PLoS: Ráfaga Aloliana [Tablero Lunar] Prólogo

[Hotel Hanohano]

Contenido oculto: OST

El hotel más lujoso de toda alola , ubicado en uno de los complejos más grandes de la isla al este de ciudad Kantai. Cuenta con acceso privado a playas , las mejores vistas y varias comodidades y actividades a poder realizar en el complejo. Debido al gran nivel de demanda, las reservaciones para el mismo tienen que tener un mínimo de un año de anticipación.

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En la carta de invitación estaba acordado que todos los participantes estarían presentes con mínimo una hora de antelación, y para asegurarse de que no haya ningún contratiempo fueron escortados por empleados de la corporación Hanohano con un sistema de aerotransporte (En donde una cabina es sostenida por un pokémon volador, generalmente un Toucannon, permitiendo a la persona simplemente ocupar un asiento de la cabina y disfrutar la vista del cielo tropical mientras pasa el viaje).

Ya una vez llegado al hotel, son llevados a una sala de espera que fue exclusivamente reservada para los aplicantes del curso.
La sala es de un tamaño considerable, pues podrían entrar cómodamente 50 personas. Pero de momento quitando a los empleados que están atentos a cualquier petición, solo hay otras 3 personas.
Una mujer de tez morena sentada en una de los rincones de la sala, junto a una de las ventanas en dónde parece estar observando la vista costera sin prestar mucha atención a lo que ocurre dentro.
Por otro lado, cerca de la entrada un chico de un llamativo cabello rosado está claramente molesto por algún motivo. Mira cada cierto tiempo su reloj y procede a quejarse con la joven que se encuentra a su lado, que se la pasa usando su móvil y haciendo diversas llamadas, su voz denotando un claro tono de preocupación y urgencia.

Contenido oculto: Interior

Contenido oculto: NPCs Hotel Hanohano

Contenido oculto: ???

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[Aldea Marina]

Antes de salir de Poni, La Sacerdotisa haría entrega del equipo básico para realizar el recorrido a los nuevos entrenadores, como ya es la costumbre de hace varios años para brindar buena fortuna. A Bianca le habría sorprendido también la iniciativa de la misma con Kaleu, al cuál le obsequió una caja adicional como una especie de regalo personal. De las veces que habían hablado sobre él nunca dejó entrever tener algún sentimiento o trato especial con él .
No tuvo tiempo a poder cuestionarla tampoco, pues su escolta tenía un horario que cumplir y mientras se despedía, pudo notar que Lillinoe le dejó una breve nota entre la bolsa que tenía su equipamente inicial.

<<Confío en tí Bianca, no podré acompañaros en vuestra aventura. Así que espero que lo puedas cuidar por mí ¿Vale?>>

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[Hotel Hanohano]
(Oficina Administrativa Privada)

—La puerta que se encuentra al final de este pasillo es la que le permitirá acceder a la sala en donde la señorita Kahili le espera para reunirse . Mis disculpas que no pueda seguir acompañándola, pero el acceso a este piso lo tengo restringido—
Aquellas fueron las últimas palabras que le dedicó el empleado a Ilana una vez el elevador llego al piso más elevado del Hotel. Hasta ahora, quitando ciertos improvistos iniciales, todo estaba saliendo de acuerdo a lo planeado. Cuando llegó al hotel sin previo aviso y pidió una forma de hablar con Kahili, aunque los encargados administrativos se negaron al principio, luego de mostrar unos aparatos de Ultropólis y pedir que consulten directamente con ella, termino consiguiendo la reunión para poder hacer su petición.

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Contenido oculto

Buenas gente, la idea es que useis este inicio para introduciros (?). Podéis rolear desde que estabais en vuestra isla/aldea y como fueron escortados hasta el Hotel. Y luego incluso interactuar entre vosotros y/o los NPCs del lugar.
Taku , Leonardo y Yuta no fueron mencionados en el relato inicial ya que de momento no tenéis info relevante para empezar (?)

 

Ilana Rockefeller

La decisión que había tomado era riesgosa por tantos motivos diferentes que al final tuve que dejar de darle vueltas y recordarme su objetivo real para evitar que la cuestión me sobrecargara, impidiéndome funcionar de forma eficaz. Había preparativos que hacer, pruebas de confirmación y demás cosas que preparar para tan siquiera asegurarnos de que mi entraba al Ultraumbral saldría entera en el otro lado. Después de todo de nada servía solo lanzarme como sacrificio, no servía a ninguna causa ni respondía a ningún motivo.

