Ojos Miel

Re: Ojos Miel

Aqui les dejo la continuiacion de la historia, espero les guste!




-¿No crees que… le… mo… moleste?
-¡Será tan tonto!- dijo su amiga ofendida.- Si no se la quieres dar de frente, solo ponle dedicatoria y yo se la entrego.
-Humm…- Asintió con las mejillas coloradas.
Tomó una hoja aparte y escribió:
“Hola, ¡Feliz cumpleaños!
Ya sabes que siempre contarás conmigo,
Tu amiga… Myrem ♥”
Metió la hoja en el sobre junto con la tarjeta y la entregó a Aibsa. Ella salió corriendo y fue a donde Matt, Myrel miraba por la ventana de su salón, Aibsa le daba la tarjeta a Matt, él la leía y la guardaba.
Se sintió feliz al verlo.
Pasó la siguiente clase, que era geografía pensando sólo en Matt, abrió su libreta y con grandes letras comenzó a dibujar su nombre, corazones y cosas de ése tipo rodearon aquellas grandes letras realizadas con esmero.
Para finalizar su ensimismamiento escribió:
Sé que tú no me quieres
Como yo te quiero a ti,
Y aunque sé que mío no eres,
No puedo vivir sin ti.
Sabes muy bien que te amo
Que estar a tu lado me hace feliz,
Y aunque mi amor te haya confesado,
Es tan difícil vivir así…
Comprendo que esos ojos
No me miran como quiero,
Comprendo que tus manos
No me tocan con amor
Y aún así te quiero
Y no te miro con rencor.
No me importa que hoy no me quieras
Que no me quieras como te quiero a ti,
Más yo quiero que tú sepas…
Que nunca, jamás me voy a rendir.
La siguiente clase era música y por lo tanto tendría que verlo por una hora, tendría que estar al lado del chico quisiera o no, estaba nerviosa, no sabía qué le iba a decir Matt.
Entró dudosa al salón acompañada de Derek y Max que la fueron a su salón antes de dirigirse a su clase, se fue a sentar a un rincón lo más apartada posible de la entrada para no tener que mirarlo enseguida, no se sentía preparada. Al fin el chico entró al salón y en seguida comenzó la clase, no pudo evitar mirarlo y se quedó como de costumbre, hipnotizada por aquella perfecta figura, el chico sintió su mirada y volteó, la miró con ojos inescrutables, le preguntó si le había llamado, a Myrem no le había dado tiempo de alejar la mirada así que no le quedó de otra que inventar algo, lo primero que se le viniera a la cabeza para no quedar como una tonta, lamentablemente su cabeza se quedó en blanco, le sonrió apenada, el chico le contestó la sonrisa -aquella perfecta sonrisa le había hecho sonrojarse aún más- el chico le mostró la lengua pícaramente y ella hiso lo mismo -Suspiró, estaba segura de que él no se había molestado- Le gustaba sacarle la lengua al chico y que él hiciera lo mismo, era una especie de juego entre ellos dos, el chico le volvió a sonreír y le guiño un ojo, sintió que se sonrojaba más y prefirió bajar la mirada a sus tenis.
Después de terminada de ensayar la primer canción Matt se acercó a ella y la tomó del hombro, ella sólo intentó no temblar.
-Myrem…
-¿Mande?- odiaba que a cualquier contacto con el chico se sonrojara, debía acostumbrarse después de más de un año a estar cerca de él sin embargo era como si siempre lo acabara de conocer.
-Te quería dar las gracias por la tarjeta… es muy bonita- sus dientes relucieron ante una agradable sonrisa.
-Oh…- no sabía que decir, estaba realmente apenada- De… de nada.
Se acercó a ella y la abrazó, para ella era algo realmente inesperado, su corazón latía rápidamente, hiso lo único que podía, disfrutar el momento, se recargó en su hombro y sonrió.

