Mazmorra Guarida Gamma

Y bueno, una vez más, no fue para nada lo que esperaba. Trazos y creaciones escalofriantes era lo que componía el grueso del material "artístico" del cuaderno. Allí estábamos, cada uno de los holders, dibujados uno por uno y con datos precisos sobre cada uno. Debido a que, escalofriántemente, todo lo escrito allí sobre mí era completamente correcto, decidí parar a leer un poco sobre todos los demás holders, para estar más informado y facilitar mi objetivo y eso, sí.

Y porque siempre he disfrutado enterarme de cosas de otras personas, claro. Es genial para los chantajes.

Pero, aún cuando aquel cuaderno me había dado algo de información valiosa, no dejaba de ser espeluznante lo que había allí, ¿Cómo había conseguido Tau toda esa cantidad de datos? ¿Para qué los quería? Y ya ni hablar de ese dibujo de la niña, era simplemente escalofriante. ¿Y qué hacían esos legendarios allí? Demasiadas preguntas me quedaban.

Había tenido, sin embargo, ya bastante de Tau por el momento, así que preferí hurgar en los documentos de Iota sobre el espejismo, al menos estaba más acostumbrado a la locura de Iota.

 

Entre los muy numerosos escritos de Iota, tras un rato de lectura rápida, Ian consiguió descubrir algunas páginas interesantes. Éstas las leyó con detenimiento. La letra de Iota, recta y definida, cubría todo el documento.

La libreta que encontré en el laboratorio de papá estaba escrita, definitivamente, por Tau. De algún modo, Tau logró establecer contacto con el mundo espejismo. No sé exactamente qué es dicho mundo, pero creo que la calificación de "espejismo" es más que adecuada para representarlo... un mundo igual que el nuestro, y a la vez diferente; una especie de "ilusión" dentro de la realidad: un espejismo. Debo encontrar la forma de entrar a este mundo. Tau estará allí, estoy casi segura de ello. Quizá esté atrapada.

La energía vital que Gamma me ha confiado será excepcionalmente útil para mi experimento. Ambas salimos beneficiadas de dicha empresa: con ella podré abrir un desgarro espaciotemporal, si mis experimentos son correctos, que permita entrar al mundo espejismo; allí podremos encontrar nuevas fuentes de energía vital y, asimismo, quizá Tau esté allí.

He conseguido crear la suficiente perturbación como para hacer que el mundo espejismo y el nuestro se conecten de algún modo. Ahora, ciertas zonas de Galeia cambian y, en su lugar, aparecen zonas de este mundo paralelo. Es una forma rudimentaria de acceder a él, pero suficiente para comenzar. Si quiero llegar al centro del mundo, si quiero encontrar a Tau, sin duda debo empezar a estudiar con detalle este mundo. Es bastante fascinante, a su modo: no encuentro en él nada distinto a nuestro mundo: realmente, todo parece comportarse de forma exactamente igual a como lo hace aquí: el aire tiene la misma densidad, el terreno es similar... únicamente los pokémon difieren, en tanto que las especies que pueden encontrarse allí son bastante reducidas y concretas. Me pregunto por qué, y qué tipo de explicación hay para ello, si es que existe.

[a partir de este punto, la letra de Iota se vuelve notablemente más errática, rápida y dejada]

¡Todo marcha de forma excelente! El mundo espejismo es tan fascinante... desde que logré entrar en él, poco a poco, mi pasión hacia el mismo ha ido creciendo. Ahora comprendo por qué Tau estaba interesada en él. ¡Porque es fascinante! Es un mundo en desequilibrio, un mundo que, pese a la paz que parece albergar, en su interior está roto. Un mundo así puede ser mucho más fácilmente manipiulable. Sí, ¡una fuente infinita de poder! Tau hablaba del núcleo del mundo... del lugar del que nace éste. ¿Será acaso accesible? ¿Existe la forma de desbloquear tal poder? Si lo consigo, si únicamente lograse acceder al núcleo... ¡ah, ah, ah! Debo hallar la forma.

