One-shot de Pokémon - Sensación del más allá...

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Este fic es para la actividad Habia una vez...150 pokémon

En las cercanías del pueblo Lavanda los días pasan como cualquier otro, viajeros van y vienen como siempre ha sido. Entre ellos uno que otro entrenador, con la clara motivación de entrenar a sus queridos pokemones en su búsqueda del soñado título de maestro Pokémon.

Hoy en las mencionadas zonas boscosas un grupo de amigos deciden tomarse un merecido descanso luego de lidiar con una Bandada salvaje de Spearows , que estuvieron a poco de darles caza, pero al final fue un día Provechoso, al menos para Emily, una chica castaña, ahora contaba con un Catterpie ( el cual salvo de las feroces aves) como nuevo compañero de aventuras, caso que no se presentó con sus demás amigos viajero que solo obtuvieron picotazos que provocaran dolores al siguiente amanecer.

Algo muy común en estos lados del pueblo Lavanda, sin embargo, en la ciudad de la torre Pokémon las cosas pueden tornarse algo…inquietantes.

―¡Ja! A ver novatos asi es como se captura un Pokemón…―se jactaba de su logro Emily ¿una chica engreída? La verdad no, lejos de provocar enfado o cualquier rechazo entre sus tres amigos, estos solo reían con ella, su compañerismo y confianza es tal que unas burlas pesadas no sorprenderían para nada.

Las bromas entre compañeros viajeros era la mejor… todo tipo de broma es bienvenida, sobre todo para los extraños, oscuros pero algo simpáticos seres que observan al cuarteto desde lo más oscuro de las hierbas altas, sus siniestras miradas reflejaban el deseo de divertirse un buen rato.


―Que frio sentí de r-repente― murmuro uno de los chicos que empezó a tiritar a causa de un misterioso escalofríos, por los nervios su mirada viajaba de una lado a otro pero ni señales de amenaza.

Emily centro su atención en esto y al ver que solo ese escalofrío por parte de su amigo era infundado, le aviso que por ahora ningún Spearow vendría a por él, los demás reian al tratarse de otras de sus típicas “burlas entre amigos”.

Los seres entre los arbustos querían de verdad enseñarles a los entrenadores que era una broma de verdad, sería cuestión de tiempo para que una buena sorpresa se presente a los incautos amigos…aunque ahora…

―Día 3 y aun no encuentro a ni a un Nidoran ¡ pero ahora no es tiempo de rendirse!―

Desde la ruta que conducía al mismo sitio donde Emily y compañía, entraba con una marcha animada y con gran entusiasmo mientras sostenía su librete la pequeña Mirian una chica castaña al igual que Emily pero con el cabello con trenzas.

El equipo de entrenadores notó la llegada de la niña, el resto la miro con algo de preocupación pues tratándose de la pequeña hermana de Emily seguro verían otra escena conocida anteriormente, si…el típico pleito entre hermanas.

―¿Uh? Mirian…¿¡acaso sabes que significa quédate y cuida de las bayas!?― gruño Emily al ver que la pequeña hermana no cumplió una tarea.

En efecto como otras veces las peleas públicas de ambas chicas no se hacían esperar, la mayor se reducía a regaños y la menor a trompetillas con su lengua y a berrinches, pero el punto débil de Mirian es cuando Emily le recuerda que con su indisciplina jamás podría alcanzar la meta de ser una maestra Pokémon . Solo la mención de este punto hacia que todo escandalo o berrinche de la pequeña cesara sin más rodeo, aunque luego se lidiaría con las lágrimas de la pequeña, no es fácil pero debía de una forma hacer caer en razón a Mirian.

Toda la escena acabo con la pequeña Mirian corriendo de regreso al pueblo, Emily solo podía suspirar molesta pues tendría que a como de lugar animar a su hermana.

―Vale chicos, no perdáis el tiempo, la liga Naranja puede esperar― Aviso la chica con fastidio , de nuevo un evento importante para ellos tendría que esperar, ahora solo importa frenar cualquier tontería de la niña.

Tras la partida del grupo, todo queda despajado…en especial para el particular trio que se esconde en los arbustos de hierbas altas cercanas al bosque, si era hora de salir.

