¿ángel O Demonio Del Tenis?

Re: ¿ángel O Demonio Del Tenis?

Bueno, siento la demora, pero aquí les traigo la conti, gracias a todas, por sus preciosos post!!!!!!​

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Capítulo. 17​

El secreto de Sakuno​

Las mañanas en el Seigaku eran agradables, sí, o al menos para dos personas que se disfrutaban sin que se lo dijeran el uno al otro, si veían a su alrededor todo les parecía bello, aunque no lo quisieran admitir, era su realidad o yo me estaré confundiendo, pero su historia no empieza aquí.

— …Y fue así como mi mamá tuvo la increíble idea de llamarme Sakuno. — dijo la castaña que observaba muy atenta el entrenamiento de Echizen que no dejaba de golpear la pelota contra la pared. Ryoma golpeaba constantemente una pelota jugando, mientras la escuchaba.
— A mí me gusta tu nombre. — dijo él mientras golpeaba la pelota. Nunca supo por qué lo dijo en ese momento, intentó ocultarse bajo su gorro.
— ¿En serio? — dijo ella sorprendida. Jamás hubiera creído que él le diría algo así.
— Sí — dijo él corriendo y golpeando la pelota una vez más. Ya se lo había dicho, no podía cambiar las cosas.
Sakuno miró al cielo. Las nubes tenían formas extrañas y a la vez hermosas. Por primera vez creyó ver algo interesante en el día; solía preferir la noche.
Ryoma fijó sus ojos miel en la castaña. Aquella mañana, golpeó la pelota nuevamente antes de dirigirse a ella.
— Pareces molesta— comentó él frío como siempre.
— No. — dijo ella fijando sus ojos en el suelo —. Estoy deprimida. Me siento....vacía.— La linda Sakuno sonrió sombría.
— ¿Es por Gris? — preguntó el peliverde.
—Mi hermana no quiere que siga cerca de ella — dijo bruscamente la castaña fijando su mirada en él. Ryoma se desentendió completamente de la amarilla pelota y con un solo golpe la mandó lejos.
— ¿Qué? Sakuno-chan, ¿Gris es tu hermana?- preguntó sorprendido y sin embargo sonando desinteresado el orgulloso muchacho, tomando otra pelota y comenzando a golpearla.
— Gris-chan no quiere ser mi hermana. Ella me lo dijo— expresó muy acongojada, con la mirada perdida en algún punto del suelo.
— ¿Y eso te deprime?- respondió él sereno.
La pelota regresó luego de ser rechazada por la pared y él la golpeó con tanta fuerza que salió aún más potente.
— No quiero causar más problemas a nadie. Pero — dijo Sakuno levantándose. — No quiero que mi hermana me odie o se aleje de mí. Siempre despierto y veo el mismo hueco reflejado en mi rostro. Me desespero; grito y entro en histeria y pánico. Sólo quiero que todo vuelva a ser como antes...
— Sakuno — dijo Ryoma fijando sus ojos miel en ella—. Sakuno, no me interesa lo difícil que tu vida personal sea... — dijo fríamente, y volviendo a golpear con más fuerza la bola amarilla.
— … Sí, lo sé sólo quería desahogarme. Lo-lo siento. — dijo muy apenada la chica de las dos trenzas muy grandes, aunque ya no le sorprendía que él la tratase de esa manera, al fin y al cabo ya estaba acostumbrada.
— Entonces no va a haber ningún problema. —dijo Ryoma desentendiéndose. — de que me dejes seguir entrenando o ¿me dirás algo más?
Sakuno se pasó una mano por la cabeza. Cruzó de brazos y miró al suelo.
— Recuerdas lo que dijiste, eso de que nunca has sentido nada por nadie... — indagó la castañita.
— Sí — dijo él frío cortante.
— Imagina que lo hicieras, por única vez, y supieras que es para siempre...Imagina, que esa persona sólo le interesa el tenis. Ya no hay espacio para ti. O imagina que esa persona se alejara de ti y se enamorara de otra persona. Ya no serías el mismo — Ryoma fijó su mirada en ella. Nunca sintió tal sentimiento de tristeza, reflejado en el rostro de una mujer tan joven y hermosa. Aquello, sin duda alguna, era poético.
— Debe ser difícil. — Respondió frío y sin interés volviendo a concentrarse en su juego, nunca pensó que esas palabras le vendrían a él como una maldición.

Ryoma sonrió irónicamente y entonces vio a lo lejos, a la tenista del equipo Seigaku acercarse con Haruka.
— ¿Ella no es tu hermana? — preguntó sin prestarle mayor interés.
Sakuno abrió los ojos como platos y dio media vuelta.
— No le digas que me viste — dijo antes de salir corriendo.
Ryoma la miró alejarse y luego pasó a observar a las dos chicas discutir señalándolo. Sonrió nuevamente y siguió jugando.
Ryoma golpeó la pelota con fuerza nuevamente y ésta despegó perdiéndose de vista. Sus ojos miel se confundieron entre los café de Gris mientras ella se acercaba. Ahora lo comprendía todo.


