Colectivo [Dedicado: Senritsu]

Colectivo [Drabble][Dedicado: Senritsu]

Colectivo.

Si, la parada, ¡Dios! Que frío hace, y claro, tonta, está lloviendo. Aunque no es una lluvia fuerte, sino que el cielo llora en silencio, inundando a los que estamos a sus pies poco a poco.

En mi afán de no congelar mis piernas ni pensar en el porqué de haber llorado en clase y el porque de estar un tanto enfadada, me doy cuenta de que dos personas me acompañan. Mi cabello cae en cascada por la campera azul, ¿Por qué no me pongo la capucha? Ni idea… que mente la mía, ¿no?

¿Por qué me doy cuenta de las cosas cuando ya es tarde? Apenas tres minutos después de contar el porque de mi llanto en la clase de Sociales me doy cuenta de que se lo conté a esas dos personas, y veo –con poco, muy poco, asombro- que mi amiga se ríe. Y claro, que ese niño tonto, que tanto me gusta, se riera de que lloraba de la risa parecía bastante… ¿Cuál es la palabra? ¿Tentable? Si, creo que esa es la que usan mis compañeros.

Al poco rato de esperar –unos cinco minutos- mi cara tiene el seño un poco fruncido. ¿Por qué demonios acordarme de eso que hablaba el chico que me gusta –que no era el que se reía- me señaló cuando hablaba con mi amiga querida? Claro, luego le robé un beso en la mejilla y miré sus ojos celestes durante un rato… pero yo quería saber. ¡Mierda!

El colectivo no llegaba, bueno, yo no me iba en él, pero: que demonios. Al entrar a la heladería de junto a la estación compramos unas Saladix* y sí… es algo irónico: ¿Por qué estaba abierta una heladería con esa llovizna? ¿Por qué compramos Saladix en una heladería? ¿Cómo el colectivo, que debía estar más o menos vacío, no llegaba?

Ya iba al menos unos trece besos en las mejillas de ambas personas, Triana no quería besar la mía y no querían dejar que me fuera. Cielos… ya quería irme a mi casa que quedaba a tres cuadras.

Vi pasar a un chico lindo, y luego el colectivo al fin llegó, ahora, si el tránsito se iba, el colectivero llevaría el vehículo a la parada. ¡Al fin! Di un último beso en la mejilla de Triana y la otra persona le besé la mejilla, muy cerca de los labios, pero no en ellos… entonces sin ni un gramo de vergüenza le dije al oído “Yo quería un beso que sí es beso.”

Triana estaba yendo al autobús mientras mi querida amiga Camila besaba mis labios levemente, no era la primera vez, y estaba segura que no sería la última.

Caminé hasta mi casa con una sonrisa en el rostro, ella era la única que satisfacía ese gusto lésbico en mí.



***



Bien, como dice, dedicado a mi querida OkitA


Saladix: Galletas saladas saborizadas que se venden en Argentina.