Long-fic de Inuyasha - Errores (Inu&Kag)

Re: Errores (Inu&Kag)

Estos magníficos personajes de Inuyasha le pertenecen a la sensei Rumiko, yo solo los eh tomado para crear esta historia la cual si me pertenece, pero no la hago con fines de lucro, solo para sacar todas esas ideas que rondan en mi cabeza.
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ERRORES​

Capítulo XI.
PV Inu
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Seis meses después.

Entre a la habitación de hospital donde estaba Kagome recuperándose del parto. El parto se adelanto dos semanas y lamentablemente, tuve que ir a trabajar ese día a pesar de ser sábado. Tenía que admitir que si no fuera por ese lobo amigo de ella que fue a visitarla, las cosas se hubieran complicado; pero también gracias a Miroku llegue a tiempo.
– ¡Amigo!– grito Miroku al entrar en mi estudio, como si fuera su casa.


– ¿Qué haces aquí?– lo mire sorprendido y deje los papeles que estaba leyendo, para ir a recibirlo, hacia mucho que no lo veía.


– Vine a visitarte. Ya que tu ya no te acuerdas de tu amigo.


– ¿Ya vas a estar de dramático?


– No, ya enserio. Tengo unos días de vacaciones, Sango está trabajando, estaba aburrido y salí a dar una vuelta. Cuando pase por el edificio, pensé ¿Cómo estará el amigo Inuyasha? ¿Estará? Así que, aquí estoy y mira que sorpresa al encontrarte, pensé que por ser sábado estarías con tú esposa y tú bebe.

– Eso es lo que más deseo, pero me tengo que esperar a que se vayan unas personas.– y para mi mala suerte no estaba mi padre, ya que él estaba atendiendo otros asuntos en otro lado.

– ¿Inuyasha estas bien?– pregunto sacándome de mis pensamientos.

– Sí ¿Por qué?

– Te ves nervioso.– me dijo al apuntar a mi pie que estaba golpeando el piso.


– No es nada, lo que pasa es que ya me quiero ir.– me excuse, pero sentía que algo no andaba bien, algo no me dejaba tranquilo. Kagome debía estar bien, faltaban como dos semanas para que el pequeño naciera y no había hablado.


– Como tú digas. Y bueno ¿Cómo esta Kagome y mi sobrino?

– Están bien, descansando en la…– en ese momento sonó mi celular, era el número de la casa, kami que no pasara nada malo. “Tranquilo Inuyasha, lo más probable es que sea para preguntar a qué hora salgo”, me dije para tratar de tranquilizarme.

– ¿Qué pasa princesa?

– Inuyasha.– esa voz, con solo escucharla mis músculos se tensaron ¿Qué hacía en mi casa y solo con mi esposa? si yo no estoy allí no es bienvenido.


– Sarnoso ¿Qué haces en mi casa?

– Me llevó a Kagome al hospital su parto se adelanto.– al escuchar esas palabras me congele ¿Cómo que se adelanto?

– ¿Cómo dices?

– Lo que oyes.– fue lo último que dijo antes de colgar.

Mire la hora 17:48, no llegaría a tiempo, a menos que…
– ¿Qué paso?– me pregunto Miroku preocupado.

– Dime que viniste en moto.– dije con desesperación, solo así llegaría a tiempo ya que a esa hora ya era demasiado el trafico.

– ¿Qué pasa?

– ¡Miroku!– le grite, no estaba para preguntas, debía llegar con Kagome. Ella tenía miedo de estar sola en el parto y yo le había prometido que estaría con ella.

– Si la traje ¿Por qué?

– Ya va a nacer, Kagome ya va para el hospital.– Miroku me miro con una cara de asombro y saco su llave.

– Toma.– me aventó la llave y la atrape.– Esta junto a tu carro.

– Gracias, ten mis llaves.– le lance las llaves de mi carro y salí corriendo, ni siquiera me preocupe por ponerme el saco o avisar de mi salida a alguien.

Llegue donde estaba la moto, me puse el casco y salí a toda velocidad del estacionamiento. Sentí el aire romper contra mi cuerpo, los carros, las personas y edificios solo eran manchan borrosas.

