Mario. —¿Estas bien Yumi? — Dije acercándome a ella, aun que el golpe fue leve supuso un daño a Yumi, creo que el pequeño lobito esta en problemas...—¡Ya veras! — con toda la velocidad que pude, logre golpear al lobo. HP: (200/200) Fuerza:(35) Defensa:(55) Agotamiento:(4/6)
—Que raro...siento que llevo aquí días sin avanzar...y aun más raro,no hay señales del panadero— Después de pequeño descanso volví al camino para intentar finalmente terminar con la Quest... [6/10]
Zach Entré al bosque a toda velocidad. Tuve un leve recuerdo de otro videojuego, donde correr también ayudaba a evitar el encuentro de cosas inesperadas. ¿Pokémon? Sí, creo que era ese. Mis primeros días en Aincrad bien podrían no haber existido. Lo que ha estado pasando estas semanas no ha hecho mas que concientizarme sobre el lugar en donde estoy. Apenas el juego real comenzó, cada uno agarró su rumbo. Me uní a un grupo, con los que empecé a formar tácticas y pensar en como sobrevivir. Debo decir que me fuí distanciando, pues no coordinaba mucho con ellos, a pesar de que me ayudaban en la necesidad de comida y alimento. En esos días fue tiempo perdido, pues aunque aprendí a usar la espada, nunca gané nada de experiencia o logros propios. Ahora estaba solo. Según me enteré después, era normal que los novatos murieran en grupo. Creían que por atacar al mismo monstruo entre todos lograrían hacerlo sin recibir apenas daños, indiferentemente al nivel que tuviera el mismo. Me alegro de no haberlos acompañado, pero ahora estoy solo. Y quedandome en el pueblo de los inicios no iba a avanzar de ninguna forma. Una parte de mí quería esperar a "estar listo", pero sabía que eso sería estarme engañando. Con las pocas cosas que tenía, o ya estaba listo o no lo estaría nunca. Así que aquí estaba.
Zero Cuantos días pasaron, no sabría decirlo. Desde que comenzó la partida, no me fié de nadie. Era lo mejor, después de avisarnos que no sería un juego normal y corriente. Tras la revelación, me separé de las multitudes, y me refugié en la soledad del bosque. He observado el comportamiento de los monstruos de la zona, y me limito a ello para no meter la pata y acabar en la tumba. No me serviría de mucho una jugada impecable sin el nivel correspondiente. Por ello, he de fortalezerme, pero no estaba anímicamente preparado aún. Escondiéndome entre las sombras de los frondosos árboles, escucho unos pasos. Llevo escapando de los intrusos del bosque desde el principio, pero me siento con más fuerzas, y esta vez no me limitaré a huir. Tengo que descubrir más de este juego. Mi atuendo oscuro me permite que no reparen en mi presencia desde un principio, por eso me acerco a los árboles de la linde del camino a ver quien está corriendo por el bosque. Contenido oculto @Liza White
Zach Corriendo a toda pastilla, me parece ver una sombra detrás de un árbol. Mi primera opción es seguir corriendo, pero entonces quedaría expuesto a lo que estuviera allí, pues estaría dandole la espalda. En un impulso, sacó mi espada.— ¡Muestrate!—ordeno, apuntando hacia donde ví la sombra con la espada. Por unos segundos, nada pasa.
Este chico... por muy escondido que estuviera, me ha percibido. Debe tener un sentido muy agudo, no es un cualquiera. Aprovecho las sombras para preparar mi respuesta. —¡Muéstrate!— Dice el extraño apuntando a donde hace un momento me encontraba yo. —No te muevas... Eres bueno, dime tu nombre— La punta de mi espada roza al chico por la espalda. He actuado rápidamente para pillarle desprevenido y me he colocado a su espalda. Se que eso me salvará más de una vez.