Hay una torre... una torre donde parece que hay un desgarro, en su cúspide. Sí, la llamaré la "Torre Espejismo". De algún modo, en ese lugar hay un pequeño acceso al núcleo del mundo. Como si alguien, tiempo atrás, hubiese abierto dicho portal, y ahora estuviese semicerrado. Sólo tengo que abrirlo. La energía de varios pokémon de ese mundo debería bastar para ello... energía propia del mundo. Por algún motivo, los pokémon que yo he capturado no parecen tener energía suficiente. ¿Quizá es porque apenas les he dado un entrenamiento adecuado...? Bah, quién tiene tiempo para crear vínculos con meras herramientas. Si eso es lo que falla, la solución es simple: haré que esos holders estúpidos traigan a las herramientas por mí.

Si mis suposiciones son ciertas, debe haber alguna especie de guardián del núcleo. Obviamente, el epicentro de toda la energía vital debe estar protegido. Puede que sean más de uno. En todo caso, pueden ser un impedimento... o quizá una bendición. Desbloquear el poder del núcleo espejismo requerirá de una enorme cantidad de energía... de forma similar a como abrir el acceso al propio mundo ya la requirió en su momento. Provocar un enfrentamiento abierto entre los guardianes debería bastar... sí, debería ser más que suficiente.

El mundo espejismo y toda la energía que éste alberga... será mío.

 

Así que... eso era lo que había pasado.

Si bien ya conocía más o menos la historia de Iota gracias a los escritos anteriores y a lo que ella misma me había dicho, me era bastante útil tener un escrito más detallado de todo lo que había pasado. Además, parece ser que algo relacionado con el espejismo causó ese cambio de personalidad tan brusco en Iota... ¿Pero qué sería aquello?

¿Tal vez aquella hoja arrugada sobre el escritorio tendría la respuesta?

 

Oh, no, aquella hoja arrugada sólo arrojará más incógnitas. En aquella hoja faltaba un trozo, que coincidía perfectamente con el trozo de la hoja arrancada de la libreta de dibujos.

Y, en efecto, aquella hoja tenía un dibujo. Un dibujo grande, de un Pancham. De un Pancham de color gris, completamente grisáceo, salvo por sus ojos, que resplandecían en negro. Estaba dibujado de forma sonriente y alegre...

Recordó Ian que en el trozo que quedó en la libreta, el trozo que precisamente falta en esa hoja, ponía "Vakuum"... ¿era, acaso, el nombre de ese pokémon?

 

Y bueno, como era de sospechar, aquello no ayudó en absolutamente nada. Incluso fue una pérdida de tiempo; sólo había en esa hoja el dibujo de un Pancham gris, inusualmente alegre para los estándares de dibujo de Tau, aún con esos ojos oscuros. ¿Tal vez por eso le había arrancado del cuaderno? ¿Por no ser lo suficientemente perturbador?

¿Y qué era eso de "Vacuna"? ¿Acaso sería la solución para algo?

Resignado, tomé aquella pokebola del escritorio. Estaba ya hecho a la idea de que no encontraría ninguna respuesta en ella, pero ¡hey!, al menos podría quedármela...

 

Tras agarrar la pokéball, Ian obtuvo a un nuevo compañero para su equipo: un fuerte Metagross que, tal vez, perteneció a Iota... o incluso a Tau.

En cualquier caso, poco quedaba por hacer allí ya.

 

Tras guardar la pokeball en mi bolsillo, me dispuse a abandonar el lugar tranquilamente, llevándome todos los documentos que me habían parecido interesantes, y que releería después.

Ahora mi siguiente objetivo era hablar con las personas que había conocido en la región durante mi viaje, para ver si podía conseguir algo de información.

