Un amor destinado a florecer.

Capitulo 7: “No puedo protegerme yo sola”.

Inuyasha dormía tranquilo si saber lo que en ese preciso momento le ocurría a Aome.

-Duerme tranquila, Aome- decía Náraku y le acariciaba el rostro a Aome, aún soñando esto hacia qué Aome se cohibiera y comenzara a tener una pesadilla.

Aome y sus amigos, aunque en diferentes lugares despertaron al mismo tiempo, Aome noto que estaba en una cueva, en una “cama” y no recordaba cómo había llegado ahí, enseguida sospecho de Náraku.

-¿Y Aome?- decía Inuyasha alterado notando su ausencia.
-La señorita Aome se puede haber quedado dormida en algún lugar cercano, en alguna de sus caminatas nocturnas- dijo Miroku para tranquilizar al hibrido.
-Iré a buscarla- dijo Sango –Inuyasha tú podrías buscar algo de comer.
-No, lo haré cuando vuelvas con Aome, de lo contrario no estaré tranquilo- dijo Inuyasha.

Sango buscó, y buscó por toda los alrededores pero no encontró a su amiga, le daba un poco de miedo volver sin su amiga estaba ya cansada de ver caras largas por que se perdía Aome.

Siguió buscando, pensó que Kouga, Sesshomaru, Náraku u otro demonio podría habérsela llevado para aprovecharse de sus poderes espirituales y buscó en las cuevas.

No tardó en llegar a las cuevas de los hombres lobo.

-¿Qué quiere señorita?- dijo el “vigilante”.

Sango reconoció que era la cueva de la tribu de los hombres lobo, la de Kouga.
-Necesito hablar con su jefe, Kouga- dijo Sango.
-¡Kouga!- gritó el “vigilante” adentro de la cueva.

Enseguida la silueta de Kouga se apareció en la entrada de la cueva.
-Tú eres amiga de mi querida Aome- dijo Kouga tratando de recordar.

Sango estaba muy cansada.
-Así es, vengo porque necesito que me ayudes- dijo Sango.
-¿Qué clase de ayuda?- dijo Kouga.
-Es Aome, está perdida, le dije a Inuyasha que volvería con ella, por lo que no tengo el coraje de no cumplir, y ya busqué por toda la región, no la encuentro- dijo Sango.

-Está bien, yo y mis hombres te ayudaremos, con la condición de que no venga el bestia ese – dijo Kouga sacando la lengua al referirse a Inuyasha.

Entonces Kouga reunió a sus hombres y partieron en la búsqueda de Aome.

-Humana, despertaste al fin- dijo Náraku.
-Náraku, sabía que después de lo de ayer algo como esto no debería sorprenderme, ¿Por qué me trajiste?- dijo Aome poniéndose de pie.
-Serás la mujer del gran Náraku- dijo esté.

Aome casi se desmaya del impacto.
-Ni creas que seré tu mujer, ni que estuviera loca- le grito Aome.
-No tienes opción, tus poderes me servirán, serás mía y si esta es la única forma, que así sea- dijo inventando una excusa para tapar el hecho de que en realidad quería casarse con Aome.

Aome se largo a llorar no sabía bien donde estaba, pero con lo ingenioso que es Náraku, podía estar muy lejos de Inuyasha, para no interrumpir la “boda”. Aunque en realidad ellos estaban dentro de la región, pero para cuando Inuyasha intentara detener el plan de Náraku, el le tendría una sorpresa.

Kouga, sus hombres y Sango buscaban como locos a Aome.
-Jefe, ¿Esa no es?- dijo uno de los hombres lobo señalando a lo lejos a Aome.
-Si- dijo Kouga sonriendo y llegando en un santiamén a la entrada, permaneció unos segundos en esta, Náraku y Aome estaban en el interior de la cueva, donde solo se veía oscuridad desde el punto de Kouga.

-Tú, amada mía, hahhah, me amaras por siempre- dijo Náraku riendo y incrustándole a la fuerza un “aro” con forma de luna en el hombro derecho, parecido al de Sesshomaru, pero el de él era real, con esto se sellaba un hechizo que lograba que Aome amara perdidamente a Náraku.
-¡Aome!- gritó Kouga desde la “entrada”.

Náraku se asomó con Aome abrazada a él y ella sonriendo.
-Kouga- dijo Aome.

-¿Aome?- dijo algo extrañado Kouga al ver que se tenían aparente “cariño”.
-Aléjate de ella – dijo Kouga tomando rápidamente a Aome.
-Kouga, ¿Qué te sucede?- dijo Aome soltándose de Kouga.
-¿De qué hablas Aome, es Náraku?- dijo Kouga bastante confundido.
-Lo sé, es mi amado Náraku-dijo abrazando nuevamente a este.
-No Aome tú…amas a Inuyasha-dijo Kouga alterado pero al referirse a Inuyasha no pudo evitar dar vueltas con los ojos.
-Inuyasha, no yo amo a Náraku, Inuyasha no es más que un conocido- dijo Aome extrañada, lo cual no era raro ya que era producto de la luna.

Kouga se apresuró y “secuestro” a Aome, la llevó con Inuyasha y los chicos, con Sango y los hombres lobo corriendo tras de ellos ya que Kouga era muy veloz.

-¡Bestia!- dijo Kouga.
-Que quieres tú aquí- dijo Inuyasha.

Kouga soltó a Aome.
-Eres un maldito- dijo Aome.
-Aome, que bueno que estas bien- dijo abrazándola Inuyasha.
-Sí, estaba bien, llévame de vuelta Kouga no se qué te pasa- dijo Aome.
-¿De vuelta a donde?- dijo Inuyasha alterándose un poco por la situación.
-Con, Náraku- dijo Aome.
-Como dices esas cosas Aome- dijo Shippo abrazándose a una pierna de esta.
-Shippo, ya déjame debo irme- decía sacudiendo su pierna Aome.
-Lobo, ¿Tú que sabes?- dijo Inuyasha sintiéndose reducido por preguntarle a un hombre lobo.

Kouga relata todo lo que había visto y llegaba al final, no quería continuar Inuyasha lo mataría

-Luego Aome dijo “Mi amado Náraku” y se comportaba diferente- dijo Kouga.
-Que te sucede Aome, a que juegas he- dijo Inuyasha.
-Que les sucede a todos, porque actúan así- dijo Aome al tiempo que partía de vuelta con su “amado”.

