa cerca de cuello.



- Usaste a Kagome para no ir a tratamientos o buscar una cura –



No lo podría Inuyasha me uso, adentro de mi decía que no era cierto que él me ama con toda sinceridad igual que yo lo amo pero no hablaba.


- entonces la usaste por el miedo que tienes –
- Si la use o no, no es tu problema solo me queda un año, no sabes que se siente como termina todo –
- ¡Pero no tienes derecho de usarla! ¡Es una mujer! – grito Koga
Salí de mi escondite y los mire fríamente – ¿desde cuándo me ven como mujer y no como la mujer de las nieves? –
Koga se sorprendió – pues… - ya no sabía que decir pero Inuyasha no cambiada de ese modo
- recuerdas lo que pasó en la noche –
- No, estaba tomado y no recuerdo más allá de la plática que tuvimos –
- ¿Es verdad que me usaste? – le pregunte
- Si – respondió
- Ya veo, no necesito alguien como tú en mi vida si no recuerda nada –



Me retire, tal vez el plan de Yura tuviera éxito si no estuviera tomado además es su primera vez y no lo culpo, tome un taxi para dirigirme mi casa al llegar a mi habitación solo me acosté.
No puedo olvidar de sus besos menos la noche más maravillosa que he tenido y con mi dedo comencé a tocar mis labios y me dije a mi misma.



- Te amo Inuyasha -

 

Capitulo 20​

​

​

​

Había vuelto a la mansión ya muy tarde ya que no me atrevería a verle la cara a Naraku por lo que hice a Kagome. Tan solo abrir la puerta ahí estaba Naraku esperándome con su cara seria y pensaba lo peor un golpe o un regaño.



- Perdón por llegar tan tarde – mientras bajaba mi cabeza
- ese no es el problema – se volteo – acompáñame –



Comencé a perseguirlo hasta llegar un cuarto muy grande, las paredes eran rosas, con algunas flores en la pared, la cama era grande y blanca donde tenía algunas muñecas, tenía un armario de madera no era tan grande si no pequeño.
Cuando más miraba veía muchos cuadros cuando me acerque era una niña sonriendo aunque se me hacía muy familiar.



- Tiene ojos azul zafiro –
- ella es mi amiga de la infancia – voltee a verlo, su expresión era nostálgico como si recordara algo gracioso – en ese momento yo era dos años mayor que ella – se sentó en la cama – por su puesto cuando vino por primera fue…



Recuerdo de Naraku…


Cuando tenía 6 años de edad, entro por primera vez en estas puertas en esta mansión, su vestido rosa bajo con un collar de oro blanco donde tenía una rosa roja además tenía unos lindos zapatos blancos entre sus manos un oso de felpa de color chocolate.



- Te quedaras en esta mansión – le dijo el madre de la niña


La niña no replico solo acepto el mandado de su padre, pasaron los días y la niña se quedo en su habitación esta que un niño de ojos rojos entro con la comida.


- Perdón pero la sirvienta se tomo el descanso hoy – mientras entraba y se quedo maravillado por la niña y sus pinturas
La niña se volteo y se acerco muy contenta – ¡tus ojos! Son rojos debes ser un poderoso hechicero –
- bueno yo… - no pude continuar
- ¡lánzame un hechizo! – grito la niña muy animada
- ¿Un hechizo? – pregunte de duda
- un hechizo para vivir feliz -

Fin del recuerdo…




- ¿Esa niña fue feliz? – le pregunte
- fue muy feliz aunque no paraba de jugar y de asustarme hasta que conoció su príncipe o era su ángel – se inclino hacia mi ya que me senté en el suelo para escuchar la historia de su amiga - ¿Quieres conocer su nombre? –
Me quede intrigado y solo moví mi cabeza diciendo un sí, Naraku solo sonrió – Su nombre es Izayohi tu madre –



Me sorprendí, no es algo que me esperaba mi madre paso su infancia aquí, seguro mi padre lo sabía por eso pensó que sería genial que enamore a Kagome para que aprendiera ser yo mismo y tener una experiencia, de pronto mi corazón me comenzó a doler, la respiración me sofocaba.



- Me duele mucho – mientras ponía la mano en pecho.

En ese momento Naraku se acerco y llamo una ambulancia, también a mi padre con marcación rápida

- No le digas a mi padre – no aguantaba, sin darme cuenta me había desmayado mientras intentaba respirar




Los días pasaron de aquel sucedido, todo se suspendió hasta la gira hasta nuevo aviso, ahora todos se preguntan dónde estoy y padre no me deja salir. Necesito trabajar dar lo mejor de mí que el mundo me recuerde como soy aunque significa llamar la atención.
Mi mundo ya no gira que me reconozcan ahora es Kagome, no quiero que venga aunque tengo deseos de verla, si ella habla ¿porque lo hice? tendré que decirle la verdad y pensara que mi amor no fue puro




- sabes odio los hospitales pero por ti no me importa – esa voz era de Kagome mientras sonreía y caminaba hacia mí, solo tan solo mirarla me sentía tranquilo y complacido.


Cuando se acerco más, creo que no noto los aparatos que tenía, se quedo sorprendida, lo mira queda detalle olvidando que estoy aquí.


- ¿Por qué estas así? – Me pregunto sin esa sonrisa, quería darle una respuesta propia luego se desespero - ¡No vas a morir! –
- Claro que no, estaré siempre a tu lado… – le respondí pero note que Kagome no se sentía bien y se sujeto el estomago - ¿Te encuentras bien? –
Sin darme respuesta alguna solo se marcho corriendo.