— Ryoma — dijo Gris acercándose cautelosamente.
— ¿Qué? — respondía el despectivo muchacho dando bote a su pelota.
— Necesito que me hagas un favor — le insinuó Gris.
— No quiero — dijo el peliverde retomando su peloteo.
— Nunca digas no quiero si no sabes de que se trata, créeme, algún día me lo agradecerás — regañó la peliazabache cruzada de brazos y con el ceño levemente fruncido.
— Mada mada dane — sólo salieron esas palabras de su boca y parecía mas concentrado en su peloteo.
— Al que le falta mucho es a ti — dijo Gris comenzando a irritarse, no había duda era molesto también el muchacho, claro está, después de Kunimitsu y Keigo.
— Te importaría dejarme entrenar solo — seguía el arrogante, interesado más en su juego que en lo que tenía Gris para decirle.
— Un juego, sólo un juego Ryoma — dijo Gris resignándose y yendo directo al grano y dando justo en el clavo. Echizen se detuvo en seco había querido escuchar esas palabras desde hace varios días, quería jugar un partido contra Gris.
— ¡Jeé! — salieron de sus labios sonrientes — ¿Jugaremos ahora? — preguntó el incrédulo muchacho.
— No conmigo, jugarás contra Ayane y si logras ganarle, jugaré contigo — una vencedora Gris respondía.
— ¿Quién es ella? — preguntó, estaba claro que no le gustaba la idea, pero si esa era la oportunidad para jugar contra Gris no se lo podía perder.
— Créeme, no querrás saberlo, pero te sorprenderá. Pensé en ti para esto. No me decepciones. — logró atraparlo más con sus palabras, la idea era convencerlo de que jugara contra una niña, ese arte de enredar a las persona y engañarlas con las palabras sin duda las había heredado de Masaharu Nioh, hubo hasta un tiempo que se le había pegado lo de “Puri~”, pero esa es otra historia.
— ¿Ahora? — dudaba el pequeñín.
— Sí Echizen, ahora — le respondió Haruka, ya perturbada, también le irritaba la aptitud de ese muchacho.
— Entonces vamos — cogió su raqueta y la puso en el hombro mientras su otra mano yacía en el bolsillo delantero.
— ¡Genial! — dijo Gris siguiendo adelante.
— ¿Cómo lo haces? — cuestionó Haruka avanzando junto a ella.
— Sólo conozco sus debilidades — confirmó acercándose a la niña peliazul que ahora estaba en la cancha tocando las cuerdas de su raqueta muy al estilo Echizen.
— Ayane, ¡he aquí tu contrincante! — le presentó Gris divertida por la expresión de ambos — Ryoma Echizen.
— No voy a jugar contra ella — dijo Ryoma decidido, creía que era una burla, jugar contra una novata, no, él estaba para jugar contra jugadores de la élite no contra una niñita que aún ni siquiera sabía que era raqueta.
— No seas testarudo Piojo, si no sirve la saco del juego y punto, este será un partido de práctica, si maneja el partido, es decir si te lleva el ritmo, la incluiré en mi equipo — y eso sonaba a una orden.
— No tengo ningún problema en aplastarlo — se acercó Ayane, para sorpresa de Echizen y de Haruka, Gris reía divertida. Había encontrado el complemento perfecto para Echizen.
— ¡Jeé! — se río el peliverde, una niñita le había dicho que lo iba a aplastar, esto si que era demasiado gracioso, era patético en el sentido de que la niña se veía demasiado débil, además tenía el cabello demasiado largo.
— Haruka, si no te importa ¿puedes arbitrar tú? — dijo Gris volteando hacia la peligris.
— No, que arbitre ese niño que me jura que tiene dos años de experiencia — dijo señalando a Horio que estaba en una de sus presumidas charlas con sus amigos Kachiro y Katsuo.
— ¡Ryooooma-samaaaa! — llamaba una niña demasiado chillona y molesta para la tranquilidad de todos. — ¡Ryoma-sama! Mi príncipe, vengo a alentarte, me he enterado que vas a jugar un partido, yo te haré porras. — decía la muchacha castaña llamada Tomoka. Se había encontrado con Sakuno y ésta para despistarle le había dicho “Ryoma va a jugar un partido ahora, deberías ir a alentarlo yo tengo que ir al baño y regreso” por lo que Tomoka sin pensarlo dos veces se había ido a ver a su príncipe, “Esto es vergonzoso” pensó Ryoma que lo llevó a ocultarse en su gorra instintivamente.
— Oye tú niño, arbitra el partido de Ryoma y Ayane — ordenó Gris a Horio mirándolo amenazante.
— Claro, para eso tengo dos años de experiencia, era obvio que me llamarían para algo así, siempre hay alguien que aprecia tus habilidades. — presumía Horio acercándose hacía la zona del juez.
— Llamas a tu novia para que te haga porras, aún no aprendes — dijo Ayane burlándose de él aunque su voz sonara dulce pero sus ojos la desmentían.
— Juguemos — dijo él yéndose hacia la zona de saque. — empieza a servir tú — indicó el peliverde altanero, tenía planeado ganarle en cinco minutos.
— Gracias — dijo ella dirigiéndose a la línea de fondo.

*+​

Katsuo y Kachiro se fueron de inmediato a avisarles a sus sempais referente al partido de Echizen y Ayane, curiosamente Gris no les había mencionado el apellido de la niña para hacerlo más interesante aún, para cuando Ryoma se entere, eso sí no se lo iba a perder, claro que no.

— Sempais, sempais— llamaba Kachiro con esa voz tan linda que tiene muy agitado por la carrera.
— Pero ¿Qué pasa? — dijo Momoshiro prestándoles atención y desentendiéndose por un segundo, sólo por un segundo de ese panecillo de salchicha.
— E-Echizen jugará un partido ahora — dijo Kachiro y Katsuo asentía deteniéndose frente a Momo.
— Pero ¿contra quien jugará el pequeñín? — preguntaba Eiji, interesado.
— No lo sabemos, es una niña, una novata — dijo Katsuo aún agitado por la corredera.
— ¿Qué niña? — preguntó Oishi, acercándose también.
— No lo sé pero se llama Ayane — dijo Kachiro.
— Interesante, iré a avisarle a Tezuka — dijo Fuji empezando a correr.
— Nosotros iremos a ver— dijo Momo marchándose junto a los niños de inmediato, eso era algo que tenía que ver.
— Oye, Kaidoh — llamó Inui — Echizen tendrá un partido, vamos a ver.
— Fshhh, ¿contra quién? — preguntó acercándose y empezando a correr junto a Inui.
— Kurumi, vamos a ver. ¡Nya! — llamaba Eiji a Kurumi que justamente la había encontrado en el pasillo, la tomó de la muñeca y la llevó a rastras, ¡como era el destino!
— ¿Qué pasa? Suéltame. Eres muy molesto — decía intentando soltarse, el pelirrojo no tenía intensiones de soltarla.
— Echizen jugará un partido ahora, eso te servirá y verás lo divertido de este deporte ¡Nya! — decía el lindo Kikumaru bajando ahora las escaleras sin soltarla pero con cuidado de que no se caiga.

