de Inuyasha - Amor inesperado [Inuyasha x Kagome]

Re: Amor inesperado [Inuyasha x Kagome]

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa enfermeraaaaaaaaaaaaa!!!, siiii, adivinaron, soy d nuevo yo, y vengo a traerles un capitulo más d esta rara historia... les agradezco su paciencia por esperarme tanto tiempo pero la escuela merece por lo menos un momento d mi atención XD... bueno, les agradezco a: jesireth... muchas gracias!!... ke bueno ke t gusto Miroku yo me divierto mucho al escribirlo XD... muchas gracias por tu apoyo y espero ke este capitulo tmb t guste ^^... sunzure... jajaja... me encantas tus comentarios XD... habra un caos no sabes en ke sentido pero d ke lo hay lo hay XD... me encanto eso XD... y pues siento mucho tener ke hacerte esperar tanto pero es por motivos d la escuela y porke llevo los capitulos al hilo XD... muchas gracias por tu apoyo y espero t guste este capitulo... ayasha... me trankiliza ke dejes a Inuyasha vivo porke sin el no hay historia XD... y ke mal ke nadie le krea a Bankotsu XD... muchas gracias por apoyarme y espero ke tmb t guste este capitulo... y bueno les agradezco tmb a kienes leen y no pueden dejar algun comentario esta historia tmb es d ustedes ^^ y sin mas aki les dejo el siguiente capitulo...

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Capítulo 8: Reencuentro…

Las horas seguían pasando y todo transcurría normalmente en palacio, ahora que Bankotsu había decidido cambiar las cosas estaban mejor que antes y él junto con los demás preparaban lo necesario para la cena de esa noche…

Kagome ayudaba a Ayame con la comida, a pesar de la oposición de la pelirroja, es que no concebía que la Princesa estuviera ayudando con las labores domésticas, cosa a la que Kagome contestó que era normal y que no debía sorprenderse por eso… en fin, tendrían que preparar un gran banquete ya que serían muchos invitados y se les tenía que tratar lo mejor posible, esta vez sí habría postre y éste correría a cargo de la Princesa… tal vez al pedazo de Inuyasha le pondría un poco de veneno… imposible, Ayame jamás lo permitiría, mejor pensar en otra cosa; por otro lado estaba Sango, ella ayudaba con los adornos del salón y el comedor, era una gran decoradora y tenía mucho ingenio para ese tipo de cosas, a pesar de haber abandonado la carrera para vivir con Kagome, nunca nadie pudo compararse con el ingenio de la castaña… por último y no menos importantes, Bankotsu y Souta ayudaban con el trabajo de “hombres”, levantando algunos objetos pesados ya que Sango había decidió remodelar tooooodo el castillo, en un principio los trabajadores de palacio se encontraban sorprendidos, y es que no se esperaban que el “Sr. Bankotsu” estuviera ayudando en la labores del castillo pero eso fue pasando desapercibido y al final lo aceptaron… para ser sinceros Souta no estaba ayudando mucho que digamos él sólo repetía las órdenes que Sango daba anteriormente…

La princesa decidió abandonar un momento la cocina para observar cómo iban con los demás arreglos… cuál fue su sorpresa al encontrarse con una maravillosa vista al salir de la cocina… ahí estaba Bankotsu, sin camisa, sudoroso, cada vez que hacía algún esfuerzo los músculos se tensaban y hacían que se marcaran en su cuerpo provocando un calor abrasador a todas la chicas que estaban presentes, incluyendo a la Princesa…

- Linda vista eh?? – sorprendió Sango a la pelinegra apareciendo de repente…

- Sango???... qué… qué haces aquí – preguntó la Princesa nerviosa por haber sido descubierta…

- Disculpa… vivo aquí recuerdas – dijo la castaña haciéndose la ofendida pero con una pequeña sonrisa en los labios…

- Aaa… si… es cierto… disculpa… - pidió la Princesa resignada, pues sabía perfectamente que Sango la había descubierto observando a Bankotsu…

- Mmm… parece ser que alguien alteró tus hormonas amiga – comentó Sango con diversión…

- Q…que…queeeeeeeeeee… pero qué disparates dices Sango?? – gritó la Princesa con sonrojo…

- Oye, no te culpo, Bankotsu es muy atractivo, esté hecho un cuero…

- Eso lo dices porque no has conocido a Inuyasha – dijo Kagome para sí misma…

- Qué?? – preguntó la castaña al no escuchar las palabras de su amiga…

- Eh??... no, nada… sólo digo que no te dejes impresionar tan fácilmente… adiós Sango… regresaré a ayudarle a Ayame en la cocina – se excusó la Princesa rápidamente para marcharse... todo con tal de no volver a tocar el tema Inuyasha Taisho…

- Y a esta que le pasa?? – se preguntó la castaña confundida…

- Yo creo que está enamorada – dijo el pequeño Souta de repente apareciendo de la nada…

- Souta!!... no aparezcas así de repente – regañó la chica al pequeño – espera un momento… cómo es eso de que Kagome está enamorada… además no se supone que tú estabas ayudando con el trabajo de “hombres”…

- Pues se supone – contestó el pequeño dudoso – pero cómo las vi platicando tranquilamente decidí acercarme a saludarlas…

- Claro, después de escuchar nuestra conversación…

- Oye, yo no sé qué es eso de estar hecho un cuero, apenas soy un niño… pero si sé darme cuenta cuando mi hermana está enamorada…

- A si… y según tú pequeño genio… cómo puedo darme cuenta de que Kagome está enamorada…

- Pregúntaselo… si lo niega es que lo está – habló el pequeño con toda la tranquilidad del mundo…

- Eso no tiene sentido – dijo la castaña confundida…

- Claro que si… cuando una mujer está enamorada nunca lo aceptará al menos que le den razones para ello…

Bingo, el pequeño niño dio en el clavo, si meditabas el asunto eso resultaba bastante cierto, una mujer jamás aceptaría que está enamorada hasta que le dieran razones para hacerlo, hay que admitirlo, en esta ocasión, Souta tenía mucha razón…

- Y cómo es que tú sabes tantas cosas sobre mujeres quimosabi – cuestionó la chica al pequeño…

-Sango… soy un niño…

- Y eso qué???...

