Para problemas del corazón, escapar es la única solución

Re: Para problemas del corazón, escapar es la única solución

Gomen ne TT-TT

Les juro por mi vida que mañana actualizo pero es que todas las cosas me tienen a mil
Posteo para que no me vayan a cerrar el fic ya que el retraso ha sido por motivos de fuerza mayor

A mas tardar para pasado mañana o eso espero

Sayo!!:ANYWORD:

 

Re: Para problemas del corazón, escapar es la única solución

Konnichiwa!!!

Gomen
Gomen
Gomen en TT-TT

Que mediocre soy... ¡No puedo cumplir ni con mis propios plazos!:nemui:

En fin
Supongo que más vale tarde que nunca TT-TT



Capítulo Veinticuatro: No juegues con fuego reinita, terminas quemada



La luna iluminó, rojiza, en la cima de la prisión, la cúspide de la torre, hacia donde se dirigirían todas ellas.

La luna roja era una señal de que debían reunirse, todo gracias a Hinata que había dado la señal con la luna, su luna, después de todo ella era Selene, no era una diosa de la nada.

Todas ascendieron hacia la torre más alta de toda la gigantesca prisión, para cualquiera que hubiese estado viendo esa escena hubiese resultado escalofriante, al primer instante no se podía observar nada, a diferencia de lo que se acostumbraba esa noche no había niebla, ni un poco, solo la imponente luna y las estrellas, como pequeños puntitos rindiéndole culto a su líder, y allí empezó.

De repente la pálida luna cambió de color, tiñéndose de un absurdo y abstracto color rojo, era demasiado extraño, tanto, que las pocas transeúntes que aún quedaban en las calles se detuvieron a observar la luna… teñida del color de la sangre.

En algún lugar de la prisión se encontraba Matsuri, recostada contra el pecho de Gaara, solo disfrutando de estar allí, no entendía por qué, pero el cuerpo de su amado siempre le había parecido un poco frío… mínimo dos grados de temperatura por debajo de la de un ser humano normal, no entendía la razón de ello y no era como que el importase, ella siempre lo sentía cálido, siempre, sin importarle nada…

Miró el reflejo de la luna en un pequeño charco que habían dejado sus lágrimas, sí, así había llorado, ahora se hallaba recostada del Kazekage, que a su vez estaba recostado de una pared, ese único momento era sencillamente perfecto.

Pero nada dura para siempre, y mucho menos lo que nos es agradable.

Miró la luna teñirse de rojo, poco a poco, quedando de un color sangre, y eso solo podía significar una cosa, no solo estaban todas con sus poderes despiertos, no, debían reunirse.

Suspiró con obvia desgana y melancolía, lo que atrajo la atención del pelirrojo.

-¿Pasa algo Matsuri? –le preguntó el pelirrojo mirando sus ojos del color de la medianoche, la chica asintió, no tenía caso mentirle al Kazekage, pues estaba segura de que él lo sabría; alzó la vista y él solo la observaba, con sus ojos de color verde agua llenos de preguntas-.

-Es el llamado –dijo ella señalando con un dedo la luna roja que se reflejaba en aquel pequeño charco de lágrimas- significa que debemos reunirnos.

Gaara solo asintió levemente, mirándola a los ojos con ternura, Matsuri se sonrojó.

-Gaara-sama… -musitó, apenada, le fascinaba que el Kazekage la mirase de aquella manera pero… no era algo a lo que uno se pueda acostumbrar con facilidad-.

Y él suspiró, aún después de todo ella no le quitaba ese sufijo, en realidad no le disgustaba que la gente lo llamase así, suponía que –aunque no le alegrase- eso era lo correcto según el puesto que él ocupaba, pero con ella era un caso totalmente distinto.

No le agradaba que lo llamase así, lo trataba con demasiado respeto, y eso era tan… impersonal.

No le agradaba pero para nada.

Y sin embargo decidió dejarlo pasar, solo por una vez, solo una ¿Qué daño le podía hacer?

