*~Triste cuento de Hadas~*

*~Triste cuento de Hadas~*

*~Triste cuento de Hadas~*​

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Quería pensar que todo era un cuento de hadas, quería creer que la vida era fantasía. Por primera vez en la vida…no quería salir de este maravilloso cuento, pero se fue desvaneciendo de a poco, cada vez lo veía irse hasta no quedar nada de él.

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Fue un triste cuento de hadas. Pero lo veía desvanecer y sentía que con ello ya no te vería más, te veía y sentía que te perdía, y así fue. Cada vez el cuento de hadas que tú hiciste que viviera día a día se iba para no volver…
Te veía desde lejos todos los días, hasta que todas mis fantasías a tu lado se volvieron realidad, hasta que pude verte de cerca sin temor a nada ni a nadie.

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Creí que jamás te tuve a mi lado, pero siempre estuviste muy cerca de mí. Pero…ya no es así, ya no te veré a mi lado otra vez, ya no veré más tus ojos posados en mí…

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¿Qué sucedió? ¿Qué pasó ese día? Todo se volvió confuso, pero ya nada es igual desde tu partida. ¿Sabes, Kaoru?, a veces me pregunto qué hubiese pasado si yo hubiera partido en vez de ti. Tal vez serías tú el que estuviera preguntándose esto en estos momentos. Y pensar que yo daría mi vida a cambio de la tuya, pero no fue así, fue todo lo contrario. Tu partida se convirtió en un triste cuento de hadas, un triste cuento de hadas…

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El día menos esperado ocurrió lo inesperado, mi cuento de hadas en un parpadeo se esfumó, así como si nada. Me dejó un profundo vacío y una tristeza al ya no tenerlo a mi lado, sin él mi rumbo está ido; me siento perdida, pero al pasar los años fui encontrando mi rumbo, pero sin él a mi lado…

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Nos acabamos de casar, Kaoru Kaidoh y yo, Hikaru Fujiwara. Mi felicidad era inmensa, todo era alegría; ¡ES QUE SIMPLEMENTE NO CABÍA TRISTEZAS ESE DÍA EN MI ALMA! Pero… no fue así, porque poco a poco, al pasar las horas… todo cambió.

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Nos dirigíamos a “nuestra noche”, un chofer conducía. Yo veía a Kaoru y no lo creía ¿cómo un ser tan frío como él se pudo fijar en una chica como yo? Lo menos que se me vendría a la cabeza era que me casaría con el chico de mi hermoso cuento de hadas.

- ¿Qué sucede, Hikaru? –me preguntó, pero yo solamente lo veía ilusionada y con lágrimas-. ¿Qué sucede? –volvió a preguntar-.
- No, nada… Solamente que no puedo creerlo, aún no lo creo. Te amo, te amo Kaoru. Y muchísimas gracias –lo miré con ternura y con lágrimas rondando mis mejillas-.

Él me besó en los labios… Tan cálida me sentía teniendo sus labios junto a los míos, se sentían tan dulces que parecía irreal.

- ¿Qué no puedes creer, pequeña? ¿Gracias? ¿A qué se debe? Yo diría que es todo lo contrario, gracias a ti por soportarme. Y no importa lo que pase porque siempre estaré a tu lado. Yo también te amo –me dijo con la sinceridad y felicidad dibujada en sus labios, esa felicidad que sólo me demostraba a mí-.

Sus palabras: “te amo”, me alegraban tanto escucharlas de sus labios ¿Y a quién no? Tanto costó para yo escuchar tales palabras, es tan terco que hasta hace un año no aceptaba que me amaba y menos las decía, pero por sí solo las dijo. Pudo darse cuenta que me amaba y me amaría para siempre; sus gestos, sus pocas palabras ¡TODO!, me decían que él me amaba, pero por su terquedad no dejaba que aceptara lo que en verdad sentía.

- No puedo creer que en estos momentos tú y yo estemos casados, que tú te fijaras en mí, que tus labios solamente me besarán a mí y que desde ahora tú y yo… -me sonrojé al tener esos pensamientos, aunque ya debería acostumbrarme a tenerlos-. Gracias porque hiciste y seguirás haciendo que viva en un cuento de hadas. Eso espero; tenerte siempre a mi lado, amándome y protegiéndome –lo abracé y besé sus labios dulcemente-.

El chofer nos miraba con satisfacción, por un momento me avergoncé…

- No, a ti, pequeña. Y no dudes que así será, para siempre-.

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De un momento a otro y sin esperarlo, un auto que venía en dirección contraria y a una gran velocidad… se pasó para el lado en que veníamos nosotros.
No sé qué pasó, todo se volvió nublado, yo sentía que tenía un cuerpo encima de mí, el de mi amado… Las últimas palabras que pude escuchar antes de quedar inconsciente fueron las de él: “Jamás olvides que te amo, que doy mi vida por ti y que sin importar nada… yo seguiré aquí contigo. Por ahora me voy, pero me fui con la satisfacción de ver tu sonrisa, de ver que te protegí con mi propia vida. Y recuerda, solamente es un hasta luego. Te amo, pequeña”. Después de esas palabras no supe más de lo que sucedía a mi alrededor, sólo oía desde lejos ambulancias, personas y lágrimas brotar de mis ojos… no comprendía nada de lo que sucedía, pero sentía que mi mundo se derrumbaba.

“Y todo se volvió oscuro, sentía que con cada lágrima inconsciente que derramaba… mi cuento de hadas se derrumbaba. Y sentía que te perdía, y te veía en la lejanía…”

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- Pero, ¿sabes, amor? Recordarlo me hace daño y a la vez alegría. Hace diez años de tu partida y duele, pero tus palabras quedaron grabadas en mi alma. Gracias por protegerme ese día, gracias por hacerme vivir un cuento de hadas que se convirtió en un triste cuento de hadas, gracias… Hoy a diez años de no verte, aún me pregunto qué hubieses contestado la vez que te pregunté qué harías sin mí; y te reías y me lo preguntabas… Hoy a diez años de seguir amándote, digo: Kaoru, ¿sabes? Estoy superando tu partida, pero es un hasta luego, porque sé que te veré de nuevo…-.

“Y en un parpadeo, mi cuento se convirtió en un triste cuento de hadas, superando día con día la partida del único ser que amé y que me dejó una gran alegría en mi vida”

- Hoy te digo: Kaoru, tu hija cumple 10años. Aunque después del accidente fue que me enteré de mi embarazo, pero hoy ella está a mi lado. Ojalá y la vieras, es tu vivo retrato-.

*~Triste cuento de Hadas~*​

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