Isla Caballete

En mi camino hacia la multitud me encontré con Emily y con Mimi, que acababan de llegar a lomos de Tranquill. La morena, se acercó a mí algo tímida, y me preguntó acerca de lo ocurrido.

—Hum... No sabría qué decirte. Por mi parte, he averiguado que ese ladrón entraba de vez en cuando allí, a pesar de afirmar que allí no encontraba nada de valor. Quizás se reunía allí con alguien, no sé. Y bueno, también escuché algo de la corrupción del alcalde, pero nada más, supongo que Effy te informará mejor de eso, ella fue quien habló con la mujer que se lo dijo —mientras hablaba no paraba de observar al agente y a todo el mundo a su alrededor—. Oye, vamos con los demás, allí nos ayudarán...

Empezamos a caminar por la arena blanquecina, observando algún que otro Dwebble pasar. ¿De qué estarían hablando? Me mataba la curiosidad. Llegamos al fin, y pudimos escuchar dos preguntas por parte de Farrow.

—En cuanto a lo de investigar no sé qué decir, quizás la casa del alcalde, para encontrar pruebas de sus chanchullos... ¡Pero sí sé qué tenemos que seguir investigando! Tenemos que averiguar porque el ladrón frecuentaba el edificio, si según él allí dentro no había nada de valor!

>>¡Oh, ya recuerdo! También dijo algo de la compañía Óleo, podemos buscar pistas allí también!

 

Wow, creo que era la primera vez que veía reunidos a tantos Holders de Galeia en un mismo lugar. Era divertido pensar que con un evento de este tipo se nos atraía a todos con tanta eficacia y rapidez; si alguna vez se llegaba a hacer esa cena de navidad de la que oí hace tiempo, ya encontré la manera de cómo reunirlos a todos.

Descendimos con cierta elegancia propia de Togekiss sobre la blanca arena de Isla Caballete, y me permití respirar hondo, recordando mis antiguos pasos por aquí. Dante y Staraptor no tardaron en llegar, no había tiempo que perder y pronto ambos pokémon se encontraban ya volando en libertad por los alrededores, dejándonos dirigirnos hacia nuestro verdadero destino.

Podía ver parados en mitad de la playa al grupo de entrenadores, rodeando al que parecía ser el tal detective que nos había llamado. No tardamos en unirnos a ellos.

—¿Has visto, Dante? ¡Están todos aquí! —exclamé moderando un poco el tono a medida que nos acercábamos a los chicos, contenta de volverlos a ver. Por allí andaban Effy y Chad, Alpha incluso; Lucas junto con Emi y hasta Mimi estaba allí, qué bien. Luego un chico que no conocía y también Steve... Espera, ¿Steve?

El día no paraba de mejorar, sí señor. ¿Acaso la situación podía ser más incómoda? Tiré ligeramente de la camisa de Dante para captar su atención y miré hacia otro lado, bajando la voz.

—Al parecer Steve también anda por aquí... ¿Qué deberíamos hacer? —pero mi duda fue erradicada ante el griterío del detective, y no tuve más remedio que ponerme de puntillas entre todos para enterarme de lo que pasaba. ¿Por qué esos gritos? ¿Había averiguado algo relevante?

"¡BUENO, NO IMPORTA! ¡Sí, sí, quiero que respondáis a DOS preguntas!"

Escuché todo prestando atención a cada detalle, y luego a las palabras de Lucas, trarando de coger la idea de lo que ocurría aquí. ¿A qué chanchullos se referirían? ¿Vamos a ir a la Compañía Óleo incluso? Esto me pasaba por llegar tarde, siempre igual.

 

Pensé sobre esto. ¿Que lugares se deberían investigar?

—El edificio es primordial—respondí—aunque la ruta en sí debería ser investigada. ¿No hay científicos que puedan descubrir los químicos que están contaminando la ruta? ¿Eso no sería una especie de pista?

>>En cuanto a las interrogaciones...Ya que lo más probable es que la contaminación haya sido creada por alguien, entonces debe haber alguien en esta isla que haya podido ver algo inusual, ya que desde aquí puede verse un buen tramo de la ruta 300.

