¿como dejar de amarte? es RYOSAKU por: nerine

Re: ¿como dejar de amarte? es RYOSAKU por: nerine

CAPITULO 12.- Te declaro mi amor Sakuno Ryusaky.

En una sala de paredes beige, muebles de caoba y ventanales con vista a un majestuoso jardín se ve una silueta femenina que lleva a rastras a un chico, ya acercándonos mas percibimos que es Sakuno intentando subir a Kintaro al sofá. Con mucha dificultad logra ponerlo en el sillón de 3 plazas y comienza a curarle la herida, no sin antes haberse cerciorado de que el pelirrojo se encontrase “bien”, que sólo estaba desmayado.

¾ Pero Kintaro-kun ¿como se te ocurre hacer ese tipo de trabajos? —Le coloca una bandita adhesiva en el chipote. — Bastaba con que sólo pusiéramos un poco de papel en el orificio y reforzarlo con cinta. — dice esto mientras sonríe levemente, se inclina un poco y mira la excreción tan tranquila del pelirrojo al estar inconsciente o mas bien dormido ya que este día ha sido muy ajetreado. — “Tienes cierto parecido con Ryoma al dormir.” —Acaricia levemente el cabello de Kintaro y éste se estremece un poco al tacto y libera una pequeña sonrisa. — Gracias por todo Kin-kun. —La castaña se endereza y estaba a punto de retirarse a la cocina cuando siente que es sujetada de su mano por el pelirrojo, detiene su andar y voltea un poco sorprendida a donde Kintaro y este la mira fijamente cosa que provoca el sonrojo en la ojirubí. — ¿Cómo te sientes? —Logra articular sin tartamudear.

¾ Bien…—Aparta su vista a alguna otra parte. —“¿Qué estoy haciendo?, ¿Por qué no puedo soltarla?” — ¿Puedes quedarte conmigo un poco más por favor? —Aún sin soltar la delgada mano de la ojirubí y redirigiendo sus orbes dorados a los rojizos de la castaña.

¾ Claro —Observa que su mano aun esta aprisionada con la de Kintaro. — Sólo que primero debo de sacar del horno las piezas de pollo. —Sonríe divertidamente y ve que el pelirrojo no la suelta. — etto… Kin-kun. —

¾ ¿Si? — La sigue mirando como si quisiera aprender cada facción de su rostro.

¾ Necesito mi otra mano para sacarlas jeje. —Le señala al punto especificado.

¾ ¿Eh? —Mira su mano y luego la mano de la castaña y la suelta con rapidez y se sonroja un poco. — Perdóname, no me había dado cuenta. —Se sienta de poco a poco.

¾ No te preocupes, no pasa nada. —Se encamina a la cocina más detiene su andar de repente. — Volveré enseguida. —Sonríe y se vuelve a su destino dejando a un Kintaro embobado en su andar.

¾ “¿Pero en que estoy pensando?, Se supone que no debo de hacer estas cosas, ella es la novia de Koshimae y Koshimae es mi amigo.” —Suspira. — “No puedo traicionarles, eso jamás.” — Se pone de pie y busca a la castaña con la vista y sin darse cuenta ya estaba recargado en el marco de la puerta observando cada movimiento de la ojirubí, que al parecer esta muy entretenida con las piezas de pollo como para notar a su admirador. —“Demonios se ve tan linda con ese delantal y esa ropa, ¿Cómo diablos se supone que debo de contenerme a abrazarla?, de hecho ¿Cómo he logrado no abrazarla y acariciarla en todo este tiempo?”. —

¾ Kin-kun ¿te sucede algo? Estas muy rojo. —Tan encerrado estaba en sus pensamientos que ni siquiera notó que Sakuno ya estaba frente a él con una de sus manos en su frente y la otra en la de ella. — También tienes un poco elevada la temperatura, será mejor que te recuestes, en un momento te llevo unas toallas húmedas. —Se da la vuelta para ir al fregadero y humedecer una de las toallas para manos que hay por allí, pero un par de brazos le rodean su cintura y el rostro de Kintaro se recarga en el cuello de la castaña.

¾ No necesito nada… nada más que a ti. —Sakuno tenía los ojos mas abiertos que nunca esto es algo que no se esperaba. — Siempre… siempre he querido abrazarte y tenerte a mi lado, pero por alguna razón me reprimía, pero ya no lo soporto. —Voltea a Sakuno con un movimiento ágil y quedan frente a frente. — Te amo Sakuno Ryusaky, Te amo y siempre lo haré. —La abraza con fuerza.

¾ Kin… Kintaro-kun, lo lamento pero no… no puedo corresponderte. —los brazos de la castaña se apoyan en el pecho bien torneado del pelirrojo para separarse. — Yo amo a Ryoma y sólo a él.

