Sky Infernalis Sky infernalis [día 2]

Talía.

—Claro que no esta mal, es una de las únicas cosas que puedo comer —momente terminando mi manzana para levantarme de mi cama para tiar el corazón de manzana en la sesta de basura.

Completada mi tarea volví a mi cama y me recoste en la misma posición de antes.

 

La mujer se pasea con una sonrisa dulce y maternal a través de los de los nuevos estudiantes. Siempre son las mismas preguntas que responde con soltura repitiendo frases que dicho mil veces atrás.

-Provienen de familias algo..."curiosas" podría decirse ¿no es cierto señor Cipriano? Eso se debe a que no son humanos por completo: son híbridos.

 

—Lo último salta a la vista… —comentó Cristóbal con solemnidad, desde atrás de los nuevos estudiantes.

Acariciaba en ese momento la suavidad de sus nuevas alas, con una sonrisa incomprensible en el rostro… Porque él mismo seguía sin comprender todo cuanto acababa de suceder en los últimos minutos de su existencia.

La otra mano sostenía el cuaderno de dibujo. Estaba abierto en la primera hoja; contenía ésta el comienzo de un retrato perfecto y detallado de la directora. Faltaba agregar sombra y luz a la mitad de su rostro, pero saltaba a la vista la fidelidad con que Cristóbal, por mero impulso, la había dibujado.

Dejó de acariciar sus alas.

—¿A qué te refieres con que nuestras familias son “curiosas”? —preguntó entonces, dirigiendo la punta de su lápiz al cuaderno. Observó a la mujer con suma atención, como analizando sus líneas, sus colores y su potencial como material artístico— Siento que las conoces más que nosotros —apuntó, antes de concentrarse otra vez en su cuaderno para continuar el retrato.

 

-Y las conozco muy bien, me refiero a que sus familias no son normales pues provienen de otros mundos...

La mujer de ojos brillantes hizo que alas brotaran de sus espaldas y afirma sobre su sangre demoniaca pero antes de proseguir con otras preguntas se volvió al joven de una sola ala.

-Sus aposentos están asignados en la torre norte, sí mal no recuerdo usted estará en la habitación 334 junto a dos compañeros.

 

—Fascinante… —dijo Cristóbal en cuanto vio las alas de la mujer, aunque la palabra fue pronunciada en un tono despreocupado.

Posó sus ojos inteligentes en el cuaderno y, con ágiles movimientos del lápiz, sumó los contornos de las alas al retrato de la directora. El dibujo parecía desprender vida, como si la mujer de grafito quisiera salirse de la hoja para volar, libre, sobre las cabezas de los presentes.

Se aclaró la garganta antes de retomar la palabra

—¿Cuáles son esos “otros mundos” de los cuales vienen nuestros padres? —preguntó mientras comenzaba a dibujar los detalles de las alas de la directora— Pero más importante que eso… ¿Usted cómo se llama? Si hemos de vivir en éste castillo de ensueño, nos complacería saber el nombre de la mujer a cuyo cargo vamos a estar sometidos…

 

La mirada de ese joven podría incómodar a muchos pero la mujer había soportado todo tipo de personas en esa sala; más bien le encantaría tener ese dibujo en sus manos cuando lo hubieran terminado; además de ello respondió casi absorta en los trazos de forma común - lo conocen como el cielo y el infierno.

Su risa brotó espontánea al escucharlo decir sus otras palabras -lo hace sonar como sí han de estar aquí contra de su voluntad, aunque sí existen reglas el internado está dispuesto a ustedes con lo mejor que hayan visto. Me llamo Selena Briget.

 

Contenido oculto

creo que sigo en la direccion no? XD

Escuchaba atenta las palabras de la joven, ¿nuestras familias provienen de otros mundos? wow, no se si pensar que eso era fantástico o extraño, y lo "mejor" era que esos mundos eran los ya conocidos cielo e infierno, asombroso.

—Sabias de esto kenako?—susurre mientras miraba con curiosidad a mi gato, seria normal ya que sin el ni siquiera estaría aquí.