 

Finalmente habíamos llegado a la Isla Caballete notando así como tantos entrenadores estaban reunidos en la mitad de la playa, era notable como a todos los entrenadores les atraían los misterios y las nuevas actividades o cosas como esas. Era en definitiva algo bastante impresionante, claro, hasta que Liza tironeó un par de veces mi camisa y me giré a verla para escuchar lo que tenía que decir.

"Al parecer Steve también anda por aquí... ¿Qué deberíamos hacer?"

Sonreí ligeramente cuando ella se volteó para intentar escuchar lo que pasaba más adelante, me puse a su altura y le señalé un hueco cercano más al frente para que pudiera irse allí y escuchar mejor todo — Por ahora.. no tengo ni una idea de que podamos hacer pero.. tal vez podamos hacer algo cuando ese detective termine de preguntar lo que sea que este diciendo, también podrías ir allí a preguntar lo que esta pasando y enterarte un poco.

— Así tratas de despejarte un poco hasta que sepamos que hacer, ¿si?

 

—VALE, de acuerdo —farfulló Farrow—. Entonces, dividámonos en 4 grupos.

>>ALGUNOS debéis ir al edificio extraño y buscar alguna prueba sobre el vertido de tóxicos.

>>OTROS tienen que encaminarse a la Compañía Óleo y buscar allí más pistas.

>>Un TERCER grupo deberá marcharse a la Compañía, también, y habar con los encargados, preguntarles por su relación con el viejo hospital, todo eso.

>> EL ÚLTIMO grupo se quedará aquí y seguirá interrogando a los sospechosos. YO les asistiré, descuiden.

Tomó aire, sonriente. Luego, cambió su cara a una más reflexiva.

—No sé hasta qué punto podrían unos niños tener credibilidad como agentes de investigación en una Compañía tan importante... quizá no quieran responder a sus preguntas. ¡PERO no pasa nada! Avisaré al JEFE para que vaya a la Compañía Óleo y les asista, ¡sí, SÍ, sí!

>> ¡A TRABAJAR! Vamos, todos, REPARTID el trabajo, adelante. ¡ GALEIA y la CSG confían en vosotros!

Contenido oculto

Para los que se vayan de la Isla, etiquetadme cuando lleguéis a los lugares de investigación y os dejaré las pautas para investigar allí.

 

Mientras pensaba, vi a una pareja avanzar hacia mi lado, tratando de escuchar más de cerca. Dicha pareja estaba constituida por una chica que parecía algo perdida, y un chico a su lado, hablandole bajito.

Decidí acercarme —¿Van a hacer esto de la misión? Soy Drake, mucho gusto— saludé, haciendo una pequeña reverencia.

 

Alpha.

En poco tiempo ya me había perdido. Entre que llegaron todos y comenzaron a dar información al Señor Fearrow y iba ingresando más gente a la escena... Yo me quedo con mi entrenamiento pokémon.

—Chicos, ¿qué pasa? —Apareció entonces Chad saludando.—. ¿Quién es éste señor? —Apuntó al Señor Fearrow con la incógnita.

—Él es un detective de la SGC... No, de la GSC—Intenté explicar, pero terminé refutando a mí mismo unas tres o cuatro veces.—. Es un detective que investiga las rutas contaminadas—Solo pude terminar usando la información básica que dio el mensaje que nos reclutaba.

Y entonces vino la segunda voz que preguntó.

—¿Qué... qué tal la investigación? ¿Habéis logrado algún avance?— Habló al mismo tiempo que yo intentaba explicar a Chad; no pude oír.—. ¡Oye, sé que no quieres hablarme, pero olvida el rencor que me tienes por un momento y préstame atención! ¡También estoy aquí para ayudar! ¿Entiendes?

Cuando di vuelta me sentí raro: Había comenzado a tener un malestar en el estómago... Era bastante desagradable verla ahí y que me estuviese exigiendo como siempre. Necesitaba algo para salir de ahí.

>>ALGUNOS debéis ir al edificio extraño y buscar alguna prueba sobre el vertido de tóxicos.