¾ Lo sé. —Agacha la mirada y suelta de poco a poco a Ryusaky. — No te estoy pidiendo que lo dejes, porque sé que eso es imposible. —Su cerquillo cubre su mirada. — Sólo quería que supieses mis verdaderos sentimientos, eso es todo. —Se da la media vuelta en dirección a la salida. — Pero si Koshimae hace algo que te lastime no dudes en llamarme. —Coge su chaqueta y le sonríe a la ojirubí. — Que yo vendré a salvarte y a llevarte conmigo sin titubear. —Se acerca a la castaña que ríe tras el comentario del pelirrojo y le deposita un tierno beso en la mejilla derecha. — Hasta pronto Sakuno, que seas muy feliz con Koshimae.

¾ ¿Te vas? —Coloca su mano en la mejilla que fue besada. — ¿No quieres quedarte a cenar? —Por alguna razón no quería que se fuese ya que gracias a él aún estaba con vida para seguir al lado de su amado.

¾ No, la verdad es que tengo que regresar a Okinawa esta noche por asuntos de familia, despídeme de Koshimae y de Take-sempai, por favor. —Hace una reverencia y hecha un último vistazo al rostro de la castaña.

¾ Lo haré. —Se acomoda un mechón de cabello y lo mira directamente a los ojos. — Kin-kun, gracias por todo. —Se inclina un poco como señal de agradecimiento.

¾ No hay de que. —Kintaro se va con una sonrisa, más al haberse alejado lo suficiente de la casa su rostro se torna triste y con su cerquillo cubriendo su mirada se ven unas gotas de líquido transparente y brillante recorrer las mejillas levemente sonrosadas del pelirrojo. — Te lo juro Sakuno que si Echizen te vuelve a hacer llorar te llevaré conmigo. —Dicho esto siguió andando y se perdió en la oscuridad de las calles de ese enorme y tranquilo lugar.


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Mientras tanto a unas calles de la residencia Ryusaky se ve correr a toda prisa a un chico de ojos ámbar dejando atrás a un chico de ojos violáceos que a duras penas logra alcanzar el paso del primero.

¾ Oye E…—Respiración muy agitada. — Echizen… espera que no se te va a mover la casa. —Se detiene y toma aire recargando las manos en sus rodillas temblorosas. — Hemos corrido desde las canchas… ¿que acaso no te cansas? —Vuelve a correr tras el ambarino y van hombro con hombro.

¾ Lo sé, pero…—Tragando saliva. — Dejaste a Sakuno con Kintaro ¿Recuerdas? —Acelerando el paso. — Hay que apresurarnos, además ya es bastante tarde…—Doblando a toda prisa una esquina. — Y seguro quiere irse a casa… “eso espero, si no”. —Dejando completamente atrás al ojivioleta divisa la casa donde se haya lo ojicarmín sentada en las escalerillas del pórtico con la mirada perdida en el cielo y a un costado el uniforme masculino del SEIGAKU. — ¡SAKUNO! —Se abalanza sobre la castaña y la abraza como si no la hubiese visto en siglos. —Lo siento, lo siento… de veras lo siento. —Aprisiona a Sakuno en su pecho y el se pierde en la cabellera castaña rojiza de la chica. — Perdona si fui injusto contigo pero…—El ambarino fue callado con un beso casto y este solo abrió los ojos como platos al escuchar la frase que salio de la ojirubí.

¾ Mada mada dane, Ryoma. —Una sonrisa surca el rostro de Sakuno y coloco sus brazos en alrededor del cuello del peliverde. —Vamos adentro que ya esta refrescando demasiado. —Vuelve a besar al ambarino tiernamente y se levanta dejándolo totalmente perdido en sus emociones y pensamientos.

¾ “Ahora sé la razón por la que estoy locamente enamorado de ti Sakuno.” —Ve como aquella delgada chica le ofrece su mano para que se levantase, una bella sonrisa en esos labios sonrosados por el frío y un leve rubor carmín en las mejillas pálidas cual porcelana fina pero había algo que no cuadraba muy bien con toda esa imagen angelical, aquello era que sus ojos estaban rojos debido a la cantidad de lagrimas que debió haber derramado por su culpa. — Debo ser el patán más grande del mundo por hacerte llorar de esa manera. —Agacha la mirada pues no es capaz de enfrentar a Sakuno.

¾ Pues de cierta forma es cierto te comportaste como un patán por que me abandonaste en la plaza comercial...—Suspira pesadamente. — Por un partido de tenis, sin embargo…—El ambarino regresa su mirar a los ojos de la castaña. — Te amo demasiado, acepto y aceptaré todo lo que ha de venir. —Se pone en cuclillas frente al peliverde que aún la mira atónito. — Ya sé que el tenis aún es una prioridad en tu vida y aunque no me agrada la idea de ser segunda, tendré paciencia y me esforzaré para convertirme en lo más importante en tu vida, así que dame la oportunidad de luchar un poco por ti. —Todo esto lo dijo viéndolo directamente a los ojos y mostrándole una sinceridad absoluta.

¾ El que debe luchar por ti soy yo, y soy yo quien debe de pedirte la oportunidad de luchar por ti, no un poco sino con todas mi fuerzas. —La abraza nuevamente provocando que cállese de manera lenta de rodillas junto a él. — ¿Estas dispuesta a darme una oportunidad? —

¾ Claro, lo haré las veces que sean necesarias. —Coloca su rostro en el pecho del ambarino, inhalando el aroma varonil que éste expelía.