Llegue al hospital en tiempo record, deje la moto estacionada y subí corriendo las escaleras, Kouga me estaba esperando en la estrada a las escaleras que daban al estacionamiento, me dijo donde estaba Kagome y justo a tiempo, estaban por llevarla a la sala de parto. Kagome tenía los ojos llenos de lágrimas y se notaba en su mirada que tenía miedo, pero al verme sonrió y le tome la mano.



PV Kag
Estaba descansando en una cama del hospital, luchaba por no quedarme dormida, quería ver a Inuyasha y a nuestro retoñito, pero sentía que se tardaban demasiado. Si tan solo no me doliera tanto el cuerpo, me levantaba e iba a buscarlos. Cerré los ojos y suspire, tal vez lo mejor era dormir un poco, ya Inuyasha me despertaría, estaba ya por dormirme cuando escuche que la puerta se abría y dirigí mi mirada a ella, era Inuyasha.
– ¿Cómo te sientes pequeña?– me pregunto al entrar al cuarto.

– Cansada, pero feliz. Llegaste a tiempo.

Estaba ya por entrar a la sala de parto y no veía a Kouga o Inuyasha por ninguna parte, entonces el miedo me invadió de nuevo, no quería estar en esa sala sola.

Las lagrimas comenzaron a rodar por mis mejillas cuando lo vi, Inuyasha venia corriendo hacia donde estaban, por un momento pensé que era una ilusión, pero aun así no pude evitar sonreír y al sentir su mano tomar la mía, supe que no era una ilusión, no sabía cómo le había hecho para llegar y no me interesaba saberlo en esos momentos, lo único que me importo fue que había cumplido su promesa.
– Nada haría que me perdiera esto.– camino hasta mí y se inclino para besarme.

Poco después de que se termino nuestro beso entro nuestro pedacito de amor, en brazos de una enfermera y envuelto en la cobijita amarilla que le regalo Bankotsu. La enfermera me entrego con mucho cuidado a mi retoñito y salió del cuarto.

Mire a mi niñita que tenia su piel blanca coloradita, sus ojitos entrecerrados dejaban ver un color miel como el de los ojos de su padre, su cabellito que aunque era poco se notaba que era negro.
– Ya decía yo que sería como tú.– me sonrío y se sentó a mi lado. Acaricio a nuestra beba por sobre su cobijita y sus ojos mostraron una felicidad nueva, que jamás habían mostrado. Inuyasha la contemplo por un largo rato y fue que lo decidí, el seria el que elegiría su nombre, ya que esa pequeña sería su niña, ya después yo tendría la oportunidad con su hermanito.


– ¿Cómo le pondrás?

– ¿Vas a dejar que yo escoja?– me pregunto incrédulo.

– Si, por que yo elijo el de su futuro hermanito.

– ¿Y cómo piensas ponerle?

– Es se– cre– to.

– Bien como quieras.– se incline de nuevo hacia mí y me beso. Volvió a quedársele viendo a nuestra pequeña y para después contestar.– Ya sé cómo, se llamara… Tu mi pequeña serás Shiori.– dijo al acariciar su pequeña cabecita.

– Entonces Shiori te presento a tu papá, él era quien te contaba cuentos cuando estabas dentro de mi.– Shiori se giro y comenzó a mover su boquita, lo que era señal que ya tenia hambre, así que la acomode y comenzó a alimentarla.

– Y te seguiré contando historias, mi niña.– y estoy segura que así será y más si resulta ser un padre consentidor.



PV Inu
– ¿Cómo te sientes pequeña?– le pregunte desde la puerta.

– Cansada, pero feliz. Llegaste a tiempo.

– Nada haría que me perdiera esto.– camine junto a ella y me incline para besarla, a los pocos segundos entro una enfermera con el pequeño retoño de Kagome y mío, envuelto en la cobijita amarilla que había traído Bankotsu. La enfermera le entrego el bultito a Kagome y salió.

– Ya decía yo que sería como tú.– me dijo Kagome y le sonreí. Me senté a su lado y una gran alegría me invadió al poder por fin tocar a nuestro retoño, me les quede viendo por lo que me pareció un largo rato, Kagome tenía razón, era como yo, aunque su cabello bien podría ser azabache y ondulado como el de ella o negro ébano y lacio como el mío; pero si era como el de Kagome ya no se parecería tanto a mí, sería una combinación perfecta de amos, su piel estaba un poco colorada y en sus ojitos mostraba un leve color miel.