Para morir sin una justificación prefería quedarme en Ultrópolis, donde nos cazaban.

Mis despedidas las había hecho hace semanas, de la forma más compuesta y discreta que me fue posible, así que cuando el día llegó solo acudí con mi mentor y pusimos manos a la obra. Mis pocas pertenencias, incluidas las cosas que debería mostrarle a Kahili, estaban ocultas bajo el traje que me permitiría cruzar el Ultraumbral sin dejarme la memoria o las entrañas en el proceso, de forma bastante más literal de la que uno quisiera pensar.

¿Podría volver a mi ciudad? No lo sabía, pero lo intentaría para traer los datos de regreso.

A pesar de la protección del traje, el viaje me había dejado la cabeza revuelta y una sensación de incomodidad en el cuerpo bastante importante, pero luego de revisar mis signos vitales y todo lo que hiciera falta supe que estaba ilesa. La tecnología que había permitido que fuese así, bueno, no había corrido el mismo destino; no podría usar el traje una segunda vez. Era una perdida menor teniendo en cuenta los riesgos.

Recibí la luz solar por primera vez en toda mi vida, cálida, y aunque sabía que tenía el tiempo contado para hablar con Kahili me tomé algunos minutos para apreciar aquello de lo que se nos había privado en el otro lado del Ultraumbral. Incluso a la sombra el calor de un sol, allá en el cielo, era capaz de incluso cambiar el estado de ánimo de una persona y me di cuenta al instante; no importaba cuánto lo emuláramos con la Torre, era imposible conseguir algo igual.

En cualquier caso, me obligué a regresar la cabeza a mi misión principal y así fue como me presente al hotel, pidiendo que me dejaran ver a Kahili. Costó lo suyo, tuve que mostrarle lo que había traído desde Ultrópolis y solo así orquesté la reunión que necesitaba para poder hacer mi solicitud. A partir de aquí comenzaba otro capítulo, al menos esa era la idea.

—No se preocupe, le agradezco que me acompañara hasta aquí —le respondí al empleado que me había guiado, dedicándole una sonrisa.

Di un paso al frente, abandonando el elevador, y pronto estuve sola frente la puerta donde me recibiría Kahili. Quería confiar en que lograría lo que me había propuesto.

Contenido oculto

man llevo aquí desde las 4 de la tarde y son las 8 wtf

 

Leo

Jamás había experimentado tanto lujo y sobretodo comer esa clase de comida extravagante, así que aproveche cada oportunidad para devorar todo lo que pusieron frente a mi. Entre Maui y yo dejamos los platos limpios que ni siquiera miramos por la ventana para ver el paisaje.

Al llegar esta vez si miré todo a mi alrededor, tome a Maui entre mis brazos y seguí de cerca a la persona que me estaba guiando, por fortuna solo tuvo que mostrar la invitación que me dieron para que ellos supieran todo.

Cuando me indico que entrara a la sala y esperará, le dedique una leve reverencia en agradecimiento, seguido de una suave sonrisa.

Camine lentamente mientras miraba todo ese lujo y me senté en uno de esos grandes sillones, Maui se alejo de mis brazos y comenzó a jugar con uno de los cojines mientras yo solo miraba a las pocas personas que estaban con nosotros..... ¿Seriamos los unicos?

 

[Hotel Hanohano]
(Oficina Administrativa Privada)

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El empleado le dedicó una sonrisa de cortesía de vuelta antes de volver hacia los pisos inferiores con el elevador, dejandola sin más opción que avanzar por aquel pasillo.
Al llegar a la puerta, la misma se abrió de forma automática. Dentro se encontraba la misma Kahili que la invitó a pasar dentro. Ni bien ingresó, las puertas se cerraron de forma automática. La oficina se notaba muy diferente de todos los otros lugares del hotel que eran espaciosos y con decoraciones lujosas y brillantes; pues aunque era grande, en aquella sala solo había algunas pantallas en un costado de la pared, un calendario entre medio de la misma y luego el escritorio en el centro junto a un par de sillas. Lo que más destacaba de la sala era su luminosidad , pues estaba en el punto más alto del hotel, y la pared que daba al exterior era todo un gran ventanal. Dejaba una vista preciosa tanto de la playa, la entrada del hotel , y otras atracciones del resort.
Kahili se encontraba simplemente sentada observando a Ilana ingresar. Parecía haber estado revisando unos papeles que estaban ahora desplegados sobre su escritorio, llevaba su pelo suelto, una camiseta azulada que parecía más bien simple si no fuera por una insignia de un ala dorada brillante que llevaba en su pecho y unos pantalones cortos. Su conjunto iba a juego y tenía algún que otro detalle que hacía notar que era de calidad, pero denotaba que priorizaba la comodidad antes que llegar a una etiqueta formal.