*+​

— ¿¡UN PARTIDO ECHIZEN CONTRA AYANE!?— se sorprendía Tezuka al escuchar semejantes palabras del Genio.
— Sí, será interesante ¿no? Tezuka — dijo Fuji poniéndose al lado del capitán que avanzaba rápido demasiado enfadado por ese pasillo.
— No puedo permitir eso ¿Quién organizó esto? Y sin mi consentimiento — se enfadó Tezuka y sus gestos lo delataban, ahora se dirigía rápido a las canchas de Tenis, mataría a quien organizó ese partido, ¿Cómo había pasado? ¿Un partido de su hermanita contra Echizen? Voltearon una esquina y luego bajaban las escaleras cuando se chocaron con una muchacha peliazabache.
— Gris, vamos a ver un partido de Echizen contra Ayane — informó el Genio sonriente.
— ¿Un partido de qué? — preguntó ella perturbada, no había encontrado a su hermana por ninguna parte. Fuji se sorprendió por un momento, recordó que Gris y Haruka habían ido a buscar a Echizen y estaba más que seguro de que ellas habían organizado el partido ese. Tezuka la miró entre sorprendido e irritado.
— De tenis, pero… ¿Te sientes bien? — preguntó Syusuke mirándola curioso.
— Sí estoy bien, pero no entiendo, a mí que me importa un partido de Echizen y Ayane — respondió ella, no le gustaba ese deporte, su mirada pasó de Tezuka a Fuji así varias veces intentando saber porque es que ellos dos la miraban así. “Claro, ¡Qué idiota! Gris debe estar allí, y ellos creen que soy ella, creo que me divertiré un poco”
— En serio ¿No te interesa? — preguntó escéptico el Genio.
— Dame una razón para que me interese un juego de tenis — preguntó ella levantando las cejas en espera de la respuesta del Genio. El genio sonrió.
— “¿Gemela? Gris tiene una gemela. ¡Interesante!” — pensó el Genio. Tezuka se sorprendió de ello. — Bueno si no quieres ir no hay problema.
— ¿Esa es una razón?... Tranquilos sólo bromeaba— dijo ella sonriendo y asumiendo algunos gestos de su hermana incrédula cruzándose de brazos.
— Fuji, ¡vámonos! — dijo despectivo el capitán empezando a caminar.
— Sí Fuji, váyanse — dijo ella empezando a caminar en dirección opuesta. Tezuka la miró de reojo tratando de entenderla. Fuji rió, pero ahora sentía una gran duda, era ella o fue Gris a la que vio el otro día en el parque, ahora se haría más difícil saber cuál de las dos era. “Tranquilízate Hanna, no puede ser tan malo, el chico tan serio pero tan guapo juega tenis, te tiene que gustar el tenis, claro que sí”
— Es cierto — expresó el Genio empezando a caminar también.

†KaTh GrIs†​

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¿Quién ganará el partido? ¿Ayane o Ryoma? ¿Qué hará Tezuka cuando se entere que fue Gris la organizadora de éste partido? ¿Sakuno saldrá de su depresión? Todo esto y mucho más.
En el siguiente episodio:
Euforia: Ayane Vs. Ryoma. Los novatos se enfrentan. El inicio de una nueva rivalidad.
*Hanna hace su aparición luego de Los primeros años en el Rikkaidai Fuzoku, ¿Qué pasará con ella? no dejen de leer… ¿Encontrará a su Anfibio? Bueno eso y más después…

 

Re: ¿ángel O Demonio Del Tenis?

Saludos!!! wenu, sólo les quería decir que
se pasen por mi Blog, para que vean
mi nuevo proyecto jajaja, y espero
que me comenten, es algo que quiero
hacer okies.... Visiten aquí:
Blogs - *†•.: ĢяЇ∫ :.•†*
Gracias...^^ eso era todo jejexD
.................
Bueno, nos vemos
y portence mal siempre...
Gambatte ne!!!!!

 

Re: ¿ángel O Demonio Del Tenis?

Saludos!!! a todas, gracias por sus preciados post..
en serio, bueno entonces subiré la conti, porque ahora sí
que éste partido está que arde, pero veanlo ustedes
...Bueno nos vemos y portece mal!!!Gambatte ne!!!
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Capítulo. 18​

Euforia: Ayane Vs. Ryoma. Los novatos se enfrentan.​

El inicio de una nueva rivalidad​

En aquellas canchas campantes del Seishun Gakuen, y bajo el sol radiante que estaba allí especialmente para apreciar algo que estaba a punto de iniciar, una nueva historia que contar, una historia que en su momento fue o creo que fue una de las más inesperadas para ese par de muchachos novatos del Seigaku, un título que les quedaba muy corto.
— PARTIDO DE SENCILLOS: POR PARTE DEL EQUIPO FEMENINO DEL SEIGAKU AYANE-CHAN Y DEFENDIENDO AL EQUIPO MASCULINO DEL SEIGAKU ECHIZEN RYOMA…— hablaba Horio en una presumida voz.
— Quieres darte prisa — se molestó Haruka al ver que el muchacho tenía para otras cinco horas más con esa presentación.
— PARTIDO A UN SET. SAQUE PARA AYANE —anunciaba Horio nervioso ante la mirada de las dos muchachas que estaban hartas de escucharlo, tal vez no fue buena idea ponerlo allí para que arbitre el partido.
La muchacha empezaba a dar botes a la pelota, su concentración era única, tenía los ojos demasiado ensimismados y abiertos. Quería derrotar a Echizen, había oído hablar de él y en el salón era todo un presumido, demasiado bueno en inglés pero no le molestaba nada de él, al menos hasta éste momento.
Hasta que al fin dio a conocer su saque y para sorpresa de todos, ésta había comenzado a atacar. Su saque era Similar al Twist Serve, pero con un mayor poder destructivo y mucho más rápido, una niña así con un saque tan potente, era realmente extraña. Ryoma tuvo poco tiempo para reaccionar, demasiado tarde. Ambos utilizaban sus derechas.
— 15 A 0 Ayane ­— informó Horio ligeramente sorprendido.
— ¿¡Eh!? — se emocionó Ryoma, la niña de dos colitas y que tenía demasiado largo el cabello había hecho un servicio increíble.
¿Cómo era posible, una novata que se veía tan débil, tener semejante servicio? Ryoma empezó a interesarse en el juego.