– ¿Cómo le pondrás?– me pregunto de pronto, dejándome asombrado.

– ¿Vas a dejar que yo escoja?– pregunte un poco incrédulo.

– Si, por que yo elijo el de su futuro hermanito.– la idea de otro bebe me agrado demasiado, pero primero a esperar que por lo menos pasara un año.

– ¿Y cómo piensas ponerle?– le pregunte con curiosidad.

– Es se– cre– to.

– Bien como quieras.– me incline hacia Kagome y la bese, después me le quede viendo a ese retoñito que estaba en los brazos de su madre.– Ya sé cómo, se llamara… Tu mi pequeña serás Shiori.– le dije al momento que acariciaba su frágil cabecita.

– Entonces Shiori te presento a tu papá, él era quien te contaba cuentos cuando estabas dentro de mi.– mi pequeñita se giro y busco su alimento en su madre. Kagome la acomodo y empezó a alimentarla.

– Y te seguiré contando historias, mi niña.– no podía creer que tuviera a los mejores tesoros.

Cuando se volvieron a dormir, salí al pasillo a ver si aun estaba Kouga. Y si, estaba sentado en la sala de espera.
– ¿Cómo están?– me pregunto cuando me vio acercarme a él.– ¿Qué fue?

– Bien, niña… Etto, gracias, sarnoso.

– No hay de que, pulgoso.

– Yo…– suspire, esto iba a ser duro, pero debía hacerlo.– Perdón por tratarte como lo eh hecho desde que te conocí.– bien ya estaba hecho, tenía que admitir que no era tan malo, bien pudo dejarme afuera y entrar él a la sala de parto, cosa que si hubiera pasado jamás se lo perdonaría.

– No hay problema, si estuviera en tu situación haría lo mismo. Kagome es muy especial.– solo asentí, no se imagina lo especial que es.

– ¿Y a que fuiste?– dije aun algo tenso.

– Le lleve un carrusel para la bebe y un pastel para ustedes.

– Gracias.– duramos un largo rato en silencio, aunque ya estaban bien las cosas entre nosotros, seguía siendo incomodo.

– Entonces ¿las puedo visitar cuando quiera?– dijo rompiendo el silencio.

– Sí, solo no abuses ¿si lobo?– solo sonrió y tomo su chamarra que estaba en el respaldo de la silla.

– ¿Amigos?– me tendió la mano y lo mire por un segundo.

– Claro.– estreche su mano y nos despedimos, yo debía llamar a mis padres para que supieran la buena noticia, aun que lo más seguro es que Miroku ya les había dicho.


PV Kag
Estaba durmiendo profundamente, en mi cómoda cama con la almohada de Inuyasha entre mis brazos (y es que su aroma siempre me ayudaba a relajarme y dormir en paz), hasta que sentí que algo o más bien alguien, succionaba uno de mis pechos mientras otra persona mucho más grande se encontraba a mi espalda.
– ¿Por qué no me despertaste?– le pregunte un poco somnolienta, no me di cuenta cuando me quito la almohada, ya que al sentir su presencia no lo note.


– Por que necesitas descansar, aun que tú digas lo contrarío.– me contesto Inuyasha, para luego besarme la frente y le sonreí.

– Eres un sobre protector ¿sabías?– estaba bien que aun estuviera algo cansada, pero él exageraba, por lo menos debía despertarme para darle de comer a Shiori.

– Solo cuido lo que amo.– dijo al poner su cara en mi cuello y besarlo, a lo que yo no pude contener un suspiro.

– No se te olvide ir mañana por Souta al aeropuerto.– le dije al recordar que mi hermanito llegaba mañana. Ese niño había aprobado sin ninguna dificultad el examen para ser transferido a una preparatoria acá, ya decía yo que es un niño muy listo.

– Claro que no.– dijo un poco apagado y quedito, por lo que pensé que esta quedándose dormido.

Poco después sentí a Shiori quejarse y voltee a verla, al parecer ya le había cansado estar en esa posición, iba a acomodarla mejor pero Inuyasha se me adelanto. A pesar de que yo pensaba que estaba quedándose dormido, se dio cuenta de la protesta de Shiori.
– Listo ¿Cómoda pequeña?– Shiori comenzó a comer de nuevo y vi a Inuyasha sonreír, en definitiva era un excelente padre.


– ¿No te estabas durmiendo?– le mire con curiosidad.