Inuyasha estaba en shock.
-Aome, ¿A dónde vas?- dijo Inuyasha alcanzándola.
-Voy con Náraku-dijo ella sonriendo.
-¿Por qué?- dijo Inuyasha confundido.
-Porque lo amo- dijo Aome.
-No tu no lo amas- dijo Inuyasha mientras besaba a la fuerza a Aome mientras ella lo golpeaba y trataba de zafarse, pero recibió un golpe de Náraku quien había ido a buscar a Aome.
-Aléjate de mi mujer- dijo Náraku y le plantó un beso a Aome enfrente de Inuyasha esta lo correspondió y lo abrazo a la vez.

-Aome- dijo Inuyasha derramando un par de lágrimas.
-¡Maldito!- dijo Inuyasha aún llorando.
-Adiós- dijo Náraku y se elevo en el aire con Aome en brazos.

Llegaron a la cueva anterior y Aome se acostó enseguida estaba cansada, había sido un día bastante agotador.

-Que tengas una buena noche, mi querida Aome- dijo dulcemente el malvado de Náraku.
-Gracias, mi amor- dijo Aome, cuando lo decía sonaba falso y se le venían imágenes y recuerdos de Inuyasha, que en esos precisos momentos también estaba pensando en Aome a la vez sufría de verla con Náraku y no le cabía en la mente que se hubiera enamorado, menos aún que fuera su mujer.

Mientras Aome dormía, estaba inquieta tenía un sueño.

(En el sueño de Aome)

En su sueño estaba sobre el borde del pozo.
-Aome que haces jugando ahí-decía Inuyasha y le rozaba los labios a su amada.
-Solo me balanceo- decía Aome y correspondía su “rose de labios”.

En medio de tan hermoso sueño hubo un “parpadeo de luces” y cambió de sueño repentinamente.

En su otro sueño estaba vestida de blanco, era una hermosa novia, con velo y ramillete, pronto salió camino al altar y comenzó su música, se dio cuenta de que su “novio” era Náraku vestido de traje, entre los invitados Inuyasha y Kouga llorando, Sango su amiga sonriendo forzadamente al igual que el monje Miroku y Shippo no quería ni ver.

-Y tú Náraku aceptas a la señorita Aome para quererla…-decía el sacerdote.
-Acepto- fue la respuesta de Náraku.
-Y tú Aome aceptas a Náraku para quererlo…-repetía el sacerdote.
-Acepto- fue también la respuesta de Aome.

Luego volvió a cambiar de sueño, volviendo a lado de Inuyasha, él y ella se estaban besando, cambió de sueño otra vez y en su boda Náraku y ella también se besaban, volvía a parpadear y ambos sueños se juntaban al punto de que Aome los veía como dos pantallas, una realidad era ella y Inuyasha y la otra era de ella y Náraku, ella “sabia” que amaba a Náraku pero su sueño la confundía.

Se despertó en medio de la noche gritando por el sueño, esto despertó a su “amor”.

-¿Qué te sucede, amada mía?- dijo tiernamente Náraku.
-Tuve una pesadilla-decía Aome pero la luna que tenía en su hombro comenzó a brillar y Aome parecía como si le robaran el alma.
-Aome, ¡¿Qué sucede?!- dijo alarmado Náraku.

Pronto Aome “despertó” y la luna dejo de brillar, el hechizo se había roto su amor descubierto en el sueño por Inuyasha era más fuerte que su poderoso hechizo.

-Aléjate de mí- grito Aome y salió corriendo.

En medio del bosque tropezó y se golpeó la cabeza contra una roca diminuta pero que la dejó inconsciente.

Un poderoso ser, que recibía como nombre Sesshomaru, vagaba por los alrededores y encontró a Aome.
-Luces como un ángel- dijo este y se llevó a Aome a una cabaña deshabitada.

Esta al despertar estaba dormida nada más y nada menos que en los brazos del hermoso Sesshomaru, este seguía dormido y Aome, al verlo se sintió segura y continuó durmiendo ya que debido al sueño que había tenido no durmió bien con Náraku.

Continuara…

Bno lectoras espero les guste mis contis. No son tanlargas ya que las publico a diario o más seguido XD haha bno un besote a mis amigas Xinthiaa y Kohome por siempre estar en el fic participativamente haha besote

 

Capitulo 8: “Una enorme confusión”.​

Inuyasha estaba muy confundido, de la noche a la mañana Aome estaba “enamorada” de Náraku y a él y sus amigos los trataba como conocidos nada más, era algo que le dolía bastante pero que a la vez también le costaba admitir.

Aome despertó, por segunda vez, pero esta vez el gran Lord Sesshomaru no se encontraba en la cabaña.

La miko piensa que no tiene caso seguir esperando a Sesshomaru para darle las gracias por traerla a una cabaña en lugar de dejarla afuera en medio de la noche cuando hacia muchísimo frío.

Estaba a punto de irse, atraviesa la puerta y se ve cara a cara con los hermosos ojos ambarinos de Sesshomaru, estaba más hermoso que nunca su cara estaba refrescada y brillante, tenía una expresión de tristeza, de haber llorado pero no estaba del todo apenado.

-¿A dónde ibas?- dijo Sesshomaru su voz no sonaba tan profunda, fría y demandante como de costumbre, había adquirido un tono de voz más agradable.
-Pensé que no vendrías te quería dar las gracias- dijo Aome.
-Ahora vete -dijo Sesshomaru, estaba intentando entrar a la cabaña, se estaba acercando cada vez más a la cara de Aome, todo sucedía muy rápidamente ya que Sesshomaru no entregaba mucha importancia a sus movimientos para entrar a la cabaña, termino por empujar levemente a Aome para entrar.

Aome le dio las gracias a Sesshomaru, quien solo la ignoro, luego solo se marcho en busca del bello hanyou que conquistaba su corazón.