Kagome

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Me marche corriendo, buscando algún baño no quería vomitar enfrente de una persona hasta me tope con Miroku y Koga, aunque me saludaron no podría saludarlo no quería que me viera enferma aun más no quería que Inuyasha lo supiera.



Hasta que choque con una doctora – ¿Estás bien? –
- No… - y vomite encima de sus zapatos que horror es el peor oso de mi vida, desearía que la tierra me tragara
- debes acompañarme – dijo la doctora


Unos minutos después, ya estaba consultando y me estaban haciendo muestra de sangre las horas pasaron volando y mucho más si estaba conversando con ella.


- Los jóvenes siempre hacen locuras – mientras sonreía
- creo más si es por la persona que ama –
- Como tu amigo, te vi que entraste pero… ¿cuantos días llevas vomitando? –
- creo que cada vez huelo la comida y hoy con mi amigo que olía mucha medicina – entonces recordé que no fue educado
Una enfermera le entrego los papeles y sonrió muy feliz – felicidades vas a hacer mamá –
- ¡Que! – Me sorprendí – Eso es imposible – a mi no me gusta los niños, solo pensarlo me desaparezco –
- ¿Acaso quieres abortar? Para eso debes tener permiso de tu tutor o de tus padres – mientras sacaba su celular – creo que aquí tengo el numero de tu padre –
- ¡Alto! ¡No lo llames! No quiero abortar… quiero tenerlo –



Salí del consultora y ya es hora de ir con Inuyasha para saber cómo esta; ahora lo más importante como le diré a Naraku que su hija se embarazo y el padre es Inuyasha seguro se sentirá decepcionado o feliz alguna de las dos.
Entre la habitación de Inuyasha y ahí estaba sus dos amigos platicando ahora lo más importante como se lo diré a Inuyasha ya que ni recuerda lo que paso esa noche.



- ¿Dime Inuyasha cuando te vas? – pregunto Miroku algo serio
- pues mis cosas están en mi departamento –
- entonces cuando salgas de aquí volverás a tu vieja vida – afirmo Koga sobre sus sospechas



Al escuchar eso, no sabía que decir, no puedo decirle que lo amo porque ya lo había rechazado tantas veces que pesara que me estoy burlando de él o lo hago para retenerlo menos de esa noche.



- Inuyasha ¿¡Te gustan los niños o los bebes!? –
Inuyasha me miro con esa mirada de sorprendido luego sonrió – me encantan los niños pero nunca he cuidado un bebe –
- ¿Y te gustaría tener uno? – le pregunte
Inuyasha intentaba tener esa sonrisa natural pero al preguntárselo si quería tener uno pareció que fue un golpe bajo o que sufre.



- No quiero tener un bebe – afirmo Inuyasha
- ¡Yo quiero tener un bebe! – grite todo pulmón luego me marche dejando a Inuyasha y sus amigos
Koga miro a Inuyasha se rio – eso sonó como si fuera tu esposa –
- para mí sonó una confesión – dijo Miroku



Inuyasha se quedo sin palabras porque al gritar lo mire directamente a él pero esa mirada brotaron lágrimas de culpa y sus amigos solo dijeron…



- Inuyasha – preocupados por si situación actual
- Le mentí yo no viviré para siempre para estar a su lado… yo no puedo dar una familia porque el que sigue tendrá menos oportunidad – comenzó a llorar – No quiero eso si tengo algún hijo –
- Inuyasha – dijeron sus amigos lamentándose ya que siempre sonreía, estaba de buen humor pero ahora parece tan frágil que parece que se derrumbara



Mientras tanto yo decidí darme una idea de mi vida con un hijo pero pensarlo que llorara, que mojara sus pañales y tengo que cambiarlo eso me enferma sin contar las pocas horas de sueño.
Sin darme cuenta ya había entrado una tienda de sección de ropa para mujeres embarazada a veces me hace creer que mi subconsciente quiere tener ese bebe.



- ¿Kagome? – se sorprendió Sango al verme aquí y comencé a acercarse y no sé qué decirle ¡No puedo decir que ando embarazada!

 

Capitulo 21​

​

​

Sango se me acerco no podría decirle que estoy embarazada de Inuyasha menos podría decirle sobre Ayasha, escondía secretos sobre mi y de Inuyasha que no solo es súper cantante sino el padre de este bebe que espero.

Sango me saludo normalmente y a la vez me pregunto - ¿Dime qué haces en este lugar? –
- pues quiero abrir nuevos horizontes – le respondí
- ¿Nuevos horizontes? – Dudo Sango – sobre maternidad, bueno ni eso yo no lo pensé pero tener una amiga única es divertido –
- ¿Por qué dices que soy única? – le pregunte sorprendida de su respuesta
- bueno, te interesa en cosas que nadie le interesaría por otro lado pareciera que tu sonrisa le perteneciera solamente a Ayasha sin importar que tengas a Inuyasha en tu casa –



En unos minutos sango me mostro la ropa de maternidad y ropa de bebe, me conto que cuando nació su hermano menor tuvo que ayudar mucho a su mamá, sin importar el cansancio.
Me explico que los bebes son tan delicados y son felices con el amor de mamá y las personas que lo aman.
Sin darme cuenta me encanta como Sango hablaba del tema, sin darme cuenta estaba tan interesada que no sabía donde caminar hasta que nos sentamos aunque adentro de mí temía y tenía grandes dudas ¿Que asaria si no soy buena mamá? ¿Cómo sabré si me ama?

Sango estaba tan metido hasta que vio de reojo un poster de Inuyasha y el grupo y grito de alegría.