– Claro que no, solo estaba concentrado en tu aroma.

– Me alegra que fueras por mí a Londres, aunque te las vistes negras.– le dije al recordar lo que había pasado hacia poco más de siete años.

Después de haber regreso de Londres y que mi padre se fue, regresamos a la escuela. Con mi ingreso no hubo ningún problema ya que aun no me había dado de baja mi abuelo, pero Inuyasha estaba en problemas enormes por haberse escapado de la escuela.


Recuerdo que después de terminar las clases fui a la oficina del director para ver si aun seguía allí, y lo encontré en una silla sentado afuera de la oficina mientras sus padres estaña adentro. Después de lo que nos pareció una eternidad salieron y dijeron que Inuyasha podía seguir en la escuela.


En soccer el entrenador lo suspendió como castigo ocho partidos, pero si hubiera sabido que eso no era un castigo, lo hubiera obligado a terminar toda la temporada, eso si que lo hubiera sido. Lo que es que el equipo completo y la escuela, a excepción de sus amigos y yo, no estábamos molestos con él, por la racha de partidos perdidos. Pero cuando Takuya regreso, todos olvidaron porque estaban molestos.


Inuyasha dejo el equipo de soccer para entrar en Kendo y represento a la escuela en los torneos. Yo vencí a Kikyou, no en la escuela, pero si en un torneo que hubo en donde represente al dojo de Sesshoumaru. De Kikyou no supimos nada de ella después de salir de la escuela, pero a pesar de todo lo que paso, espero que este bien y con la persona indicada.
– Desde el momento que te conocí te volviste la razón de mi vida…– con estas palabras me saco de mis pensamientos y lo mire atentamente.– Por eso jamás volveré a dejar que te apartes de mi lado, siempre voy a cuidarte, a ti, a esta pequeña y los próximos retoños que kami nos mande.– me tomo el rostro entre sus manos y mis ojos se llenaron de lagrimas, estaba por responderle que nunca más me alejaría de él, darle las gracias por formar esta linda familia conmigo y que lo amaba con todo mi corazón, cuando junto nuestros labios en lo que a mi parecer era el sello de una promesa inquebrantable.



PV Inu
– Mira Inu Taissho es la versión femenina de Inuyasha.– era el primer día en la casa y mi madre no dejaba de decir eso.– Espero pequeña que le des dolores de cabeza a tu padre.

– Que buenos consejos le das.– dije en tono de sarcasmo.

– ¿Sabes que tu abuelo y yo nos encargaremos de consentirte? Te aconsejo que duermas mucho en el día y por la noche lo mantengas despierto.– mi madre no cambiaria nunca, mire a mi padre pidiéndole ayuda.

– Izayoi ya dale a Shiori, la pequeña ya debe tener sueño o hambre.

– Toma hijo, en cuanto Kagome se sienta mejor avísanos para venir a verla.– Kagome descansaba en la recamara, aun que decía que estaba bien al poco tiempo se quedaba dormida.

– Sí, yo les aviso.– tome a Shiori y los acompañe a la puerta.

– Gracias.– le susurre a mi padre.

– Te aconsejo que cambies la cerradura.– me reí ante su comentario y cuando los vi ya en la acera cerré la puerta con llave y fui a la recamara.


Cuando entre, Kagome aun dormía profundamente abrazando mi almohada, Shiori por su parte ya se estaba quedando dormida en mis brazos. Mire la cuna de Shiori, que estaba en la recamara, ya que no la dejaría dormir sola hasta que estuviera mas grandecita; iba a acomodarla hay pero decidí que mejor durmiéramos los tres juntos. Así que, me dirigí a la cama y acomode a mi beba al lado de su madre, junto a la pared, con cuidado le quite la almohada a Kagome y me acosté detrás de ella.


Mire a mi pequeñita bostezar, acaricie su cabecita y tome una de sus manitas, ella apretó uno de mis dedos y no lo soltó, es tan pequeña y frágil, pensé. Estaba por quedarme dormido, cuando mi beba comenzó a llorar, ya debía tener hambre.


Kagome aun dormía por lo que desabroche lo primeros tres botones de su pijama y la acomode para que pudiera comer e inmediatamente comenzó a alimentarse.
– ¿Por qué no me despertaste?– aun somnolienta.


– Por que necesitas descansar, aunque tu digas lo contrarío.– le bese la frente y me sonrió.