-Inuyasha, debemos buscar a Shippo, fue al bosque y no ha vuelto está muy molesto por lo de…Aome- dijo Sango.
-Sango, ¿Puedes sentarte aquí?- dijo Inuyasha cabizbajo e indicando un lugar vacio a su lado.
-¿Tú entiendes lo que le sucedió a Aome?- dijo el hanyou.
-No, la verdad no lo comprendo- dijo la exterminadora.
-¿Qué puedo hacer?- dijo apuñando las manos.
-Habar con ella será lo mejor- dijo Sango.
-Gracias- dijo Inuyasha conteniéndose de abrazarla por su conocido carácter.

-Señorita Aome- se escucho afuera por parte de Miroku.
-Miroku- dijo esta a su vez abrazándolo.
-¿Aome?- dijo Inuyasha saliendo para verlo con sus propios ojos.
-¡Inuyasha!- dijo Aome corriendo para abrazarlo.

-¿A…ome?-dijo este, se sentía “apenado” ya que Sango y Miroku los observaban.
-Sangito, creo que debemos dejarlos solos- dijo Miroku, con el fin de molestar a Inuyasha.

-Sí, será lo mejor- fue lo contesto esta a su vez riéndose y alejándose junto con el monje.

-Aome, ¿Porqué volviste?-dijo Inuyasha separándose de Aome y adoptando su actitud “fría” otra vez.
-Un sueño me aclaró las cosas Inuyasha, yo la verdad…estaba siendo dominada por esto- dijo Aome señalando la luna en su hombro derecho y contándole a Inuyasha toda la historia.

Inuyasha a su vez solo se sentó algo apartado para poder enfadarse sin que Aome se preocupara.

-Shippo, ven, Aome ya volvió- dijo Sango sonriéndole al demonio zorro.

-Enserio- dijo este y corrió a ella.
-Aome- ya volviste al fin- dijo Shippo dándole millones de besos en las mejillas a Aome.
-Así es Shippo, esta vez me quedare- dijo abrazándolo.

En otro lugar, y otro tiempo.​

Una joven paseaba por el Tokio actual, el de Aome, y le pide indicaciones a la familia Higurashi, de cómo llegar Mitaka, lugar cerca de Tokio.

-Disculpe, señora me puede decir cómo llegar a Mitaka, voy a ver a unos parientes- decía la niña a la madre de Aome.

-Sí, claro, espera tengo un mapa adentro, lo voy a buscar te servirá- dijo ésta entrando a la casa.

-Abuelo, cuando crees que vuelva mi hermana lleva más de dos semanas sin venir por comida o vendas- decía Sota.

-No lo sé, pero tienes razón no ha vuelto en varios días, se me acaban las excusas- dijo este.

-Hola, disculpen que hacen- dijo la joven.

-Bendecimos, este pozo, mi hermana así vendrá más pronto- dijo Sota.

-Pero como, solo deben entrar a buscarla- dijo la joven confundida.

-Sí, pero…- dijo el abuelo, Sota había cometido un error al decir eso.

-Yo iré- dijo la joven entrando en el pozo –Oigan acá no hay…- pensaba decir que no había nada pero increíblemente atravesó el pozo al igual que como lo hacían Inuyasha y Aome.

-Auch, voy a subir no hay nada- dijo la joven, sus sorpresa fue que al subir estaba en medio del pasto y al parecer en un bosque.

-¿Qué?, ¿Dónde estoy?- dijo ahora bastante confundida.

Inuyasha estaba practicando cerca y sintió un aroma parecido al de Aome. Todavía tenía a colmillo de acero en las manos, cuando se acercaba al pozo.

-Tú no eres Aome, pero tienes un kimono extraño parecido al de ella- dijo Inuyasha.

Al escucharlo la joven se da vuelta para ver quien le habla, cuando se da cuenta de que tiene una enorme espada en la mano y aparentemente no es humano se espanta.

-Ah, una bestia- dijo asustada la joven y llorando también del miedo.

-Que te sucede, oye no llores note he hecho nada- dijo Inuyasha.

-Inuyasha que sucede-dijo Aome que había escuchado a alguien llorar.

Al ver a Aome la joven se siente algo más segura, ya que tenia ropa moderna y aparentemente ella si era humana.

-Ayuda, por favor- dijo la joven.

-Inuyasha, ¿Qué le hiciste?- dijo Aome tranquilizando a la vez a la joven.

-Yo no le he hecho nada- dijo Inuyasha molesto de que lo estuvieran culpando.

-Tranquila, disculpa ¿Porqué traes ropa moderna?- dijo Aome algo pensativa.

-¿A qué te refieres?- dijo ésta ahora más confundida aún.

-No traes kimono- dijo Aome.

-Los kimonos se usaban antes muchos años antes, ¿Por qué debería usar uno de ellos?- dijo la joven ahora totalmente confundida.

-¿De qué época eres?- dijo Aome algo asustada.

-¿De qué hablas?, soy de la época actual creo- dijo confundida la joven.

-Y ¿Cómo llegaste acá?- dijo Aome.

-¿Acá donde?- dijo la joven mirando a su alrededor, Aome la confundía demasiado.

-A la época feudal- dijo Aome.

-¿Qué?, no yo solo entre a un pozo a buscar a la hermana de un niño que creo que se lama o le dicen Sota- dijo la joven.

-No puede ser, no puede ser – repetía Aome.

-Y ¿Cómo es que atravesaste el pozo?- dijo Inuyasha guardando a colmillo de acero.

-Bueno, yo tengo que llegar a Mitaka, estaba en Tokio y no sabía cómo llegar, así que le pregunte a una amable señora, si me podía dar indicaciones, dijo que tenía un mapa y entro a su casa a buscarlo, mientras la esperaba un abuelo y un niño estaban bendiciendo un pozo, eso creo, para que una niña que era hermana de ese niño saliera del pozo, yo les dije que bastaba con entrar a buscarla, entré y enseguida paso algo raro y solo cerré los ojos luego aparecí acá.

-Inuyasha, atravesó el pozo- dijo Aome.

-Sí, ¿Cómo te llamas?- dijo Inuyasha.

-Me llamo Zukumi- dijo la joven.

-Es un bonito nombre- dijo Aome.

-Bueno ya debemos irnos Aome- dijo Inuyasha.

-¿Qué? Imposible, ella aparte de tu y yo es la única que puede atravesar el pozo además si pudo hacerlo debe haber sido por algo.

-Claro, debe tener un fragmento- dijo Inuyasha sonriendo.

-Inuyasha, abajo, no me refiero a eso digo que si ella también puede atravesar el pozo debe ser por alguna razón-dijo Aome.