-Ve –fue todo lo que dijo mientras una pequeña y casi imperceptible media sonrisa adornaba su rostro-.

-Volveré –fue lo que dijo antes de besar al Kazekage y salir corriendo de allí, sonrojándose ella sola por su propio atrevimiento… y el Kazekage solo se quedó allí, intentando no preocuparse por el bienestar de su amada- “ya no es tan pequeña” –pensaba mirando los cadáveres de las mujeres, ya con un aspecto asqueroso, sin embargo no podía evitar la preocupación, sobre todo por saber que no podía seguirla, solo esperarla, después de todo ella había dicho que volvería-.

Desde fuera de la enorme cárcel se podía ver la torre, aquella alta torre…

Y de repente se observaron las seis figuras ascendiendo de una manera casi animal, clavando manos, uñas, armas… todo clavado en la roca para ayudarles a tomar impulso, no era como si lo necesitara, pero tenían sentido “artístico”.

Llegaron arriba a la misma vez, todas mirando a sus compañeras, entendiendo al unísono la discordante y violenta emoción que latía en cada uno de aquellos corazones rotos y oprimidos… Venganza.

En otro sito la reina sonreía tranquilamente en su invernadero, este estaba repleto de rosas, de entre todas las flores las más traicioneras, pues los hombres, embelesados con la sutil y delicada belleza de sus pétalos no notan aquellas espinas punzantes hasta que ya están clavadas en su carne…

Lo curioso de ese hermoso jardín es que cada rosa representaba a una de sus guerreras, no se fiaba del todo de muchas y las rosas eran el espejo de sus corazones, había de todos colores, y solo reflejaban el más desesperado sentimiento de un corazón.

Las rosas de sus seis chicas favoritas estaban todas del mismo color.

El color rojo, simbolizaba poder, ira… y deseos de venganza.

Rió de manera suelta, pues sabía que ellas irían a buscarla, no deseaban la sangre de cualquiera, deseaban la suya.

Y no era que riera porque creyera que podía ganarles, o porque no estuviera segura de que ellas pudiesen masacrarla de una forma horrible y sanguinaria de quererlo, reía por una sola y sencilla razón, ellas no iban a querer matarla, no iban a hacerlo, ella las convencería de lo contrario.

Se dio media vuelta para dirigirse a la sala del trono, pero cuál sería su sorpresa cuando al voltearse, las vio allí.

Todas eran ellas, eso era seguro; la mano de Achlys estaba manchada de sangre, seca por el viento helado de la noche, todas la miraban con rabia, y en sus rostros se podían observar las sonrisas sanguinarias, sus blancos dientes y sus ojos brillando a la luz de la luna rojiza.

-Buenas noches chicas –musitó manteniendo su amable sonrisa, mientras ellas solo descargaban su ira apretando las armas entre sus manos, preparadas para matar-.

Continuará…



Buaaaaaa!!!

Soy una escritora mediocre Y-Y

En fin, no creo tener que decir nada más, si me disculpan iré a darme de topes contra la pared

¡Sayo!!!!!!:ANYWORD:

 

Re: Para problemas del corazón, escapar es la única solución

Hola!!!!

Perdón por el retraso :nemui:
Pero bueno...
De nuevo soy WindGirl y de nuevo les traigo otra conti
Más corta que el carriso pero ha sido por falta de inspiración

En fin que estoy obligada
Sé que parece que este capi no tiene sentido pero es juro que lo verán más adelante, en dos capis a más tardar

Tomenselo como una abreboca para lo que sigue, que lo que viene es duro

En fin

Aqui el capi:



Capítulo Veinticinco: Rarísimo…


La luz del alba empezaba a despuntar por el este, el cielo se teñía de leves tonalidades lila producto de la suave luz del amanecer, tan distinta de la luz del atardecer, que era más fuerte, pesada e inclusive desagradable si estás de mal humor, pues sus colores múltiples y vivos te hacían sentir anormal, como si el universo entero estuviese bien y solo tú anduvieras mal.