=CAPITULO VI=
“Entre dos amores”
Octubre pasaba rápidamente y con ello se acercaba un evento que emocionaba al colegio entero y lo llenaba de sed de triunfo por ganar, por hacer la mejor, la más grande, la más vistosa y abundante ofrenda.
Myrem estaba aún preocupada por no hacer más evidente su amor por Matt, le hablaba, pero con cierta reserva, ya que le daba pena hacerlo, lo miraba vagamente y al cruzarse su mirada con la de él, prefería fijar su vista lo más lejos que podía de aquellos ojos miel, trataba de ocultar su rostro para que no notaran sus sonrojadas mejillas.
Faltaban unos días para el 1° de Noviembre, que sería el día que se llevaría a cabo el esperado concurso de ofrendas.
Se encontraba sentada en el pasto pensando en Matt, sin embargo habían otras varías cosas que la preocupaban, quería que ése año ganaran alguno de los tres primeros lugares en la tabla de calificaciones, sin embargo aquello sólo le parecía un sueño lejano, del mismo modo que la feliz compañía de Matt, los chicos de otros salones estaban mucho mejor preparados, aparte de que tenían un mejor asesor de grupo, de hecho su salón ya ni siquiera tenía; por otro lado, dentro de su lista de preocupaciones estaba Derek, el chico pelirrojo de profundos ojos marrón que siempre la acompañaba.
Él había notado los días en que Myrem había estado triste por la conversación por mensajes que tuvo con Matt, ella le había contado todo, él la consoló y apoyó mucho en ésos días haciéndole olvidar por momentos al otro chico, sin embargo, habían veces que al volver a tratar el tema el chico se deprimía o solía ponerse demasiado hosco. A pesar de todo, Derek se había convertido en alguien muy importante, alguien primordial en su vida.
Vivi se acercó a ella haciéndola sobresaltarse, se sentó al lado de ella aún callada y luego la miró por encima de sus gafas de armazón negro y ligero.
-¿En qué piensas?- su mirada era tranquila, profunda, sincera.
-Ya sabes… yo y mis confusiones- dijo la chica suspirando y bajando nuevamente la cabeza para analizar el pasto que estaba bajo sus pies.
-¿Confusiones…?- dijo la chica más para sí misma que para su acompañante.
-Si- contestó la otra tomando una hoja del pasto.
-Tal vez el contarme las cosas te podría ayudar…- sugirió mirando tranquilamente el cielo. Vivi era una chica menuda de cabello negro y gafas; era bastante tranquila y en algún momento Myrem creyó que sería toda una “cerebrito”, sin embargo sólo era calmada.