-Aome ya no hagas eso- dijo Inuyasha poniéndose de pie.

Mientras que Aome e Inuyasha discutían como siempre, Zukumi se largo a llorar ya que no sabía dónde estaba ni como volver.

-Hey, ya no llores solo debes volver por el pozo y listo- dijo Aome.

- Antes debes entregarnos el fragmento que tengas- dijo Inuyasha.

-Inuyasha, si nos da el fragmento no podrá volver-dijo Aome.

-¿Qué fragmento?- dijo Zukumi.

-Además no sabe que fragmento ves Inuyasha- dijo Aome.

-¿Aome sientes la presencia de algún fragmento?- dijo Inuyasha.

Aome se concentro y pudo percibir la presencia de un fragmento en un collar muy bonito que tenia Zukumi.

-Tiene un fragmento en su collar- dijo Aome.

-Perfecto- dijo Inuyasha aproximándose para quitárselo, pero fue detenido por una fuerte bofetada de parte de Zukumi.

-Ya verás- decía Inuyasha pero Aome con una palabra lo detuvo.
-Abajo.

-Gracias pero debo volver- dijo Zukumi.

Zukumi no alcanzó a entrar en el pozo cuando Náraku se apareció por los aires, eventualmente quería llevase a Aome otra vez pero al ver a Zukumi sosteniendo un fragmento de la perla colgado de su collar, pensó en apoderarse de el.
Con un solo movimiento le quitó el collar a Zukumi.

-Mi collar- dijo Zukumi poniéndose a llorar, antes de que nadie pudiera hacer nada, Náraku desapareció.

-Zukumi, ¿Estás bien?- dijo Aome.

-No, se llevó mi collar- dijo Zukumi aún llorando.

-¿Qué tenia de especial el collar Zukumi?-dijo Aome.

-La cadena me la dio mi abuelo antes de morir y el pequeño pedazo de perla me lo dio mi papa hace unos meses, dijo que lo encontró en Tokio, me lo dio antes de mandarme a un internado en Inglaterra, ahora volveré a verlo, o al menos eso iba a hacer en Mitaka, era una sorpresa mi papa ésta muy débil, y en unos meses… morirá, tiene cáncer y ese “fragmento” me lo dio la última vez que no vimos hace ya meses, me dijo que si no lo volvía a ver nunca que conservara eso cómo muestra de su cariño.

-Bueno hay que buscar a Náraku, andando- dijo Inuyasha.

-Dejaras que nos acompañe- dijo Aome.

-Solo esta vez- dijo Inuyasha.

Mientras buscaban a Náraku, Sango, Shippo y Miroku los buscaban a ellos.

-¿Dónde estaban?- dijo Sango encontrándolos al fin.

-¿Quién es ella?- dijo Shippo indicando a Zukumi.
-Mi nombre es Zukumi, ¿Quiénes son ustedes?- dijo esta.

-Yo soy Sango, eles Shippo y él es el monje Miroku- dijo Sango indicándolos.

-Zukumi atravesó el pozo, no sé porqué pero lo logro y Náraku le quitó un collar muy valioso así que lo estamos buscando- dijo Aome.

-Les ayudaremos- dijo nuevamente Sango.

Buscaron un rato hasta que a fin dieron con Náraku.

-Por fin llegaron –dijo este-Ataquen- dijo y enseguida muchísimos demonios atraparon a todos incluido Inuyasha, de modo que tan solo podían observar.

-¿Cuál es tu nombre?- dijo señalando a Zukumi.

-No te lo diré- dijo esta resistiéndose, pero entonces los demonios comenzaron a apretar más y más a Zukumi.

-¡¿Cuál es tu nombre?!- dijo Náraku molesto.

-Mi nombre es Zukumi- dijo esta rendida.

-Muy bien, Zukumi, este es tu collar-dijo Náraku.

-¡Dámelo!- dijo Zukumi.

-No lo creo- dijo Náraku y le quito el fragmento de la perla al collar, enseguida lo incorporo con el resto de los fragmentos.

-Excelente- dijo Náraku, entonces tomo el collar de Zukumi y lo rompió frente a sus ojos.

-¡No!- dijo llorando Zukumi.

-¡Maldito!- dijo Inuyasha zafándose de os demonios y atacando a Náraku.

Enseguida comenzaron a pelear, Inuyasha de pronto le dio otro golpe a Náraku y este desapareció.

-¡Cobarde!- gritó Inuyasha.
Se llevaron a Zukumi a una cabaña para que descansara mañana verían que regresara a su casa.

Al día siguiente a Zukumi se le confió otro fragmento para que volviera, esto no hizo que Inuyasha sonriera precisamente, pero “accedió”.

-Adiós y muchas gracias- dijo Zukumi y se adentró en el pozo.

A llegar nuevamente a la época moderna, partió a Mitaka rápidamente, ya había llegado a su casa.

-Zukumi, estas aquí- dijo su madre abrazándola.

-Madre al fin estoy contigo- dijo esta a su vez- ¿Y mi padre?- dijo otra vez entrando en la habitación en la que debía estar.

-¡Zukumi, no!- dijo su madre.

Al entrar Zukumi vio una habitación totalmente vacía.

-¿Dónde está mi padre?- dijo Zukumi llorando.

-Zukumi, tu padre murió hace una semana, el velorio fue ayer, lo siento hija- dijo su madre llorando.

-No, no es cierto- dijo Zukumi, salió llorando y corriendo, en medio de la lluvia afuera se tropezó y no se levanto, no estaba inconsciente pero el dolor y la pena no le permitían moverse.

Al día siguiente visitó la tumba de su padre y tomo una decisión se vengaría de la persona que le quito lo más simbólico entre ella y su padre.

Se dirigió a Tokio y con el permiso de la madre de Aome, atravesó nuevamente el pozo y llego a la época feudal, en ella pidió indicaciones y no tardo en llegar con Inuyasha y los demás.

-Zukumi ¿Qué haces aquí?- dijo sorprendida Aome.

-Voy a véngame de él ser que me quito mi collar, mi padre está muerto y yo tendré el fragmento que me arrebato.

-¿Inuyasha, Zukumi puede quedarse con nosotros?- dijo Aome.