Leves quejidos abundaban en aquel cuarto de mullidos cojines, la primera cabeza en asomar de entre las sábanas fue la de un chico de cabello azabache y piel pálida, no entendía por qué, pero se sentía agarrotado, como si hubiese dormido sobre la roca, se estiró levemente y una mueca casi imperceptible de incomodidad apareció en su rostro.

Miró a su alrededor y poco a poco los últimos recuerdos que ocuparon su memoria empezaron a regresar, todo era demasiado confuso.

El primer recuerdo que llegó a su cerebro fue el aroma, el aroma de la sangre salpicando toda la celda e incluso a él, solo un poco, mientras recordaba de manera vaga se llevó las manos al rostro, encontrándolo igual que siempre, sin rastros de sangre.

-Despertaste –oyó que le decía una voz desde el otro lado de la habitación, tuvo un pequeño sobresalto casi imperceptible, miró Gaara con mala cara-.

-Deberías anunciarte ¿sabes? –musitó el Uchiha aún con mala cara, la cual no se diferenciaba mucho de su expresión natural-.

-Llevó despierto al menos el doble de tiempo que tú –se justificó el Kazekage volviendo su vista hacia uno de los muros, pensativo, silencioso y taciturno… como siempre-.

-¿Qué pa…? –pero al volver su cuello hacia un lado sintió dolor en él, parecía como si le hubiesen dado un golpe y quebrado todos los huesos de su cuello, estando estos en proceso de reconstrucción, una leve queja escapó de sus labios- ¿Qué paso anoche?

Pero el Kazekage no dijo nada o hizo mueca alguna, su expresión siguió siendo la misma, parecía que había algo impresionantemente interesante en la pared porque ni se dignó a mirarlo.

Se oyó un quejido de la parte de atrás de la habitación, y luego una mata de cabellos rubios que asomaba de entre las sábanas.

-Mmm… ¿Qué…? –Naruto se alzó de repente, mirando confundido a su alrededor- ¿Dónde…?

-Cállate –musitó Neji, abriendo lentamente sus ojos color perla, miró a su alrededor, parpadeó, y volvió a mirar, cada vez más confundido con el entorno que le rodeaba- ¿Qué…?

-¿Alguno sabe qué paso? –preguntó Sai mirando a su alrededor con su confusión creciendo a cada segundo que pasaba-.

Se miraron, Shikamaru seguía durmiendo y Gaara parecía perdido en sus pensamientos.

Claro que sabía lo que había pasado la noche anterior o al menos una parte, no había dormido nada en toda la noche, no había querido, y no solo por el enorme peligro que representaría alguna tentativa de sueño para él, sino por las pesadillas.

Por lo último que había llegado a ver de seguro que tendría las pesadillas más horribles que hubiese tenido un ser humano alguna vez; y ya tenía suficiente con sufrir estando consciente como para también torturarse inconscientemente.

¿Cómo podía haberse puesto todo tan mal? ¿Cómo?

Él no lo sabía, y estaba casi seguro que ninguno de sus amigos lo entendía, así que sería mejor que no se preocupasen por cosas que nunca llegarían a nada, tenía una teoría, una única teoría que no dejaba de bailar por su cerebro, y mientras más lo pensaba más sentido le veía, sería justo, tendría sentido y sería bueno… pero por alguna razón no quería creerlo.

Después de todo ellos las habían dañado enormemente, a tal punto de hacerlas pensar en quitarse la vida ¿no sería posible que por fin hubiesen recapacitado? ¿Y si ya no los querían más? ¿Y si…? ¿Qué iba a hacer él si Matsuri le odiaba? ¿Si por fin pensaba en su propia seguridad y no deseaba volverlo a ver?

Cada vez que lo pensaba sentía que algo dentro de él se resquebrajaba, en miles y miles de pequeños pedacitos.

Solo quería escucharla, aunque dentro de sí sabía que no soportaría que ella se lo dijera, pero tenía que comprobarlo, tenía que saber.