– Eres un sobre protector ¿sabías?

– Solo cuido lo que amo.– puse mi cara en su cuello y respire su aroma, eran tan agradable, bese su cuello y ella dejo escapar un suspiro.

– No se te olvide ir mañana por Souta al aeropuerto.

– Claro que no.– Souta había aprobado su examen para ser transferido a una preparatoria acá en Japón y poder concluir sus estudios aquí. Bien ahora ya tendríamos a alguien más que nos ayudara a cuidar a Shiori.

A pesar de estar concentrado en el aroma de Kagome, pude oír un gemidito de mi niñita y me levante un poco para verla. De inmediato vi que no estaba cómoda y me incline para ponerla en una mejor posición.
– Listo ¿Cómoda pequeña?– ella comenzó a comer de nuevo y lo tome como un “sí”.

– ¿No te estabas durmiendo?– ¿durmiendo yo? Ya quisiera, en estos momentos debía estar al pendiente de ellas.

– Claro que no, solo estaba concentrado en tu aroma.

– Me alegra que fueras por mí a Londres, aunque te las viste negras.


Era verdad que tuve problemas, en la escuela casi me expulsan, pero gracias a mis padres que fueron hablar con el director y no se que mentira le dieron, no lo hicieron. Lo bueno fue que aun no daban de baja a Kagome y con ella no hubo problema alguno.

El entrenador por su parte, me suspendió de ocho partidos y me puso mas ejercicios que a los demás, ¡Ja! Eso no fue castigo, castigo hubiera sido obligarme a jugar. Por otra parte el equipo estaba furioso conmigo ya que iban perdiendo seis partidos seguidos y por lógica también los demás alumnos lo estaban. Los únicos que no estaban molestos eran Miroku, Sango, las amigas de Kagome y Hoyo. Pero con la recuperación de Takuya todo se soluciono, había regresado su capitán y ganaron el torneo.


Deje el soccer y represente a la escuela en Kendo. Kagome venció a Kikyou en kyudo, no participando con la escuela, si no que participando representando al dojo de Sesshoumaru y dejo a todos asombrados. Después de la graduación ya no supimos nada de Kikyou, pero eso no me importa, lo bueno fue que nos dejo en paz.

Al ver a mi pequeña familia sabía que todo había valido la pena. Me alegro de haber podido corregir mis errores a tiempo y estoy eternamente agradecido con Sango y Miroku por abrirme los ojos, si no fuera por ellos, ahora no tendría a esas pequeñas que son mis grandes tesoros, ahora no podía imaginarme una vida sin ellas, porque eran mi vida y la razón para vivirla.
– Desde el momento que te conocí te volviste la razón de mi vida, por eso jamás volveré a dejar que te apartes de mi lado, siempre voy a cuidarte, a ti, a esta pequeña y los próximos retoños que kami nos mande.– tome el rostro de Kagome en mis manos, sus ojos estaban cristalinos y me miraba con infinita felicidad, la bese para de esa manera sellar esa promesa que le acababa de hacer.

OWARI​

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Gomen, gomen… en verdad mil disculpas. Pero muchas cosas pasaron, primero mi oka se enfermo y estuvo en el hospital, luego a la semana de que mi oka salió mi abuelo se enfermo y lo internaron estuvo muy grave, lo bueno es que ya esta mejor aunque todavía sigue internado. Y por ultimo para acabarla mi computadora ha estado fallando según era la tarjeta madre la que estaba mal, ya se la cambie pero sigue dándome problemas. Estoy pensando seriamente en ir a hacerme una limpia XD…

Así que por eso no había podido terminar el capitulo y seguir con mi otra historia, pero creo que ya todo se esta solucionando y ya estoy de vuelta.

Muchisimas gracias por sus comentarios, espero que no hayan olvidado o abandonado la historia. Y muchas gracias por seguir esta historia que a llegado a su final igual que Inuyasha, que por cierto en todo el capitulo estuve llorando, pero me siento feliz con el trabajo hecho, aunque aun me siento triste porque ya no habrá más Inuyasha (pero no pierdo la esperanza que saquen algún especial o película XP)

¡Domo Arigato Rumiko– sama!

Espero haber llenado sus expectativas con este último capítulo de esta historia. Nos estamos leyendo.


04 de abril de 2010.