-Ni lo sueñes solo causara problemas- dijo Inuyasha.

-Vamos, Zukumi no causara problemas.

-Aome…-decía Inuyasha y vio los ojos de Aome rogando- está bien- dijo por último.

-Sí- dijo Aome, todos estaban felices.

-Gracias- dijo Zukumi.

Continuara…

Asi luce mas o menos Zukumi:


Bno lectoras espero les haya gustado un besote chicas y chicos adiós, esperen la conti.

 

Capitulo 9: “Zukumi es alguien diferente”.​

Pasaban por la aldea de la anciana Kaede y Zukumi comienza a sentirse como Inuyasha o Aome cuando sienten alguna presencia, algo la llamaba, Zukumi pronto comenzó a sentir un fuerte dolor en el pecho, trató de resistirse pero el dolor le gano obligándola a arrodillarse, trato de gritar pero se contuvo.

-¿Zukumi, Qué te sucede?- dijo Aome.
-Siento algo, en mi pecho- dijo Zukumi, cerrando los ojos y apuñando las manos.

Zukumi se tambaleo un poco, y luego se puso de pie sin pestañar, comenzó a caminar como un zombi, al parecer se sabía el rumbo.

Los demás intrigados la siguieron hasta una laguna cerca y la vieron entrar al agua con su ropa aún puesta.
-Zukumi, ¿Qué haces?- dijo Sango.

Zukumi ingreso completamente en la profunda laguna, desde afuera todos esperaban que saliera de una vez, llevaba ya suficiente tiempo bajo el agua.

-¡Zukumi!- gritaba Aome muy preocupada.

De pronto Zukumi salió del agua con dos fragmentos en la mano, parecía haber recobrado su carácter normal.
-Zukumi, ¿Dónde los encontraste?- dijo Shippo.
-No lo sé no lo recuerdo con certeza- dijo ella.
-¿Estás bien?- dijo Aome.
-Si eso creo- dijo Zukumi.
-Bien démonos prisa, debemos buscar algo de comer-dijo Inuyasha.
-Ya vamos- dijo Miroku.
-Qué extraño- pensaba Aome.

En la noche todos dormían con la misma idea circundando constantemente sus cabezas, que fue lo que sucedió con Zukumi, la intriga los devoraba y no les permitía conciliar el sueño, fue tan extraño.

A las albas todos despertaron a la misma hora, todos estaban sudando, habían tenido la misma pesadilla

En la pesadilla​

Zukumi los despertaba uno por uno, sin que nadie supiera de el resto de los chicos y a todos por separado los llevaba al bosque, en medio de la oscuridad tan opaca de la noche se estremecían los arboles con gran furia y las estrellas parecían dejar de brillar, las aguas ya no reflejaban como de costumbre la hermosa luna y con mucha suerte era posible distinguir el brillo particular de los ojos más destacables, como un ejemplo simple los de Inuyasha, sus bellos ojos dorados.

Al momento en que todos se dieron cuenta de que estaban en el mismo lugar todo, se sintieron algo estúpidos, creían que Zukumi los llevaba a ellos particularmente.

-¿Zukumi qué hacemos todos acá?- dijo Aome.
-Debo enseñarles algo- dijo esta a la vez que desapareció en medio de la profunda y poco acogedora noche.

Enseguida una horda de demonios sin origen totalmente particular aparte de malos deseos, ataco brutalmente a Sango, enseguida la horda de demonios desapareció con la exterminadora entre ellos dejando a su paso una pequeña y adornada nota.

-Yo leeré la nota- dijo Aome.

Si a su amiga quieren encontrar
En las cuevas la buscaran
Si la vida quieren conservar
Aquí se quedaran.

-Eso es una maldita mentira- gruñó Inuyasha.
-Pero si vamos por Sango…- Aome no logro continuar cuando Inuyasha la subió a él y ordeno a Miroku subir a Kirara y apresurarse.

-¿Qué demonios planeas hacerme?- dijo Sango a una obscura sombra que apenas lograba ser divisada en medio de la oscuridad de la monótona cueva.

-Por el momento nada.

La respuesta fue tajante, Sango estaba en el centro de una especie de mesa de sacrificios y estaba además completamente amarrada a esta.

-Tus amigos llegaran dentro de muy poco muajajaja.

Entre tanto Inuyasha volaba con Aome en su espalda, pero de pronto esta se cae.

-¡Aome!
-Inuyasha tu ve por la señorita Aome yo iré por Sango- dijo Miroku apresurando a Kirara y desapareciendo poco a poco.

-¡¿Aome?!
-Inu…Inuyasha.
-Aome lo lamento ¿Estás bien?- dijo sosteniendo a Aome.
-Inuyasha de verdad…- Aome no pudo continuar debido que al caer se había golpeado bastante fuerte con las ramas de los árboles y con rocas, aunque esto no fue como para la aterradora consecuencia es necesario añadir que al encontrarse completamente en el suelo su cabeza estaba apoyada brutamente con una enorme roca, por tanto Aome no continuo ya que todo esto logro acabar con su corta y hermosa vida.

-¡No Aome!

Enseguida Inuyasha se pone a llorar amargamente por su amada.

Miroku entre tanto estaba volando con Kirara buscando a Sango cuando de pronto su mano comienza a tambalear extrañamente y posteriormente a brillar.

-No, no es el momento aún, no.

A el pobre monje le había llegado la hora Miroku estaba siendo absorbido por su agujero negro, este comenzó a crecer hasta alcanzar un porte pronunciado, posterior a esto absorbió a su portador dejando a Kirara volar sola en los aires.

Inuyasha lloraba amargamente cuando de pronto se da cuenta de que su cuerpo sufre la transformación a humano, era luna nueva pero él no se había dado cuenta de pronto en la opaca noche siente que algo lo atravesó, como una espada resultaba ser nada más que el más joven de los comandantes de los hombres lobo.

-Bestia maldita, cómo pudiste hacerle algo así a Aome.

Inuyasha pronto cerro sus ojos para no volverlos a abrir jamás, lo habían matado en luna nueva, su cadáver quedo junto al de Aome.

Kirara volaba confundida buscando a Sango cuando en un peñasco a poca distancia logra ver a Shippo aparentemente confundido y sin moverse al acercársele y poniéndose de pie en el peñasco aún transformada este se viene abajo llevándose con él al pequeño demonio zorro y a la gatita de dos colas, el impacto fue tan grande que ambos terminaron con su vida en ese instante.