Fin del capi



Si ya sé ya sé, ya sé.
¿Qué paso? ¿Qué hacen los chicos? ¿Donde están? ¿Qué pasó la noche anterior? ¿Qué rayos está pensando Gaara? ¿Por qué madres esta loca no deja de hacer preguntas estúpidas?

Si tiene alguna de esas preguntas comente
Y si no las tiene comenten también jeje
Sus comentarios me alegran el día :tierniiisimo:

Bueno eso es todo

Sayo!!!! :ANYWORD::ANYWORD::ANYWORD:

 

Re: Para problemas del corazón, escapar es la única solución

Gomen ne por la tardanza nuevamente T-T

Pero ya saben, escuela, tareas, trabajos junto con una hermana menor que te quita la computadora cada que te quieres poner a escribir... ¬¬

En fin, no pretendo ustificarme pero me refiero a que no es fácil .-.

No los entretengo más con mis motivos patéticos

Aqui el capi:X3:




Capítulo Veintiséis: ¿Libres?


Luego de un rato notaron que ninguno de ellos recordaba nada (y con nada se referían a nada que fuese posible considerar “coherente”) se levantaron, el único que parecía recordar o saber algo era Gaara, pero no parecía dispuesto a decir ni una sola palabra, de hecho, el Kazekage no había abierto la boca para decir palabra alguna, o había hecho algún gesto comunicativo, de no estarlo viendo moverse temerían que hubiese muerto.

Al no entender ni una sola pizca de lo que había ocurrido la noche anterior decidieron dejarlo pasar, y actuar como si nada hubiese ocurrido, lo cual no les era del todo fácil pero tampoco se podía decir que les resultaba difícil.

Se levantaron, se bañaron y se fueron a preparar el desayuno de la reina, como hacían cada maldita y estúpida mañana desde que habitaban ese bizarro y casi insoportable lugar, llegaron a la cocina e hicieron un desayuno de aquellos que la reina comía solo cuando había luna llena (porque según ella la luna llena te hacía aumentar de peso el doble), casi sin calorías, ni grasas saturadas, ni carbohidratos… sin embargo y a pesar de aparentar lo contrario cada uno de esos seis chicos tenía la mente más dispersa que nunca en su vida, incluso parecía que todo lo hacían por inercia.

Estaban tan absortos que solo reaccionaron al abrir las puertas del comedor, y solo por una razón, la reina no se encontraba allí, no estaba, ni daba señales de que fuese a aparecer muy pronto.

Se adentraron con lentitud en el enorme salón, esperando algo, una señal, una trampa o lo que fuera, sin embargo solo se les acercó una guerrera.

-La reina desea verlos en la sala del trono –dijo con voz fría y desapasionada, tenía el cabello color vino y los ojos oscuros y tan desapasionados como su voz, vacíos- dejen los alimentos aquí.

Se dio media vuelta y salió, dejándolos más confundidos que en un principio, y agregando otra cosa a la lista de sus dudas ¿Para qué los quería la reina en la sala del trono?

Medio suspirando dejaron los platos sobre la mesa y se dirigieron hacia la sala del trono, pensando en qué rayos querría la reina para mandarles a llamar de esa manera, si no quería comer siquiera debía de haberles dicho para que no se tomaran la molestia de prepararle su estúpido desayuno “bajo en calorías”.

Llegaron a la sala del trono y encontraron a la reina sentada de manera correcta, mirándolos seria, eso era buena señal, porque esa mujer mientras más amable se comportase más peligrosa era.

Hicieron la acostumbrada reverencia y alzaron la vista, esperando otra de las extrañas esquizofrenias de esa mujer necesitada de hospital psiquiátrico, ella nada más suspiró y empezó a hablar:-He decidido que es tiempo de tomar un veredicto definitivo respecto a ustedes –musitó la reina- después de todo no podemos seguir así eternamente.

Algunos se tensaron y otros alzaron una ceja en señal de confusión, aunque de cierta manera ella tenía razón ¿Por cuánto más tiempo podrían seguir de aquella manera? No mucho, eso era seguro.