Dando un salto adelante, un Pokémon de baja estatura de color oscuro como la noche y una gran sonrisa que da un verdadero toque de malicia en su rostro, así es como Gengar se muestra tras su paso el Pokémon purpura compuesto únicamente por un par de garras y su cabeza, con la capacidad de desplazarse en el aire, Haunter no dudaba en mostrar un gran entusiasmo, algo para temer en los de su especie.

Del suelo un orbe oscuro de aspecto gaseoso surge con un rostro tan similar como el otro par, surge para conformar al trio de Pokémon fantasmagórico, Gastly junto a Haunter y Gengar, los tres viajan de un lugar a otro con un solo fin, gastar bromas pesadas a los pueblerinos y viajeros que se cruzaran en su rumbo, hay días que prefieren pasar de ello y habitar lugares tenebrosos, pero esta es una excepción a varios días de aburrimiento irían a por todo.

Horas más tarde la pequeña Mirian está sentada a la par de un anciano que reside en las zonas próximas a la torre del pueblo, la cual es conocida por ser un sitio para pokemones difuntos.

Mirian parecía más calmada que cuando discutió con Emily, pues al parecer el anciano cuido de las bayas en cuanto supo que la niña fue a sus acostumbradas “rutas de investigación” un recorrido en donde disfruta de observar a los pokemones salvajes y anotar información de esta en su libreta, con el fin de aprender lo básico para ser una entrenadora.

En medio de la charla entre el viejo y la niña no pudo evitar la curiosidad de como sería el interior de la torre, el anciano solo despeino a la niña y prefirió olvidar ese tema, Mirian solo inflo sus mofletes molesta por que siempre que quería saber de la torre o quería entrar alguien la detenía, es algo frustrante.

Algo decepcionada Mirian fue a buscar las bayas que estaban guardadas en unas canastas acomodadas en unos estantes, debía llevarlo a su casa ubicada cerca del centro Pokémon, continuo su camino hasta la habitación donde las bayas deberían estar, sin embargo al encender la luz encontraría el lugar todo desordenado y las canastas desparecidas ¿pero que había pasado? Era lo que la chica pregunto con desesperación.

Buscaba por cualquier lugar a la vista, Mirian salió a las calles del pueblo, no obtenía mayor información de parte de los habitantes algunos de ellos aceleraban el paso para huir, además estos lucían algo molestos específicamente con ella.

―Oye enana no debiste dejar tu guardia―regaño un niño a Mirian mientras este corría acompañado de otros dos, esto desconcertó a la pequeña quien sin mirar atrás se dirigió a una vieja casa muy cerca de los campos aledaños a la torre.

―¿Y esto? ¿cómo acabaron todos así?―

Ante la vista de Mirian se hallaban una cantidad de personas inconscientes entre ellos su hermana. En medio de sus quejidos mencionaban un horrible lametón y el ataque con proyectiles de bayas por parte de Mirian contra las personas que eran atraídas a esta casa vieja, la chica confundida por lo que escuchaba, grita unas cuantas veces al aire para saber quién se atrevía a inculparla de una forma tan injusta.

No había respuesta a los gritos, pero un Vulpix, que pertenecía a uno de los habitantes es atraído por una baya que sale de la casa, Mirian a a toda prisa decide ir a salvar a Vulpix del enemigo que ahora había hecho una extraña y cruel treta para inculparla.

Agitada por la carrera a traves de la vieja residencia pudo notar que en el pasillo de madera gastada Vulpix parece confundido puesto que frente a sus narices una chica castaña ofrecía la baya al Pokémon de fuego mientras que a su espalda otra chica similar lo observaba.

―Impostora, deja de ensuciar mi nombre y muéstrate― exigió con algo de nervios pero esta “copia” de ella solo sonrió y desapareció en una niebla extraña, la casa entonces se llenó de un ambiente escalofriante que puso a Mirian de rodillas ante el temor de ser atacada.

Entonces ella supo que se trataban de pokemones tipo fantasma, un tipo del cual ella solo había leído en libros algo viejos, mala suerte para ella, al ser muy joven aun no era tiempo para entrenar a un Pokémon.

Y para colmo no contaba con los tipos adecuados como uno Psíquico, como enfrentaría a un Gastly que amenaza ahora su existencia.

―Déjenme ir por favor….―murmuro preocupada, tal vez aquel Vulpix fue alejado fuera de la casa por un lametón de Haunter pero ahora Mirian estaba encerrada con ella, los tipo fantasma como siempre querían tener un compañero de juegos que les hiciera compañía por mucho tiempo algo que le es muy divertido para ellos…aunque para Mirian no era nada divertido.