*+​

— Mira, volverá a hacer ese saque tan precioso — dijo Gris con su sonrisa encantadora. — de tal hermano, tal hermana.
— Que Echizen no se deje engañar por las apariencias — dijo Haruka concentrada nuevamente en el saque de Ayane y con su típico cruzar de brazos. — ¿Cómo te diste cuenta que era su hermana?
— Educada, estudiante modelo y esa mirada de superioridad en todo eso se parece al capitán. — respondió la peliazabache satisfecha con ella misma.
— Oye, Gris, ¿Contra quién juega Echizen? — llegaba Momo corriendo y ubicándose cerca de la malla.
— Una de las nuestras, una que derrotará a Echizen en su propio juego — le aseguraba Gris triunfante.
— El pequeñín ¿va perdiendo? — se admiró el pelirrojo aún sosteniendo a Kurumi.
— ¡Suéltame!, idiota, eres muy molesto — decía la castaña soltándose por fin y ubicándose al lado derecho de Gris, ya no tenía otra opción.
— ¿Cumpliendo tú castigo? — dijo Gris eso iba directo a Kurumi aunque no la mirara ni un poquito.
— Esto es peor que un castigo — le respondió la amargada Kurumi volviendo a su rostro habitual y mirando el partido.
Llegó Inui y se colocó al lado de Haruka, Kaidoh al lado de éste, todos estaban como una formación rodeando la malla para ver mejor el partido, es decir de izquierda a derecha se ubicaba Kaidoh, Inui, Haruka, Gris, Kurumi, Eiji, Oishi, Kawamura, Momoshiro, Katsuo, Kachiro y Tomoka.
— ¡Qué bueno verte Haruka! — dijo Sadaharu mirándola, “Es muy hermosa, muy hermosa” pensaba, se había desconectado del mundo, perdido en ella, la miraba y no podía dejar de mirarla.
— ¿Te importaría?, el partido está allá no aquí — le contestó ella despreciativa, no es que ella sea así sino que el tipo ese le caía muy mal, y eso de que se quedara mirándola no le agradaba ni un poquito.
— Tienes un buen servicio, pero… — decía Ryoma y ahora acomodándose la gorra la miró divertido — Aún te falta mucho.
La muchacha no le hizo caso, volvió a sacar para realizar el punto que ganaría el set; sin embargo, no fue así, el Piojo lo había contestado con un swing muy bueno y de un momento a otro logró empatarla.
— Iguales 40 A 40. — decía Horio que estaba pensando que eso era por el honor de los hombres.
— ¡Jeé! — soltó el pequeñín, pero Ayane no le tomaba la menor importancia, y volvía a sacar, su concentración era única, no había persona mas compenetrada en el juego que ella, se notaba que ella siempre tomaba en serio las cosas y que nunca subestimaba a sus oponentes.

*+​

— Echizen no la dejará ganar más puntos — dijo Oishi colocando sus manos en la malla.
— Eso lo veremos — dijo Gris con el semblante serio.
— Aburrido, aburrido, oye idiota ¿me puedo largar de aquí? — decía con ligero enfado Kurumi al pelirrojo gatuno.
— Pero ¿qué dices Kurumi? — la miraba extrañado, — el partido recién comienza.
— Kurumi, es cierto, recuerda que lo haces para aprobar el curso — le recordó Gris hábilmente.
— Tchhh — se amargó Shirai Kurumi.
— Ese peloteo parece que nunca acabará — señaló Haruka pasmada en el partido arreglando sus anteojos.
— Las piernas de la niña no lo soportarán — expresó Inui quien ya tenía un libreta en la mano — no durará mucho si sigue corriendo así, hay un 85% de probabilidades que no lo logre.
— JUEGO PARA ECHIZEN. En el servicio Echizen.
— Creo que lo hará — dijo Momo apretando los puños.
— Saque Twist — gritaron Katsuo y Kachiro.
— ¡Ah, Ryooooma-samaaaa!... — gritaba la chillona muchacha.

*+​

Lo siguiente que vieron a continuación fue increíble, ahora esto era un duelo, la peliazul no tenía intención de cederle un punto, contestó el saque de Ryoma. En el momento en que rebotó la pelota, Ayane la golpeó, lo que dio como resultado que Echizen tenga poco tiempo de reacción debido a la velocidad del disparo dándole el punto a la peliazul.
Echizen en su enfado empezó a mandar pelotas largas por toda la cancha para que la pequeñita se cansara, era cruel, pero funcionaba a la perfección y su intensión era ganar.
— ¿Quién autorizó esto? — llegaba Tezuka sumamente enojado, dispuesto a detener el partido.
— Yo — le encaró Gris deteniéndolo para que no cortara el partido, se posó delante de él amenazante.
— ¿Con qué derecho? — se quejó Tezuka lanzándole su peor mirada de asesino, limitándose en sus ojos café.
— Con el derecho que me dio la vieja a que reclutara a las chicas,… “capitán”— enfrentó Gris, no iba a permitir que el atorrante capitán se metiera en ese partido tan importante tanto para ella como para Ayane y para el mismísimo Ryoma.
— Tezuka, no es tan malo — se metió Syusuke entre los dos, o hacía eso o esos dos se terminarían peleando, con graves consecuencias.
— Es cierto, mejor ubícate y disfruta del partido — le aconsejó Gris, señalándole un lugar cerca de la malla.
— Esto no se quedará así — le dijo Tezuka poniéndose en un lugar para ver mejor el partido. Estaba con la rabia del día anterior, para la mala suerte de Gris.
Todos estaban concentrados en el juego ahora, estaban sorprendidos con aquellos dos y sobre todo con la pequeñita que no quería cederle el punto a Echizen, éste tan cruel le lanzaba pelotas a diferentes puntos con la intensión de que se cansara, Gris de ves en cuando miraba al capitán, quería saber su reacción; Inui de ves en cuando miraba a Haruka, quería ver lo bella que se veía; Kurumi de ves en cuando miraba al pelirrojo, quería asesinar a ese “idiota”.
Era momento de actuar, Echizen le lanzó una pelota justo en la esquina, la niña se lanzó con la intención de contestar el tiro, pero se resbaló y cayó contestándolo con un globo fácil para Echizen. Quién lo aceptó con gusto.
— Aaahhh — saltaba el peliverde a rematar con un gran smash. Lo que siguió a continuación dejó petrificados a todos, inclusive a Tezuka.