-He decidido… -musitó y todos esperaron, esa decisión podía ser cualquiera, en realidad no les importaba lo que hiciera con ellos pero… ¿y las chicas? ¿Qué pasaría con ellas? La decisión de esa mujer con inicios de locura definiría sus vidas de ahí en adelante- que los liberaré –dijo poniendo una sonrisita mientras ellos solo se miraban sorprendidos ¿liberarlos? ¿Iba esa esquizofrénica realmente a liberarlos?

-¿Qué pasará con ellas? -Musitó Gaara hablando por primera vez en toda la mañana-.

-¡Ah eso! –musitó, casi parecía sorprendida por la pregunta- pues ellas se irán con ustedes desde luego.


Se…

Irán…

Con…

Ustedes…

Tuvieron que disimular muchísimo para que no les quedara la quijada pegada en el suelo ¿lo decía enserio? ¿De verdad? ¿Así de fácil…?

-¡Chicas! –Llamó la monarca a sus preferidas, le dolía tener que despedirse de ellas, pero sabía que era para mejor, después de todo ellas ya estaban listas, listas para auto protegerse-.

Y es que auto protegerse no solo significa acercarte a aquello que puede hacerte bien, sino apartarse de aquello que hace mal, tanto mal para llegar al punto de querer acabarse solo para no tener que aguantar el dolor… pero ahora estaban listas.

Salieron ataviadas en sus trajes de amazonas, vestidas en cuero y metal, con enormes armas cargando en su espalda, eso además de sus herramientas ninjas comunes ¿Cuánto pesaría?

-Que les vaya bien –dijo la gobernante al verlos salir por la puerta, mantenía una pequeña sonrisa, que poco a poco se amplió hasta convertirse en una macabra sonrisa de oreja a oreja-.

Porque… si ellos creían que las chicas seguían siendo las mismas estaban equivocados, esas chicas que ellos habían conocido y que lo habían dado todo por su amor a ellos… ya ni siquiera existían.

Por la ciudad todas las habitantes ovacionaban a las chicas, estas solo les daban saludos y sonrisas, los chicos caminaban detrás de ellas de manera sumisa, o más bien casi de incógnito, como si quisieran pasar desapercibidos, sabedores que más de una de aquellas mujeres deseaba exterminarlos con sus propias manos; después de todo los odiaban, y sin embargo no los miraban de aquella manera, muchas lo hacían con ironía, otras con altivez, y otras tantas… con lástima, y eso era lo que los ponía más nerviosos, seguro que no auguraba nada bueno.

Salieron de la ciudad y corrieron velozmente por la selva, parecía que todos estaban desesperados por abandonar aquella isla de pesadilla, por fin llegaron a la playa y se encontraron a la misma mujer que les había guiado, la única en esa isla que no sentía inclinación a asesinarlos, la única que quería que todo aquello saliera bien, solo miraba a las parejas con la pena grabada en cada una de sus facciones, les dio paso y todos subieron a la barca, al final se encontraron con un transatlántico que los llevaría a el continente.

Al subir al barco los chicos se relajaron, pero solo un poco más, el ambiente seguía tan tenso que se podía necesitaría una espada cargada con chakra para poder hacerle una pequeña grieta.

Al llegar al continente –después del viaje más tenso de la historia- iniciaron el camino hacia Konoha, los únicos de distinto sexo que se hablaban eran Gaara y Temari, era la primera vez que se oía decir a Gaara alguna palabra desde el día de su liberación, y no se podía argumentar que realmente hablaran, más bien se podría decir que negociaban, ambos discutían en términos “formales” si debían irse directo a Suna o pasar primero visitando a la Hokage, Matsuri de vez en cuando volteaba hacia allá, alternando miradas de molestia y anhelo.

Finalmente, Gaara se armó de valor para hacerle a su hermana la pregunta del millón, y eso solo ocurrió muy tarde, cuando todos dormían en un sueño, quizás no pacifico pero si profundo.

-¿Qué ocurrió esa noche? –preguntó mirando los ojos verdes de su hermana mayor, fijamente, dándole a entender que no estaba dispuesto a quedarse con la duda, no era alguien que hablase mucho, pero sus ojos resultaban bastante expresivos cuando se lo proponían-.