Gracias. Gracias, Arceus ¡Justo lo que necesitaría para irme!

—¡Iré al Edificio!—Me alejé de Mimiko de una manera rápida y liberé a Swellow.—. Si encuentro algo lo traeré.

De inmediato desaparecí cual destello en las nubes.

Contenido oculto: Alpha:

 

"¡LIZA! ¡DANTE!"

El grito de Emily fue lo suficientemente potente para atravesar la barrera de sonido que eran mis audífonos. ¡¡Oh por... Dios!! ¡Liza estaba aquí también! No, no... ¡no! Se supone que había pedido venir a un lugar bien lejos de Témpera para distanciarme y pensar un poco, ¿y nos volvemos a topar así de facilito? No me sentía listo para hablar con ella; no estaba enojado ni nada por estilo, tampoco tenía razones justificables para estarlo. Es sólo que, después de lo que pasó con Dante, me siento... raro al verla. Me siento como incómodo, como que lo primero que se me viene a la cabeza es la imágen de esos dos solos en la habitación oscura sobre la cama.

Entonces, presencié como Alpha decidió ir al edificio rápidamente sin responderle a Mimi... parece que estaba como huyendo de ella. ¡Fantástico! Podía hacer lo mismo y pasaría desapercibido ya que eramos varios los que hacíamos lo mismo. Tengo que cersiorarme eso sí de que estemos distanciados por un ratito... A ver, ¿qué puedo decir?

—¡Oh, santo Dios! —exclamé—. ¡Recuerdo que hace poco en las noticias salió un reportaje que el oxígeno se acababa si estabas con una persona en distintos lugares mucho rato, y tienes que tener como un lapso de 12 horas sin verlas para que eso no pase. Vaya, Liza, por el bien de los dos no podemos ir al mismo lugar, porque apenas han pasado dos horas desde que nos vimos —añadí una risa nerviosa. ¿Y este cuento tan chungo de dónde lo inventé? Ojalá se oiga creíble...—. B-bueno, yo iré al edificio con Alpha. Es una peena realmente que no puedas ir al edificio. ¡Pero hay muchos lugares más que puedes visitar! Bueno, nos vemos en un rato gente.

Y sin decir nada más, salí corriendo torpemente de la isla, devolviendo a Togekiss a su pokébola y sacando a Vaporeon. Me subí al lomo del pokémon burbuja y partimos a la ruta 310.

 

"Tal vez podamos hacer algo cuando ese detective termine de preguntar lo que sea que este diciendo. Así tratas de despejarte un poco hasta que sepamos que hacer, ¿si?"

Sonreí al verle colocarse a mi altura, y con un movimiento asertivo con la cabeza di por sentado que estaba de acuerdo con su idea. Descoloqué por última vez su cabello y huí antes de que me devolviese la trastada, colándome entre la gente para escuchar mejor. Seguía sin entender del todo lo que ocurría, pero de lo que sí estaba segura era de algo...

Había que hacer grupos entre nosotros e investigar, y eso sonaba muy bien, para qué engañarnos. ¿Hacer de investigadores por un día? ¡Genial!

"¡LIZA! ¡DANTE!"

Giré mi cabeza al escuchar esa voz tan familiar, y al querer darme cuenta Emily se encontraba con nosotros, abrazando a Dante cariñosamente. Aw, tan monos como siempre.

—Cuánto tiempo Emi, me alegra verte~ —la saludé, acercándome a la parejita con cierta añoranza. ¿Cuánto hacia que no nos juntábamos los tres? —¿Al edificio extraño queréis? Por mi vale, suena interesa...

"¡Oh, santo Dios!"

¿Eh, qué? ¿Qué pasaba? Sin terminar de hablar busqué el origen de dicho vociferio, pero ver al propietario me hizo soltar cierto suspiro resignado. Vaya por dios, ya empezamos...