-Pues verás…- contestó al fin- Eh estado pensando mucho en Matt, creo que es… ya sabes… muy lindo y… realmente lo… quiero, él ya lo sabe pero- se interrumpió a sí misma y en sus ojos brillaron las lágrimas- él no siente lo mismo por mi- terminó con un prolongado y profundo suspiro.
Vivi sólo la miraba y escuchaba atenta cada una de sus palabras.
-Además- continuó mientras sus ojos se entornaban- odio verlo junto a Hana y Andrea, me revienta verlo tan cerca, verlo tanto jugar con ellas, yo sé, estoy casi segura que Andrea está enamorada de él ó mínimo le gusta-dio un gritito de molestia- ¡Eso me hace crispar!
Vivi sólo le dio una casi imperceptible sonrisa.
-Aparte –prosiguió- me preocupan las ofrendas, no quiero ir desde temprano porque es muy cansado, además Matt tampoco asistirá… pero- se detuvo a pensar- por otro lado… Garrett, Beth y Derek creo que sí van a ir.
Por primera vez desde que había comenzado Vivi la interrumpió con una ceja levantada.
-¿Derek?- preguntó riendo por lo bajo.
-¡Oh!...- se quedó pensando sonrojada y con la mirada baja- es que… pues tú sabes… él es mi… amigo y… le he tomado bastante… cariño- terminó titubeante con las mejillas acaloradas. Hablaba como si se tratara de una mascota a la que necesitara a su lado.
-Está bien, dime… ¿Qué tanto es ése cariño, cuéntame cómo es tu…-pensó vacilante- relación con el chico?
Al escuchar la palabra “relación” se le hiso un nudo en el estómago y sus ojos se abrieron a forma de plato y luego contestó rápidamente- ¡Derek sólo es mi amigo!
Vivi rió con su acostumbrada y a veces exasperante calma- Yo no decía que su relación fuera de algo más.
Sus palabras eran completamente verdaderas, demasiado y poco convenientes para la reacción de la chica.
-oh…- sus mejillas como de costumbre, se sonrojaron- pues verás… es muy lindo conmigo y… me gusta estar con él, me gusta cómo me abrasa y… cosas así… y…- se detuvo a pensar con el ceño fruncido- a veces dice cosas raras.
-¿Raras? ¿Por qué raras, como qué?- la chica analizaba cada una de sus palabras.
-Hummm…- se puso aún más colorada- es que… el otro día me dijo que le gustaba mi…- sonrió al recordarlo- piel o algo así, que le gustan mis ojos y …-trató de recordar exactamente sus palabras- bueno… tu entiendes.
Vivi la miró por encima de sus anteojos con una sonrisa cómplice.
-Y tú…-dijo cerrando los ojos ocultos por las gafas- ¿No sientes nada por él…?
-¡No!- negó automáticamente hasta cierto punto ofendida, luego reflexiono y su gesto se volvió menos duro- ó… bueno… no lo sé aún así aunque tal vez lo quisiera un poco, Matt es el único y al que más quiero…
-Está bien…- dijo ya sin insistir- pero, tal vez… deberías pensarlo