-Que lastima todos tus amigos perecieron creo que solo bastas tú- entonces la opaca figura se dejo ver no era nada más que Zukumi, el poder verla no duro más que unos segundos ya que al pasar de estos una daga atravesó el frágil corazón de la exterminadora.

Fin de la pesadilla​

-Tuve una horrible pesadilla- dijeron todos a excepción de Zukumi a coro.

Continuara…

Bno lectoras espero les guste y es corta pero me comprometo a actualizar mas pronto besote Xinthiiia y Kohome.

 

Capitulo 10: “Una impostora”​

─Hace mucho que no tengo pesadillas la verdad─ acotó Zukumi.
─Tienes mucha suerte creo.
─Solo sueños y sueños, todos muy agradables.

Todos estaban sintiéndose algo incómodo tan cerca de Zukumi, no sabía la razón, pero por algo no estaban muy a gusto con su compañía, sobre todo Inuyasha.

En la tarde Zukumi salió un rato a pasearse para conocer esa época, precisamente ella estudiaba ese tiempo en el colegio y le encantaba, Inuyasha siempre se paseaba por el alrededor de los bosques también, al parecer o al menos desde su punto de vista era alguien realmente muy atractivo y misterioso, sentía que su corazón se aceleraba a su lado y cuando rara vez le dirigía la palabra, se quería desmayar.

Un día Aome tuvo que ir a la aldea para reparar su arco el cual había sufrido un percance, para que no se sintiera sola, Sango se ofreció a acompañarla, Zukumi prefirió quedarse la verdad y el monje Miroku había oído el rumor de una chica que buscaba marido en una aldea cercana, y esperaba su primera respuesta positiva. Fue por esto que Inuyasha se quedo completamente solo con Zukumi.

─Inuyasha…em yo la verdad…─ Zukumi no logro continuar.
─ ¿Qué sucede?- dijo algo tosco Inuyasha.
-Es solo que, ¿Tú y la señorita Aome no son nada oficialmente hablando?

─No la verdad no estoy muy seguro, ¿Por qué lo dices?
─No es nada solo, parecen tenerse afecto.

Inuyasha decidió no tocar por el momento el delicado tema, pero si era muy obvio que él y Aome se querían, sin embargo Zukumi últimamente le había parecido algo atractiva, pero cuando pensamientos tales como, Zukumi luce bien hoy o Zukumi y Aome son muy parecidas, Se refregaba los ojos y pensaba, Que demonios me sucede diablos, Zukumi no es nada más que una niña estorbarte.

A Zukumi le comenzaba a gustar un poco Inuyasha, estaba sola con él tres días, que no era algo menor y bueno Inuyasha se veía hermoso todo el tiempo, pensaba en el de una manera diferente que anteriormente.

Al segundo día Zukumi y Inuyasha caminaban, no precisamente juntos pero a poca distancia y en la misma dirección, cuando Zukumi, perdida en los ojos hermosos y ambarinos de Inuyasha, por poco y cae a un precipicio, que se topaba en su camino pero no en el de Inuyasha, este veloz como siempre pudo salvar a la chica en el momento preciso, esta fue a la vez subida delicadamente por Inuyasha, y quedó también a tan solo centímetros de su hermosa cara angelical.

Para Zukumi le era simplemente imposible dejar de ver los bellos ojos del peli plateado trataba con mucho esfuerzo de no sonrojarse pero el tono rojizo en sus mejillas fue incontrolable, estaba en los fuertes brazos de Inuyasha, se sentía absolutamente segura y especial, Inuyasha a su vez se sintió algo confundido Zukumi efectivamente se veía muy hermosa y frágil, sentía que quería protegerla, al igual que a KiKyo y a Aome, pero no se sentía muy confiado, sabia o más bien sentía que era algo muy incorrecto, y que las consecuencias serian terribles, Zukumi era una chica del tiempo más moderno y esta era una de esas ocasiones en las cuales tanto ella como Aome habrían sabido que sin importar lo que fuese a suceder posteriormente, un beso era lo adecuado, pero Inuyasha era un youkay al cual cualquier oportunidad similar a esta era simplemente un acertijo sin solución.

Zukumi se acercaba lentamente cada vez más a la imponente cara de Inuyasha, le era algo ya tan natural que no lo contenía, su respiración se entrecortaba y se hacía más profunda, sus pensamientos se alborotaban, y su cuerpo sudaba, le daba frío y calor, su corazón se aceleraba y detenía, todo en un mismo instante, ya era casi una distancia imperceptible entre los labios.

Solo una breve voz entre suspiros y parpadeos tontos y alocados, corto de raíz aquella escena tan tierna y conmovedora.
─No, no puedo─ dijo sudando Inuyasha, cerró los ojos profundamente y puso de pie a Zukumi─ Lo siento.

─Yo lo lamento mucho Inuyasha.

Zukumi se alejo algo avergonzada pero triste, sus pasos eras pesados y eternos como si no pudiera avanzar, o tuviera en ritmo marcado.

Bellas y delicadas lagrimas surgían en los ojos de Zukumi estaba presenciaba lo hermoso y colorido de un lindo atardecer, cuando una mano se posa en su hombro y a la vez el dueño de esta toma asiento junto de la chica, una silueta con ojos ámbar y cabellos plateado sentada a su lado parecía estar muy sumida en pensamientos profundos, cuando entre lo que parecían risas y lagrimas solo se distingio claramente una palabra.

─Gracias.

Continuara…

Bueno chicas aquí la conti les aviso que EL FIN ESTA MÁS CERCA DE LO QUE IMAGINAN las quiero Xinthiia y kohome, a y lo lamento por que es muy corta sayo.

 

Me van a odiar pero esta va a ser la continuación más corta que jamás haya escrito, tengo muy poco tiempo en el pc así es que tan solo serán unas pocas palabras, pero prometo que jamás dejaré que pase tanto antes de dar los capitulos.

Advertencias: Ooc (intento que sea poco ya).

Dedicado: Miss Love y Kohome.

Notas de la autora: Las quiero hermanitas.