 

Todo sucedió tan rápido, que por un instante se sintió como parte de un sueño. El combate había finalizado, con Ethan como el vencedor, aunque Emily estuvo bastante cerca de ganar el encuentro. Pero en aquel instante… todo se volvió negro de repente, cuando una red metálica envolvió a nuestra amiga, a su rival y al pokémon mítico que éste poseía en su equipo. Mimi, Hubert y yo llevámos instantáneamente nuestras manos a nuestros cinturones, listos para liberar a nuestros compañeros, pero entonces una extraña red cayó también sobre nosotros… y todo se volvió oscuridad.

Cuando volví a abrir los ojos, me encontré de cara con unos barrotes negros. Era una celda negra y mugrosa, ubicada en un cuarto sin vista al exterior, desde donde no podía ver nada… y aparentemente, estaba sola.

Pero eso no fue por mucho.

—¡Emily! —exclamé cuando la chica apareció, en compañía de Ethan y portando un manojo de llaves—. ¡¿Qué rayos está sucediendo?!

Mientras Ethan se ocupaba de abrir la celda que me retenía allí, la muchacha me explicó que el Equipo Gamma tenía secuestrado a Keldeo y nos habían encerrado allí… supuse que debíamos de estar en su guarida, pero no podía dejar de preguntarme en qué parte exactamente de Galeia nos encontrábamos.

La puerta finalmente cedió y pude salir de aquella pequeña prisión. Ethan me entregó mis pokebolas, y descubrí que, tal y como temía, los Gamma no se habían llevado sólo a Keldeo, sino que tampoco se encontraban entre mis pokémon los dos legendarios que integraban mi equipo: Thundurus y Xerneas.

Emily se marchó junto con Ethan; tenían que encontrar a Hubert y Mimi, quienes seguramente estarían encerrados en otras celdas por allí. Por mi parte, asentí al verlos ir… y luego me marché, sin detenerme a esperarlos.

—Van a pagar por esto, Equipo Gamma —dije con determinación, empuñando una pokebola y comenzando a avanzar por aquel misterioso edifico que desconocía.

[1/7]

 

Las paredes metálicas de aquel pasillo vacío se abrieron de pronto, y dos enormes robots con forma humanoide comenzaron a caminar, colocándose frente a Effy de forma amenazante. Tras eso, otro robot surgió del suelo, uno más pequeño, pero no por ello menos amenazante, con dos brazos que acababan en una especie de tridentes electrificados, y una línea roja que parecía analizar a sus rivales a modo de ojos.

CENTINELA: Eléctrico
Salud: 200/200
Ataque normal: 50
Movimientos:
-Calambrazo: Golpea con 30 de potencia de tipo eléctrico a todos los rivales.
-Shock: inmoviliza a un rival, que no puede atacar en el próximo turno.
-Radar: escanea a un enemigo. El escaneo puede ser utilizado por un Robot de Seguridad.
-Alarma: llama a un compañero. Lanza un dado de 5 caras; si sale 1, será un Robot de Seguridad, si sale 2, 3 o 4 será otro centinela, si sale 5, fallará.

ROBOT DE SEGURIDAD: Acero
Salud: 400/400
Ataque normal: 60
Velocidad: 0
Movimientos:
-Escanear: escanea a un enemigo.
-Eliminar: 120 Potencia, Neutro, golpea a un enemigo escaneado.
-Sustraer energía: roba 2 usos de todos los movimientos de un enemigo.
-Expulsar: golpea con sus brazos a todos los rivales. Causa 40 puntos de daño neutro a todos.

ROBOT DE SEGURIDAD: Acero
Salud: 400/400
Ataque normal: 60
Velocidad: 0
Movimientos:
-Escanear: escanea a un enemigo.
-Eliminar: 120 Potencia, Neutro, golpea a un enemigo escaneado.
-Sustraer energía: roba 2 usos de todos los movimientos de un enemigo.
-Expulsar: golpea con sus brazos a todos los rivales. Causa 40 puntos de daño neutro a todos.

 

Mimi apenas recordaba la última vez que había sentido un dolor de cabeza semejante. Su mente daba vueltas, su cuerpo se sentía pesado y entumecido. Cuando abrió los ojos con dificultad realmente le costó enfocar la mirada. Sus ojos no terminaban de adaptarse a la penumbra a la que ahora se reducía su espacio.