*+​

— Hi-higuma Otoshi — se sorprendió Oishi.
La contra de los smash, absorbió la fuerza del smash de Echizen, devolviéndolo con un lob, que cayó justo en la línea base.
— Es increíble — es lo que alcanzó a decir Gris con la boca entreabierta.
— No puedo creer que ella haga algo así — absorta aseguró Haruka.
— ¿Qué ha sido eso? — preguntó sorprendida Kurumi. ¿Kurumi interesada en el juego?, Gris la miró de reojo.
— Interesante — dijo el prodigio sonriendo maléficamente.
— Oye, ese es el Higuma Otoshi de Syusuke. ¿Tú se lo enseñaste? — preguntó Kikumaru a Fuji extrañado.
— No, jamás he visto a esa niña — dijo el Genio del Seigaku sonriendo abiertamente.
— Esto lo anotaré en mis datos — dijo Inui sorprendiéndose con esa pequeña peliazul.
— Fshhh — siseó la serpiente. — una niña le ganará a Echizen, no se lo perdonaré.
— No sabía que existiera otra persona que hiciera el Higuma Otoshi de Fuji. — dijo Momo pellizcando a Katsuo para saber si era o no un sueño y como era lógico Katsuo dio un típico gritito de dolor — no, no es un sueño.

*+​

Ryoma se había quedado atónito, la niña había contrarrestado su smash en un minuto, eso si era para merecerle respeto, desde ahora en adelante la tomaría en serio. Se dirigía a la línea de fondo el orgulloso muchacho, pero con su rostro serio, aunque sentía que se estaba divirtiendo con éste juego.
— Mmm…no está mal— dijo Echizen, mirándola profundamente.
— Aún no aprendes — le dijo la niña hablando por primera ves. Ryoma frunció el ceño en son de disgusto.
— Esa es nuestra novata — dijo Gris sonriendo a gusto.
El partido iba ahora 30 a 0 a favor de Ayane. Ryoma se volvía a preparar para lanzar otro saque Twist. Uno de sus mejores saques, luego siguió con su idea anterior. Ryoma volvió a su mismo juego de siempre hacerla correr hasta que se canse, ésta empezó a realizar algo para sorpresa de Echizen.
— Pasos instantáneos, Con estos pasos, Ayane incrementa su velocidad de movimiento y reacción — dijo Gris, la niña era toda una caja de sorpresas.
— 40 A 0
Ya casi ganaba el set con un juego limpio, Ryoma no se lo iba a permitir, Ryoma cambió la raqueta de mano, y se disponía a realizar otro saque Twist pero esta vez con su brazo izquierdo, aquel saque si que fue violento lo que impidió la rápida reacción de la muchacha, ésta frunció el ceño y cambió de mano la raqueta, sí, era zurda.
— Era zurda, debía suponerlo — se dijo Gris un poco enfadada por no haberlo notado, la expresión en su rostro la delató, por primera vez no se había dado cuenta de algo tan importante como eso.
— Nos lo ha ocultado— dijo Haruka demasiado seria y empezando a mover sus dedos sobre su brazos que estaban cruzados.
El orgulloso muchacho volvió a sacar, esta vez con menos potencia y para la mala suerte de Echizen la peliazul no dudó ni un sólo segundo en contestarlo volviendo a correr por toda la cancha para no perder un punto más; cada vez reducía más su corrida.
Si que era increíble la muchachita, de un momento a otro inició algo que dejó con la boca abierta a todos textualmente. Ella hizo algo poco común: El Tezuka Zone, todos los disparos de Ryoma ahora fueron "absorbidos" por la "Zona" y se dirigieron hacia Tezuka, para realizarlo, Tezuka Ayane usó su pie como pivote y no se movió de esa posición, aunque sólo lo pudo sostener unos momentos, Echizen había logrado bloquear el Tezuka Zone, pero a la niña le sirvió para anotar un nuevo punto.
— Bien hecho, Ayane — gritó Tezuka desde el lugar donde todos estaban con la boca abierta literal mente.
— Tezuka Zone. De tal hermano, tal hermana — dijo Gris regalándole una sonrisa al capitán.
— No entiendo nada. Nya — dijo Eiji con los ojos demasiado abiertos.
— Porque eres idiota — dijo Kurumi molestándolo otra vez.
— La hermana de Tezuka es muy buena jugando tenis — dijo Fuji sonriendo encantadoramente. Aquellas palabras dejaron confundidos a los presentes a excepción de Gris, Hayato, Kurumi, y Tezuka.
— ¿Ti-tienes una hermana, Tezuka? — preguntó Oishi boquiabierto.
— Eso también debo anotarlo — dijo Inui anotando en su libreta.
— Fshhh — siseó la serpiente — el capitán tiene una hermana pequeña.
— ¿Es cierto eso Tezuka? — preguntó atolondrado Momoshiro volviendo a pellizcar a Katsuo para comprobar si este era un sueño o no.
— Sí — afirmó el capitán, Fuji sonreía gentilmente, Gris hacía lo propio, Kurumi daba bostezos y Haruka cruzó los brazos fijándose en el partido.

*+​

— 3 a 3 — anunciaba atontado Horio, sus dos años de experiencia no le habían enseñado nada sobre las niñas.
— ¡Deténganse! — ordenaron Tezuka y Ootori al unísono ambos se sorprendieron de eso pero no se miraron.
— Ayane, ¡Ven aquí! Ya no tienes nada más que probar — llamó Gris complaciente de su nueva adquisición.
— Echizen, ¡Ven aquí! Buen juego — llamó también Tezuka.
Los dos novatos se acercaron completamente agotados, estaban sudando excesivamente. Cuando se acercaron hacia sus sempais ellos se miraron marcando el punto inicial de su historia: su rivalidad.