Contenido oculto En realidad lo del sentido agúdo es valido xD recuerda que los personajes pueden especializarse en algunas cosas, así como en el anime Asuna es buena cocinando porque se especializó en eso :p Zach Sigo esperando respuesta de lo que se encuentre en las sombras, cuando escucho la voz. —No te muevas... Eres bueno, dime tu nombre. Abro los ojos con sorpresa. ¿como lo dejé acercarse tanto? —Soy Zach, Zach Cooper—respondo, una vez recupero los sentidos—. Y a menos que seas un jugador corrupto, te agradecería que alejaras esa espada de mi espalda. Me giro. La persona detrás de mi reacciona y lanza una estocada, pero la detengo con mi espada. Lo primero que hago es notar el simbolo arriba de su cabeza, y verifico el color. Verde, bien. Eso significa que no ha hecho daño a otro jugador en el tiempo que lleva en Aincrad. Es entonces cuando bajo la espada— ¿Quien eres tú?— inquiero, pues aunque puedo ver su barra de vida, no puedo ver su nombre.
—Veo que tu tampoco eres un jugador corrupto. Me llamo Zero, llevo en estos bosques desde que inicio la partida, alejado del resto— Envaino la espada en señal de seguridad escondiéndola con mi túnica negra. —¿Qué te trae por aquí? Me gustaría saber que ha ocurrido por el piso mientras estaba ausente. Giro hacia unas rocas y me encamino a sentarme en ellas. Creo que por el momento podemos mantener una conversación, descubrir si es de confianza y, quién sabe, formar una alianza para superar los obstáculos. Pero siempre con todos los sentidos alerta esperando que pueda pasar cualquier cosa. No permitiré que nos pillen desprevenidos.
Zach Una vez verifica que no he hecho daño a otros jugadores, parece mas calmado, y guarda la espada. Escucho su pregunta, y lo acompaño hasta la zona en donde se sienta. —El pueblo de los Inicios se esta convirtiendo en un pueblo real para muchos jugadores—respondí.—Se están acostumbrando demasiado. Se preocupan en conseguir casas donde vivir, en casarse y reunir bienes, como si esto fuera una simple y estúpida partida de Minecraft. En parte yo también me acostumbraba, hasta que un error llevó a todo mi grupo a la muerte. Eso de alguna forma me devolvió a la normalidad. Quiero seguirle la pista a los jugadores mas avanzados, y llegar al piso 100 con ellos—terminé, y me senté en el suelo.
Escucho lo que tiene que contarme acerca de pueblo y su gente. —No puedo creer que hayan perdido el norte de esa manera... Esto es un juego, y si queremos salir de él con vida debemos llegar al último nivel y acabar con el jefe final. Creo que buscamos lo mismo, ¿Estarías dispuesto a hacer una alianza temporal conmigo? Ayudémonos mutuamente a mejorar por estos lares, nos vendrá bien la cooperación. El bosque está en penumbra, a excepción de los pocos rayos de sol que traspasan por las ramas de los árboles. Mientras los chicos comparten sus vivencias, algo raro se siente... —Zach, ¿No notas que todo está demasiado silencioso?
Zach Habla sobre una alianza temporal. Lo pienso, y si bien mi genial plan era mantenerme solo, es obvio que necesito ayuda. Asiento. Activo el menú. Ahora que sé sobre Zero, su nombre aparece en el panel. Mando la solicitud de alianza, y aún estoy esperando respuesta cuando escucho su pregunta. Me pongo tenso. ¿Demasiado silencioso? —¿Que? ¿No es normal que haya tanta calma?—pregunto, y rozo la empuñadura de la espada con mis dedos.