— Alola. No tengo mucho tiempo, así que no perderé tiempo en una introducción cuando si has venido hasta aquí es porque sabes quién soy. Es raro ver a un Ultranseúnte que no esté afiliado con la policía internacional, así que por ahora tienes mi atención. ¿Qué es lo que vienes a buscar, y cuál es mi ganancia? — Kahili habló siendo concisa y directa al grano, abandonando su asiento para apoyarse sobre uno de los ventanales.

Ilana pudo sentir como una ráfaga de viento pasaba por donde se encontraba ni bien se apoyaba en el ventanal y fijaba su mirada en ella. Lo cuál resultaba extraño, pues todos los ventanales estaban cerrados, a simple vista no habría ningún origen para una corriente de aire. Cómo tampoco la puerta parecía tener ningún dispositivo electrónico que le permitiera abrirse y cerrarse forma automática. La tensión en el ambiente...
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No se sentía como si solo hubieran dos personas en aquella sala ahora mismo.​

 

Ilana Rockefeller

Apenas Kahili me invitó a pasar y lo hice las puertas de la estancia se cerraron detrás de mí, separándome del resto del hotel en más de un sentido, porque aunque el sitio era espacioso como el resto del hotel era significativamente menos pomposo. Ambas formas de utilizar el espacio tenían sus razones de ser, no había que ser demasiado listo para saberlo, y en cualquier caso lo que más se agradecía era la luz.

Luz de verdad.

Kahili se había mantenido sentada en su lugar y aunque tenía el porte de alguien importante, en sí su aspecto no priorizaba la etiqueta por encima de la practicidad. Sonaba a prejuicio, pero eso me decía que era una persona activa, no de las que se sentaban a hacer papeleo todo el día y eso, al menos en este caso, era posible que funcionara a mi favor.

—Gracias por recibirme. Espero hacer valer su tiempo. —Fue lo primero que le dije, pues aunque no deseaba quitarle tiempo importante, tampoco pretendía ser descortés.

Ella se había levantado, seguí sus movimientos con la vista y cuando se quedó junto a uno de los ventanales una corriente de aire me sacudió el cabello. Un escaneo rápido del espacio me dejó claro que no había lugar por dónde hubiese entrado, pero la había sentido con claridad y junto a ella ahora percibía una tercera presencia, como si hubiese un observador allí.

—Crucé un Ultraumbral para poder reunirme con usted directamente —comencé luego de haber girado el cuerpo en su dirección, controlando la tensión que la presencia extra había dejado en el ambiente e hice una inclinación relativamente formal—. En mi ciudad natal formo parte de un equipo de investigación... clandestino, podríamos decir pues no se nos tiene en estima. El caso es que al otro lado del portal hay datos que nunca alcanzaremos, no sin el trabajo de campo en un mundo que todavía conserva su luz, y el curso para el Recorrido Insular es la oportunidad perfecta para poder recorrer su región y obtener información que no podremos conseguir en Ultrópolis de otra forma que no sea mera exploración.

Hice una pausa para no soltar tanta información de golpe, pues sabía que en determinado punto prácticamente todo el mundo desconectaba y dejaba de prestar a atención si uno los atiborraba de palabras o datos de cualquier clase. En ese intermedio tomé la esfera que contenía a Poipole, mi compañero, y la sostuve frente a mí en dirección a Kahili.

—La crisis ocurrida, en la que la luz natural se nos fue arrebatada por la criatura que venerábamos, podría repetirse en otros lugares y deseamos evitar esa catástrofe al detectar señales tempranas. Por mi parte, además de eso, creo fervientemente que hay una manera de devolverle la luz a Ultrópolis en ese mismo camino por evitar otro desastre —continué, girando apenas la esfera y al accionarla Poipole se liberó, suspendiéndose en el espacio entre Kahili y yo con su sonrisilla bien plantada en el rostro—. Le pido que me deje participar junto a los demás. Compartiré con usted la información que consiga.

 

Taku Loha

Desde la última noche que había pasado en ciudad Tikiam solo pude meditar por recomendación de mi padre. Sin embargo no todo era aburrido con el buen Volt cómo compañía, ambos partiríamos en la aventura para demostrar cuanto podía valer como Psiquico, aunque no comprendí porque subestimaron mi talento, es decir, solo había que mirar como podía percibir energia a kilómetros ¿Que más querían?