†KaTh GrIs†​

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¿Qué hará ahora Tezuka? ¿Ayane y Ryoma volverán a jugar? ¿Kurumi dejará de decirle idiota a Eiji? Todo esto y mucho más.
En el siguiente episodio.
Hermano nuevo, chico molesto, jugo repugnante
*¡Sayonara minna ~~!*

*†·.: ĢяЇ∫ :.·†*​

 

Re: ¿ángel O Demonio Del Tenis?

Ñyaaa!! pobre Sakuno..porque Gris chan es tan mala con ella? [ToT]
Y Ryoma tiene menos onda ¬¬ ¡que le costaba una palabrita de apoyo a la pobrecita!


jajaja, sí, Gris es mala, por eso no me cae jaja,
bueno más adelante se sabrá porque es así con
su pequeña hermanita.... y en cuanto a lo de Ryoma, no tengo nada que hacer, porque él es así, ¿O me dirás todo lo contrario?¿'¡

*¡Sayonara minna ~~!*​

 

Re: ¿ángel O Demonio Del Tenis?

jajjajjaa claro Hika-chan, cuando quieras
paras eso estamos los amigos no?¿?
ya sabes que eres como una hermana de
sangre para mi *.*
*¡Sayonara minna ~~!*

 

Re: ¿ángel O Demonio Del Tenis?

Capítulo. 19​

Hermano nuevo, chico molesto, jugo repugnante.​

El viento soplaba cantando las horas del fin de la mañana, y cerca de las canchas de tenis unos muchachos yacían con la boca abierta literalmente. Y el sol reía feliz, las nubes empezaron a tener formas más atractivas y en las aulas del Seigaku el movimiento del alumnado se empezaba a sentir.
— Oye Piojo desde ahora en adelante te adopto, eres mi hermano menor — le dijo Gris a Ryoma mirándolo perversamente, este momento no se lo iba a perder por nada del mundo.
— No quiero ser tu hermano — consiguió decirle Ryoma aún agitado cerca de Gris, Tezuka y Ayane.
— ¿Por qué Piojo? Si el capitán tiene una hermana yo quiero un hermano — le pidió Gris amablemente con una mirada tierna. La reacción del peliverde era obvia, miro a su rival con una mirada de sorpresa y de emoción a la vez, sentía que esa hermana que hablaba Gris era Ayane. Eso si eran como que varias sorpresas en un día.
— ¿El capitán tiene una hermana? —preguntó sin interés Ryoma.
— Yo soy su hermana, Ryoma-kun — dijo la muchachita que ya había recuperado el aliento.
— ¿¡Eh!? — dijo dispuesto a marcharse, no quería quedarse allí, se sentía humillado.
— Bueno mi nuevo hermanito, vas a tener que cuidarme de los pervertidos y de Kunimitsu también — le dijo despidiéndose irónicamente.
— Si como quieras — dijo Echizen levantando su mano en ademán de despedida, al parecer le gusto la idea, si esa niña tenía un hermano que jugaba tenis muy bien, él quería una hermana que jugara tenis muy bien también. “Esto es demasiado, demasiadas sorpresas en un solo día, primero Sakuno y luego Ayane. Mada mada dane”
— Muy bien hecho, Ayane — felicitó Tezuka ignorando a Gris por su comentario.
— Muchas gracias, hermano — le sonrió la niña a Tezuka, su voz sonaba dulce pero esta vez su mirada era tierna.
— ¡Bienvenida nuevamente al club! — le dijo Gris concediéndole una de sus mejores sonrisas.
— Muchas gracias Gris-sama — dijo la niña dulcemente, era tan bonita. ¿Gris-sama? Se sorprendió el capitán ¿su hermanita le dijo Gris-sama? Gris le sonrió al estupefacto capitán aunque no se notara esa expresión en su rostro, Gris sabía que era así.

*+​

Todos sorprendidos y todo, no les quedo otra cosa más que marcharse, habían perdido la hora y pronto sería la hora del almuerzo. Kurumi se fue diciendo su peculiar frase “Eres muy molesto, estuvo aburrido Eiji idiota”, Haruka tuvo que hacer un esfuerzo enorme para alejarse de Inui, no quería que se le acercara a ella así que se fue lo más rápido posible lejos de él.

— Kunimitsu, espera — llamó Gris luego de que todos se fueran a lo suyo.
— ¿Qué quieres, Gris? — se detuvo el capitán sin voltear a verla, estaba resentido, su voz era fría.
— Muchas cosas, no me preguntes eso — expresó Gris volviendo a molestar al capitán.
— Entonces di lo que tengas que decir — dijo dándole la espalda, no la iba a tolerar.
— Quiero disculparme contigo, por haber iniciado el partido sin tu consentimiento — dijo ella realmente arrepentida, no nada de eso, sólo quería molestar mucho más.
— No importa — comenzó a avanzar el capitán.
— Kunimitsu — volvió a llamar ella.
— Ahora ¿Qué? — volvía a detenerse, no perdió en ningún momento ese tono frío y distante.
— ¿Puedes voltear a verme? — se enfadó Gris, estaba segura de que el capitán a estas alturas ya sabía todo sobre Atobe Keigo y ella.
— ¿Qué pasa? — se volteó el capitán, su semblante era serio para variar.
— ¿Te gustaría acompañarme a un lugar en la tarde? — preguntó ella acercándose más al capitán, le encantaba molestarlo.
— No lo creo — respondió este, no entendía por qué le había dicho eso Gris, ¿A dónde quería ella que fuera con él?
— Pero lo vas a tener que hacer quieras o no, ¿Lo olvidas? — se aseguró de recordarle.
— Entiendo, bueno no me queda más remedio que ir contigo — decía resignado el castaño sin expresión en su rostro.
— ¡Genial! — rió triunfante — nos vamos entonces luego del entrenamiento de la tarde. ¡Adiós! — se despidió marchándose.

*+​

La hora del almuerzo pasó rápido, habían perdido clases por ir a ver el partido de Echizen y Ayane y no se arrepentían de eso. Finalmente llegó el entrenamiento de la tarde.