La pareja no se percato de que Momo estaba presenciando todo de manera cautelosa detrás de los arbustos de la casa situada al frente de la de la castaña.

¾ Par de tontos, si son tal para cual, ahora hay que ver cuanto tiempo le toma a Echizen echar todo a perder otra vez jajaja. —Debido a su risa tan fuerte la parejita se dio cuenta del espía oculto entre los arbustos.

¾ ¡Momo-sempai! —Se ponen de pie, Ryoma con las manos en los bolsillos de su short y Sakuno con los brazos cruzados tamborileando el dedo índice de su mano derecha contra el ángulo de su brazo izquierdo y ambos con las cejas levemente elevadas como símbolo de molestia.

¾ “DEMONIOS”. ya entendí, ya me voy. —Sale de su escondite rascándose la cabeza y con una sonrisa de pena. — pero antes ¿qué acaso mañana no tienen clases par de tortolitos? —Optando la pose de padre regañando a sus hijos por no irse a la cama pronto.

¾ Si, pero al menos nosotros no debemos presentar exámenes a primera hora, como cierto sempai que es novio de Ann-chan. —Sakuno se defiende con una sonrisa maliciosa pues sabe que Ann lo ha estado esperando desde hace rato en una cafetería en el centro, sólo que éste se desvío un poquitín de su destino por ir a ayudarle.

¾ ¡¡KISAMA LO HABIA OLVIDADO!! “Seguro que Ann me capa por dejarla esperando en el café ya que íbamos a repasar para el examen de mañana” —Sale disparado en forma de chibi dejando atrás una estela de polvo en color café claro.

¾ Seguro y suspende. —Dicen a coro Sakuno y Ryoma que se miran fijamente para después reventar de risa a causa de la posible desgracia de su sempai.

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Re: ¿como dejar de amarte? es RYOSAKU por: nerine

Disfruten del Capitulo.

CAPITULO 13.- “PLANES DE UN AMANTE FRUSTRADO (Primera parte).”

Después de un turbulento y agotador día lleno de emociones, nuestra parejita regresa a la seguridad de la casa que los resguarda, mas Ryoma no pudo contener la curiosidad rara en el de preguntar acerca de algo que notó al llegar.

— Saku, ¿Dónde esta Kintaro? —Cuestiona mientras trata de localizar con la vista al individuo antes mencionado. —Estoy seguro que estaría allí. —Señala la puerta que esta torpemente parchada con tablas. — Justo antes de irme. —La mirada penetrante que otorgaban esos orbes ámbar a Sakuno no era agresiva, sin embargo, la castaña aunque nerviosa respondió de corridito y sin perder de vista los ojos gatunos del chico.

— Veras. —Coloca el dedo índice en su barbilla. — Tuvo que irse en cuanto reparo la puerta ya que debía volver hoy mismo a Hokkaido por asuntos familiares o al menos eso fue lo que me dijo. —Dirige su mirada carmín a la puerta.

— Ya veo. —Se queda pensativo por unos instantes. — Y yo que quería agradecerle por traerte a salvo a casa, ya que no fui muy cortes que digamos en la tarde. —Al igual que la castaña dirige su mirada a la puerta, si bien estaba molesto por la actitud de su amigo hacia Sakuno, también debía reconocer que todo fue gracias a sus imprudencias cometidas por el día.

— Pero me pidió que te despidiera por el y que lo disculpes si te molesto en algún momento. — Logrando recordar las palabras del pelirrojo y causando una enorme vergüenza en el ambarino ya que quien debería pedir disculpas era él y lo sabia muy bien.

Entre tanto pensamiento y reflexión se encaminaron al comedor para ingerir los alimentos que con tanto esmero preparó Sakuno. Mientras cenaban la ojirubí le contó todo lo ocurrido durante su ausencia, obviando ciertos detalles que seguramente causarían mal humor o preocupación innecesaria (Según ella) al príncipe.

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Esa noche aparentemente apacible siguió su transcurso, obligando a la gran mayoría a conciliar el sueño. Entre ellos Sakuno y Ryoma que yacían en sus respectivas habitaciones, cada quien sumido en sus propios sueños y pensamientos con la esperanza de no tener mas problemas de la magnitud de los de hoy. Mientras otros seguían con sus actividades, como ejemplo tenemos a un chico que habita en un complejo de apartamentos lujosos, ubicado en el 10 piso de un edificio al otro lado de la ciudad, en su interior se ve una sala de cuero negro una mesa de centro de ébano que hace contraste con las paredes gris plomo dándole un aire sobrio al lugar sin olvidar la magnifica vista bridada por un enorme ventanal, cerca de la sala una puerta que da a una pequeña cocina comedor con las mismas tonalidades de la habitación anterior y mas al fondo una habitación donde solo se alcanza a apreciar una cama matrimonial vestida de sabanas azules y almohadas rojas. Dentro de un pequeño estudio ubicado al lado derecho de la sala vemos a Kato Kachiro aún sin intenciones de dormir, dedicado a idear la manera de recuperar lo que según el era suyo.