- ¡Pensé que no iba a salir! ¡Verdad que Inuyasha es tan lindo! –
Yo solo sonreí – si es muy lindo al igual de sus palabras –
Sango se sorprendió de mi respuesta y se me acerco de nuevo - es la primera vez que hablas así –
- bueno es normal estamos en el mismo techo – le conteste



Sango solo me sonrió con una cara tan feliz y yo solo mostré mi mejor sonrisa aunque Inuyasha no sepa lo que paso aquella noche no quiero separarme de él… lo amo



Los días transcurrieron y decidí ver a Inuyasha de nuevo ya que no tenía más síntomas de embarazo y eso me hacia feliz. Decidí una mañana levantarme temprano para ver a mi querido Inuyasha pero cuando llegue a su habitación no había nadie solamente la ventana abierta.
Corrí hacia la ventana pensando lo peor cuando mire hacia abajo me tranquilice y me dije a misma el único síntoma que no se me ha quitado son las locas hormonas.

La enfermera llego y me pregunto - ¿A quien espera? –
- pues el paciente que estaba aquí – le respondí
- lo siento hace una hora le dieron de baja –
- Gracias – luego me marche para dirigirme hacia la escuela donde suponía que iba estar Ayasha.
Por mi mala suerte todos los estudiantes parecían triste principalmente Sango; mire de nuevo donde Sango estaba viendo y era Ayasha caminando junto con un guardaespaldas sin ver a nadie.

Me acerque a él y le pregunte – ¿Dónde vas? –
- me marcho para siempre – me respondió
- entonces te acompaño – le respondí con una gran sonrisa


Subimos un carro negro pero Inuyasha no hablo para nada estaba escribiendo una libreta aunque lo leí un pequeño párrafo y pensé que estaba trabajando una nueva canción.


- No permito que nadie lea mis canciones – contesto Inuyasha hasta que salió del carro hasta llegar un departamento todo lujoso
- ¡es tan hermoso! –

Inuyasha solo se sentó y siguió escribiendo y yo me senté delante de él solo quería buscar escusas para hablar con él pero no tenía nada hasta que Inuyasha rompió el silencio entre nosotros dos.

- ¿Qué es lo que deseas de mi? – me pregunto Inuyasha
- deseo muchas cosas – intentando ser fría con mis palabras por alguna razón me cuesta mucho trabajo decirlo seguro es por el embarazo
Inuyasha dejo de escribir - ¡Porque ahora me buscas! Te espere en estos días y vienes así no más –
- lo siento últimamente no me he sentido bien hasta he llegado vomitar casi por todo – le respondí esperando que se diera cuenta la situación
- si lo sé, no estás acostumbrada comer cosas que no son a mí también me paso una vez – respondió Inuyasha luego siguió escribiendo
- ¡deseo vivir contigo! –


Inuyasha soltó al instante su libreta y me miro con una expresión tan sorprendido que me daba risa por completo.


- ¡No puedes vivir aquí estarás siempre lejos de tu padre y escuela! –
Me acerque hacia y él – eso no me importa permíteme que viva bajo el mismo techo que tu, ya que tú has vivido bajo mi techo –
- ¿Por qué? – dijo tartamudeando
- quiero abrir nuevo horizontes de mi vida junto a tu lado además tengo aprovechar porque cuando me vaya no sé si te veré de nuevo – mientras me sentaba sobre sus piernas luego le di un beso en la mejilla y me dije a mi misma no me rendiré hasta que me preguntes de nuevo si te amo o hasta que recuerdes aquella noche

 

Capitulo 22​

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No podría creer de las palabras de Kagome que viviría aquí por un tiempo pero me había sumamente feliz pero a la vez temía ya que cualquier momento mi salud que se demorara enfrente de ella.

Primer día​

​

No podría dormir hoy el primer día que Kagome se queda en mi departamento pero no puedo olvidar como Kagome se sentó sobre mis piernas eso me hizo temblar y acelerar mi corazón ahora lo quería es paz y tranquilidad con Kagome estando aquí no lo tendré pero si su dulce compañía.
Tan solo pensar en Kagome quede dormido, a la mañana siguiente olvide por completo que Kagome están aquí en mi mundo. Cuando entre al baño no le di importancia a mi alrededor solo abrí la regadera hasta que escuche una leve sonrisita.




Voltee donde estaba esa sonrisita y ahí estaba – ¡Buenos días Inuyasha! –
- ¡Que haces tú aquí! – grite todo pulmón hasta sentí que mi corazón estaba salirse de mi cuerpo
Kagome me abrazo de golpe pero en vez de sorprenderse de mi grito estaba muy feliz – ¡No te dejare! todos modos tú ya me habías bañado antes – me miro – Es más divertido si nos bañamos juntos –
Tome mi toalla ya que para mí Kagome es una mujer y yo un hombre y puedo tener deseos sobre ella – Me voy –
- Deseo que te bañe conmigo –
- ¡no puedes hacerme esto! Soy un hombre y tú una mujer –
- puedo ya que eres mío hasta que cumplas todos mis deseos – contesto Kagome



En fin acabo Kagome me había ganado, no puedo quejarme no puedo decirle que no porque aun no quiero que exponga mi secreto hasta el final.
Unos minutos después comencé oler algo rico en la cocina que rara vez uso ya que siempre viene algún sirviente de Miroku o Koga que me trae la comida o yo lo compro.



- ¿Qué esto? – le pregunte
Ella me sonrió – he preparado el desayuno – mientras se sentaba para comer



Me senté enfrente de ella para comer tenía algunas preguntas no debió hacer esto para mí pero me hacía muy feliz.