— ¡Kurumi! — se emocionó el pelirrojo — Kurumi-chan — llamó acercándose a ella con una gran sonrisa, ella lo miró despectiva.
— ¿Qué quieres ahora, idiota? — se detuvo la castaña que estaba dispuesta a largarse de una vez del instituto.
— ¿A dónde vas? — preguntó extrañado el lindo pelirrojo acercándose hacia ella.
— Eso no te importa — le dijo empezando a enfadarse, qué molesto le llegaba a parecer el pelirrojo.
— Si me importa, tenemos entrenamiento ya te lo había dicho — dijo resentido Kikumaru cruzando sus brazos.
— Tortura, querrás decir — dijo esta acercándose a él. — y ya pasé por eso observando el partido de la mañana.
— Pero eso no es entrenamiento, bueno, si lo es, pero… hoy te enseñaré a… jugar… te-tenis — decía ya más nervioso ante la mirada asesina de la muchacha.
— Si eres un idiota ¿Cómo vas a enseñarme? — dijo ella mirándolo aún con odio, pero interesada en la respuesta.
— Señorita Shirai-san, venimos a recogerla — llegaban los dos gordos y grandes de antes bien al terno, Kikumaru empezó a temblar.
— No, hoy tengo entrenamiento de tenis — ordenó la muchacha con su voz despectiva de siempre.
— ¿Tenis? — se sorprendieron —Entendemos señorita, discúlpenos — dijeron los grandotes alejándose, para el alivio del pelirrojo, aunque a estas altura ya no sabía que era peor si los grandotes o enfrentarse a Kurumi.
— Bueno idiota, me muero de ganas por saber ¿Cómo un grandísimo idiota como tú me enseñará a jugar tenis? — dijo la muchacha mirándolo seria aunque muy en el fondo estaba divertida.
— Ya verás Kurumisita — dijo Eiji tomándola de la mano y jalándola a las canchas de tenis. Le había gustado que le dijera que se “moría de ganas”, las otras palabras perdieron su sentido.
— No me llames así idiota, ¡Suéltame!, eres muy molesto — dijo como siempre la amargada castaña.

*+​

Allí estaban todos en el entrenamiento, Gris había conseguido que Ryuzaki le permitiera que sus nuevas reclutadas entrenaran con los titulares diciendo algo como “Mis niñas tienen más nivel que tus regulares, vieja” y Ryuzaki pensaba que eso lo tenía que ver con sus propios ojos, por eso se lo permitió.

— Allá está Kikumaru con esa Kurumi — le dijo Gris a Haruka mirando al pelirrojo acercarse con la castaña que llevaba ropa deportiva: un polo celeste pálido ceñido que enmarcaba muy bien su cuerpo y un short de un amarillo patito muy arriba de las rodillas, se veía que tenía muy buen cuerpo y a Eiji le encantaban sus piernas.
Estaban ellas dos ese día en el entrenamiento, la pequeñita no pudo quedarse y Miyu le dijo algo como “tengo que entrar en la onda” y se marchó mientras que Fukawa Rinko aún no llegaba al Seigaku, les tocó a ellas dos estar en el entrenamiento esa tarde.
— No entiendo como ella puede soportarlo, es tan… — decía Haruka mirándolos con la ceja levantada, cruzada de brazos y muy seria como de costumbre.
— Tan Eiji, sí, yo sí entiendo porque está allí con él — dijo Gris sonriendo maliciosamente pero mirándolos fijamente.
— No entiendo ¿Cómo lo haces? — expresó algo sorprendida la peligris, a veces le daba miedo, era como si leyera los pensamientos, Gris le inspiraba respeto.
— Espera y verás — dijo Gris maquinando cosas en su cabeza cosas que sin duda la llevaría a realizar acciones bien calculadas.

*+​

Eiji le dio una de sus raquetas a Kurumi, quería enseñarle cómo es que se agarraba la empuñadura correctamente, pronto ya estaba rodeándola con los brazos y tomando su mano suave para ubicarla en la empuñadura, primero ella no quiso reaccionar.
— Aléjate de mí, no creo que tomar una raqueta sea tan difícil — se soltó de él bruscamente, y agarrando la raqueta, Gris los miró de reojo, vio que volvía a pelear Kurumi con el pelirrojo.
— Gris ¿qué haces? — preguntó dudosa Hayato al ver como Gris se concentraba en Kurumi y daba botes a la pelota. — oh, ¿No lo harás o sí? — seguía dudosa la peligris mirándola un poco asustada por lo que tenía planeado hacer la peliazabache.
— Esto es para relajarme un poco, Hayato — dijo Gris lanzando una fuerte pelota directo a Kurumi. La castaña instintivamente sintió la llegada de la pelota y cambió la raqueta de la mano derecha que la tenía a la izquierda y golpeando la pelota para que no le cayera encima. Gris rió triunfante, Eiji se sorprendió.
— ¡Oh! Kurumisita eso fue genial. Nya — se emocionó el pelirrojo hasta el punto de llegar a abrazar a la castaña.
— Fue instinto de supervivencia imbécil y ya deja de decir “Nya” que no eres un gato, NO LO ERES, ¡ENTIENDELO! — gritó con furia soltándose nuevamente del feliz Kikumaru — y además… — volvía a perderse en su pelea con el pelirrojo diciéndole cuanto insulto se le venía a la mente.
— ¿Qué fue eso, Gris? — preguntó Hayato dudando con lo que había visto.
— Que se me hace que la tal Kurumi sabe jugar tenis y muy bien — dijo ella complaciente por el rebote de la pelota.
— ¿Por qué lo dices? — indagaba la peligris.
— Ella es zurda y no derecha, cambio de mano la raqueta, observa como toma la empuñadura, eso sólo lo hace un profesional, sino te has dado cuenta, Miyu toma muy mal la empuñadura; sin embargo, ella dice odiar el tenis, pero por lo que recuerdo nadie odia algo si antes haberlo amado — aseguró la peliazabache, feliz con sus conclusiones.
— No sé como lo haces pero… es cierto ¿Por qué entonces odia el tenis? — cuestionó la de los ojos carmesí.
— Eso es algo que pronto averiguaré… porque ella será la jugadora número cuatro que yo reclute — confirmaba Gris tomando su raqueta y dirigiéndose junto a Hayato a los titulares para que inicie el entrenamiento.
— Kurumi, tengo que hablar contigo — se acercó Gris a la amargada sutilmente para no perder el tiempo, curiosamente la castaña tenía la raqueta en la mano derecha.
— Si me liberas de este idiota — decía Shirai mirando con odio a Eiji. — haría cualquier cosa — mencionó para la suerte de Gris.
— Por supuesto, pero… no lo haré ahora, sería como molestarles su amena tarde, mejor mañana, te prometo hacerlo — habló Gris en una media sonrisa apretando su raqueta, lo bueno fue que Kurumi no se había dado cuenta que fue Gris quien le había lanzado esa pelota.
— No sé si llegaré a mañana, porque a parte de lidiar con este deporte tengo que hacerlo con este idiota — señalando a Eiji muy enfadada.
— Lo mismo digo yo, ¿Cómo es que lo soporta su novia? — dijo Gris interesándose en el asunto ya que Kurumi había empezado a hablarle.
— Yo no… — intentó reclamar el pelirrojo pero Gris lo interrumpió.
— Sí, su novia debe ser alguien demasiado valiente como para salir con el “idiota” — le seguía la corriente a la castaña intensificando lo de “idiota”, primero se ganaría su confianza y luego buscaría alguna excusa para que le contara todo lo que quería saber y hasta tal vez mas de lo esperado.
— Eso creo — dijo ésta, su tono de voz fue más débil de lo normal, y eso hizo que Gris saque conclusiones, quizá pronto tendría a Kurumi en sus manos, mientras que Eiji se lamentaba de su mala suerte con las chicas y Hayato seguía sorprendida por la astucia de su compañera.