—Ngh...— musitó quejumbrosa, tratando de ponerse en situación. Se sentía adolorida y cansada—. ¿Q-qué demonios ha...?

Parpadeó lentamente. Ahora que lograba salir de la inconsciencia, su mente sufrió un repentino fogonazo cuando recordó los hechos acontecidos en la isla.

Recordaba la derrota de Emily, Keldeo, la explosión... aquellos frikis montados sobre pokémon de tipo volador gritando cosas que ahora no recordaba. Su cerebro se negaba a funcionar. Un chispazo estremeció su cuerpo... y después todo se volvió negro.

La última vez que había sentido una confusión semejante al despertar había sido tras los hechos acontecidos en La Columna Lanza, así que pudo suponer haber perdido la consciencia. Pero, ¿dónde estaba ahora? ¿Y dónde estaban los demás?

Se trataba de un espacio oscuro y reducido. Olía a moho y a humedad. El olor a viejo le produjo arcadas. Desde donde estaba podía escuchar el goteo de una cañería rota en algún lugar, pero ni rastro de presencias humanas. Aquel pensamiento la hizo sentirse irremediablemente sola.

Apoyándose en la pared logró incorporarse. Sus piernas temblaban.

—¡Agh, diablos!— exclamó—. ¿Por qué me pasan a mí estas cosas?

Clack.

Su cuerpo se tensó de golpe. Eso había sonado demasiado cerca. ¿Serían Emily y los demás? ¿Los frikis de antes? ¡Ni siquiera sabía dónde demonios estaba!

¿Era un secuestro? ¿La habían secuestrado? Ella era la heredera de un magnate multimillonario después de todo. Poseía grandes riquezas. Cualquiera entendería que raptarla y poner precio a su cabeza sería un buen negocio. Como una fiera enjaulada, Mimi se movió de un lado a otro de la celda, buscando alguna salida con la mirada.

Ni muerta iba a quedarse ahí. ¡Ni muerta permitiría que el dinero de su padre acabase en las manos de esos bastardos! Su honor estaba por encima de todo, no lo mancharía de ese modo. Buscó y buscó en la semipenumbra. Zarandeó las rejas... pero no cedieron.

—¡Vamos, maldita sea!— gruñó, furiosa—. ¡Me niego a acabar en manos de esos desgraciados! ¡Yo soy la gran Mimi Honda, por el amor de Arceus!

Ni modo.

Apretó los dientes, frustrada. Y si... ¿Y si ese era el fin? ¿Allí acababa su aventura? ¿Su vida? ¿Qué había sido de los demás?

>> ¡Emily!— gritó, zarandeando de nuevo los barrotes—. ¡Effy! ¡Hubert! ¿Alguien puede oírme? ¡Estoy aquí!

No hubo respuesta.

***

Había perdido la cuenta de las veces que había tratado de hallar la salida sin éxito. Los barrotes de acero no cedían. La falta de luz natural hacía difícil saber la hora.

En mitad de la penumbra y la humedad, Mimi se había hecho un ovillo en una esquina. Tenía las piernas flexionadas y recogidas, y el rostro hundido entre los brazos. No se escuchaba el más mínimo sonido.

Hasta eso...

El sonido de un manojo de llaves chocando entre sí. Pasos. La puerta chirrió al abrirse.

Mimi se había propuesto resistir estoicamente su destino, fuera el que fuese ese. Como tendía a ser una absoluta reina del drama, había sacado de su mente el peor escenario posible. Un asesinato. Quizás una violación. Fuera lo que fuera no tenía pretensiones de querer saberlo.

Tenía miedo, por supuesto. Si bien sabía que no todo era un camino de rosas y que su posición privilegiada podía convertirla en el objetivo de criminales en cualquier momento, jamás esperó algo así. Jamás espero sentirse tan desprotegida y vulnerable. Apretó los ojos con fuerza, la mandíbula. Cerró los puños...