- Cuando eres ingenuo y lindo como yo puedes descubrir muchas cosas… las chicas me adoran… les hago una pregunta inocentemente y ellas me contestan creyendo que no entiendo de lo que hablan terminando siempre sus frases con un “algún día lo entenderás”…

- Quien lo diría pequeño modesto, detrás de esa máscara de niño bueno se esconde un ser lleno de maldad… pero no estás del todo equivocado en lo que dices… probaré tu teoría y veremos en qué termina todo esto…

- Bien… entonces mi bella asistente, seguiré ayudando en el trabajo de “hombres”, por así decirlo… nos vemos Sango – se despidió el pequeño dando una pequeña reverencia a la chica para luego marcharse…

- Hasta luego demonio – gritó la chica a un Souta ya lejano – pero mira cómo son las cosas, lo siento Kagome pero tengo que averiguar si tu pequeño hermano tiene razón en lo que dice… o no…

Las horas seguían transcurriendo y el momento de encontrarse estaba cada vez más cerca, ahora ya no había forma de evitar que Inuyasha y Kagome volvieran a verse, él, como líder de los Siete Dragones, no podía faltar a esa cena, era primordial que se presentara, no podía quedar mal ante la soberana del reino; ella, como Princesa, no se podía dar el lujo de dejarlos plantados, sería la primera vez que vería a los protectores del reino y sería de muy mala educación no estar presente en esa cena… aunque faltar era lo que menos deseaba nuestra querida Princesa… ella contaba cada segundo que pasaba esperando ansiosa la hora de volver a encontrarse con Inuyasha Taisho…

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- Vamos Inuyasha, no empieces con eso de nuevo, tú menos que nadie puede faltar a esa cena – decía el chico de coleta a un ojidorado muy nervioso…

- Y crees que no lo sé… Miroku, jamás había estado tan nervioso en mi vida… con qué valor voy a presentarme frente a ella – preguntó el chico con temor y vergüenza…

- Eso debiste haberlo pensado antes de besarla…

- Y cómo iba a saber yo que ella era la Princesa… además… no pude evitarlo… es que… debiste verla Miroku, la tenía ahí, entre mis brazos, indefensa, frágil, temerosa… es… tan hermosa… su cabello, sus ojos, su cuerpo… su boca… no pude resistirme…

- Oh hermano, la Princesa te trae loco… ten cuidado Inuyasha o esa atracción que sientes por ella se puede convertir en amor…

- Amor?? – se preguntó el ojidorado a si mismo despertando de su ensueño – no… yo por la única mujer que siento amor en este mundo es Kikyo…

- Seguro?? – presionó el chico de coleta poniendo en duda a su amigo…

- Claro que si… por qué lo dudas??? – preguntó un poco molesto el ojidorado…

- Porque no lo parece – respondió sincero – sabes, últimamente te he visto muy distinto con Kikyo…

- Me estás tratando de decir que ya no la amo…

- No lo sé Inuyasha… dímelo tú… amas a Kikyo???...

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- Claro que no!!!!... te volviste loca Sango… cómo voy a estar enamorada – regañó la Princesa a su amiga, y es que, sin pensárselo dos veces, después de la conversación con Souta, Sango fue derechito a probar la teoría del pequeño…

- Pues con tu actitud me lo estás demostrando… según Souta, cuando una mujer niega estar enamorada es porque en realidad lo está – explicó la castaña a una Kagome sorprendida…

- Y de cuando acá crees en todo lo que te dice Souta…

- Oye… él es un genio...

- Oh por dios… no puedo creerlo Sango… te estás dejando manipular por un niño…

- Claro que no, lo que pasa es que sabes que todo lo que él dice resulta ser cierto, sólo que no quieres aceptarlo…

- No puede ser… ayúdame Ayame – suplicó la Princesa a la pelirroja…

- A mi no me metan en sus asuntos… además yo estoy de acuerdo con Sango, todo lo que dice Souta resulta ser cierto… él es un genio – apoyó la cocinera la idea de la castaña…

- Pero qué clase de amigas son ustedes dos???...

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- La clase de amigo que te habla con la verdad – dijo el ojiazul hablándole seriamente a su amigo…

- Esas palabras no resultan muy propias de ti Miroku – bromeó el ojidorado con sarcasmo…

- Oye, yo puedo ser serio cuando me lo propongo… es en serio Inuyasha… debes aclarar lo que sientes por Kikyo…

- Lo sé pero… estoy confundido Miroku… no quiero saber qué es lo que realmente siento por ella…

- Bueno… supongo que se sabrá con el tiempo… por ahora no nos queda hacer otra que esperar…

- Si… esperar – susurro el ojidorado con nostalgia… y es que, a decir verdad, era cierto lo que decía Miroku, su relación con Kikyo ya no era como antes… cada día estaban más distantes y su convivencia ya no era igual… tal vez, sólo tal vez… su encuentro con la Princesa era una señal de algo nuevo…

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- Oh por dios!!!! – gritó la castaña asustando a sus amigas…

- Qué pasa Sango?? – preguntó Ayame preocupada por el grito tan repentino de la chica…

- Qué pasa... pasa que faltan escasas tres horas para que lleguen los invitados – explicó la chica apuntando su reloj…

- Y eso qué?? – preguntó la Princesa despreocupadamente…

- Cómo que qué… es hora de que vayamos a arreglarte…

- Sango, aún tenemos mucho tiempo para eso…

- Mucho tiempo… mucho tiempo!!!!... son tres horas Kagome, tres horas… te parece eso mucho tiempo??...