Cuando Haunter pensaba dar su típico lametón una extraña melodía de ritmo melancólico empezó a sonar, la misma que hace que Mirian empieza a debilitarse a un punto en que luce gradualmente enferma, es muy extraño ¿era esto obra de Gastly y sus amigos?…no, algo no andaba bien cuando inclusive los tipo fantasma mostraron una mueca de incomodidad al escuchar la música, más aterrador no podía ser para la pequeña castaña al ver esas extrañas muecas, lo último que vio antes de perder el conocimiento.

Oye…pequeña, si tu¡ ya despierta!

Una voz grave resuena en el vacío oscuro, Mirian apenas sabe dónde está, lentamente recobra el sentido con todo su esfuerzo despierte y ve como ella ve como está suspendida en el aire. Al ver esto llevo sus manos a la boca, estaba flotando sobre un lugar extraño y encima su cuerpo tenía un aspecto transparente ¿murió acaso?

Tuviste algo de suerte…creo que esta vez debo dejar que te vayas, como odio que aquel estorbo se presente ahora.

De nuevo esa voz, ¿Quién era aquel que le hablaba con ese tono tan espectral y fuete? Sus dudas fueron resueltas al ver como aquella voz resultaba ser el Gastly de hace rato.

―Un Pokémon que habla esto es una locura―dijo Mirian atónita pero luego recordó en aquel viejo libro que algunos Gastly podían utilizar la telepatía, es más fascinante de lo que imagino, a pesar de lo aterrador que resultaba aquello ella no paraba de buscar su pequeña libreta, una oportunidad única para entrevistar a un Pokémon.

No seas tonta….mejor aprovecha que lo retuvimos y huye.

Estaban queriendo salvarla de algo …más extraño si podía ser, de la nada pasaron de ser unos bromistas pesados a unos “héroes” .

No preguntes de más solo esfuérzate y ¡no tomes todo como un juego de chiquillos!

Debo reconocer que eres igual al chico divertido que una vez ayudamos contra aquel Alakazan, no lo sabes pero fuiste muy ingeniosa para ayudar a escapar aquel pequeñin de la casa.

―¿P-pero de que hablas?¿Es por la torre?―

Solo mientras seas así de joven e ingenua no cruces ni mucho menos abras tus oídos a la melodía…. en las cercanías de la torre, las bromas y los juegos son maravillosos pero existen algunos con detalles que deben ser evitados inclusive por nosotros.


Aquellas palabras generaron más enredos en la mente de la pequeña, así como empezó todo, termino ahora, la luz del sol en la tarde de pueblo Lavanda hacen reaccionar a la niña, frente a ella su hermana Emily luce aliviada al ver como su tonta pero querida hermana está a salvo.

Mirian relato más tarde lo sucedido a los presentes quienes cayeron en cuenta de las travesuras de Gengar y compañía, en el relato no se pudo evitar mencionar el suceso con la melodia, algo que otros tomaron como alguna tontería, pero para el anciano significa algo más serio.

―Espero que ahora no juegues con cosas que no conoces primero― susurro el viejo mientras se alejaba para evitar ser bombardeado por las preguntas de Mirian.

2 años pasaron ahora Mirian con 10 años pronto iniciara su viaje por la región de Kanto y aspirara a atrapar Pokémon tipo fantasma, por alguna razón tiene la fe que encontrara aquel mismo Gastly que conoció y la salvo con quien compartirá más de una aventura y una que otra broma.

―Perfecto, sé que en este viaje aguarda grandes sorpresas― dijo ella mientras guarda su Pokedex y acomodaba su mochila.

―amigos por conocer y demás maravillas―Sabía que había cosas allá afuera eso sin mencionar que un año atrás ella podía suponer que en cierta zona de la torre donde una misteriosa sombra siniestra se mostraba entre la aberturas de la estructura curiosamente en cuanto dirigía su vista al lugar.

―Ghost―menciono aquel nombre para la misteriosa sombra que no parecía ser un Pokémon conocido que mejor convenía no molestar para nada, sin más tiempo que perder emprende su viaje mientras en el fondo aun piensa en lo que podía haber más allá de lugares como la torre de pueblo Lavanda.