Pero nada sucedió. No hubo disparos. Ni voces roncas y pesadas. No hubo nada de lo que su hiperactiva mente había imaginado. De hecho, no hubo nada de nada.

—¿Huh...?

Desconcertada, alzó la cabeza. Y su corazón se lleno de calidez al tiempo que su expresión se iluminaba. Juraría que incluso sus ojos se aguaron ante la escena que encontró frente a ella.

Eran dos personas. Un chico y una chica. El chico sostenía sonriente un manojo de llaves... Mimi lo miró un momento, y luego dirigió sus ojos a la chica. La conocía. Por supuesto que la conocía. ¿Cómo no hacerlo?

—¡E-Emily!— exclamó, incorporándose de un salto. Y, algo que sería completamente ajeno tratándose de Mimi, se lanzó a abrazarla. Con fuerza. Ignorando completamente la presencia de Ethan—. ¡Estás bien! ¡Oh, gracias a Arceus...!

>> ¿Qué ha pasado con los demás? ¿Dónde están Hubert y Effy? Y... ¿qué hace este aquí?

Sus ojos fueron poco más que dos trozos de hielo cuando miró al chico. Su expresión en relación era puro desencanto.

Contenido oculto

Juro que hice lo que pude xD
@Amane ven pa'ca mujeh (?

 

—¡Blastoise, Dragonite, Florges! ¡Yo los elijo!

Tres pokebolas fueron lanzadas por los aires, y tres pokémon emergieron de la luz emanada de las mismas. Mis tres pokémon de inmediato adoprtaron una posición de batalla, listos para enfrentar a aquellos siniestros robots que detenían nuestro camino.

—¡Acabemos con el Centinela primero! ¡Blastoise, Rayo Hielo! ¡Dragonite, Carga Dragón! ¡Florges, Hoja Brillante!


BLASTOISE: Agua (Resistente)
Salud: 188/188
Ataque Normal: 20
Velocidad: 90
Movimientos:
-Esfera Aural (60 Potencia, Lucha) (Usos: 7/7)
-Rayo Hielo (60 Potencia, Hielo) (Usos: 6/7)
-Surf (50 Potencia, Agua) (Usos: 10/10)
-Hidrobomba (70 Potencia, Agua) (Usos: 5/5)
TURBO: 18/70 (Paciencia)
-Megahidro: 99 Potencia, Agua.
-Superguarda: inmune a ataques que no sean supereficaces.
-Megacoraza: inmune él y sus dos aliados a ataques físicos


DRAGONITE: Dragón/Volador (Potente)
Salud: 182/182
Ataque Normal: 27
Velocidad: 90
Movimientos:
-Carga Dragón (70 Potencia, Dragón) (Usos: 4/5)
-Puño Fuego (50 Potencia, Fuego) (Usos: 10/10)
-Golpe Aéreo (40 Potencia, Volador) (Usos: 3/3)
-Puño Trueno (50 Potencia, Eléctrico) (Usos: 15/15)
TURBO: 19/75 (Paciencia)
-Gravito: Reduce en 1/3 el PS del jefe
-Artema: los dos compañeros del pokémon quedan con 1 punto de vida. Hace siempre 150 de daño.
-Meteo: 99 Potencia, Dragón.


FLORGES: Hada (Resistente)
Salud: 170/170
Ataque Normal: 19
Velocidad: 90
Movimientos:
-Hoja Brillante (70 Potencia, Planta/Hada) (Usos: 4/5)
-Luz Aniquiladora (70 Potencia, Hada) (Usos: 5/5)
-Deseo (Cura 1/2 de los PS totales del usuario) (Usos: 1/1)
-Voz Cautivadora (30 Potencia, Hada)) (Usos: 20/20)
TURBO: 17/65 (Paciencia)
-Sanctus: 99 Potencia, Hada
-Omnicura: cura 1/3 de vida a todos los aliados.
-Lázaro: revive a un aliado caído

 

Ambos Robots de Seguridad presenciaron con sus rostros inmóviles cómo el Centinela se deshacía en un mar de chispas. Y, sin mucha preocupación por su parte, simplemente Escanearon a Florges y a Blastoise.