 

—Cielo e infierno… Ángeles y demonios, ¿no?… —Cristóbal procesó la información— A Dan Brown le gustaría todo esto… Pero sepa, señorita directora, que a mí no me molesta la idea de tener que quedarme aquí. Hasta me atrevería a decir que prefiero el castillo a mi departamento…

Con un movimiento final de su brazo, terminó el dibujo…

Sostuvo el borde superior del cuaderno en su mano, y lo extendió en dirección a la directora, para que ésta pudiera apreciar la recreación perfecta de su aspecto. Era como si se estuviera mirando su rostro reflejado en un espejo blanco.

 

Selena.

Se permitió un momento para contemplar el dibujo mientras guardaba sus alas, estaba encantada aunque su sonrisa seguia siendo alegre pero serena, era lo mejor para ayudar a los estudiantes a procesar esta información.

-Me encargaré de todos los tramites e informar a las personas que deba informar, personalmente claro esta. Si no hay otras preguntas les asignaré sus habitación para que sean guiados por Adrián a la torre norte- luego se dispuso a tomar una lista y recitar una serie de numeros y sus respectivos residentes para que luego el pelinegro se presentara en la puerta para guiarles.

329: Señorita sus compañeros ya han llegado.
330: Señor Cipriano, Arias y Belmont.

 

Esteban

Al ser dirigido hasta mi habitacion "330" me percate de que era el primero en entrar asi que quise aprovrchar y tomar lugar en una de las camas que se enconraba en el rincon, casi invisible, asi evitaria muchas molesias, tome las pocas cosas que tenia y las acomode, pude notar que habia un gran ventanal entre mi cama y la vecina, asi que nos separaria un poco, por mi estaba bien, despues de que termine me diriji a aquel ventanal para mirar al cielo, era dificil pues nunca habia coparido un cuarto, asi que no pude hacer mas que quedarme a esperar mas indicaciones.

En ese momento me recargue al filo del ventanal saliendo un poco para ver el paisaje que se podía apreciar, tome mis guantes de mi bolsillo, me coloqué uno, pues no estaba acostumbrado a estar sin ellos, y justo cuando me iba a poner el otro un soplo me aire muy fuerte paso de repente, tan fuerte que me hizo soltar mi guante.

Trate de atraparlo pero voló, para mi suerte quedó atorado en la ventana de la habitación de a lado, tenía que ir por el solamente. Salí y me dirija a aquella habitación la 329 y toque un par de veces

 

Laila

Comencé a despertarme poco a poco gracias al sonido que se producía lejos de mi, ¿estaban tocando la puerta?, una vez que logré despertarme completamente me senté en la orilla de la cama y arreglé un poco mi cabello para después caminar hacia la puerta, no me molesté en colocarme los zapatos ya que tenía medias y además, el suelo no estaba frió como para no atreverme a caminar descalza.

Una vez que llegué a la puerta dirigí mi mano a la perilla y abrir la puerta lentamente para encontrarme con la figura de Esteban en la puerta, ladee mi cabeza levemente bastante confusa, ¿qué hacía allí? — ¿Pasa algo Esteban?...

 

Esteban

Vaya, quien iba a pensarlo, aquella chica que me causaba curiosidad anteriormente sería mi vecina --bueno, hay algo que me pertenece atascado en tu ventana --le dije señalando mi guante que podía ver de lejos, a juzgar por su vestimenta y su rostro podría asegurar que estaba dormida --¿te desperté? --Le interrogue --me disculpo, no era mi intención --le dije mientras la miraba --sólo vengo por mi prenda y me iré --le dije por último

 

Laila

"Hay algo que me pertenece atascado en tu ventana"

Señaló dicho objeto desde la puerta y poco a poco me giré a ver hacia donde apuntaba, si no me equivocaba lo que parecía verse a lo lejos era su guante que estaba atascado en la ventana, ¿c-cómo había llegado eso allí?, sea como sea el caso...¡era muy afortunado!, si hubiera sido yo a la que, el guante "desapareciera" de mi vista, este no se hubiera quedado atorado en algún lugar, si no que, probablemente se hubiese quedado atascado en un árbol o algo parecido y lo hubiera dado por perdido.