Capitulo 11: "Una difícil elección".​

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-- ¿Qué agradeces?- dijo Zukumi con interés.​

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-- No lo sé realmente.​

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-- Mira lo siento yo- Zukumi hablaba como toda una adolescente, Inuyasha a su nivel era algo más que primitivo si eso era todo.​

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-- No te disculpes te estoy agradeciendo.​

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-- Pero ¿Porqué?​

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--Demonios no lo sé Zukumi- dijo Inuyasha poniéndose de pie, Dios era la primera vez que le llamaba por su nombre y no por chiquilla tonta o algo así.​

​

-- Entonces no me digas algo lindo si no sabes porque lo haces- dijo llendose indignada.​

​

-- ¿Algo lindo?- pensaba Inuyasha desconcertado.​

​

...​

​

Pov's Zukumi​

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¿Porqué Demonios agradece si no tiene la menor idea de que?, aún en la prehistoria los hombres son brutos.​

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​

¿Porqué intenté besarle?, debe ser el algo de Kagome y no debería hacerle eso, lo mejor será volver, no pienso quedarme en esta época de bestias y híbridos como Inuyasha, si la única forma de vengar la muerte de mi padre es matar a ese maldito de Náraku creo que me será imposible, me senté en el pasto de verdad parecía que estuviese hecho a la perfección este prado, es muy bello y apacible, ojalá pudiera quedarme aquí por el resto de mi vida, es hermoso, recuerdo de pequeña tenderme aquí en el pasto, no específicamente en este lugar, en ese entonces no sabía que un pozo cualquiera te traía a otra época, pero también era bello y tranquilo, me tendía y aún que no me durmiera podía descansar de todo, aún teniendo la edad de una infante no más, tenía que hacer varias cosas en el día, así es que era muy relajante tenderse y no preocuparse de nada más, recuerdo además que llegaba mi papá y se tendía a mi lado, me tomaba de la mano y me colocaba rosas y demás flores en el cabello,repitiendo una y mil veces que yo era y sería por siempre hasta que su corazón dejase de palpitar, su pequeña princesa, ¿Porqué tuvo que llegar ese día?, en el que su corazón dejase de palpitar, el día en que ya no era una princesa.​

​

Me puse a llorar recordando a mi padre, era tan caballero y tan amable, era realmente agradable pasar en rato junto a él, la muerte no le podía llegar a nadie más, el era una persona magnifica, habiendo tanta gente mala y de mal pensar, la muerte le llega al bueno, pienso que es injusto.​

​

Pov's Narador​

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​

Náraku sobrevolaba el aire cuando el olor salino de las lagrimas de una joven mujer llega a su nariz, se pasó por el aire sobre la escena, era esa desagradable humana, ¿Qué hacía esa tonta humana allí?, no importa se decía Náraku, mis demonios la matarán, enseguida una orda de demonios se abalanza contra la chica, con suerte alcanza a reaccionar para unos segundos antes gritar y cerrar sus ojos cuando esperaba el ataque y se da cuenta de que un brillo está frente de sus parpados cerrados, enseguida los abre de golpe para ver a Inuyasha peleando audaz mente contra todos los demonios, sin ningún temor ante el que lo viese, con Colmillo de acera desenvainado y lanzando "Viento cortante" a diestra y siniestra, en ese momento realmente le parecía en extremo atractivo.​

​

Náraku vio que no tenía ningún sentido seguir lanzando demonios de esa manera y tan solo se retiró seguido de sus fieles demonios.​

​

--Demonios- dijo Inuyasha cuando vio que el desgraciado de Náraku se esfumó del aire.​

​

--Inuyasha- se escuchó resonar a una voz dulce tras de él y Zukumi, era Kagome.​

​

--Kagome- dijo Inuyasha y corrió desenfrenado a abrasarle, no sabía porque pero necesitaba un abrazo de la azabache.​

​

Zukumi observó la escena en parte celosa y en parte sintiéndose eclipsada por la chica de su tiempo.​

​

Después de los saludos y que se contaran sin mero interés lo que ocurrió esos días, menos claro los o más correcto el momento que fue índice entre Inuyasha y Zukumi, Inuyasha se retiró no muy lejos a una roca grande en la orilla de un precipicio a pensar, realmente lo que ocurrió con Zukumi confundió su alboroto de sentimientos, aún no puede designar un espacio de sí para el amor pasado que lo durmió en un árbol cincuenta años y menos aún para s reencarnación, y de la anda viene una chica muchísimos años más adelantada que él y destruye lo que considera su "orden sentimental", es un fastidio.​

​

Confundido y pensando de pronto nota que alguien se aproxima desenvaina a colmillo de acero en el acto al momento en que se da la vuelta y ve que se trata de Kagome, guarda su espada y vuele a tomar asiento junto a Kagome en la roca.​

​

​

--¿Qué es lo que te ocurre Inuyasha?, actúas muy extraño- señaló Kagome.​

​

--No puedo entender que es lo que siento- soltó indiscriminadamente Inuyasha.​

​

--¿Respecto a qué?- dijo Kagome sintiendo cosquillas.​

​

-- Considéralo un poco, Kikyo me odia por lo que pareció que le hice pero sin embargo me confunden sus sentimientos por mi y no la consigo olvidar, tú...- Inuyasha la miró como buscando aprobación al encontrarla se mordió la lengua se coloreó las mejillas y prosiguió-- no puedo ni si quiera describir que sentimiento dirijo hacía ti, pero cual sea me correspondes-- dijo Inuyasha casi en tono burlón.​

​

-- ¿Y?, eso no es nada con lo que no hayas tenido que lidiar ya.​

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--Lo sé, pero...- Inuyasha se contuvo se decir más-- Demonios Kagome no puedo decidir a quien quiero.​

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--Inuyasha-- Kagome había contenido-se pero realmente no le agrada oír a Inuyasha hablar este tema con ella, le ponía incómoda.​

​

--Kagome, lamento haberte lastimado, jugado contigo y todo-- dijo Inuyasha tomándola del mentón-- por todo lo que te hice perdóname-- sus ojos brillaban por sobre la obscuridad, ese brillo dorado del sol atemorizaba a Kagome, Inuyasha bajó n poco la cabeza y cerró sus ojos, volvió para mirar a Kagome a los ojos y se topó para su incomprensión pero no asombro a Zukumi, quería dentro de sí que en ese momento y en esa posición la chica fuera Zukumi, pero realmente se trataba de Kagome, la azabache que burló su corazón, le producía algo de ira y felicidad que se tratase de ella.​