 

Re: Ojos Miel

Aqui esta un poquito de la continuacion prometo pasar lo demas pronto.

-Está bien…- dijo ya sin insistir- pero, tal vez… deberías pensarlo
Myrem no respondió nada ya, solamente se quedó muy absorta en sus pensamientos.
Matt era el chico más lindo que conocía, era risueño, deportista, le gustaba hacer bromas y además… era el dueño de su corazón, lo amaba, lo quería más que a cualquier otra cosa, verlo le hacía feliz y sentirlo cerca (aunque no sintiera su piel) era para ella lo más maravilloso. Por otro lado, estaba Derek, un chico lindo que la hacía feliz, que la quería y que era muy amable con ella. En todo caso esto la confundía ya que por un lado su amor no era correspondido y por el otro la quería más de lo que ella podía quererle.
Pasó pronto la tarde de aquél día y llego el anochecer, ella se sentía cansada y aun estaba aturdida de seguir pensando en Matt y Derek, no se lo había podido sacar de la cabeza desde la mañana, al fin llegó la noche y con ello la hora de dormir, así sus pensamientos se apoderaron de ella completamente.

El cielo estaba completamente nublado, la luna se distinguía vagamente entre las oscuras nubes, el cielo se comenzaba a iluminar, el viento soplaba levemente. Una chica pequeña de cabello claro se encontraba parada en el centro del patio de su escuela, parecía no estar sola, alguien se acercaba sigilosamente, un chico también pequeño de unos 13 años, de cabello corto y oscuro, caminaba de puntillas hacia la chica que contemplaba el cielo sin darse cuenta de lo que la rodeaba.
-¡Myrem!
La chica se sobresaltó y dio un grito ahogado. El chico comenzó a reír.
-¡Matt! No sabía que estabas aquí, ¿qué pasa?
-Nada, vamos a jugar ¿sí?
Myrem volteó y se dio cuenta que estaba en la escuela, llevabas puesto el uniforme y un balón de basquetbol estaba en una esquina que momentos antes no había mirado.
-Está bien- contestó con voz apagada mirando tímida a su interlocutor.
Jugaban los dos, ella a veces sólo se quedaba mirándolo, él de vez en cuando le enseñaba la lengua en son de burla, algo que le hacía sonrojar.
Le lanzó la pelota.
-Tómala y no dejes que te la quite- la retó.
Comenzó a rebotar el balón y corrió, él la alcanzaba muy fácilmente, al fin se quedó parada sin botar la pelota y le dio la espalda al chico para intentar proteger el balón. Las manos del chico la rodearon, ella se sonrojó y lanzó el balón, poco a poco se fue volteando hasta quedar cara a cara con él.
-Matt…- dijo con un hilo de voz y las mejillas completamente rojas.
Se quedaron mirándose por algún tiempo que le parecieron horas.
-¡hey!- alguien les llamaba.
Al instante de escuchar la voz ambos se separaron antes de voltear a ver de donde procedía y antes de que lo pudieran descubrir unas pequeñas y suaves manos le cubrieron los ojos.
-¡Hola niña!- dijo alegre la voz.
Ella sabía perfectamente quién era, aquel aroma, aquellas manos, aquella suave voz no podían ser de otra persona. Bajó poco a poco las manos que le impedían mirar.
-¡Derek!- dijo contenta.
El chico la abrazó y se la llevó a sentar a una banca que hacía unos instantes no estaba. El chico le acariciaba el cabello mientras ella jugaba con sus manos.
-Myrem…- dijo en un susurro tomándola por la cara y alzándola hasta estar a la misma altura los ojos de ambos.
Ella lo miró perpleja y él poco a poco se le acercó.
-¡Myrem!- Matt la miraba con los ojos entornados unos metros más lejos, ella se separó al instante y empujó a Derek.
-¿Qué te pasa?- reclamó enojado Derek a Matt.
- Eso es lo que digo- respondió retador.
-¿Qué quieres? ¿Para qué la llamaste?
- Eso es algo que a ti no te importa.
Myrem se quedó mirando a ambos algo asustada. Matt la jaló de la muñeca y la llevó al extremo de un salón.
-¿Qué te pasa, qué hacías con él?- dijo en tono de regaño.
-Eh… pues…- lo miró con ojos llorosos-sólo estaba con él.
-¡¿Sólo estabas con él?!- explotó.
-Sí- respondió con lágrimas en los ojos.
-¡Estabas a punto de besarlo!- le reclamó.
-¡No!... es… un malentendido- dijo con la cabeza baja.
Matt se acercó y la tomó de la cara, pero no con la delicadeza que lo había hecho Derek, lo había hecho con demasiada fuerza, a tal punto de lastimarla.
-Tú me prometiste que siempre me amarías- le reclamó con un falso tono de tristeza.
La soltó y se marcho con pasos fuertes.
-Matt… Matt- susurró, pero sus susurros se los llevó el viento, estaba en medio de la nada, sola, con harapos cubriéndola y sintiendo el insoportable frio.
Era de noche. La chica se encontraba tendida en su cama profundamente dormida.

 

Re: Ojos Miel

Mil gracias por dejarme continuar, espero les guste.