No mucho después de que formulara esa oración me interrogó antes de que yo pudiese responder al comentario — N-No para nada... ya me había despertado desde antes...no tienes que disculparte— me excusé, probablemente yo fuera la única alumna que hubiera decidido dormir un poco al aprovechar la solitaria habitación en la que estaba

"Sólo vengo por mi prenda y me iré"

— Oh!, claro.. pasa, no hay problema — sonreí y terminé de abrir la puerta para que pasara a la habitación y no se quedara en el pasillo solo mirando su guante, no quería que por mi culpa su guante decidiera desprenderse y salir hacia otra parte y no pudiese recuperarlo

 

Esteban

Sedi a su palabra y entre directamente a la ventana, la abrí con cuidado y tome mi guante justo a salvo, suspire de alivio y me lo coloqué, cerré la ventana, para dejarla como la encontré y volví con Laila --muchas gracias señorita --le dije inclinandome un poco--por cierto quisiera pedir disculpas por lo que pasó en aquella habitación, no era mi intención --le mencioné agachado la mirada

 

Laila

Una vez que entró a la habitación como un reflejo cerré la puerta, como cuando venían invitados a la casa, cuando venían a ver a mi madre para que ella les aconsejara un par de cosas o les recomendara uno que otro libro de la biblioteca, realmente la extrañaba mucho pero estaba segura que ella era capaz de animarme para estar aquí, tal vez diciéndome que esta era una oportunidad inigualable que me haría bien, o tal vez incluso lo compararía con uno de sus libros.

— No hay de que...— dije una vez que se acercó a mi con su guante ya colocado dejándolo fuera de peligro — ¿Disculparte? — murmuré intentando recordar lo que decía, ¿lo que había sucedido en aquella habitación? ¿a la sala?, una vez que supe a que se refería no pude evitar sonrojarme un poco, recordar la cercanía que tuvo sobre mi en ese momento, algo que nunca había sucedido en el transcurso de mi corta vida y que además, me había tomado de sorpresa

— Tranquilo, ya pasó... no hay nada de que preocuparse

 

Esteban

--Se lo agradezco --le dije en casi un susurro levantando mi vista --bueno si ya no hay más me retiró como se lo dije -- me acerqué a la puerta y tome la perilla para abrirla, no entiendo porque la cerró

 

Laila

— ¡Oh, espera, espera! — caminé relativamente rápido hacia mi cama [podría decirse incluso que estaba corriendo hacia esta] y saqué de la mesita que estaba al lado de mi cama un cuaderno con partituras, como el que había en la sala que nos habíamos quedado un largo tiempo, y que gracias a esto había descubierto aquel cuaderno de partituras que habían cobrado vida cuando estuvimos tocando para divertirnos un rato.

— Escribí las notas de la canción que tocaste aquí — dije arrancando cuidadosamente la hoja del cuaderno y dándosela — Si quieres la podrías poner en el cuaderno que había en la sala o conservarla..— sonreí levemente — Espero que no te moleste pero creo que merecía estar escrita en un pentagrama

 

Esteban

Me detuve al moment en que ella me lo pidió, me di la vuelta y note que estaba buscando algo, hasta que me dio una hoja, con notas musicales, me sorprendí demasiado ¿porque me da esto? Al escuchar el resto pude contestar esa pregunta, --que habilidad tienes --le dije pues tansólo con escucharla una vez se memorizo las notas, lleve mi mano a su cabeza y alborote un poco su cabello --gracias --le dije con una leve sonrisa, nadie me había regalado algo con tanta dedicación

 

Mollie

Yo había llegado segunda, pero no recordaba quien primera, pero buenom...No era tan importante, ¿Y la del parche? ¿Era Arianne, si recordaba? Me acerqué levemente, para no causar un atención mayor..