- Pues, si…

- Pues no!!... no es suficiente… así que empecemos de una vez – dijo tajante la castaña sujetando a la Princesa del brazo y llevándosela casi a rastras de la cocina…

- Ayame… auxiliooo!!! – rogó la pelinegra a gritos ser rescatada…

- Lo siento… pero tengo que terminar de decorar el pastel – se excusó la pelirroja con una sonrisa de diversión…

- Más te vale que te des prisa porque después de Kagome sigues tu Ayame – advirtió la castaña desde lejos a la cocinera haciendo que esa sonrisa que tenía anteriormente desapareciera de su rostro…

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- Y bien Inuyasha… qué tal me veo – preguntó el chico de coleta acomodándose el cuello de su traje…

- Igual que siempre cuando usas ese traje – contestó el ojidorado secamente haciendo que el egocentrismo del ojiazul disminuyera…

- Oye… se supone que debes decir algo como “te ves genial Miroku, nadie porta el uniforme tan bien como tú” – bromeó el castaño imitando levemente la voz de su amigo…

- Yo jamás te diría eso – enfrentó el chico ofendido…

- Lo sé… por eso me lo digo yo mismo – comentó el ojiazul con una sonrisa divertida recibiendo una mirada de no muy buenos amigos por parte de Inuyasha…
- Bueno será mejor que nos vayamos, el camino a palacio es algo largo y no podemos llegar tarde…

- Tienes razón, los demás ya nos deben estar esperando en la vereda que lleva al castillo así que vayámonos…

- Bien… haya vamos – suspiró – no podemos hacer esperar a la Princesa – palabras dichas rogando porque algo sucediera en el camino y evitara volver a encontrarse con ella… qué le diría, cómo actuaría… estaba metido en una situación bastante difícil de la cual le costaría mucho trabajo salir…

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- Listo… por dios Kagome te ves preciosa… ahora si luces como toda una Princesa – comentó Sango sintiéndose orgullosa de su trabajo…

- Qué quisiste decir con eso – preguntó la pelinegra ofendida…

- Oye, a mi no me culpes, eras tú la que decías que no te veías como una – se defendió la castaña de la mirada de su amiga…

- Tienes razón… quiero verme – dijo la Princesa ansiosa…

- Ah no – la detuvo su amiga rápidamente – no puedes verte…

- Por qué no??... yo quiero verme…

- Pero yo no quiero que te veas….

- Qué fue lo que me hiciste Sango??? – preguntó la Princesa empezando a preocuparse por su apariencia…

- No te hice nada malo… cuándo te he dejado mal??...

- Pues… nunca pero siem…

- Pero nada… tú sólo confía en mí – terminó por decir la castaña dejando intrigada a su amiga…

Toc, toc, toc…

- Adelante – dijo la Princesa dando permiso para entrar…

- Kagome quería avisarte que el pastel ya esta… listo… oh por dios… te ves hermosa – exclamó la pelirroja sorprendida…

- En serio!!!... tu comentario me alivia mucho ya que cierta personita no deja que me vea al espejo – comentó la Princesa dirigiendo una mirada asesina hacia la castaña…

- Bueno, supongo que quiere que sea sorpresa…

- Sorpresa???...

- Si, es para que sepas cómo luces según las expresiones de los demás...

- Eso es lo que quieres Sango??...

- Mmmj… Kagome te prometo que después de que te encuentres con Inuyasha te dejaré verte al espejo… pero por favor, aguanta un poco más quieres…

- Esta bien… lo haré por ti… espera un momento, por qué tiene que ser hasta después de que me vea Inuyasha?? – preguntó la Princesa molesta…

- Porque la opinión de él es la que más te interesa – contestó la castaña con diversión provocando un leve sonrojo en el rostro de su amiga…

- Bueno, ahora que todo se aclaró yo también voy a cambiarme, con su permiso – dijo la pelirroja para después dirigirse a la puerta…

- Espera – la detuvo Sango – qué es lo que usarás tú Ayame???...

- Yo??... pues el uniforme de gala que se utiliza en palacio cuando hay este tipo de eventos – explicó la ojiverde educadamente…

- Ah no… eso sí que no… yo te daré algo con lo que te verás genial…

- Pero yo… no puedo…

- Será mejor que no te resistas Ayame o Sango acabará por vestirte a la fuerza – dijo la Princesa divertida… y es que conocía bastante bien a su amiga cuando se le metía una idea en la cabeza…

- De acuerdo… pero no aceptaré un vestido formal ni nada por el estilo… así tenga que huir de palacio con tal de no ponérmelo…

- Esta bien Ayame… sabía que dirías algo como eso así que te preparé un traje especial – dijo la castaña mostrándole a la ojiverde una prenda parecido al uniforme que utilizaban, una precioso vestido azul celeste con cuello alto y hombros descubiertos ajustado a la cintura con una graciosa falda amplia de holanes blancos en la parte baja, algo que sin duda no se atrevería a rechazar – y bien, te gusta?? – preguntó Sango recibiendo una afirmación por parte de la pelirroja…

- Es precioso… muchas gracias Sango…

- No es nada ahora vístete que yo haré lo mismo… y tú Kagome – dijo dirigiendo una mirada asesina a la Princesa – no te atrevas a mirarte al espejo…

- Lo que tú digas Sango – aceptó la pelinegra resignada…

La castaña se decidió por usar un sencillo vestido negro de tirantes ceñido al cuerpo que le llegaba al tobillo, recoger su cabello en una coleta alta y usar un maquillaje discreto con lo cual lucía sumamente hermosa…

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Ding, dong…

Los timbres de palacio sonaron anunciando la llegada de los Siete Dragones al castillo, provocando que el corazón de todos aquellos que los esperaban se aceleraran sin remedió; Kagome Higurashi, la Princesa de Excalibur era la más impaciente de todas, el día se le había hecho eterno esperando la hora precisa por volver a verlo, ahora era el momento y era algo que ya no podía evitarse…

- Ya está aquí – dijo la Princesa en un susurro…

Ayame bajó rápidamente las escaleras y se dirigió hacia la puerta principal de palacio abriendo el enorme portal para recibir a los Dragones…

- Buenas noches y gracias a todos por venir, por favor, pasen – saludó la pelirroja educadamente con una reverencia…

Al entrar al salón, los protectores del reino fueron recibidos por quien menos se esperaban, el futuro Príncipe de Excalibur, Bankotsu…