- Sabe muy bueno – le comente sobre su comida
- gracias lo hice para ti – esa frase me encanto mucho



Mire de reojo como Kagome se comía su propia comida lo más interesante comía mucha verdura y carne como si tuviera un apetito extra. Su cabello era tan brillante y su rostro mostraba tan delicada pero había algo en ella que se veía más hermosa de lo inusual y solo dice antes de levantarme.



- Te vez muy hermosa hoy –

Segundo día​

​

Me levante temprano para que Kagome no se meta en el baño, pasaron las horas y pensé que Kagome seguía durmiendo hasta que fui la cocina donde dejo una nota para mí.




Hola Inuyasha seguro estas en el baño te deje tu desayuno es mejor que comas osas saludables y llenas de amor. No te preocupes por mi fui a comprar algunas cosas que necesito.

ATENTAMENTE​

KAGOME​

​

Las horas pasaron tenia visitas de mis dos buenos amigos y le conté que Kagome decidió vivir bajo el mismo techo que yo.



- ¡Eso suena divertido! – grito Koga de emoción
- Pero no eso no te afecta más separarte de Kagome ya que tienes un año de vida y cualquier momento te carias y estarás en el hospital –
- lo sé pero tener a Kagome a mi lado me hace muy feliz aunque no tenga su amor soy feliz-



Las horas pasaron mis amigos y yo ya terminamos e practicar y no hay noticias de Kagome y eso me inquietaba mire la hora y ya son las 6 entones pensé que estaría en la casa de Naraku y decidió estar con él.
En aquel momento sonó mi celular con el tono de mi primera canción que debute por primera vez.




- ¿Quién habla? – pregunte
- ¡Sabes donde esta Kagome! – grito Naraku todo desesperado
- Desde ayer está viviendo conmigo – lo dije muy relajado ocultando mis nervios
- bueno entonces no hay problema, solo quiero saber ¿porque Kagome abrió una nueva cuneta y es propia? Sabes que está pensando
- No señor – le respondí
- entonces cuida de ella – dijo Naraku con una gran alegría luego colgó




Mire de nuevo la hora y solo ha pasado una media hora si no estaba conmigo donde puede haber estado, llame a Sango me dijo que salieron en la mañana a comprar ropa después comieron algo en su casa y por ahí de las 4 se marcho.




Me senté en mi sofá de piel de color crema y mire la hora – ¿Seguro esta con su hermana? –


Dos horas después ya había llamado a Kikyo me respondió que no había vuelto y está entrando la carrera de actriz cuando por fin escuche que la puerta se abría ahí estaba ella, con su vestido de flores y su bulto que no concordaba ahí esta y me acerque.



- ¿¡Donde estuviste!? – le pregunte todo exaltado y sujetándola por los hombros y ella solo se sorprendió por mi reacciono luego me sonrió.
- Serás un excelente papá – me respondió



La solté de golpe y me marche a mi habitación estaba tan sonrojado, tan… que ya no tenía palabras para decir lo que siento por ella.



- Si fueras mi novia ya te hubiera propuesto matrimonio – me dije a mi mismo

Quinto día​

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Ya me acostumbre a tenerla aquí en mi departamento sin mencionar que esa sonrisa me hace sentir loco por ella.
Me emociono por sus comidas pero ahora la veo un poco risueña y le da mucho sueño algunas veces se toma un gran larga sienta y se despierta de golpe pero no le quita nada su belleza.

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Decimo día​

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Kagome duerme en cortos periodos pero en cualquier momento y eso me hace sentir inquieto ¿me pregunto qué le pasa? Hasta que le hable sobre el tema mientras escribía la nueva canción.



- ¿Me puedes decir que te ocurre? – sin mirarla atendiendo lo que hacía pero no hubo respuesta alguna solo me mostraba una gran sonrisa y solo me sonroje.

Kagome se acero y se sentó a mi lado – Escríbeme una canción dedicada para mí - bostezo apenas y note que tenía mucho sueño
- ¿Por qué lo aria? – le pregunte fingiendo enojo alguno
- porque es mi deseo además sería muy lindo de tu parte – mientras se apoyaba su cabeza en mi hombro, al hacer sentí como mi corazón latía fuerte por ella.
- No te preocupes esta canción es dedicada para ti – cuando mire de reojo estaba muy feliz hasta que su hermosura había aumentado tanto que ya no sabía si este amor había incrementado si es así me volveré loco.

​

​

30 días después​

​

Hace 8 días que estoy gira y mucho antes saque un nuevo disco que aun no sale, sin la compañía de Kagome este mundo del entretenimiento va muy despacio y a la vez muy rápido pero no es eso que me preocupa porque Kagome está sola en mi departamento.
Mire mi celular para llamarla ya que solo tengo unos minutos antes de salir al concierto pero como siempre soy interrumpido.




- ¡Inuyasha apúrate! – grito mis amigos
- ¡Ya voy! – luego mire mi celular y me dije a mi mismo otro día sin llamarte después lo guarde en mi bolcillo de mi pantalón y es hora de salir a cantar



Cante con todo mi corazón, si Kagome estuviera viendo esto en la televisión o estando aquí en este momento me gustaría que me mirara solamente porque esta canción es dedicada a ella.