— ¿Por qué tenias que regresar Echizen?, ¿Por qué? —Se escucha el crujir del pequeño portarretratos que tiene entre sus manos. — Ya éramos felices, ella ya no necesitaba de ti. —Arrojando aquel objeto contra la pared con tanta fuerza que término hecho añicos. — Pero he de regresar las cosas a la normalidad, ¿cierto Saku? —Mirando con cariño la fotografía que tiene de Sakuno y el del semestre pasado.

Por la cabeza le pasaron mil formas de separar lo que el llamaba una pareja enfermiza, sin embargo, nada de lo que pensaba en ese momento le parecía lo suficientemente bueno para lograr el destierro del intruso, hasta que por cosas del destino al sentarse frente el ordenador y abrir una pagina de Internet personalizada leyó algo que bien lograría su propósito.

— Valla, valla pero ¿qué tenemos aquí?, con que mi viejo amigo dejó cabos suelto en EE.UU. ¡y que cabo! —De inmediato mando a imprimir aquel articulo y lo mira de manera enfermiza ya que su rostro pareciera el de un maniático. — Te atrape, espero y estés listo para lo que viene ja ja ja ja. —Aquellas carcajadas eran tan tenebrosas que si alguien le hubiese escuchado seguro temería pos su vida en ese instante. Con un sentimiento de satisfacción momentánea se retiro a su habitación que se haya repleta de fotografías de Sakuno visibles solo si se enciende la luz de aquella recamara. — Pronto estaremos juntos, no importa los obstáculos que deba pasar, siempre me quedare a tu lado mi bella ojirubí. —Con este sentimiento se recostó en su cama quedando completamente dormido ya que en un par de horas debía volver al SEIGAKU para dar marcha a su plan.

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El amanecer se hizo presente sin piedad sobre los ojos somnolientos del ambarino que de mala gana abandona la cama, pues esta casi seguro que la ojirubí ya estaba levantada y alistándose para el instituto, coge su uniforme, entra al baño que esta a un costado de su habitación y se lava el rostro primero para quitarse las lagañas pues ya le comenzaban a molestar, pequeñas gotas cristalinas recorren aquel rostro varonil con delicadeza dando la impresión de estar viendo a un modelo de revista promocionando alguna colonia juvenil, de manera repentina recuerda que no trajo ciertas cosas esenciales para vestirse después de tomar un baño por desgracia para él ya se había retirado la ropa y como no tenia la intención de volver a vestirse, solo se envuelve la cintura en una toalla blanca y sale del baño, al abrir la puerta se topa a Sakuno que al parecer también se acababa de levantar y por las prisas no se alcanzó a detenerse y al parecer olvido que debía tocar la puerta primero, pues Ryoma ya vivía con ella. La castaña lo recordó hasta que chocó con el bien torneado cuerpo del ambarino, al frotar sus ojos para retirarse las lagañas se dio cuenta de que se encontraba en una posición poco decorosa o al menos para ella quien se coloreo al rojo vivo, si bien al ambarino se le puso un poco rojo el rostro nada comparado con la ojirubí, además, para él no era tan malo que terminasen así.

¾ ¡Maldita herencia Echizen! —Se le escapó sin darse cuenta ya que se percato de las cosas que estaba pensando.

¾ ¿Ah? ¿que… te refieres? —Se puso de pie en cuanto oyó eso que la saco de su ensimismamiento.

¾ Nada no te preocupes. —Evadiendo cualquier cosa que lo obligara a pensar cosas que se supone solo se piensan a solas o al menos eso quería creer. — Si quieres toma el baño primero yo tengo que arreglar algunas cosas. —Se levanta del suelo frío coge sus cosas y deja a la castaña en el baño con un montón de signos de interrogación en la cabeza.


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Después de ese pequeño percance las cosas siguieron… se podría decir de manera natural aunque no pudieron desayunar gracias a que a Sakuno le tomo mas tiempo de lo normal arreglarse su largo cabello. De camino al instituto se ve a Ryoma en silencio con una tostada a medio comer en la boca caminando un par de pasos delante de Sakuno y ésta iba revisando ciertos apuntes y también con una tostada en la boca y las manos completamente ocupadas ya que al ambarino no se le ocurrió ofrecerle su ayuda para cargar las cosas de la castaña, mas la pesadilla del ambarino se hizo presente al ver a Kato en la entrada del instituto leyendo un panfleto de color azul y verde de quien sabe que cosa, Ryoma sintió las ganas de propinarle un buen golpe, mas un poco de cordura llego a el nuevamente, ya que debía aceptar que fue su falta el hecho de que Sakuno se quedase sola en la plaza, mas lo que vio enseguida provoco que le hirviese la sangre de manera casi instantánea.

¾ ¿Sakuno como te encuentras?, ¿te desmayaste de nuevo de camino a casa cierto? —Se acercó a la castaña ignorando por completo al que se suponía la acompañaba.

¾ Si, lo volví a hacer jeje, pero no te preocupes, Kintaro-kun me llevo a casa y, me cuido un rato y Ryo…—Fue abruptamente interrumpida por el chico de cabellos negros que repentinamente la abrazo.

