"Tabú" Shounen-Ai

Re: "Tabú" Shounen-Ai

Bueno ya concluido el primer ciclo del fic, continuaré con la lista de pedidos que me habían solicitado xD omg son muchos escibiré toda la vida...


1.- Shishido x Choutarou
2.-Atobe x Oshitari
3.-Kabaji x Atobe
4.-Oshitari x Gakuto
5.-Gakuto x Eiji
6.-Hiyoshi x Gakuto
7.-Oshitari x Jiroh
8.-Jiroh x Bunta
9.-Sanada x Yukimura
10.- Sengoku x Jin
11.- Jin x Dan Taichi
12.- Kirihara x Niou
13.- Yagyu x Niou

Bueno este sería el segundo ciclo n_nU omg... espero las disfruten xD

 

Re: "Tabú" Shounen-Ai

Hola niñas aqui les dejo la primera historia del segundo ciclo, espero les guste ;) ja-ne...


*Decimaséptima historia*

“Entregado a Dios”


Tan alejados de aquellos días complicados habían vivido otros tantos chicos, con sus propios sentimientos y preocupaciones, totalmente inconscientes del futuro que se les aproximaba, para aquel entonces las prácticas del equipo de tennis habían terminado y los jóvenes titulares del Hyotei habían salido juntos de la escuela, caminar por las calles acompañados de sus buenos amigos sin duda alguna era la mejor forma de pasar aquellas tardes calurosas.


-¿Qué haremos ahora? –preguntaba Gakuto sumamente emocionado-.
-Lo siento chicos debo irme, tengo un compromiso –acotó Shishido antes de que Gakuto lo inmiscuyera en unas de sus extrañas aventuras-.
-Te acompaño –dijo Choutarou con gran naturalidad a lo cual Ryoh no hizo ningún comentario-.
-Como se ve que no pueden estar ni un día separados –dijo Oshitari malévolamente-.
-Eso es porque se quieren mucho –reprochó Jiroh mientras bostezaba-.
-No digan tonterías –Shishido se mostraba muy sonrojado-.
-Vamos no te avergüences, si estas enamorado de Choutarou tan solo debes admitirlo –comentó Hiyoshi fríamente-.
-¡No hay forma de que me interesen esas cosas! –Exclamó Shishido alejándose del grupo-.
-Pero Shishido… -susurró Oothori-.
-¡No me sigas! –gritó Ryoh muy apenado-.


Los chicos quedaron sumergidos en un sin fin de risas, Shishido era tan básico y fácil de descubrir pensaban todos, sin embargo aquellas palabras habían herido a Oothori quien de forma inocente se sintió excluido por las palabras de su compañero, despidiéndose del resto de los chicos con la mirada llena de tristeza decidió marcharse por su propio camino, no estaba de humor para pasar una tarde agradable con sus amigos.
*
A la mañana siguiente Shishido caminaba hacia la escuela, aún estaba un poco apenado por lo que había sucedido, pero sabía que no podía esconderse eternamente, a la distancia diviso la iglesia que Choutarou solía visitar y en las puertas de esta yacía su amigo comenzando afablemente con el sacerdote del lugar, Ryoh se quedó observando la escena un tanto intrigado hasta que Gakuto y Oshitari le abordaron por la espalda.


-¿Esperas a tu novio? –Preguntó Gakuto entre risitas-.
-¡Ya deja eso! –exclamó Shishido sonrojado-.
-No te preocupes, sabemos que ustedes dos nunca tendrían ese tipo de relación –comentó Oshitari con una mirada maléfica-.
-¿Eh? –Shishido estaba bastante confundido-.
-Claro, después de todo Choutarou se convertirá en sacerdote de esa iglesia –dijo Gakuto con una seria expresión-.
-¿Cómo? –Aquel joven no podía creer esas palabras-.
-Parece que él no te ha dicho, es una difícil decisión, pero después de todo tu sabías que el era católico ¿Verdad? –Decía Oshitari tranquilamente mientras se acomodaba las gafas-.
-Si, pensar que Choutarou vivirá para dios y no podrá enamorarse jamás ni tener pareja y esas cosas –comentaba Gakuto mientras continuaba su camino a la escuela-.


