Mi decision.

Hola, esto es algo que hace poco escribi, espero sea de su agrado.​

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Mi decision.​

Estaba helada, petrificada, no sabía qué hacer. La gente a mi alrededor caminaba de prisa, no debían perder su preciado tiempo, algunos me veían de reojo, parecían curiosos ante la expresión de mi rostro, por lo cual me comencé a preguntar cuál era esa expresión.


De un momento a otro los latidos de mi corazón se hicieron arrítmicos y dolorosos, comenzaba a costarme trabajo respirar, fui consciente de que mi temperatura corporal aumentaba y el sudor corría por mi frente… del momento que no fui consiente fue cuando las lagrimas nublaron mi vista… tú estabas ahí… de pie a solo diez metros de mi, mirándome con aquella expresión de dolor que tanto me hacia sufrir.


Un impulso me hizo querer correr hasta ti y abrasarte, abrasarte como lo había hecho en tantas ocasiones del pasado, rodearte con mis brazos en un firme amarre que no te dejara alejarte de mi lado, sin embargo, un recuerdo me asalto con la guardia baja y me obligo a permanecer anclada en aquel lugar.

——————————————————Flash Back———————————————————​

Estaba en el parque, en el sitio en el que por primera vez él y yo nos habíamos visto, solo que en esta ocasión no era a él a quien vería, no, esta vez iba, con el corazón destrozado, a ver a un viejo amigo mío, Matt.


Matt me esperaba en la banca más alejada del bullicio de la gente, su expresión era seria, aun así intento sonreírme.


Sin muchas ganas caminé hasta donde él estaba y me senté a su lado. Su largo cabello negro estaba atado en una coleta como siempre, llevaba puestos sus elegantes gafas oscuras y cuál era su costumbre, iba vestido de negro.


Comenzamos a charlar sin mucho ánimo, parecía estar a punto de decirme algo de suma importancia, pero callaba cada que el tema estaba a punto de ser tocado. Al hablar de él las lágrimas brotaron inminentemente. La herida que acababa de ser abierta estaba demasiado sensible, y Matt lo sabía, por eso es que le costaba hablar.


—Lo siento —. Fue lo único que atiné a decir — pero aun duele.


—Lo sé, no tienes porque disculparte —. Musitó el mientras enjugaba mi llanto. — De hecho, de él es de quien necesito hablarte.


Al escuchar esas palabras un nudo en mi garganta apareció, algo presionaba mi pecho, no me sentía bien.


— ¿Qué… que pasa? — dudaba, no sabía si quería saber aquello que mi amigo me tenía que decir, sin embargo, era mejor saberlo.


—Lo que sucede es que… — suspiró — Sabes que apenas me hice amigo de él, lo hice por petición tuya, solo por eso. Entiendo que quieras cuidarlo, incluso desde lejos, pero, solo estas alimentando las llamas de un incendio que debes extinguir, solo estás haciendo que tu agonía se alargue mientras él fácilmente puede estar bien —. No respondí — Lo que sucede es que él me ha dicho que aquella chica es el amor de su vida… — en ese momento algo en mi interior pareció quebrarse en mil pedazos, y puedo jurar que escuché cada pedazo de mi corazón roto estrellarse contra el piso.


—Ya… ya lo sabía —. Logre decir, pero era la verdad, ya sabía que ella era a quien él amaba, sin embargo, dolía que me lo confirmara.


—Él me ha dicho que hará lo posible por hacerla feliz, que ella es con quien quiere estar… lo siento…


Me quede en silencio un momento, yo ya sabía aquello, y en cierta manera no solo me dolía que Matt me lo confirmara, también me dolía que él me lo ocultara, que nunca me lo hubiese podido decir de frente, que me mintiera, que me hiciera sentir amada cuando ese amor no era para mí… en ese instante no pude mas, las lagrimas salieron a su antojo y sentí como si las pocas fuerzas que aun poseía abandonaran mi cuerpo.


Matt me abrazó y me ayudó a desahogar el dolor que se había acunado en mi pecho.

————————————————Fin del Flas Back———————————————————​

Después de ese día preferí cortar todo tipo de comunicación con él, ya que no quería ser un estorbo en su vida, y aunque dolía, sabía que era lo mejor, él no me amaba a mí y nunca lo haría, porque para él ella era lo único que podía habitar su corazón, era la única chica a la que podía amar, era la única persona al lado de quien podría ser feliz y, aunque sentía que moría por dentro al pensar en todo aquello, era la única verdad que siempre estaría presente entre él y yo.

Por eso verlo en aquel momento, tan cerca de mí, abría la herida, hacia que el dolor regresara, hacían que los recuerdos renacieran de entre las sombras y… aparte de todo aquello… me hacían ver que aun lo amaba.


En ese momento recordé la promesa que me hice a mí misma, quizá por eso es que lograba mantenerme firme aunque mi cuerpo amenazaba con desplomarse. “Su felicidad será la tuya, olvida y aprende a perdonar” Las lagrimas volvieron a brotar, pero ahora podía entender algo mas, estaría a su lado, me resignaría al dolor y sería su amiga una vez más, a fin de cuentas, lo amaba y eso era algo que no podía cambiar.


Tragué saliva con dolorosa resignación, y una sonrisa surcó mis labios ante la extraña felicidad que la decisión que acababa de tomar me estaba dando.


Apreté los puños y enjugué el llanto, respiré profundamente y caminé hasta él. ¿Qué más podía hacer? Olvidarme de él era una salida que no me había funcionado, quizá lo que me faltaba intentar era quedarme a su lado, el lugar donde mi alma, herida y sufriente, pedía estar.


Sufriría igual, tal vez mas, pero al menos podría saber que él estaba bien… tal vez eso era lo que debía hacer… ahora aquella era mi decision...

Fin.
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¿Que les pareció? Espero sus comentarios, gracias.

Atte:
Io xD