¾ Pobre Sakuno. —La separa de a poco a poco. — ¡mira que se cree Kintaro!, ¿Por qué no me aviso? Así hubiese ido a cuidarte también. — En fin que le vamos a hacer, se voltea en dirección a Ryoma. — ¡Oh! Ryoma – Kun no te había visto, venias con Sakuno. —Lo mira con fingida sorpresa y en su voz se distingue un tono irónico y de paso también de burla.

¾ No, no venia con ella. —Mira a Sakuno por encima del hombro de Kato. — Vengo con ella y si nos disculpas debemos ir a registrarme en secretaria así que adiós. —Coge a Sakuno a toda prisa y se la lleva casi corriendo y apretando con un poco de fuerza la muñeca de la castaña.

¾ Ryoma me lastimas. —Dice haciendo una mueca de dolor.

— Discúlpame. —Se detiene y suaviza el agarre que ejercía sobre la dolida mano. — ¿Te lastime demasiado? — La preocupación salto a los ojos del ambarino. — No debí actuar de esa manera.

— Pues tienes razón. —Una mirada basto para que el ambarino se sintiera súper mal. — Sin embargo estas perdonado. —Lo mira con todo el amor que se puede expresar con este gesto causando estragos en la coloración de la piel de Ryoma.

— ¿Perdonado, por qué? —Pregunta volviendo a ser el mismo de siempre.

— Simple. —Lo abraza y se acerca su oído. — Por que me gusta como te vez cuando estas celoso. —Todo esto dicho en un susurro. Ryoma al no tener excusa alguna para refutar lo dicho por la ojicarmín coloca su frente sobre la de Sakuno y en un mutismo absoluto acepto que se haya totalmente celoso de cualquier tipo que se acerque a su bella y renovada Sakuno, pues es oficial que ya no es la chica temerosa que conoció hace 5 años atrás.

Todo parecía perfecto en esta escena ya que los árboles aunque desnudos por la estación fría y la Nivea capa que cubre los patios del Instituto del SEIGAKU dan cierto ambiente romántico con la presencia de estos jóvenes. Aunque esto fuese maravilloso no siempre durará y esto es comprobado en el instante en que Sakuno retira bruscamente su frente de la del ambarino, desequilibrándolo un poco.

— ¡No puede ser! —Buscando torpemente a su alrededor y mirando sus manos. — ¿Dónde… donde esta mi carpeta? —Alterándose al percatarse de la perdida de su carpeta con documentos de la empresa donde labora de archivista.

— ¿Carpeta?, no traías nada hasta… demonios debió caerse cuando. —Sonrojándose levemente al ver lo que había ocasionado en su arranque de celos. —Tiré de tu brazo hace un rato. —Ve como la silueta delgada de su novia se va alejando poco a poco. — ¡Espera! A donde crees que vas, tus clases están a punto de comenzar. —dice mientras le da alcance, mas un fino brazo detiene su andar.

— Deberías ir a secretaria o no podrás darte de alta por completo. —Una calida sonrisa se forma en aquellos labios rojos por el frío. — Ya te alcanzaré después para ver en que aula te toca ¿OK? —Comienza a correr hacia la salida del SEIGAKU mientras el ambarino la ve alejarse nuevamente.

Teniendo toda la esperanza de hallar esa carpeta tan importante para su trabajo se dirige a toda prisa al sitio donde se suscito el encuentro poco amistoso entre Ryoma y Kato, sin embargo se encontró con algo o alguien menos deseado en esos instantes.

— Saku, disculpa por lo ocurrido hoy con Echizen, no fue mi intención molestarlo. —Kato que en cuanto vio a la castaña se levanto rápidamente del suelo. — No me digas que te dijo algo que hiriera y ahora estas corriendo a casa por que si es así…—

— ¡NO!, no es así. —Apenándose un poco por haber elevado la voz y mirando directamente a los ojos del pelinegro. — Es solo que se me cayeron unos papeles al irnos tan deprisa y salí para buscarlos, eso es todo. —Intentando de localizar su objetivo con la vista suspira con pesadez. — Pero tal parece que los tire desde más atrás, no recuerdo. —Apunto de comenzar su andar es retenida por el brazo.

— Será que lo que buscas es esta carpeta. — Le muestra el objeto con una sonrisa amistosa que disfraza el verdadero gesto que quisiese mostrar. — Lo cogí poco después de que ustedes salieran corriendo y pensaba entregártelo en el aula pero ya que estas aquí…—Sakuno se le abalanza sobre el dándole un enorme abrazo mas se separa casi inmediatamente para checar que todos lo papeles estuviesen en orden.

— Gracias, mil gracias no sabes de lo que me has salvado. —Sube su mirada rojiza a la altura de la del pelinegro. — Aquí tengo toda la agenda de la próxima semana de mi jefa. Gracias. —Mira el reloj en su muñeca y al percatarse de la hora suelta un grito que llama la atención de los transeúntes. — ¡Diablos!, pero que tarde se ha hecho debemos irnos o el profesor Inui no será muy amable con nosotros. —Sale disparada a la puerta que en un par de minutos será cerrada mas se detiene al ver que no la sigue. — ¿No piensas entrar a clase? —Pregunta extrañada por la actitud de se amigo.