Pero que va, parte de mi reputación recae en ser buen hijo y cumplir con la prueba familiar.

El viaje en Toucannon no podía ser más comodo al observar la belleza de la región desde el cielo, a pesar de ello, de vez en cuando venía a mi el recuerdo de aquella discusión de mis padres, según ellos aseguraron que debía conocer mi lugar y no dormirme en lo laureles.

Pero juraba que había algo más que mis "problemas de actitud".



Al llegar al hotel pude disfrutar del despampanante lujo que tenía ante mis ojos, sin duda un buen comienzo para alguien de mi nivel, avance mientras estudiaba cada rincón del llamado hotel Hanohano, Volt imitaba mi asombro en la comodidad de mi cabeza.

—Volt creo que las deidades han reconocido cuánta madera podemos tener, mejor veamos que podemos pillar.

Di un par de vueltas más hasta dar con un trio que llamo mi atención. Una mujer morena, un chico con cabello tan rosado como un Slowpoke y otra chica más.

Sentí mayor interés en saber la opinión de la mujer de piel bronceada, parecía tener una mente muy relajada para su bien.

—¡Alola señorita!—salude con confianza—disfrutando el clima del mar ¿verdad?—no sabía que intenciones podría tener en este sitio pero debía encontrar información donde fuera—¿Esta aquí por vacaciones o algo más?

 

Leo

Mire a cada personas en ese lugar, todos parecían estar en sus propios asuntos, aunque un par de ellos parecían ser amigos, o al menos conocerse un poco más que el resto que estaba por su cuenta. Luego llegó un chico más y se acercó a la mujer que ya antes había visto, parecía hablarle con tanta confianza que comencé a pensar yo era el único que no conocía a nadie.

Estaba tan distraído mirando a todas esas personas , que nunca me di cuenta como Maui destrozaba el sillón en el que estábamos, si no fuera por que una pequeña borla del relleno voló casi hasta mi cara , no habría volteado a ver como ese pequeño Litten que llamaba compañero afilaba sus garras sobre la tela desgarrandola por completo y sacando el relleno de ese mueble.

Rápidamente, tomé a Maui entre mis brazos y cubrí el daño con todos los cojines que encontré cerca. Comencé a caminar lejos de ese sillón y a quitar de forma discreta los trozos de tela que aún quedaban atorados entre las uñas de ese pequeño gato.....

Contenido oculto

Pues yo solo para no dejar a mi personaje en la esquina sin hacer nada (?) xD

 

[Hotel Hanohano]
(Sala de Espera)

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Mientras Bianca y Yuta conversaban, y el Litten de Leo destrozaba uno de los asientos que costaba más de lo que su familia se podría permitir, Taku por su parte se acercó a la mesa en donde estaba la chica observando la ventana.
Al notar que se acercaba alguien, se llevó una mano a la cabeza y retiró un pequeño auricular que parecía haber estado usando.

— Alola. — Respondió a Taku con naturalidad y se detuvo a observarlo por unos segundos, dibujandose una sonrisa en su rostro al escuchar su última pregunta. — Venga, no creo que nadie este aquí por vacaciones. Este es el lugar perfecto para ganar aliados... O poder reconocer quienes pueden ser problematicos a futuro.
Aunque es verdad que algunas personas parecen haber venido hasta aquí sin mucha idea — Sus ojos se fijaron en Leo, mientras apilaba los cojines para esconder el destrozo que había hecho su pokémon. Luego agarró una taza de café que se encontraba en su mesa y dió un sorbo .
— Mi turno de preguntar. ¿Por qué crees que Kahili te ha mandado una invitación para acudir aquí? —

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En otra de las partes de la gran sala, la paciencia del chico de cabello rosado había agotado, siendo la chica que estaba a su lado la que estaba recibiendo toda sus quejas. Pese a que se disculpaba y trataba de calmar su estado de ánimo, la situación solo parecia empeorar.

— ¿De qué sirve que solo te quedes aquí parada esperando conmigo? Si seguirás sin ayudar y haciendo nada podrías al menos hacerme el favor de esconder tu cara de mi vista. No puedo creer que nuestra entrevista se esté retrasando todavía más por culpa de ese Mankey con cerebro de Slowpoke —

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[Hotel Hanohano]
(Oficina Administrativa Privada)



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Kahili permaneció en silencio y dejo a Ilana introducirse y narrar de donde provenía y su objetivo. Parecía estar escuchando atentamente, pero cuando el Poipole se liberó de su pokeball , sus ojos de fijaron en él con intensidad mientras su cuerpo tembló por unos segundos.