-Creo que deberías redirigir tu pregunta Gaara –dijo Temari devolviéndole la mirada- en lugar de preguntar qué ocurrió esa noche deberías de preguntarte qué pasa ahora… y solo debo decirte lo de Matsuri porque… francamente no conviene que sepas lo demás… quiero decir que eres leal querido hermano, pero ahora no estoy seguro hacia qué lado se incline tu lealtad –y mientras lo dijo miraba de reojo el sitio donde estaba durmiendo los demás chicos, Gaara suspiró y se cruzó de brazos, Temari sabía que estaba molesto, y a la misma vez resignado, pues saber eso era mejor que nada- toma la iniciativa –murmuró la rubia y para desconcierto del pelirrojo empezó a levantarse- Matsuri solo te ignora por “lealtad”, pero ninguna de nosotras le reñirá, después de todo tú nunca has pensado más que en su bien.

Dicho eso la rubia se levantó dispuesta a irse a dormir, feliz de que al menos pudiera salvar el pellejo de su hermano… suspiró, la mayoría de esos chicos se habían vuelto sus amigos, los conocía bien y estaba segura de que de no haber herido casi de muerte a sus amigas por razones totalmente idiotas aún les tendría algo de cariño.

Suspiró, ojalá todo hubiese ocurrido de manera diferente, y no para ella, pues estaba segura de su decisión, pero para las otras sería difícil… pues ellas aún pensaban en que ellos podrían tener perdón, Temari no, Temari creía que ellos no merecían perdón por haber provocado el sufrimiento de personas que estaban tan cerca de su alma, y si por el sufrimiento ajeno no era capaz de perdonar ¿Perdonaría por el suyo propio?

Quizás si, si todo hubiese sido diferente probablemente hubiera perdonado a Shikamaru por hacerla sufrir, pero las cosas eran como eran y Temari opinaba que llegados a ese punto no había vuelta atrás, miró el cielo estrellado y sus grandes ojos de color verde se cerraron para sumirse en un sueño, y deseó por unos segundos de debilidad que toda esa horrible realidad fuese un sueño del cual podía despertar.



Fin del capi


Eso es todo por ahora
Espero que me haya salido siquiera un poco más largo que los anteriores
Y además creo que me tomaré algunos segundos para responder a sus comentarios queridos lectores, o al menos a los que dejaron comentario en el ultimo capi.


ATANIH: Me alegra que te haya gustado y siento lo del tamaño del capi anterior, las incógnitas se resolverán, aunque no tan pronto, o al menos en este capi no fue.

P:D: Cualquier duda que tengan sobre estas cosas misteriosas solo dejenmelo saber y yo me aseguraré de responder a sus preguntas en el desarrollo de la historia, porque a lo mejor ustedes tienen dudas que yo no me he planteado.

FerUzuMaKi: Gracias por los halagos, no estoy segura en cuanto a lo de la mediocridad, y si, a mi también me cayeron mal esas insulsas fresas hijas de !"!"$@%&, espero que te guste este capi, gracias por el apoyo

anniie: Lamento no contestar a tus dudas en este capi, pero te aseguro que se resolverán pronto, de verdad GRACIAS por el apoyo.

Les deseo lo mejor a todos


Matta ne!!!

 

Re: Para problemas del corazón, escapar es la única solución

Ok... antes que nada pienso que ya no tiene sentido disculparse -se va a su rincón- soy una mala persona y merezco que me manden a matar...

Aún así de todos modos les ofrezco una sincera disculpa, es que estos días (más bien los últimos DOS Meses) he estado a mil por hora y no he tenido tiempo de escribir como Dios manda.

Aún así responderé a los reviews que la mediocre escritora que soy no se merece...