​

​

Un mundo ideal buscamos​

Donde hay grandes sueños​

Continuaremos nuestro viaje hasta el final​

Siempre juntos​

Un nuevo pensamiento luchando siempre con pasión para conocer​

Un lugar ideal​

​

Estira tus brazos y alcanzaras aquella estrella llena de resplandor​

Pero si todo resulta mal​

¿Qué vamos a hacer?​

Deja que la vida nos guie​

Hacia el camino ya correcto​

Están listos para intentarlos​

Hacer realidad nuestros sueños​

Un mundo ideal​

Buscamos donde hay grandes sueños​

Continuaremos nuestro viaje hasta el final​

Siempre juntos un nuevo pensamiento​

Luchando siempre con pasión para conocer un lugar ideal​

​

​

​

Al terminar la gente grito todo emocionada; cuando voltea a ver a mis amigos estaban sorprendidos porque es la primera vez que canto con todo mi corazón ya no era solamente por el público, que alguien me recuerde si no a la persona que amo.
En esa misma noche no quise esperarla más y volví por ella, no sabía si estaría despierta para regalarme una de esas sonrisas que me fascinan y que me vuelve loco por ella.
Ya estaba enfrente de mi departamento, me sentía nervioso como si fuera la primera vez que la veía, es como si… yo llegara del trabajo suena como si estuviéramos casados o que mi esposa me este esperando por un largo tiempo.
Lo pensé bien eso sería imposible para mi, ella no me ama solo soy un amigo, al entrar todo estaba apagado es normal termine tarde y ya son la 1 de la mañana pero me percate que había una luz y era la televisión que ahora solo da comerciales.
Me fije bien y es uno de los canales que me grabaron en mi concierto entonces Kagome me miro.
Camine hacia el comedor ya que apenas la lámpara lo iluminaba todo el cuarto, ahí estaba durmiendo y en la mesa había comida, me sentía muy feliz no solo porque hay alguien que me espera si no que me hace amarla cada vez más.
Mi mano topo con algo, no era la comida si no un papel que estaba escrito para mí.




Hola Inuyasha solo quería decirte que cantas sobredente no solo cautivaste los corazones del público incluyendo Sango que es tu gran fan también el mío. Desde que te vi por primera vez cantar he grabado cada concierto que sales y no me pierdo ninguno, creo que me volví una fan tuya.
Y este concierto que diste me toco mi lama y mi corazón, en verdad eres un súper cantante.

Atentamente ​

Kagome​

​

Una vez más escribiendo lo que siente entonces la cargue como princesa, una vez más la puse delicadamente a la cama y le susurre en el oído.




- Te amo… y no quiero dejarte nunca -

 

Capitulo 23​

Estaba ya despierta pero no quería abrir mis ojos aunque me sentía muy cómoda, sentía un leve calor pero no me importaba entonces sentí como una mano de hombre estaba toando mi vientre.



- ¿Qué haces tú aquí? – Inuyasha se despertó pero volví a preguntar - ¿Qué haces tú aquí?
Inuyasha me miro a los ojos sentía que mi corazón se aceleraba tanto – Como siempre intento dejarte en la cama pero no está fácil escaparme aparte no me soltabas mi camisa entonces pensé que sería buena idea que si me recostara hasta que aflojaras pero tanto esperar que me quede dormido –
Me reía sonaba como si hiciera algo raro y él me miro y me mostro un frasco de vitaminas - ¿Por qué tomas vitaminas? –
- lo necesito para tener fuerza o ¿quieres verme dormir? –



Inuyasha se levanto de la cama y miro los frascos, lo único bueno que le quite la etiqueta por si los veía pero nunca pensé que Inuyasha conocía de vitaminas.



- ¿Tienes alguna enfermedad? – me pregunto muy serio, más con esos ojos dorados que me miran como perrito
- Solo es anemia – le mentí fácil y claro
Inuyasha me abrazo al instante – que bueno que no es nada grave, moriré si algo te pasara –



Esas palabras me clavaron mi pobre corazón y ese abrazo me hizo sentir que debía decirle la verdad.



- Tengo algo que decirte – le dije pero en ese mismo momento sonó su celular de Inuyasha y con esa expresión note que tenía mucho más trabajo
- Lo siento tengo que irme, si es muy importante te escucho ahora mismo –
- No te preocupes cuando vuelvas te diré algo que te impactara – le conteste



Inuyasha se marcho deprisa dejándome aquí sola entonces yo sabía que debería ir ver a esa medica es la única que lo sabe.
En una hora después comencé a platicar sobre lo que había pasado.



- Debe ser duro que el padre de tu hijo no recuerde tu respuesta menos lo que había pasado, por eso esperas un milagro pero tienes miedo que diga ese hijo no es suyo –
- Así es – le respondí
- pero lo que acaba suceder deseas decirle la verdad – dijo la doctora mientras me hacia un ultrasonido – yo le diría la verdad y mucho más si tendrás dos gemelos –
- ¡Que! – grite exaltada
Unos minutos después no me lo podría creer tendría gemelos, genial ya me hacia la loca idea de tener uno pero gemelos es mucho para mi

- al parecer te sorprendiste mucho y eso que llevas 3 meses y no se te nota nada – dijo la doctora
- Si pero… ¡Porque dos! – grite
- ¿acaso quiere saber el sexo de tus bebes? –
- no tengo de otra – le dije mala gana luego me dio un zape
- será dos niños ¿avísame cuando quieres verlos en 3 D?
- ok –

Me retire y en lo más profundo de mi corazón pensaba si sería buena madre para mis dos hijos.

