El jóven de los ojos verdes y el caballero escarlata

Re: El jóven de los ojos verdes y el caballero escarlata

Hola paso a dejar otra parte de mi la historia hehe. Y aquí esta:
Caminaron sólo unos pasos, entraron a un pequeño salón en medio del cual había una brillante espada.
-“La espada de Oded”-Murmuró por lo bajo el chico.
-Así es y tal vez tu tengas el honor de sentirla entre tus dedos…
-¿Tal vez? ¿Sólo hemos venido aquí a que me la muestre?-protestó indignado.
-Con ése “tal vez” me refería a si es que te Acepta…
-¿Me acepta?-Repitió la frase tratándola de asimilar.
-Si la espada de Oded acepta al caballero que la haya de portar, éste será uno de los mejores si es que bien le sabe utilizar. Más si la espada le rechaza, al caballero quemará y le habrá de encadenar la amargura por más de una eternidad-Recitó el anciano el discurso explicando al joven que le miraba maravillado.
-Perdone usted señor, no quiero parecer grosero, pero no sé si recuerde que tengo unpoder con el cuál puedo matar y creo que no me hace falta una espada para acabar con mis rivales.-Dijo terco el joven.
-Testarudo eres muchacho-contestó mirándolo muy fija y escalofriantemente-ésta espada no es como cualquiera, te ayudará a crecer y ser más fuerte, nunca fallaras contra nada, y poco a poco habrás de adquirir nuevas y mejores habilidades. Además debes de aprender a controlar tu poder, a sólo matar a los que son tus enemigos.-Le miró con paciencia-Dime, ¿qué harás cuándo quieras tocar a alguien sin lastimarle?-Lo miró fijamente con aquellos ojos que helaban el alma
El chico medito durante varios segundos, bajo la mirada. Ése era un problema que siempre había tenido, no podía tocar animal, hombre o mujer alguna sin asesinarle, se sentía sólo y así había aprendido a vivir.
El viejo interpretó su silencio como una reiteración a sus palabras, tomó la espada de su pedestal y se la tendió al ojiverde. El chico la miró y titubeó un momento, si la agarraba sabia que algo o muy bueno o muy malo le pasaría, tenía miedo. Tendió la mano. Sintió como algo le recorría las venas, era una sensación muy extraña, parecía al principio un escalofrió horrible que le hacía temblar, después un calor que le inundaba y le hacía sentir bien, le hacía sentir fuerte, animado, como nunca antes se había sentido, feliz.
El viejo lo miró impresionado, se hecho para atrás, un destellante resplandor dorado cubría al caballero de ocre junto con su bella espada.
-Creo… que harán un buen equipo-Murmuró impactado el hombre. Por fin en toda la estancia del ojiverde ahí se le veía a aquel caballero una sonrisa sincera.
Salieron ambos del cuarto inmenso, llegaron a la biblioteca, cerraron la entrada al salón, el viejo reacomodó sus libros uno a uno, mientras el muchacho admiraba aquellos obsequios que el Caballero Escarlata le había dado. Hervía en ganas de salir a utilizarlos.
-Bien, primero necesito que aprendas a controlar todo lo que sabes y aprendas más cosas. Después partirás a realizar tu trabajo encomendado. Mantén vigilada tu espada y procura tener abierta tu mente-Dijo el anciano. Y antes de que el chico pudiera replicar nada, la biblioteca se volvió obscura, se lleno de una extraña neblina muy densa mientras su cuerpo se desmaterializaba. Todo desapareció sintió una felicidad y paz infinita y todo a su alrededor se desvaneció.