— No te preocupes adelántate que yo en un momento entro. —Sonríe mientras camina lentamente con las manos en los bolsillos de su pantalón.

— OK, pero date prisa. —Corre a toda prisa. — Te veo en el aula. —Se apresura como si su vida dependiera de ello, aunque en cierta forma es así ya que Inui prepara un jugo especial para los que llegan tarde y no es nada agradable a la vista, olfato y mucho menos al gusto.

— Por supuesto, nos vemos allá. —Al ver a Sakuno lo bastante lejos se dice mentalmente con orgullo. — “Primer paso dado para estar juntos.” —Con una sonrisa siniestra saca su móvil y marca, del otro lado de la línea una voz femenina que habla en un idioma extranjero.

— Hola, ¿como estas? —Recargándose en la pared donde yace la placa del Seishun Gakuen. — Que bien, bueno entonces ¿para cuando podrás venir? —Tallándose los ojos y utilizando una voz ronca para hablar con la fémina del otro lado de la línea. — OK, iré a recogerte personalmente, no te preocupes, claro mmm… si se puede decir que Ryoma-kun te extraña demasiado. —Elevando su vista al cielo medio nublado. — Tanto que busca a alguien con tus facciones aquí. —Sonríe ante la respuesta de la chica. — No hay de que bueno me voy tengo clase y disculpa que te llame a estas horas de la noche. Bien. Adiós. —Colgando su celular comienza a caminar lentamente al edificio ubicado al frente de la puerta de ingreso que da hacia las oficinas de la escuela.

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Que puedo pedir mas que perdon, sé que me tarde mucho pero algunos ya saben la razón, ojalá y sigan mi ff como en un principio y si no pues ni modo ya que. Nos vemos en el proximo post y en unos capitulos mas el final, pero no se preocupen que ya tengo un nuevo ff para mayores informes pasen a mi perfil jeje.

Sayonara, mata ne!

 

Re: ¿como dejar de amarte? es RYOSAKU por: nerine

Sé que fue un cambio realmente radical en cuanto a las parejas en mi One-shot, pero me quise hacer el reto de escribir un Kin&Saku y si me resultaba bien seria algo bueno ya que quiere decir que no tendria barreras jeje y de paso alimentar mi minusculo EGO jaja.

Gracias por leer mi fic aun cuando pasé algo de tiempo sin publicar.

Nos leemos en el nuevo cap. Sayonara, mata ne!

 

Re: ¿como dejar de amarte? es RYOSAKU por: nerine

Este capitulo se lo dedico a mi querida Onee-chan Asakura Seto y a mi super amiga Dayanna que me brindo su apoyo cuando no hayaba la puerta en cuanto a inspiracion se denomina.

Sin mas preambulos leamos lo que este capitulo nos tiene preparado.

CAPITULO 14.- “Planes de un amante frustrado.” (Segunda parte.)

Kato Kachiro:

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“Se dice que por amor se llega a perder la razón y cambiar nuestro corazón…” ​

Un mes entero ha transcurrido desde que Ryoma Echizen llegó a Japón. Esta noticia fue como un cubo de agua helada para Kato, que solo veía como la relación entre su amada Sakuno y el estupido de Echizen avanzaba positivamente estropeándole cualquiera de sus artimañas, cosa que alteraba más y más a su ya harta y cansada mente.

El atardecer se hizo presente y para el ambarino era la señal para volver a su hogar. Tomó su raquetero a toda prisa en cuanto terminó con las prácticas del club de tenis, nada podía impedir su veloz salida o eso creía. A unos metros de la enorme puerta del Seishun Gakuen se haya nada más y nada menos que Kachiro.

No hay que ser genio para saber que la escasa amistad que había entre ellos se esfumo esa tarde, cuando el mismo Ryoma Echizen se adueño del titulo de CAPITAN en un increíble partido.

— ¡Oye Echizen! —La voz de Kato ya no era amable sino que era arrogante, su mirada estaba cargada de ira y su semblante era un tanto intimidante para cualquier otro que no fuese Ryoma. — ¿A dónde crees que vas? —El ambarino dirige su rostro impasible a donde la voz provenía.

— A casa ¿A dónde mas? —Una enorme sonrisa arrogante que no le pedía nada al impostor frente a el, demostrándole una vez mas que era el mejor mientras Kato solo una burda imitación de el.

Esta información fue comunicada por Tomoka y confirmada por Horio, mas la primera es quien no confía en Kato desde hace un par de años.

—FLASH BACK—

En la aula 12 del segundo edificio del instituto SEISHUN GAKUEN se alberga el tercer grado clase A donde un chico de mirada felina se halla de mal humor, estado que siguió en aumento al enterarse que no estaría en el mismo grupo que SU Sakuno, sino que además de eso debía compartir aula y asiento entre 2 personas que parecen periquitos y mas una chica de lunar en la mejilla y uniforme desalineado. Si, así es, se encuentra con Tomoka y Horio que momentos antes de que la profesora ingresara al salón lo bombardearon de preguntas que a su parecer eran estupidas y para colmo de males aún faltaban dos clases más para salir al primer receso. Esto solo lo desquiciaba más y más.