Miroku​

​

- Hace tiempo que le llame y no viene – dijo Miroku
- Si pero ¿Cual es la sorpresa? – pregunto Koga
- ¡Se los diré cuando todo llegue! –
Inuyasha abrió la puerta y parecía algo preocupado – hola chicos –
Koga se acerco a Inuyasha y le rebato los estudios de sus exámenes de su salud – No te preocupes todo saldrá bien –
- apuesto lo que sea que es la misma fecha – dijo Inuyasha con una sonrisa
Koga abrió y leyó con mucha atención – bueno a lo menos no es un día menos – Koga me miro y se me acerco - ¡Hay otra sorpresa! –
- La sorpresa que ya termine y entrare un buen hospital – dijo Miroku
- ¡Que! – grito Koga acepto Inuyasha
- oye Koga me arias un favor puedes comprar algo para brindar –



Koga salió volando para comprar los pocos minutos que tengo es para hablar con mi mejor amigo.



- Esta triste por tus resultados – le hable amablemente
- no es algo que ya sabía… estoy triste por Kagome – me respondió, note que sus ojos se comenzaba a pagar por tristeza
- ¿algo le está ocurriendo? – le pregunte
- pues al principio vomitaba y se quedaba dormida pero ahora come más de lo normal, dice cosas sobre que sería buen padre a veces falta toda la mañana trayendo vitaminas –
- ¿Buen padre? – pregunte



Inuyasha le dolía hablar cosas de familia aun con las entrevista si le dicen que tiene novia o si se va casar o piensa tener hijos, son cosas que Inuyasha muestra dolor y sufrimiento pero lo oculta con una sonrisa falsa que parece real.



- en ocasiones pienso que Kagome se ve más hermosa diciéndome esas cosas pero me duele, no puedo decirle que moriré antes de ver a mis hijos o si tendría hijos no tendrían un futuro – respondió Inuyasha
- Inuyasha perdóname recordé que tenía algo que hacer en la casa de campo deje algunas cosas –



Me marche sin decir nada más cuando llegue le dije a mis guardias de seguridad que me mostraran las cámaras de seguridad, recordé que la mayoría de las habitaciones tienen cámaras por si me roban algo o sucedería un atentado.



- ¡Fuera! – grite a mis guardias entonces vi lo que no podría creer Kagome le dio su respuesta y hicieron lo otro, entonces mi confirmación es cierta Kagome esta embaraza de Inuyasha.



Entonces sabía bien que en estos momentos Inuyasha no estaba en su departamento y Kagome estaría sola.
Al llegar tenía muchas dudas como debería tocar entonces solo toque el timbre y Kagome me saludo.



- ¡Hola Miroku! – con su gran sonrisa
Entre y mire que Kagome estaba haciendo la limpieza del hogar – En una buena situación seria una buena esposa principalmente para Inuyasha –
Ella se sorprendió mucho lo que había dicho – No sé de qué me hablas –
- Se todo, se que te confesaste ante Inuyasha en la fiesta, también sé lo que paso después principalmente que llevas 3 meses embarazada y lo peor de todo nacerá en el mismo día que nació Inuyasha –
- ¡Como lo sabes! Te dijo Yura esa maltita y sus malos consejos – dijo Kagome un poco enojada
- Nadie hable con Inuyasha el piensa que tienes anemia pero como estudie medicina, sé más cosas – le respondí muy francamente
- ya veo – se calmo Kagome luego se sentó en el mueble – todos modos le diré a Inuyasha en la cena –
- SI fuera tú no se lo diría –
Kagome se sorprendió mucho – es una decisión que he tomado –
Estaba tan molesto por su actitud - entonces te diré la dura realidad sobre Inuyasha –
- Se bien que Inuyasha no odio los niños pero no quiere tener uno solo le gusta jugar con ellos –
- en verdad crees eso – me reí de ella – Inuyasha no te ha dicho la verdad cuando nazca tu hijo él morirá –
- ¡eso es mentira! –
- en serio revisa su cuarto encontraras papeles sorprendentes en su escritorio pero hazme un favor no le digas a Inuyasha que te dije sobre su oculto secreto –



Me marche dejando a Kagome sola en su propio mundo, ahora si no puedo darle la cura a Inuyasha se lo daré a su hijo.

Kagome​

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Cuando llegue a su departamento solo me dijo esto nunca entres a mi cuarto esa fue su única regla.
Adentro de mi tenia curiosidad si todo lo que había dicho Miroku fuera real o fue una mentira pero no dude y entre comencé a revisar hasta que encontré una caja de medicamentos y recetas.
Hasta me tope un sobre, al parecer era un resultado de algunos meses entonces ahí estaba la respuesta.



- No lo puedo creer – me dije a mi misma. Comencé a llorar pero todo era verdad Inuyasha morirá.



Cuando termine de llorar comencé acomodar las cosas como estaban, me retire esperando a Inuyasha.



- ¡Hola Kagome! Perdón te traje esto – me mostro un bote de helado de chocolate – Dime ¿Qué es lo que querías decirme? –
Mire que tenía otro sobre igual que había leído, pensé claramente que todo este tiempo Inuyasha estaba sufriendo pero nunca mostro una señal de tristeza.

- Deseo que tú seas mi esposo -

 

Capitulo 24​

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No pude dormir toda la noche por lo que dijo Kagome, desea que sea su esposo pero seguro es un capricho de ella por ella no me ama, seguro fingiéremos y aremos cosas que hacen en el matrimonio… no me voy a casar en serio.
Pensé una y otra vez hasta que me quede dormido, cuando me levante ahí estaba Kagome haciendo el desayuno.