ROBOT DE SEGURIDAD: Acero
Salud: 400/400
Ataque normal: 60
Velocidad: 0
Movimientos:
-Escanear: escanea a un enemigo.
-Eliminar: 120 Potencia, Neutro, golpea a un enemigo escaneado.
-Sustraer energía: roba 2 usos de todos los movimientos de un enemigo.
-Expulsar: golpea con sus brazos a todos los rivales. Causa 40 puntos de daño neutro a todos.

ROBOT DE SEGURIDAD: Acero
Salud: 400/400
Ataque normal: 60
Velocidad: 0
Movimientos:
-Escanear: escanea a un enemigo.
-Eliminar: 120 Potencia, Neutro, golpea a un enemigo escaneado.
-Sustraer energía: roba 2 usos de todos los movimientos de un enemigo.
-Expulsar: golpea con sus brazos a todos los rivales. Causa 40 puntos de daño neutro a todos.

 

Ethan, con las manos en los bolsillos, había observado la escena entre Mimi y Emily, no había podido sonrojarse al ver que le decía que a su compañera iría con él. Rápidamente, cuando Emily se dirigió a su vera y le habló, se tornó serio de nuevo y trató de borrar de su rostro la sonrisa idiota, centrando su mirada en el horizonte.

—Tranquila —le respondió—, estaré a tu lado. No sabemos si tienen algún tipo de sistema de seguridad por aquí, ni dónde está la salida, pero, de momento, todo lo que podemos hacer es seguir avanzando.

 

Hubert

Cuando comencé a recobrar los sentidos, la frialdad del suelo recorrió mi espalda y la zona trasera de los brazos, las piernas y la cabeza, lo cual me arrancó un ligero quejido. Aún sentía dolores a la altura de la coronilla, allí donde nos había golpeado el extraño mecanismo de la red con la que los intrusos de Gamma nos hicieron prisioneros. Al menos, eso era lo último que recordaba luego del desenlace de la batalla entre Ethan y Emily… Eso, y que Keldeo era el centro de esta nueva… aventura. Sí. Las aventuras eran peligrosas, pero no dejaban de ser aventuras. Esas cuotas de riesgo las volvían tales.

Me incorporé lentamente y sacudí los brazos para apartar la sensación de hormigueo que los aquejaba. Al margen de eso, no tenía otra secuela física más que los cabellos despeinados. Finalmente, abrí los ojos.

Los ojos rojos de Serperior me miraron. Él se encontraba fuera de su pokébola cuando el tal Beta y sus secuaces aparecieron, por lo que también había sido atrapado y shockeado por la red. Sus párpados estaban ligeramente caídos, pero se mostraba firme, imponente y sereno como siempre. Me hubiera gustado dirigirle una sonrisa, pero la situación no ameritaba ni siquiera un gesto tan pequeño como ese.

Pues, cuando me puse de pie, pude corroborar que estábamos en una celda.

—¿Llevamos mucho tiempo aquí? —le pregunté a mi pokémon, acercándome a los barrotes con calma.

Serperior me miró a los ojos y negó levemente con la cabeza. “No lo sé”, decía.

—Ya veo… —dije, pasando las manos por los barrotes para analizar el material y la contextura de estos— Se ven resistentes, pero creo que Reshiram podrá desintegrarlos… Debemos apresurarnos para liberar a Effy y los demás…

Pero cuando llevé la mano a mi cinturón me di cuenta: la pokébola del Defensor de la Verdad no se encontraba en su sitio. Tenía todas las demás, menos la del dragón legendario. Rebuscando un poco más, comprobé que Cresselia tampoco estaba.

Suspiré y me llevé la yema de los dedos a la frente para tranquilizarme y poder pensar con claridad, mientras Serperior tomaba lugar a mi lado.