Durante su primer día de clases no tuvo la oportunidad de compartir mucho tiempo con Sakuno ya que esta o se quedaba en el salón leyendo cuanto papel salía de su carpeta o en la biblioteca buscando quien sabe que en el computador, todo esto en los pocos recesos que había mientras el sufría el tormento de ser acompañado por su par de amigos ruidosos.

Así transcurrió la primera semana en el instituto, aunque viese a Sakuno en los recesos era muy poco el tiempo que estaban juntos, agregándole que la ojirubí se iba a trabajar, los constantes tareas en equipo con el fastidioso de Kato que lo tenia arto ya que también debía verlo en el club de tenis que para su pesar había decaído bastante desde que los mayores se graduaron y él se fue. Los únicos rescatables eran Horio que desarrollo una gran velocidad y de paso un excelente saque, el otro es Matsumoto que cursa el cuarto semestre este posee una gran habilidad en sus saques de precisión milimétrica y un excelente revés, y su no muy apreciable amigo Kato que para rematar era el capitán cosa que no le hizo ninguna gracia a Ryoma pues esto se estaba convirtiendo en un calvario y mas aún cuando Tomoka y Horio le hicieron cierta confesión.

Mientras el chico de cabellos verduscos descansaba en la azotea 15 minutos antes de la práctica de tenis una joven de cabellera café castaña se sienta a un costado de él con expresión seria en el rostro.

— ¿Ryoma-sama estas dormido? —Pregunta en un murmullo apenas perceptible mientras mira al enmallado de la azotea dando una vista majestuosa de la escuela entera, entre jardines, canchas de tenis y pistas de atletismo.

— No, ¿por qué? —Contesta con voz indiferente, aunque por dentro esta sorprendido por la actitud tan calmada de la chica de coletas.

— ¿Te gustaría saber el por que Kato-kun no se separa de Saku? —Directo al grano comienza a hablar y de paso dirige sus orbes cafés a donde Ryoma y éste solo se sienta para escuchar lo que Osakada tiene que decir.

— Supongo que eso es un si. —Respira profundo como si lo que fuese a decir fuese de vida o muerte.

— Primero debes prometer, no más bien jurar que no dirás nada a Horio ni a Saku. —El ambarino solo asiente con la mirada, dejando en claro que prosiguiera.

— Se supone que Horio lo sabe y el tampoco a dicho nada pero poco después del incidente en el baño, Kato se dedicó día y noche a cuidar de Saku ya que siempre lo veíamos en el hospital. —Mirando al cielo para rememorar lo dicho en ese entonces.

— Para ese entonces ya había cambiado un poco su manera de vestir y el corte de pelo, la verdad nadie nos habíamos percatado de los cambios de el hasta que un día Tezuka-buchou le interrogó.

—Y ¿que tiene que ver eso con Sakuno? —Intervino con fastidio en su voz y poniéndose de pie rápidamente.

— Pues que el te estaba imitando para poder llenar el corazón destrozado de Saku. —Abraza sus piernas con fuerza sin dejar de ver aquel cielo despejado.

— ¿Cómo? —Se sorprendió ante tal cosa. — Eso es totalmente ridículo, yo jamás iría a cuidar de alguien. —Mira fijamente el semblante triste de la chica del lunar, además de percatarse de que se exalto como si le hubiesen dicho que el iría a verla si hubiese estado en Japón.

— Exacto. —Interrumpe con su voz más elevada y con sus ojos obscurecidos por la rabia contenida. — Tú jamás lo hubieses hecho y eso fue algo que Kato aprovecho. —Lo dicho por Ryoma provoco que se levantara a toda prisa del suelo y empuñara su mano a un costado de su cadera, conteniéndose de cometer algún tipo de barbaridad.

Detrás de la puerta se encuentra Horio que al no haber visto a su novia en el lugar de siempre supuso que buscaría a Ryoma, mas no esperaba encontrarla diciendo lo que se supone era un secreto entre los miembros del club en ese entonces.

—Tomo-Chi no le digas nada eso ya es cosa del pasado y se supone que quedaría entre los sempais y nosotros. —Entra azotando la puerta tras de si, Horio quien observa molesto a su novia, mas relaja su semblante en cuanto ve salir unas pequeñas gotas de los ojos de su tesoro.

— Tampoco llores que no es para tanto. —La abraza como si de una niña pequeña se tratase, mientras el peliverde solo traducía la información dada por la chica de coletas.

— Horio ya es tiempo de decírselo tan siquiera a él, ya que no sabemos que trame Kato-kun esta vez para alejarlos. —Aun la voz seria de Tomoka sorprendía a Echizen mientras Horio resopla dándose por vencido.

— Tienes razón no queremos que ocurra algo similar a hace 2 años. —Acaricia suavemente los cabellos rebeldes de la castaña y la separa de él para hacerle frente a Echizen que se veía bastante confundido con aquellas revelaciones a medias.