Zhiinygami: ¡¡Si!! los harán sufrir bastante, pero no hasta el punto de que la cosa se invierta... igual y yo también espero que los perdonen... ¿Qué pasará? (es broma, yo sí sé qué va a pasar pero así aumento el suspenso *perverso*)
P.D: Lo siento ToT


ATANIH: Agradezco de verdad que te guste tanto esta basura de fic, en realidad no han cambiado demasiado, solo en su trato hacia ellos y creo que eso se verá en el fic [o eso espero... Holly shit! soy pésima :YoYomareo..:]
P.D: Lo siento ToT


Yinn Lang: No te preocupes, mi madre también se me queda viendo así... pero cuando intentó arrojarle la silla a la pantalla... en fin, de verdad agradezco que te haya gustado y te aprecio como no tienes idea, supongo que si lo que escribo fue capaz de casi hacerte llorar soy menos mediocre de lo que creía...
P.D: Lo siento ToT


FerUzuMaKi: Lamento haberme tardado tanto ToT es solo que anduve mal, la verdad o quisiera aburrirlos con mis problemas así que me callo, en fin, mil gracias por el apoyo, de verdad tus reviews me suben el ánimo, aunque no parezca, y por lo de las musas... estoy trabajando en un cañón antimusas que harán que esas irresponsables empiecen a hacer su trabajo u.u, en fin, espero que esta conti te guste, a pesar de ser estúpida y cortísima.




Capítulo Veintisiete: Regreso.



No sabía la hora que era, no tenía ni idea de dónde se encontraba, sus neuronas se negaban a comunicarse unas con otras, solo había registrado tres hechos, y empezó a catalogarlos.

El primero: Los rayos del sol resplandecían con fuerza sobre su cabeza, podía notarlo por sus párpados enrojecidos y por el calor… hacía calor.

Segundo: No estaba sola, y eso la llevaba al tercer hecho registrado por su cerebro aún adormilado.

Las voces.

Estaba escuchando las voces, al principio eran solo murmullos bajos, pero luego su volumen fue aumentando, hasta que ya no pudo oír otra cosa; con pesadez y entre malas palabras que nunca abandonaron empezó a sacudirse y abrió los ojos.

Miró a sus cinco amigas, que habían parado de discutir en cuanto vieron que estaba despierta, todas le dieron los buenos días mientras una pequeña gota corría por la sien de Matsuri, definitivamente habían estado hablando de algo que no querían que supiera, pero ya había aprendido que cuando la gente no quiere que sepas algo definitivamente es mejor que no lo sepas, Matsuri solo suspiró con presteza y les devolvió el saludo con una sonrisa.

La luz del sol resplandecía cuando fuertemente cuando Matsuri salió detrás de sus amigas, la deslumbró por unos momentos y llevó su mano frente a su rostro en señal de molestia, cuando se habituó miró a su alrededor, todos estaban recogiendo las cosas del campamento de la noche anterior, sus ojos recorrieron toda la extensión del claro hasta posarse en unos color verde agua que la observaban con un curioso interés.

Desvió la mirada rápidamente intentando no enrojecer, desde que se había enterado de la verdad le parecía cada vez más imposible ser fría con Gaara, si desde antes le costaba casi la vida entera ¿Cómo podría ahora que estaba segura de su afecto sencillamente ignorarlo?

Sacudió la cabeza intentando apartar esas ideas de su cabeza, sus amigas la habían apoyado cuando más las necesitaba, sería justo que ella les devolviera el favor, por más que le doliera, quizás así pudiera por fin devolverles todo lo que habían hecho por ella.

Ayudó en lo que pudo mientras evitaba encontrarse de frente con el Kazekage de la arena, intentaba pensar en qué haría en cuanto llegase a la aldea, en qué diría o qué haría, y cómo se las arreglaría para seguir evitando a Gaara.

-¡Matsuri! –la llamó Temari, la ojinegra se aproximó hasta la que volvería a ser líder de su escuadrón hasta quedar frente a ella- Cerca de aquí hay un manantial de agua potable, hazme el favor –terminó con una sonrisa que mostraba todos sus dientes, extendiéndole a su amiga tres cantimploras de tamaño mediano-.