"¡Recuerdo que hace poco en las noticias salió un reportaje que el oxígeno se acababa si estabas con una persona en distintos lugares mucho rato, y tienes que tener como un lapso de 12 horas sin verlas para que eso no pase. Vaya, Liza, por el bien de los dos no podemos ir al mismo lugar, porque apenas han pasado dos horas desde que nos vimos"

Estará de broma... ¿no? Mi mirada incrédula no se despegó de él durante su intervención, tratando de procesar semejante disparate. ¿Que no debíamos vernos en 12 horas porque podía acabarse el oxígeno? ¿De dónde se había inventado eso?

"B-buen, yo iré al edificio con Alpha. Es una peena realmente que no puedas ir al edificio. ¡Pero hay muchos lugares más que puedes visitar! Bueno, nos vemos en un rato gente."

Fruncí el ceño una vez se hubo marchado y me crucé de brazos, perdiéndole de vista en la lejanía. ¿Tantas ganas tenía de repente de alejarse que tenía que inventarse tal tontería? Pues bien, habría que resignarse y escoger la otra opción. Tampoco tenía ganas de pasar más momentos incómodos como este.

—Creo que mejor vamos a la Compañía Óleo, ¿no creéis? El edificio va a ser la atracción principal —comenté dando media vuelta, y fue entonces cuando el chico desconocido se nos acercó. ¿Drake decía que se llamaba? —Oh, encantada, yo soy Liza~ Y bueno, si a Emi y Dante les parece bien claro que puedes venirte.

>>Aunque no sé si a Dante le apetece, solo vino para acompañarme. ¿Qué harás Dant? —esta vez miré al chico. No me importaba si decía que no, ya me alegraba el hecho de que hubiese venido hasta aquí.

 

Mimi Honda

Y entonces eso. Alpha salió huyendo en lugar de enfrentarme, a lomos de Swellow. Sin la más mínima palabra. Me quedé un segundo interminable allí, estática, sin acabar de entender que había ocurrido. ¿Se había... ido? Parpadeé dos, tres veces. ¿Eh...?

Y entonces, en lugar de molestarme como solía ocurrir siempre y montar en cólera como un volcán en erupción, aquella misma sombra de pesar volvió a cernirse sobre mí. ¿Yo trataba de arreglar las cosas de la forma más madura y él salía huyendo como un crío? ¿Que demonios? ¡Que comportamiento tan ridículo! Apreté los puños con rabia, herida en orgullo.

El tono estridente de Steve hizo que me zumbasen los oídos. Antes de lo previsto, todos se había congregado en grupos, como Spearrows en bandada. La playa se llenó entonces de voces y conjeturas, de entrenadores que hacían grupos y de otras cosas a las que sencillamente no presté atención. No podía perder el tiempo. Ignoraría a Alpha, era obvio que no tenía caso tratar con idiotas. ¡Ni me había puesto al corriente de la investigación! ¡Al cuerno el resolver los problemas como personas civilizadas!

Mi mano se aferró como una garra a la muñeca del joven que se hallaba más cerca. Lo miré a los ojos con seriedad, pero mi expresión mostraba claros signos de molestia. Era esa cara que no aceptaba un "no" por respuesta.

—Tú vendrás conmigo al edificio también, ¿verdad Lucas?

Cuestioné. Pero por el tono de mi voz y mi expresión sombría podía deducirse que no se trataba de una pregunta en lo absoluto.

 

Pasados unos silenciosos segundos la voz de alguien bastante familiar se hizo presente, vino hacia nosotros y cuando tuvo la oportunidad me abrazó y de inmediato le devolví el abrazo, alzandola por unos segundos con una sonrisa en el rostro y luego la volví a bajar para que pudiera decir lo que tenía que decirnos. Y todo iba bien hasta que la situación volvió a irse de control.

"¡Oh, santo Dios!"

Esa voz... era en efecto la de Steve, llevé una de mis manos a mi nuca y esperé por lo siguiente.

"¡Recuerdo que hace poco en las noticias salió un reportaje que el oxígeno se acababa si estabas con una persona en distintos lugares mucho rato, y tienes que tener como un lapso de 12 horas sin verlas para que eso no pase. Vaya, Liza, por el bien de los dos no podemos ir al mismo lugar, porque apenas han pasado dos horas desde que nos vimos"

Una ligera risa incómoda salió de mis labios, no era precisamente la mejor excusa pero..le había servido para irse de allí cuanto antes, si seguíamos así me quedaba sin ideas de como arreglar todo esto.