​

Kagome se aproximó a él al tiempo que el sol salía detrás de ellos y daba paso a un nuevo día, Inuyasha seguía con ambos ojos abiertos exhibiendo así a la perfección esas orbes doradas que encantaron a más de una chica azabache, hasta que las cerró y se acercó más a Kagome, esta completó la escena con ese beso que tanto anheló y al fin estaba ocurriendo ese momento tan bello y especial, era suyo, sus labios eran de ella en ese momento.​

​

Tal parece que ese conflicto interior con el que Inuyasha luchaba siempre se estaba resolviendo tan solo ahora bastaba acabar con Náraku para que tanto Kikyo como Zukumi fueran libres, eso era quizá realmente lo que deseaba tanto.​

​

​

Continuara....​

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No me maten sé que es corta pero ya dije el porque.​

 

Lamento la demora.

Advertencias: OoC.

Dedicado: Kohome y kagome de taisho.

Notas de la autora: No estoy segura de querer continuar esta historia.

Capítulo 12: "¿Amigos?".​

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​

— Inuyasha...— se decía para sí misma Zukumi.​

Kagome se separó del hanyou de orbes ámbares y dejo al lucir esa bella sonrisa, tan encantadora, que hacía que Inuyasha y cualquiera que la viese se olvidase de todo para ser feliz observando la dicha de la azabache.​

​

— Ya es de día, vámonos — dijo Inuyasha tomando a la chica de la mano.​

​

— Claro — acotó Kagome sonriente, quizá la fin estaba todo bien, o no exactamente, cómo ya era de esperarse Zukumi caminaba sin rumbo alguno, sólo pensaba, estaba confundida, nunca pensó que se enamoraría de un híbrido en la época feudal, era demasiado.​

​

Kagome e Inuyasha llegaron tomados de la mano al lugar en el que estaban sus amigos, las miradas asecharon por doquier, Sango dejó escapar una pequeña risita de burla, Miroku levanta una ceja y sonrié conteniéndose de largarse a reír a carcajadas, Shippo se sonrojó, al igual que Inuyasha, pero no Kagome, ella ya tenía bien claro lo que quería y lo que tenía, hasta Kirara se ocultó bajo sus dos colas de la pena, Inuyasha tragó saliva, Sango iba a hablar.​

​

— Veo que ustedes dos...— realmente trataba de ser una pregunta lo dicho por la castaña.​

​

— Así es Sango— dijo Kagome segura, Inuyasha sacó a flor de piel el sonrojo inevitable, pero Kagome estaba tan segura, tan conforme, él con eso podía sentirse satisfecho, no le daba pena, no tenía porque darle ni la más mínima verguenza tener, a sus ojos, a la chica más bella, acercé a Kagome más a él buscando su dichosa aprovación y la besó en los labios, la castaña, el monje, el peuqeño kitsune y hasta la pantera de dos colas quedaron helados, mudos, el estupor les recorría cómo un frío en la espalda, Kagome y el peliplateado se separaron por la falta de aire y se sonrieron primero para ambos y más tarde para el alrededor, era increíble sentir cómo podías provocar una sensación tan linda mostrando tu propia felciidad para belleza de otros.​

​

— Si, al fin— dijo Sango al tiempo que corrió a abrazar a su amiga, las dos saltaban cómo si fuesen a conocer a un megaguapo ídolo adolescente o algo parecido, Miroku y Inuyasha las miraban cómo si de aliens se trataran, luego con regosijo, eran las más bellas a sus ojos y estaban felices amándolas.​

​

De pronto un grito los saca del ensueño, un grito femeníno, Inuyasha reconoce de donde proviene y ordena quedarse, él iría solo por que es algo que necesitaba hacer, más ahora que por fin, se decidió.​

​

Corriendo audazmente el hanyou no tardó en llegar, cómo lo esperó demonios atacaban a la chica, a Zukumi.​

​

— Viento Cortante— dijo Inuyasha y con ello mató a los demonios atacántes, Zukumi lo miró con admiración y rencor, se puso de pie, "agradeció" la ayuda y se dispuso a marcharse.​

​

— Zukumi, no te vayas debo hablaro contigo.​

​

— ¡¿De qué?! — dijo la chica conteniéndo las lágrimas.​

​

En eso Náraku hace su aparición en el cielo, era cómo lo más obvio y impertinente, de todas maneras ambos se dispusieron a pelear, en eso al igual aparece Kagome, cómo Inuyasha no la dejaría sobre su cadaver pelear en esa ocasión, le lanzó su arco y flechas sagradas.​

​

— Debes entender algo...​

​

— Dime lo que quieras decirme— dijo Zukumi tomándo el arco y las flechas, lanzaba al aire cómo un juego y Inuyasha continuaba sus ataques.​

​

— Que no quiero que te pase nada.​

— Y es por eso que estoy peleando con esta bestia y Kagome no— soltó la chica.

— Es por que no quiero que te pase nada, pero sé que eres fuerte.

— No tiene nada que ver.

— Zukumi, entiéndelo, no te amo...

— Lo sé— dijo Zukumi lanzándo una flecha sagrada con todas su energías y fuerzas, llorando al tiempo que Inuyasha lanzaba su mejor ataque con toda la intensidad, ambos ataques combinados fueron demasiado para el demonios, cayó al suelo agonizando, era débil su posición en ese momento pero que daba, de todos modos moriría así que desde ese punto gastar sus pocas o inexistentes energías en verse fuerte y majestuoso sus últimos momento de vida parecía ridículo.

Todos se acercaron para observar, para admirar, era ese el fin de Náraku, al fin lo
derrotaron, el tenía los demás fragmentos, mataron a Náraku y completaron de una vez la perla, eso era todo, ese era el fin, cuando Náraku dio todo lo que le quedaba y cerró por fin sus ojos un brillo cegnate resplandeció de su cuerpo y las energías brotaron, elevaron el ahora cadaver y desaparecieron dejando cómo unico objeto la perla de Shikkon, incompleta aún, Kagome sacó de su mochila los demás fragmentos y los incorporó a la perla de Shikkon, al fin estaba terminada.

Continuará....