— No. — Respondió de forma concisa. Ya con su compostura usual recuperada, aunque se aseguraba de mantener al Poipole en su rango de visión.
— Dejarte recorrer la isla de Alola sin protección sería lo mismo que mandarte a una muerte segura. Por lo qué has dicho, pese a que estas en un equipo de investigación veo que os falta información clave y no eres conciente del peligro que corres ahora mismo.
Al haber cruzado un Ultraumbral, la energía del mismo ha quedado impregnada en ti. Si a eso le sumamos el hecho que que tú no perteneces a esta dimensión... La energía que desprende tu presencia probablemente sea el imán de Ultrabestias más potente en toda Alola ahora mismo — hizo una breve pausa, y cruzó su mirada directamente con la de Ilana mientras decidía como proceder. Una ráfaga de viento leve empezó a arremolinarse en sus pies. La decisión parecía recaer en sobre qué hacer con ella, y a este punto simplemente dejarla ir no era una opción... Hace quizás más tiempo del que pensaba.

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— Aún así, si tu objetivo es recabar información... podría tener algo en mente que nos beneficie para obtener aún más información a ambas. Pero antes dime... La principal amenaza, o la criatura que vuestra gente veneraba... ¿Serías capaz de eliminarla de ser necesario? —

 

Ilana Rockefeller

Cualquiera hubiese esperado que la negativa de Kahili me provocara alguna reacción, pero no fue el caso y permanecí firme, con la mirada fija en ella sin siquiera desviarla a Poipole, que seguía flotando entre nosotras a pesar de notarse distraído con el nuevo entorno. Escuché lo que dijo, la naturaleza de su argumento y el hecho de que me calificara como imán de Ultrabestias.

En palabras bonitas, era una bomba de tiempo.

¿En ese caso no era igual o más peligroso dejarme más cerca de los grupos de personas? Porque volver por el Ultraumbral no era una opción disponible, no de inmediato por lo menos y sin arriesgarme a ponerme las entrañas en la cabeza en el intento. En cualquier caso, le sostuve la mirada cuando sus ojos se posaron en mí porque mi falta de respuesta era el indicador de dos cosas: que no pensaba echar atrás y que respetaba su criterio a pesar de eso.

Aún así llegó a una conclusión, una suerte de acuerdo que se le ocurrió, pero antes de decir nada al respecto me preguntó por El Refulgente y la sola mención me hizo desinflarme los pulmones en un suspiro sutil. Poipole giró sobre sí mismo, entretenido con nuestra conversación, y retrocedió hasta mi posición para ponerse a juguetear con mechones de mi cabello.

—Es posible que se requiera de más de una persona o de alguien excepcionalmente fuerte para la tarea —respondí con sinceridad y sin alterar mi temple a pesar de tener a Poipole revoloteando a mi alrededor—. Estoy dispuesta a prepararme física y mentalmente para ser parte de eso en cualquiera de los escenarios. Si hay que eliminarla... si es la única opción, se hará.

 

[Hotel Hanohano]
(Oficina Administrativa Privada)

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Una leve sonrisa se dibujó en el rostro en la lider de la corporación Hanohano al escuchar la respuesta de Ilana , pero volvió rapidamente a una expresión neutral a la vez que se incorporó y se dirigió a su escritorio acomodando los papeles.

— Comprendo. La realidad es que en el momento en que la Policia Internacional se entere de tu existencia te lleven con ellos para sus propios fines. Especialmente teniendo en cuenta la particularidad de tu caso : La mayoría de Transeúntes conocidos parecen ser personas que sufren una especie de viaje en el tiempo y pierden la memoria... Hay registros de otros tipos de personas que habrían viajado por umbrales, pero que se sepa nunca se había hallado a uno vivo. No hay forma de que la Policía Internacional te deje en libertad si te llega a encontrar... Incluso si no hay registros anteriores puede ser que ellos mismo los estén limpiando. — Mientras Kahili hablaba seguía poniendo atención hacia donde se encontraba Ilana, logrando acomodar todos los papeles dejando una especie de documente en el centro. Una pluma apareció flotando, y simplemente la cogió con naturalidad y empezó a escribir en el mismo.