- Bienvenidos sean a palacio, espero que lo pasen muy bien esta noche – saludó el chico amablemente dejando una expresión de asombro en el rostro de los siete chicos, y es que, nadie se esperaba que ese hombre tan petulante engreído y cruel fuera capaz de actuar de esa forma tan educada – Ayame, haz el favor de informar a la Princesa Kagome que sus invitados han llegado…

Inuyasha se tensó al escuchar su nombre… esta vez era inevitable, ya no podía escapar de esto… era el momento de volver a verla…

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Toc, toc…

- Kagome… han llegado – anunció la pelirroja entrando a la habitación de la Princesa…

- Bien amiga – dijo Sango – llegó la hora…

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- Perdón por hacerlos esperar – se excusó la ojiverde – señores, la Señorita Kagome Higurashi, Princesa de Excalibur…

Y como si se tratará de una invocación, apareció, Kagome se posó en la cima de los escalones e inmediatamente todas las miradas se posaron sobre ella, comenzó a bajar los escalones lentamente con suma delicadeza y elegancia, todos estaban atentos a cada uno de sus movimientos, aunque había una mirada en especial que no podía apartar los ojos de ella, unas hermosas orbes doradas que recorrían cada centímetro de la Princesa, jamás pensó que la vería más hermosa de lo que ya era… llevaba un maravilloso vestido blanco sin tirantes ceñido completamente al cuerpo terminando en una cola larga que arrastraba elegantemente mientras ella bajaba los escalones, su cabello lo tenía sostenido en una coleta de lado dejando que sus traviesas ondas contrastaran con el blanco de su piel, su maquillaje era sumamente discreto con sólo un poco de brillo labial y en su cuello llevaba un hermoso collar de diamantes que la hacían lucir radiante… Bankotsu la recibió al término de las escaleras ofreciendo su mano para que terminara de bajar el resto de los escalones a lo cual ella acepto gustosamente y agradeció con una bella sonrisa… una vez tocado de la alfrombra del salón principal se dirigió directamente hacia aquel hombre que le había salvado la vida…

- Buenas noches Inuyasha… es un placer verte de nuevo…

CONTINUARÁ…

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Cha, cha , cha, chaaaaan.... no me maten por dejarlo ahi XD... pero esk ahi tenia ke acabar XD... bueno espero les haya gustado, yo me despido y nos vemos dentro d dos semanas mas... ya lo saben todos sus comentarios, quejas, sugerencias, críticas, dudas, felicitaciones, amenazas de muerte XD y más serán bien recibidas...

Se despide su amiga:


ALILU

Recomiendenme XD...

 

Re: Amor inesperado [Inuyasha x Kagome]

hola soy nuevo en tu fan fic :)
me gusta la historia :)
es muy original :)
Bueno al tema
Parece que a Kagome
le atrae Bankotsu,
aunque a mi me sigue
dando mala espina xD
Aunque Kagome se derrite
ante los besos de Inuyasha :P
Y vaya caracter tiene Kagome xD
Bueno Bye.

Dark Soul.

 

Re: Amor inesperado [Inuyasha x Kagome]

Holaaaaaaaaaaaaaaaaa enfermeraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!... siiiii!!!! soy d nuevo yo... y aki estoy d regreso con un capitulo mas d esta humilde historia ke se ha creado graciasa ustedes ^^... les agradezco todo sus comentarios a las siguientes personas... ayasha... pues si Kagome tiene caracter XD... me gusta escribirla asi, decidida con todos pero debil ante él XD... es por eso ke se dan los besos XD... me alegra ke t haya gustado el capitulo ^^... y pues no he tenido tiempo d leer todo tu fic pero lo ke llevo me ha gustado ^^... muchas gracias por tu apoyo y por esa recomendacion XD... ah y por cierto luego me dices como usar lo d amigo y eso XD... Dark Soul... otro ke desconfia d Bankotsu ke nunca va a convencer a nadie XD??... pero bueno, muchas gracias por tu apoyo y espero ke t guste este capitulo ^^... Maome... me alegra ke t haya gustado ^^... espero y tmb t disfrutes este capitulo y gracias por tu ^^... sunsure... tus comentarios siempre son tan fuera d lo normal XD... me encantan XD... pero seamos sinceros, no t atreverias a matarlo XD... y menos Kagome XD... además sin el no hay historia XD...y pues, a mi la escuela me cae peor ke a ti creeme ¬¬... pero en fin XD... muchas gracias por tu apoyo y espero disfrutes d este capitulo ^^... y ahora si, si más los dejo con lo que sigue ^^...

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Capítulo 10: De la visita, surgió lo peor…

- La besaste de nuevo??? – preguntó el chico de coleta sorprendido y a la vez feliz, vaya, su amigo sí que era rápido para esas cosas – me sorprendes Inuyasha, creí que guardarías las distancias con ella…

- Pero es que Miroku, ella es tan… irresistible… estar ahí, solos, es algo demasiado tentador – respondió el ojidorado sinceramente – aunque creo que ahora me odiará más – confesó con una semisonrisa de preocupación, y es que, viéndolo por donde lo vieras era verdad, la Princesa jamás le perdonaría el haberla besado de nuevo…

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- Pues claro!!!, o qué, piensan que voy a rendirme a sus pies después de lo que hizo?? – dijo la pelinegra más furiosa que antes, el haber contado cómo sucedieron las cosas la hizo ponerse fúrica de nuevo – no creen que voy a perdonarle lo que hizo cierto???...

- Es que… no es para tanto Kagome… digo, sólo fue un beso – comentó la castaña con toda la tranquilidad del mundo haciendo que la cara de la Princesa se desencajara por completo…

- Sango, te estás burlando de mi?? – preguntó la chica molesta y confundida, que acaso no entendían lo complicado de esta situación…

- Claro que no amiga, pero tienes que aprender a tomar las cosas con calma – le dijo su amiga muy quitada de la pena…

- Calma??... calmaaaaaaaaaa!!!!, cómo puedes pedirme calma en un momento como este – gruñó la Princesa furiosa, el comportamiento de su amiga sólo la hacía desesperarse más – Ayame di algo!!!...