Matsuri nada más suspiró mientras estiraba la mano con una sonrisa nerviosa, a ella siempre le tocaba hacer esa clase de cosas, y no entendía por qué seguían mandándole tareas como esas si siempre las arruinaba, si la mandaban a buscar agua sin querer la derramaba, si le pedían que fuese a comprar comida perdía el dinero, y si la mandaban a traer el té se tropezaba y lo derramaba todo… ¿Por qué tenía que ser tan torpe?

Empezó a caminar en la dirección que le había indicado Temari mientras veía el suelo, no estaba dispuesta a inaugurar su regreso a casa con una torpeza, y menos por andar pensando en…

Sus pensamientos se cortaron de repente ante la visión que estaban teniendo sus ojos en ese momento.

Sabaku No Gaara estaba inclinado hacia el pequeño lago que se formaba con el agua que brotaba de una roca, su expresión era tranquila, pacífica, con los ojos cerrados y el rostro en calma… definitivamente estaba aún más guapo que de costumbre.

Pensó en irse sin molestarlo, después de todo se veía tranquilo así, imperturbable, era la misma cara que tenía cuando se paraba sobre la torre Kazekage… definitivamente estaría mal molestarlo.

Matsuri estaba a punto de irse sin molestarlo, no quería interrumpirlo, después de todo esos eran uno de los pocos momentos en que se veía en paz.

Sin embargo, para ella era imposible caminar pensando en Gaara sin tropezarse o caerse, su pie chocó con una raíz que estaba en el suelo y se fue de cara hacia él, las cantimploras cayeron de sus brazos y se apresuró a recogerlas, se levantó y se dio media vuelta, encontrándose con la penetrante mirada del Kazekage de la arena puesta sobre ella.

Tragó saliva mientras lo veía aproximarse a ella con ese paso lento que tanto lo caracterizaba, sin despegar la vista de sus ojos.

En el campamento el grupo solo estaba esperando a que los otros dos llegaran para partir, las chicas estaban juntas conversando en un rincón aparte, sobre la pequeña trampa que acababan de fraguar para su amiga más pequeña.

-¿Realmente ustedes creen que Gaara-sama se anime? –musitó Hinata, no estando del todo segura de que ese chico tan serio y frio pudiera animarse a tomar la iniciativa con su amiga-.

-Seguro –dijo Temari de manera confiada- puede que mi hermano parezca serio y frío per es decidido.

-Yo creo que lo hará –dijo Ino sonriendo de la misma forma que Temari- quiero decir… si realmente la ama tanto se armará de valor y lo hará.

Todas no pudieron más que intentar creer en las palabras de sus amigas, las cuales se comprobaron al poco rato, cuando llegaron Gaara y Matsuri, esta última con una sonrisa que oscilaba entre la peor vergüenza y la alegría más sublime que un ser humano pudiese conseguir, venía tomada de la mano de Gaara, y parecía que no la iba a soltar.

Un silbido de admiración escapó de los labios de Tenten, si, sus amigas habían tenido la razón.

Matsuri miró a sus amigas con el arrepentimiento y la vergüenza grabada en su rostro, la suplica escrita a toda ley en sus ojos negros, sus amigas le sonrieron y ella suspiró, aliviada, al menos no se habían enojado con ella.

Comenzaron el viaje nuevamente, Gaara y Matsuri iban ligeramente atrasados, dedicándose algunas miradas de cuando en cuando, las chicas solo asistían al espectáculo, contentas de que Matsuri se dejase querer.


Fin del capi.




Y encima que me desaparezco solo traigo una shit de capítulo :YoYomareo..:
Juro que el próximo será mejor T-T

el título es Razones y será GaaMatsu ¿acaso no se han preguntado por qué Gaara dejó a Matsuri? Si no lo han hecho es una lástima porque ya empecé a escribir el capi.

Juró que será mejor que esto ToT

En fin, nos vemos luego

Sayo!!!

P.D: Lean... si quieren matarme, destruirme, arrancarme la cabeza, bien.. háganlo pero no se desquiten con el fic ToT