El bosque pareció estremecerse entero por unos segundos, unos efímeros segundos que no pasaron desapercibidos para los pocos jugadores que rondaban por la zona en aquel momento. Los pájaros abandonaron las copas de los árboles, y algunos monstruos de la zona alzaron sus cabezas al cielo, extrañados por el ruido. Había sido un grito procedente de una chica, de eso no cabía duda. ¿Pero qué estaba pasando exactamente? Zach y Zero se vieron interrumpidos inesperadamente ante tal estruendo, y sintieron el extraño ambiente que se había formado. Permanecieron en un silencio sepulcral, hasta que una manada de curiosos monos de tonos coloridos pasaron de largo cerca de ellos. Les había parecido ver que llevaban algo consigo, pero no podían saberlo con exactitud. ¿Y desde cuando los monos eran de colores variados? Esto se estaba volviendo muy extraño. Cuando todo pareció volver a la calma de nuevo, los arbustos parecieron agitarse cerca de los jugadores. Y ante su sorpresa, una chica asomó su larga y rizada cabellera rubia de entre las hojas, con un par de ellas pegadas en su rostro. Parecía agitada, como si hubiese corrido la maratón de su vida, y jadeaba de vez en cuando. Clavó su mirada en ambos chicos al hacer contacto visual con ellos. —¡Menos mal, al fin encuentro jugadores en kilómetros a la redonda! —exclamó dando un salto y abandonando los arbustos para acercarse a ambos—. He estado buscando ayuda por todas partes, esos monos son unos malditos ladrones y van robando las pertenencias de todos los jugadores que pasan por su camino. ¡Y no se van a salir con la suya, se han llevado mi nueva daga! ¡Así, sin más! >>¿Podríais echarme una mano? Por cierto, me llamo Amanda, encantada de conoceros, chicos. Contenido oculto Misión especial: ¡Ladrones al ataque! Preparada especialmente para ayudar a subir de nivel a los principiantes :3 @Jenivere, @Alisse Madness @Error Akazami Os conviene participar igual, si no, os haré otra misión particular más adelante~
Zach Me levanté luego de que Amanda dejara de hablar. Por raro que fuera todo, solo tenía una duda.— ¿Monos ladrones, dices? ¿Que querrían hacer una banda de monos con una daga?—pregunté, algo incrédulo.—Por supuesto, cuenta conmigo. Soy Zach. ¿Crees que...—me detuve, mirando a la dirección a donde se habían ido los monos—...deberíamos seguirlos antes de perderles el rastro? ¿O puedes rastrearlos? Traté de usar el sistema de rastreo que traía el menú. Pero por supuesto, no podía rastrear algo que apenas había logrado ver. Quizas Amanda si había logrado una mejor conexión con esos monos.
Serilda Lange Me sente a descansar un poco después de la batalla con el armadillo de hace momentos, lo cual no duro mucho ya que un grito de película de terror se había esparcido por esa zona del bosque. — ¿Qué demonios…? Me levante de golpe para buscar la razón, pero una gran bandada de aves paso por mi cabeza, estaba algo confundida por lo sucedido, ¿que acaso también el juego contaba con apariciones sobrenaturales?, es muy capaz, si, pero esta vez afirmo que había otra razón. Un ambiente algo incomodo se formo al momento, ni un susurro, solamente el escaso movimiento de las hojas… —¿Q-que?—Tartamudeé al ver pasar unos monos de colores pasaron cerca de mi posición, de seguro que se habían asustado por el grito de hace unos momentos. Avance un poco hacia el lugar de donde había provenido el ruido, alguien había estado ahí, ¿Dónde se habrá metido?. Seguí las huellas de quien estaba ahí hasta llegar a un pequeño grupo formado después de los arbustos. —Ah, más jugadores. ¿Vieron a los monos hippies de hace momentos? Me pregunto porque habrán tomado carrera—Cruce los brazos y gire la cabeza hacia el lugar por donde habían salido.
Zero Mi primera misión. Ya es hora de que me ponga a ello y mejore, si lo que quiero es acabar este juego maquiavélico. Estoy dispuesto a encontrar esa daga y acabar con todos los monos multicolores el bosque. Es una suerte que sean tan coloridos y chillones, así los distinguiremos mucho mejor entre la espesura. Parece que Zach, mi nuevo compañero, está dispuesto con la misión. Él parece más abierto que yo, así que dejo que trate con la chica nueva. Me limito a oir las indicaciones que puede darnos Amanda y a pensar cual es la mejor opción. —¿Deberíamos seguirlos antes de perderles el rastro? ¿O puedes rastrearlos? — Zach intenta sacar la ventaja que pueda ofrecerle Amanda, buena táctica. Mientras hablan, dirijo la mirada hacia donde se habían escapado los monos, y consigo ver como uno de los últimos gira en el sendero agarrándose a las ramas de un roble inmenso. Las hojas del árbol se desprenden por la fuerza del golpe, y caen en nuestra dirección. Bien. El viento va en nuestra contra. Al mismo instante, aparece otra jugadora por entre unos arbustos, apartando las ramas de los árboles con el brazo. Pero no había tiempo. Observo a la nueva integrante del grupo unos segundos, y sin mediar palabra corro hacia donde se han ido los animales antes de perder el rastro. No me preocupa alejarme solo, al tener la alianza se que Zach podrá encontrarme. Y a el se le dan mejor que a mi entablar relaciones. Dejaré que el decida la condición de la extraña.