— Habla, que tenemos que irnos pronto al entrenamiento. — Demando petulante el joven de mirada ambarina.

— Ok, solo que no me interrumpas hasta que haya terminado de relatar. —Declaro con una seguridad irreconocible.

El ambarino hizo un gesto de que prosiguiera, tanto misterio lo estaba hartando.

— Si mal no recuerdo, poco después de que te fuiste Sakuno-san parecía muy deprimida y afectada. —Coloco sus manos en los bolsillos de su pantalón y elevo su mirada al cielo.

— Fue entonces que los cambios en Kachiro-kun fueron mas notorios, como te contó Tomo-chi él empezó a perfeccionar su juego muy rápido y comenzó a apartarse de todos nosotros, sin razón alguna se saltaba las clases o al menos eso era lo que pensábamos hasta que dimos en el lugar en el que se refugiaba. —El uniceja sonrió con ironía.

— Nada más y nada menos que en esta misma azotea, usando una gorra blanca que cubría su rostro de los rayos del sol. —Dijo esto con algo de sarcasmo y dirigió su mirada seria al moreno.

— Y eso no fue todo, pocos días después descubrimos que logro dominar la mayoría de tus técnicas y de cierto modo era como verte en las canchas nuevamente, sin embargo, esto no era bueno para la salud mental de Sakuno. —Sonrió al haberse escuchado pero un codazo por parte de Tomoka lo obligó a volver en si.

— Por ese motivo Tezuka Buchou y Tooyama que para esos días acababa de ser trasladado a Tokio le preguntaron que ¿que intentaba lograr con esa manera de actuar? Y por respuesta recibieron un “Mada mada dane.” Fue bastante obvio lo que tramaba. —Miró directo a los orbes dorados y con una intensidad que descoloraría a cualquiera termino su oración. — Conseguir a Sakuno Ryusaki usando su mayor debilidad.

Ante estas declaraciones Ryoma solo quedo con una mirada perpleja y con una furia descomunal que nacía en su interior. De algo ahora estaba seguro “No le permitiría a ese impostor conseguir lo que el considera suyo”.

— FIN DEL FLASH BACK. —

De regreso al molesto presente el joven de mirada ámbar miraba aburrido la actitud prepotente de su acérrimo nuevo enemigo.

— ¿A casa dices? — Una sonora carcajada salio de la boca del chico de cabellos negros. — No me hagas reír, mejor regresa a America de seguro Katherine-san te espera con un fervor indescriptible. —Al escuchar ese nombre el ambarino se petrifico mas no demostraría su sorpresa a aquel individuo.

— Dí lo que quieras a mi me importa poco lo que digas. —Pasando velozmente a un costado de Kato.

— Eso lo veremos en cuanto Saku se entere completamente de lo ocurrido entre tu y esa pelirroja. —Esto aunque fue dicho en voz baja fue escuchado por Ryoma quien se detuvo en seco.

— ¡No te atrevas a decir cosas que no ocurrieron jamás! —Sentencio colérico el moreno quien llego al tope de su inexistente tolerancia.

— Pues entonces debes de hacer ciertas cosillas. —El pelinegro se vio como si la victoria estuviese de su parte después de tanto tiempo. — Primero debes de venir a mi casa a las 9 de la noche sin mencionar nada a nadie entendiste. —Viendo el reloj de su muñeca que marcaban las 6:56 pm.

— Y dos…—Los ojos de Kato se tornaron en un azul tan oscuro como la noche y su mirada tan filosa cual cuchillo nuevo. — Trae algunas ropas decentes por que nos espera una velada con aquella bella dama. — Mirando de soslayo al peliverde con desden de superioridad.

Ryoma al verse manipulado por aquel que antes se decía ser su amigo sentía su orgullo herido y su cuerpo enardecido en furia, aunque debía aceptar que cometió un error con aquella chica que a simple vista era una persona encantadora, amable y sencilla pero al conocerle mas uno se percataba que solo era una de esas niñatas caprichosas que obtienen lo que quieren a cualquier costo y para su desgracia el se convirtió en el objeto que mas deseaba, poco después de haber ganado el open US 2 veces consecutivas y de paso quedar en el mismo colegio que ella.

Cuando se percató de que Kato se había ido dirigió toda su cólera contra el muro a un costado de el con un potente puñetazo ya que este había provocado que su orgullo fuese pisoteado por sus propios errores; Errores que jamás se perdonaría y mas si Sakuno se veía afectada por ellos.

A unos pasos Kachiro solo podía pensar lo que siempre ha pensado desde el día en que descubrió su gran “amor” hacia aquella mujer, por que para él lo era.

“Se dice que por amor se llega a perder la razón y cambiar nuestro corazón…” “es por eso que aun quiero estar a tu lado cuando tú solo quieres estar con aquella persona a la que debo imitar. Maldita la hora en que Echizen Ryoma llegó a nuestras vidas.”​

.......................................................................Continuará..........................................................................................

Solo me resta decirles que esta historia esta llegando a su fin y que espero que por tanto les siga agradando.
Sin mas que decir me despido y hasta la proxima.