Oshitari le siguió despreocupada en lo que Shishido se quedó completamente perdido en sus pensamientos confusos, no podía creer que su amigo de toda la vida fuera a convertirse en sacerdote sin habérselo dicho… él ya no podría enamorarse ni tener una relación amorosa, aquellas ideas quebrantaron el corazón del joven de ojos marrones al punto de derramar algunas lágrimas.
*
Finalmente llegó a la escuela, los chicos se estaban riendo a carcajadas pero él estaba demasiado perdido en aquel confuso sentimiento que ni siquiera les dirigió la palabra, sin duda fue un día verdaderamente largo de clases y entrenamientos, Shishido estaba más malhumorado que de costumbre… A la salida de clases todos pensaban irse a divertir nuevamente sin embargo dos jóvenes ya se habían marchado desde mucho antes, sin duda tenían cosas de las que hablar.


-Estas muy extraño Shishido –comentaba Choutarou con una expresión de preocupación-.
-¿De verdad te gusta tanto esa iglesia? –Preguntó el joven de ojos marrones tratando de comprender aquella situación-.
-Pues la verdad ese lugar me brinda mucha paz –respondió el joven de forma inocente-.
-¿Y te gustará toda la vida?, ¿No te sentirás solo? –Cuestionaba el chico con lágrimas en sus ojos-.
-¿Ah?... pues si creo que me gustará toda la vida además no hay motivo para que me sienta solo –el joven Choutarou sonreía dulcemente-.
-Los muchachos me dijeron lo que piensas hacer –acotó el joven tristemente-.
-Ah eso… no te preocupes nos acostumbraremos pronto al cambio.
-No quiero… no quiero que lo hagas –exclamaba Shishido abrazando a su compañero-.
-No es para tanto… la verdad no entiendo porque estas así, no es tan importante –comentó Choutarou un tanto sonrojado-.
-¡No es importante!, no puedes tener una relación con nadie el resto de tu vida… ¡No podré estar contigo! –Ryoh había gritado aquello con todas sus fuerzas…


Al darse cuenta de lo que había dicho se avergonzó bastante, Oothori se había quedado sin palabras, Shishido desesperado salió corriendo tratando de escapar de su compañero, éste simplemente no entendía lo que estaba sucediendo, no comprendía el comportamiento de Ryoh y más aún no había entendido el significado de las palabras que aquél había gritado a los cuatro vientos.
*
Los días continuaban pasando, habían demasiadas cosas que aún no estaban claras entre aquellos chicos, sin embargo por más que Choutarou tratara de hablar con Shishido éste continuaba huyendo y escondiéndose de aquél, sin duda siempre había sido demasiado tímido con sus sentimientos…
*
Finalmente el día viernes había llegado, Shishido se sentía aliviado del hecho de que podría descansar un par de días en su casa sin darle la cara a ninguno de sus compañeros, sin embargo para su mala fortuna había sido sorprendido por todos ellos en la puerta de su casa… no lo dejarían entrar hasta comunicarle las graves noticias…

-Sabemos que hace días no hablas con Choutarou –comentó Hiyoshi quien estaba justo delante de la puerta impidiendo el paso-.
-¿Y si es así que? –cuestionó Shishido fastidiado-.
-Tienes que detenerle –propuso Oshitari seriamente-.
-¿A que te refieres?
-Choutarou se convertirá en sacerdote el día de hoy, en una ceremonia que comenzara en 10 minutos –comentó Gakuto tristemente-.
-¿Tan pronto? –Shishido estaba totalmente sorprendido con aquellas palabras-.
-Y todo es tu culpa, después de todo esa noche le dijiste que no tenías interés en él –concluyó Oshitari-.


Aquellas palabras abrieron un agujero en el corazón de Shishido quien al instante salio corriendo a toda prisa camino a la iglesia, tenía muy poco tiempo, el resto de los chicos le siguieron apresurados, finalmente logró llegar a aquel lugar…
*
Todo estaba adornado con flores blancas y podían verse algunas personas a los alrededores, Shishido asustado abrió las puertas de la iglesia y lo vio… justo ante la cruz de cristo, arrodillado en el sueño rezando una oración, un grito perturbó toda la iglesia, Choutarou se levantó al instante de haberlo escuchado, vestía una larga sotana blanca, el joven de la gorra corrió hacia el rápidamente hasta abrazarlo con todas sus fuerzas, apenas y podía respirar, estaba completamente sonrojado, pero aquello era algo que debía hacer.