Las semanas y los meses pasaron sin que a ella le interesaraexactamente algo;se sentia perdida, no sabía qué hacer, no dejaba de amar a Matt, a su siempre adorado Matt, sin embargo tal vez él era solamente su amor platónico. Sin embargo Dereck era un chico sin duda muy lindo, la queria, tal vez la queria demaciado y era precisamente por eso por lo que temía tanto estar con él…
Comenzaba Diciembre y el frío le zurcaba la cara, y a pesar de ello, no dejaba de jugar por ls mañanas con su amado Matt, Dereck mientras tanto, no sabía si inteligentemente o no, se había unido a jugar ahora tambíen con ellos por la mañana… asi de alguna manera podian estar juntos un tiempo mas, a Myrem de alguna manera le molestaba que la persiguiera… según ella, sin embargo tambien le hacia sentir bien que alguien se preocupara por ella.
Sehabía organizado un torneo de invierno de basquetbol y sin duda ella ya había formado su equipo, y aunque no eran las mejores, siempre se divertían mucho jugando contra las peores y también contra las que les ganaban.
Matt, Dereck y Logan nunca faltaban a los partidos, y sobre todo Logan se encargaba de apoyarles, según él, era el “director técnico” y le hacia feliz darles órdenes y posiciones a todas las chicas a pesar de que a fin de cuentas cada quien acababa haciendo lo que se le daba la gana.
Sin duda se había planeado un convivio navideño, en el cuál Myrem, Garret y Beth participarían y claro esta, también se habían anexado Dereck y Max que ahora formaban un vihinculo muy estrecho en su círculo amistoso.
Beth y Myrem se ponían de acuerdo para salir a comprar el regalo de sus amigos…
-No puedo creer que ya tan pronto sea navidad…- Señaló Beth haciendo cuentas con los dedos.
-No, ni yo, además no sé qué les regalaremos- Dijo Myrem pensativa, imaginando que seria lo mas adecuado para darle a Matt que era la persona que mas le importaba, no solamente en Navidad.
-¿Qué te parece si salimos tu yo éste viernes para ver qué les regalamos.. además de lo del intercambio del salón, tengo que comprar el regalo para… cómo se llama…?- señaló a una chica extraña que le había tocado para el intercambio de regalos que se organizaba en el salón.
-¿MaJo?...-Le recordó el nombre.
-Sí, sí, ella..- dijo sin prestar demaciada atención.
Salieron aquel viernes por la tarde, casi noche debido a la puntualidad de Beth, se fueron directamente a una plaza del centro donde sabían que encontrarian todo tipo de peluches que era lo que regularmente se regalaba, además de lo más fácil de conseguir. Caminaban viendo aparadores hasta encontrar algo que les convenció.
-¡Mira! – gritó emocionada Beth de haber encontrado algo que le encantaria a quien a ella le tocaba regalarle- éstos perritos de peluche le fascinarán…- Seacercó y los tomó mientras Myrem observaba distraída otras cosas, se acercó Beth para que le prestara atención cuando vió algo que la volvío a emocionar demaciado, lo suficiente para que elevara una octava su tono de voz.
-¡Mira que bello gato!- Señaló un pequeño gato amarillo de gigantescos ojos miel en la parte mas alta del aparador- A Matt le gustan los gatos… ¿No?- Dijo moviendo las cejas tentadoramente.
-Cierto…- Comentó Myrem- ¡Se lo comprare! Apuesto a que le encantará- Se emocionó también y ambas comenzaron a reír e imaginar las reacciones que tendría Matt por supuesto todas completamente descabelladas.
-Pero…- Comenzó a dudar Myrem, aunque ya tenía el regalo envuelto en las manos-¿y si no le gusta? ¿Cómo se lo voy a dar? Tal vez prefiera regresarmelo o tal vez se moleste y me insulte…- La voz se le fue apagando hasta casi llegar a un susurro.
-¡Sería un Idiota y se las vería conmigo! Ya verá ese petulante, sangron, payaso si se le ocurre hacerte eso, ya bastante es con que tú le des algo como para que aparte se ponga grosero…- Concluyó molesta.
-Esta bien, tienes razon… pero será mejor que tú seas mi mensajera.
-Claro, yo hare la entrega especial- Le sonrió a su amiga.
Era un día antes del convivio navideño cuando charlaban Max, Beth, Dereck y Myrem.
-… nosotras ya tenemos los regalos navideños…- Comentó Beth jugando con Max.
-Sí, hemos comprado cosas lindas, aunque en realidad nuestro presupuesto no es muy elevado y solamente les hemos podido comprar chocolates y targetas…- Dijo Myrem con voz tímida, Dereck la contemplaba sin ningún cuidado, Myrem se percató de ello y le sonrió- Máste vale que tú también me des algo…