- Pues – empezó la pelirroja – yo estoy de acuerdo con lo que dice Sango – el rostro de la pelinegra se desencajó nuevamente, pero qué demonios les estaba pasando a esas dos??? – además, eso demuestra que Inuyasha no está tan enamorado de Kikyo como ella dice…

Si creyeron que el rostro de la Princesa no podía desencajarse aún más están muy equivocados, porque después de escuchar las últimas palabras de la ojiverde, su rostro se desencajó todavía más de lo ya estabas, y es que, meditando esas palabras te dabas cuenta de una gran verdad, si él estuviera tan enamorado de esa chica, entonces no se andaría besuqueando con la primera que se le pone enfrente…

Una sonrisa maliciosa se formó en el rostro de la Princesa llamando la atención de las otras dos chicas que estaban ahí, dejándolas sorprendidas por el cambio de actitud tan repentino de su amiga…

- En qué estás pensando Kagome?? – preguntó Sango temerosa conociendo muy bien a su amiga, esa sonrisa que tenía no decía nada bueno…

- Yo, nada – dijo la pelinegra sonriendo más abiertamente y muy tranquila – bueno chicas, creo que será mejor que me vaya a dormir porque mañana tengo que ir al pueblo…

- Al pueblo??!! – preguntó Ayame temerosa e instintivamente – pe… pero habíamos quedado en que no irías al pueblo recuerdas?? – dijo la pelirroja algo nerviosa…

- Bueno, eso fue antes de que conociera a los Dragones, ahora que ya tuve el placer de charlar con los protectores de Excalibur, tengo que darme la oportunidad de conocer mi reino no crees?? – explicó la Princesa muy ciertamente, ni Bankotsu, ni Ayame iba a impedir que ella fuera al pueblo, era algo que ya había decidido…

- Si… creo que tienes razón – aceptó la ojiverde resignada, y es que, viéndolo desde el punto que lo vieras, Kagome tenía razón, no se le podía negar a la Princesa de Excalibur el que conociera su propio reino, después de todo, ella debía saber en qué estado se encontraba para poder sacarlo adelante – bueno, entonces me voy a dormir con su permiso – se despidió la pelirroja con una reverencia saliendo de la habitación de la chica para dirigirse a la propia…

- Dime qué es lo que tienes en mente Kagome?? – preguntó a castaña adoptando una actitud seria, conocía perfectamente a la pelinegra como para saber que no iba a pasar nada bueno en esa visita suya al pueblo…

- Tranquila Sango, sólo quiero conocer el reino, eso es todo – dijo la chica aún con una sonrisa en el rostro...

- Kagome, prométeme que no harás ninguna tontería – pidió la castaña casi en un súplica, sabía de lo que su amiga era capaz cuando se le metía algo en la cabeza…

- No pasará nada, todo estará bien, no te preocupes – terminó por decir la pelinegra dirigiendo una sonrisa tranquilizadora a su amiga… bueno si Sango tenía el presentimiento de lo que ella haría sería mejor esperar, después de todo, tenía mucho tiempo para llevar a cabo su venganza…

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Un nuevo amanecer llegaba al reino de Excalibur, el sol brillaba en lo alto, y los pájaron cantaban alegremente al pie de la ventana de la Princesa, indicio de que la mañana se había colado en las torres de palacio…

Increíblemente la Princesa ya estaba de pie y lista para partir al pueblo dejando sorprendida a su amiga pelirroja…

- Kagome, a donde vas?? – le preguntó la ojiverde sorprendida y rogándole a todos los que puedo por no haber escuchado la respuesta que le dio su amiga…

- Te lo dije ayer Ayame, voy al pueblo, o por lo menos a uno de ellos, al pueblo Central – dijo la Princesa montando un caballo…

- Espera, espera… vas a ir en… eso – preguntó la pelirroja señalando al elegante corcel que cabalgaba la Princesa…

- Oye, su nombre es Trueno no… “eso”… es un corcel muy lindo, leal y además muy veloz – le explicó la pelinegra acariciando el lomo del majestuoso caballo…

- Hasta nombre le pusiste?? – preguntó la ojiverde sorprendida – Kagome, por qué mejor no le pides a Totosai que te lleve – ofreció la cocinera con tal de evitar a toda costa que la Princesa fuera sola al pueblo…

- Basta Ayame, ya me cansé de todo esto, Bankotsu también estaba muy insistente con que no fuera al pueblo, pero sabes qué, perdieron los dos, porque pienso ir ahora mismo – refutó la chica decidida dejando a la pelirroja completamente muda – y con respecto a Totosai, creo que él merece un descanso de vez en cuando… ahora me voy…

Y dicho esto dio un pequeño golpe a los costados del corcel y éste empezó a andar dejando así a una Ayame sorprendida y preocupada por lo que podría pasar en el pueblo…

Cabalgando por la vereda que conduce al pueblo Central, la Princesa iba maravillada por el hermoso paisaje que Excalibur le brindaba, después de algún tiempo se alcanzó a divisar la entrada del pueblo, pequeñas casas de estilo renacentista se veían unas seguidas de otras adornadas de forma individual perteneciente a cada una de las familias que habitaban ahí, caminos empedrados adornaban el pequeño pero acogedor pueblo que recibía a la Princesa… bajando de su corcel, los pies de la pelinegra por fin tocaron el suelo del pueblo Central…

Caminando por las pequeñas pero no menos lindas calles, la chica miraba atentamente cada una de las casas que veía, admirada por la belleza y peculiaridad de cada una de ellas hasta que algo llamó su atención, un pequeña florería que tenía exhibidas unas cuantas flores… se acercó a ellas y pudo respirar el suave y delicioso aroma que emanaba de ellas…

- Creo que debería de comprar unas cuantas semillas para terminar de remodelar el jardín de palacio – se dijo a sí misma la Princesa observando el resto de las flores – tu qué dices Trueno llevamos algunas?? – preguntó la pelinegra con una sonrisa al corcel recibiendo un relinchido por parte de éste como seña de aprobación…