—No eso sólo Keldeo —le dije, sumamente contrariado—. Eso significa que también pudieron haberse llevado a Thundurus y Xerneas…

Entonces, a mi mente acudieron las escenas de la Pradera Arte, cuando Steve, su padre y nosotros nos enfrentamos al siniestro equipo liderado por el científico conocido como Kappa. Recordaba parcialmente que el científico llegó a la pradera seguido de los suyos: “...todos los pokémon legendarios habían emigrado a esta región”. Vi el rostro de Lysson, su aire desdeñoso y mi derrota frente a él… Apreté los labios.

Pero justo en ese momento, cuando alcé la cabeza, me encontré de frente con Emily y Ethan, seguidos de Effy. La repentina aparición del trío hizo que me sobresaltara un poco, pero al parecer Serperior los había visto hace rato. El muchacho (cuyo nombre me sonaba de algún lado, ahora que lo miraba bien) abrió la puerta de la celda con unas llaves que había quitado a uno de los guardias. Emily me explicó rápidamente la situación, a la que respondí con silenciosos y tranquilos movimientos de cabeza.

—Los liberaremos pase lo que pase —afirmé—. ¡Vamos, Serp!

Acompañado por mi pokémon inicial, seguí a Effy, quien ya se estaba adelantando por el misterioso edificio donde nos hallábamos. Aunque no podía determinar con exactitud la ubicación de este sitio, me resultaba extrañamente familiar. Como si ya hubiéramos estado aquí por otras circunstancias.

[1/7]

 

—Ese escaneo no puede ser nada bueno… —murmuré, tras observar como aquellos robots analizaban de arriba abajo a Florges y Blastoise—. Tsk, tenemos que acabar con ellos cuanto antes.

>> Blastoise, Esfera Aural. Dragonite, Puño Fuego. Florges, Luz Aniquiladora… ¡concentren todos sus ataques en el primer robot!



BLASTOISE: Agua (Resistente)
Salud: 188/188
Ataque Normal: 20
Velocidad: 90
Movimientos:
-Esfera Aural (60 Potencia, Lucha) (Usos: 6/7)
-Rayo Hielo (60 Potencia, Hielo) (Usos: 6/7)
-Surf (50 Potencia, Agua) (Usos: 10/10)
-Hidrobomba (70 Potencia, Agua) (Usos: 5/5)
TURBO: 36/70 (Paciencia)
-Megahidro: 99 Potencia, Agua.
-Superguarda: inmune a ataques que no sean supereficaces.
-Megacoraza: inmune él y sus dos aliados a ataques físicos


DRAGONITE: Dragón/Volador (Potente)
Salud: 182/182
Ataque Normal: 27
Velocidad: 90
Movimientos:
-Carga Dragón (70 Potencia, Dragón) (Usos: 4/5)
-Puño Fuego (50 Potencia, Fuego) (Usos: 10/10)
-Golpe Aéreo (40 Potencia, Volador) (Usos: 15/15)
-Puño Trueno (50 Potencia, Eléctrico) (Usos: 9/10)
TURBO: 38/75 (Paciencia)
-Gravito: Reduce en 1/3 el PS del jefe
-Artema: los dos compañeros del pokémon quedan con 1 punto de vida. Hace siempre 150 de daño.
-Meteo: 99 Potencia, Dragón.


FLORGES: Hada (Resistente)
Salud: 170/170
Ataque Normal: 19
Velocidad: 90
Movimientos:
-Hoja Brillante (70 Potencia, Planta/Hada) (Usos: 4/5)
-Luz Aniquiladora (70 Potencia, Hada) (Usos: 4/5)
-Deseo (Cura 1/2 de los PS totales del usuario) (Usos: 1/1)
-Voz Cautivadora (30 Potencia, Hada)) (Usos: 20/20)
TURBO: 34/65 (Paciencia)
-Sanctus: 99 Potencia, Hada
-Omnicura: cura 1/3 de vida a todos los aliados.
-Lázaro: revive a un aliado caído