- Buenos días Kagome – sin ánimo alguno ya que aun tenía mucho sueño, sin darme cuenta Kagome camino hacia mí y me dio un beso en la mejilla que hizo que sonrojara.
- Buenos días querido Inuyasha – con su mejor de las sonrisas
- Volviste hacer el desayuno – mientras me serbia –
- Es normal, además es más divertido si lo haces con la persona quien te gusta – me respondió
Me quede sorprendido por sus palabras - ¿Acaso tienes a alguien que te guste? Eso explica porque no apareces –
Kagome cambio su sonrisa y puso una expresión triste - ¿Acaso quieres que cambie mis sentimientos? –
- No pero… -
- Si eso pasara te lo diría todo ¡Para colmo eres un insensible! ¡¿Cómo es posible que no recuerdes lo que paso en la fiesta?! –
- Si no lo recuerdo creo que no es nada importante – mientras comía



Kagome se puso furiosa y con su mano aventó mi comida que ni siquiera pude saborearlo por completo y se pudimos escuchar como cayó y se rompió en mil pedazos.



- ¡Ese es mi desayuno! – le grite
- ¡Eres un tonto! – me grito y se marcho agarrando su bolsa



Ya no sé qué me pasa, además nunca se había molestado antes pero verla molesta cambio el departamento ahora se siente sombrío pero hay algo más como cálido pero no podría estar mucho tiempo aquí tenía que hacer mi trabajo.



- ¡Hola Inuyasha como estas! – me pregunto Koga sumamente feliz
- bien de salud por ahora – le respondí
- ¿Qué noticias hay hoy en día? – dijo Miroku mientras leía el periodo
- Creo que seré el esposo de Kagome – le conteste
Miroku soltó el periódico y Koga escupió su bebida - ¡Que cosa! –
- Ayer me lo propuso y hoy tuvimos nuestra primera pelea estando juntos – le respondí
Miroku se preocupo – ¿Seguro la pelea no fue nada grave? –
- Kagome le dije que la fiesta que hubo en tu casa de campo no hubo nada importante después se molesto y marcho – le respondí
Miroku se molesto mucho – ¡Eres un desconsiderado!
- ¿Acaso sabes algo? – le pregunte
- no – me respondió pero sabía que me estaba mintiendo y conociendo pasara un tiempo para soltarlo y lo único que me queda es recordarlo



Volví temprano solo era un sección de fotos y ahí estaba leyendo revistas sobre niños, alimentos es como si de verdad quiere ser mi esposa.



- ¿En verdad quieres ser mi esposa? Yo se lo diría a alguien quien yo ame profundamente –
- No me importa si no me caso de verdad contigo solo quiero que juguemos hasta que me vaya –
- Solo falta que pidas tener hijos – mientras le sonreía sin darme cuenta le había dado un beso en la frente – Lo siento mucho, no quise hacerlo –
- No te preocupes, me gusta mucho que lo hagas y sobre tener hijos prefiero que sean gemelos y varones ¿Dime que nombre le pondrías? –
- Si tuviera que elegir prefería que se llamaran como yo aunque suena egoísta – le respondí tranquilamente
- entonces puedo llamarlo Inuyasha y Ayasha – me sonrió
- Si tu quieres además ya que serás mi esposa ¡vamos te comprare un anillo! –



Llame por celular y le dije a todos que cancelaria mis planes por algo mayor pero el director se enojo mucho porque debí salir en pasarela y en sección de fotos, aparte otros se enojaron por no ir a ensañar pero a todos les dije.



- Comprare un anillo para mi futura esposa –



Solo escuche un ¡Que! Todas las personas que le hable y Kagome me miraba esos ojos como niña traviesa y le dije esto.



- Por hoy soy todo tuyo –



Kagome se me lanzo y me abrazo de inmediato, solo admiraba esa sonrisa, al final del día le compre un anillo excesivamente caro, un anillo de oro incrustado unos pequeños diamantes alrededor aunque sea simple sé bien que le canto por ella no le gusta las cosas caras le gusta las cosas sencillas.
Los días pasaron Kagome no solo me cocinaba grababa cada concierto, me sentía en la sima por tenerla hasta que llego un día que no me lo espere.



- Deseo que compres ropa de bebe y juguetes –
- mientras me checo si ya salí de la anemia –
- ok, ¡Ya me voy! –




Me marche pero no iba a ir como Inuyasha si no como Ayasha no quiero que una fans me persiga.
Comencé a pensar lo que había olvidado pero solo recuerdo que esa mujer me dio para beber y después me encerró que paso después… entones recordé que Kagome estaba ahí.
Sin darme cuenta ya había llegado y vi muchos juguetes y mucha ropa de bebes pero había mucha ropa linda.



- ¡Hola Ayasha! – me saludo Sango
Mire a Sango – ¡Hola Sango! Hace tiempo que no te veo –
- Al parecer Kagome no es la primera que llega sin pensar – me contesto Sango
- ¿Por qué lo dices? –
- Porque cuando Kagome entro aquí no sabía dónde estaba parecía que estaba solamente en su mundo –



De ese momento no quise preguntar más además no quería preguntárselo a ella, si es tan grave no quiero escucharlo.
Los días se volvieron semanas, al parecer últimamente me daba un poco sueño y llegue pensar que era por todo el trabajo.



- Bienvenido Inuyasha – me saludo Kagome
Mire a Kagome últimamente usa ropa más holgada pero conociéndola es la moda y le di chocolates – toma lo que me pediste –
- gracias –
- por cierto cada día usas ropa holgada o grande ¿a veces llego pensar en otra cosa? –
Kagome se sentó a mi lado – Si aciertas te sorprenderás – entonces Kagome escucho el timbre de mi celular en ocasiones me da ganas de tirarlo pero es trabajo – Deberías contestar –



Contesto entones me sorprendí mucho era una gran oportunidad era hacer una película y eso me sorprendió mucho pero no puedo dejarla pero esos son mis deseos y luego me dijo que abría mucho más.