- Hablar con animales??, eso es de locos – dijo la voz de una chica que salía de la tienda haciendo que la Princesa girara su rostro hacía la poseedora de la voz encontrándose con una chica de tez sumamente blanca, casi pálida haciendo que su piel resaltarla aún más gracias a esa larga cabellera negra y lisa dándole una belleza extraña que se dejaba opacar por esa mirada fría y sin sentimientos…

- Disculpa??... qué fue lo que dijiste?? – preguntó la pelinegra meditando las palabras de la chica esperando no haber escuchado bien…

- Que hablar con animales es de locos, en verdad crees que entiende lo que le dices – comentó la chica de mirada fría sin cambiar su semblante al decir esas palabras…

- Esa no es la forma en que se debe tratar a un cliente – comentó la Princesa un poco molesta por la actitud de esa chica, pero quién se creía que era para hablarle de esa forma…

- Tienes razón, lo siento… pero no puedo evitar decir lo que pienso – le dijo la chica a modo de disculpa con una pequeña casi inexistente sonrisa, cosa que la pelinegra no creyó en absoluto y le causó escalofríos…

- Pues deberías de aprender a guardarte tus comentarios – le dijo la Princesa a modo de reproche haciendo que la otra chica borrará de su rostro la no muy notable sonrisa que intentó regalar…

- Trataré, pero no prometo nada… y dime, qué es lo que se te ofrece?? – preguntó la chica dirigiendo su mirada fría hacia la Princesa…

- Me gustaría com…

- Princesa?? – preguntó un pequeño niño ojiverde curioso sujetando la mano de la pelinegra – tu eres nuestra nueva Princesa?? – volvió a preguntar haciendo que la chica de mirada fría posará sus ojos sobre Kagome esperando una respuesta por parte de ésta…

- Bueno… pues – empezó la pelinegra poniéndose a la altura del niño tratando de buscar cualquier excusa para no decir quién era realmente, pero al ver la mirada insistente y esperanzada del pequeño no pudo mentir – si pequeña, yo soy la nueva Princesa…

- Lo sabía!!! – gritó el ojiverde saltando hacia los brazos de la chica – sabía que tu eres la Princesa…

- Ah sí… y cómo es que tu pequeño sabías que yo era la Princesa?? – preguntó curiosa y contenta a la vez por abrazo tan efusivo del niño…

- Porque Inuyasha me dijo como eras – le contestó con una sonrisa haciendo que la de la Princesa desapareciera repentinamente al escuchar su nombre de nuevo…

- Así que tú eres la famosa Princesa Kagome Higurashi, esa que trae embobado a mi prometido y no sé a cuántos más – dijo la chica de mirada fría de repente haciendo que la pelinegra girara su rostro hacia ella…

- Prometido??... tú… tú eres Kikyo?? – preguntó Kagome temerosa poniéndose de pie frente a la chica…

- Vaya, parece que ya te han hablado de mí, supongo quien fue… esa maldita de Ayame…

- No te permito que te expreses así de ella – dijo la pelinegra levantando la voz pero sin lograr algún efecto en la chica de mirada fría…

- Mira Princesita de cuarta, tú no eres más que una pequeña zorra altanera que vino aquí para engatusar a todos los hombres del reino, empezando por el mío y no te voy a permitir que me hables de esa forma – le dijo Kikyo despectivamente pero sin mostrar algún tipo de reacción en su rostro…

- Oh!! pero mira nada más, la chica con nombre de pollo hablando de educación, cuando ella ni siquiera puede mantenerle el respeto a su Princesa – le respondió la pelinegra ya enojada por el comportamiento que estaba teniendo la chica…

- No me vengas a mí con esas cosas… “Kagome”… ya estoy bien enterada que nos han mandado a una perfecta inepta a gobernarnos, o qué, pensabas que nunca íbamos a enterarnos de la clase de ignorante que mandadoron a gobernarnos…

- Sabes algo…“Kikyo”… ya me cansé de que me insultes y me faltes el respeto, es mejor que me marche de aquí – dijo la Princesa cansada de la situación montando su majestuoso corcel para dirigirse a salir de ahí…

- Pero mira nada más, nuestra “gran” Princesa huyendo de los problemas, qué harás cuándo se te presente uno en el que el destino de Excalibur dependa de una decisión tuya…

Por muy cruel que sonará era verdad, si Kagome no pudo poner solución a un simple problema con esa chica, qué haría cuando se presentara uno mayor, a pesar de que no le agradara mucho aceptarlo, las duras palabras de Kikyo resultaban ser bastante ciertas…

- Cuando se me presente un problema como ese, entonces sabré que hacer – le dijo la Princesa orgullosa de su respuesta – y por cierto Kikyo, porque no te preocupas más por darle a tu novio lo que necesita para que no tenga necesidad de buscarlo en otro lado…

Y dicho esto, se marchó, dejando así a una Kikyo confusa por las últimas palabras dichas por la Princesa de Excalibur…

CONTINUARÁ…​

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Q' tal eh??? ^^... espero les haya gustado este capitulo y tmb espero ke si hay alguna fan d Kikyo aki no me mate por escribirla asi n.nU... nos veremos dentro d dos semanas y ya lo saben todos sus comentarios, quejas, sugerencias, críticas, dudas, felicitaciones, amenazas de muerte XD y más serán bien recibidas...

Se despide su amiga:


ALILU

Recomiendenme XD...

 

Re: Amor inesperado [Inuyasha x Kagome]

Hola Bueno
eso me da a pensar Bankotsu,
a mi no me convence xD
Bueno primero no crees
que deberias ocupar los signos:
¿?,¡!. etc al inicio y termino
de la pregunta o exclamacion.
Tambien podrias describir mejor el lugar
en que se encuentran los personajes.
Y tambien especificar un poco mas
las acciones que realizan estos.
Bueno parece que a inuyasha, le gusta
besar a Kagome.
Y eso Kagome se lo saco en cara a Kikyo
aunque ella no capto de que lo que
se referia Kagome.
Kikyo le falto mucho el respeto a la princesa
del reino en el cual ella vive.
Bueno Bye.