"Creo que mejor vamos a la Compañía Óleo, ¿no creéis? El edificio va a ser la atracción principal Oh, encantada, yo soy Liza~ Y bueno, si a Emi y Dante les parece bien claro que puedes venirte. Aunque no sé si a Dante le apetece, solo vino para acompañarme. ¿Qué harás Dant?"

— Creo que es lo mejor, no se debe poner la situación más incómoda.— suspiré, luego Liza se presentó con un chico que no había notado hasta ahora — Un placer, soy Dante. — sonreí levemente y volví a prestar atención al asunto que me implicaba — Hm... como dice Liza he venido para acompañarla y no viniera sola... si les apetece puedo ir con ustedes pero.. no haré la gran cosa, es un asunto para ustedes, los entrenadores.

 

"¿Qué ha pasado con Steve? ¡No puede quitarnos el lugar con esa excusa tan barata!"

Piqué sus mejillas infladas por leves segundos y luego pasé una de mis manos por su cabello, en definitiva no debía enterarse ya que ni siquiera entendíamos la situación, era mejor contarla hasta que supiéramos lo que había pasado y hubiéramos charlado — Luego te lo contaremos Emi — dije bastante tranquilo con una ligera sonrisa en mi rostro. Luego, vino Tranquill quien nos miraba curioso y casi al instante Emily se subió en él.

"¿Vienes cono nosotros?"

Sentí como Staraptor se posicionaba detrás de mí y me empujaba levemente con su cabeza, tampoco era que pudiera decirle que "no" a Emily en ese momento, era poca mi fuerza de voluntad este día a decir verdad

— Vale... las acompañaré — di media vuelta y subí en Staraptor quien ya se notaba un poco más emocionado, ¿que cosa podria pasar?

 

—Ni siquiera nosotros lo sabemos con exactitud, la verdad... —añadí, posicionándome sobre la recién llegada Togekiss con una mueca nerviosa dibujada en mi rostro. ¿Cómo explicar algo que ni tú misma entiendes? Supongo que el tiempo lo decidirá todo, ahora únicamente había que centrarse en la misión.

Dante había decidido finalmente acompañarnos en el viaje y los cuatro nos montamos sobre nuestros respectivos pokémon, listos para partir.

—Hacia ciudad Óleo entonces, Togekiss —susurré, acariciando su lomo e indicándole por dónde llegar al lugar desconocido para ella. Batió sus alas al instante, y partimos hacia las alturas—. ¡Compañía Óleo, allá vamos!

 

—Muy bien… muchas gracias señora, creo que tengo suficiente información por el momento —le dije a la mujer; ya no había mucho más que se me ocurriera preguntarle, para ser honestos, parecía haberme dicho todo lo que sabía—. Si me disculpa, voy a hablar con mis compañeros…

Tras despedirme de la señora y agradecerle por su tiempo nuevamente, me acerqué al resto para escuchar lo que decía el detective… ehm, ¿cómo se llamaba? Se me había olvidado. Bueno, no importaba ahora, porque acababa de dividirse el grupo entero.

Alpha y Steve se fueron volando en un abrir y cerrar de ojos hacia el edificio que solía ser el hospital. Dante, Emily, Liza y un chico al que no conocía se dispusieron a partir hacia la Compañía Óleo, mientras que Mimi y Lucas hablaban entre ellos, pero no podía ir hacia donde partiría… por mi parte, elegí el edificio; después de todo lo que me había dicho aquella señora, era el lugar que más curiosidad me generaba, y sabía que allí habría pistas acerca de este misterio.

—¡Vamos, Skarmory! ¡En marcha! —exclamé, liberando a mi pokémon volador y partiendo de inmediato.

 

Al fin, tras unos minutos de proponer un par de sitios para buscar, el detective nos dio ciertas pautas para empezar la investigación. En ellas, nos decía que algunos debíamos ir al edificio extraño, mientras que otros debíamos ir a la compañía Óleo (que, por cierto, todavía seguía sin saber qué era). Aunque siempre había tenido dificultades para tomar decisiones, la extraña historia del ladrón me había dejado intrigado.