Zach Giré la vista hacia la chica que acababa de llegar—. Al parecer, los monos hippies son ladrones de dagas—le mencioné, mirando hacia Amanda, quien al parecer buscaba algo en el menú. ¿Quizas estableciendo la conexion de radar con los monos? Luego, de forma imprevista, Zero sale corriendo, dejandome solo con las chicas. Suspiro— de acuerdo. Parece que Zero ha decidido ser nuestro radar— abro el menú del juego, y le envio un mensaje a Zero: "Avisa si los encuentras. Luego esperanos. No hagas nada estúpido". Presiono enviar y revuelvo mi cabello. —Entonces...—miré a la chica que acababa de llegar, mientras añadía a Amanda a la lista de aliados, junto a Zero—. Soy Zach. ¿Cual es tu nombre?
Serilda Lange Antes de escuchar cualquier respuesta a mi anterior pregunta uno de los jugadores se echo a correr de nuestra posición por un sendero que, al parecer, los monos de hace rato habían cruzado. — ¿Y a ese que le pasa?—Murmure mirando cómo se alejaba y volví mi vista a la pareja que había quedado— ¿Ladrones?, valla, me pregunto para qué quieren algo tan filoso como eso—Me cruce de brazos. Me dirigí a la chica de cabellos rizados, al parecer buscaba algo en el menú, tuve la perfecta intuición de que fue a ella a quien la asaltaron, no sé porque no me sorprende. —¿Hm?—Dirigí mi atención a la pregunta del chico. Sonreí—Llámenme Serilda—Coloque mi una de mis mano en mi cintura y me señale con el pulgar de la otra—Supongo que es un gusto conocerlos, Zach.
Zach —Así que Serilda—asentí—bueno, esta chica a mi lado es Amanda, y acaba de perder su nueva daga— Amanda se limitó a lanzar un gruñido de saludo mientras se concentraba en su panel— El chico que acaba de salir se llama Zero, y ha ido a echarle el guante a esos monos shinys. Recibiré un mensaje de él cuando logre acorralarlos. Mientras tanto, no creo que sea buena idea perseguirlos entre todos, pues, como observas— señalé a Amanda con algo de diversión, pues estaba bastante agotada— los monos sí que saben correr. Contenido oculto Lo que mas amo de este rol es que se pueden hacer guiños a otros videojuegos, porque se supone que los otros jugadores también son gamers y entenderán el juego de palabras a la perfección :'3
Ren Kanzaki llegue muy pronto al bosque luego de unas paradas y de lamentarme de no tener algo para dibujar, pero bueno mejor decidi seguir corriendo a lo largo del bosque para ver si hay algo interesante o quizás solo deba levelear —¡hola hola!—exclame a los cuatro vientos y como respuesta solo una bandada de aves despego de un árbol ¿de veras no habrán más jugadores por aquí?
Zach Nuevamente, se escuchó un grito. Pero esta vez no fue un grito asustado, sino una especie de saludo en voz alta, a pocos metros de donde nos encontrabamos. El grito fue dado en voz tan alta que algunos pajaros huyeron aterrados. Miré hacia la dirección de donde provenía el grito, esperando a quien fuera que estuviera acercandose. ¿Como era posible que tantos jugadores se reunieran en un mismo lugar del bosque sin haberlo decidido antes? No importaba, mientras mas hubiera, mejor para todos.