Dark Soul.

 

Re: Amor inesperado [Inuyasha x Kagome]

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa enfermera!!!... si adivinaron, soy d nuevo yo, y aki vengo una vez mas a traerles otro capitulo mas d humilde historia ke ustedes han creado... les agradezco muchisimo todo su apoyo y lamento no poder agradecerles d uno por uno pero tengo el tiempo encima con trabajos finales y todo eso asi, bueno sin mas los dejo con el siguiente capitulo ^^...

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Capítulo 11: Discusiones y algo más…

Verdad, confusión, aceptación, furia, decepción y quien sabe cuántos sentimientos más experimentaba la Princesa después de lo sucedido con Kikyo, ahora entendía la razón por la que Ayame y Bankotsu querían evitar que acudiera al pueblo, pero ella qué iba a saber que se encontraría a alguien con esa actitud o mucho peor, que ese alguien se tratara de la prometida del hombre que le salvó la vida…

- No lo entiendo Trueno… qué es lo que le hice a esa chica para que me tratara así?? – preguntó Kagome confundida a su corcel el cual sólo le dio como respuesta un relinchido – claro… como si tu pudieras darme la respuesta – dijo la Princesa con una pequeña sonrisa sarcástica, siguiendo su camino de regreso a Palacio…

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- Inuyasha… Inuyasha!!! – llamaba preocupado el pequeño niño de ojos esmeralda al ojidorado entrando a la panadería – Inuyashaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!...

- Guarda silencio enano – pidió el chico malhumorado por el escándalo que estaba armando el pequeño - pero qué demonios te pasa Shippo?? – le preguntó confundido al no entender lo que pasaba…

- Inuyasha… afuera… Kikyo… discusión – empezó diciendo el pequeño agitado por la carrera que pegó del puesto de la chica hasta la panadería, provocando una sonrisa irónica en el chico de cabello plateado…

- Kikyo y discusión son dos palabras que estoy acostumbrado a escuchar en la misma frase – le dijo tranquilo el ojidorado al pequeño, tanto alboroto por una simple discusión que tuvo Kikyo con alguna persona, eso no era extraño…

- Si pero… la Princesa…

Y en ese instante el tiempo se detuvo, cualquier cosa que Inuyasha estuviera haciendo la paró en el instante en que escuchó esas palabras, la Princesa, no, no podía ser que ella y Kikyo se hubieran encontrado, qué tenía que estar haciendo Kagome en el pueblo…

- Estás seguro de lo que dices Shippo?? – preguntó el ojidorado con el corazón a punto de salírsele del pecho, no podía ser cierto, Kagome… ella…

- Por supuesto que si Inu tonto, si ella misma me lo confirmó – le respondió el pequeño un poco molesto por la desconfianza del ojidorado…
- Maldición – masculló el chico molesto entre dientes, pero que acaso esa mujer estaba loca, que Ayame no le dijo que clase de persona era Kikyo, ella nunca le guardaba respeto a nadie, nunca se lo tuvo a ningún Príncipe y mucho menos se lo tendría a una Princesa – pero que… arhg!!!... Shippo, cuida el lugar yo iré a hablar con Kikyo…

Y dicho esto se dirigió hacia el lugar donde se encontraba su prometida dejando a un Shippo confuso por su actitud, Inuyasha era un chico malhumorado, necio, orgulloso, arrogante y a veces tonto, pero verlo así, preocupado, porque sí, su rostro cambió a uno de preocupación cuando le mencionó a la Princesa, y él nunca se mostraba así ante nada ni nadie, aún recuerda la ocasión en la que le informaron que Kikyo había tenido un grave accidente, él ni siquiera se inmutó ante la noticia y fue como si nada al lugar donde se encontraba su prometida, pero ahora, no le importó que él estuviera presente, simplemente, por primera vez, se mostró como un verdadero humano…

- Qué es lo que te está pasando Inuyasha?? – se preguntó en un susurro el pequeño niño ojiverde sorprendido por el cambio tan drástico en el chico, podría ser que al fin se encontró con la persona capaz de hacerlo mostrarse como realmente es??...

Arrgh!!!, esa Princesa estaba loca de remate, a quién en sus cinco sentidos se le ocurre venir a enfrentarse a Kikyo, todo el pueblo sabe el carácter que tiene y lo que opina acerca de la realeza, definitivamente esa chica estaba loca… loca!!!!...

A paso decidido el ojidorado se dirigió a la casa de su prometida encontrándose en el portal a una Kikyo que al parecer ya estaba esperando por su llegada…

- Kikyo – la nombró el chico con un tono de voz no muy amable pero que pareció no provocar nada en la chica ya que lo miraba de la misma manera en que lo hacía con todo mundo, siempre mostrando una mirada fría y sin sentimientos – Kikyo, qué fue lo que le dij…

- Que sólo vino aquí para engatusar a todos los hombres del reino – le contestó la chica interrumpiendo la pregunta al saber de qué se trataba ésta, y era de esperarse, no sabía por qué, pero Inuyasha estaba fascinado con esa niña desde que llegó y eso no lo iba a permitir…

- Pero cómo pudiste decirle eso!!!, es la Princesa!! – le dijo el ojidorado elevando más la voz, cómo si esa aclaración fuera a arreglar las cosas, ella sabía perfectamente quién era, no por nada la trató así…

- Escúchame Inuyasha, desde que “esa” llegó al reino, tú no has parado de hablar de ella, la Princesa esto, la Princesa lo otro, ya me tienes harta!!!, pareciera que te importa más ella que yo – le contestó la chica en un reclamo dejando al ojidorado perplejo, qué le importaba más la Princesa que ella???, pero por supuesto que no!!!... o si??...