- Perdóname me tendré que irme mañana –
Kagome aparecía algo triste porque acababa de llegar y tengo que irme de viaje – No te preocupes te apoyare –



Mire de reojo lo que compre hace unas semanas y me deje llevar las cosas del bebe a pesar que era un juego.



- no puedo creer que compre una cuna súper grande hasta puedo dormir en ella con mis bebes –
- eso sería genial ¡me gusta el color! –
- Si en ocasiones deseo tener bebes con mi futura esposa, que me diga papa o que me digan juega conmigo pero… - me calle al instante lo había olvidado eso nunca va a pasar



Cuando mire a Kagome para darle una sonrisa, la vi llorando como si soportara y no lo dejara ir.



- ¿Por qué lloras? – le pregunte mientras la abrazaba
- Te extraño y mañana tengo que checarme – de pronto se separo de mí ahora que recuerdo Kagome no me deja abrazarla desde hace una semana.




A la mañana siguiente mis amigos llegaron a buscarme pero no podría olvidarme entonces recordé algo, ¿Kagome ya tiene pancita? Aunque no se noto mucho a la vez me reí




- Eso le pasa por comer por dos –
- ¿Qué ocurre Inuyasha? –
- Nada solo cosas mías – Mire a la puerta de Kagome donde dormía pero por lo general siempre se despierta temprano para regalarme una sonrisa de despedida.




Habla un poco con mis amigos pero ya era de irnos si no perderíamos nuestro avión, tomamos todos juntos un taxi para irnos al aeropuerto pero ahí estaba Kagome caminando hacia el hospital pero no podría quitarme esa imagen de tristeza.




- ¡Alto! Tengo un asunto pendiente – les dije




Baje del taxi y fui corriendo luego caminando sentía que debería disculparme, pregunto a las enfermeras por Kagome pero me sorprendí.



- Eres su pareja, entones ven – me dijo al enferma no mire donde andaba pero por alguna razón esta área estaba rodeado de mujeres y pocos hombres – ya llegamos –
- gracias – mientras bajaba mi gorra para que no me viera mi rostro, cuando apenas iba a tocar la puerta escuche la voz de Kagome y la doctora

- al parecer tus bebes están bien, escuchaste esos son sus latidos – dijo la doctora​

- es genial en 3D – contesto Kagome muy feliz​

- si –​

- Dime eres feliz sin decir nada – dijo la doctora​

- pues… -​

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Abrí la puerta del consultorio y ahí estaba Kagome acostada, no podría creerlo, ella estaba embarazada, por eso me pidió que jugáramos hacer esposos, comprar cosas de bebes.



La doctora se sorprendió – si usted no es el esposo o pareja de esta mujer por favor váyanse –
- ¿Quién es el padre? – Le pregunte controlándome mi enojo - ¿Cuándo me ibas a decir la verdad? Sabes bien que odio los niños –
- Lo sé –
- ¡Matare la persona quien lo hizo! – grite mientras me quitaba mi gorra
- ¡No lo hagas! Yo amo esa persona – me dijo Kagome
No podría creerlo – al parecer estabas jugando conmigo de nuevo, vete de mi departamento no quiero verte nunca más –



Me retire sin ver atrás, entonces llame a Miroku si aun no hemos perdido el avión y al parecer los planes seguirán así.

Kagome​

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Me sentía tan lastimada para colmo no podía decirle Inuyasha eres el padre de mis hijos, me declare en la fiesta luego hicimos el otro hasta quedarme así pero sabía bien que eso le dolería mucho más porque él nunca vera a sus hijos.



- Dime ese no es el famoso cantante Inuyasha – dijo la doctora
Mire a la doctora – él es el padre de mis hijos –
- ¡Que! – grito
- No se preocupe, tengo que buscar mis cosas pero antes iré al banco –



Fui al banco para crear una nueva cuenta nueva, elimine mi vieja cuanta y deposite mi dinero a la nueva.
Hice un gran papeleo hasta ya tengo mi nuevo hogar pero sin darme cuenta ahí estaba Sango y me sonrió.



- ¿Cómo te va tu embarazo? – me pregunto
- ¿Cómo lo sabes? – me sorprendí
- pues después de clases trabajo en el hospital que tú vas es normal que me entere y te vea todos los días, si miraras tú alrededor te darías cuanta que estoy ahí –
- Esta es tu casa – me apunto
- si – le respondí
- ¿me acompañas a buscar mis cosas? – le pregunte



Sango se sorprendió mucho ya que le conté que era el departamento de Inuyasha, llevamos todas mis cosas a mi nueva casa también pasamos en la casa de Naraku para trar algunas cosas en mi nuevo hogar.


Al llegar noto que tendría muchas fotos de Inuyasha y de Ayasha y me pregunto - ¿Quién es el padre de tus bebes? –



- Los dos –
- ¿los dos? Eso es imposible – dijo Sango
- Es posible porque Inuyasha y Ayasha es la misma persona –
- ¡Que! – grito Sango parecía que se iba desmayar



De ese momento Sango venia todos los días para hacerme compañía, me trae revistas donde sale Inuyasha y las recortábamos juntas para formar un álbum, ya que si algún día me pregunta sobre su pare le diré quien era en realidad su padre.