—¡Archeops, sal, te necesito! Bien, vamos a... —pero mi frase se vio interrumpida por un brusco tirón de mano. Mimi, que se encontraba ahora mirándome fijamente, me acababa de... ¿preguntar, ordenar? Lo que fuese, el caso es que mi destino no sería el esperado—, va-vamos a... ¡Vamos a acompañar a Mimi al edificio, sí! ¿Verdad que eso haremos? —traté de disimular mi cambio de planes.

En verdad, tampoco me molestaba tener que acompañar a la chica, quizás hasta sería divertido. Pero no se me podía olvidar preguntarle al resto qué habían descubierto cuando llegasen.

 

Justo cuando me estaba decidiendo en acompañarlos...me lo pensé mejor. Había algo que realmente quería hacer, y probablemente era el único momento en el que podría hacerlo. Miré a la chica que había dicho llamarse Liza, a Dante y a la otra, y me despedí cuando voltearon la mirada a ver si los seguía.

Encendí el videoemisor, y revisé la lista de contactos. Hice la llamada.

—Eh...¿Mizz? Perdón por molestar, pero necesito tu ayuda. Creo recordar que tenías un Aerodactyl. ¿Podrías, por favor, llevarme a Ciudad Acuarela? Es de vida o muerte— añadí, exagerando un poco— espero tu respuesta, hablamos mas tarde.

Envié el mensaje, y esperé tranquilamente. La investigación podría esperar.

***

Luego de unos veinte minutos, una sombra cayó pesadamente a mi lado.

—wow—exclamé. Acaricié la cabeza de Aerodactyl—No puedo creer que en su tiempo me hubieras dado miedo.

Obviamente, luego recordé porque Aerodactyl me daba miedo. En vez de dejarme montarme en su lomo, ma agarró con sus patas de los hombros. Mientras gritaba de sorpresa, no pude evitar zarandearse un poco para asustarme...por los viejos tiempos.

***

Contenido oculto

Todo sea por no hacer doble post (?

Una vez volví a la Isla, le dí algo de comer a Aerodactyl y le agradecí por llevarme. Estuve con él hasta que se fué, y solo entonces me dirigí de nuevo a el detective.

—Lo he pensado mejor, y me quedaré aqui a seguir interrogando—expliqué.

 

Una vez Alpha me hubo explicado (de una manera muy simplificada) lo que estaba sucediendo comprendí porque tantos Holders se habían reunido. Miré a Fósforo y este negó varias veces, a lo que yo asentía más animoso. Era inútil, ya lo había decidido, investigaríamos el caso junto a los otros entrenadores. Pero antes de que pudiera reaccionar, todos habían salido volando del lugar en sus respectivos pokémon, al parecer por indicaciones del detective Farrow. Indicaciones que al estar sumido en mis pensamientos, no escuché.

—Diablos... —maldije por lo bajo. Entonces me percaté de que no me había quedado sólo, una persona estaba hablando con el detective.

—Oye, ¿quién es ese chico? —era un muchacho pálido de cabello oscuro y parecía entrenador pokémon. Fui hasta él a paso lento y lo saludé con la mano una vez estuve a su lado.

—Hola, ¿eres nuevo en Galeia? creo que no nos habíamos visto antes—empecé sonriente—. Soy Chad, y este de aquí es Fósforo, mi inicial.

El Blaziken hizo un saludo con la cabeza, mirando al chico.

—Tal vez te parecerá raro, pero cada vez que conozco a alguien nuevo lo desafío a un combate—le comenté e hice una pausa—. ¿Qué me dices?

 

No llevaba mucho de haber decidido quedarme antes de que un chico se me acercara. Me presentó a su inicial, y...¿Fósforo? Peculiar forma de llamar a un Blaziken.

—Tal vez te parecerá raro, pero cada vez que conozco a alguien nuevo lo desafío a un combate. ¿Que me dices?

—Soy Drake, y por mi no hay problema—respondí. —Pero...¿Aquí?