-Cla… claro,yo les daré lo mismo… chocolates y targetas- Su tono de voz presumia que no tenia nada de lo que afirmaba, en cambio Max fue mas sincero.
-La verdad yo no les dare nada,pero ya saben que por eso no las dejaré de querer… y creo que ustedes a mi tampoco- Su tono de broma les hiso aceptar su “oferta”.
Era yael día de la celebración navideña y dentro del salón todos se dieron sus regalos, después se juntaron Beth, Max, Dereck y Myrem para hacer su intercambio de tarjetas, Garret ya les había dado las suyas que por cierto eran las más bonitas.
-Esta es la tuya…- Myrem le extendió la mano a Max con una tarjeta de sobre rojo y luego sacó de su mochila un chocolate envuelto en papel plateado.
-¡Ya me quiero comer mi chocolate, se ve riquisimo!- Más tardó Max en recibir su chocolate que en terminarlo.
-Y ésta es para ti- Miró sonriente a Dereck que la miraba tan tierno como solia mirarla a ella, no pudo evitar que sus mejillas se sonrojaran, tomó el chocolate y la tarjeta tomando con ello también su mano y acariciandola, se miraron cómplices y se sonrieron nuevamente creyendo que los demás no los miraban.
Max garraspeo para que ellos volvieran a la realidad.
Beth entregó de igual manera sus chocolates y tarjetas, todo creado por ella y se llenaron de pies a cabeza por el exceso de brillantina que su amiga habia usado como adorno.
-Bien…- Myrem nuevamente se dirigió a Dereck- ahora tu nos debes nuestras tarjetas…
-Lo siento, las he olvidado, pero prometo darselas por la tarde- Y es que en realidad tambíen habría una quermes por la tarde en su escuela por lo que muchos, principalmente los mas pequeños del colegio (incluyendo a Myrem y a sus amigos) estaban muy emocionados.
Cuando ya era la hora de salida, Myrem le recordó a Beth del favor que le había pedido, de hacerla de mensajera a lo que ella accedió plácidamente y se fue contoneando hasta en donde estaba Matt. Mientras tanto, Myrem observaba escondida lo más lejos posible, el chico tomo el regalo, agradeció, tal vez, y siguó jugando basquetbol como siempre.
Beth regresó hasta donde se encontraba Myrem.- Bueno, ya esta…dice que gracias.
Fuera o no lo que el chico había dicho, la hiso sentir mejor.
Por la tarde, todo mundo estaba exaciado, vestido con sus mejores ropas, cada uno de los alumnos se pavoneaba en grupitos y caminaban juntos de aquí para aya. Myrem, se encontraba con Aibsa platicando cuando Dereck se le acercó.
-Te estaba buscando…- Dijo el chico sinceramente.
-Oh, ¿Qué sucede?- se acercó a él mientras Aibsa se hacia la distraída.
-Sólo quería darte esto- extendío la mano mostrando un “chocolate vaquita” (un chocolate de barra, bastante sencillo) y una tarjeta que notoriamente él mismo había impreso e intentado recortar.-Le sonrió esperando un cumplido.
-Muchas gracias- Contestó Myrem conteniendo la risa de la sencilles de sus regalos- eres muy lindo, realmente te lo agradesco.-aquello lo decía de todo corazón.
Aibsa volteó y Myrem siguió platicando con ella y comenzaron a caminar dejando ahí parado a Dereck, quién las siguió porque de alguna manera queria estar con Myrem.
-¿Qué quieres?- Preguntó molesta al notar que las seguía.
-Nada esque…- No sabía que decir, pero inventó la primer excusa que se le vino a la cabeza- No te gustó lo que te dí, seguramente piensas que es muy feo…- dijo aparentando estar enfadado.
-No, no, para nada, es muy lindo de tu parte, lo traigo guardado, no se porque dices eso.
-Esque no valoras lo que hago por ti, como tu me diste algo bonito no te gusta lo que te di, siempre me haces menos…- Myrem estaba deconcertada, no sabía de donde había sacado aquella platica que no tenía nada que ver con nada.
-No sé de qué me hablas… pero si te molesta tanto, no te preocupes, yo no quiero nada- Tomó la tarjeta que tenia guardada en el bolsillo del pantalón y la tiro al suelo, dandose después la media vuelta y dejando ahí plantado recogiendo su propio regalo a Dereck.
Mientras, Matt viviasu vida con otras chicas, jugando, platicando, bailando… simplemente sin darle la menor importancia a Myrem, mientras ella lo observaba desde lejos con el corazón en una mano.