-¿Estas bien Shishido? –Preguntó Oothori angustiado-.
-No quiero… no quiero que lo hagas –dijo Shishido entrecortado-.
-Pero Shishido yo… -al momento fue interrumpido-.
-¡TE AMO! –grito aquel finalmente… Choutarou no podía creer aquellas palabras-.
-No… puede ser…
-Si lo es, te amo Oothori, y no quiero que te conviertas en sacerdote quiero que te quedes conmigo –exclamaba el joven entre lágrimas-.
-¿Sacerdote? ¿Quién te dijo eso? Yo solo estoy aquí ayudando al coro, eso me quitará algo de tiempo para las prácticas pero no será por mucho tiempo –comentó Choutarou extrañado-.


Shishido se quedó atónito con aquellas palabras, al instante se escucharon en toda la iglesia las carcajadas del resto de los chicos del Hyotei, de cuyo malicioso plan Shishido Ryoh había sido presa, más sonrojado que nunca, aturdido por las burlas, el joven de la curita en la frente se desmayó al instante… había pasado un gran susto.
*
Un par de horas después el chico finalmente despertó, estaba recostado en una de las bancas de la iglesia, todos ya se habían marchado, tan solo se encontraba Choutarou a su lado, ya vestía normalmente y sonreía con dulzura.

-¿Te sientes mejor? –Preguntó Choutarou con ternura-.
-Si… lamento el escándalo –respondió Ryoh muy sonrojado-.
-Esta bien, fue muy valiente lo que hiciste-.
-Los chicos me molestarán toda la vida por esto –comentó el joven poniendo una expresión de enojo-.
-Lo que dijiste ¿Era cierto? –cuestionó el joven católico un tanto nervioso-.
-Pues si… realmente me aterraba tenerte cerca de mí todos los días y no poder poseerte –murmuró Shishido completamente rojo-.
-Me alegra saberlo –su rostro esbozaba una maravillosa sonrisa-.
-Y tú… ¿Qué sientes por mí? –Shishido procuraba no mirarle a la cara-.
-Pensé que era obvio… que yo estaba perdidamente enamorado de ti –susurró al oído de su compañero mientras giraba su rostro hacia él.


Shishido simplemente se dejó llevar mientras que Choutarou le abrazaba con calidez, finalmente lo tenía entre sus brazos, tímidamente se fue acercando a su rostro hasta el punto que le hizo cerrar sus ojos en un apasionado beso, un beso que extendió duramente horas, en aquel lugar tan pacifico y tan solitario, no había forma de ser molestados por nadie, Oothori acariciaba dulcemente los brazos el pecho de su compañero por sobre sus ropas y aquel no podía evitar temblar de emoción y placer… sus besos y caricias eran maravillosas.

-Oye no deberíamos hacer esto aquí –dijo Shishido recordando que estaban en la iglesia-.
-Tienes razón vamos a mi casa –comentó Choutarou en un gesto pícaro-.
-¿Por qué sonríes así? –Cuestionó nervioso el joven de la gorra-.
-Porque hay muchas cosas que siempre he deseado hacerte en mi habitación, hoy finalmente podré hacértelas todas…

Choutarou tomó a su enamorado de las manos y lo guió a casa con las más picaras y apasionadas intenciones, sin duda aquellos dos tendrían una noche como ninguna otra en donde podrían demostrar todo lo que tanto tiempo llevaban sintiendo…


Sin más, ni más la vida continuaba…


***Dos amigos de toda la vida que siendo presas de las bromas de sus compañeros finalmente descubrieron todo lo que sentían, era hora después de todo de entregarse mutuamente sin reservas, ya que mucho tiempo ambos lo habían estado deseando sin atreverse a dar el primer paso hacía la honestidad… al fin y al cabo todos necesitamos de vez en cuando un empujón***

MayOtk


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