— Bueno, sigue practicando más, verás que aprenderás a tomar bien la raqueta, algún día… ¡suerte! — se alejó de ellos para seguidamente escuchar a Inui que era quien organizaba el entrenamiento del día.

Después del exhaustivo entrenamiento, terminaron todos en el suelo, de agotados sería bueno, Inui les había obligado a tomar el Inui Special Vegetable Juice, que eraun zumo hecho a base de vegetales comestibles y con el sabor adaptado. A excepción de Tezuka y Fuji, los demás habían tomado el jugo, y estaban tirados en el suelo, sólo por el hecho de haber fallado en el entrenamiento de darle al cono del color que el pedía. Hasta Kurumi tuvo que tomar ese veneno, mientras Hayato Haruka pensaba que Inui se vengaba por los desprecios que ella le hacía, quizá a partir de ahora sería más amable con él para que no le obligue a tomar ese asqueroso jugo.
— ¡Qué asco! ¿Qué porquería ha sido eso? — dijo Kurumi reincorporándose y limpiándose la boca. — eres un idiota, tu idiota como te llames, yo no soy una titular como para que me obligues a tomar semejante porquería — le gritó a Inui demasiado enfadada, parecía que iba a golpearlo.
— Soy Inui Sadaharu y si estás aquí es porque aceptaste el entrenamiento, no me culpes — dijo Inui con una sonrisa maliciosa y Kurumi le lanzaba su mirada asesina.
— Eso no es todo, a parte de repugnante, no se lo diste a Kunimitsu ni a Syusuke — se levantaba Gris con gestos de malestar y la mano en su estómago, los aludidos la miraban de reojo.
— ¡Qué cruel! ¿Por qué me diste esa porquería a mí? — se quejó Haruka poniéndose de pie y mirándolo con ojitos tiernos.
— Lo-lo siento Hayato-san pero eran las reglas — Inui se sentía culpable, le había hecho daño al amor de su vida, y verla así lo deprimía.
— No te voy a perdonar — se resintió Haruka, tal vez era su oportunidad para alejarlo de ella — y no te acerques a mi.
— Ha-Haruka-san — logró decir pero ella se ubicó detrás de Gris.
— El entrenamiento terminó. Cuidado con las lesiones — dijo Tezuka mirándolos a todos que se levantaban con sensaciones de asco en su rostro.
— Syusuke, ¿Cómo puedes tomar semejante porquería? — le dijo Gris sorprendida viendo como se tomaba el jugo sin que le hiciera daño.
— Es delicioso — dijo el prodigio con una sonrisa perversa.
— ¡Qué valiente!, eres digno de mi — dijo Gris inocentemente y pensó que eso se le había pegado del Rey de Hielo, bueno pero como el decía todos tienen un "Ore-sama no biggi ni yoi na ¿no?, Kabaji”.
— Eso me parece bien — dijo Fuji regalándole una sonrisa, la más hermosa de sus sonrisas. Gris había contado por lo menos diez sonrisas diferentes del Prodigio. Tezuka los miró desconcertado.
— Gris nos vamos — ordenó Tezuka, no quería verlos así a los dos.
— Sí, “capitán” Vámonos — ironizó Gris avanzando rápido. — me cambio y nos vamos.

*+​

†KaTh GrIs†​

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¿A dónde querrá Gris que le acompañe el capitán? ¿Y que harán allí? ¿Gris Descubrirá el secreto de Kurumi? ¿Inui dejará de hacer esos asquerosos zumos? ¿Ryoma asumirá sus funciones de hermano? ¿Ayane seguirá con su rivalidad? ¿Miyu entrará en la onda? Todo eso y mucho más en el siguiente capítulo. Prohibido no leerlo.
En el siguiente episodio:
Dolor, depresión y una risa burlona

 

Re: ¿ángel O Demonio Del Tenis?

Saludos!!! cariñas!!!!! gracias por leer mi ff y por enviarme sus preciosos
post ToT eso me emociona!!! como deben saber este ff lo escribí en el
verano...Todavía recuerdo lo que hice el verano pasado jejexD
Bueno, por otro lado, las invito a que visiten mi Blog y a informarles que
ya empecé con las *Pequeñas Historias* La primera historia es de Sayu y
después viene la Historia de Marah-neechan!!! esperatu historia hasta que
se arregle mi compu ToT
Visiten aquí:
Blogs - *†•.: ĢяЇ∫ :.•†*
Gracias...^^ eso era todo jejexD
.................
Bueno, nos vemos
y portence mal siempre...
Gambatte ne!!!!!