Monrad: el mono...niño que salió de una caja de cereal

Monrad: el mono...niño que salió de una caja de cereal

Monrad: el mono niño que ​

salió de una caja de cereal​

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Había una vez una señora llamada Mona Monoti. Ella era mediana de estatura y un poco flaca, su cabello ondulado caía sobre sus hombros. Una cosa que a la señora Monoti le encantaba era fotografiar monos de cualquier tipo, mientras fueran monos todo estaba bien. Su casa era muy grade y extraña, ya que por dentro parecía una autentica jungla.


La señora Monoti fue a hacer las compras como todos los viernes, ese día en especial decidió comprar un par de cosas que casi nunca compraba: quince diferentes fotografías de monos, ya que solía comprar sólo diez; diez y siete peluches con forma de mono, nunca en su vida se le había ocurrido comprar uno; aromatizante olor a mono, quería darle a su casa un aspecto más real; y tres cajas de cereal llamado “De-mon’Os” ya que tenía ganas de comer algún cereal.

Al llegar a su casa la señora Monoti desempacó todo lo que había comprado y decidió ir a un pequeño “estudio” donde trabajaba con sus fotos. Aparte de su gran afición por fotografiar monos, la señora Monoti tenía un trabajo el cual la entretenía mucho, este era el gran oficio de...hornear pasteles. A ella le encantaba hornear diferentes tipos de pasteles, como alguno que otro con forma de mono, tal vez alguno con sabor frambuesa, o diferentes frutos de la selva. Nadie sabía que delicioso ingrediente podría agregar la señora Monoti a unos de sus exquisitos pasteles.

Después de un rato de estar trabajado en uno de sus pasteles a la señora Monoti le dio un poco de hambre así que decidió comer un poco de esos cereales que había traído, tomó una caja de un anaquel que estaba en su cocina y comenzó a abrirlo. Una vez abierto se sirvió un poco en un tazón y empezó a comerlo, mientras comía la señora Monoti leía la caja de cereal cuando descubrió que en esta había un promoción que decía así:

Si compra tres cajas de cereal marca “De-mon’Os” más $45 y las canjea en su supermercado favorito se le reglará una fantástica sorpresa, este regalo es perfecto para los fanáticos de los monos.​

¡Vamos compre las 3 cajas ya!​

ADVERTENCIA: No apto para menores de 14 años.

Al terminar de leer la promoción la señora Monoti se emocionó mucho ya que ella quería ganar ese premio, definitivamente ese misterioso premio que tenía que ver con monos sería suyo, por ahora ella seguiría cocinado uno de sus deliciosas pasteles.

Un día, después de unas horas de trabajo, la señora Monoti recordó lo referente a la promoción de los monos en aquel cereal, así que sin pensarlo dos veces vació las tres cajas de cereal y las llevó a su súper favorito.
Cuando llego corrió hasta la primera caja disponible y preguntó:

-Disculpe ¿Aún esta la promoción para los fanáticos de los monos?-dijo

-¿Eh?-contestó la cosa…señor que estaba ahí.

-La promoción del cereal-aclaró la señora Monoti.

-Oh! claro, si aún está en píe-

-¡Que bien!-dijo mientras le daba al señor sus tres cajas de cereal y los cuarenta y cinco pesos.

Cuando el señor recibió el dinero lo observó unos cuantos instantes y después le dio a la señora Monoti una caja de cereal un poco más grande de lo común y se marchó de ese lugar.

Cuando la señora Monoti llegó a su casa destruyó rápidamente la gran caja de cereal y sacó el contenido, cuando todo estuvo afuera ella encontró una nota que decía:

Esta cosa es ahora su responsabilidad nosotros no nos hacemos responsables por daños físicos o emocionales, fobia hacia los monos, trauma con estos primates, pulgas, que su casa apeste, que usted tome hábitos de mono, escasez de comida y/o dinero, enfermedad del mono loco, monositis, adicción hacia los monos, problemas de espacio con la siguiente cosa, fugas de agua, fugas de gas, destrucción completa o parcial de su hogar, o cualquier cosa que tenga que ver con el contenido.​

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Le deseamos suerte con esto (la necesitará) si tiene algún problema o queja no nos llame porque la ignoraremos.

Bueno repito suerte.

La firma era la única cosa incomprensible de esa carta, pero decidió no averiguarlo en ese momento y en cambio ver que era esa “cosa” de la que tanto hablaban. Leyó el instructivo unas 3 veces más y se dirijo a una palmera que tenía en su casa arrancó un coco y después lo estrello contra la “cosa” que venia dentro del cereal y ahí apareció un mono, no un segundo, era un niño…bueno eso parecía.

-¿Tu quien eres?-preguntó la señora Monoti.

-Monrad-dijo para después ignorar a la señora Monoti y empezar a saltar en los sillones.

-Ahora es mi responsabilidad ¿eh?-pensó ella-Pero hay que verle el lado bueno, ¡Ahora tengo un niño mono de mascota, genial!-gritó con emoción la señora Monoti y después de eso empezó a saltar con su nuevo niño mono en los sillones y en toda la casa.

Fin​

Espero les haya gustado, la historia está basada en un libro llamado "Konrad el niño que apareció en una lata de conservas"; solo que un poco modificada xD

Bueno nos vemos luego^.^

Bye:p

P.D. Perdón por tantos "enters" es que algo raro le pasa a mi computadora :S