- Kikyo yo – empezó el ojidorado no sabiendo que decir, y exactamente qué es lo que iba a decirle si ni él mismo sabía lo que sentía, por un lado estaba ella, su prometida, la chica a la que le pidió matrimonio prometiéndole pasar el resto de sus días juntos y ofreciéndole una vida llena de felicidad y amor, y por otro lado, la Princesa, aquella chica que conoció días atrás y lo hacía experimentar sentimientos nuevos, extraños y a la vez placenteros, aquella chica que correspondió a sus besos con tanta dulzura e inocencia, aquella chica que después de cada beso lo miraba con odio y rencor pero a la vez con una chispa de confusión en su mirada… por quién decidirse, a quién culpar, a Kikyo por ser como es y no poder controlarse, o a Kagome, por entrar sin permiso en su vida…

- No tienes derecho a decirme nada – le habló la chica al ver su silencio – Inuyasha, yo te amo, y no quiero perderte – le confesó la pelinegra acercándose a él provocando un extraño sentimiento en el ojidorado – en verdad te amo – susurró cerca de sus labios para después sellar sus palabras en un beso posesivo que no fue respondido como ella esperaba…

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Kagome cabalgaba lentamente por la vereda que la dirigiría hacia Palacio, aún miles de preguntabas se estaban formulando en su cabeza pero, por qué preocuparse por ello, al fin y al cabo ni el mismo Dios le agradaba a todo mundo, entonces quién era ella para provocar lo contrario, si no le caía bien a esa chica pues allá ella…

- Kagome!!!! – la llamó Bankotsu cabalgando hacia ella a toda velocidad, parecía molesto y preocupado a la vez, habría pasado algo grave en el castillo??, la chica se tensó ante la sola idea de pensar en eso, si algo le pasaba a Souta, Sango o a cualquier otro que viviera en palacio no sabría qué hacer – pero que acaso estás loca!!... te dije que no fueras al pueblo!! – le reclamó el ojiazul molesto… aaaaaah… así que era eso, sólo estaba preocupado porque fue sola al pueblo, pero si no era para tanto… un momento, estaba preocupado por ella??, la Princesa se sintió halagada y feliz por eso, no sabía por qué pero Bankotsu la estaba haciendo sentir cosas extrañas, esas pequeñas atenciones que tenía hacia ella lo hacían merecerse puntos a favor, marcador, Bankotsu 2, Inuyasha -3…

- Lo siento – se disculpó la Princesa con una pequeña sonrisa de satisfacción por la preocupación del ojiazul…

- Pe.. pero qué es lo que te causa tanta gracia, esto es serio Kagome, te advertí que no fueras al pueblo, además, hace poco intentaron atacarlos, qué no te das cuenta de la situación?? – le reclamó el ojiazul molesto por la actitud que estaba tomando la chica, él que se preocupa por ella, el corazón se le bajó al suelo cuando Ayame le informó que había ido al pueblo, y así se lo agradecía, burlándose de él…

- Tranquilo, estoy bien, no me pasó nada ves, aún sigo viva – lo intentó calmar la Princesa haciendo dar una vuelta a su corcel para que el ojiazul se constatara de que nada malo le pasó – pero… gracias por preocuparte por mi – le agradeció la pelinegra acercándose a él y depositando un suave y delicado beso en la mejilla del chico, provocando que éste se pusiera nervioso… Kagome intentó separarse del ojiazul pero le fue imposible ya que él la sujeto del brazo haciendo que sus miradas se encontraran perdiéndose uno en los ojos del otro con sus rostros a pocos centímetros de distancia, un leve rubor tiñó las mejillas de la chica, nunca le había puesto tanta atención a Bankotsu como hasta ahora, las facciones de su rostro eran delicadas pero aún así no dejaban de ser varoniles, en leve tono bronceado de su piel le hacía resaltar más sus ojos color zafiro, esos ojos capaces de hacerte hundir en ellos y que le estaban diciendo millones de cosas con sólo mirarlos…

Sus rostros se fueron acercando lentamente, ambos sabían lo que iba a suceder, ambos lo deseaban aunque la Princesa se debatía entre si era lo correcto o no… pero qué demonios estabas pensando, claro que era lo correcto, Bankotsu era su prometido después de todo no??, por supuesto que estaba bien lo que iba a hacer, él era un hombre libre, sin compromisos y estaba dispuesto a cambiar sólo por ella, así que por qué no darle una oportunidad…

Decidida al fin, sintiendo la respiración de él cerca de su boca y ya faltando escasos centímetros de distancia para completar el acto, la Princesa fue quien dio el primer paso al unir sus labios con los del chico dejándolo sorprendido al principio para después corresponder al beso que ella le estaba brindando… fue un beso dulce, lento al principio, en realidad ella no sabía qué hacer, nunca había sido la que daba el primer paso, era inexperta en cierto sentido pero para su suerte Bankostu pareció haber detectado eso y fue él quien guió el beso, movía sus labios lentamente mostrándole a la chica cómo debía ser, a lo que ella respondía de igual forma, pasó una mano detrás de su nuca para así poder profundizar más el beso y ella no puso objeción, al contrario se sujetó de sus brazos para no perder el equilibrio ya que se estaba debilitando a cada segundo que pasaba, era un beso lleno de deseo, posesivo, brusco, totalmente diferente a los que le brindaba… Inuyasha!!!... la Princesa abrió los ojos enormemente como si al fin se hubiera dado cuenta de lo que estaba haciendo y se separó del chico con un movimiento brusco dejando a éste sorprendido por su repentino cambio…

- Yo… lo siento Bankotsu… en verdad lo siento – se disculpó la pelinegra avergonzada por su actitud y salió cabalgando a toda velocidad continuando con su camino de regreso a palacio dejando así a un Bankotsu confundido pero a la vez satisfecho por haber logrado besar a la Princesa… a su Princesa…

CONTINUARÁ…​

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Q' tal eh??... espero les haya gustado, se ke es mas corto ke los anteriores pero todo tiene su razon d ser XD... ahi tenia ke terminar... les agradezco tmb a kienes leen y no pueden dejar su comentario, todo su apoyo es muy valioso para mi ^^... ya lo saben todos sus comentarios, quejas, sugerencias, críticas, dudas, felicitaciones, amenazas de muerte XD y más serán bien recibidas...

Se despide su amiga:


ALILU

Recomiendenme XD...