— Mi propuesta es simple. Trabaja para mí.
Además de la Policia Internacional, en Alola no hay practicamente otra entidad que sea capaz de resguardarte sin poner en peligro a más civiles.
El paraiso Aether cuenta con tecnología punta y está en un lugar estratégico en la región. Allí te puedes unir a uno de los equipos de investigación, que intuyo tu experiencia compensará cualquier con creces el costo de resguardarte. En cuanto a trabajo de campo, probablemente sea escaso dado tu condición, pero al menos podrías estar participando activamente en la recolección de información en vez de ser usada como un cebo humano. — Ni bien terminó de escribir sobre el papel lo lanzó al aire, y en una trayectoria directa voló hacia las manos de Ilana. Parecía ser un certificado que nombraba a Ilana como una estudiante de una una tal <Escuela Uva> en Paldea, que acordaba su estadía como estudiante de transferencia a modo de experiencia en Alola, siendo la Corporación Hanohano la cual la aceptaba y responsabilizaba de la misma de su seguridad. — Tengo contactos en Paldea, por lo que arreglar unos cuantos documentos para legalizarte como entrenadora procedente de allí y evitar que te descubra la policía es algo que está dentro de mis capacidades. Si tienes alguna inquietud o contrapropuesta, es tu momento de decirla, tengo que atender a un curso en unos momentos... Probablemente tengas que acompañarme, ya que en caso de que aparezca una Ultrabestia, a mi lado es la única posibilidad de que un ataque de ellas no se lleve víctimas. Al menos hasta que esté listo el transporte hacia el Paraíso Aether. —

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[Hotel Hanohano]
(Sala de Espera)


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—Disculpa... —— La chica que estaba hace unos momentos al lado del pelirrosado se había separado del mismo (dejandole solo con su mal genio) y acercado hacia donde estaba Bianca conversando. Su expresión denotaba cierta preocupación. —¿Dijiste que viniste en barco verdad? No estaba intentando husmear en vuestra conversación, pero tengo buen oído y lo escuché de casualidad.
¿No habras visto a esta persona en tu camino hasta aquí?—

Buscó entre su móvil y mostró una foto que hacia referencia a la persona que buscaba.

Contenido oculto: Foto

—Se supone que también sería escoltado hasta aquí, pero de alguna forma se las arregló para escabullirse de su escolta. El último mensaje que recibimos de su parte es "Que vendría viviendo la verdadera experiencia Aloliana" — Francamente no tenemos idea alguna a que se podría haber referido, así que estamos tratando de recolectar información de a dónde se puede haber ido... — Por su forma de hablar se podía notar que tenía un marcado acento Kantoniano, quizás aumentado por sus aparentes nervios , ya que aunque intentase aparecer calmada, sus ojos delataban que estaba al borde del llanto.

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Ilana Rockefeller

La sonrisa que alcanzó el rostro de Kahili fue leve pero no me pasó desapercibida, aunque no reaccioné visiblemente ni reflejé el gesto para no perder el tono serio y profesional que había mantenido hasta ahora, de por sí ella misma pronto volvió a su neutralidad anterior en poco tiempo. Volví a escucharla, dijo que la Policía Internacional me llevaría con ellos apenas supiesen de mi existencia por el tema de que los que pasaban por los umbrales tendían a perder la memoria y todo el cuento; tomé aire con cierta profundidad, algo resignada, pero esperé a que siguiera hilando sus ideas.

Poipole detuvo su revoloteo apenas escuchó las palabras de Kahili, se suspendió a mi lado luego de soltar mi cabello y la sonrisa que había omitido antes por cuestiones profesionales ahora sí me alcanzó los labios. Fue breve, casi la sombra del gesto, y contuve el impulso de soltar una risa nasal para no pecar de irreverente.

El papel voló en mi dirección y alcé la mano, sin despegar los ojos de la líder de la corporación, para pescarlo de inmediato. Solo dejé de mirarla para leer el documento, me nombraba alumna transferida de escuela en Paldea bajo la responsabilidad de Hanohano. ¿No era algo así como documentación falsa para evitar que la Policía Internacional diera conmigo? Vaya, qué remedio. No sería la primera vez que me ocultaba de los ojos de ciertos individuos, para nada, pero tenía su gracia que hubiese sido una propuesta ideada por ella y no por mí.

—De momento me parece que es el mejor acuerdo al que seremos capaces de llegar —respondí despegando la mirada del papel y regresándola a ella. Fue mi manera de decir que por ahora cedía, sí, pero quizás no fuese siempre así—. La acompaño si es lo que le parece mejor.